Partida Rol por web

Una Sombra en los Sueños

El viaje de La Dama

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23/04/2012, 11:40

La Dama es una visión realmente impresionante. Se trata de un descomunal zepelín de tres cuerpos unidos entre sí por cuatro largas pasarelas de metal. Toda la estructura está bellamente tallada de un modo tan aerodinámico como ostentoso, que trata de imitar el estilo de los regios navíos del principado. Las 2 barcazas laterales están destinadas a los viajeros y sus camarotes, mientras que el cuerpo central se compone de la bodega de carga y el puente de mando.


 

Os dirigís a la localización del zepelín, en la lejanía podéis ver pequeños fragmentos de La Dama por encima de los altos edificios, por cada paso que dais la veis más y mas clara, por mucho que quisierais, no podéis evitar caer en la colosal belleza del artefacto, es simplemente impresionante, magnífica.

Os encontráis delante de esa maravilla volante, junto con el resto de los pasajeros, a la espera de que la tripulación coloque las escaleras para subir. Podéis observar que la gran mayoría son burgueses, gente bien vestida, con ropas de calidad, y hay un buen número de pasajeros con rasgos orientales. Después de un buen rato, las escaleras de entrada son colocadas y los pasajeros empiezan a subir delante de vosotros, algunos de vosotros incluso habéis recibido algún empujón y la seguida mirada con superioridad al ver vuestras vestimentas.

Notas de juego

Ale nenes, a jugar xD

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23/04/2012, 12:38
Heimer Magmeld

La ceremonia de boda había sido todo un éxito. Probablemente mis padres habrían disfrutado muchísimo viendo como esas hurracas bailaban de lo lindo y los novios partían el típico pastel Lannetense antes de darse el beso de compromiso, pero sinceramente, a mí se me había hecho eterno. Y para colmo la ceremonia no terminaba allí. Tras varias horas de trayecto hacia Phaion en un carruaje presidencial, ahora me tocaba volver a Gabriel y tomar un "zeppeling", o como ellos decían, un barco volador, diseñado por el mismísimo ilustre de Lucrecio, cortesía de los novios a algunos de los invitados más distinguidos... Bueno, la idea no sonaba nada mal, considerando las ventajas de un artefacto diseñado por alguien cuyo capitolio se dice que amansa más fortunas y más riquezas que las Costas de Comercio juntas...

Y por fin el carruaje para delante de aquella preciosidad. No puedo evitar parar de observarlo. El coloso se llama "La Dama", y eso consigo averiguarlo leyendo detenidamente mi invitación expresa.

¿Cuánto habrá costado este trozo de papel tintado con mi nombre y una cálida bienvenida?

Miro hacia el coloso y cuando me doy cuenta mi boca ha dibujado una pequeña "a" vacía, así que me apresuro a cerrarla antes de parecer ridículo y me coloco entre el gentío.

Voy acompañado por Gerard Vaiselle, un jóven que trabaja para mi familia desde hace ya algunos años. Él es, en cierto modo, como una ama de llaves pero en hombre. Ahora me ayuda a llevar el equipaje, un baúl azul y una bolsa grande de viaje. En teoría no se aceptaban mascotas, así que he dejado a "Fiddle" en el establo de nuestra casa. Creo que echaré de menos a ese caballo...

La cola es enorme... Espero que avance rápido.

 

 

Notas de juego

Creo que es buena idea que describa a mi personaje en este primer post a modo "offrol".

"Heimer es un hombre no muy alto, y delgado para su constitución. Es atractivo, con rasgos marcados y masculinos pero a la vez sutiles, propios de alguien de alta cuna. Viste habitualmente ropas clásicas con una mezcla de tendencias más modernas y retros tan de modas en Lucrecio (Que por supuesto también han llegado a Gabriel). Ojos grises y profundos, mirada tardía y retraída. Labios carnosos y sutiles. Pálido de piel."

En esta ocasión viste un traje azul, abierto, que recuerda a un chaqué de tela bordada en dorado en los bordes inferiores, que caen como una cola dividida en dos hasta los tobillos. La parte delantera es exacta a un chaqué, salvo por el detalle de que la pechera posee unos cordones dorados que cruzan desparejadamente el pecho. Bajo este traje se vislumbra en el pecho una camisa con chorreras y un broche azul oscuro con una insignia poco legible en el cuello, que con una cadena dorada engancha a la vez en la solapa interior de la chaqueta. Pantalones ajustados negros bajo el traje, cinturon discreto de piel y botas de cuero negro con hebilla. Guantes de color ocre a conjunto con el dorado del traje. Sombrero azul de ala ancha con una pluma de color ocre a juego con el conjunto, y en el cinto un visible florete labrado, que más parece un detalle más del conjunto que un arma.

Si el master prefiere las descripciones del personaje para sí, con gusto borraré el mensaje, pero me pareció buena idea.

Un saludo!

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23/04/2012, 13:27
Mutombo

Por fin ha llegado el dia, Mutumbo, llevaba tiempo esperando poder admirar "La Dama" el ultimo e increible invento tecnologico, que el ser humano había conseguido contruir, desde que Mutombo había oido hablar de el, lo único que había pasado por su cabeza, era probarlo, sobrevolar el aire como los pajaros, la imaginación humana era increible. Durante semanas Mutumbo, había hecho lo imposible por conseguir una invitación para el evento, y lo había conseguido, la última noche había dormido muy poco pensando en lo que le esperaba al dia siguiente.

Por fin ha llegado el dia, Mutumbo se encuentra en la cola para subir a "La Dama", la gente se agolpa en largas colas, la gran mayoría son burgueses, gente bien vestida, con ropas de calidad, muchos miran extrañados para Mutombo, aunque quiera no puede pasar desapercibido, es un hombre de color, muy musculoso, de 2,20 Metros de altura, y especialmente guapo, que va vestido con pieles de animales. La gente esta un poco nerviosa cerca de el y aunque en las colas la gente esta agolpada, cerca de Mutombo hay espacio la gente esta un poco alejada.

Mutombo esta maravillado viendo "La Dama", es un descomunal aparato, es increible ..., de pronto Mutombo nota le que le tocan en la pierna.

-Perdone Señor le importaria dejarme ver. (Le dice un niño pequeño de unos cinco años).

-Disculpe las molestias Señor, mi hijo es demasiado atrevido. (Le dice con voz temblorosa un señor muy bien vestido de unos 40 años, alejando un poco a su hijo de Mutombo).

Mutumbo sin decir nada coge al niño y lo pone sobre sus hombros, para que pueda ver "La Dama".

El padre queda callado pero un poco asustado por ver a su hijo en los hombros de Mutombo.

-Ves bien desde ahí.(Dice Mutombo).

-Si señor muchas gracias.(Dice el niño).

Mutombo vuelve a admirar "La Dama".

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23/04/2012, 13:32

Notas de juego

Todo lo contrario Heimer, las descripciones son buenas para una mejor ambientación de todos

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23/04/2012, 14:25
Gerard Vaiselle

El pobre Gerard, va caminando como puede entre el resto de los pasajeros, sobrecargado con las maletas y demás objetos de su señor.

Señor Heimer...¿¿n-no cree que exagera con tanto equipaje para este viaje?? -Intenta que no se le caiga encima la montaña de recipientes de cuero y su contenido-

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23/04/2012, 14:46
Heimer Magmeld

Las palabras del jóven Gerard me hacen quitar los ojos de la interminable cola y posarlos en él. Me percato entonces de que su tamaño en comparación a mi equipaje es bastante absurdo.

Esbozo una pequeña sonrisa que deja ver los dientes, blancos y brillantes.

- Tenéis razón jovencito, sin duda es exagerado tanto montón de nada en realidad. Pero ya sabeis el dicho... Más vale prevenir que curar- sentencio con un tono jovial y apenas bromista.

Entonces me acerco a él y tomo los bártulos que más pesan para aliviar su peso. Puede que trabaje para mi casa, y puede que al hacerlo, como ocurre, cinco señores me miren con desprecio por cargar yo con lo que debería ser su carga. No puedo evitar lanzar un suspiro de desaprobación ante esa actitud, y desde luego lo que si evito es mirarles a la cara.

Muy al contrario, y pese a que los bártulos pesan lo suyo, elevo mi barbilla con orgullo y arropo con mi diestra como puedo a Gerard del hombro mientras camino en la fila de pestilente burguesía... Mi rostro habla por mí.

 

Cómo los odio.

Y ahí estoy yo, contrayendo mi rabia, cuando un hombretón de dos metros y piel oscura, bien parecido y magistralmente equipado en vestimenta, aparece cargando a un crío y sobresale entre las cabezas de los sincerebro que me rodean. Abro los ojos de par en par y me detengo, solo un instante, a observarle. Evito ser muy directo asi que disimulo y hago como que miro hacia el horizonte.

¡Pero es que es enorme!

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23/04/2012, 15:15
Daelire Hellmekia

El viaje había sido agotador. Nuestro dinero no era precisamente abundante e Yreth y yo procuramos ir andando la mayor parte del tiempo. El trayecto desde Phaion se hizo eterno a pesar de ir en compañía. El viejo maestro del templo donde me había criado había encargado a Yreth, uno de sus alumnos más aventajados, que velara por mi en el trayecto hasta Gabriel para ver el maravilloso dirigible llamado "La Dama". El día de su despegue sería el día en el que una servidora cumpliría los 22 años y estaba muy emocionada pues nunca había celebrado mi cumpleaños. Durante todo el trayecto estuve muy animada y no paraba de hablar con Yreth y haciendo bromas pero el cansancio acabó haciendo mella y al tercer día de viaje, cuando ya estábamos entrando en Gabriel mi humor no era precisamente bueno. Cabizbaja y alicaída entramos en Chaville, nada más entrar a la ciudad Yreth tocó mi hombro. Sorprendida me alejé ligeramente de él pero cuando vi su cara de asombro dirigí mi mirada hacia donde estaba la suya. Aún estábamos lejos de donde La Dama se estacionaba pero, aún así, se podía vislumbrar la figura del gigantesco dirigible por encima de los edificios. Mi humor cambió radicalmente, el cansancio ya no abatía mi cuerpo y la euforia y la emoción lo sustituyeron. Agarré con fuerza la mano de Yreth y comencé a correr hacia aquella maravilla. Mi corazón palpitaba fuertemente y mis piernas temblaban cuando llegué al destino. Colas interminables de gente estaban en filas para subir al dirigible. Solté la mano del chico y avancé hacia delante pero sin alejarme demasiado. -¡Es maravilloso!- dije sin poder dejar de mirar aquella preciosidad -¿Y se supone que eso vuela?- dije mirando a Yreth pero sin esperar respuesta. Alcé mis manos para cubrir mi boca pues no era capaz de cerrarla por la emoción.
Me fijé en que todos, en general, iban muy bien vestidos y me fijé en mis ropas...un simple vestido azul con cinto de tela, una capa negra y unas botas. <En comparación a ellos parezco una pobretona> pensé mientras me tapaba con la capa. 
Mirando a mi alrededor me fijé en un hombre de color enormemente alto que miraba al dirigible con fijeza, pareciera que le hacía tanta ilusión como a mi estar ahí, un niño había chocado contra él y su padre muerto de miedo intentó apartar a su hijo pero lejos de mirar mal o hacer algún gesto grosero, aquel enorme hombre cogió en brazos al niño y se lo puso en los hombros, me hizo sonreír <que hombre tan amable>pensé. Había todo tipo de gente e mi alrededor, nunca había visto a tanta gente reunida y mi emoción iba en aumento. -Hoy va a ser el mejor cumpleaños de mi vida- dije volviendo a coger la mano de Yreth para colocarnos en las filas.

Notas de juego

Yo creo que la descripción de personalidad la pondré en el perfil del pj, digo donde la historia y tal... pero creo que ha quedado algo claro por la biblia que he escrito aquí arriba XD

P.D.:Me encanta la música de fondo *o*

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23/04/2012, 17:10
Yreth

Un viaje largo pero no tan duro como en otros momentos de su vida. Al menos esta vez estaba acompañado, sin embargo la compañía parloteaba a todas horas, no le desagradaba pero a veces se veía así mismo invocando  al silencio mentalmente.  De cualquier forma eran momentos puntuales y mayormente disfrutaba. Pero gracia a los dioses al tercer día el parloteo disminuyo.

Apenas le quedaban algunas monedas, casi siempre había transitado el camino usando las piernas como único transporte.  No le importaba caminar pero prefería hacerlo sin prisas y aquel viaje había una carrera contra el tiempo con el fin de llegar a tiempo.

Por fin nos dispones a entrar en Chaville. Su mirada se posa a lo lejos entre los edificios, buscando el mar y allí majestuoso se alzaba aquel titán, impresionante incluso en la lejanía. Su mano busca el cuerpo de Daelire, la detiene sosteniendo su hombro. Mas no la mira a ella, sus ojos solo tiene cabida para aquel monstruo moderno.  Sin duda estaba sorprendido y en aquel momento solo deseaba llegar de una vez por todas.

De pronto  Daelire se aferra a la mano del muchacho y comienza una carrera arrastrando al pobre chico tras de ella. Al principio se ve obligado a una marcha forzada pero pronto se habitúa y mantiene el ritmo, mas tan rápido como sucede aquello la muchacha le suelta.

Loca de emoción la muchacha volvía a recuperar el habla y su actitud habitual. Ante aquello medio sonríe divertido por sus reacciones. Simplemente le divertía aquella actitud. El muchacho aparto la mirada de ella y volvió a fijarse en aquella maquina que se suponía les llevaría a través de los cielos.

-Vamos no perdamos más tiempo…- se adelantó empujándola suavemente para que avanzara a su misma vez. Sin duda estaba tan emocionado como ella pero no lo mostraba de igual manera.

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23/04/2012, 17:59

Notas de juego

la música la puse a ver si así os metéis mejor en la historia...es algo experimental, si os gusta, pondré más según la situación.

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24/04/2012, 11:11

TRas varios dias de viaje, por fin llego al lugar donde el Zepelin partirá, no puedo creer lo que veo, es una maravilla. El viaje a sido sin duda largo y arduro Berten me lo habia dicho, pero nunca imagine que fuera tanto, pero al final el viaje habia valido la pena.

 Un golpe de uno de los presentes me hace volver a la realidad.

---Perdone- digo al hombre que ni se digna a mirarme ni disculparse, suelto un suspiro, estoy acostumbrado a que la gente me ignore, pero bueno...

Cojo mis escasas pertenencias y me pongo a la cola a la espera de subir al dirijible.

Notas de juego

Ese tema lo uso yo para un PJ mio en un juego de Rol por msn XDDD

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24/04/2012, 20:31

Hace unas horas que he llegado a la zona donde se amontona la gente.NO me gustan nada las grandes concurrencias y trato de evitar los empujones y el contacto con los demás hasta que no es muy necesario. La verdad es que es increible como puede ser algo tan enorme y parecer tan ligero.

Camino unos pasos hacia mi destino, con la tarjeta invitación en la mano. No me gusta mucho alejarme de mi casa, ni de mi familia, echo de menos a mis hermanas. Pero ya empiezo a acostumbrarme a los viajes. Hace buen día y miro al cielo en busca de algo de sol y calor. Me encanta esa sensación. Un montón de gente diferente se arremolina alrededor del zepelin. Observando un poco se puede ver a gente, la mayoría, de alta cuna, de alto poder adquisitivo, y unos pocos, los menos, gente normal y correinte.

Visto un pantalón suelto de lino negro y una camiseta de tirantes. Llevo el pelo suelto y mis unicas pertenencias viajan en un bolso de mano que llevo sin mucha complicación, ya que no suelo viajar con mucho peso. Saco una cinta de mi bolso y me ato el pelo para que no me moleste.

Dando unos cuantos pasos más, rápidos y decididos, me coloco en una de las colas para subir. Estando tan cerca, si miro hacia arriba casi no consigo ver el final del dirigible, y me cuesta saber su tamaño exacto. Curioseo un poco a mi alrededor y pienso en lo que me espera allá arriba...

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24/04/2012, 22:12

A los pocos minutos, todos observáis como las puntas de las colas empiezan penetrar en la nave por su ala izquierda entre un descomunal gentío que ha ido a presenciar el acto. El consejo de comerciantes de Gabriel no ha reparado en gastos para festejar el viaje inaugural, por lo que entre confeti y bandas de música, miles de transeúntes observan emocionados el embarque de los pasajeros. La cola en sí misma, iba con mucha fluidez, pero con vuestros nervios, se os hace eterna la espera. Finalmente, os encontráis con un revisor joven, bastante atractivo, perfectamente trajeado a la espera de comprobar las invitaciones y asignaros una mesa.

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24/04/2012, 22:23

Buenos días y bienvenidos a La Dama, les recordamos que si portan algún arma de cualquier tipo, deberá entregarla a mi derecha. 

-El joven revisor señala una mesa bien tallada e igual de llamativa que toda La Dama, la cual soporta ya el peso de varias espadas y floretes dignos de señores-

Y si es tan amable...-Extiende su mano a la espera de recibir la invitación para hacer su labor- enséñeme su invitación.

Notas de juego

Esto lo hago directamente para todos, para acelerar un poco

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24/04/2012, 22:33

Contemplo   el interior con la boca abierta abierta hasta que el revisor me saca de  mi sopor.

---Esta bien- digo con voz infatil, sacudo una manga y deposito la pequeña daga sobre  la mesa, luego comienzo a revisar  entre mis bolsillos en busca del billete tardo un rato  que proboca quejas tras de mi, hasta que finalmente lo saco, completamente arrugado- Aqui tiene señor ¿ Donde me pongo?

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24/04/2012, 22:37
Daelire Hellmekia

-¡Nos movemos, nos movemos!- dije emocionada cuando las filas empezaron a avanzar. Desde lejos oí como alguien explicaba que teníamos que entrar desarmados y mostrar la invitación antes de poder entrar. <¿Entregar mi querida daga? No se yo... bueno supongo que no es tan grave...-Yreth, tienes tu invitación... ¿verdad?- dije mientras, mirando al chico, palpaba mi cuerpo buscando mi entrada. Al acercarnos a la entrada pude ver al revisor. Me pareció un hombre muy atractivo, no se parecía nada a los alumnos del maestro. No pude dejar de observarle hasta que estuve en frente de él y me dirigió la palabra. Sonrojada seguí buscando desesperada la entrada hasta que la encontré. -A...aquí tiene...señor...-dije sin mirarle a la cara. Me acordé de la daga que tenía en el cinto y apartando mi capa negra la saqué y con extremada delicadeza la dejé sobre la hermosa mesa tallada <Espero que no la pierdan...>pensé mientras me alejaba poco a poco esperando a que mi acompañante hiciera lo propio...

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24/04/2012, 23:08
Heimer Magmeld

Frente al revisor, finalmente, comienzo a sentir el cosquilleo típico de un quinceañero ante uno de esos discursos que tanto odiábamos en las fiestas inaugurales de la festividad de primavera. Noto como mi sombrero comienza a bambolear al son del aire que en esta parte de las escalerillas metálicas es algo más fuerte, así que decido quitármelo y echar un último vistazo a mi amada Gabriel. He perdido de vista al extraño hombretón de piel oscura, y desde aquí arriba todo se ve mucho más claro. Me pregunto si él ha entrado también...

Después me dirijo al revisor con toda la calma que soy capaz de rescatar.

- ¿Las armas? Oh, de acuerdo...- y aunque extrañado, le cedo el florete.- En cualquier caso, supongo que está en buenas manos ¿No es cierto?-. Acuerdo con cierto tono sarcástico, y quizás desafiante.

Con esto, y creo que le ha quedado claro, espero que no extravíen mi preciado filo. Tiene más valor sentimental que físico, aunque físico también. Al recordarlo me toco el antebrazo izquierdo, donde tengo una cicatriz cargada de daño, un daño inolvidable. Los recuerdos vuelven por un instante, pero se detienen justo cuando reparo en la situación actual. No tiene sentido perder más el tiempo y seguir dándole vueltas a esto.

- Disculpadme, estoy seguro de que está a buen recaudo- sonrío disculpándome por mi agresiva actitud.

Así que tomo el resto del equipaje y me vuelvo hacia Gerard, quien no está invitado.

- Os escribiré cuando lleguemos a nuestro destino. No te preocupes. Y cuida de... Bueno, cuida de la casa.- sonrío levemente y me despido del jóven.

Me vuelvo hacia el revisor y muestro la invitación. Tras de mí el gentío, ansioso, ya ha declarado su mal humor por mi tardanza, así que procuro ser rápido a la hora de entrar en La Dama.

Me pregunto dónde habré de dejar mi equipaje, pesa de lo lindo ahora sin ayuda. Y el cosquilleo, bueno... El cosquilleo aún perdura.

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24/04/2012, 23:25
Yreth

Mientras Daelire desbordaba de emoción, Yreth se mostraba más calmado. Las largas colas comienzan a moverse y no era de extrañar que el gentío se excitara ante la inminente entrada a tal titánica nave.

-Si, si la tengo. ¡No!,…espera- responde con gesto preocupado, mientras comienza a revisar en el interior de su vestidura de cuero, mas no la encuentra. Nervioso busca en su bolsa de viaje y tras unos minutos consigue su objetivo.- uf, aquí está… ¡Vamos!-

Aliviado retoma la marcha, y junto a su acompañante enseña la invitación al llegar ante el revisor. Al ver la reacción de Daelire y su penetrante mirada durante el trayecto al revisor no puede más que esbozar un bufido, que simbolizaba la retención de una carcajada. Algo que hace sin duda delante del muchacho.

-Vamos tonta… ya podrás comerte a los hombres con la mirada cuando estemos dentro de… ¿cómo se llamaba esta cosa?- duda durante un segundo. - ¡vah!,… dentro de esta cosa-

Y sigue caminando sin esperarla, sabiendo que pronto le igualara el ritmo. Al contrario que ella no deposito ningún arma o similar.

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24/04/2012, 23:35
Mutombo

Al poco observo como las colas empiezan penetrar en la nave, la gente se mueve.

-Ahí que bajarse. (Le digo al chico que llevo sobre los hombros)

-No,no un poco mas. (Me dice el).

Lo bajo y se lo doy a su padre que me mira con cara rara. Empiezo a andar, la cola va avanzando, de repente me encuentro delante de un revisor.

-Buenos días y bienvenidos a La Dama, les recordamos que si portan algún arma de cualquier tipo, deberá entregarla a mi derecha. (Me dice).

-Mutombo no llevar armas.(Le digo).

-Y si es tan amable...-Extiende su mano a la espera de recibir la invitación para hacer su labor- enséñeme su invitación.

Se la enseño y me deja pasar.

Nada mas pasar veo a uno de estos Burgueses cargado con mucho equipaje que casi no da cargado, estos ricos no saben viajar con poco equipaje.

-¿Necesita ayuda?. (le digo).

Notas de juego

Heimer Magmeld me dirijo a ti.

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24/04/2012, 23:43

Puede dejar su equipaje a mi izquierda, sobre aquella plataforma -Señala un receptáculo cuadrado, vacío, que reza en su base un número: el "22"- será enviado al camarote número 22, señor Magmeld. A su debido tiempo, podrá entrar en dicho lugar y verá que todas sus pertenencias estarán allí, impolutas, a excepción de las armas...que deberán ser recogidas aquí mismo. -Le hace un pequeño gesto, con mucha cortesía, para que continúe su camino- A usted le corresponde sentarse en la mesa 5, tome asiento y espere al despegue.

Notas de juego

A todos os toca la misma mesa.

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25/04/2012, 00:02
Gerard Vaiselle

¡Esperaremos su carta señor! Que tenga un buen viaje -A pesar de que el chico no era mas que un sirviente, se despidió de Heimer con cierto cariño pero dentro del respeto y se dirige a bajar las escaleras de regreso a la mansión de los Magmeld-