Partida Rol por web

Vientos de invierno

Alyssa

Cargando editor
20/08/2015, 08:34
Alyssa Arena

La amistad era una de esos tipos de relaciones que exigían cierto grado de reciprocidad, una reciprocidad aun más necesaria cuando con esa amistad se pretendía conseguir información. Si pedías demasiado sin ofrecer nada a cambio no solo resultaba sospechoso sino que la relación podía verse afectada ante la impresión de que uno ponía más de su parte que el otro.

- Bien, bien... No me quejo. Mi señora quiere mucho al señorito Robert y Robert... Bueno, Robert es un niño especial. Fue él el que pidió arrojar los limones por la ventana- susurró esbozando una sonrisa tímida, insegura.- Pero más allá de eso me tratan bien y el trabajo no es demasiado duro. Además es comprensiva, como puedes ver. Si no no me hubiera dejado ir contigo a ayudar al joven Frey.

Todo eso para ocultar que su señora era una mujer que mendigaba un amor que su marido no le proporcionaba, un vacío que pretendía llenar con un hijo al que concedía todos sus caprichos y que lo único que buscaba era chupar de vez en cuando una teta...

- ¿Pero miedo por, Kailyn?- volvió a lo que le había llamado la atención de la respuesta de su amiga.- ¿Pasó algo? ¿Te pasó algo?- preguntó  con una preocupación que ni siquiera ella sabía con seguridad si era sincera.

No había duda de que el cambio de señora de Kailyn había sido un revés. Junto a Cersei la información hubiera sido mucho más útil teniendo en cuenta qué aguja en el pajar buscaba Alyssa, pero quizá con Odessa, dada su "cercanía" al Usurpador, también podía conseguir algo suculento.

Cargando editor
20/08/2015, 19:35
Kailyn Monrom

A Kailyn no le sorprendió demasiado lo del pequeño Robert y los limones, los rumores sobre el niño eran abundantes.

-Así que fue cosa suya... ¡Menudo pequeño diablo! No me gustaría servir en el Nido de Águilas cuando crezca. Pero me alegra verte contenta, a veces nuestro trabajo es demasiado ingrato, yo también estoy contenta de poder estar contigo. Sonrió y se quedó callada un instante para después preguntar algo en voz más bajita. Alyssa, ¿Es verdad que el pequeño Robert está todo el día pidiendo...?

No terminó la frase pero señaló con su índice uno de sus pechos para que su amiga notara a que se refería. Ese era otro de los rumores que circulaba por la fortaleza y el niño ya estaba bastante crecido como para dejar aquella costumbre.
Se quedó callada tras la pregunta de Alyssa durante un rato, los hechos de la noche anterior y de aquella mañana volvieron a su mente y por un momento temió que a Lady Odessa le pudiera suceder algo malo, aunque ella había sido la que la había obligado a irse y dejarlos solos.

-Ayer por la tarde alguien fue hasta la habitación de Lady Odessa, pero en vez de llamar a la puerta dejó una nota por debajo. Era una cita en bosque de los dioses y Lady Odessa decidió no solo ir, si no también que yo la acompañara. La verdad es que me alegré, no quería que fuera sola, pero luego allí paradas en aquel bosque sin nadie... ¡Yo estaba muerta de miedo!
Kailyn se agarró del brazo de Alyssa y lo apretó un poco al recordar aquellos momentos de tensión. Entonces... alguien entró en el claro donde está el árbol corazón, iba encapuchado y estaba oscuro, pero pudimos reconocer a Robert Frey. Creo que no se esperaba que yo estuviera allí y salió corriendo y Lady Odessa en un arranque de valentía le persiguió, así que yo hice lo mismo, pero lo perdimos entre la vegetación. Y además, mientras corría detrás de él vi que no éramos las únicas que estaban allí, juraría que también estaba una de las damas de la reina. Esta mañana, en contra de su costumbre, Lady Odessa decidió desayunar en la sala común y aparecieron unos muchachos, entre los que estaba Robert Frey. En cuanto nos vio se excusó de sus amigos y se marchó, quisimos seguirlo pero los jóvenes querían hablar con Lady Odessa que tuvo que comprometerse a cantar y tocar algo para ellos esta noche para poder librarse de ellos. Salimos tras él pero ya lo dábamos por perdido. Si no hubiera sido por tus limones nunca lo hubiéramos encontrado, así que supongo que tenemos que darte las gracias por ello. Lo que no me esperaba es que Lady Odessa quisiera quedarse a solas con él, ahora estoy nerviosa por si le puede pasar algo malo. ¿Crees que le puede pasar algo malo? Es una muchacha tan débil...

Esperó la respuesta de su amiga mientras recuperaba el aliento.

Cargando editor
24/08/2015, 07:26
Alyssa Arena

"Interesante". Es lo único que se le ocurría. Bueno, interesante y raro, pero después de todo, todo lo raro solía ser interesante, al menos para la mente curiosa, pues buscaba descubrir las razones tras el hecho extraño. Y en eso pensaba Alyssa, sobre eso reflexionaba, pero a pocas conclusiones podía llegar con tan pocos datos. Debería esperar, charlar con el Frey quizá, aunque poco se podría sacar de él si era tan huidizo como su amiga lo presentaba en el relato. Aunque si se le arrinconaba, o se le daba esa sensación -como con los limones que le golpearon-, quizá por cobardía desembuchara todo lo que sabía. Eso o siempre podía recurrir a su amiga que, como sirvienta de Lady Odessa, seguramente terminaría siendo informada de cualquier conversación que tuviera su señora con el joven noble.

- No creo que le pase nada- dijo dando un par de palmaditas en la mano con la que su amiga le sujetaba el brazo. Luego sonrió con una sonrisa que pretendía ser reconfortante, aunque había también algo de pícara.- Seguramente solo quería, bueno... Ya sabes, pasear a la luz de la luna con una joven guapa por el bosque y no se atrevía a preguntarlo en persona, solo que luego también se acobardo llegado el momento de encontrarse con ella.

La idea de que el Frey mandara notitas a todas las muchachas que le gustaban esperando que alguna picara el anzuelo era a partes iguales espeluznante y cómica. Eso y que el bosque fuera el sitio por excelencia en el que las jóvenes y posibles parejas se citaban para disfrutar de algo de intimidad, Frey incluido...

- Y si- asintió.- Me temo que sí. Pero mejor no hablar de eso. Ya sabes...- continuó en un tono bastante más bajo que el que había empleado hasta entonces. Después de todo se decía que los muros tenían oídos y aun estaban en la torre de la mano, de su señora y de su hijo.

Cargando editor
25/08/2015, 00:00
HACEDORA

Te das cuenta que tus palabras, y sobre todo el tono de voz, parecen hacer pensar a Kailyn y enseguida adquiere un semblante preocupado. Tal vez fuera una preocupación real o, simplemente, temía algún tipo de represalia si le sucedía algo a Odessa y ella no estaba lo suficientemente cerca para atenderla. Los castigos a la servidumbre eran muchos y variados, y sobretodo habituales. No era de extrañar que alguien de la servidumbre fuera despedido oficialmente y que no volviera a aparecer jamás; especialmente jóvenes y atractivas sirvientas que comenzaban a tener síntomas mañaneros que solían curarse como a los nueve meses.

- Ahora que lo mencionas... Ese Frey parece bastante tímido, pero a la vez fue osado a la hora de citarla. Mejor vayamos a buscarla cuanto antes -Tras un profundo suspiro aprieta suavemente tu mano-. Contigo no verá mal que me acerque.

Además, ¿andar por ahí agarrada del brazo de un joven sin una dama de compañía cerca? Sin duda la muchacha vivía en su propio mundo ajena a las habladurías, pero todo tenía un límite y quien sabe si Kailyn pagaba la osadía de su señora. Fuera lo que fuese sólo necesitabas disculparte adecuadamente con el Frey, lo cual sería pronto si...

- Disculpe, señorita -Un hombre de mediana edad, con entradas prominentes en su pelo grisáceo y exceso de peso, te da el alto amablemente. En su juventud no debió ser mal parecido, pero si el vino mejora con la edad este hombre debía ser sidra. Eso sí, sus ropas eran bien elegantes-. Sí, su cara me suena. Nunca olvido una cara bonita, ¿verdad, Jessar? -Por otro lado, el joven que lo acompaña, sí lo reconoces. Jessar es un joven extraño, siempre con actitud alegre aunque no lo estén mirando. A veces te preguntas si es consciente de lo que pasa a su alrededor, aunque su buena actitud y apariencia parece contentar a todos. A todos más que a todas, por lo que intuyes-. Eso sí, los nombres ya es otro asunto.

Espera a que te presentes a la par que observa a Kailyn.

- ¡Ah, sí! Eres justamente la persona adecuada. Vengo a mostrar unas telas que vuestra señora solicitó la semana pasada -Señala vagamente una cartuchera de tela forrada en piel que lleva Jessar-. ¡Qué modales! Soy Inan Qorgule, de Braavos, socio de Roan el comerciante de telas -Aquella aclaración trajo un leve gesto de resignación, como si allí, en Desembarco, si no nombraba a su socio la mayoría no sabría de quién se trataba-.  ¿Sería tan amable de anunciar a vuestra señora de mi llegada? -Mira a Kailyn-. Si es posible.

Cargando editor
25/08/2015, 00:21
HACEDORA

Notas de juego

Aclaración:

La red de espías en la que te mueves tiene varias ramificaciones, unas más activas que las otras. Tu caso es tan simple como hacer de buena sirvienta, integrarte lo mejor posible y captar toda información que te sea posible. 

Pocas veces contactan personalmente contigo, siendo más usual acudir a puestos claves donde las damas de Palacio suelen comprar su accesorios y demás. Cada poco te nombran un lugar, o descartan otro, pero si uno perdura en el tiempo que llevas allí era la  "Sastrería de Roes".

Jessar es el asistente de Roes, aunque es la primera vez que ves a su socio.

Cargando editor
30/08/2015, 18:30
Alyssa Arena

- Kailyn, me temo que nuestra reunión tendrá que esperar. El deber obliga...

Y en más de un sentido, o al menos esperaba que en el sentido que a ella le interesaba. Suponía que su amiga entendería que la dejara a solas, y si no tampoco es que le importara demasiado. El objetivo que la había llevado a Desembarco del Rey era muy claro, y no tenía intención de olvidarlo. Allí era donde se había cometido el innombrable crimen contra Elia, Rhaenys y Aegon, un crimen que clamaba justicia.

- Un placer conoceros, Inan Qorgule, de Braavos. Jesse- les saludó con una leve reverencia. -Mi nombre es Alyssa, para servirlos. Si son tan amables de seguirme.- Antes de comenzar a caminar de nuevo escaleras arriba (en lo que llevaba de día, con esa, iba a pisar cada escalón de la torre de la mano cuatro veces, y la mañana tan solo acababa de comenzar) se dirigió en un susurro a su amiga con una resignación fingida pues lo que realmente sentía era una expectante curiosidad. Quería saber qué tenían que decirle.- Kailyn, nos vemos luego. Suerte. Y lo siento.

Cargando editor
01/09/2015, 01:28
HACEDORA

El mercader te sigue con un andar distinguido propio de aquellos que se rodean de riqueza, y poder. Jessar, por otro lado, observa maravillado cada detalle, incluso saluda afablemente a los guardias que se apostan insondables en los lugares asignados (dos custodian la entrada principal y otros dos antes de llegar a la zona privada de los Arryn).

- Alyssa, querida... -llama tu atención-. Me temo que tengo otros deberes que cumplir y te agradecería que te ofrecieras a recoger a la tienda lo que solicite tu señora -Se lleva una mano a la barbilla haciendo sonar muchos brazaletes en su muñeca, y tras unos segundos meditando prosigue-. Hoy al mediodía, y es probable que mi socio se encuentre ocupado cuando llegues. Estamos con un nuevo cargamento que hará a las damas de Desembarco más hermosas, si es que eso es posible -Nadie negaría que el comerciante se siente entusiasta-. Tal vez debas esperar, tenlo en cuenta.

Nada especial sucede a medida que avanzáis y, al llegar a las puertas de la sala principal de los aposentos, el comerciante espera a que sea anunciado por ti.

- ¡Por fin! Me preguntaba dónde se habían metido -exclama malhumorada Lyssa, tu señora-. Hazlos pasar antes de que sus telas pasen de moda y sea el hazme reír de la Fortaleza.

Como siempre, hasta donde sabes, el mal humor y desconfianza son el sello personal de la esposa de la Mano. Sobretodo la desconfianza, fruto de lo que se rumorea comenzó con su último aborto. Y han sido varios. Junto al mercader y su ayudante entra uno de los guardias colocándose tras el mercader.

- Mi señora... -Una elaborada inclinación, propia de un adulador experto según tu juicio, es recibida con un rápido ademán de Lyssa para que prosiga-. Como siempre es un honor que cuente con nosotros para proporcionarle los que son sin duda los mejores tejidos que llegan a Desembarco -Sus calculadas palabras no hacen mella en la mujer, tan sólo un perezoso gesto llevándose unas uvas a la boca. Al parecer aún siguen disfrutando del desayuno-. Tuve muy en cuenta las características que pidió en todas y cada una de las mercancías que llegaban a Braavos, y he aquí unas muestras que seguro serán de su agrado.

Tendiendo la mano, Jessar entrega las muestras y el mercader desata el nudo desplegando con maestría el estuche para dejar a la vista unas tiras de tela de medio metro por veinte centímetros de ancho. Todas, unas diez, rondan la tonalidad verde grisácea en distintos tejidos. A medida que el mercader se acerca observas una sonrisa maliciosa en Robert, producto de lo que podría ser una de sus perrerías. El limón en su mano no presagia nada bueno.

Cargando editor
03/09/2015, 06:47
Alyssa Arena

¿Ese mismo día y al mediodía? Restaban escasas horas para que llegara ese momento, escasas horas para que su curiosidad sobre quién enviaba las telas y desde dónde, así cómo qué tipo de telas, se viera saciada. Por ello no consideró conveniente realizar ninguna pregunta vaga que recibiría una respuesta igualmente vaga y que Alyssa se vería obligada a interpretar. No, las respuestas podían esperar. De momento.

Así pues siguió al comerciante en silencio asintiendo cuando se esperaba que asintiera y sonriendo cuando así debía hacerlo. Una actitud que conservó una vez llegaron a la habitación en la que les esperaba Lady Arryn y su hijo. Un hijo que no tenía buenas intenciones...

- Mi señora, disculpad mi osadía- intervino con celeridad fingiendo una ilusión que no sentía-, pero qué os parece la idea de aprovechar las mismas telas, o telas parecidas a las que vos elijáis, para encargar que hagan un traje de señor para vuestro hijo, el noble Robert. Así madre e hijo irían a juego.

Buscaba obtener una reacción por parte del propio Robert que le hiciera olvidar la idea de arrojar el limón y eso solo se le ocurría conseguirlo con algo que le hiciera quejarse, inundar la sala de "jos" y "no me apetece" ante la idea de medirle, coser y apuntalar con alfileres un trajecito mientras él tenía que permanecer quieto como una estatia... Además si la madre prestaba atención a su hijo en aquel momento, como Alyssa esperaba que hiciera después de proponerle la idea, quizá consiguiera que el malcriado crío no arrojara el limón, que lo ocultara a su espalda mientras mostraba un mohín inocente.

Cargando editor
03/09/2015, 21:36
HACEDORA

En principio obtienes una mirada agria de tu señora como respuesta a tu interrupción, pero como sabes que el malcriado de su hijo es su punto débil no te extraña ver cómo torna su gesto a uno pensativo. Parece que puedes respirar tranquila, y esa forma pequeña y amarilla que ves llegar hacia ti por el rabillo del ojo no debería quitarte la esperanza de que Lyssa pase por alto tu "desliz".

- Iiaghhrrr... -El lanzamiento oblicuo y carente de fuerza te da en la pierna, y por la expresión del infante y mimado noble, eres el objetivo de su antipatía. Hoy son limones, mañana...

- Robert... -Sin la más mínima importancia sobre el comportamiento de su hijo extiende la mano, la cual agarra el pequeño para ser conducido al regazo de su madre en cuanto toma asiento-. He pensado que quiero para mi hijo unas piezas de ropas iguales a las mías -Tu señora tiene sin duda grandes ideas.

- ¡No,no,no! Prefiero maHtar gatos que probarme los trajes -Su rabia va dirigida a ti. Todo es culpa tuya, y nada más que tuya.

Pasando por alto el estallido de rabieta, como siempre, Lyssa le da la venia al comerciante para que se acerque. Observa, toca y sopesa con gusto las muestras mientras la mirada acusadora de Robert no se aparta ni un instante de ti. 

- Estas tres, e igual para mi hijo -declara al fin cuáles será el material para sus nuevos vestidos. Vestidos que jamás podrás llevar.

- Sea, mi señora -responde junto con una inclinación Inan, el cual te mira brevemente mientras se incorpora. Crees percibir cierta confusión, pero no parece el hombre que se achique ante un arrebato limonero-. Para cumplir con celeridad os pido que vuestra doncella nos acompañe, así estarán disponibles las telas para cuando llegue esta tarde nuestras costureras.

Como siempre acepta con una ademán laxo, sólo permitido a unos pocos.

Cargando editor
06/09/2015, 18:09
Alyssa Arena

"Asqueroso y ma... Maravilloso crío"- se obligó a pensar para que en su rictus no se desvelara gana alguna de destripar a aquel "maravilloso crío" con el cuchillo de mantequilla que descansaba sobre la mesa en la que aun permanecían los adminículos del desayuno. Y encima casi se había ganado la antipatía de su señora intentando que aquel "maravilloso crío" no lanzara aquella "maravillosa fruta"... Por suerte su fuerza dejaba mucho que desear, seguramente debido a la "maravillosa alimentación" que su madre le proporcionaba. Solo esperaba que un día no se le cayera desde la más alta torre una maravillosa piedra reventándole su "maravillosa cabeza". Pero no, no caería esa breva. Ni esa piedra...

Alyssa asintió servilmente ante el gesto de su señora aceptando las órdenes que le permitirían hablar con el mercader. Al niño ni le miró aunque por dentro, una vez pasó el enojo inicial, sonreía. Él le había tirado un limón sin fuerza; ella había conseguido que tuviera que soportar que le hicieran un trajecito a medida y a juego con el de su madre. En esa pequeña e insignificante batalla ella había ganado.

Cargando editor
06/09/2015, 20:04
HACEDORA

Notas de juego

Pasa a la escena:

1. Sigue en el Capítulo I: Desembarco del Rey (página 1)
2. Viene del Capítulo I: Desembarco del Rey (página 2)

Cargando editor
14/10/2015, 22:19
HACEDORA

Mediodía.

El regreso a la fortaleza fue tan ameno como conversación le dabas a Jessar, quien sin duda desprendía bastante optimismo por la forma de comentar y elegir temas: "Pues hace bastante calor, pero si vamos por la sombra es mejor que quedarse encerrado en casa cuando llueve a cántaros", o "no paro de trabajar con Roes, y aunque apenas tengo tiempo para mi soy muy afortunado porque no estoy mendigando en las calles". Es de esas personas que intenta ver el lado positivo de las cosas.

Además, sin ser muy entrometido, se interesa por cómo te tratan en la fortaleza, y dado que aparte del malcriado de Robert y la quisquillosa de su madre no tienes grandes problemas se muestra muy alegre por ti. "Ya sabes, se dicen tantas cosas sobre lo mal que lo pasan algunos sirvientes... Tenemos mucha suerte, Alyssa". En general, a modo personal, te cuenta que fue acogido por Roes cuando su padre murió siendo un niño. No detalla alguna amistad en especial pese a que a medida que avanzáis saluda y realiza cortos comentarios de pasada a otros comerciantes o habituales aquí y allá.

Finalmente llegas a la fortaleza y te dejan pasar sin problema junto a Jessar, quien porta la mayoría de los rollos de tela incluido uno que culminará el conjunto de Robert, de la que se sacará una capa por cortesía de Roes. Esperas que el pequeño detalle apacigüe la inquietud de tu señora.

- Que tengas buen día, Alyssa. No dudes en visitarnos si estás de paso, sé que le caes bien a Roes y es un hombre muy exigente. Te lo aseguro.

Con una cálida sonrisa termina por despedirse y es acompañado por un guardia al exterior. Ahora es momento de continuar con la rutina diaria, y entre otras cosas comer. Acompañada por un sirviente comodín, de los que no están asignados a nadie en particular, entras en la sala familiar de la Torre de la Mano.

- ¡Por fin! -Te recibe Lyssa impaciente-. ¿Tanto tardas en ir a por unas telas? Vamos, vamos, que ha surgido un imprevisto.

Señala una mesa donde depositar los rollos, despide al otro sirviente y con la mano te urge a que te acerques.

- Al parecer esta noche debemos acudir a la cena en la Fortaleza -Lo cual quiere decir que será en el Salón Principal destinado a tal efecto. Por lo general, las cenas suelen ser pequeños eventos donde los nobles se reúnen, dejando el almuerzo para grupos más reducidos y/o familiares. Lyssa pocas veces acude a las cenas-. El rey quiere que acudamos -dice casi con desdén-, a esas horas con mi hijo levantado... Date prisa y saca algunos de mis mejores vestidos. No voy a ser menos ante la presuntuosa de Cer...

Es reconfortante saber que hasta los más poderosos tienen a alguien a quien envidiar, o temer. Y de todo lo dicho sacas tres cosas en claro: primero, que tu señora no estará de humor. Segundo, te tocará vigilar a Robert ante una multitud de destacados nobles, incluido los reyes y príncipes. Tercero, y no menos importante, no vas a comer pronto.

Cargando editor
19/10/2015, 06:02
Alyssa Arena

Las intervenciones de Alyssa durante la conversación con Jessar se limitaron a lo estrictamente necesario para no mostrar que en aquel momento estaba poco interesada en mantener ningún tipo de charla. Aunque ni triste ni del todo decepcionada, se encontraba algo desganada después de la reunión. No podía decir que esta hubiera sido infructuosa, pero la pequeña semilla que de ella había obtenido aun estaba lejos de convertirse en un frondoso árbol del que obtener sus frutos. Pero bueno, no debía ser ingenua, todo en la vida requería de esfuerzo. Nada era gratis, ella lo sabía muy bien.

Meneó la cabeza sacudiéndose el pesimismo y sonrió a Jessar. Debía reconocer que el optimismo del muchacho era contagioso.

- Ten un buen día tu también, Jessar. Disfruta todo lo que puedas. Y lo tendré en cuenta, muchas gracias.

Pero aquel optimismo era de aquellos con una esperanza de vida exigua que le duró a lo justo que le tomó encontrarse con su señora y recibir las buenas nuevas...

Si hubiera podido acudir a la cena como la sirvienta personal de su señora podría haber estado mucho más atenta a cuanto allí ocurría. Tener ojos y oídos para todo. Para todos. Pero no, le tocaba hacer de niñera de Robert, tener ojos y oídos solo para un niño capri...

- "Un niño maravilloso y especial"- se corrigió deteniendo el torrente de pensamientos antes de que en su rostro se percibiera el más leve signo del "extraordinario placer" que suponía cuidar a Robert durante toda una noche en la que su madre no iba a poder hacerle todo el caso que requería y en el que ella sería el blanco de todas sus frustraciones e iras. Al menos le quedaba el consuelo de que gracias a su variada y sana alimentación el niño no tenía fuerza ni para lanzar un limón como había demostrado esa misma mañana.

- Si, mi señora- obedeció. Y antes de ir a por los vestidos con los que su señora cubriría con ostentación lo que su hijo quería siempre al descubierto, Alyssa se permitió sonreír para sí al pensar en lo contento que Robert se pondría con la capita a juego que le iban a hacer con las telas de Roes.

Cargando editor
26/10/2015, 16:19
HACEDORA

Por suerte para ti, las prisas por tener todo a punto para la cena fue más una cuestión de impaciencia y malas caras que una situación comprometida. Los nobles son seres caprichosos y en cualquier momento pasas de servir la mesa a limpiar letrinas. Un poco de paciencia y celeridad son suficientes para que llegue la hora prevista, dejando preparados a los Arryn adecuadamente. Es obvio que la Mano del Rey, y familia, serán parte de la comidilla de la cena, algo que no ha dejado de repetir Lyssa casi toda la tarde.

Rica tela de tonos azules contrastan con tu humilde vestido, pero decente, mientras avanzas a prudente distancia de tus señores abandonando la Torre de la Mano. Por una vez percibes al pequeño Arryn empequeñecido, temeroso de tanta gente a su alrededor cuando llegáis a las cercanías del Salón de la Reina. Para ser un niño mimado crees que ha tomado buena nota sobre lo que puede hacer o no, suficientemente prudente para saber que sus rabietas no serán pasadas por alto como es lo habitual. Después de todo puede que tengas una noche relativamente tranquila, o puede que no cuando descubres el gesto torcido que te dedica por unos instantes.

- Lord Arryn, lady Lyssa... -Petyr Baelish es sin duda un hombre que no pasa desapercibido. Delgado, canoso en su treintena sin restar atractivo y de bonitos ojos aunque astutos. Su peculiar barba lo hace reconocible a larga distancia, así como la ropa elegante que viste con soltura-. Estaba empezando a creer que sería una cena como tantas otras -Su sonrisa es encantadora y no le preocupa en absoluto retener brevemente a los Arryn mientras otros nobles los sortean para entrar en la sala. Tras unas breves palabras sin importancia, y un ligero cumplido a Robert por parte del Consejero de Comercio, entran al fin a la sala.

La sonrisa casi bobalicona de tu señora tras el cumplido de Petyr a su hijo parece surtir efecto en el irascible carácter de la mujer, aunque para su hijo el cumplido lo desconcierta un poco y aprieta con más fuerza la mano de su madre. 

Cargando editor
26/10/2015, 16:19
HACEDORA

Notas de juego

Pasas directamente a la escena del Salón de la Reina (cap.I, Fortaleza Roja, pág. 8)

Cargando editor
18/02/2016, 18:12
Hombre sin rostro

Unos días después de la cena de gala Lady Arryn te anuncia que por asuntos personales regresará durante un tiempo al Valle y como en realidad no formas parte de su séquito personal si no que perteneces al del castillo deberás quedarte y reincorporarte nuevamente a tu antigua función.
Cuando te reúnes con la jefa de las Damas de compañía te tiene unos días en distintas funciones, lo que te da algo de libertad para moverte por el castillo e incluso para salir fuera de la fortaleza si lo deseas.
¿Como aprovechas esos días?

Vuelves a ser llamada por tu superiora y te anuncia que Kailyn Monrom volverá a cuidar de la princesa Myrcella por petición de la Reina y que a pesar de la mejoría en la salud de Lady Odessa Caron, tu serás asignada como su nueva Dama de compañía. No te has cruzado demasiado con tu amiga los últimos días pero dirías que está feliz con su regreso al servicio de la Princesa y que incluso parece vestir algo mejor y estar en mayor consideración que antes, en la Fortaleza deben estar contentos con sus servicios. Antes de incorporarte a tu nuevo puesto te envían a los aposentos de la Reina. Cersei hace que todas las damas salgan a jugar con Myrcella y te quedas a solas con ella. Con su peculiar estilo alaba un poco tu trabajo anterior y las recomendaciones que le han dado sobre ti. No tarda mucho en intentar tirarte de la lengua para que le cuentes algo sobre Lysa Arryn o su marido, sobre todo parece interesada en la gente que recibían en la torre de la mano. ¿Como reaccionas ante eso? ¿Intentas evitar una contestación? ¿Te inventas alguna cosa o le das datos sin importancia intentando quitártela de encima? ¿Le cuentas hasta el más mínimo detalle que recuerdas?

Tras esa pequeña charla Cersei te confirma que a partir de ese momento servirás a Lady Odessa Caron y promete recompensarte si la tienes informada de todo lo que haga y diga. Todo el mundo sabe que los Lannister siempre pagan sus deudas y es peligroso llevarle la contraria a la caprichosa Cersei. Asientes con la cabeza aunque sea solamente para que siga sobre tus hombros durante más tiempo, pero ¿Espiarás a Odessa Caron para la reina? ¿No lo harás en absoluto? ¿O intentarás engañarla contándole nimiedades si te enteras de algo importante?

Lady Odessa no es la dama más alegre de la fortaleza, al menos no cuando no está cantando o tocando algún instrumento. La mayoría del tiempo se lo pasa en sus aposentos entre composiciones de canciones y partituras. Además no parece muy contenta con el cambio de Kailyn o al menos esa es la sensación que da al principio. ¿Que tipo de relación intentas establecer con ella? ¿Intentas ser su mejor amiga para que te confiese cualquier inquietud? ¿Te dedicas a cumplir con lo que te ordena sin más? ¿Te mantienes fría y distante?

A pesar de todo sabes que no estás allí para hacer de niñera de ninguna noble mimada de los siete reinos, cada vez que tienes ocasión intentas centrarte en tu misión. ¿Que métodos utilizas? ¿Intentas acercarte a conversaciones privadas sin que te vean? ¿Utilizas los corredores que Kailyn te enseñó hace tiempo para poder moverte sin ser vista y quizás espiar a alguien a pesar de que son casi como un laberinto y podrías perderte? ¿Te reúnes a menudo con tu nueva aliada Tyella e intentas compartir información o te mantienes reservada con ella?

Cargando editor
24/02/2016, 21:57
Alyssa Arena

Sin haberlo previsto el banquete se convirtió también en celebración de despedida del malcriado hijo de Lady Arryn, al que quién sabía si volvería a ver. Aun así, aunque aquella noticia fue recibida con regocijo –que bien supo ocultar a su señora como siempre hacía con sus verdaderas emociones cuando estas podían menoscabar su misión- no tardó en comprender que podía suponer un obstáculo para su verdadero objetivo en Desembarco del Rey.

Los días siguientes constató que a pesar de la libertad de la que disponía para moverse por el castillo, sin estar al servicio de alguien importante como la era la esposa de la Mano, muchas puertas permanecían cerradas y poner la oreja tras la madera era ser demasiado indiscreta. No obstante su amiga le había enseñado la existencia de ciertos pasillos poco transitados de los que se valió en ocasiones para prestar oídos a encuentros que consideró interesantes. Podía perderse, cierto, pero llevaba ya demasiado tiempo sin haber conseguido avance alguno. Estaba dispuesta a correr el riesgo, además haciendo uso de ellos poco a poco iría conociéndolos.

Pero Alyssa no se limitó a permanecer enclaustrada en el castillo, aun recordaba que había conocido a una potencial amistad que podía serle de ayuda en la labor para la que allí había sido destinada. Y no fueron pocas las ocasiones en las que se acercó al afamado local que Tyella regentada, si bien en ni una de ellas se atrevió a entrar. Ella misma se decía que no lo hacía porque si alguien la reconocía y la veía frecuentar el lugar, podía tener problemas en el castillo, pero la verdad era bastante más sencilla y es que le daba vergüenza entrar. Albergaba la esperanza de que Tyella la viera a través de una de las ventanas y saliera para hablar con ella en otro sitio menos “popular”, pero nunca ocurrió.

Tras aquel periodo de solaz recibió de la misma y despreciable arpía de Cersei la noticia de quién sería nueva dama de compañía. Obviamente la visita no era por cordialidad, después de todo la noticia de su nuevo destino la podía haber recibido perfectamente de la jefa de servicio como en otras tantas ocasiones. Pero claro, Cersei quería algo más, necesitaba saber, aplacar sus miedos e inseguridades, y con gusto le dio alimento con el que engordar la confianza que erróneamente depositaba en Alyssa. Podía haber perdido a la esposa de la Mano pero a cambio obtenía a la esposa del rey e hija del despreciable cabeza de la familia Lannister.

Una vez al servicio de la pavisosa de Lady Odessa, la sirvienta mantuvo la útil costumbre de alimentar a Cersei con verdades para llegado el día proporcionarle el veneno de la mentira. No se cortaba a la hora de aderezar un poquito y muy de vez en cuando los relatos para mantener el interés de la reina, después de todo Odessa era la cosa más aburrida que había conocido en toda su vida. Al principio, tras el encontronazo del limón, le había caído fatal, pero tras pasar tiempo con ella lo único que podía sentir era indiferencia… En no pocas ocasiones dado el tedio se sorprendió echando de menos al monstruo malcriado al que su madre alimentaba con la bilis que exudaba su pecho. Al menos con él no se aburría, podía entretenerse pensando como matarlo, pero es que con Odessa en lo único en lo que se podía pensar era en el suicidio. Aun así intento hacerse amiga suya, no solo para engordar a Cersei sino para descubrir qué diablos se traía con el Frey.

Solo el tiempo diría si conseguía descubrir algo.
 

Cargando editor
10/03/2016, 23:11
Viktor Evans

En la mañana.
Una semana antes del torneo.

 

Las salidas a la ciudad, aunque sólo posibles para llevar a cabo recados, son un bálsamo contra el aburrimiento que a veces te invade debido a la rutina. Sientes que mereces más que servir y aguantar tonterías, pero tampoco las tienes todas contigo y labrarse un futuro estable requiere tiempo, o una valiosa oportunidad. De momento te pierdes en los puestos del mercado, comprando lo que se te pide y mirando si el beneficio económico de Cersei tiene forma y precio que deseas adquirir para ti. ¿O tal vez sea mejor guardar las gratificaciones para los imprevistos?

- El rojo, señorita. Creo que ese rojo le sentaría muy bien -Señala levemente a la sencilla cadena con un coral rojo oscuro-. No demasiado ostentoso para llamar la atención en la fortaleza, señorita. A veces se trata de eso, ¿no cree?

Toma del estante de la joyería la cadena. El dueño del establecimiento, que anteriormente tomó tu pedido para la mismísima Cersei, parece levemente inquieto con el acto.

- Una sencilla cadena con un pequeño trozo de coral -Se te acerca y a una distancia prudencial lo contrasta en ti- Permítame -Pide milésimas de segundos antes de colocarse a tu espalda para colocar la cadena a tu cuello-. Mañana y tarde, tras la misa del Septón, en el parque calle abajo.  Te lo ponemos fácil, Alyssa -susurra con maestría mientras finge no lograr cerrar el enganche-. Sé discreta como mi señora Tyella lo será.

Al ponerse nuevamente frente a ti sonríe apreciativamente.

- ¡Hermoso!

Se te acerca, coge tu mano con la confianza del que sabe que puede afrontar cualquier reto y la besa. Con soltura deposita un venado de plata sobre el mostrador del joyero y tal como llegó se dispone a marcharse.

- Hasta pronto...

Cargando editor
11/03/2016, 05:58
Hombre sin rostro

Los corredores de la Fortaleza Roja eran demasiado intrincados como para conocerlos a fondo, pero los primeros días tras quedar liberada de sus servicios a Lysa Arryn tuvo algo de tiempo para repasar algunas de las rutas que había aprendido y durante las semanas siguientes procuró frecuentarlos en busca de captar alguna conversación indiscreta que fuera de utilidad para su misión. Fue uno de esos días cuando escuchó unos pasos acercarse por un corredor cercano, Alyssa se escondió antes de que las lejanas sombras dejaran paso a las figuras de un par de soldados pegándose a la pared lo más posible para pasar desapercibida. Los soldados pasaron de largo y Alyssa se dispuso a seguir su camino, hasta que distinguió a uno de ellos, era el Comandante Janos Slynt un hombre de no muy buena fama pero que gozaba de bastante importancia en la guardia, decidió seguirlos con mucho cuidado. Tras unos minutos que se le hicieron interminables los pasos de ambos soldados se detuvieron, ella lo hizo también antes del último recodo que habían tomado sin atreverse a asomarse para no ser descubierta, aunque le preocupaba no poder encontrar de nuevo el camino de vuelta. El ruido de una puerta metálica o una reja la sacó de sus pensamientos.

-Nos vemos luego Tamil.

-Por supuesto Comandante.

La puerta volvió a cerrarse nuevamente y se escucharon unos pasos alejándose, otros sin embargo volvían de regreso. Alyssa retrocedió hasta la siguiente intersección para volver a ocultarse, esperaba poder seguir al soldado y no perderse entre aquellos corredores que apenas conocía. Aquello debía ser algún tipo de pasaje que comunicaba con el exterior. Una voz la sobresaltó de repente.

-¡Será cabrón...! Se larga otra vez de putas y me deja aquí solo haciendo la ronda.

Era el soldado hablando consigo mismo. Pasó de largo y la chica le siguió hasta llegar a una zona que ya conocía mejor, momento en el que pudo desviarse, aquel día llegaría tarde, pero quizás había merecido la pena.

Mientras tanto por aquellos días Cersei recibía de buen gusto cualquier cosa que Alyssa le traía, aunque cuando las consideraba irrelevantes no disimulaba su disgusto, sin embargo cuando lo que la Dama de compañía le llevaba algo de su agrado no dudaba en recompensarla con algún venado de plata, parecía interesada en cualquier cosa relacionada con la Mano y su familia y también con Lady Odessa con la que mantenía una tensa relación que ambas trataban de disimular, a veces sin mucho éxito, en público.

Su nueva señora no la recibió precisamente con una sonrisa, podría ser que aquella muchacha apenas sonreía o simplemente no le agradaba el cambio, también podía ser que sospechara de alguna manera la vinculación de Alyssa con Cersei. En cualquier caso no era más que una sensación pues Lady Odessa siempre se mostraba correcta con ella, aunque no solía abrirse mucho cuando la Arena intentaba sacar algún tema de conversación. Durante aquellas semanas la compañía más frecuente era la de su hermano, aunque también se vio con Robert Frey y Marton Arryn. Puedes confirmar que la reina había planificado de alguna manera un matrimonio entre el Frey y Odessa Caron pero este había declinado la oferta, Lady Odessa parecía tenerle algo de afecto, a pesar que los Frey le eran una familia aborrecible, pero la Dama parecía extrañamente interesada en Marton Arryn, sin lugar a dudas parecía mejor partido que el Frey pero tus instintos femeninos te decían que a pesar del disimulado interés que mostraba por él no parecía que el muchacho fuera de su gusto y con Robert Frey parecía tener más afinidad a pesar de todo, quizás no fueran más que simples sensaciones.

Algo vino a romper la monotonía de su existencia en el castillo, con la proximidad del torneo eran cada vez más los caballero y Lores que se acercaban a Desembarco del Rey. Por mediación de su hermano Lady Odessa comenzó a frecuentar la compañía de una dama del norte, una chica cuanto menos original y muy distinta a lo que se solía ver por la corte llamada Alessa Allenbrooke. Era la hija de Ser Jolan Allenbrooke e iba siempre acompañada por un hombretón de la mayor confianza de su padre llamado Navid Stenlan. Al parecer habían llegado a Desembarco en busca de un asesino al que su padre odiaba con toda su alma, tanto como amaba a su única hija Alessa.

Notas de juego

Ser Janos Slynt, Comandante de la guardia:

Alessa Allenbrook:

Navid Stenlan:

Cargando editor
13/03/2016, 23:48
Viktor Evans

En la mañana.
Una semana antes del torneo.

 

Las salidas a la ciudad, aunque sólo posibles para llevar a cabo recados, son un bálsamo contra el aburrimiento que a veces te invade debido a la rutina. Sientes que mereces más que servir y aguantar tonterías, pero tampoco las tienes todas contigo y labrarse un futuro estable requiere tiempo, o una valiosa oportunidad. De momento te pierdes en los puestos del mercado, comprando lo que se te pide y mirando si el beneficio económico de Cersei tiene forma y precio que deseas adquirir para ti. ¿O tal vez sea mejor guardar las gratificaciones para los imprevistos?

- El rojo, señorita. Creo que ese rojo le sentaría muy bien -Señala levemente a la sencilla cadena con un coral rojo oscuro-. No demasiado ostentoso para llamar la atención en la fortaleza, señorita. A veces se trata de eso, ¿no cree?

Toma del estante de la joyería la cadena. El dueño del establecimiento, que anteriormente tomó tu pedido para la mismísima Cersei, parece levemente inquieto con el acto.

- Una sencilla cadena con un pequeño trozo de coral -Se te acerca y a una distancia prudencial lo contrasta en ti-. Permítame -Pide milésimas de segundos antes de colocarse a tu espalda para colocar la cadena a tu cuello-. Mañana y tarde, tras la misa del Septón, en el parque calle abajo.  Te lo ponemos fácil, Alyssa -susurra con maestría mientras finge no lograr cerrar el enganche-. Sé discreta como mi señora Tyella lo será.

Al ponerse nuevamente frente a ti sonríe apreciativamente.

- ¡Hermoso!

Se te acerca, coge tu mano con la confianza del que sabe que puede afrontar cualquier reto y la besa. Con soltura deposita un venado de plata sobre el mostrador del joyero y tal como llegó se dispone a marcharse.

- Hasta pronto...