Partida Rol por web

Universidad Far Far Away

Clase: El Multiverso I

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09/08/2019, 20:04
Mysterio

Dia
Dos

hora 10:00

- ¡Buenos días a todos! Mi nombre es Mysterio y soy el profesor que os impartirá El Multiverso I, he dejado papel y pluma en cada sitio. ¡Entrad sin miedo!

Él ya está en la clase cuanto llega la primera alma curiosa, os recibe a todos sonriendo. Detrás de él una estantería llena de libros y algunas pizarras en blanco.

En derredor vuestro cuatro mesas grandes circulares.

- Me ha tocado este año ser vuestra primera clase, espero que hayáis pasado una buena noche y lleguéis despejados.

El hombre sonríe todo el rato, apoyándose en el escritorio. Mueve el pie nervioso, parece una persona bastante inquieta, amén de que rebosa ilusión, le brillan los ojos.

- Mientras os sentáis id pensando en una presentación breve y escribidla en vuestros folio, si alguien no sabe escribir tendrá que ayudarle algún compañero o compañera, si sois tan amables.

Se levanta del escritorio y lo rodea mirando su estantería con impaciencia. Haciendo tiempo hasta que queda todo el mundo sentado se va paseando entre las mesas.

Notas de juego

Os sentáis por orden de llegada (da igual quien postee antes, las mesas quedan así), aunque posteéis después, estos son vuestros compis de mesa, solo podéis marcarles a ellos (si alguien quiere en la entrada marcar a todos perfectos pero solo la entrada y no es necesario, es voluntario):

 

Mesa 1: [Ariel] [Gastón] [Djinn] [Jasmin] [Hércules]

Mesa 2: [Bella] [Rapunzel] [Grey] [Mérida] [Aladdin]

Mesa 3: [Ruby] [Simba] [Blancanieves] [Ludovic] [Megara]

Mesa 4: [Úrsula] [Mowgli] [Scar] [Robin]

 

Quien se siente al lado de quien es cosa vuestra.

Se puede ir a otra mesa un momento para hablar con quién sea siempre que el profesor no se moleste, o podéis pasar papelitos entre mesas, etc etc... pero vuestro sitio es ese.

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09/08/2019, 22:38
Ruby Red

Luego de un día lleno de emociones en donde había tenido la oportunidad de recorrer el castillo  quedando maravillada con su tamaño, un día con cosas buenas y malas, dormir fue muy sencillo. Despertar también, puesto que la emoción que sentía por seguir recorriendo las instalaciones me llevó a abrir los ojos apenas el sol hubo tocado mi rostro.

Salí silenciosamente para no despertar a mi compañera pelirroja (@Merida) y luego de ducharme, vestirme con otro de esos lindos atuendos en mi closet partí al comedor, en dónde llené mi panza y canasta de toda clase de pastelitos para resistir la mañana. Revisé mi horario y aunque realmente no tenía ganas de seguirlo pensé que lo que podría aprender me sería útil para resolver la confusión que tenía en mi mente en ese momento.


El profesor era un hombre mayor vestido de forma muy extraña, ya podía ver a algunos de mis compañeros en el lugar los saludé a todos con un efusivo gesto de bienvenida y tomé asiento en lo que hasta entonces era una mesa vacía que seguro pronto se llenaría. Puse la canasta con panecillos debajo de mi silla y me acomodé para empezar a escribir.

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10/08/2019, 04:31
Z Blancanieves

Había dormido excelente, aunque en aquellos sueños se habían repetido algunas de las experiencias de ese día que había sido tan intenso, pero al despertar, muchos de esos recuerdos se fueron diluyendo. De buen humor, se levantaría y saludaría a sus compañeras, arreglando su largo cabello negro y recogiéndolo en los costados, se puso uno de aquellos vestidos que ya no eran como los que usaba su madre, pero si era bastante bonitos, alejados de los harapos que por años debió usar.

Todos fueron entrando al salón, y fueron tomando asiento en las distintas mesas,  en donde un hombre bastante atractivo se presentó como Mysterio y anunció sería el profesor de esa clase, era extraño para la princesa estar en una clase, pero le fascinaba la idea. Siendo pequeña, tenía tutores particulares y cuando dejó de ser tratada como una princesa por su madrastra, su educación sólo estuvo a cargo de la misma cocinera en lo que podía ayudar a la joven y en los libros que la misma Nieves estudiaba.

Ruby se sentaría en una de las mesas y la princesa tomó lugar al lado de la chica quedando su lado derecho desocupado para otros compañeros que fueran a su mesa, sin notar que Ruby había puesto su canasta bajo su silla, pero sintiendo un dulce aroma al ponerse al lado de la chica.

Al girar su rostro, vería a Grey cuando este entrara y le sonrió levantando un poco su ceja izquierda, para volver a mirar el pergamino y comentar algo a sus compañeros de mesa.

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10/08/2019, 04:38
Z Blancanieves

¿qué pondrán? — preguntó la princesa a Ruby, y luego respiró profundamente — ummm huele deliciosos... es como a... ¿frambuesas? — olisquea un poco más el aire, no estaba segura que fuese ese el aroma, aunque olía también a canela ¿y a chocolate?. 

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10/08/2019, 09:50
Z Simba

Huelo sangre. – el león despertó sobresaltado dando un salto de su cama, cayendo al suelo a cuatro patas. Mostró sus colmillos a Mowgli pero sin gruñir. La cinta roja que llevaba en la muñeca había desaparecido. Cuando volvió en si lo primero que hizo fue buscarla. Estaba entre las sábanas blancas de la cama. Simba se la había quitado inconscientemente durante la noche. La recogió y le pidió a su compañero que se la volviese a atar en la muñeca derecha. Después de eso se duchó y vistió para ir a desayunar hambriento al comedor, y no fue tan estúpido como para no usar la toalla y secarse debidamente.

Había soñado con las aguas negras, los baños y luego la carnicería que dejó a medias en el comedor, pero esta vez los remataba a todos, excepto a Ruby. A la princesa Blancanieves le arrancaba la mano de cuajo dejándola manca, Gastón no corría mejor suerte aplastado contra el suelo con las pesadas patas del león encima, soportando el peso asfixiante de sus 180 kilos en la herida abierta de su espalda, y por último Rapunzel. La rubia terminaba como el león había deseado cuando entró en frenesí. Recogía su cabeza decapitada y la lanzaba a los pies de Hércules.

La cazadora… ella, también sufría en su sueño, pero Simba no se transformaba en león al atacarla, se mantenía más bien en su estado físico como hombre, un hombre violento que la acorralaba en los baños y le hacía daño.

Con toda esa porquería en su cabeza, Simba no se presentó demasiado animado en la primera clase del día que comenzaba impartida por Mysterio, un profesor enérgico que intentó a todas luces transmitirles buena energía para empezar con fuerza y no olvidar los objetivos por los que estaban allí. Intentó hacer memoria, y aunque la cara del profesor le parecía familiar, ignoraba si esa sensación era imaginación suya o realmente lo había conocido el año anterior. Tenía muy claro lo que iba a escribir, pero no donde se iba a sentar. Rapunzel no había llegado aún, así que mirando rápidamente las mesas, se fijó en las humanas que parecían hermanas y se acercó a su mesa, sentándose frente a ellas*. No desviaría la mirada, Simba nunca apartaba los ojos de quien tenía delante. Dejó dos sillas libres al lado de cada una teniendo en cuenta que la distancia entre el león y las que habían sido sus presas sería algo favorable para ellas. Aún no le había pedido disculpas a Nieves, y no estaba seguro de que una nota fuese lo más acertado para hacerlo, pero tampoco tenía muchas más opciones. 

Notas de juego

*Por si no se entiende, Ludovic y Megara tienen que ir sentados cada uno al lado de Simba.

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10/08/2019, 10:37
Mérida

La pelirroja entró como una tromba en el aula, con medio bollo sobresaliendo de su boca mientras se terminaba de recoger el pelo ligeramente. Al no poder verse se le quedó el peinado algo ladeado y despeinado, pero siendo sinceros le daba igual. Llevaba pantalones!!! Como los hombres!! Y ajustados, marcando sus fuertes piernas, las cuales estaban acostumbradas a correr, saltar y escalar.

Se dejó caer en su asiento como una piedra entrando en un cubo de agua, salpicando de rizos su alrededor. Saludó a los de su mesa con la respiración acelerada pero animada. A ver si aquel guapo profesor lograba que atendiera a las explicaciones mejor de lo que lo hacia su madre.

 

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10/08/2019, 10:58
Z Grey Wolf

El Lobo se incorporó en la cama de su habitación desnudo y a oscuras se quedó mirando al infinito. Todavía era temprano, afuera del castillo se escuchaban los grillos y la aureola de claridad del sol apenas se intuía. No había podido dormir mucho, tal vez porque se marchó pronto su habitación a rumiar las cosas, tal vez porque se había despertado numerosas veces con las pesadillas que tenía de aquel nefasto día, tal vez no estaba acostumbrado a dormir en un lugar tan cómodo sin el arropo del bosque y en un lugar tan cerrado, aunque había dejado las ventanas abiertas para dejar que la brisa entrase en la habitación toda la noche.

Grey iba recuperando a pasos pequeños algunas recuerdos de su anterior estancia, y recordaba lo que solía hacer cuando pasaba malas noches. Se vistió lentamente con una ropa cómoda y salió en silencio de la hermandad de villanos.

No era la primera ni la última vez que se escabullía de la fraternidad en mitad de la noche, y había aprendido a moverse como un gato negro por aquellos lugares.

Grey salió al exterior y comenzó a correr.

Correr. Una de las cosas que más le complacía. Le daba sensación de nostalgia pero a la vez liberaba y agotaba la tensión de su cuerpo, asolado por las preocupaciones humanas que le carcomía. Correr le centraba, le hacía olvidar las conversaciones humanas y le recordaban que en aquel instante solo estaban él y el bosque.

Volvió al castillo cuando comenzó a vislumbrar la claridad que precede al amanecer.

De todas las maravillas que horrorizaban al lobo en aquella gigantesca morada humana llamada universidad, había una que le fascinaba y excitaba a partes iguales: la ducha.

Los seres humanos eran detestables, habían creado artilugios y cosas para protegerse de las inclemencias de la naturaleza por encima de todo, pero aquella puta maravilla que tiraba agua caliente, era algo que hasta el tozudo de Grey reconocía como pura y orgásmica magia.

Tras cambiarse y robar algo que masticar del comedor repleto de estudiantes, se fue por los pasillos, buscando aquella maldita clase que le obligaban a asistir.  —  Multi-ver-sión… no… Mul-ti-ver-so  — Grey leía confuso aquellas palabras del libro y luego miró el cartel de la clase. Era aquella.

Grey sabía por experiencia que debía asistir. Cuando vino la primera vez, se negó en rotundo a ser obligado a acudir a clases. Pero hubo un villano que le convenció de las maravillas que podía aprender allí de los humanos “Conoce a tu enemigo para entenderlo y conocer sus debilidades” le había dicho aquel hombre sabio. El orgulloso lobo no lo reconocería, pero aquel hombre de oscura alma tenía razón, las maravillas que aprendió en las clases que siguieron le abrieron todo un mundo de maravillas.

Era hora de recordar.

Grey entró en la clase, serio y sin sonreír lo más mínimo. Estudió con minuciosidad a todos los que allí estaban, como si calibrase siempre el peligro potencial de entrar en un lugar. Y luego olisqueó el ambiente, tratando de discernir si reconocía el olor de aquel extraño profesor. Luego cogió asiento en la parte más alejada de la mesa que se le había asignado, lejos del profesor y donde pudiera tener a la vista a todo el mundo, y se relajó en el respaldo con los brazos cruzados, esperando que comenzase la clase.

 —  Buenos días pelirroja...  — dijo a su compañera de mesa (@Mérida)

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10/08/2019, 11:49
Aladdin

Con las prisas del que sabe que está llegando tarde, Aladdin irrumpió en la gran sala dando un involuntario portazo.

La boca la tenía ocupada con el último cuarto de una barra de pan, por lo que sus disculpas dirigidas al profesor sonaron a un -Fo fiento- acompañadas de una mueca que se suponía una sonrisa.

Su pequeño mono compañero dando un salto desde el exterior del aula se encaramó  al hombro derecho de Aladdin y saludó levantandose el fez a medida con el que cubría su peluda cabeza.

Tras  entregar el trozo de pan a Abú, quien lo acepó de buen grado dió un rápido vistazo buscnado un sitio libre donde sentarse. Aún quedaban bastantes sillas vacantes, si bien su mirada se posó en una de las mesas, haciendo que su aparentemente perenne sonrisa se ampliase un poco más.

Con su ya habitual agilidad, se desplazó esquivando mesas, sillas y personas, acabando por sentarse junto a Mérida y Grey

 

 

 

Notas de juego

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10/08/2019, 12:02
Aladdin

-¡Buenos días, Mérida!-dijo con entusiasmo a la vez que dejaba una manzana roja y brillante delante de ella que acababa de extraer de una sencilla bandolera de tela.

-¡Aladdín!- dijo presentándose al varón -¿Y tú eras...?- dijo ladeando un poco la cabeza y ofreciéndole un plátano. Realmente no recordaba el nombre de aquel joven, pero sí tenía claro que no estaba en su fraternidad lo que inevitablemente lo situaba del lado de los villanos, lo que era un dato a tener en cuenta.

Notas de juego

Marcados todos, jefa

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10/08/2019, 13:09
Bella

El amanecer descubrió a Bella todavía sentada junto al hogar en la sala común de su hermandad, terminando de leer aquella novela que creía prohibida y había robado de la biblioteca. Su rostro se encontraba totalmente encendido, y junto al ya extinto fulgor de las llamas, podría parecer que su piel las hubiese absorbido.

Por el calor que sentía la joven por todo el cuerpo, así podría haber sido perfectamente.

Amparada todavía por las violáceas luces del alba, Bella tomó un baño refrescante para evitar dormirse en su primera clase. Sin embargo, realizó sus abluciones matutinas de forma mecánica, pues su cabeza todavía estaba absorta en lo que acababa de leer, y en cómo abordaría el tema una vez fuera necesario.

Antes de conseguir algo de comida del comedor, se vistió con algo de ropa ligera que halló en su armario. Era muy parecida a la ropa que le gustaba utilizar normalmente, pero mucho menos pesada y más fresca. Poco después, atravesaba las puertas de la clase de Multiverso, y al divisar a Grey, su vivo sonrojo regresó a su rostro.

Bella titubeó. Su pudor natural le pedía que le evitara, que se sentara en otro lugar, muy alejada de él. Pero, por otro lado, el muchacho le había pedido respuestas, y ella no debía faltar a su palabra. Con un suspiro, la muchacha cogió aliento y, con este, fuerzas, y se dejó caer junto a él, deslizando un libro sobre su regazo.

-Creo que he encontrado tu historia… -murmuró Bella, evitando mirarle a los ojos-.

Notas de juego

*El libro en cuestión es 50 sombras de Grey

Outfit

 

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10/08/2019, 13:23
Z Jasmin

Jasmin despertó y se estiró en su cama mientras la suave luz de la mañana acariciaba su rostro, había dormido realmente bien, se giró y vio que su compañera aún dormía a pierna suelta por lo que se levantó sin hacer ruido, abrió su armario y lo observó pensativa, a un lado estaban su atuendos de princesa, esos que cada mañana escogían para ella, sin preguntar su opinión o sus propios deseos, y del otro lado, había todo tipo de prendas que ella jamás habría llevado en palacio, la princesa pasó su mano por ellas y paró sobre unos short que llamaron su atención, tan distintos a los pantalones que ella solía llevar, los cogió y conjuntó con una camiseta que dejaba ver su vientre plano y fue a tomar una ducha, cuando ya estaba lista regresó a su habitación para dejar allí sus cosas y vio que ella aún dormía.

-Será mejor que te pongas en marcha o llegarás tarde. – le sonrió y ella empezó a removerse en su cama.

Jasmín salió y cogió unos bollos de encima de la mesa de la salita de la hermandad y caminó en dirección a su primera clase, El Multiverso I, siguiendo las indicaciones que había memorizado del mapa.

Cuando estaba llegando a donde se encontraba el aula escuchó un golpe que la hizo sobresaltarse y la voz de alguien mascullando algo ¿Aladdín? Jasmin puso los ojos en blanco y entró en la clase, pudo ver que ya varios de sus compañeros estaban allí y el profesor, que además, era muy atractivo, lo saludó con un asentimiento de su cabeza y se sentó en una de las mesas libres.

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10/08/2019, 15:53
Rapunzel

Odiaba aquellos corsés, los odiaba con toda mi alma, representaban mi torre oscura. Lo había intentado, después de años sabía atármelos sola y voltearlos, madre me enseñó para no tener que venir todos los días. Ahora la simple idea de embutirme en una de esas cosas me hacía sentir oprimida y asfixiada como nunca antes. Así que opte por una camiseta de tirantes muy holgada. Encontré cosas en el armario que sujetaban los pechos, pero la verdad es que no quería ponérmelas así que no me las puse. Necesitaba sentirme libre, no me pondría esas cosas nunca más. ¿No era este lugar un símbolo de libertad de decisión? Pues aquella decisión era la mía. Llego con una trenza para que mi cabello no se ensucie por el suelo y pueda moverme con normalidad y hacia clase.

Entro en el aula acompañada de Ariel*, hago una mueca triste al ver que casi no quedan asientos y tenemos que separarnos, le doy un abrazo cariñoso, estrujándola contra mí, y me siento en la mesa más cercana al lado de Mérida y Aladdin (si puede ser).

Notas de juego

*Si no se me pierde por el camino.

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10/08/2019, 16:10
Rapunzel

- ¡Buenos días! – sonrío con suma felicidad.

Cojo las hojas de papel en blanco y la pluma, me dispongo a pensar qué escribir.

- Una presentación breve, ehmmm… - miro de reojo a ver si los demás han escrito algo pero parece ser que no se han animado.

En ello ando pensando cuando Bella saca un libro ¿Cincuenta sombras de Grey? Lo observo y miro a Grey confundida ¿No es el príncipe de Blancanieves? No entiendo nada. Me encojo de hombros, no conozco el libro pero a mí ahora me preocupa más la clase.

- ¿Qué vais a poner?

Notas de juego

(No me queda claro si todos vemos el libro o no, si no lo vemos olvidad esa parte del post ^^U)

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10/08/2019, 16:24
Z Megara

Estoy cómodamente apresada en los brazos de Morfeo cuando escucho la voz de Jasmín, instándome a despertarme. Me remuevo ligeramente en la cama, mientras analizo sus palabras. Espera... ¿llegar tarde? ¿A dónde...? ¡Oh, por Zeus, llegaré tarde a la primera clase!

Me levantó rápidamente de la cama, mareándome ligeramente en el proceso, y me dirijo hacia las duchas, donde me aseo con algo de prisa. Abro el mueble donde mi ropa permanece guardada, y saco una preciosa túnica blanca. Después de haberme vestido, examino de nuevo el mapa del castillo, para asegurarme de no perderme. No quiero acabar en la otra punta de la universidad por no saber encontrar el aula. 

Salgo, y camino deprisa, hacia mi destino. Cuando llego, veo a algunos de mis compañeros ya están sentados en las mesas. Un apuesto hombre se presenta como Mysterio, y nos cuenta que él será nuestro profesor. Parece animado, y rápidamente me contagia su estado. Sonriente, me acerco hacia Jasmín, para agradecerle su gesto de esta mañana, de no ser por ella, lo más probable es que hoy hubiese llegado tarde.

Buenos días, querida. Le agradeceré a las moiras haberte puesto en mi camino, o a Electriona*, quizá, por mandarte a despertarme. En cualquier caso, gracias. 

Tras esto, me dirijo a la mesa donde se encuentran sentadas Nieves y Ruby, un pequeño rubor se instala en mis mejillas, hasta que veo que el atractivo felino, ahora humano, también está allí. Si bien he de admitir que su presencia me alegra, enormemente, la vista, me siento algo contrariada, teniendo en cuenta todo lo ocurrido ayer. 

Notas de juego

*Electriona, hija de Helios y la ninfa Rodo. Diosa solar de la mañana o el despertar. Según qué autores, es considerada parte de los Helíadas. 

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10/08/2019, 16:25
Z Megara

Como ayer, al final no encontré el momento de conversar con Ruby acerca de nuestro pequeño encuentro, y no sé cómo se siente ella, decido ocupar el hueco entre Nieves y Simba para dejarle su espacio, no quisiera hacerla sentir incómoda. Me pregunto por qué salió corriendo de esa manera, en mi opinión no tenía motivo alguno para sentir vergüenza. Definitivamente, tenemos una conversación pendiente.

Buenos días, a todos. - Miro a Simba, quien permanece con semblante serio, y le sonrío. Aunque no confío en él, decido que si Ella, con su criterio, le ha permitido continuar aquí, es porque merece una segunda oportunidad, así que intento mostrarme lo más agradable posible. - ¿Cómo creéis que será la clase? Espero que el profesor no sea otro de esos charlatanes como los que mi padre solía contratar...

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10/08/2019, 16:41
Ruby Red

Blancanieves lucía tan hermosa como siempre, sus labios como cerezas y sus ojos brillantes realmente la hacían lucir como una princesa. Verla ponía una sonrisa instantánea en mi rostro.

- Buenos días Nieves- le dije bajito para no molestar al resto - Yo no se que poner aún

En mi hoja se podían ver varias frases tachadas. Cuando habló del aroma de mis pastelitos le hice un gesto para que guardara silencio medio riéndome por mi travesura. Saqué un pastel con chocolate y se lo dí por debajo de la mesa para comprar su silencio.

-me lo traje del comedor por si nos daba hambre

Las risas se terminaron para mí cuando llegó Simba y clavó sus ojos en nosotras. Lo miré fijamente sin titubear y puse mis ojos en su brazo derecho. Ahí seguía la cinta aunque parecía más apretada de lo que recordaba haberla atado.

- ¿Aún sigues mudo Simba?- dije de forma bastante seca.

Esa expresión molesta y desafiante se esfumó por completo cuando Meg se acercó a nuestra mesa. Si mi corazón estaba acelerado por el depredador ahora iba a explotar definitivamente. Me reí nerviosamente sin querer recordando el día anterior, una risa que tuve que cubrir con mis manos para no explotar en carcajadas recordando la cara de las tres cuando la travesura fue descubierta. Tener a Megara con nosotros realmente hacía que las cosas desagradables en las que pensaba desaparecieran.

- Buenos días Meg Ayer me encontré a Jazmín en el baño de la universidad, deberías haber visto nuestras caras. Al menos pudimos aclarar las cosas- saqué otro pastelito esta vez de canela y se lo pasé por debajo de la mesa a Megara.- un pago por tu silencio, si los demás saben que tengo pasteles se los van a comer todos

Y ya que estaba saqué un dulce para mi, ahora decidida a empezar mi presentación. "Yo soy Ruby, aprendiz de cazadora..."

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10/08/2019, 16:59
Ludovic MacGuffin

Estaba soñando, en un reino sobre el cielo, con sus cimientos sobre las nubes las cuales estaban pintadas de tonos dorados y blancos mientras no puedo oír más que el viento, aquel ligero silbido el cual se hace cuando las ráfagas de aire van y chocan de frente con mi rostro mientras veo un basto paisaje. No solo veo montañas a mis pies, puedo ver reinos, grandes extensiones de prados y bosques, lagos que se extienden hasta vaya a saber quien, mientras que una suave voz me llama desde atrás.

Una vez dio la vuelta puedo encontrarme nuevamente con aquella misteriosa chica con la que apenas tuve suerte de intercambiar unas palabras, pero igual no podía quitarme de mi mente ni uno solo de sus rasgos, pero en especial aquellos hermosos ojos de color púrpura los cuales parecieron que al instante me cautivaron, los cuales en aquel momento me miraban mientras encima de su cuerpo vestía finas telas de aquel color que combinaban con sus ojos. La luz de color dorado pálido se cernía sobre ella, logrando así ver una apenas perceptible sombra de su escultural cuerpo mientras se iba acercando a mí.

Ella me sonreía de aquella forma sensual, mientras que estiraba mi mano tomándola con gentileza mientras también acortaba la distancia entre nosotros. Ella solo pasaba con delicadeza sus dedos sobre mis brazos desnudos, mirándome a los ojos con una intensidad y pasión a medida que iba hacia mis labios. La distancia era cada vez más corta, hasta que entonces de la nada todo se volvió oscuro.

Parpadeé un par de veces mientras volvía a ver una pared de mi habitación, para así darme cuenta de la extraña posición en la que estaba, tumbado inerte sobre la cama como si se tratara de un cadaver, con todas las sábanas y almohadas en el suelo mientras escuchaba de fondo el sonido de pasos alejándose, seguido de una puerta cerrarse muy a la distancia. -Tiene que ser una broma...- Dije con los ojos apenas abiertos, antes de empezar a levantarme con cuidado de la cama. Seguido me estiré, haciendo tronar uno que otro hueso antes de colocarme algo de ropa. Hoy tendría mi primera clase, pero como normalmente esas cosas en casa se tomaban algo a la ligera no tenía apuro, normalmente era desayunar, charlar un poco y después iría ya sea con mi padre para escucharlo hablar de como un verdadero lider debería liderar el clan MacGuffin o un soldado para afinar más mis habilidades en combate.

Con algo de pereza fui hasta el salón, sirviéndome como era costumbre otro gran plato de comida, para después salir de allí con un par de bollos en cada mano los cuales comía mientras iba yendo hacia el aula que me habían indicado... O al menos eso haría si lograra recordar donde quedaba. De momento deambulaba de lado a lado, abriendo un par de puertas para dar un rápido vistazo para saber si acaso era el lugar correcto, mientras que en mi mente no podía dejar de pensar en aquellos últimos momentos de mi sueño. 

En eso abro una puerta, me asomo, y después vuelvo a salir, pero apenas doy un par de pasos me doy cuenta que en realidad ese era el salón. Así vuelvo por mis pasos, doy media vuelta y entro al aula mientras cierro la puerta detrás de mí. -Me perdí, lo lamento.-  

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10/08/2019, 17:47
Ludovic MacGuffin

Cuando finalmente tomo camino hasta la mesa correspondiente ya podía sentir una voz llamándome, la misma que pude escuchar en mi sueño apenas posé mi mirada en ella, la misteriosa chica del otro día. Sonrío mientras me voy acercando desde atrás de ella y el que parecía ser Simba, para así inclinarme y susurrarle muy bajo en el oído para que solo lograra escuchar ella. -Finalmente nos encontramos de nuevo. La espera ya se hacía tortuosa, tal vez podríamos hablar más sobre lo que nos quedamos ayer.- 

Y así tomo asiento en la silla restante, mirándola de reojo unos segundos antes de volver mi atención hacia el resto. -Buenos días, ¿El tipo de allá dijo algo importante mientras no estaba?.- Pregunté mientras apoyaba los codos sobre la mesa.

Notas de juego

Así va vestido Ludo btw:

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10/08/2019, 18:07
Z Blancanieves

El lobo ni la había visto, Nieves suspiró y movió la cabeza de lado a lado, debía tener muchas cosas en la cabeza el chico como para notarla, de todas formas no le molestaba, de todas formas le agradecía la conversación del día anterior aunque se volviera tan críptico en muchas cosas de las que dijo y lo que no dijo. La princesa volvió sus ojos a su pergamino, intentando pensar en qué escribir. El resto de sus compañeros seguían llegando y comenzó a notar las ropas de todos, eran distintas a las que ella usaba, blusas sin mangas, pantalonsillos cortos, mientras que ella usaba un vestido largo, la princesa se preguntó si estaba fallando a alguna etiqueta y se distrajo con aquella idea sencilla pero que le generaba algo de nerviosismo. Desvió sus ojos y cuando volvió a mirar al frente se encontró a Simba justo delante de ella.

El rostro de Nieves reveló lo que sentía, y era miedo, se puso tensa tragando pesadamente y con sus pupilas dilatadas como una reacción natural al peligro. Su mano derecha, la que había destruido, la apartó mientras seguía mirándolo y él a ella. Ruby le habla, menciona los pasteles, pero Nieves apenas respondió hasta que la cazadora dirigió sus palabras a Simba, ahí la princesa bajó la mirada, recuperando un poco el aliento y la compostura, además Meg también estaban y por alguna razón, las chicas comenzaron a reír, más bien Ruby, comentando algo de lo pasado el día anterior. La princesa desvió sus ojos hacia Ruby, con un gesto de interrogación. ¿qué había pasado cuando se habían separado?. Pero no hizo esa pregunta, ahí volvió a mirar a Simba y extendió una sonrisa en sus labios, un gesto aun muy contenido, nervioso incluso. 

 no lo molestes, Ruby — habló casi con un susurro — ¿cómo estás?... ¿estas bien? — Grey había mencionado que no quería ser él, que iba a castigarlo, y eso la había dejado preocupada, lo había querido buscar el día anterior, pero no había podido encontrarlo,  aunque de seguro su primera impresión iba a ser la misma de verlo nuevamente — eh... ¿necesitas ayuda con el trabajo de ahora? — ahí volvió a preguntar, poniéndose de pie para ir a sentarse a su lado, aunque no lo hace de inmediato, espera la aceptación de Simba*.

Ludovic llega donde ellos, era uno de los últimos asientos que quedaban y Nieves inclina su cabeza un poco.

 buenos días — lo saluda, y comienza a escribir su presentación. — debemos escribir una presentación, algo breve — le extiende la pluma y el folio que les habían dejado sobre la mesa — ejem... siento algo de emoción, nunca he estado en una clase... con otros chicos — sus ojos brillaron, y mordisqueó ligeramente su labio inferior. 

Notas de juego

*sólo se sentará a su lado su Simba la deja.

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10/08/2019, 19:06
Aladdin

El chico de Agrabah Saludó a la recién llegada con su sempiterna sonrisa y depositando con cuidado una pieza de fruta justo frente a donde ella se sentó.

En cuanto la rubia mencionó lo de la carta, Al bajó su vista hasta el papel y la pluma. Apenas había prestado atención a aquel que se había presentado como el profesor, pero ahora que Rapunzel lo había mencionado, empezó a darle vueltas.

Él se había criado en las calles y si bien sabía leer y escribir, no se podía decir que fuese especialmente ducho en el uso de la pluma. Más allá de esos pormenores, jamás se había planteado escribir "una presentación breve" por lo que se encontraba totalmente desarmado.

-Una presentación breve...-dijo rascándose el cogote con la pluma.

Sus ojos se achinaron y las pupilas se dirigieron hacia el techo, en busca de la inspiración.

-"Mi nombre es Aladdin, Al para los amigos. Abú y yo vivimos en Agrabah"-Escribía lentamente y diciendo en voz baja cada palabra que escribía, esforzándose en hacerlo lo mejor que pudiese.

En este punto parecía haberse quedado en blanco, por lo que pareció desistir, dejando la pluma otra vez en el tintero y abandonado el papel a un lado de la mesa, cruzándose de brazos.

Tras unos segundos en los que parecía estar dudando, acabó por inclinarse hacia Rapunzel, para susurrarle al oido.

-Lamento mucho los problemas que te causé cuando te convencí de soltar a Simba...-realmente parecía compungido por lo que estaba diciendo -Si puedo hacer algo para compensarlo... Pero sea como sea, me alegro que todas estéis bien.