Partida Rol por web

Una nueva oportunidad

Presagios del futuro, primeros pasos

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27/03/2013, 17:30
El narrador

De nuevo, parecía ser una noche larga, con sueños proféticos. Sin dudo los sacerdotes del Debil se alegrarian de saber los nuevos eventos por acontecer, pero esta vez no había una bruma que rodeara las imagenes como de costumbre. Una negrura avanzaba inexorable engullendo toda sensación. El cansancio del viaje, el calor del caldo de la cena, la posada donde reposaba, incluso los recuerdos de los motivos del viaje escapaban de la mente de Alétheia. Dejando paso a esa negrura, ese vacio, para enseñarle algo que se le grabaría a fuego en su mente, algo que paso, pasa o pasará de suma importancia.

De vuelta en la cama de la posada, sudando y con el aliento acelerado no pudo evitar erguirse y mirar a su alrededor. La habitual oscuridad, poco tangible pero estable la rodeaba. Sin previo aviso todo su cuerpo se tensó hasta más allá de los límites que Alétheia conocía, latigazos de dolor saturaban su mente que se esforzaba por respirar hasta que comenzó la gigantesca caida a la negrura que había visto anteriormente

Apenas podía abrir los ojos un par de segundos antes de volver a cerrarlos por el terrible dolor

Una sala llena de personas con joyas, sonrientes colocados equidistantes del centro

Te ves a ti misma en una sala con un escritorio preguntando al escriba de las manos manchadas de tinta por Lekion

La energía fluye y se concentra en el centro de la misma sala, se expande como una burbuja y algo se queda en el centro, las mismas personas ya no sonrie

Una puerta de extraño metal se vuelve a abrir con una extraña llave moviendo el polvo acumulado

Una inmensa criatura venido de los infiernos, gigantesca y malvada sobre los cadaveres destrozados de los miembros de la sala coge una extraña llave, se gira para mirarte, en lo más profundo de tu alma y se rie de lo insignificante que eres

Una boveda azulada se resquebraja y el equilibrio vuelve al mundo

A traves de la abertura de una puerta de extraño material, una pequeña figura envuelta en una capa se enfrenta a la bestia mientras una joven elfa la cierra y gira la extraña llave sellando a los contendientes

Desde el cielo, una gran boveda azulada envuelve una inmensa zona de la tierra, ocho luces parten del centro formando una estrella perfecta.

Ocho trozos se unen para formar un nuevo objeto

La oscuridad da paso a una brillante luz que empieza a envolverlo todo cegando a la dolorida Alétheia.

Una vez recuperado los sentidos, se encuentra acostada sobre su burro en la plaza de una ciudad, rodeada de una ingesta cantidad de seres de diferentes razas, todas murmuran mientras que la voz varonil de unos humanos van llamando a gritos para que pases hacia un edificio.

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28/03/2013, 12:04
Alétheia

Alétheia abre los ojos pesados como  yunques. Tenía le frente perlada de sudor, y su pelo, rojo como el fuego, caía desordenadamente sobre sus hombros. Los primeros momentos después de un ataque siempre eran confusos, pero ya estaba acostumbrada y no le costó mucho saber qué es lo que le había pasado. No pudo evitar decir en alto un nombre.

-Lekion…


Se limpió con la manga la babilla espumosa que se le había acumulado en la comisura de los labios. Lo que no soportaba era la sensación de vulnerabilidad que experimentaba al viajar sola.  En el templo del Débil, siempre iba acompañada por algún sacerdote o sirviente, lo que había asegurado su supervivencia. Ahora sólo tenía la compañía de su burro, pero no le había podido enseñar cómo actuar en caso de un ataque de su dueña. Miró alrededor a la gente que estaba a su lado. Tomó el amuleto colgante de su cuello y lo besó, rezando una pequeña plegaria. Así la gente vería que era clérigo del Débil como la rama nudosa mostraba claramente. Luego debería apuntar lo que había visto, lo mejor era hacerlo inmediatamente, pero allí no estaba en el templo, y  no lo podría hacer cómodamente.Siguió instintivamente las voces masculinas que le guiaban hacia el interior del edificio aún algo desorientada.
 

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28/03/2013, 20:51
El narrador

Los seres van entrando poco a poco en un edificio. Soldados con armadura o sin ella ayudan a que nadie se dentenga. Algunos vistes harapos, otros lujosas ropas, bajos, altos, no hay nada que pueda discernir quien los a elegido. Solo que hay muchos.

Después de algo de espera le toca el turno a Alétheia. Un joven simpamtico se hace cargo de su burro y la lleva a una sala donde hay un escriba con muchos papeles encima de su escritorio y un armario al fondo. Sus mangas están manchadas por la tinta después de largas jornadas escribiendo sin cesar. Moja su pluma en el tintero mientras termina de escribir algo en la hoja que tiene en frente.

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29/03/2013, 19:38
Alétheia

Alétheia deja que el muchacho se lleve su burro y que le acompañe hasta la sala donde estaba el escriba.  Se encontraba algo débil, aún recuperándose del dolor, con las piernas temblándole ligeramente, pero lo reconoció. El magnánimo Débil  quería que lo reconociera y ella ya sabía lo que tenía que hacer. Respiró hondo y se puso al lado del escritorio lleno de papeles. Carraspeó suavemente para que el escriba notara su presencia. Con gesto adusto habló Alétheia, en nombre del Dios Débil e inspirada por él mismo.

- Saludos buen señor- Era evidente que el escriba tenía mucho trabajo, así que fue al grano, poniendo voz trascendente- Busco a Lekion.

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30/03/2013, 22:14
Jalip Braedo

El escriba deja de escribir y se queda mirando atónito a la recién llegada. Sinduda alguna le ha sorprendido que mencione dicho nombre.

No puede ser... ¿conoces a Lekion?, serías la primera persona que viene que le conoce. Ahora mismo ha salido de misión, pero deberá volver en dos o tres días. Tiene un grupo de, como decirlo, aventureros, si, para realizar misiones complicadas. Debido al extraño suceso de la luz hay que ganarse la ciudadania de Aglate, cuanto más complicado y arriesgado sea el trabajo, más rápido se consigue, sino, serás una repudiada.

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31/03/2013, 18:04
Alétheia
Sólo para el director

Ante la pregunta del escriba Alétheia permanece con el pálido rostro impertérrito.

- Le he visto...el Débil es caprichoso, y muestra a sus acólitos sólo pequeños retazos de lo que ha sido, es y será. Si no está Lekion aquí  esperaré pues segura estoy de que es lo que él quiere de su humilde sierva. - La mujer asiente a las palabras del escriba.- ...El extraño suceso de la luz...entiendo.- Por un momento Alétheia cierra los ojos para rememorar las visiones de su último sueño. Un instante que al escriba quizás le parezca más largo de lo normal para una persona cuerda. Entonces la pitonisa abre los ojos al máximo.- ¿ Y qué me puede decir de esos aventureros de Lekion? ¿Están por aquí?

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31/03/2013, 20:37
Director

Ah, cosas de dioses, entonces eso lo explica todo. Tengo mucho trabajo y no me voy a complicar la vida. Quedaras asignada a su grupo, el ya se ocupará de ti. Dejame rellenar esto ¿tu nombre es?

El escriba hace unos garabatos en uno de los papeles limpios que tiene. Una mancha en el fondo queda impresa al apoyar sin darse cuenta la manga.

Stiven, ven.

El mismo joven que se llevo al burro de Alétheia aparece por la puerta. El escriba esparce unos polvos por el papel y luego sopla con cuidado.

Coge esto. Se lo tendrás que dar a Lekion. Mientras tanto, hazte cargo de Alétheia. Lekion todavia no ha vuelto. Enseñale la ciudad y luego llevala a los barracones para que se pueda instalar.

Hace una pequeña pausa mirando la cara de Stiven cada vez más sonriente.

Si, y tendras el resto del día libre. Vete ya.

 

Notas de juego

Presupongo que le dices tu nombre.

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31/03/2013, 21:39
Stiven

¡¡BIEN!!

Sígame, te alejare de todo este gentio y te enseñare todo lo que quieras de la ciudad y tambien te contaré que voy a volar dentro de poco, ¿sabes?

Stiven guia a Alétheia por el pasillo abarrotado del edificio. Diferentes salas y diferentes escribas hacen preguntas diversas a las personas que tienen, independientemente de la raza que sean.

Una vez salen a las calles empedradas de Aglate y se alejan de la plaza donde apareció cada vez menos personas aparecen en las calles.

Dime que quieres ver y allí te llevaré.

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01/04/2013, 16:48
Alétheia

Alé estaba satisfecha del resultado de la vista con el escriba. Nunca sabías lo que te podía deparar el Débil…Así que con una pequeña reverencia se despidió cortésmente y se dejó guiar por el jovial Stiven.
Mientras camina con Stiven  por los pasillos abarrotados mantiene una charla tranquila con él mientras lo observa detenidamente. Parece que el Débil le ponía a prueba de nuevo, cruzando su destino con el de un tierno y, agradable a la vista, guía.

- ¿Volar?- La pitonisa arrugo el ceño como si no entendiera.- ¿A qué te refieres?

Tras escuchar las explicaciones del joven, Alétheia  le comenta donde le gustaría ir.

- ¿Por qué no me das una vuelta por la ciudad? Así no me perderé si mañana quiero salir de los barracones y no estás para ayudarme. - La mujer sonrió a Stiven, tomándose la libertad de agarrarlo por el brazo mientras caminaban. Sentía los músculos del brazo del chico debajo de la camisola- Los sitios más característicos nada más: la calle principal, la plaza del mercado, y para acabar una buena taberna. Puede que me gane unas monedas mientras me refresco el gaznate. Ah, y por supuesto ponme al día de los templos que hay, debo estar informada de todo. - Alétheia cambia el relajado rostro por uno mas solemne.-¿Profesas alguna fe?

Notas de juego

Tengo una duda. ¿Ser clérigo hace que debas ser célibe? o eso da igual. En concreto clérigo del Débil.

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01/04/2013, 19:19
Stiven

Si volar, hace dos días vino una mujar alta con alas y me dijo que me llevaría a volar con ella. Tiene que ser fabuloso.

No es comveniente que vayas sola, no eres una ciudadana, te podrías buscar problemas. Te voy a enseñar la zona de las iglesias, pero pasaremos deprisa y sin hacer ruido.

Stiven lleva a Alétheia por una calles bien empedradas y con grandes edificios, de varias plantas a ambos lados. Todos ellos tienen grandes portalones para entrar. Hay escudos de armas medio borrados, pintandas borroras y apenas se encuentra personas por esta zona.

En este lugar antes debieron vivir nobles, ahora lo ocupan sacerdotes de todos los dioses. Antes eran los nobles los que se enfrentaban entre ellos, ahora son los acólitos, no es un buen lugar para pasar. No desde que llegaron los nuevos y se han vuelto a reabrir viejas rencillas. Todos quieren lo mismo, ser los predominantes y con los nuevos, todo puede cambiar.

Stiven no se adentra demasiado y la lleva a ver la murralla interna, cerca del barrio rico. Le habla de Krestein Telfor, Foug Pecmor y Romualdo Etlan, los tres nobles que regentan actualmente la ciudad de Aglate y sus alrededores. Por fortuna, estos tres nobles no estan luchando entre ellos, sino que, a base de acuerdos van tomando decisiones para que la ciudad prospere.

Despues se acerca al puente principal que da a la gran plaza del mercado de Aglate, cruzando el rio que la parte en dos. El bullicio de las personas es audible por encima del rumor del rio.

Desde allí, casas más humildes de como mucho 2 plantas se extienden de manera irregular, algunas de ellas abiertas para ofrecer productos que hacen en la propia casa.

Por aquí vivimos los demás, más adelante y hasta llegar al mar y a los riscos de la zona del puerto están los gremios de artesanos. Pero buscaremos una posada por aquí.

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02/04/2013, 16:56
Alétheia

-Sí debe serlo…-Alétheia toca delicadamente  la mejilla del joven con su mano. Su ternura le conmovía. Alétheia nunca había volado, pero suponía que la experiencia podría ser parecida a la vertiginosa sensación que le producían a veces las visiones del Débil.-…debes tener mucha confianza en esa mujer para poner tu vida en sus manos. Yo pongo mi vida en manos del Débil, puesto que en él confío ciegamente. Si él quisiera podría soltarme, como esa chica de alas podría soltarte a ti, y caer en el abismo infinito…- Continuó caminando con el joven por la zona de las iglesias, tratando de identificar cada una de ellas. Al parecer las luchas entre los dioses se reflejaban en sus acólitos, ávidos por tener el poder.  En eso el Débil era diferente.
Después caminan por la zona más rica de Aglate, y Alé toma buena nota de los nombes de los tres nobles que gobiernan la ciudad. El chico estaba resultando de gran valía, pro la cantidad de información que le daba. 
- ¿Me dejarás que te invite a algo verdad? Por las molestias.- Le sonríe antes de ponerse en marcha hacia la taberna.
 

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02/04/2013, 19:07
Director

Notas de juego

Se me paso.

Los clerigos de una orden no tienen por qué tener votos de ningun tipo o ser célibes, es posible que su propio dios exija, por su propio porfolio ciertos gustos por algunos temas o que repudien otros. Un adorador del dios de la sangre que se desmaye al verla no va a tener mucho futuro.

Por otro lado, los clerigos han sido entrenados físicamente para superar los rigores de la dura vida fantasticomedieval en la que se encuentran. Los viajes son largos y duros y a veces con asaltantes. Debes valeres por si mismos y con la ayuda de su dios para extender la creencia.

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02/04/2013, 19:12
Stiven

Stiven se queda petrificado al escuchar las palabras de Alétheia.

En eso no habia caido, ¿y si me deja caer por diversión y me hago papilla?, no no no no, me quedo con los pies en la tierra, como me decia mi madre.

Ante el ofrecimiento se puso un poco colorado

No podría aceptarlo y seguir con la cabeza alta, permiteme a mi que te invite, ¿sabes? así puedo ser..., cortes.

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02/04/2013, 22:50
El narrador

La visita por la ciudad se habia alargado más de lo debido y el sol empezaba a ponerse por el horizonte, en sus últimos destellos hizo que se viese más claro una extraña neblina de azul claro que rodeaba una inmensidad de terreno, como una cúpula de cristal que cerrara más allá de donde alcanza la vista.

La posada a la que llevo Stiven a la joven dama era una cerca de la zona portuaria, aprovechó para enseñarle la zona gremial y pudiera ver a los alfareros, herreros, cristaleros y demás artesanos trabajando. Pero ya cerca la noche el ambiente de trabajo se iba suavizando y cada vez era más frecuente encontrar a gente muy alegre por la calle.

En la posada, los habituales feligreses tomaban cenas sustanciosas para reponerse de una dura jornada aderezada por vinos o cervezas. El posadero con su esposa e hija apenas dan a vasto para atender a tanta gente. Sin embargo, en un rincón, una figura con capa permanece acurrucado en las sombras con la compañia del silencio y de la soledad.

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03/04/2013, 19:39
Alétheia

Antes de entrar en la taberna Alé toma del brazo a Stiven para que se pare.

- Espera. Debo hacer algo antes de entrar.- Sin más explicaciones, se echa la capucha de la capa sobre la cabeza, tapando todo su salvaje cabellera.- Mi maestro siempre me incidió en la importancia de una buena entrada.

Sin más entró en la taberna. Estab abarrotada de gente y los dueños no paraban de un lado a otro. Alétheia se dirigió hacia un ricón, donde sólo había cerca un hombre con capa. Cuando llegó a la mesa, carraspeó y se bajó la capucha de golpe, dejando al descubierto su rojiza cabellera. Por si fuera poco sacudió la cabeza de un lado a otro, de manera inocente, como si quisiera desesperezar su espesa y rizada cabellera, apelotonada por el peso de la capucha.  Después se sentó, colocándose de tal manera que los reflejos de la luz de la vela incidieran en su enigmático rostro.

Esperaba haber causado una impactante impresión en los presentes. Dejó bien visible, colgado de su cuello, llegándole al escote, la rama con forma de mano nudosa y enfermiza que simbolizaba su culto. Sin más esperó a que Stiven pidiera algo para beber, mirando alrededor con semblante inmutable.

Notas de juego

Alétheia intenta entrar a la taberna con estilo :)

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03/04/2013, 22:45
El narrador

La entrada de la joven hace que todas las miradas se vuelvan hacia ella. Incluso Stiven no puede ir girando la cabeza según avanza hacia la barra hasta que se da un golpe al llegar. Pide unas bebidas y un plato caliente y espera mientras la posada vuelve a la normalidad.

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: entrar con estilo

Tirada: 1d100

Dificultad: 21-

Resultado: 69 (Fracaso)

Notas de juego

Tengo una duda, dices que te sientas, ¿es en la mesa de la persona solitaria?

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03/04/2013, 23:06
Alétheia

Notas de juego

No, en una cercana, pero no la misma

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03/04/2013, 23:14
Director

Notas de juego

ok, gracias. A ver si los demás terminan el combate, sobreviven y te puedo juntar.

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04/04/2013, 00:08
Alétheia

Notas de juego

Ya tengo ganas de conocerlos, a ellos o lo que quede de ellos jeje.

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04/04/2013, 21:39
Alétheia

Alétheia come algo caliente y bebe pausadamente, mientars observa a los parroquianos de la taberna. Muestra orgullosa el símbolo del Débil, por si algunos de los presentes se anima a que la pitonisa desvele los Misterios que el dios puede vislumbrar.

 Si no se acerca nadie, charla animadamente con Stiven.