Partida Rol por web

Vientos de invierno

Capítulo I: la Fortaleza Roja

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18/12/2015, 15:25
Lysa Arryn

Lysa esperó a Alyssa mientras el pequeño Robert tiraba de su brazo, sin ningún resultado, hacia la salida.

-Es hora de retirarme a la torre. Tu puedes quedarte aquí en la fiesta hasta que mi marido se vaya, mi pequeño Robert se pone muy nervioso últimamente contigo. Espero que sepas comportarte como una señorita, no permitiré ningún mal comportamiento entre mi servicio.

No dijo nada más, simplemente se dio media vuelta hacia la puerta, tan solo acompañada de su hijo y una sirvienta ya mayor que se había encargado de cuidar al pequeño desde que había nacido pero que ahora necesitaba de una ayuda en la mayoría de las ocasiones, ayuda que le proporcionaba Alyssa, por no decir que le hacía todo el trabajo mientras ella dormía, paseaba o hablaba con Lady Arryn.
El resto del servicio se quedó en la fiesta, seguramente con la misma premisa de abandonar el recinto cuando La Mano no hiciera.
Fueran cuales fueran los motivos de la decisión de Lady Arryn eso dejaba a Alyssa el campo libre para moverse con bastante libertad por la fiesta mientras durara el baile, lo que todavía se alargaría un rato.

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18/12/2015, 15:36
Lord Bryce Caron

Su hermano no era un excelente bailarín pero se las arreglaba bastante bien y lo importante es que la había librado de un compromiso.

-Veo que sigues teniendo el mismo talento indescriptible para cantar y tocar. Miró a su alrededor, fijó la vista en el grupo de muchachos, sonrío y luego volvió a hablarle. Y veo que sigues levantando muchas pasiones con ello. No conozco a la mayoría, pero preferiría a cualquiera de ellos antes que al Frey. No te preocupes, algo se nos ocurrirá.

Eran muchos los ojos que parecían fijarse en ellos, por supuesto los del grupo de muchachos que esperaban su turno de baile y algún que otro invitado. Odessa vio a Marton Arryn brindar al aire en su dirección en una de las vueltas y a Robert Frey mirar la zona de baile con los ojos apagados.

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20/12/2015, 21:49
Robert I

Mediodía.
Fortaleza Roja.

 

Un buen día, cálido y animado, te da la bienvenida a la capital de Poniente. La pequeña escolta que te acompaña llama ligeramente la atención, pero no más de una breve mirada y un intento por identificar el blasón de tu Casa. No hay problema alguno en llegar a las puertas de la fortaleza; y en cuanto anuncias tu presencia y enseñas el sello del Guardián del Norte las puertas se abren para darte paso.

Sólo se te permiten dos acompañantes para la reunión más importante en tu vida, al menos de carácter político. El resto se queda en la parte baja de la fortaleza mientras ascendéis hacia el edificio principal escoltados por la Guardia Dorada, descubriendo a cada paso que dais la enorme infraestructura que mueve un lugar de tanta importancia. Ya es mediodía y algún que otro agradable aroma te hace sonar el estómago, y sólo esperas que la reunión salga bien y sea rápida para reponer fuerzas y tomar el merecido descanso tras un duro y largo viaje.

Tal y como esperas el interior es fastuoso, excesivo tal vez si lo comparas con Garra del Grifo, y aún así es digno de admirar en detalles y riqueza. Pero no estás ahí para eso y el lujo no te arrastra como a muchos otros débiles de espíritu. Tu voluntad está al servicio de la justicia, de la venganza aunque mueras en el intento. Y así, meditando a medida que eres guiado eres anunciado ante el Rey.

Lo que no esperabas es que tu gran momento político tuviera lugar en una pequeña sala destinada al almuerzo privado del rey, que sobre la mesa tiene dispuesta tanta comida como la mitad de la habitual en tu castillo. Un par de pajes se mantienen atentos, y dos Guardias Reales están a cargo de su seguridad tras él.

- Acércate, ser Jolan. Tienes un mensaje para mí de un gran amigo -Se limpia las manos y adopta una postura más propia de estar sobre un trono.

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20/12/2015, 22:33
HACEDORA

Aprovecha para dejar claro quién te acompaña, que contigo serán 10.
 De momento Brandon irá un poco después ya que debe regresar primero a su Casa.

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25/12/2015, 06:32
Odessa Caron

Sin duda, la actuación tomó no solo su voz sino que su alma, y por mucho que pensara medirse para que el mensaje no se perdiera en la melodía o su actuación nunca había logrado limitarse para no dejarse llevar por completo ante las notas que formaban su garganta y su voz. Agotada, guardó silencio tras acabar su interpretación, recuperando el aliento hasta que los vítores la hicieron recuperar la compostura. Le agradaba la idea de ver que Robert Frey, quien antes parecía deprimido, se hubiese alegrado lo suficiente para aplaudir, pero el mismo sentimiento le confundía, pues le parecía absurdo permitirse creer que alguien de esa estirpe mereciera su preocupación. 

Agradeció con una sonrisa prudente las múltiples felicitaciones del grupo de escuderos abriendo la boca para intentar hablar mientras ellos se atropellaban entre sí para pedirle bailar. Miró hacia la familia real. La adorable princesa Myrcella le arrancó una sonrisa cuando la vio pedirle con tanta insistencia a su tío que la sacara a bailar, e incluso Joffrey parecía comportarse como una persona y no un animal. A sus ojos, él era el más similar a su madre de los tres hermanos. Pero justo a tiempo para sacarla de su ensimismamiento y rescatarla de los jóvenes llegó su hermano, quien le pidió la primera pieza.

No tenemos que pensar en nada, hermano, lo último que quiere Robert Frey es obligarme a casarme con él. Más aún, lo hablamos hace solo un momento. Sin embargo no le he dicho nada definitivo, pues no sé si me parece tan horrible la idea. - le informó, pensando que decir "me conviene para acercarme a Walden Frey", cuando su hermano no tenía idea de lo que había ocurrido, estaría muy fuera de lugar. Entonces, y recién entonces, fue cuando notó lo que para otros sería obvio. Estaría cerca de Walden. MUY cerca. Y él podría darse un festín con ella antes de que alguien lo detuviera, si es que alguien lo hacía. 

No, no podía casarse con Robert. Encontraría otra manera, buscaría su ayuda, pero no podía arriesgarse así. El solo imaginarse que esas manos podrían tocarla otra vez le oprimía el pecho hasta niveles difíciles de comprender. Pero Lady Odessa siempre había sido buena fingiendo, y en su rostro no cruzo ni señal de duda, enfado o tristeza. Incluso sonrió al ver el brindis de Sir Arryn, intentando ignorar la nube de depresión que rodeaba a su futuro esposo.

¿Que opinas de Marton Arryn, Bryce? - preguntó con curiosidad, mirando al caballero de reojo.

 

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28/12/2015, 19:53
Lord Bryce Caron

Lord Bryce no disimuló cierta sorpresa ante las palabras de su hermana, con ella no solía disimular mucho y aunque estaban en un baile público nadie podía saber de que conversaban mientras se movían al son de la música.

-¿Que Robert Frey no quiere casarse contigo? Ahora no se si alegrarme o indignarme. ¿Te dijo algo inadecuado? Mencionó lo de...
No hacía falta terminar la frase, ambos hermanos sabían que se refería al incidente con Walder Frey que la había marcado. Si aquel gusano se había ido de la lengua o había insultado a su hermana se lo haría pagar. Odessa pudo sentir como la fuerza con la que su hermano la cogía aumentaba de la rabia. ¿Fue a molestarte? Menudo caballero... antes llevo a nuestra Casa a una guerra que entregarte a un maldito Frey. Volvió a mirar a su hermana cada vez más incrédulo, no sabía si era demasiado buena e inocente o además de la salud había perdido parte de la razón. ¿Que no sabes si te parece algo tan horrible? Yo te lo diré, es un horror. ¿No te acuerdas de lo que te hicieron? ¿Crees que te van a respetar si vuelves por allí cuando estés casada con uno de ellos? No, ni hablar.

Siguió bailando y dando vueltas de mala gana, fulminando con la mirada a Robert Frey cada vez que su campo de visión lo enfocaba. No le faltaban ganas de dejar a su hermana sola en la zona de baile y darle una buena paliza a aquel Frey desgraciado. La pregunta de su hermana le hizo volver de nuevo a fijar su atención en ella y a centrarse un poco.

-¿Marton Arryn? Es un buen caballero, aún joven pero muchos alaban ya su valentía. Su padre era toda una leyenda, padre a veces lo nombraba de los torneos en los que coincidían, era un justador excelente. ¿Porqué me preguntas por él? ¿Desde cuando te interesan a ti los caballeros?

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20/01/2016, 11:04
Ser Jolan Allenbrooke

El viaje a Desembarco del Rey es realmente largo, como atestigua parcialmente el drástico, aunque gradual, cambio del paisaje que mi reducido grupo va atravesando: los blancos, y grises del Norte se van transformando paulatinamente en verdes y azules, y posteriormente en dorados, ocres y rojos. Pareciera que las estaciones pasan en poco tiempo, y el frío helado da lugar a climas más templados y cálidos a los que no estoy acostumbrado.

Mi leal amigo Navid cabalga junto a mí, y un poco por detrás lo hace mi hija Alessa. Sé que Desembarco del Rey no es lugar para una joven dama norteña como ella, pero mi mano puede apartar cualquier serpiente que se le acerque mientras permanezca a mi alcance, cosa de la que pienso asegurarme. Nos acompañan siete de los mejores hombres de nuestra casa: tres arqueros y batidores expertos y cuatro avezados hombres de armas. Las misteriosas palabras que me dijera lord Evan durante aquella cena, acerca de que vigilase por si hubiera algún traidor entre nosotros, aún resuenan en mi mente, y me he encargado personalmente de seleccionar a mis acompañantes entre aquellos sobre los que no recayera la más mínima sombra de duda, miembros fieles de familias con las que nos una un sentimiento de amistad y gratitud. Dicen que se atrapan más moscas con miel que con vinagre, y yo siempre he tratado a mis hombres como si fuesen mis hermanos, con camaradería, justicia y benevolencia. De esta forma, cuento con la seguridad de que me asistirán cuando lo necesite, del mismo modo que yo lo haría por ellos.

Desembarco del Rey es inmensa. Es lo primero que pienso cuando la veo, con sus imponentes murallas, sus canales, sus edificios arracimados de tan diferentes arquitecturas y, por encima de todo, dominando la ciudad, la majestuosa Fortaleza Roja, desde donde otrora gobernaran los Targaryen, la dinastía perdida de los reyes dragones. Hoy día el Trono de Hierro es ocupado por las nobles posaderas del rey Robert Baratheon, gran amigo de lord Stark y por tanto mío, aunque hace una eternidad que mis ojos no lo ven. De hecho, cuando combatí por su causa hace unos quince años, no era más rey que yo. Me alegro de que alguien tuviese la bravura y el coraje para desafiar la tiranía del Rey Loco, bajo la que tanto sufrimos y por la que tantas cosas perdimos…

Una vez en la fortificación, nos conducen a Navid, Alessa y a mí a través de un deslumbrante interior que refleja la decadente gloria de eras pasadas. Cuando llegamos frente al rey, casi es por sorpresa. No sabía que mi reunión con él fuese a tener lugar en tan humilde espacio, una pequeña sala que bien podría ser su comedor privado, pero en cierta medida lo agradezco. El tema que quiero tratar no es algo que pueda divulgarse a la ligera en grandes salones, y tanto mejor a cuantos menos oídos llegue.

Hoy, el rey Robert es un hombre de mediana edad, que aunque es más joven que yo, apenas parece caber en sus ricas vestiduras. Los años de paz han engrosado su contorno hasta convertirlo en alguien que apenas reconozco, si no fuese por sus brillantes ojos y su expresión feroz. Hago una reverencia en cuanto nos detenemos frente a él.

Su Majestad —es lo único que digo. Con diligencia, aunque guardando el debido respeto, busco en mi faltriquera el mensaje lacrado y sellado y, sin más preámbulos, se lo tiendo a Baratheon. Espero que las palabras de lord Eddard Stark vayan cargas con la suficiente ira y verdad como para despertar en su Majestad el sentido de la justa venganza.

Notas de juego

Perdonad la tardanza, pero realmente se me ha hecho muy cuesta arriba postear hasta hoy. Gracias por vuestra paciencia.

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NOTA DEL DIRECTOR:

A partir de aquí pasamos a una serie de resúmenes en la escena privada del personaje para avanzar, de tal manera que estemos más cerca de la recta final.

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25/01/2016, 05:47
Odessa Caron

Lady Odessa niega con la cabeza ante las severas palabras de su hermano hacia Robert Frey. Odiaba siquiera pensar en la vez que le había dicho en confidencia como Walder Frey la había ultrajado, pero ahora mismo se daba cuenta de que, de casarse con aquel chico, no sería tan solo el recuerdo de contárselo a su hermano lo que la atormentaría, sino que volvería a sentir las asquerosas y obscenas manos del hombre que la había violentado sobre su piel nuevamente, y estando en su territorio, no habría dónde correr. Sus ojos se humedecieron levemente, adquiriendo un brillo que delataba solo para los ojos de Bryce la angustia que la inundaba de pronto. No, no podía venderse así, entregarse así, por una ventaja estratégica. Más aún por una tan mínima.

Claro que lo recuerdo Bryce, y tienes razón. No puedo casarme con él, ni podría pisar sus tierras. Pero no odies a Robert, que no ha sido más que un caballero, y no ha dicho una sola palabra para hacerme creer que sabe algo respecto a lo que pasó. – responde mirándolo a los ojos – Por la única razón que me ofreció hacerse a un lado es porque temía que yo no lo quisiera a él. Y no quiere forzarme a nada, ni siquiera a su presencia – le aclara – Los Frey no se merecen que él porte su apellido.

Calmándose de a poco siguió los bruscos pasos de baile de Bryce, ignorando las miradas que este le dedicaba al joven erudito. Por lo mismo, cuando vio la oportunidad de cambiar de tema, lo hizo, aunque sabía que tarde o temprano volverían a lo mismo.

He estado compartiendo tiempo con él. Creo que le agrado, bastante, y demuestra interés por mí. Y sé que tiene fama de mujeriego, pero no creo que sea esa la cara que me muestra. Sé que padre hubiese estado encantado de verme unida a él. y la casa Arryn tiene historial con los Frey – evitó decir.

Notas de juego

¡Lamento un montón la tardanza! Primero tuve la tesis, la defensa de tesis y luego me di un golpe en la cabeza que me dejó out de umbría por una semana. Pero ya estoy de vuelta 100% <3 ¡Gracias por la paciencia!

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25/01/2016, 18:46
Lord Bryce Caron

Su hermano pareció relajarse ante las palabras de Lady Odessa y dejó de apretar a su hermana con tanta intensidad, incluso su rostro volvió a mostrar la sonrisa que había perdido hacía unos instantes. A pesar de las palabras de su hermana seguía pensando que Robert Frey era un gusano más como el resto de su familia, pero que no pensara casarse con él le bastaba.

-Nunca te fíes de un Frey, Odessa, es mejor que te mantengas al margen de cualquiera de ellos y no dudes en avisarme si alguno te molesta, mientras no esté aquí puedes confiar en Jon Arryn o en Robert Baratheon, ellos te protegerán. ¿Crees que la Fortaleza Roja no es segura para ti? -Preguntó preocupado.- Podría dejar a uno de mis hombres de confianza a tu servicio.

El baile continuó y de un Frey pasaron a un Arryn, una familia más importante y sobre todo más honorable para Bryce, una con la que no le importaría emparentar y no solamente por lo que eso pudiera suponer para su familia, pensaba que el sobrino de Jon Arryn era un buen partido y que sería capaz de proteger a su hermana.

-Bueno, es normal que a un muchacho como él se le atribuya algún que otro amor, es joven y... ¿Has hablado con él y le agradas? ¿Y él que te parece? ¿Crees que...?

Demasiadas preguntas, Bryce siempre se había caracterizado más por pasar a la acción que por pensarse demasiado las cosas. Dio un par de giros arrastrando con él a su hermana y se acercó a un costado donde paró bruscamente cerca de donde se encontraba el jóven Marton y se inclinó suavemente como si hubiera perdido el aliento mientras acercaba la mano que sujetaba la de su hermana al joven.

-Creo que aún no me he recuperado del viaje. ¿Podría usted acompañar a mi hermana en el baile joven Marton? Le estaría eternamente agradecido.

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25/01/2016, 18:48
Marton Arryn

La sutileza no era lo suyo, pero dio resultado, con una sonrisa el joven tomó la mano de Lady Odessa y esta se vio de repente bailando frente a él.

-Permítame decirle que su actuación ha sido espléndida Lady Odessa. Lamento que su hermano no se encuentre del todo bien, aunque debo confesarle que estaba deseando bailar con usted. Pensé que para hacerlo iba a tener que justarme, cosa que por otro lado estaría dispuesto a hacer dada la recompensa.

Sonrió y miró de reojo al grupo de muchachos admiradores de Lady Odessa que de nuevo habían perdido la oportunidad de bailar junto a su pretendida dama.

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29/01/2016, 07:26
Odessa Caron

Aunque consideró decirle que la Fortaleza era el lugar más inseguro para ella habiéndose hecho enemiga de la misma Reina, las palabras no llegaron a su boca. No tenía sentido angustiar así a su hermano, no era práctico, y no tenía el más mínimo de los sentidos. No obtendría nada positivo de ello, e incluso terminaría por alejarla de su venganza, algo que simplemente no podía permitirse así esto le significara terminar decapitada por capricho de la mujer que se hacía pasar por realeza. 

Sin embargo, no llego a responder ninguna de las preguntas aceleradas de su hermano, puesto que antes de que ella pudiese decir nada, este la entregó de la manera menos sutil posible a manos de Marton Arryn, quien al menos parecía encantado con la idea. La idea de toda esta sentimentalidad la agobiaba, pero parecía algo necesario, justo y necesario. 

Le agradezco su atención y sus cumplidos, Ser Marton - manifestó con una sonrisa cordial en el rostro. Si hubiese podido sonrojarse a voluntad lo hubiese hecho, pero aquel era un talento que le resultaba esquivo aún - Si le soy sincera, yo también esperaba tener oportunidad de bailar bajo su guía. 

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14/02/2016, 18:14
Hombre sin rostro

Tras la cena pasas unos días tranquila junto a tu hermano, que de vez en cuando entrena para prepararse para el torneo. ¿Le pides a tu hermano que interceda para anular el matrimonio con Rober Frey o intentas tu hacer algo por tu cuenta?

Kailyn te anuncia que le han ordenado reincorporarse nuevamente al séquito de la princesa y poco tiempo después mandan a tus aposentos a una de las sirvientas de Lysa Arryn, de nombre Alyssa Arena, parece que había llegado de Dorne hacía relativamente poco y la esposa de La Mano la puso a cuidar al pequeño Robert pues no se fiaba de las sirvientas que llevaban más tiempo en la fortaleza Roja, ahora regresó al Valle durante una temporada y prescindió de ella.
¿Como es tu relación con tu nueva dama de compañía? ¿Te muestras amable y confiada o por el contrario mantienes las distancias lo más posible?

La fortaleza roja es un sitio grande y sinuoso, pero aún así no puedes evitar cruzarte con la mayoría de sus habitantes de vez en cuando. ¿Como reaccionas ante la Reina? ¿Y ante Rober Frey? ¿O ante Marton Arryn? ¿Mantienes alguna conversación con alguno?
Dos semanas antes del torneo llega un pequeño grupo de hombres del norte liderados por un caballero, Ser Jolan de Allenbrooke. Además de una nutrida escolta de guerreros (más de los que en un principio cabría esperar para viajar por el camino Real) lleva consigo a su hija Alessa Allenbrooke, parece que es la primera vez que viene a Desembarco y cuando no está acompañada por su padre lo está por su guerrero de más confianza, un enorme hombretón del norte. La muchacha te intriga, no se parece al resto de Damas con las que te sueles relacionar allí, además tu hermano parece haber trabado cierta amistad con Ser Jolan estos días y está dispuesto a ayudarlo en algún tipo de asunto personal, eso hace que ambas os veáis varias veces. ¿Intentas trabar amistad con la recién llegada o por el contrario crees que ya tienes bastante con tus propios asuntos y problemas?

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07/03/2016, 21:33
Odessa Caron

Viendo que la cena había resultado de manera decente y productiva, sus días siguientes junto a su hermano son lo mejor que podría haber esperado. Es solo cuando él sale a entrenar que se separa de él, pues cuando están juntos puede deleitarlo con canto o instrumentos, preocupándose de mantenerlo entretenido tanto como de aprovechar su cercanía. Bryce era la única persona en el mundo con quién podía ser ella, sin miedo a nada, tal como era antes de la visita a los Frey. Y dentro de esa faceta algo infantil estaba la constante búsqueda de su cariño, por lo que en aquellos días sus mimos y correspondérselos no había sido cosa menor. 

Cuando había tenido un momento, había tenido reuniones. La primera con Robert Frey, a quien le había dicho que si bien le parecía un hombre de calidad inmejorable, no podía casarse con él. De no haber sido porque temía a la conocida tendencia de la Reina de tener espías en todas partes, le habría dicho exactamente por qué, pero se aseguró de darle a entender que había una razón subyacente, y que no era el culpable, así como que ella no se sentía en absoluto ofendida y que si le parecía bien, le encantaría conservar y hacer prosperar la amistad que tenían. 

Los siguientes días, cuando había tenido un espacio, se había encontrado con Marton Arryn, con excusa de continuar en su obra. Sin embargo, había aprovechado el tiempo para conocerlo y darse a conocer, intentando reconocer sus intenciones. Marton Arryn parecía un buen prospecto, por no decir uno excelente, y no podía siquiera imaginar la felicidad que le traería a su hermano y a su difunto padre verla con alguien como él. Aunque no siente nada especial por él, pues apenas lo conoce, siente suficiente interés por él para escucharlo, y lo cree más que conveniente para sus planes.

Con respecto a la nueva sirvienta, Odessa prefiere mantener las distancias, o al menos eso en su mente. Tanto cambio de aquí para allá no le produce más que desconfianza, así que si bien no se encariña con la chica ni le confía nada trascendental, aparenta cercanía y buen ánimo con ella por una sola razón: venía de los Arryn. Sabía cosas útiles para sus planes con Marton, y cualquier asunto que le revelara tarde o temprano sobre Lysa, la Mano o su hijo podía ser de vital importancia en su guerra contra los Frey.

Sus costumbres en otros aspectos se mantienen intactas. Ante la Reina siempre una sonrisa educada, a menos que sea ella quien comience la discusión, y en ese caso se asegura de terminarla bajo sus términos. Con Robert se muestra amable, considerando que es la única persona además de su hermano que puede llamar un amigo, por extraño que le parezca eso. Y con Marton, por supuesto, no hay quién le borre la sonrisa del rostro cuando se encuentra con él, jamás quitándole los ojos de encima con tal de demostrar interés. Con los últimos dos mantiene conversaciones a cada ocasión posible, pero no oculta esto de ninguno. Más aún, aprovechando que sabe que Marton la ha visto con Robert antes, comparte con Marton su desdén por los Frey, pero también le habla de buena manera de él, dando a entender que la ha defendido y que su linaje no le merece.

En cuanto a los recién llegados, intenta acercarse a los tres. Por una parte, su hermano parecía tener ganas de casarse, y si se le ocurre poner los ojos en la hija de Ser Jolan, prefería saber cual era el panorama, lo que implicaba conocer no solo a la chica, sino a Ser Jolan y al norteño. Por otra parte, la rareza de la chica le parece refrescante, aunque aún no sepa decir bien que es lo raro que hay en ella. Por supuesto, no pasa más allá de una amistad casual, pero quien sabe, quizás con algo más en común... 

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15/03/2016, 20:09
Hombre sin rostro

Los días posteriores al baile Lady Odessa pareció retroceder en el tiempo hacia su infancia, a otros tiempos más felices en compañía de su hermano, si bien la familia nunca volvería a estar completa por desgracia al menos estaban juntos y Bryce apenas tenía ocupaciones. La llegada de una comitiva norteña comandada por un caballero llamado Ser Jolan Allenbrooke y el cada vez más próximo torneo truncaron ese tiempo especial que cada vez se hizo más escaso.

El encuentro con Robert Frey no terminó de dejarle buen sabor de boca pues el muchacho seguía convencido de que Lady Odessa no le amaba, si bien quizás no lo despreciaba abiertamente al menos. Las dudas de la muchacha al intentar excusarse pero sin poder decirle la verdad hicieron que Robert se reafirmara en su decisión de no casarse con ella, quizás era el único Frey conocido con el talante necesario de no casarse con una mujer que no lo amaba a no ser que lo obligaran. Aceptó lo de mantener la amistad con Lady Odessa aunque con la sensación de que solo lo hacía de palabra, de hecho pocas fueron las posteriores ocasiones en las que tuvo oportunidad de volver a verlo, como si se hubiera marchado o recluido en algún sitio.

Marton Arryn sin embargo siempre estaba solícito a acudir a una cita con ella, a la que solía asistir con algún pequeño detalle en forma de regalo: una flor, un pañuelo bordado. Menudencias al fin y al cabo pero que eran un gesto de galantería. Aunque nunca conseguía ponerse de acuerdo con él en cuanto a los Frey, compartía cierta antipatía hacia ellos en general pero era incapaz de apartar de ella a Robert Frey, al que además achacaba las faltas de afeminado y cobarde, eso podía producir fricción en la relación, incluso llegó a decirle que no quería verla hablar con él. Al igual que su hermano la llegada de Ser Jolan Allenbrook y las inmediaciones del torneo parecieron ir poco a poco alejando a Marton de su lado.

Su nueva dama de compañía resultó muy distinta de la anterior, no tenía su delicadeza o su dulzulra, pero en general parecía intentar ser eficaz en su trabajo y buscaba la complicidad de Lady Odessa, si bien es cierto que en ocasiones se retrasaba inexplicablemente.

El resto de la Fortaleza Roja no pareció variar mucho, con la reina Cersei seguía ese pulso imaginario y esa sonrisa de ella que parecía guardarse algo bajo la manga, quizás la boda con el Frey le parecía un buen pago a tus acciones aunque cuando se enterara de que no iba a celebrarse su reacción podía ser imprevisible. El rey Robert estaba demasiado ocupado con sus cacerías e invitados como para atender a nadie y era la Mano del Rey la que, como casi siempre, se hacía cargo de todo.

Alessa, la hija de Ser Jolan, no parecía encajar muy bien en la Fortaleza Roja, quizás por eso fue más fácil para ambas comenzar una amistad. Era una muchacha que podía decirse tenía todas las cualidades físicas que Odessa le faltaban y carecía de todos los dones artísticos que la Caron poseía. En cierta forma se complementaban, aunque a veces daba la sensación de ser más parecida a un muchacho que a una dama, quizás en el norte las mujeres eran así, aunque no había que hacerle mucho caso a las historias pues siempre exageraban todo y lo distorsionaban. Lo que estaba claro era que la muchacha era tan noble como su padre, de buen corazón y sincera, algo que era extraño en Desembarco. Iba siempre acompañada de un hombre de gran envergadura, el de más confianza de su padre, llamado Navid que no le quitaba los ojos de encima, aunque cuando os reuníais se apartaba lo suficiente para que pudierais hablar con total intimidad manteniéndoos a la vista. Ella no parece muy contenta con su presencia pero por amor y respeto a su padre la acepta, así como el resto de la Fortaleza Roja, aunque resulte extraño tal comportamiento allí, como si no se fiaran de la protección que el propio recinto y el rey brindaban.
Tras algunas conversaciones con ella pudiste saber que su padre buscaba a un enemigo allí en Desembarco, al mismo que hacía años había matado al resto de su familia y ahora su padre clamaba venganza y hacía que su mejor hombre la protegiera todo el tiempo que él mismo no estaba a su lado. Además aquel noble reconvertido en bandido estaba siendo buscado para juzgarlo pues había dado muerte a varios caballeros y al sobrino de Ser Jolan, Ionar Moonligth, heredero de una de las grandes casas del norte.

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21/03/2016, 14:35
Hombre sin rostro

Como cada mañana Alyssa se disponía a acudir a sus deberes con Lady Odessa y como solía hacer a menudo aprovechó para dar un pequeño rodeo e introducirse por alguno de los pasadizos de la fortaleza. Con la proximidad del torneo el número de invitados había crecido y también el número de información que se podía obtener, aunque no siempre se podía encontrar información verdaderamente útil lejos de los simples chismes y rumores. Como le había pasado alguna vez tardó en encontrar el camino que la sacara de aquel pequeño laberinto e iba a llegar algo tarde de nuevo, aunque quizás Lady Odessa ni tan siquiera se diera cuenta, a veces vivía en su propio mundo. La sirvienta golpeó la puerta y pidió permiso para entrar.

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21/03/2016, 14:35
Hombre sin rostro

Lady Odessa se despertó cuando los primeros rayos de sol comenzaron a iluminar su cara. Tenia sueño y estaba cansada pues llevaba muchas noches acostándose tarde, a veces la inspiración le llegaba junto a la luna y las estrellas y no quería desaprovechar esos momentos por nada del mundo. Se desperezó lentamente dentro de su cama acompañando el movimiento con un gran bostezo. No debía ser muy temprano y parecía que Alyssa volvía a llegar tarde, no era la primera vez. Alguien golpeó la puerta, la dama de compañía esperaba fuera al permiso de su joven señora para poder entrar.

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23/03/2016, 05:24
Odessa Caron

Desperezándose, Lady Odessa estiró sus brazos, sentándose en la cama. Había dormido prácticamente nada, pues el mismo comienzo del amanecer la había alcanzado entre sonetos y poemas sin nombre ni motivo. O al menos era eso lo que se decía a sí misma. La idea de que los poemas que ahora escribía perteneciesen al par de ojos que se le aparecía en sueños no era ni remotamente bueno para su plan, por lo que descartó la idea de cualquier sentimiento tan pronto se le cruzó por la cabeza (y el corazón). Simplemente no era apropiado para ese momento...o para ninguno. 

Viendo que no había rastro de nadie dentro de la habitación, casi agradeció su privacidad. Pero por supuesto, aquello duró nada en absoluto, porque alguien golpeó la puerta. Alyssa, seguramente. Levantándose de su cama (no le hacía demasiada gracia que la vieran recostada, pues le recordaba a sus días de enfermedad) se dirigió al tocador para empezar a cepillar su cabello. 

Adelante, Alyssa - la invitó a pasar, con voz suave pero firme. 

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24/03/2016, 22:59
Alyssa Arena

Otro día más en aquella interminable sucesión en el que debía prestar atención a las neuras de aquella mujer melancólica sumida en esa personalidad de apariencia oscura e insondable que le concedía un hálito de misterio que sabía canalizar a la perfección a través de su voz y composiciones encandilando a no pocos hombres con ello. Y al final, aquella mujer, con o sin misterio, para lo único que parecía vivir era por y para su música. Nada más... Por ello a veces resultaba tan difícil encontrar algo con lo que mantener contenta a esa arpía de Cersei.

- “A ver si hoy hay más suerte”- se dijo, pero tan pronto escuchó su voz, esa firmeza impostada, supo que no la había.

Con un suspiro de resignación se colocó un día más la máscara y se adentró en la habitación. 

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24/03/2016, 23:00
Alyssa Arena

La puerta no tardó en abrirse y por ella entró Alyssa. Buscó en la habitación a Lady Odessa y tan pronto la encontró frente al tocador, se acercó a ella.

- Buenos días, Lady Odessa. ¿Os ayudo?- preguntó situándose detrás de ella.- ¿Habéis decidido qué vestido usaréis hoy? Si así lo deseáis puedo ir preparándolo mientras vos os peináis.

Mientras fingía atarse el mandil que cubría pecho y regazo Alyssa dudaba si había hecho ya demasiadas preguntas, si era mejor esperar a que respondiera las que ya estaban sobre la mesa antes de plantearle la relativa al desayuno. Al final, tan pronto se aseguró que el nudo estaba bien hecho –un nudo tan perfecto que a saber si no le iba a tocar irse a la cama con el mandil puesto-, ganó la prudencia y aguardó en silencio a obtener respuestas antes de seguir preguntando.

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26/03/2016, 06:43
Odessa Caron

Buenos días - saludó con aquella voz melodiosa que contrastaba con el tono neutro e inexpresivo que utilizaba corrientemente, y que tan difícil era de alterar - Sí, ayúdame, por favor. Elige un vestido y preparalo, confío en tu criterio - le instruyó, pasando el cepillo lentamente por su larga cabellera - No me gusta desgastarme con esas decisiones triviales. - añadió, mientras con la mano libre parecía marcar el ritmo de una melodía en la madera del tocador para pronto empezar a tararear. 

Como era habitual, la dama parecía más interesada en la música que se reproducía en su cabeza que en el mundo exterior, aunque de vez en cuando miraba a Alyssa, sin perder del todo la percepción de su presencia en la habitación.