Partida Rol por web

Vientos de invierno

Capítulo I: Desembarco del Rey

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05/09/2015, 23:33
HACEDORA

DESEMBARCO  del  REY
 

 

Situada en la bahía de Aguasnegras, en la costa este de Poniente, se cierne la amplia y joven capital de los Siete Reinos; custodiada por altas murallas y vigilada por la Guardia de la Ciudad o "Capas Doradas", milicia de la capital al servicio del Trono de Hierro.

Alberga una creciente población de medio millón de ciudadanos, más el flujo de exóticos comerciantes extranjeros; donde hombres de buena fe conviven con prostitutas; caballeros con asesinos; humildes trabajadores con ladrones; y así una amalgama de hombres y mujeres de etnias, estatus y costumbres dispares.

Numerosos reyes han subido al Trono de Hierro desde que Aegon "el Conquistador" pisara por primera vez Poniente, la conquistara y tomara para el trono las tierras adyacentes nombrándolas como las Tierras de la Corona. A partir de ahí, la soberanía de la Casa Targaryen nunca fue derrocada hasta la llegada de Robert I "el Usurpador". 

 

 

Con el paso de los años, la ciudad ha conseguido una importante relevancia comercial dentro del mismo Poniente como con el continente de Essos, más allá del Mar Angosto. Motivo por el cual se encuentra atestada, donde lo único que con certeza puede prometer a los desembarqueños y visitantes es dificultad y peligro; sin olvidar que el número de habitantes provoca suciedad, malos olores, mendicidad y una abrumadora sensación de agobio.

Hablar de la ciudad no es quedarse únicamente tras las murallas, pues la creciente metrópoli se extiende tierra adentro junto al río de Aguasnegras hasta llegar a la costa que cubre la bahía, también llamada Aguasnegras. Además, los caminos que conducen a la ciudad también se encuentran poblados por varios kilómetros. Tanto en el exterior como en el interior se hallan numerosas casas y casuchas, almacenes, mercados, burdeles, etc. 

 

 

Siete puertas dan acceso al interior de la ciudad, fraccionada en cinco distritos y sus alrededores. Los distritos están divididos tanto por topográfica (las tres Colinas), como por la situación (el Puerto) o la pobreza e inseguridad (Lecho de Pulgas). Además, podemos identificar dos zonas relevantes: el Gran Septón y la Fortaleza Roja.

Las avenidas principales son anchas, limpias y con árboles. Mientras que sus callejuelas estrechas, sucias e inseguras son todo un reto de supervivencia para los incautos. La contraposición de la ciudad es tan remarcada como lo son sus nombres propiamente dichos, y donde en unos hay numerosas mansiones (Colina de Rhaenys y alrededores de la Puerta Vieja) en otros las casuchas de madera y paja se encuentran por doquier para dar cobijo a los más afortunados entre los desfavorecidos (Lecho de Pulgas).

 

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Mapa de la ciudad

 

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06/09/2015, 00:49
HACEDORA

Notas de juego

NO POSTEAR.

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06/09/2015, 00:50
HACEDORA

Mediodía.
Sastrería de Roes: Alyssa.

 

La reunión con Inan concluye, acordando que irás a recoger las telas para que estén listas para cuando lleguen las costureras a la tarde y comiencen. El comerciante se despide cortésmente y en secreto te alegras de la pequeña tortura que Robert tendrá con tantas pruebas, porque pese a que tu señora es muy protectora tampoco puede despedir a todo el servicio que hace su trabajo correctamente. Tal vez en un futuro todo cambie, pero no mientras Jon Arryn siga con vida.

Lady Lyssa te manda al fin realizar el recado en cuanto terminas de acomodar la estancia, librándote del malhumorado Robert ya que su madre lo acomoda para completar su "peculiar" alimentación. Y así, con la boca del niño en la teta de la madre sales con una cesta de la compra hacia los muros que separan la fortaleza del resto de Desembarco.

Cada vez que bajas a la ciudad te abruman los olores y suciedad que desprende, pero también hay una cierta dejadez con respecto a la pobreza y tantas y tantas personas apiñadas. Muchos quieres vivir dentro de la seguridad que conceden los muros y la guardia, pero... ¿a qué precio? Sin duda eres afortunada por respirar un aire más puro sobre la Colina de Aegon.

 

 

Poco a poco avanzas por los barrios y calles, sabedora que aún queda un buen trecho antes de llegar a la "Sastrería de Roes" que se encuentra cerca de la Plaza de Las Hermanas. El establecimiento en realidad son dos; el principal es tienda textil, almacén y hogar de Roes y su ayudante Jessar; una casa contigua, pequeña y más humilde, es centro de trabajo de las costureras en la primera planta y vivienda de éstas en la segunda. Dónde pernocta Inan Quorgule es una incógnita.

Con diligencia, y cuidado, avanzas aunque te paras de vez en cuando en algún puesto de interés para restar importancia al asunto subyacente, y verdaderamente importante. Afortunadamente, la mejoría de esa zona es notable y las calles más limpias, incluso el olor del pan de la Calle de la Harina llega hasta allí.

Al entrar a la tienda observas que Jessar mantiene una conversación con un hombre apuesto de rasgos marcados y varoniles, alto, moreno y musculado. Su ropa te recuerda a algo exótico, tanto como tu origen. El joven ayudante parece encantado con el hombre, e incluso dirías que hay cierta coquetería por parte del chico; y ya que el hombre no parece en absoluto ofendido prosiguen las risas, hasta que te ven.

- Buenas tardes, señorita Alyssa. ¿Ha tenido un buen recorrido? ¿No le parece que hoy hace bastante calor? -Sin abandonar la sonrisa, pero sí el coqueteo, Jessar te saluda-. ¿Un agua de pepino? -Invita el joven-. Roes se encuentra con una clienta en la trastienda, pero me pidió que lo llamara sin demora en cuanto llegara.

Si Jessar está metido en todo el trasfondo debe ser un gran actor, pues el chico parece estar en un mundo más liviano que los entresijos del espionaje. Por otro lado, el otro hombre te saluda con un gesto amable y te sonríe, pero algo te dice que no eres de su "interés". Inmediatamente el joven ayudante hace sonar una campana de alegre melodía que atrae a la puerta de la trastienda al dueño, Roes. El hombre mayor sonríe al verte, siempre tan elegante aunque con esa mirada a veces demasiado penetrante.

- Jessar, encárgate de las compras de la señorita, hazme el favor -Vuelve a sonreír, pero esta vez es un gesto mucho más sincero y relajado hacia su empleado-. Pase, pase. Esperaba su visita.

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10/09/2015, 23:18
Alyssa Arena

Por fin había abandonado la torre en la que la madre criaba a aquel monstruo en ciernes y tras dejar atrás aquel recital de olores, que aun se hacía notar con alguna nota discordante que se escabullía por las ventanas, había llegado a su destino: la Sastrería de Roes.

Alyssa intentaba ocultarlo lo mejor posible pero en el fondo, tras varias capas de sonrisas y gestos corteses, se encontraba nerviosa. Era algo inevitable, no importaba cuantas veces había ido, cuantas noticias había recibido; el peligro acechaba en cada esquina, en cada información. Una nunca sabía qué noticia recibiría y cuál de ellas sería la última. Por ello toda cautela era poca y Alyssa aceptaba aquel nerviosismo como una herramienta para permanecer alerta, para nunca bajar la guardia, para estar atenta a cuanto ocurría.

- Buenas tardes, señor Jessar. Si, hace calor, si. Demasiado- dijo, secándose la frente con el dorso de la mano.- Así que aceptaré con gusto ese agua de pepino.

Y allí aguardó al agua con la que calmar su sed y que Roes la atendiera, demostrando tan poco "interés" por el interlocutor de Jessar como aquel demostraba con ella. Ahora, cuando finalmente llegó el momento de pasar a la tan esperada reunión con el "sastre", dedicó una última mirada a aquel hombre buscando descubrir por su apariencia algo más de lo que ya había percibido con el primer vistazo. Pero...

Alyssa meneó la cabeza.

- "Nada..."

- Y yo esperaba visitarle, señor Roes.

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12/09/2015, 18:36
Roes

Manteniendo la sonrisa, Roes se hace a un lado para que la joven doncella que acaba de entrar en su tienda entre al almacén; lugar donde suele guardar la mercancía más delicada, hermosa y costosa para su clientela más selecta. Es un sistema creado para contentar a los nobles ricos, pues aunque el dinero compra casi todo la exclusividad produce un tipo de prestigio particular. Así son los nobles, casi un mundo a parte de la realidad que los rodea.

- Si me permiten, hermosas damas -Desvía la pequeña conversación que mantienen tres hermosísimas mujeres indudablemente dornienses, tanto por su físico como por la vestimenta. Cerca de ellas un hombre evalúa a la recién llegada, y aunque exótico y atractivo la celeridad con la que eliminaría una amenaza es casi palpable -. La señorita Alyssa Arena -Solicita la mano de la susodicha, como si se tratara de un hombre de cuna que caballerosamente la presenta en sociedad. La recién llegada tiene la apariencia de una dorniense, y claro está, su apellido no deja duda alguna-. Alyssa, estas bellas mujeres son Tyella, Samira y Orysa. Dornienses, como vos.

Por un instante, aún sujetando la mano de Alyssa, da la sensación que pretende dejarlo ahí; observando las reacciones de unos y otros. Sin más, como si los pequeños gestos le bastaran.

- La señorita Alyssa es una joven agradable e inteligente. Tan diligente en su deber como para ser la doncella de la exigente lady Lysa Arryn, esposa de la Mano del Rey, lord Jon Arryn -Asiente complacido para dejar caer la mano suavemente-. Y ellas, querida -Se dirige a la doncella-, son muy especiales. Su profesión es un arte en ocasiones incomprendida -Un suave ademán de su mano denota que ni merece la pena entrar en detalle sobre la moralidad y opiniones varias, sobretodo cuando hay ciertos rumores sobre el Septón Supremo, detalle que sólo aprecia Tyella y sus chicas-. Soy de los que opina que toda amistad es interesante, ¿no creen? 

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12/09/2015, 19:21
HACEDORA

Notas de juego

Para Alyssa:

  hablando con Jessar.
  en el almacén.
  en el almacén [Edito: ahora sabe que es Samira]
 en el almacén, con pinta de guardia.

 

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PD: pobre Jessar, hasta ahora era como un "Hombre sin Rostro". Mirad que ricura, que sonrisa...

Jessar.

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15/09/2015, 07:45
Alyssa Arena

Alyssa entró al almacén y se sorprendió al comprobar que aquel día estaba especialmente concurrido. No creía recordar a nadie, ni aun de vista, aunque el aspecto de algunos de los presentes decía más de ellos que las palabras, aunque no pocas veces las apariencias engañaban, como ocurría con ella.

Así pues aguardó las presentaciones en silencio, inmóvil hasta el momento en el que se le solicitó la mano en un gesto innecesario pero que tan en consonancia estaba con la teatralidad de Roes. Tan solo cuando el sastre terminó ella volvió a mover algo más que los ojos, que habían estado danzando de un lado a otro bebiendo de la sala como en aquel instante bebía del refrescante agua de pepino que Jessar le había ofrecido.

 - Siempre que la amistad sea productiva y no un obstáculo, por supuesto- dijo con neutralidad dando un nuevo sorbo al agua de pepino antes de esbozar una sonrisa y adoptar un tono mucho más afable.- Un placer, "amigas".

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16/09/2015, 16:54
Tyella Arena

Tyella se había mantenido en silencio dejando a Roes ejercer de maestro de pista, con un leve sonrisa flotando en sus labios, idéntica a la que hubiera ofrecido a un cliente especialmente obsequioso con su lengua. No le había pasado por alto la inquisitiva mirada de la muchacha, como tampoco había hecho oídos sordos a las casuales palabras del mercader acerca de la posición de la joven en la corte.

-Querida, ¿una amistad improductiva y entorpecedora es acaso amistad? -la sonrisa que lució fue un espejo de la ofrecida por Alyssa Arena-. Un placer también para nosotras, sin duda. Hallar una hermana en tierras tan frías es como un soplo de aire cálido acariciando la piel y si es una Arena, el soplo aún es más vivificante. Permite que me presente correctamente -una mirada a Roes exigía su perdón pues había si no corregir sí ampliar su presentación-. Soy Tyella Arena, dueña de La Ninfa de la Seda. Quizás hayas oído hablar de mi humilde casa. Un no me entristecería profundamente pues sería fiel reflejo de que no estamos haciendo bien nuestro trabajo.

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17/09/2015, 22:36
HACEDORA

¡Oh, sí! Has oído hablar de la "Ninfa de la Seda", un exótico burdel con unos aún más exóticos... trabajadores. Como la gran mayoría está ubicado en la "Calle de la Seda", pero a diferencia del resto el exterior llama poderosamente la atención. El edificio es claramente de estilo dorniense, por lo que has oído, ya que hasta ahora no has pasado por ahí. Hasta ahora la información te ha llegado de aquí y allá, en conversaciones susurradas que denotaban ansia y placer.

Una visita por esa zona no sería adecuado para la doncella de lady Lysa, pero puede que en un futuro, con un aspecto diferente, lo puedas ver con tus propios ojos.

.

- Tiradas (1)

Motivo: ¿Sabe del lugar?

Tirada: 1d100

Dificultad: 50+

Resultado: 57 (Exito)

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21/09/2015, 07:57
Alyssa Arena

- Muchos considerarían que sí, después de todo no pocos aceptan que el valor de la amistad reside en la amista en sí y no en los beneficios que se obtienen de ella.

Se encogió de hombros y desvió una vez más la mirada hacia el guardia. Luego bebió un poco más del vaso preguntándose a quién de los presentes protegía y de qué.

- Y he oído hablar, por supuesto. Los susurros con los que sus clientes hablan de su humilde establecimiento da la impresión de que se deben más a que se han quedado sin voz a base de los gritos que dieron dentro que a la prudencia. No lo conozco, pero me gustaría visitarlo un día.- Aunque apenas imperceptible, el rubor asomó a sus mejillas y, consciente de ello, se apresuró a aclarar cualquier posible malentendido.- Por fuera. Desde la calle. Para ver si su aspecto es acorde a lo que se dice que ocurre dentro.- Y con la misma rapidez cambio de tema.- En cualquier caso el tiempo apremia. Decidme, ¿con qué tipo de tela os puedo ayudar, Tyella? Estoy segura de que sabéis más de patrones que una simple sirvienta.

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21/09/2015, 15:51
Tyella Arena

-La amistad en sí misma -murmuró Tyella-. Ignoro el valor de tal afirmación, Alyssa. ¿Acaso es amigo aquel que nada te proporciona, que no te enriquece personalmente y que, además, constituye una rémora o una carga en tu vida? Lo dudo y dudo que nadie tenga por amigo a tal individuo, hombre o mujer. Pero entiendo que esa es una conversación a mantener en otro lugar y en otro momento -con un vago movimiento de su mano pareció deshacer la conversación en el aire.

La escuchó y el rubor y la torpeza de la muchacha provocaron su sonrisa.

-Mi casa está abierta a todo aquel que desee visitarla. Por dentro y por fuera. Pero una muchacha virtuosa y con una posición que cuidar debe obrar con especial comedimiento cuando se trata de dar ciertos pasos. Hay horas del día donde la prudencia dictamina distanciarse de La Ninfa. Otras permiten acercarse e incluso algo más. Es cuestión de dar con el momento adecuado.

Parpadeó desconcertada por un momento. Roes la había presentado como la doncella de Lady Lysa Arryn. ¿Qué lugar tenían los patrones en aquella conversación? Miró interrogadora a Roes y después a Alyssa.

-¿Patrones?

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24/09/2015, 19:03
Alyssa Arena

Se suponía que Alyssa no había ido a conversar sobre la amistad, así que con el ademán de la mano de Tyella dejó que aquel tema se esfumara tal y como la recién conocida buscaba. De igual modo optó por no responder más que con un "A ver cuando llega ese momento" a la cuestión que había provocado su sonrojo. Así pues solo quedaba el asunto de los "patrones", la razón por la que la sirvienta había acudido a aquella sastrería que tejía algo más que telas.

Calló un instante pensando en cómo abordar el tema sin exponerlo a las claras y sin pasarse de discreta, como le acababa de pasar, pero no se le ocurría nada. Mientras pensaba su vaso se vio finalmente vacío de contenido quedándose sin excusa para guardar silencio y no responder a la pregunta.

- Patrones...- repitió.

Quizá se había equivocado, aunque... No, no podía ser. Era Roes quien las había presentado. Ambas Dornienses, ambas en aquella ciudad extranjera.

- Nada. Perdonadme. El agua de pepino se me ha debido subir a la cabeza- bromeó.- Decidme, Tyella, si gustáis, ¿qué razón os trajo a estas tierras extrañas y os llevó a dedicaros a tan peculiar negocio?

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24/09/2015, 22:46
Roes

La breve mirada de Tyella descubrió a un Roes evaluador sobre el desarrollo de la presentación entre ambas dornienses. Siempre había llevado hasta el último momento su papel como mercader, como si disfrutara de la farsa, del teatro. Probablemente quisiera comprobar cómo ambas se comportaban, fingían, se entendían, o no...

Era difícil apreciar el sentido real de sus sonrisas ligeras, como la que tenía en aquel momento después de la pregunta de Alyssa. Lo que si sabían es que cuando lo creyera oportuno intervendría, y por ahora parecía interesarle la respuesta de la exuberante cortesana. 

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25/09/2015, 02:01
Tyella Arena

Tyella enarcó una ceja, un gesto que no debería pasar desapercibido a ninguno de sus acompañantes. Después, simplemente, sonrió. Sus ojos, no obstante, no rubricaban tal sonrisa.

-Querida, como bien dice Roes, toda amistad es interesante. Ahora bien, la amistad es algo que debe conquistarse y en ocasiones el camino es arduo especialmente si se siembra de preguntas. No obstante, satisfaré vuestra curiosidad. Esta es una tierra de oportunidades si saben buscarse. Y en cuanto a mi peculiar negocio -la sorna era palpable-, la humanidad se mueve al ritmo del sexo y del dinero. Yo, sencillamente, concilio ambos.

Dio dos palmadas que resonaron secas.

-Hora de regresar a casa -dijo dirigiéndose a su grupo-. Roes, como siempre un placer. Mandadme recado cuando los vestidos estén listos. Alyssa Arena, confío en que volvamos a vernos. Las puertas de mi casa están abiertas para vos.

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27/09/2015, 23:49
Alyssa Arena

Alyssa frunció ceño levemente con frustración. Luego miró a Roes y se mordió el labio preguntándose si había metido la pata y en qué podía haberla metido. ¿Había sido su impaciencia? Seguramente. Desde el momento que le había dicho que se dirigiera a allí la curiosidad había sido el combustible de todos sus pensamientos, una curiosidad que le había hecho actuar con imprudencia, sin dar los pasos debidos, y de ahí el traspiés.

- Yo también debería marcharme, Roes, si tardo más de lo prudente Lady Lysa puede molestarse. Gracias por invitarme.

A continuación su atención regresó a la que hasta hacía poco era una desconocida.  

- Y a vos os agradezco la invitación- dijo con una inclinación de cabeza.-. Algún día iré, cuando dé con el momento adecuado.

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30/09/2015, 22:54
Roes

Con delicadeza propia de quien trata a diario a noble clientela, anhelantes de adulaciones varias, Roes sujeta la mano a Tyella para apenas rozar sus labios en la tersa piel.

- Mi hermosa Tyella... Encantadora como siempre. Inteligente como siempre -Aún sujetando la mano, sin ejercer apenas presión, mira a Alyssa-. Hace no demasiado, antes de que llegaras a Desembarco, hubo un inesperado malentendido con un resultado... nefasto. Deria era una jovencita prometedora -Vuelve a fijarse en Tyella y sonríe con cierto pesar-, y sin embargo con un solo desliz la promesa se esfumó.

Con cierto toque teatral libera a Tyella de su agarre para, con la misma mano, hacer un ondulante gesto para enfatizar su última palabra. Cierta serenidad regresa a su rostro que ahora se encara a la doncella Arena, y paso tras paso se posiciona junto a ella pero de cara a todos.

- Un día parecido a éste Deria vino a visitarme, como era usual. Aquí mismo -Extiende las manos hacia el suelo y con un ligero arco os abarca-. Aquí fue donde mi prometedora muchacha se dejó llevar por ese mal que son las suposiciones; y el resultado, como ya dije, fue nefasto. En aquel entonces mi cliente no era ni la mitad de interesante que vosotras, pero nada tenía que ver con nuestros planes y nada pude hacer por evitar lo inevitable. Jacor Trant apareció muerto en una calle cerca del Lecho de Pulgas. Ya sabemos lo peligroso que es ese lugar, idóneo para morir tras un atraco.

Con igual delicadeza coge la mano de Alyssa, pero esta vez la cubre con la otra en un gesto casi paternal mientras su atención se centra exclusivamente en la doncella.

- Me alegro que las suposiciones se hayan quedado en la entrada de mi local, de lo contrario estaría nuevamente defraudado. Puede que mi fallo sea poner toda mi alma en aquellos que merecen la pena, pero ya estoy mayor para sufrir decepciones.

Finalmente besa la mano en un calco idéntico a lo hecho con Tyella.

- Lo has hecho bien, Alyssa. Discúlpame si te he metido cierto temor, no supongas que estoy molesto contigo. Ni mucho menos -Mantiene una sonrisa algo triste, como si estuviera viendo a otra persona-. Poco antes de tu llegada comentaba a Tyella un encargo urgente donde es probable que se te requiera. Y sí, todos los presentes, pese a los intereses personales, nos regimos por la voluntad de la Casa Martell -Aclara el comerciante que de dorniense no tiene nada-. En breve se anunciará un tornero por el "Festín de la Cosecha", un ejemplo de vanidad y poderío patrocinado por los Lannister -Ahora no parece ocultar cierta molestia al pronunciar el flamante apellido, pero regresa a un tono emocional neutro-. Apenas un mes para que Samira cumpla con su deber -Señala a la mujer quien parece evaluarla de alguna manera un tanto especial, peligrosa tal vez. Sin duda le falta el temple y saber estar de Tyella o la otra mujer que os acompaña en el almacén-. Deber que será moldeado por Tyella, y como es probable que necesitemos de tu ayuda he concertado esta reunión. Tu posición en la Fortaleza es idónea, y tarea apremiante aparte, estoy seguro que ambas disfrutaréis de una fructífera relación. 

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30/09/2015, 23:04
HACEDORA

Notas de juego

Alyssa:

Samira es la del velo burdeo.

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03/10/2015, 17:39
Alyssa Arena

Alyssa enarcó una ceja al comienzo del discurso de Roes, confundida y quizá preocupada ante lo que relataba, pero tan pronto llegó al final sonrió. No se había equivocado, no al menos en el fondo aunque quizá si en las formas. En cualquier caso la liebre había sido saltado, por fin. El grano poco a poco estaba siendo separado de la paja, pero aun quedaba mucho para poder hacer de él una hogaza de pan decente, una hogaza con la que si bien aliviaría parte del hambre, aun estaría lejos de estar saciada.

- No hay nada que disculpar, Roes. Le agradezco que me haya tenido en cuenta para esta tarea y si como decís tan apremiante es... Me temo que deberé esperar aquí un poco más, solo hasta que Jessar encuentre en el almacén las telas que requiere mi señora y quizá alguna más, nada importante, un detalle con el que adular a la esposa de la Mano y con el que mi retraso no la llegue a molestar- dijo con jovialidad.- Si no os parece mal, por supuesto- se apresuró a añadir.

- Por favor, Tyella, no os marchéis aun. Vos me habéis invitado a vuestra casa y es adecuado que corresponda con algo a vuestra invitación. Seguramente la ayuda de la simple sirvienta de la Mano no sea demasiado- resultaba difícil discernir si en aquella ocasión la sorna asomó la testa entre sus palabras-, pero es lo único que os puedo ofrecer. Decidme, ¿hay algo en lo que yo, Alyssa Arena, pueda ayudaros?

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05/10/2015, 23:30
Tyella Arena

Se mantuvo seria ante el teatral comportamiento de Roes. Nada había de gracioso en ello y el mensaje era claro. Cualquier desliz acabaría con su cuerpo en el fondo del río. Si tenían suerte. Roes tenía la gracilidad de un áspid y como tal, encarnaba el concepto de letalidad. No dudaba que de ser necesario mordería inoculando su veneno. Para Roes no existía el término amistad por más que proclamara a los cuatro vientos las ventajas de una amistad "interesante".

Cuando finalmente Alyssa habló, se volvió hacia ella. La miró de forma penetrante, pensativa y se tomó su tiempo, en silencio.

-No hay nada de simple en servir a otros y toda ayuda, en el sentido que sea, es un regalo. No despreciaría ni lo uno ni lo otro. No sería inteligente. Alyssa, lo que me ofreces es mucho y no seré tan gratuita como para desaprovecharlo dejándome llevar por la precipitación. Habrá tiempo para todo. Conoces la labor que nos ha sido encomendada -una mano abarcó a su gente y la mirada se centró un instante en Samira-. Es altamente probable que te necesite en algún momento. O que creas que te necesito incluso sin yo saberlo. En dicho caso concertaré una reunión a través de Roes. En mi casa o aquí mismo, según ordenen las circunstancias. Y de igual modo insisto que mis puertas están abiertas, no solo para satisfacer una sana curiosidad, sino para cuanto necesites, sea esto hablar o disfrutar de unos dátiles en silencio

Sonrió, una sonrisa que llegó a sus ojos.

-Debemos marchar. La tarde muere y comienza la noche, que es cuando la ciudad despierta a sus sentidos. Hora de trabajar. Roes, un placer como siempre. Alyssa, encantada -dijo acercándose a ella y besando su mejilla-. Ojalá un día seamos bendecidas por una mutua amistad verdadera.

 

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08/10/2015, 23:31
Alyssa Arena

Nada, no había conseguido nada, es más, se iba con menos de lo que había llevado. Había llegado esperanzada, llena de curiosidad, deseando escuchar lo que le tenían que decir y por lo que la habían liberado durante unas horas de tener que soportar a ese... maravilloso niño. Y ahora que la reunión había terminado se iba con las manos llenas de promesas, que es lo mismo que vacías. Y preguntas, multitud de preguntas. Sí, ahora contaba con una potencial amistad. Una amistad para la que, como siempre, se necesitaba tiempo, y la impaciencia de la hija de Dorne, despertada nada más saber de aquella reunión, le decía que no tenía. 

- De acuerdo- intervino con la vista puesta en el suelo, vista que alzó de nuevo a tiempo de observar la sonrisa de Tyella y, con ella, Alyssa también sonrió.

Quizá fuera la confianza que aquella mujer emanaba, o la sonrisa sincera de otra hija de la arena (nada de ello común en la tierra extranjera que pisaba) pero aquello pareció aplacar la impaciencia de la joven que ahora sentía que todas aquellas promesas se volvían más tangibles, más reales. Se volverían a ver.

- Ojalá- repitió sonriendo y ligeramente ruborizada ante el beso.- Y un placer haberos conocido. Roes, yo también debería marcharme. Muchas gracias por la invitación.