Partida Rol por web

Vientos de invierno

Capítulo I: determinación

Cargando editor
11/06/2015, 21:38
HACEDORA

Notas de juego

A dos días de viaje está el Último Hogar, y en otra dirección una columna de humo como a medio día del punto donde estáis.

Cargando editor
15/06/2015, 10:49
Ser Jolan Allenbrooke

Notas de juego

Buenas. No sé si estás esperando a que decida algo, porque la verdad es que en mi último post, la dirección que decido tomar ha quedado un poco ambigua. Se supone que, asumiendo que la columna de humo se corresponde al refugio destruido, decido ir directamente hasta el Último Hogar, porque no confío en que las fuerzas me acompañen mucho más.

Cargando editor
15/06/2015, 22:31
HACEDORA

Notas de juego

Pasaron cinco días desde que dejaste el refugio, la columna de humo corresponde a una localización.

Cargando editor
15/06/2015, 23:38
Ser Jolan Allenbrooke

Mientras mis hombres me ayudan a desabrochar las cinchas que ajustan las placas de mi armadura, cuyo peso me resulta agobiante, miro a los escoltas de la casa Umber.

¿Sabéis qué es lo que hay en esa dirección? —inquiero, señalando hacia las volutas de humo que se elevan en el aire. Ojalá se tratara de un refugio seguro...

Notas de juego

¡Ah! Lo siento entonces. Mea culpa. Había creído que, cuando han hablado de un refugio destruido, se referían a la columna de humo que veíamos a lo lejos. Si no es así, igual me lo pienso.

Cargando editor
18/06/2015, 00:35
Guardia

Tomas la decisión de apearte del caballo y despojarte de la armadura que, si bien te protege, te está incomodando demasiado y haciendo que tu brazo adquiera una posición no demasiado conveniente. Dos días más de viaje hasta el "Último Hogar" puede llegar a ser una tortura, pero no es una mala decisión con el refuerzo de la patrulla y las batidas frecuentes que parecen descartar que estás siendo vigilados. Tal vez cambies de opinión y a la mañana siguiente vuelvas a vestir el metal, pero ahora podría ser un buen cambio.

- Hacia esa dirección se llega a las Montañas, sir -Luego señala en dirección opuesta, hacia el Este aproximadamente-. Cruzando el bosque se llega al "Último Hogar". Si pregunta si el humo es de algún asentamiento lo desconozco, sir. El "Bosque de Lobos" es amplio y no sería extraño encontrar una choza o refugio improvisado, sir.

O tal vez el humo pertenezca a alguna carreta que con suerte logró sortear el espesa y difícil bosque. Es hora de abandonar los aledaños del "Camino Real" para adentraros en el secundario hacia la Casa Umber o explorar hacia las Montañas.

Cargando editor
18/06/2015, 11:30
Ser Jolan Allenbrooke

Tras pensarlo unos instantes, llego a la conclusión de que todo lo que podamos averiguar acerca de esta zona puede sernos de ayuda a la hora de encontrar a mi sobrino Ionar. Valorando la cercanía del lugar desde el que asciende la humareda, tomo una decisión.

Vamos a ver de qué se trata —digo, señalando la columna de humo con un gesto casual—. No podemos permitirnos que se nos escape nada. Señores —empiezo, girándome hacia los guardias—, os agradezco sinceramente vuestra oferta de escoltarnos, pero estamos en una situación de lo más acuciante, y no podemos dejar nada al azar. Sois libres de regresar con vuestro señor, algo que sin duda estaréis deseando. —Sonrío—. No obstante, lo cierto es que nos vendrían bien unos cuantos brazos fuertes más después de las recientes pérdidas que hemos sufrido, aunque entiendo que sería demasiado pedir. Soy consciente de que acompañarnos hasta allí excede vuestras obligaciones, pero como bien sabéis, el joven heredero de una notoria casa norteña ha desaparecido, y toda la ayuda que podamos conseguir será poca.

Mis ojos, aunque amables, permanecen fijos en los del guardia, apelando inconscientemente a su sentido del honor.

Notas de juego

¿Cómo lo veis? ¿Creéis que iría bien una tirada de Carisma para hacer chantaje emocional a los guardias? XDDD

Cargando editor
22/06/2015, 22:08
HACEDORA

Como cabía esperar, tus palabras parecen sembrar la duda y los demás guardias se mantienen expectantes a lo que decida el que está al mando. Entre las órdenes, tus palabras y los emblemas (en especial el Stark) su expresión lo delata antes de que hable.

- Conocemos la zona -Mira a los guardias situados a su lado-. Abrimos la marcha, ser.

Sin más preámbulos, ni palabras que puedan ponerlos en evidencia, la patrulla se encarga de abrir paso hasta encontrar el origen del humo. La prisionera se deja llevar a veces y se resiste otras, acabando siendo arrastrada unos metros hasta que se incorpora y la marcha puede proseguir. Por otro lado el frío parece portarse mejor con vosotros, el cielo está despejado y el bosque tiene un toque más animado cuando de vez en cuando algún animal corretea en busca de comida o refugio, como un cervatillo que cae fulminado por un flechazo para ser despedazado hábilmente.

- Hoy comeremos carne fresca. Le ayudará a reponer fuerzas, ser -afirma Sigmund al tiempo que te enseña un trozo de carne en sus manos ensangrentadas y una sonrisa deslumbrante. Sin duda el chico parece haber olvidado a la "moza" que lo tenía obnubilado. Toda una aventura para el chico.

Tras guardar la carne adecuadamente, y ocultar los restos de la matanza para no delatar vuestra presencia, avanzáis hacia la ahora fina columna de humo que cada vez se halla más cerca. A media tarde, con tan solo un par de horas de luz a vuestro favor, el resto de una pequeña cabaña quemada aparece ante vosotros cuando los rastreadores comprueban que la zona es segura.

- Hemos encontrado a un hombre moribundo -anuncia Waymar cuando estáis a pocos metros y señala un lateral donde tu rastreador se encuentra agazapado sobre un bulto tendido en el suelo. Se trata de un hombre brutalmente golpeado y parcialmente quemado, sobretodo en sus piernas. No, no se trata de Ionar pese que podrían tener una edad parecida. Viste pieles al estilo Salvaje, pero Sigmund te hace notar una cota de cuero tachonada bajo las pieles-. Hay huellas hacia las montañas -comienza a explicar a medida que señala la ruta-. Han intentado borrarlas pero no son muy buenos, pero si no fuera por el humo la nieve las hubiera cubierto.

Como poco os llevaban medio día de ventaja si no habían parado de avanzar, pero de seguir tendrías una serie de cuestiones a tener en cuenta: tu estado físico del que eres consciente si entráis en combate y el retraso que implica la prisionera, por no mencionar el destino del moribundo que se encuentra en tus manos.

Cargando editor
08/07/2015, 16:46
Ser Jolan Allenbrooke

Sacudo la cabeza, consternado frente al panorama que se nos presenta. Un hombre moribundo yace en el suelo, cerca de su cabaña; es el punto final de nuestra búsqueda. A partir de aquí, todo se torna incertidumbre. Las huellas de los asaltantes se pierden en la lejanía, dirigiéndose hacia las montañas. Por mucho que quiera, en mi estado no puedo permitirme llevar a cabo un viaje cuya duración es indeterminada, y cuyos frutos están menos claros todavía.

Dejémoslo —digo con sobriedad, desalentado. Luego, miro al hombre tendido, y examino por encima sus heridas—. Si existe alguna posibilidad para él, deberíamos intentar tratar sus heridas y llevarlo con nosotros hasta el Último Hogar. Allí, una vez restablecido, tal vez pueda responder algunas preguntas acerca de quién le ha hecho esto. Hagamos lo posible por mantenerlo con vida.

Después, indico a mis hombres que acomoden al hombre en la improvisada camilla que habían preparado para mí. No creo que me pase nada por viajar montado un poco más; de todos modos, ahora que me he quitado la armadura, iré más ligero y cómodo, y no es descabellado pensar que podré resistir la cabalgada hasta el Último Hogar.

En estos momentos, no hay nada que más desee que llegar hasta un refugio seguro y descansar. Tratar de ser fuerte todo el tiempo me está empezando a pesar.

Échale un vistazo a mi herida —le digo a Waymar—, y dime con sinceridad si crees que podré aguantar el viaje a caballo hasta el Último Hogar...

Notas de juego

Bueno, ya está. Ya he conseguido postear...

Una cosa: en caso de que viajar montado supusiera un riesgo grave, ¿podría tratar de resistirme con una tirada de Fuerza (lo más parecido a Constitución)?

Cargando editor
13/07/2015, 00:50
HACEDORA

Notas de juego

Disculpa la demora, desde el jueves estoy un tanto out. Sobre la herida y montar tranquilo, si tu intención es regresar con calma y no hay más demora podrías, lento pero puedes. 

Contesto en breve (mañana espero)

Cargando editor
15/07/2015, 23:08
HACEDORA

Mientras eres ayudado a bajar del caballo para que Waymar revise tu herida contemplas cómo se lleva a cabo tus órdenes. Algo más de la mitad de los soldados se dedican a vigilar ante un posible ataque, los demás ayudan a colocar el herido sobre la camilla y sujetarlo bien.

- No parece que sangre -informa Sygmund-. Está inconsciente y llevaba ésto entre sus ropas.

El joven explorador te enseña una daga que para nada recuerda al estilo de forja de los Salvajes, incluso dirías que la empuñadura de pino es la típica talla norteña. Pero eso no dice mucho, y por lo demás, sin contar la armadura bajo las pieles, no aclara quién y por qué sucedió lo que ves.

- Haremos paradas regulares, así que... Dos días y medio, tal vez tres, pero llegarás. Nada de esfuerzos, ser.

Tras revisar la herida dejáis atrás la madera quemada y las huellas que os adentrarían, posiblemente, al interior de las montañas. Es sabido que la cordillera alberga numerosos clanes leales a la Casa Stark, pero también propicia innumerables escondites que sin explorar y en las condiciones actuales la decisión parece razonable.

Durante el trayecto las raciones se hacen necesarias, pero se logra equilibrar gracias a la caza haciendo más llevadero el viaje. Eso sí, el frío, sobretodo en la noche, obliga a mantener tensas guardias debido a las hogueras que inevitablemente debéis encender. El invierno cada vez es más largo y frío, sin duda se acerca el invierno...

Al anochecer del tercer día, inevitable la tardanza para mantener tu herida limpia y al desconocido con vida, se divisa el "Último Hogar", fortaleza de la Casa Umber. La patrulla se adelanta para advertir de vuestra llegada y de inmediato sois bienvenidos al interior.

La Casa Umber, vasalla de la Stark, como es la tuya, es una de las Casas menores más apreciadas y respetadas por su valía, producto tal vez por las duras condiciones de sus vastas tierras. Controlan las tierras a lo largo de la Bahía de las Focas, bordeando el Agasajo y extendiéndose al oeste hasta el Camino Real. Su proximidad al Muro ha forjado un carácter duro, auténticamente norteño, además de unos expertos contra los ataques de los Salvajes cuando éstos se adentran a explorar más allá del Muro. Debido a ello se entiende la excelente defensa del castillo, tanto por la dificultad del terreno como por las resistentes murallas.

Mozos de cuadras se encargan de los caballos mientras las patrulla que os ha acompañado hasta ahora da paso a otros, su cometido termina y el de otros empieza.

- Seguidme, ser -dice un hombre alto, de barba poblada y con más experiencia en su mirada que la mitad de los hombres que has visto en tu vida-. Lord Umber le espera en el Salón Principal.

A medida que avanzas por el castillo es notable la austeridad, pues pese a que posee bosques de robles y pinos, además de canteras, su riqueza real los obliga a mantener la austeridad. Posiblemente, sin desearlo, sea uno de los motivos de ser tan duros y tenidos en cuenta en combate. Allá donde el dinero no reina otros valores se desmarcan.

- Ser Jolan -Reconoces al hombre que sin miramientos baja de su silla para acercarse, y aunque entrado en años aún se percibe su fortaleza-. Las circunstancias de nuestro encuentro no son halagüeñas, pero aquí estamos. 

Cargando editor
28/07/2015, 11:05
Ser Jolan Allenbrooke

Nunca había estado personalmente en el Último Hogar, y su visión resulta tan reconfortante como espectacular. Sin duda, entrar en sus murallas era algo ansiado por todos nosotros. El viaje ha añadido nuevas dudas y temores a los que ya teníamos antes de partir.

No tardan en conducirme ante la presencia del señor de la casa. Asiento sin responder a sus palabras de bienvenida. Tiene más razón de la que cree. Mis ojos se mantienen perdidos en la distancia unos segundos, antes de mirar a mi interlocutor.

Muchas gracias por acogernos en vuestra casa, lord Umber. —Intento esbozar una sonrisa, pero mis ojos siguen pensativos—. Estoy en deuda con vos. Ha sido un viaje arduo, y los salvajes no lo han facilitado ni un ápice... Perdí a algunos de mis buenos hombres en una emboscada nocturna. Últimamente se están volviendo... osados.«Locos, más bien; creo que esa palabra sería más apropiada», pienso—. Había algo extraño en el comportamiento de los que nos atacaron. Algo siniestro, diría. Hemos traído a una prisionera con nosotros para ver si podemos sacarle alguna información. Veréis... Pareciera como si esos hombres y mujeres hubieran perdido completamente el juicio. Se lanzaron sobre nosotros sin ningún atisbo de instinto de preservación, arrasando con lo que pudieron antes de caer. Pero lo que era más perturbador era que pretendían devorarnos... —Sacudo la cabeza—. No es la primera vez que me topo con alguna tribu primitiva de caníbales. No fue eso lo que me conmocionó, sino más bien el hecho de que parecían padecer alguna clase de locura. Se comportaban como depredadores famélicos. Literalmente. He visto a muchas gentes incivilizadas, pero nunca había presenciado tal grado de... bestialidad. —Mis ojos se fijan en el rostro de lord Umber—. Logramos rescatar con vida a un joven de una granja cercana, que al parecer también había sido asaltado por ellos, pero está inconsciente. Estamos esperando a que se recupere de sus heridas para ver si puede decirnos algo al respecto. Lord Umber... —Hago una pausa—. ¿Vos sabéis algo de esto? ¿Os resulta familiar este comportamiento?

Ni siquiera me atrevo a preguntar directamente si los salvajes que se llevaron a mi sobrino Ionar presentaban esa clase de locura. En caso de que así fuera, mis esperanzas se reducirían drásticamente.

Cargando editor
03/08/2015, 20:38
"Gran" Jon Umber

No pasa desapercibido las diversas expresiones en su rostro a medida que relatas. Sorpresa, incredulidad, asco, reconocimiento... Lord Umber es sin duda uno de los señores en Poniente que más ataques ha sufrido por parte de los Salvajes, sin contar a la Guardia Negra.

- ¡Salvajes! -masculla como si la palabra estuviera atragantara en su garganta y por fin se deshiciera de ella-. He visto mucho, ser Jolan. Matan a granjeros y sus familias sin miramientos quemando todo tras de sí. Son brutales y no es la primera vez que me llegan reportes de... ¡Malditos todos ellos!

Levantándose del trono se sienta en una de las mesas cercanas a ti. La mayoría de las casas hacen del salón principal una estancia polivalente y la Casa Umber no marca la diferencia.

- Traed comida y buena bebida -ordena al tiempo que te invita a tomar asiento frente a él-. Que sepamos nunca nos hemos enfrentado a hombres con mentes tan perversas y enfermas, pero sí nos hemos encontrado alguna vez con indicios de... -Con un gesto brusco de su mano deshecha una palabra que debería no existir-. No sé sí todos los Salvajes son así de repugnantes, pero no me extrañaría. Si están más allá del Muro es por una buena razón -Asintió convencido-. Pondré a mis mejores hombres con esa prisionera, pero vos y vuestros hombres comeréis y descansaréis como los Antiguos mandan... Y los Siete -Se apresura a añadir sin ocultar una sonrisa casi socarrona, más como el conocimientos de que casi comete un desliz. Pocas son las Casas en el Norte que adoran a los Siete, por lo que son más que conocidas-. Atenderán las heridas y mañana nos pondremos al día. Ojalá los Antiguos nos levanten con buenas noticias y vuestro sobrino sea encontrado.

No te pasa inadvertido que no añade nada después de eso. Un hombre curtido en la batalla como él sabe que cualquier situación es posible y, como mínimo, encontrar el cuerpo de Ioanar sería un alivio, pobre consuelo pero al menos un cuerpo que velar. Pero los malos pensamientos podrían hacerse a un lado en cuanto ves que varios sirvientes traen lo que sería un pequeño banquete sólo para vosotros. El apetito de los Umber es sin duda voraz.

Vino especiado, pan recién horneado, guiso de buey, costillas asadas, jamón asado con miel, revuelto de verduras y manzanas asadas al vino. Sin duda una cena abundante, aunque no es que tengas en mayor de los apetitos. Sin embargo, como bien sabes, necesitas aunar fuerzas para lo que te pueda deparar. Comes de a poco mientras lord Umber te cuenta los pormenores de sus tierras, además de engrandecer la férrea decisión de su hijo por encontrar a Ionar.

- Ese muchacho mío. Terco como una mula, pero leal donde los haya -Golpea la mesa reafirmando sus palabras-. Te aseguro, ser Jolan, que se dejará la piel para encontrar a tu sobrino -Asiente intentando ser cómplice de lo que tu interior siente, o más bien desgarra-. Descansemos y recemos para que mañana sea un gran día.

Cargando editor
07/08/2015, 21:32
"Gran" Jon Umber

Cuatro días pasaron sin que hubieran novedades. Cuatro días donde los conocimientos del Maestre del castillo estuvieron a tu disposición en cuerpo y mente, ya que la sabiduría del anciano hizo llevadera la sanación. Aún así era difícil permanecer dentro de aquellos muros, y sin embargo notabas cierta mejoría. El dolor era menor pero persistía, no así el movimiento de tu brazo izquierdo que permanecía en cabestrillo. Por lo menos te mantenías sin problema en pie aunque vigilando el esfuerzo que realizabas. De entre todos tus hombres, Sigmund llegaba a ser una pesadilla constante, impaciente por estar disponible a cualquier necesidad que tuvieras.

- Señor, lord Umber solicita su presencia -El guardia, de envergadura como muchos otros allí, te guía hasta una habitación alejada del resto. De hecho sales al exterior, pasando las caballerizas y los barracones. La puerta es custodiada por dos guardias que dan paso al interior de la pequeña edificación. Posiblemente se trate de una especie de sala para los heridos, y cuando entras dos hileras de camastros ahora vacíos lo confirman, todos menos uno. Sobre una de las camas yace quien supones es el herido que recogiste, ahora aseado y tapado con una sábana. Lord Umber y el Maestre se hayan a un lado, hablando, hasta que te ven y hace una seña para que te acerques.

- Tienes mejor aspecto, ser Jolan -Aprecias interés aunque no muestra simpatía-. A punto estuvimos de pasarlo por alto -Con un gesto seco te entrega el peto de una cota de cuero tachonado. Mientras lo recoges un gemido de dolor te hace fijarte en el hombre encamado. Lo primero que te llama la atención es que han atado sus manos a cada lado, pero no parece luchar contra las restricciones. El hombre podría tener algo más de veinticinco años, no se ve mozo pero tampoco muy adulto, aunque las heridas en su rostro algo hinchado y con moratones no ayuda. Las heridas han sido tratadas y no hay signos de infección que veas. Lo curioso es que hay más moratones que cortes, como si la única intención fuera golpearlo intensamente.

- Cof, cof... -el carraspeo de Jon te indica que mires un lugar concreto del peto. En la zona izquierda, junto al corazón, hay un quemadura en el cuero, sin duda con intención de borrar algo. Sin embargo, el Maestre amablemente te señala el interior. Con carbón han resaltado el revés del emblema que muchas casas ponen sobre sus armaduras, como la que indica que esa cota de cuero tachonado es, o fue, de la Casa Flaghan-. ¿Y bien?

Lord Umber no parece muy contento con el descubrimiento.

Cargando editor
20/08/2015, 10:54
Ser Jolan Allenbrooke

Momentáneamente confundido, miro la cota de cuero, luego al hombre encamado, después a mis dos interlocutores y, finalmente, de nuevo la armadura.

¿Qué significa esto? —murmuro, sin saber muy bien qué pensar. ¿Acaso el hombre al que he rescatado de una muerte segura había robado la armadura de uno de los hombres que acompañaban a Ionar?—. Esta armadura de cuero perteneció a uno de los soldados de mi sobrino... ¿Cómo es que la tenía él? —Miro al maestre, como preguntándole tácitamente si el hombre herido está en condiciones para ser interrogado, pero antes de que me haga ningún comentario, me adelanto hasta situarme junto a la cama y me inclino hacia el joven convaleciente—. Esta coraza de cuero que llevabas, ¿dónde la encontraste? ¿Quién la llevaba? Contéstame o te juro por los Siete que no... —No termino la amenaza. Debo mantener la calma. A día de hoy, este hombre de frágil salud es la única pista que tengo del paradero de mi sobrino Ionar y de sus hombres, si es que siguen vivos, así que debo controlarme. Miro a Jon Umber y al maestre, con una expresión de ira contenida, que enmascara el temor que siento por estar acercándome a una verdad que no sé si deseo conocer—. ¿Qué creéis que significa? ¿Pensáis que este hombre puede haber visto al grupo con el que cabalgaba Ionar?

Seguramente, el muchacho tan solo se limitó a saquear uno de los cadáveres resultantes de la refriega. Pero aunque así fuera, al menos tendríamos un lugar desde el que empezar a buscar...

Cargando editor
21/08/2015, 00:18
HACEDORA

Entre palabras y rabia aumentando a cada segundo terminas por entender que el hombre está en medio de una neblina semiconsciente. Abre los ojos, los entrecierra, los vuelve a cerrar seguidos por un gimoteo... Ante tu mirada el Maestre se acerca a una mesa cercana con numerosos botes, objetos y demás parafernalia que crees son para curar heridas.

- No sabríamos decirte, ser Jolan -responde Jon por ambos-. Estamos tan intrigados como vos.

El Maestre regresa con un bote de cristal pequeño medio lleno de un líquido verdoso que pone a oler al desconocido mientras que Jon permanece con los brazos cruzados. El hombre mal herido agita su cabeza obviamente asqueado por el olor, pero cada vez más cerca de la consciencia.

- Tardará un poco -Vuelve a acercarle el botecito hasta que por fin su expresión parece transmitir que está despierto-. Muchacho... -Unos suaves toques atraen la atención del hombre hacia el Maestre-. ¿Quién eres? Te han encontrado en muy mal estado, pero he curado tus heridas -El Maestre, bien entrado en la cincuentena y con un aspecto en apariencia amable, parece intentarlo por una vía más pacífica-. Tienen que hacerte unas preguntas y estaría bien que colaboraras, así puedo seguir cuidando de tus heridas.

El hombre se percata de sus ataduras e inconscientemente tira de ellas hasta que comprende que está retenido. Poco a poco se fija en vosotros casi a duras penas pues los hinchazones de sus ojos lo impedimenta. Es cuando se fija en ti que suenan las alarmas, o más bien la sorpresa reflejada en su rostro y actitud al intentar evitarte.

- Ya me estás casando, muchacho. Habla o te cuelgo de la muralla -espeta lord Umber mientras da un paso con actitud amenazadora. Con un gesto te pide la cota que de inmediato casi estampa en la cara del hombre-. ¿De dónde la has sacado? -Como respuesta el desconocido traga audiblemente asustado, mirando tanto a él como a ti.

- Yo... Yo... Yo... Lo siento, ser Jolan -Revela un detalle interesante cuando crees que comienza a hiperventilar-. Seguí a mi, a mi... A mi hermano. Nos prometió muchas cosas pero era todo mentira -Prosigue cuando parece calmarse, alternando su mirada en todo los presentes-. Esa cota es mía. Bueno... Ahmm... Era mía. Es decir, es mía pero no -El hombre parece confundido por un momento al comprender la naturaleza de los hechos-. Me llamo Fabiar y estuve al servicio de la Casa Flaghan hasta que... Hasta que... Yo... Yo... No quería dejar a mi hermano. Yo...

- Tranquilo, muchacho. Aquí, toma ésto. No, tranquilo, ésto es mucho más agradable -El Maestre casi sonríe. Luego de darle alguna bebida, y unas cuantas palabras de aliento baja la atenta y amenazadora mirada de Jon, el desconocido parece más tranquilo. Más dispuesto.

- Ser Galbraigh... No. Ahm... Galbraigh tiene a su sobrino. Yo... Tenía que ir con mi hermano.

- ¡Basta ya de tanto hermano! -Estalla lord Umber agitando al hombre que ya tiene nombre-. ¿Dónde está el joven Ionar?

- Sí, sí, sí... No. Quiero decir que no hablaré más de... Yo... -Calla por un momento debido a su desconcentración-. Alguien avisó de su llegada a Invernalia, y que iban a visitar el Último Hogar. Galbraigh ordenó a su segundo que se encargara de la emboscada y que atrapara a lord Ionar con vida. Él tenía que ir a Desembarco, pero mi herma... Pero su segundo no me dijo para qué, pero... Quería ayudarlo, de verdad que lo intenté -Te mira-. Pero mi... -Suspira-. El segundo me descubrió y...

Con un encogimiento de hombros hace un alto en su explicación. Lo que tienes entre manos es nuevo, peligroso e intrigante. Sabes que a la marcha de Hollister sucedieron otras pocas, nada a tener en cuenta, y sin embargo ha logrado reunir un grupo lo suficientemente grande y eficaz para emboscar y eliminar a casi toda la comitiva que acompañaba a tu sobrino y el "Pequeño" Jon. Astuto a la par que ladino fue usar el camuflaje de Salvajes, y ahora Ionar puede estar a camino a cualquier parte. Tal vez algunas preguntas concretas podrían arrojar más luz al asunto.

Sin embargo, otra pregunta comenzaba a sonar intrigante: ¿qué era tan importante para que Galbraigh dejara semejante oportunidad de venganza en manos de otro?

Cargando editor
21/08/2015, 00:23
HACEDORA

Notas de juego

Suena confuso, pero esa es la idea. Recuerda que está herido y tiene mucho que explicar al tiempo que se ve atemorizado.

Si necesitas una mejor explicación off-rol dímelo, tal vez nos ahorremos un par de post intentando que Jolan lo entienda. O no ;)

Cargando editor
26/08/2015, 13:18
Ser Jolan Allenbrooke

Cuando oigo mencionar el nombre de Galbraigh Hollister, todo se pone en su sitio. Mis peores sospechas se han hecho realidad con las palabras de un muchacho herido. Por lo que he conseguido entender de lo que ha dicho Fabiar, este chico es un antiguo servidor de la casa Flaghan, lo que explicaría la cota de cuero que estaba en su poder. Su hermano es el segundo al mando de Hollister, y recibió la orden de capturar a Ionar. Galbraigh, según parece, ha ido a Desembarco del Rey, pero eso no explica dónde está mi sobrino. Y por último, la explicación del lamentable estado en el que hemos encontrado a Fabiar sería que intentó ayudar a Ionar, y al saberlo su hermano, lo castigó...

Me retiro un paso, y lanzo un suspiro. En absoluto es una alegría que Galbraigh haya hecho capturar a Ionar, pero al menos sé que mi sobrino está vivo; Hollister querrá emplearlo como moneda de cambio en alguna suerte de chantaje retorcido y malvado. Pero Ionar está vivo. De eso ya no me queda la menor duda.

¡Maldición! ¡Debí arrancarle la cabeza a ese hijo de puta cuando tuve la ocasión! —estallo de repente, utilizando un vocabulario que no es propio de mí—. Escucha, Fabiar: me da igual dónde esté ahora Hollister. Por mí como si está colgando de un carámbano al otro lado del Muro. Pero... ¿dónde está Ionar? ¿Dónde lo retiene «su segundo»? Dices que quisiste ayudarlo. Demuéstralo ahora.

Notas de juego

No te preocupes: creo estar razonablemente seguro de haber entendido todo lo que ha dicho Fabiar. Creo. XD

Cargando editor
01/09/2015, 00:22
HACEDORA

Tu estallido de rabia coge a todos por sorpresa, pero mientras que los Umber son comprensivos, Fabiar parece temer tu ira. De inmediato comienza a asentir sabedor de que no tiene opción alguna.

-Sí, sí, sí. Quería ayudarlo pero me cogieron y sólo los Antiguos saben por qué estoy vivo -Por unos instantes parece que realmente quiere meditar sobre ello, y después de emitir unos quejidos de dolor prosigue-. Si no cambió de idea iban a la "Corona de la Reina".

Lejos y cerca a la vez. Desolado y refugio también. Parece no ser mala elección para pasar desapercibidos durante un tiempo, sin acercarse mucho a las montañas donde las tribus locales los localizarían; además de mantenerse alejado de la Guardia de la Noche. Sin embargo, ni la aldea abandonada, ni la torre, parecen un lugar para permanecer demasiado tiempo.

- Dispondrás de un pelotón si quieres partir cuanto antes. Mis hombres están ahora más diseminados de lo que me gustaría -ofrece Jon-. Sin embargo, antes de nada, ¿qué vas a hacer con ellos? La loca está atada junto a las caballerizas. Y éste... 

 


Jon te ofrece 10 hombres, si los quieres. Especifica más o menos tus intenciones sin dar nada por sentado, lo que me ayudará a elaborar mi siguiente post. Si tienes más preguntas o quieres interactuar más no hay problema. 

Cargando editor
03/09/2015, 17:34
Ser Jolan Allenbrooke

Tras oír todo lo que el tal Fabiar tiene que decir, me quedo en silencio, pensativo. Jon Umber me dirige la palabra, ofreciéndome algunos de sus hombres, pero yo sigo callado, sopesando las posibilidades.

Es una trampa, obviamente —afirmo después de unos instantes—. Es evidente que Galbraigh Hollister y quienquiera que esté a su servicio pretenden que los sigamos. Qué tendrán guardado para nosotros es algo que desconozco, pero por lo que a mí respecta, no puedo permanecer de brazos cruzados mientras ellos maquinan cómo destruirnos. Si actuamos pronto no les dará tiempo a planear su siguiente movimiento. Maldición, por lo que sabemos, incluso podrían tener realmente a Ionar en la Corona de la Reina... —Mis ojos apuñalan a Fabiar, prometiéndole tácitamente una muerte espantosa si nos ha mentido—. Lord Umber, seré franco con vos. Tal y como yo lo veo, no existe la posibilidad de actuar con prudencia en esta instancia. Sea lo que sea que hagamos, o que no hagamos, podría conducirnos al desastre. —Hago una pausa larga, meditando acerca de qué hacer con la salvaje y con Fabiar—. No creo que el muchacho nos haya mentido... y aún no hemos tenido ocasión de observar el comportamiento de la salvaje. Si esta fuese mi casa, solicitaría que a nuestros «invitados» se les dispensase el trato más humano, dentro de lo posible y hasta que supiéramos más cosas... Pero esta no es mi casa, sino la vuestra, mi señor, por lo que mi voluntad poco importa. Haced con ellos lo que creáis conveniente, pues no voy a llevarlos conmigo. Es una decisión que supongo entenderéis. —Enarco una ceja—. Sin embargo, sí aceptaré el contingente de soldados que me ofrecéis. Normalmente, el honor me impediría aprovecharme de vuestra buena voluntad, pero cuando se trata de mi honor o de la supervivencia de mi sobrino, soy la ramera más manoseada de los Siete Reinos. —Río sonoramente, permitiéndome relajarme momentáneamente—. Mi casa os está en deuda, lord Umber. No lo olvidéis el día que necesitéis un aliado fiel.

Notas de juego

Pues, si no hay más, allá que vamos, a la susodicha Corona de la Reina...

Cargando editor
04/09/2015, 23:39
HACEDORA

Atardecer.
Corona de la Reina.
Jolan.

 

Sin problema alguno los "invitados" pasan a ser cuestión de la Casa Umber, que por un motivo u otro podrían estar interesados en sacar información de ellos. La mujer, salvaje en un amplio espectro de la palabra, podría ser de mucha ayuda para eliminar a la inquietante "familia" con una dieta igual de inquietante. Por otro lado, Fabiar podría arrojar mucha información si al final las heridas no eran tan graves como parecían. Pero ahora había algo más acuciante, una posibilidad que por pequeña que fuera era peor que permanecer un día más en el castillo.

Aunque la hospitalidad fue buena, pero sin derroches, era momento de partir. Con bastante celeridad, pues se temía que en cualquier momento fuera necesario salir, los hombres están dispuestos en el momento que llegas al patio principal. Jon Umber te proporciona a diez de soldados, con sus respectivas monturas, junto con las provisiones. Otros cinco de Invernalia, contando con Waymar, pues dos hombres deben quedarse para recuperarse de las infecciones por la batalla con los salvajes. A buen ritmo llegaríais cerca del linde del bosque al anochecer. Cierto que podía estar yendo hacia una trampa, pero más cierto aún que tu sobrino no puede permitirse que los días pasen en balde.

- Ser Jolan... -Como si se tratara de un oso con tanta piel encima, Jon Umber se acerca para una cordial despedida-. No soy hombre de palabras elaboradas, aquí sirven de poco. Pediré a los Antiguos por su sobrino.

Con un fuerte apretón al estilo norteño se despide. Y hora sí, sin más preámbulos la comitiva parte hacia la "Corona de la Reina".

 


 

 

En el tercer día de viaje, al atardecer, divisas a lo lejos una aldea abandonada junto a un pequeño lago. Paredes caídas, tejados hundidos... Sólo los que van de paso o quieren esconderse serían un problema para vosotros, sin contar al número desconocidos de seguidores de Hollister que podrían estar esperando. Cerca de la orilla del lago, una ínfima isla sirve de base para un viejo torreón de cinco plantas que parece aguantar mejor el paso del tiempo.

Hasta aquí, desde la salida del "Último Hogar", el mayor de los problemas fue pensar si comer de las provisiones o cazar comida fresca, por lo que llegáis sin contratiempos y más o menos frescos. Habéis apurado el paso desde antes del amanecer hasta más allá de los últimos rayos de sol, pero tu sobrino merece el esfuerzo y mucho más.

.

Notas de juego

NOTA:

- 6 soldados de Invernalia, Waymar incluido, con sus monturas (dos murieron y dos se quedan).
- 5 soldados Casa Flaghan, incluido tú, con sus monturas (murió uno). Quedan Sigmund, Toby, Aldo y Grahar.
- 10 soldados Casa Umber con sus monturas.
 

Cronología:
- Día 1: partida de Invernalia
- Día 5: ataque Salvajes al anochecer.
- Día 6: permaneces inconsciente tras la herida en el brazo izquierdo.
- Día 7: despiertas y partes de la choza que os sirve de refugio junto con la prisionera Salvaje. 
- Día 12: patrulla de los Umber y divisáis la columna de humo.
- Día 13: ida/vuelta por lo del refugio quemado, donde encuentras al moribundo Fabiar.
- Día 15: llegáis al Último Hogar.
- Día 16: interrogas a Fabiar y partís hacia la "Corona de la Reina".
- Día 19: llegáis a las cercanías de la "Corona de la Reina"