Partida Rol por web

Después de tu segundo entrenamiento, un sueño profético turbó tu reposo, en él, veias a los Kobold maltratando a una serie de esclavos, haciendoles trabajar en una mina de diamantes. Una de esos esclavos era tu querida hermana, con las alas cercenadas y llena de heridas de latigazo. Exhausta por el trabajo se derrumbaba en el suelo mientras decia. "Hermana, por que me has abandonado".

Después de consultar con algun que otro vidente, te dejaron claro que era una visión verdadera y tu hermana corre peligro de muerte, las fuerzas le fallarán en no mucho tiempo y morirá.

El destino te brinda la posibilidad de salvarla, depende de tu audacia y valentía.

La única persona que conocez que pueda darte información sobre los Kobolds es Lekion. Él te explica que han estado teniendo escaramuzas con patrullas de kobolds, una guerra se está cerniendo. Por fortuna, la captura de la fortaleza ha asegurado considerablemente la zona. El lugar que has visto en los sueños se encuentra algo más al norte de la fortaleza. Lekion te ofrece 1000 piezas de oro por información util sobre los kobolds que puedas conseguir además de dar la ciudadania a cualquier loco que estuviera interesado en adentrarse en territorio hostil.

Ha pasado un mes desde que dejasteis la fortaleza. Os habeis dividido para disfrutar del dinero que habeis ganado, pero Nehifile os ha reunido porque necesita de vuestra ayuda.

Además, ha estado corriendo la voz de que le hace falta gente fornida y un portantorchas para una aventura sin igual.

Al no tener perspectivas de nada mejor que hacer, Aletheia y Thessaly decidieron ayudar al hada en su empresa y se han reunido en una taberna para que les explique en que consiste la misión.

Thessaly entra en la taberna y la imagen de la anterior Thessaly ha cambiado por completo.

Vestiduras rojas de seda con hilos emulando llamas junto con un cayado de madera noble terminado en forma de garra. El porte es completamente distinto. La bruja ahora tiene un aura... que inspira respeto. Pero lo más cambiado son sus ojos y manera de moverse. En silencio. Provocando escalofríos.

Sin embargo, la novedad que más destaca es, sin duda, el rottweiler que lleva encadenado y el pequeño brownie, un hada salvaje sin alas, sucio y maloliente montado encima. El apestoso brownie no para de mirar a un lado y a otro mientras termina de devorar el hueso con resto de carne.

La bruja lo mira fríamente y la salvaje criatura se calma, llena de miedo.

Bien, Nehifile, espero que sea importante. ¿Para qué nos has llamado?

Nehifile había estado atareada este mes. El entrenamiento intensivo, las compras convulsivas, las averiguaciones y eso que se le da tan mal de organizarse en todo. Pero lo bueno es que se le daba muy bien organizar a los demás para que que hicieran cosas por ella. Menos mal!

Llegando un poco tarde, entró volando la hada duende. Encontró a sus compañeras de aventuras ya sentadas. Thessaly fue al grano. Genial, no se iría con rodeos. Tomó asiento a horcajadas y habló mientras con un gesto llamaba al posadero. 

Os he llamao porque quiero rescatar a mi hermana pequeña. M´enterao que los putos koboldos la tienen esclavizá en una mina de diamantes. Cómo? Jah! Te vas a reír, Alé, comadre, lo he soñao! Y una vidente me ha confirmao que no eran chorradas mías. Y sé donde tenemos que ir y to! He hablado con Lekion y quien vaya a la misión será ciudadana si sobrevive. Ah, y hay recompensa! 1000 chapas de oro por información fetén que le demos a Lekion a la vuelta. Cuantos hay? 1000 chapas! Donde se esconden? 1000 chapas! Quien manda? 1000 chapas! Esas cosas. Pero no iremos solas. Habrá algún machaca pa dar espadazos. Clarostá! Us apuntáis? 

Alé se queda boquiabierta al ver entra a la bruja con ese aspecto y sus nuevos compañeros. Había aprovechado bien el tiempo durante el cual no se habían visto. La verdad es que las había echado de menos. Alé por otro lado, seguía vistiendo de manera sencilla, siendo lo que más destacaba su pelo frondoso, rojo y lleno de tirabuzones. El contraste con su piel pálida y los ojos azules era tremendo.

- Pero...¿qué es todo eso?.- La mirada de Thessaly era inquietante, pero más aún era el pedazo de perro y el bicho que lo montaba. Cuando Nehifile expuso la razón de estar allí la Pitonisa frunció el ceño algo airada. No se rió,  no. Ahora resultaba que la ladrona también tenía sueños. Había pasado de ser una joya guardada con celo en el templo del Débil a ser una baratija común de las que gustaba llevar Nehifile. Pero además no era lo único que le había fastidiado.- Osea que, tienes un sueño  y no tienes la decencia de venir a contármelo a mi primero. Muchas gracias por tú confianza. Espero que te haya cobrado una buena "pasta".- La mujer se cruzó de brazos y ni una palabra más salió de su boca. Ni de lo que había hecho durante el mes  ni de si aceptaba o no la propuesta. Simplemente escuchó el resto de la historia. ¿Para qué quería ella el dinero?Algunos Clérigos pensaban que aportar dinero al templo les otorgaría más atención por parte de su dios. Alé ya tenía esa atención, y a veces dudaba si de verdad quería que el Débil la tuviera en más estima. Los que más atención recibían acababan arrugados como pasas y con las articulaciones  hinchadas por la artritis reumatoide. Pero claro,estaba el tema de la ciudadanía. Eso era otra cosa.- Acepto.- Dijo con desgana. Estaba preocupada por la hermana de Nehifile, pero trataba de ocultarlo, pues estaba enfadada.

Mpf, koboldos.

La bruja torció el labio.

Bien, Nehifile, yo también te ayudaré. Tengo ganas de probar mi nueva magia sobre seres vivos. Será divertido como los koboldos mueren incinerados, devorados por insectos o con el cráneo perforado y el cerebro derretido. Será una bonita fiesta.

Thessaly se giró hacia Aletheia.

Oráculo, piensa que Nehifile nunca tuvo esta clase de sueños antes, que yo sepa, sólo desde que os conoció. Seguramente los tentáculos del destino se han alargado lo suficiente como para darle un pequeño brillo, pero recordad que el faro seguís siendo vos.

El brownie parecía nervioso. Se había acabado ya la carne del hueso y miraba de al lado para otro. La bruja se agachó para acariciarle su pequeña cabeza.

Tranquilo, pequeño, dentro de poco habrá diversión. Verás lo divertido que será extender el caos entre los koboldos, como un incendio imparable.

El brownie sonrió mostrando su pequeña hilera de dientes afilados, contento.

Venga, Alé, no t´enfades. Estabas entrenando, colega. Encima que no quería molestarte! Puso cara de indignada, aunque duró sólo un instante. Y después una de sus amplias sonrisas de pillina. 

Además, la pitonisa esa no me cobró. Supongo que vio en su bola de cristal que si lo hacía, lo recuperaría, más algo por las molestias, ya sabes. Dijo como si nada. Vamos, lo normal. 

Bueno, me alegro de que vengáis, "te juro". Sólo puedo confiar en vosotras. Les cogió de los hombros y las zarandeó afectuosamente. 

Por cierto, Thessaly, ahora pareces la jefa, eh? Jijiji. Y que me decís de mis joyas? Son buenas, eh! No como esas baratijas que llevaba, no. Estas son de oro y gemas. Se pasó cinco minutos enseñándoles todas sus joyas. 

Y Thessaly, te dejo achicharrar todos los que quieras, pero al jefe lo dejo como un colador, pol la gloria de mi madre!

Bueno, he decidido contratar a un guerrero por lo menos. Y un portantorchas. Así tendremos protección y un machaca pa las tareas sucias. Vale, comadres?

Bueno,me ayudáis a la elección de portantorchas y de guerrero? Al guerrero le podemos pedir que se quite la cota pa ver si está cachas, jijiji. 

- Pero cariño...- La voz de Alétheia cambió completamente, ahora se había tornado dulce y maternal. ¡Esa Thessaly sí que sabía como tenerla contenta!- ...¿Cómo me vas a molestar eso? Lo de tu hermana es algo urgente y no vamos a permitir que quede así.- La mujer extendió su rechoncho brazo para tocar el hombro de su amiga. La Ira del Débil caería sobre ese kobold. Lo único que preocupaba a la sacerdotisa era el tiempo que iba perder en su investigación principal, aquel símbolo misterioso y la religión que lo rodeaba. Había pasado mucho tiempo estudiando sobre ello. Alé echó una mirada suspicaz al perro y brownie - Thessaly, ¿se pueden tocar?. - Ambos parecían ariscos y amenazantes, pero esperaba que la bruja los hubiera entrenado para a ellas no las atacara.- Creo que me gusta más tu zorra.

- Un guerrero , sí. Nos hará falta si  ni Lekion ni Kitsu vienen. - La clérigo no era tonta y veía que Kitsu no había acudido a la llamada. Se dejó llevar por la emoción de Nehifile y habló atropelladamente, ya totalmente relajada entre "chicas".- Qué sea fornido y guapo, y el portaantorchas listo como un mago.  ¡Y valientes los dos! Con una fe inquebrantable en el Débil. - Un buen paladín honorable que la protegiera y la tuviera en palmitas. Aunque Alé había entrenado en combate y tenía algo de equipo nuevo, seguía siendo una inútil en lo que a luchar se refiere, peor no iba a reconocerlo públicamente.

Pasaron unos minutos, aprovechados para ponerse al día, cuando empezaron a venir a tropel un sin fin de individuos con la intención de conseguir la ciudadania. No era algo que se diera facilmente y el hecho de en una única misión conseguirla era un reclamo demasiado goloso.

Por eso, Thessaly, Aletheia y Nehifile tuvieron que aguantar a niños imberbes asegurando que era capaces de derrotar dragones, trabajadores de diferentes oficios que solo sabian manejar el cuchillo de comida, incluso un leproso lleno de vendas se paso para el trabajo. Todos aquellos que pasaron eran todo menos aguerridos fortachones hasta que ya entrada la noche llego una inmensa mole de más de 3 metros.
 

Estaba entrando la noche cuando conseguistes librarte de tus tareas en el puerto, por fin podrías ir a ver a esa hada que ofrecia la ciudadania, si había suerte, la misión sería sencilla y la recompensa inmensa.

Al llegar a la taberna, se veia a un hada de unos dos metros de altura junto con otras dos mujeres, un joven imberbe se iba después de hablar con ellas. Se las notaba aburridas después de una larga jornada.

Por un momento el tiempo se detuvo cuando las tres mujeres cruzaron la vista con la gigantesca mole que acababa de entrar. La tarberna quedo en silencio hasta que poco a poco la vida fue volviendo a los lugareños.

Mmmh, lo siento, dijo el tipo. No me gustan las mujeres, no necesito de vuestros servicios, gracias. Mientras hablaba se las comía con los ojos, mirando culos, tetas y de to.

Eeeeum. Remiró de nuevo al hada de ¿¿dos metros de altura?? Vaya, vaya. No eres tú esa que necesita un trabajador a cambio de ganarse la ciudadanía ¿Verdad? Si ese trabajador tiene que ser un guerrero y un machote, lo siento. No soy tu hombre. Yo soy una persona sensible, en realidad, un intelectual. Así que no vengas a pedirme que os haga de pega piñas ni nada de eso.

Curiosas palabras en un semiogro que tenía toda la pinta de ser un guerrero como el que más. Llevaba su martillo de lucerna (un asta de más de dos metros de largo) como si fuera una varita mágica, y lo meneaba con evidente maestría.

Si Nehifile cree que eres válido para rescatar a su hermana me vale, da igual lo que digas, pero tengo que advertirte que sangrarás. Mucho.

El rottweiler encadenado de la bruja empezó a gruñir mientras el salvaje brownie que lo cabalgaba reía enloquecido por ninguna razón aparente.

Nuestros viajes no son tranquilos y se rodean de destrucción y muerte. Espero que la disfrutes y disculpa a mis cachorros. Dijo mirando al perro y al brownie. Como le dije al Oráculo, están entrenados, sí, pero me he encargado de deshacer ese entrenamiento. Ellos actúan por voluntad y capricho propios, obedeciéndome por respeto y temor. Tardarán un rato en comprender que no eres un jugoso trozo de carne fresca sangrante.

Thessaly acaraciaba la cabeza de ambos para tranquilizarlos. Cuando ya parecian haberse calmado volvió a erguirse.

Y una cosa más. Dijo seria. Vuelve a mirarme así, como una ramera cualquiera y haré arder tus ojos. Sentirás como burbujean dentro de tus cuencas mientras gritas de dolor. Sonrío ¡Pero no te preocupes! Estoy convencido de que serás un auténtico caballero. Bienvenido al grupo.

Estas últimas palabras las dijo la bruja con un gesto sinceramente afable, de tal contraste con la seriedad de la amenaza anterior que podria causar... cierto estremecimiento.

Cuando el gigantón se dirigió a ellas Alé se quedó  sin saber bien qué decir. No le gustaban las mujeres, ¿qué carajo quería decir con eso?. ¿No le gustaba su compañía?, pues tenía para rato si lo aceptaban.  ¿No se las comería?, Alé estaba rellenita y con la piel suave y rosada como la de un cochinillo.  ¿Era un sodomita?... con ese tamaño pobre al que pillara. Rechazó esto último pues al igual que Thessaly captó perfectamente su mirada, pero Alétheia ya estaba acostumbrada a las miradas tórridas del Débil, por lo que no se sentía incómoda, más bien alagada. Sus voluptuosidad no solía pasar desapercibida.

- Jijiji- Rió ante la airada presentación de la bruja y sus funestos augurios,  y trató de apaciguar el ambiente hasta que Nehifile decidiera.- Al menos este parece que hablará más que los otros,  ¿no?. A Lekion y a Kitsu no había quien les sacara palabra de la boca.- La mujer pelirroja lo miro de arriba a abajo.La piel verde, la mandíbula cuadrada, el cuerpo de puro músculo.- Vaya altura y qué musculatura...- Miró a Nehifile con una sonrisa que decía "¿nos lo quedamos?". - Ante de decidir me gustaría leerte la mano...- Se acercó a tomar la enorme extremidad verdosa, pero se paró al considerar los posibles peligros.- ....si me dejas. - La voz de la mujer cambió completamente a una cargada de misticismo y sobriedad.- Mi nombre es Alétheia, Pitonisa del Débil, esclarecedora de los Misterios del Deforme.

Oh, no puedo aceptar: me horroriza la sangre. Y odio a esos bichos, añade, mirando a los bichos sin pizca de nerviosismo. Se instala con las chicas, con pinta de ir a quedarse todo el rato.

Noooo, no volveré a mirarte así, dice a sus amenazas, mirándola "así".

¿Mi mano? Ah, esto. Le enseña su mano a Aletheia. En realidad no soy muy fuerte, yo era un humano ¿sabes? y un malvado hechicero me convirtió en esto.

Alé tomó la enorme mano de piel verde y áspera, y la examinó con curiosidad. Las líneas eran tan evidentes como surcos echos por un arado.

- Mmm interesante. Bueno, sólo miraré tres líneas: vida, Destino y dinero. La línea de la vida la tienes larga y bien marcada, lo que implica una vida longeva, buena salud y vitalidad. Aunque eso no quiere decir que te desangren jiji.- Hacía referencia a las palabras de la bruja, no quería contradecirla.-La del dinero, si te fijas bien, te llega hasta el dedo corazón, lo que significa que el dinero que consigas será con el sudor de tu frente. Nada de dar con una damisela rica, me temo.- Hizo una pausa para determinar la más importante de todas.-  Esta significa que apartarás tus propios intereses por un tiempo y sometiéndote a los de otra gente. Pero es algo temporal pues posteriormente volverías a recuperar el control sobre tu vida. - Estaba claro que el gigantón iba a ir con ellas y después conseguiría la ciudadanía. Mientras estudiaba su mano observaba cómo reaccionaba el semiogro a su tacto, y hablaba con el animadamente. 

Nehifile se sorprendió tanto al ver entrar a ese pedazo de hombretón verde que se quedó muda casi un minuto. Algo raro de cojones. 

Válgame, nos podemos esconder todas detrás de él!

Mientras las chicas no paraban de parlotear con la mole verde, el hada duende de dos metros  revoloteó en completo silencio a su alrededor. Quería apreciar todas sus dimensiones. Especialmente la "dimensión trasera".

Intelectujal? Jijiji. Este pue dar mamporros leyendo un pargamino tamaño sábana!

Le resultaba gracioso el maromo. Jugaba a decir lo contrario de lo que hacía. Jijiji.

Entonces, cómo te llamas, machote? Nescesitamos un tío con celebro, sabes? Jijiji. Y hacía el gesto de alguien cachas, abriendo los brazos y subiendo los hombros. Un tío que no le envicie la sangre y que use la cabeza en vez de la cachiporra ante cualquier embolao. Jejeje. La recompensa es una parte del tesoro y la ciudadanía si to sale fetén. Hay que rescatal a mi hermana y espiar to lo que podamos a esos koboldos pa que nos den chapas de oro del bueno. Te hace? Pero antes de aceptar, nescesitamos que nos enseñes tu cuerpo pa asegurarnos de que no ties tatus extraños. No te cortes, muéstranos ese cuerpo serrano, venga. No te hagas el remolón. Jijiji. Venga, chicas animemos al chorvo! Ahora daba palmas toda festera.

Oh, qué interesante, dijo a Aletheia, mientras pasaba de la mano y de lo que le decía para pegar a su escote un buen repaso. Pero en ese momento, un hada duende de dos metros de altura se puso a dar vueltas a su alrededor, lo que no es moco de ogro, precisamente.

Me llamo Pepe Porras, pero a veces me llaman Alalulfo el Garboso, que no es mi verdadero nombre, claro.

Y procedió a ponerse en gallumbos ahí mismo, con el garbo que le caracterizaba y los silbidos de la concurrencia.