Partida Rol por web

Viejos Enemigos: en busca de las Brumas

Escena 8 La verdad es algo subjetivo

Cargando editor
26/06/2014, 21:43
Rafael

Raro. Sumamente raro. No hay otra manera de describir a la persona que se acerca a vosotros. No por el mismo, claro. Aparentemente es humano, un joven muy delgado de unos dieciocho años, más o menos. Parece como si se lavase el pelo a conciencia, pues lo tiene suave y liso, con algún que otro rizo rebelde. Ni siquiera el de Papagena es tan lustroso. Sus andares son un poco torpes, una especie de ligerísimo cojeo.

Claro que esto no es lo primero en lo que os fijáis. Lleva una camisa bastante ceñida de un color rojo intenso con lo que parece ser un escudo de armas, un águila bicéfala. Tiene mangas cortas, algo bastante inusual. Inmediatamente después vuestros ojos se fijan en sus pantalones; no habéis visto tejido igual en vuestra vida, es de un tono azul con degradados a blanco y aparenta ser bastante rígido. Y para terminar el extraño cuadro, el artilugio que tiene en la cara. Una pieza de metal muy fina que sostiene dos pedazos de cristal delante de los ojos del muchacho. ¿Para que la querrá? No es que parezca algo especialmente cómodo.

Se detiene a unos metros, con los ojos ligeramente entrecerrados, como si os estuviera juzgando. Después empieza a hablar en un latín perfecto que bien podría ser la envidia de Julio Cesar, aunque tiene un ligerísimo acento.

-Saludos, mi nombre es Rafael. Magnus os está esperando y yo que vosotros me daría prisa si queréis hablar con él. No creo que dure mucho.

Cargando editor
26/06/2014, 22:41
Barry "chispaextinta"

Observo con curiosidad al tipo que baja por las escaleras, mirándolo de arriba a abajo. Llevaba una ropa de los más excéntrica, ¿sería cosa de las hadas?¿Sería ese tipo mismo un hada que hubiera intentado tomar apariencia humana con ese curioso resultado? Si así era, desde luego los feéricos deberían de aprender a controlar su imaginación.

Encantado, soy Barry. -respondo tranquilamente.

Total, lo mismo que con Pix, ¿para qué llevarme mal con un tipo que a saber qué era o qué cosas tenía bajo la manga?

Notas de juego

Ostia, ¡otra hada!

Cargando editor
27/06/2014, 10:40
Excelsius

Excelsius enarcó las cejas al ver acercarse a aquel tal Rafael. Parecía una especie de bufón de corte con aquellas ropas de colores vistosos, recortadas y hechas con materiales extraños. Y aquellos anteojos... ya había oído hablar de ellos, los árabes los usaban hacía tiempo y los ingleses eran pioneros en su teoría. Pero llevarlos cuando no se está leyendo... En cualquier caso su rareza en sí no era mala, aunque sí un tanto chocante.

-Apresurémonos entonces. Gracias por la información, buen hombre –dijo el Jerbiton educadamente, tratando de hacer como si no le hubiera resultado extraño.

Cargando editor
28/06/2014, 19:47
Remiel

No era la Reina de las Hadas quien les había convocado... era algo incluso mejor.

Remiel empezó a correr en la dirección que les indicaba Rafael. Apenas podía contener la emoción. ¡Magnus estaba vivo! ¡El autor original del manuscrito seguía vivo! ¿Cómo era posible? ¿Quién podía esperarse algo parecido? 

Ahora tenían la posibilidad de acudir a la misma fuente, no tenían por qué seguir confiando en sus traducciones de un viejo diario; su autor podría resolver todas sus dudas.

¡Apresurémonos! ¡No hay tiempo que perder!

 

Cargando editor
29/06/2014, 21:36
Oskari Toivonen

Aquello era humano, de eso podía estar seguro, pero me resulta extraño verlo en el aparente reino de las hadas. Probablemente haya otras muchas cosas que me parecerían raras o que desconociera, pero tampoco era para llevarse las manos a la cabeza por ello. Aún así, le saludo cordial con una leve inclinación de cabeza.

Parece que por una vez todos estamos de acuerdo en no hacer esperar a Magnus y en ir a hablar con él, cosa que agradezco. No obstante, no puedo evitar sonreír al escuchar las palabras de Remiel.

-Así que ya no quieres volver con tu amigo Arcturus... hay que ver lo rápido que cambias de opinión... -espeto sin ningún tapujo, completamente claro y contundente-.

Cargando editor
29/06/2014, 23:03
Remiel

Mejor eso que ser un cabeza cuadrada que cree que lo inteligente es no cambiar nunca de opinión, la verdad - añade Remiel sin aflojar el paso.

Cargando editor
02/07/2014, 11:52
Papagena

Vaya, vaya, vaya

Papagena, que esta junto a Jax, ve bajar a aquel joven. Sin duda un campesino, aunque con la ropa bien cuidada y un escudo de armas. ¿Seria costumbre que los mozos de cuadras lleven el escudo de la casa que representan? ¡Que tiempos corren!

Ya era hora de cerrar toda aquella historia, cuando les dije que Magnus estaba vivo deseo tenerlo en frente. Tenerla encerrada tantos dias requeria una buena explicacion, una buena bota de vino o un buen par de mamporros.

Al pasar junto al joven le guiña un ojo de manera sugerente y sigue su camino.

Cargando editor
04/07/2014, 18:28
Director

El joven enarca no una, sino las dos cejas al observar el gesto de Papagena y desvía ligeramente de la mirada antes de darse la vuelta y volver por donde había venido, aunque esta vez llevando consigo a vuestro variopinto grupo. No corre detrás del entusiasta Remiel, pero si que emplea zancadas largas para acortar camino lo más rápido posible.

Lo que antes parecían casas en la copa de los arboles pasan a ser lo que podría denominarse arboles-casa. Es difícil discernir en que punto termina la forma natural del árbol y empieza la casa que con tanta habilidad forma. Un trabajo que sin duda lleva el sello de la magia impreso. Al ascender os llama la atención su forma de templo griego, estilo del que se nutren todas las Alianzas en mayor o menor medida, pero nunca algo tan completo como esto. Hay otros dos, más pequeños y de forma redondeada, situados en arboles contiguos y unidos por puentes de liana y madera nudosa.

El interior sugiere mas bien un taller o un espacio para trabajar más que un hogar, todo muy desordenado. A pesar de haber mesas, hay varios libros por el suelo, en pequeñas pilas de dos o tres. En las paredes hay pegados muchos papeles que muestran los bocetos de complicados ingenios, casi todos irreconocibles; en el centro, un cajón de arena con las órbitas de los planetas y un espacio dedicado al entrenamiento marcial conviven juntos.

Casi al fondo hay una cama. Una figura está tendida en ella, pero se yergue al acercaros. Con un gesto de su mano hace que las hojas que conforman el techo de la vivienda se aparten y dejen entrar mas luz, para descubrir a un anciano muy peculiar. Si los elfos envejeciesen, probablemente tendrían este aspecto; su pelo tiene matices verdes y su piel parece estar tomando forma y color de corteza. Sus orejas son totalmente puntiagudas y largas, así como su cuerpo. Pero sus ojos son totalmente humanos, de eso no cabe duda. Tenéis a Magnus delante de vosotros.

Notas de juego

Y por eso odio BBCode, me lo había dejado todo junto.

Cargando editor
04/07/2014, 20:00
Magnus

-Salve, sodalis -anuncia con un hilo de voz- bienvenidos a mi hogar. Reconozco que nunca pensé que volvería a tener ante mi a ningún miembro de la Orden...al menos uno que no quisiera matarme. Y aquí estáis, nueve nada mas y nada menos. Acercaos. Rafael, ofreceles asientos.

Termina la frase con una serie de entrecortadas toses y se reclina un poco. El joven se apresura a cumplir la orden.

Cargando editor
04/07/2014, 23:14
Remiel

Remiel se detuvo en seco; no sabía qué exactamente qué era lo que esperaba del encuentro con Magnus, pero seguro que no era aquello. Un... ¿medio elfo medio humano? ¿Era aquello posible? Sabía de magus que tenían sangre sidhe corriendo por sus venas, pero no recordaba ningún caso de alguien que se hubiera transformado en elfo después de haber nacido. No, aquello era algo completamente nuevo.

Quizás - reflexionó para sí - haber vivido durante todo este tiempo en las tierras élficas haya modificado su naturaleza humana de algún modo. Si eso fuera cierto, este solo descubrimiento ya sería una revolución para la Hermandad. Y eso es solo el comienzo...

La excitación de Remiel volvió a crecer en su interior. Quería Respuestas, quería Saber. Pero antes que nada, Quería Ser Educado.

Salve, sodale. Mi nombre es Remiel, y es para nosotros una gran alegría descubrir que aún estáis vivo. Tenemos muchas preguntas, pero pueden esperar hasta que os halléis con fuerza y ánimo para responderlas.

Aquello era una pequeña mentirijilla; Remiel estaba impaciente por obtener sus respuestas, pero sabía que presionar a aquel hombre, en el estado en el que parecía encontrarse, serviría de bien poco.

Cargando editor
10/07/2014, 19:23
Armand de Bouvines

Armand había guardado silencio desde que todo había empezado a ser demasiado... "raro". Y lo cierto es que la situación actual no hacía mucho para mejorar su situación. Miró a Magnus con una mezcla de sorpresa y preocupación, y se sentó en el taburete que el extraño joven que parecía servir de ¿siervo? ¿aprendiz? a Magnus, les traía.

Gracias, Rafael- luego guardó silencio unos instantes y finalmente negó con la cabeza- No lo entiendo.- confesó.

Cargando editor
11/07/2014, 13:43
Excelsius

Si algo había que decir sobre el lugar que había convertido en su hogar Magnus era que tenía estilo. Templos griegos replicados con los propios árboles, sin duda a través de la magia, claro, pero aún así...

El joven nos guía hasta la casa donde reside el gran mago, resultando ser un hombre muy anciano, de tal vez alguna(s) centuria(s) de edad. Loable logro, pero no desde luego el objetivo de Excelsius. Aunque su aspecto es singular y trasluce fácilmente que la magia feérica le ha empapado a conciencia el cuerpo, tampoco le resulta intimidante o especialmente extraño. Tal vez es que tiene una imaginación demasiado dada a imágenes extrañas y es inmune a este tipo de cosas.

Lo que le interesa al Jerbiton es lo que tiene que decir el autor del diario que con tanto trabajo han descifrado Remiel y él. Interés por qué lo inspiró exactamente y qué ha descubierto desde entonces. Porque sin duda ha sido bastante tiempo.

Agradeció con un gesto el asiento ofrecido y se presentó antes de sentarse.

-Excelsius, seguidor de Jerbiton.

Cargando editor
14/07/2014, 15:53
Oskari Toivonen

No era la primera vez que veía edificaciones sobre los árboles, ni a partir de los propios árboles, pero si con tanto detalle y tan complejas. Era digno de ver, aunque aún nos quedarían algunas sorpresas más.

El aspecto de Magnus era... complicado de asimilar. Hasta el momento no me había parado a pensarlo, pero prefería morir habiendo tenido una vida plena a tener que estar en una situación similar a la del gran mago. Hace mucho que debería estar alimentando la tierra pero en esta ocasión nos conviene más tenerlo vivo, cosa que es de agradecer porque estábamos un poco acorralados en esta búsqueda.

-Oskari, Bjornaer -me presento con cierta lentitud, como si estuviera hablando con un anciano cualquiera y no con uno que está en sus perfectos cabales, o eso creo-.

Cargando editor
20/07/2014, 11:56
Papagena

En un primer momento aquello le recordaba un poco a su Domus cuando era pequeña, se dejo llevar por las ensoñacion de cuando sus padres aun vivian y le enseñaban magia. Las visitas de sus familiares feericos y por un momento hasta recordo algun conocido infante que tenia en el bosque.

Aunque pronto al ver a Magnus todo aquello se desvanecio como por arte de magia. Aquel anciano le recordo a un anciano de los que solo las leyendas feericas hablaban.

El respeto no era algo que circulara por el pecho de Papagena en ese momento, sin embargo las reminiscencias de la memoria le decian que al menos le dejara explicarse.

Cargando editor
21/07/2014, 01:01
Magnus

-Ahh, os felicito, jóvenes sodalis, habéis llegado muy lejos a pesar de lo fuertes que son vuestros enemigos. Aunque, realmente, son los míos. Esos insensatos no saben el peligro que encierran sus actos. Deben ser detenidos, oh, si, detenidos antes de que alcancen lo que buscan.

Sus manos tantean el aire delante de ellas, como si tratase de agarrar vuestras figuras. Rafael se adelanta un paso, pero otro gesto del anciano basta para que vuelva a su posición.

-No siempre habéis estado unidos, puedo verlo. Hay disputa, miedo y desconfianza. Pero creedme si os digo que debéis dejar todo de lado para lo que se avecina. Vosotros sois los únicos que -un hilillo de sangre corre por su comisura, seguido de unas violentas toses que sacuden al anciano- los únicos que pueden parar esta locura.

No me queda mucho tiempo entre los vivos. Oh, si, he vivido largos años gracias a mi magia...pero ni siquiera los magos somos inmunes a ciertas enfermedades de la carne. En cierto modo lo merezco, es mi castigo, oh, si, mi castigo...

Sea cual sea, la enfermedad parece haber robado parte de la cordura al mago junto con su salud. Le quedan horas, como mucho un día, antes de que la Parca cumpla con su inevitable deber.

Cargando editor
21/07/2014, 09:39
Excelsius

-Lamento escuchar esas palabras, maese Magnus, su obra... –dijo Excelsius, dejando inconclusa la frase, sin atreverse a ponerle adjetivo, pues se le ocurrían demasiados y tampoco sabía si alguno sería acertado a la mente de aquel viejo posiblemente algo demente- ¿Y qué podemos hacer para detenerlos, sodal? –preguntó inocentemente el joven seguidor de Jerbiton. No era una persona violenta, preferiría otras vías si fueran posibles, y todavía no había perdido la esperanza de que así fuera.

Cargando editor
21/07/2014, 19:37
Remiel

Hm... El anciano Magus parecía querer impedirles llegar hasta donde él ya había estado. Si su idea era tratar de detenerles, Remiel no estaría a favor. Pero nada se perdía por escucharle. Siempre podía aprenderse algo de los Magi venerables, y nada se perdía por escucharles. En dilencio, Remiel esperó a que continuara su historia. 

Notas de juego

Perdón por la brevedad, estoy con el iphone sin pc. 

Cargando editor
23/07/2014, 14:03
Oskari Toivonen

No creo que haga falta magia para ver que no estamos unidos, ni siquiera confíamos entre nosotros, no somos más que un grupo de desconocidos que se han visto obligados a trabajar juntos por la orden de alguien superior. Dejando a un lado lo aparente de nuestro grupo, el anciano mago no está mucho mejor. La muerte revolotea en torno a su cabeza, incluso me atrevería a decir que ya ha coqueteado con ella en más de una ocasión antes de nuestra llegada. Si puede resultar de ayuda más le vale que lo haga pronto, no me gustaría quedarme a medias ni tener que desvelar los secretos que esconda un galimatías sin sentido de un viejo demente.

-Cualquier cosa que nos pueda decir para arreglar esta situación será bien recibida, estamos aquí para ello -por si acaso había quedado alguna duda sobre eso. Nada me gustaría más que acabar con esto cuanto antes, aunque no me importaría pasar aquí un par de días. Todavía soy capaz de notar la humedad del edificio en el que hemos estado encerrados-.

Cargando editor
10/08/2014, 12:09
Barry "chispaextinta"

Benjen, Flambeau. -me presento solamente ante el magus.

No era mi intención ser maleducado, pero... too much weird shit for today. No, en serio, encontrar a un magus hecho un medio elfo a punto de morir por una enfermedad tras salir del picnic con los colmilludos, sin contar al chaval de las prendas extrañas. No me extrañaría despertarme en 20 minutos en una habitación llena de almohadones en Vals Negra, atado para evitar hacerme daño o hacer daño.

Pero no, parecía que no me había vuelto loco. O no tanto.

Bueno, entonces mejor resumir todo lo que podamos para poder detener a esos tipos, que intuyo no va a ser ni gota de fácil. ¿Qué son las Brumas exactamente y cómo podemos detener ésta locura? -sin reparos, saco el artilugio que me habían dado los Primus a la vista de todos, pero claramente no se me ven intenciones de usarlo- ¿Éste cacharro aún funcionará? -pregunto, sin que quede claro si es en general o para mí mismo, pero suponiendo que los Primus serían una ayuda inestimable para enfrentar a nuestros enemigos.

Cargando editor
10/08/2014, 23:24
Papagena

Ciertamente Papagena no las tenia todas consigo sobre el rumbo que estaba tomando aquella empresa. Pero ante todo debia de cumplirla. Solo queria acabar con todo y volver a casa.

- Anciano, por favor, apremie. No por nosotros, si no mas bien por usted mismo.

No queria ofender, pero todo se iria al traste si ahora se quedaba seco ante sus ojos.