Partida Rol por web

Vientos de invierno

Jolan

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28/02/2016, 20:55
HACEDORA

Toda ayuda era poca dada la importante misión que tenías entre mano. Una en la que tal vez podías perder la vida, pero si así sucedía debías llevarte contigo al hombre que alejó a Ionar de vuestro lado. Sin embargo, es lícito pensar que el soborno podría jugar un papel crucial, pero el riesgo bien merece la pena si la venganza se lleva a cabo.

Cuando aceptas la ayuda que ofrece el rey te sorprende que los cinco guardias se tomen su tarea en serio, o al menos mientras tú estás presente en las "incursiones" a la ciudad. La sutileza no es precisamente vuestro fuerte, máxime cuando se ve desde lejos quién se acerca. Por otro lado, tener encima a la Guardia Dorada no es bueno para los negocios y la colaboración es ofrecida entre amenazas y algún que otro golpe. No es justo para la ciudadanía, pero la honestidad de los entrevistados brilla por su ausencia y gracias a la presión una localización sobresale entre la información obtenida.

Una posada cerca de la Calle de la Harina, que cruza el Lecho de Pulgas, parece una buena opción después de analizar tanta información. Sería lógico pensar que sólo la calaña puede reconocer a otra, sobretodo si acaba de llegar a su territorio. Cruzando datos es una buena opción para entrar a por todas, y más si sabes que tu mayor tesoro estará a salvo en la fortaleza junto a Navid. El mapa de la ciudad se extiende sobre la mesa y las posibilidades son muchas, tantas como las calles por las que podrían escapar.

 

 

- ¡Maldito Lecho de Pulgas! -Un puño se estrella sobre el mapa. El joven Marton es sin duda eso, joven. Impetuoso, con ganas de demostrar su valía y aún a años de tener la calma necesaria ante las adversidades-. La ciudad está llena de callejuelas.

Con un ademán de mano expresa su malestar abarcando el mapa en contraposición a la visible calma de lord Caron. El también joven noble ha tenido duros reveses en la vida y puede que por ello sea más conservador y paciente, o al menos eso concluyes después de una semana en compañía.

- Estoy de acuerdo, es un lugar peligroso. No será fácil, Marton, pero si situamos adecuadamente a nuestros hombres podríamos...
- Y en lo que se posicionan esas ratas nos verán llegar y escaparán.

Bryce suspira resignado, o al menos intenta sobrellevar la actitud pasional de Marton.

- No te quito razón, pero optas por mostrar nuestras cartas demasiado pronto.
- Y vos dejáis demasiado tiempo para pensar. Hay que aplastar a esas zarigüellas, es la única manera
-Golpea con el índice varias veces el punto donde se encuentra señalada la posada.

Para tu comodidad ambos se te quedan mirando esperando una decisión.

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28/02/2016, 21:36
Ser Jolan Allenbrooke

La semana siguiente consiste en una ardua búsqueda de información. Para mi disgusto, la presencia de los capas doradas es un anuncio andante para los sujetos que podrían proporcionarme algo de lo que busco, por lo que en ocasiones nos vemos obligados a recurrir a métodos expeditivos, o éticamente cuestionables. Sin duda estoy más protegido junto a ellos, pero me dificultan mi labor, una contrapartida que había asumido.

Marton Arryn y lord Caron son otra cuestión. En el tiempo que llevo junto a ellos, me ha quedado claro que su dedicación a la causa es incuestionable. Casi pareciera que tienen motivos personares para tratar de cercar a la bestia que es Galbraigh Hollister. Nuestras pesquisas confluyen en una posada de mala muerte situada en el Lecho de Pulgas, lugar más que apropiado para que unos indeseables auxiliaran a nuestro enemigo. Escucho atentamente a mis acompañantes mientras tratamos de decidir el siguiente paso a dar. Ambos tienen su punto de razón, pero en esta ocasión estoy más de acuerdo con lord Caron. Temo que un acto precipitado eche a perder una oportunidad que tal vez no vuelva a presentarse.

Las ratas muertas no pueden hablar, lord Arryn —respondo a la airada aseveración de Marton, aunque con un tono conciliador—. Necesitamos tenerlas todas con nosotros antes de actuar, no simples conjeturas. Yo digo que nos acerquemos allí durante la noche, de incógnito, y veamos qué se cuece en ese antro. Aún no sabemos si Hollister se refugia en esa posada, o si solo tiene informadores allí*. Lo que está claro es que las pistas nos conducen a ese lugar, y entrar en estampida podría borrar las huellas. Quiero ver quién entra y sale de la posada. Quiero saber qué rumorea la gente. Además, hay algo que quiero dejar claro —digo, mirando sucesivamente a los ojos de mis dos aliados antes de continuar—: no voy a asesinar a Hollister como un vulgar matón, a menos que sea la única alternativa. No. Quiero reunir pruebas contra él como para poder retarlo a un combate singular, en el que lo mataré, legitimado por la justicia del rey.

Me quedo unos momentos pensativo, atravesando el mapa con la mirada.

No obstante, no temáis. Galbraigh morirá, de un modo u otro. Yo sé que él es culpable, y nada podría convencerme de lo contrario. Pero… —Hago una pausa—. Si por cualquier motivo no conseguimos nada contra él, entonces lo mataré como un criminal. Aunque la justicia real me halle culpable, los Siete saben que mi ira es justa. Sin embargo, debemos afrontar la posibilidad real de que sea Hollister quien me mate a mí. Si eso ocurriese… Si yo fallase… —Mis manos se apoyan en los hombros de mis amigos—. Vosotros lo haréis. No me importa si se trata de un duelo de honor, de una daga en la oscuridad o una ballesta precisa, disparada desde la lontananza. Galbraigh morirá. Pero para ello, tenemos trabajo que hacer. —Me levanto de mi asiento, y miro de hito en hito a mis hombres—. ¿Vamos?

Notas de juego

*No me ha quedado claro si sabemos que Galbraigh se oculta en esa posada, si tiene aliados allí, o si en ella hay gente a la que haya recurrido en busca de ayuda o información. Por eso, he tratado de contemplar todas estas posibilidades en mi post. Si aun así hay algo incorrecto o incoherente, por favor, decídmelo para que pueda corregirlo ;).
 

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03/03/2016, 22:17
HACEDORA

Como es de esperar te escuchan con atención, pero la expresión de ambos es bien distinta. El rostro de Bryce es meditativo mientras que por el de Marton la incertidumbre aparece de vez en cuando. El ímpetu juvenil es ventaja y desventaja, por eso bien sabes que tu experiencia atará en corto el brío del joven Arryn.

- Pe-pero... ¿Incógnito? -De pronto se sintió incómodo, como si la idea de vestirse como un simple ciudadano no le hiciera mucha gracia-. Vamos a entrar en esa posada de mala muerte y... ¿y qué? ¿Y si os reconocen hombres que antaño os fueron fieles? Tampoco es que podamos ir demasiados sin levantar sospechas, ¿es así?

Por una vez lord Caron asintió en acuerdo.

- Aunque creo que ser Jolan se refiere más a estar en los alrededores estudiando el lugar, y ser cuidadosos a la hora de preguntar. Eso, ser Jolan, descarta a las Capas Doradas. Tengo pocos hombres que serían capaces de no parecer los leales guardias que me son, pero... Tal vez estemos poniendo más impedimentos de antemano de los que puedan surgir -Se encoje de hombros dejando claro que tal vez "las nubes no son tan oscuras como aparentan".

Momentos después, cierto orgullo rezuma de ambos hombres en cuanto manifiestas la confianza que depositas en ellos. Por lo menos se han ganado cierto margen con el tiempo dedicado, y puede que la explicación de su actitud sea bastante sencilla: quien asesina a un noble lo paga con creces. A partir de ahí aparece otro tipo de nobleza.

- No llamemos a las malos augurios antes de tiempo, ser Jolan -comenta Bryce-. Primero busquemos la forma de que nuestros atuendos no nos delaten si queremos pasar desapercibidos, así como quiénes irán para que el número no sea sospechoso. O tal vez quiera cubrir varios frentes -Señala el mapa.

.

Notas de juego

* No hay nada demasiado concreto sobre la posada, y menos encontrar allí a Hollister. Las pesquisas hablan de un grupo norteño de índole militar pero intentando pasar desapercibido. Por las fechas, tampoco muy concretas, podría coincidir poco después de desaparición de Ionar. 

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Que me quede claro: ¿vas a la posada de incógnito o sólo los alrededores? Lo que apunta Marton es muy posible, si es que hay alguien que pudiera reconocerte en ese momento. Puede que se precipite un combate o toque esperar en la sombra.

En tu siguiente post ya puedes situarte en los alrededores, pero explica qué hacéis para que vuestra presencia pase desapercibida; así como la cantidad y situación aproximada en el mapa (esa última parte digamos que sólo es la idea de cómo os vais a "desplegar").

Otra cosa, e importante: ¿qué detalles conocen Bryce y Marton de lo sucedido con tu sobrino? No quiero meter la pata y asumir que saben lo que no debieran. Por ejemplo, ¿saben lo que sucedió en El Último Hogar? Nombres, detalles, pedazos de conversación...  

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04/03/2016, 00:27
Ser Jolan Allenbrooke

Las inquietudes de mis jóvenes acompañantes son algo comprensible, y agradezco que sus mentes sean lo bastante despiertas como para albergar dichas preocupaciones. No obstante, en la mía ya hay un plan claro trazado.

Si queremos pasar desapercibidos, lo más importante es que nos deshagamos de cualquier detalle que pueda servir para identificarnos: los colores y emblemas de nuestras respectivas casas, los efectos personales, y por supuesto nuestras armaduras, que cambiaremos por meras prendas de cuero endurecido. Asimismo, doy indicaciones para que las armas que portamos sean sustituidas por otras genéricas, toscas, de la misma remesa con la que se abastece a las tropas de Desembarco del Rey; si vamos a ir armados por el Lecho de Pulgas, debemos parecer espadas de alquiler o matones locales, no caballeros de alta cuna. Por este mismo motivo, me aseguro de aconsejar a Caron y a Arryn de que abandonen su gallarda postura y su educada dicción, y que se comporten como miembros del pueblo llano. Tampoco estaría de más tiznar nuestras caras, manos y ropas con tierra. En mi proceso de transformación, afeito por completo mi cuero cabelludo, con la intención de hacerme menos reconocible para cualquiera a quien hayan podido darle mi descripción.

A la hora del lobo, la más oscura de la noche, nuestras sombras se mueven furtivamente junto a los canales del Lecho de Pulgas, llamando tanto la atención como lo haría cualquier otro indeseable a esas horas de la noche. Niños hambrientos con miradas de desesperación, perros muertos tirados en la calle y hombres de mal aspecto parecen algo común en estos lares. En nuestra excursión nocturna por lo peor de la ciudad, llegamos a presenciar incluso una reyerta a cuchillo entre dos prostitutas, que se pelean por el favor de algún mercader.

Finalmente llegamos a la posada designada. Es tan destartalada que parece a punto de derrumbarse, inclinada bajo su propio peso y apoyada contra las casas anejas, como si fueran amigos de borrachera que se apoyan el uno en el otro para mantenerse en pie. Como ya he planeado antes, cada uno de nosotros se sitúa en una calle adyacente al edificio, al abrigo de las sombras más profundas. He ordenado a mis camaradas que mantengan los ojos muy abiertos y los oídos más si cabe. Dentro de un rato nos reuniremos y pondremos en común lo observado. Y según lo que veamos, entraremos o no en la posada. En tal caso, nos presentaremos como Borr, Fenton y Huwe, tres mercenarios de paso por Desembarco del Rey, y nos hospedaremos en la posada.

Pero lo primero es lo primero. Desde mi esquina de la calle, apoyado de forma casual contra uno de los postes de la cuadra de la posada, observo con atención todo lo que sucede a mi alrededor, y cualquier movimiento o detalle mínimamente sospechoso: quién habla con quien, quién entra y quién sale, e incluso retazos de conversaciones que puedan llegar desde el interior.

Notas de juego

De lo del Último Hogar saben básicamente la historia de Fabiar, de que su hermano es el segundo de Hollister y toda esa movida. A bote pronto se me ocurren pocos más datos relevantes. Mi pequeña escena con la salvaje es algo que me reservo para mí, sin embargo.

Y sí, obviamente nuestro periplo nocturno lo hacemos solos, no acompañados por capas doradas diciendo milord a cada momento XD.

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13/03/2016, 22:49
HACEDORA

El plan a seguir es el más adecuado si pretendes obtener información y evitar que escapen los objetivos, pero sabes que no será fácil para tus acompañantes. No se trata tanto de vestir burda ropa y armas toscas, es todo cuestión de actitud. Pero hay tiempo, unas cuantas horas de transformación por fuera y por dentro. Lo mejor sería que incluso hablaras como líder del pequeño grupo al estar más mentalizado, y en parte ser el que más pierde. Aunque en el 'Lecho de Pulgas' cuaquiera, en cualquier momento, podía perder lo más importante: la vida.

Poco antes de la hora acordado salisteis de la fortaleza, no precisamente con esas pintas, pero lo suficientemente cubiertos con una capa decente para que nadie en el interior sospechara de vuestras acciones. Uno de tus hombres se encargó de recogerlas y daros otras gastadas, incluso con algunas partes de los bordes raídos.

- No me gusta mucho la idea -Como no, Marton comentó quedando poco para llegar a la posada-. No tenemos apoyo alguno, aunque no dudo de nuestra maestría. Pero esta es zona de rufianes y no hay ni un mínimo de honor recorriendo por su sangre.

- Cierto, Marton, pero si somos cuidadosos puede que no haga falta desenfundar las armas. Y eso espero, me siento extraño con lo que me han dado -Palmeó la funda de su espada-. Creo que muchos intentan pasar desapercibidos. Supongo que la mayoría están en captura o no pretenden llamar la atención más de lo necesario.

Poco más podía decirse en el camino. Ya se había acordado que efectivamente fueras el cabecilla de este grupo de espadas de alquiler, pero también conllevaba un riesgo pues no sabías si alguno de tus ex-soldados estaba allí y podía reconocerte. Entrar con cautela sería lo adecuado, y tras tus dos camarada podrías echar una rápida ojeada.

- Fenton. Me llamo Fenton -Murmuraba a modo de mantra Marton mientras Bryce sonreía.

- Pues me toca se Huwe. No tengo aspecto de Borr.

Aquello sacó una sonrisa a vuestro inquieto compañero que ayudaría a relajar el ambiente. Así, poco antes de llegar a la zona, os separasteis para posicionaros y observar si era seguro entrar a la posada. Lo cual, pasado un rato prudencial, como habíais estimado, os llevó a reuniros de nuevo. Nada sospechoso, no más que procurar que alguien os asaltara.

Al entrar en la posada no hubo un silencio abrumador, ni cientos de ojos observando a los recién llegados. El ambiente era otro: ruidoso, desaseado y obsceno por la forma en que las prostitutas se alquilaban descaradamente. Un hueco en la barra fue el lugar idóneo para observar con cuidado. Una esquina apartada y bien situada para observar sin ser demasiado visto, y aunque una mesa sería más cómoda ese lugar era más adecuado.

Un par de cervezas negras fueron dejadas en la barra, sin necesidad de dejar nombre alguno. No de momento. Si bien cada parraquiano tenía su propia misa había algunos que observaban aquí y allá. Puede que por información o simplemente por estar alerta. Cada uno allí dentro tendría su historia, sus problemas, sus miedos...

- ¡Por el amor de los Siete! -Espetó entre dientes Bryce-. Si se me vuelve a acercar esa... Esa mujer. Son bien insistente las muy...

- Fulanas, amigo. Son fulanas. ¿Qué esperabas? -Se echó a reír Marton.

- Ya, ya... Es sólo que... -Se encogió de hombros.

Parecía que no iba mal. Hasta podríais pasar por unos amigos con ganas de descansar un rato de vuestra peligrosa vida. Entre risas cómplices y miradas que observaban intentando pasar desapercibidas pasó un rato considerable. En resumen: un ambiente esperado y algunas menciones al próximo torneo. Tal vez alguno de los presentes quiera aprovechar el momento para lucrarse, lícitamente o no. Entonces...

Un par de hombres bajan por la escalera. El primero toma asiento en una mesa pequeña que justamente acaba de quedarse vacía. El segundo se dirige a la barra.

- Dos negras y un plato de patatas picantes. Y tocino.

Te suena enormemente su rostro, pero fijándote en su acompañante sentado caes en la cuenta. Corlin, un soldado que asiduamente hacía las rondas en el interior de la Garra del Grifo. El otro, del que ahora procurabas que no te descubriera podría ser Niclas, guarda del muro. Ambos desaparecieron pocos meses antes de todo en lo que se supone fue una salida al pueblo, o a la taberna donde un par de habitaciones se dedicaban a satisfacer a los hombres. Más bien sus putas en el interior.

Niclas regresa a la mesa con las cervezas y al poco se sirve la comida. Hablan animadamente, sonríen a las fulanas y disfrutan de la comida. Están un poco lejos y acercarte sería peligroso, pero terminada su tardía cena se presentó una interesante oportunidad.

Niclas decidió subir con una prostituta mientras que Corlin se dispuso a salir al exterior.

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13/03/2016, 22:52
HACEDORA

Notas de juego

Joer, mira que me he dejado ir contigo. Ya no tengo tanto lío en el curro pero está claro que debo motivarme para entrar a diario porque si no...

En fin. Aquí tienes unas disyuntiva, pero no hace falta que pongas un mega post ni nada. Piensa que es algo rápido porque si uno seguro no saldrá de la posad pronto, el otro puede perderse entre las calles. 

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13/03/2016, 23:17
Ser Jolan Allenbrooke

«Mira quién está aquí», pienso cuando veo a Corlin y a Niclas. Afortunadamente, siempre he tenido buena memoria para las caras de los hombres. Ahora, las palabras de lord Evan de que podría haber traidores entre los muros de Garra del Grifo cobran más sentido que nunca. La ira empieza a arder en mi interior, pero aprendí muchos años ha a dominarla. Colocando un codo sobre la barra, me pongo de espaldas a los antiguos soldados. Miro con intención a mis dos acompañantes, asegurándome de que se han dado cuenta de los dos recién entrados en escena. Me paso una mano por la cara con gesto casual, acariciando una de mis mejillas con mi dedo índice, en una señal que les indica que observen, al tiempo que dirijo mis ojos hacia un lado, en dirección a los hombres que conversan.

Cuidado con las fulanas del Lecho de Pulgas —les digo a Caron y a Arryn con una voz áspera y raspada, aparentemente en broma, aunque mi rostro está muy serio—. Con estas hay que tener los ojos bien abiertos…

Mi gesto y mis palabras deberían bastar para que mis amigos entendieran que deben observar a los recién llegados. Cuando Corlin se dirige hacia la salida de la posada, lo miro de soslayo, disimuladamente. Apenas ha salido por la puerta y la ha cerrado tras él, les digo a mis compañeros, en un tono de voz de conversación normal:

Voy a mirar las estrellas y a echar una meada, a ver si pesco una sirena. Cuando vuelva ya me diréis cómo se portan las mozas de por aquí.

Así, Caron y Arryn se quedarán a observar a Niclas mientras yo salgo tras Corlin. Abro la puerta y salgo como quien no quiere la cosa, entonando una desenfadada melodía con la boca cerrada.

Notas de juego

Tranquila, que esto es un hobby y todo eso. Me gusta que me den manga ancha cuando tengo malas rachas, y por eso yo siempre la tengo con los demás XD. Postea cuando estés inspirada, que me está gustando mucho la partida y el nuevo giro que ha tomado... ;)

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17/03/2016, 23:04
HACEDORA

Tardan unos segundos en comprender tu nueva actitud, y ya es un milagro que no se volvieran descaradamente o desenvainasen sus espadas. O ambas. Poco después, con el mayor disimulo posible, observan el panorama que os rodea y logran localizar a los dos comensales. No es fácil permanecer desapercibido pero, si te han descubierto, parecen buenos actores. No encuadrarías a Corlin en el rango de actor, tan solo lo recuerdas como un anodino guardián aunque cumplidor en su función.

- Echaremos un ojo a las mozas, pero ten cuidado con los brazos de las sirenas no te lleven a las profundidades -Medio sonríe Marton.

Sin más demora sales a la oscura noche que cubre el Lecho de Pulgas tras Corlin, noche que ampara a ladrones y asesinos por igual y por un instante entiendes que así ha de sentirse un maleante al acecho de su próxima víctima. De momento te limitas a seguirlo con cautela durante un buen tramo hasta que por lo que intuyes se para en una casa cercana al muro que da a los muelles. Se trata de un prostíbulo barato, y por la actitud que tiene con las chicas de la entrada no parece interesado en compañía femenina.

Acercarte más sería exponerte ante la mirada de las siempre dispuestas mujeres de vida alegre. Pero desde donde estás, en la entrada de un callejón, no puedes ver su interior. El riesgo puede ser elevado ante una recompensa incierta.

.

- Tiradas (2)

Motivo: Jolan - sigilo (2)

Tirada: 1d10

Resultado: 6(+8)=14

Motivo: Corlin - escuchar (2)

Tirada: 1d10

Dificultad: 15+

Resultado: 3(+7)=10 (Fracaso)

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18/03/2016, 13:12
Ser Jolan Allenbrooke

Mantengo la distancia, esperando en la boca del callejón a que Corlin entre en el lupanar. No quiero tentar a la suerte y arriesgarme a que las prostitutas que llaman la atención de los potenciales clientes atraigan la atención de Corlin sobre mí. Sin embargo, una vez él ha entrado, decido seguirlo al interior, y me esforzaré por actuar con discreción y por mantener a mi antiguo soldado a la vista, fijándome en todo momento a dónde va, si sube a otra planta, con quién habla...

Cuando la calle está solitaria, echo la capucha sobre mi descubierta cabeza, como si pudiese protegerme de la iniquidad del lugar en el que estoy a punto de entrar... y me dirijo hacia la entrada.

Notas de juego

En definitiva, espero a que Corlin entre para entrar yo después. Si las prostitutas del exterior no me detienen, entro en el burdel :S. ¿Qué pasará?

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20/03/2016, 21:56
HACEDORA

Las prostitutas de la entrada son un claro reclamo para el placer que el interior puede ofrecer, y aunque al pasar a su lado te tocan manos y promesas tentadoras tu objetivo lleva dentro desde hace un rato. Al traspasar la puerta descubres un mundo sórdido, donde la elegancia y buen gusto se ha perdido entre mujerzuelas de cobre y olores rancios. Las putas de la posada parecen cortesanas al lado de éstas.

- Pero mira que tenemos aquí...

Una mujer con un intento de peinado decente pero con el rostro cansado te engancha a tu brazo como una fuerte tenaza. Su sonrisa pretende ser seductora pero algunos dientes ausentes tumban su intento.

- Has encontrado a tu mujer, hombretón. Vamos a divertirnos.

Miras a tu alrededor en busca de una señal de reconocimiento y por fortuna no encuentras ninguna. Corlin no se encuentra en la gran sala que hace de recibidor y pre-sala a los placeres que arriba se hayan. No todas las mujeres parecen tener las horas contadas, ni todos los hombres tienen un semblante aguerrido. Tal vez alguno pudiera ser un problema, pero cada cual parece ir a lo suyo.

- Por un venado de plata haré que goces como nunca -dice la optimista prostituta.

Otra mirada y te cercioras que tu objetivo, efectivamente, no está a la vista.

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21/03/2016, 22:27
Ser Jolan Allenbrooke

Lo primero que siento es el olor.

Antes incluso de ser consciente de la oscuridad del inmundo interior del burdel, el hedor invade mis fosas nasales. No puede decirse que se trate de un olor concreto o preciso, sino el de muchas cosas, una mezcolanza de distintas pestes: el olor punzante del alcohol barato se arremolina en torno a la sal del sudor y el sexo, confundiéndose con la hedionda suciedad y con algo más desagradable y dulzón, apenas perceptible: el olor de la enfermedad. Solo eso me basta para constatar que este es un lugar donde la humanidad degenera y se consume en su propia inmundicia.

Las pícaras invitaciones de las mujeres me hacen recordar el tiempo que hace que no yazco junto a otro cuerpo caliente, que no entro en el trance y el abandono del placer sin mensura ni pensamiento mediante. Sin embargo, el cansancio y la tristeza apenas disimulada en rostros ajados y cuerpos desvencijados por el hambre y la miseria me ayudan a olvidarlo rápidamente. Desearía dar no uno, sino veinte venados a cada una de las rameras del burdel, por simple caridad, pero ese comportamiento llamaría inmediatamente la atención. En vez de eso, intento no olvidar el papel que estoy interpretando. Esbozo la sonrisa más rufianesca de la que soy capaz, y hablo con voz áspera:

Solo mirate ya me hace gozar, guapa... Pero tendrá que ser luego, que ahora estoy buscando a mi amigo. Acaba de entrar, hace solo un momento. ¿Lo has visto?

Mientras tanto, fingiendo ir algo bebido, examino con discreción el lugar, buscando posibles rutas de escapatoria en caso de que las cosas, como acostumbran, acaben por torcerse.

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29/03/2016, 22:00
HACEDORA

El entusiasmo de la mujer no decayó un ápice cuando mencionas a tu 'amigo'. Al contrario, otra vista a su inolvidable sonrisa, al menos durante los próximos días, te hace suponer que es gallina vieja. Juega a tu favor la codicia que hace de tu interpretación medianamente creíble, pues sus ojos soñadores ya han malgastado el dinero que aún no posee.

- ¡Oh, querido! Por un venado y medio los tres podemos pasarlo muy bien -dice en voz baja, casi como si fuera una oferta que sólo unos pocos afortunados obtendrían. La realidad era cruda, casi un dos por uno por mantener en sus manos huesudas un porcentaje que llevarse a la boca.

Tu pregunta hace click en su mente y ahora se da cuenta del dilema. Si no se encuentra entre los clientes que antes de tomar postre se deleitan con las vistas, ¿dónde se halla su amigo? Arriba, claro está. En manos de una rastrera compañera que le podía arrebatar los cuartos.

- Muchos han entrado, querido. Si no lo ves aquí... -Mira con desgana hacia la segunda planta pero no ceja en su empeño-. Seguro que se lo está pasando bien, tanto como tú lo harás pronto -Pero si no se encontrara allí, y te hubiera dado esquinazo, lo más razonable sería pasar a través de la zona privada para salir por alguna puerta trasera. Viendo los tentempiés y las mujeres que a ratos hacen de camareras se trataría de la cocina. O tal vez sí que esté arriba buscando un rato de placer a cambio de metal.

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30/03/2016, 11:04
Ser Jolan Allenbrooke

Gracias, tesoro. Enseguida vuelvo —miento, al tiempo que me doy la vuelta para buscar a la rata escurridiza de Corlin. Pero, ¿dónde buscarlo? Bien podría estar arriba, como la meretriz me ha sugerido. Pero echando un vistazo a mi alrededor, me doy cuenta de la cantidad de lugares por los que podría haberse escabullido. La trastienda, por ejemplo. Corlin podría haber utilizado el burdel como distracción para despistar a posibles perseguidores, incluso aunque no fuese consciente de mi presencia. Además, recuerdo que al entrar, no parecía demasiado interesado en las mujeres que se le ofrecían.

Así, después de pensar solo un instante, decido echar primero un vistazo a la salida trasera; si Corlin está arriba, no va a terminar en solo uno o dos minutos, pero en caso de que haya salido del burdel, no puedo permitirme perder tiempo con distracciones.

Dicho y hecho, me encamino hacia la zona de cocinas, caminando con paso ligero aunque no crispado, sin detenerme siquiera a mirar a las mujeres con las que me encuentro, mucho menos a hablar con ellas. Cuando llego a la puerta trasera, la abro y lanzo una rápida oteada al exterior.

Notas de juego

Decisiones, decisiones, decisiones... Aaargh. De todos modos, he intentado actuar con lógica, para no permitir ninguna posibilidad de escapatoria a mi «amigo».

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03/04/2016, 22:51
HACEDORA

Seguramente estaba más que acostumbrada a los plantones, pero ciertamente había sobre valorado su labia quedándose casi boca abierta cuando saliste decidido en busca de Corlin. Tu planteamiento fue rápido y no exento de lógica, sólo esperabas que no fuera demasiado tarde para hallarlo. Estabas descubriendo sobre la marcha el pútrido laberinto que era el Lecho de Pulgas, y sólo los Siete sabían cómo habías llegado hasta aquí sin ser atracado.

- ¡¿A dónde cree que va?! -Una voz áspera te alejó de las calles que oteabas en busca de algo, que por cierto no encontrabas. Sólo los mismos callejones oscuros y sombras siniestras-. Está prohibida la entrada a las cocina, señor.

Un vistazo al hombre ligeramente orondo entrado en años y con un tono de piel algo enfermizo te hizo creer que más que enfadado estaba exponiendo un hecho. Su delantal mugriento y cuchara de madera en la mano te indica que es el cocinero. Pronto te amparas en tu historia pues es bueno seguir la línea en caso de que sumen dos y dos.

- No, señor. Por aquí no ha pasado nadie -Con la cuchara indica la parte superior de la puerta-. Si sabe leer verá un cartel que pone eso. Cinco cobres me costó la talla -Un resoplido te advierte de que llega otra decisión a tomar-. Salga de mi local o regrese -Señala el comedor-, pero no se quede en mi cocina.

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03/04/2016, 23:17
Ser Jolan Allenbrooke

«Nada por aquí». Me doy la vuelta para mirar al cocinero. Por un momento estoy tentado de pedir disculpas al hombre, pero eso podría despertar sospechas. En vez de eso, pongo cara de pocos amigos, y espeto:

¿Tengo cara de ser un maestre, tarugo? Ni sé leer ni me importa. La próxima vez pinta un aspa roja. Se verá más claro que no se puede pasar por aquí.

Sin embargo, no pretendo causar conflicto, así que mientras protesto me voy retirando de la cocina, y vuelvo a escabullirme rápidamente hacia el salón comunal del prostíbulo. Descartada la posibilidad de que Corlin se me haya escapado, solo me queda una alternativa: mirar en el piso de arriba. De modo que, con gesto casual, echo a andar hacia las escaleras y emprendo el ascenso, con ojos en la espalda y atento a todo lo que pueda encontrarme al llegar arriba.

Notas de juego

Ay, ay, ay...

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08/04/2016, 23:21
Director

La mujer que lo había detenido antes sonrió al verlo subir las escaleras y caminó hacia él decidida.

-Estoy aquí encanto. ¿Para que vas a subir sin compañía? Te aseguro que no te arrepentirás. Sabía que volverías a por mi, todos lo hacen.

La mujer cogió la mano del caballero y la acarició suavemente, satisfecha de que el hombre se lo hubiera pensado mejor y vuelto a sus brazos.

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09/04/2016, 00:12
Ser Jolan Allenbrooke

Maldición. No quiero que la seguridad de una persona inocente corra peligro. Esbozo mi mejor sonrisa.

No te rindes fácilmente, ¿eh, guapa? Estoy buscando al cabrón de mi amigo. Le encanta meterse en líos. Mira, ya sé lo que haremos —digo con fingida sorpresa, como si la idea acabase de venirme. Rebusco en mi bolsa monedera—. Toma, te daré un venado. Espérame aquí a que vuelva con mi amigo; y entonces podrás ganarte el resto.

Sonriendo, levanto la lustrosa moneda delante de mi cara. Espero que la pobre mujer acepte.

Notas de juego

WTF! ¿Me tiene que interrumpir? ¿En serio? TT_TT

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10/04/2016, 23:22
HACEDORA

Quizás, animada por la sonrisa dedicada por Jolan, o simplemente por costumbre de su oficio cuando había agarrado a un cliente, la mujer no soltó la mano del caballero.

-¿Rendirme?¿Como iba a hacerlo con un caballero tan apuesto? -No parecía mentir con respecto a eso pues Jolan nunca había resultado desagradable a las mujeres. Pero no había que olvidar que las mujeres de la noche eran expertas en fingir. La visión del venado la hizo dudar hasta que finalmente lo soltó y puso su palma abierta para que Ser Jolan depositara la moneda en ella.- ¿Solo por esperar? ¡Espera! Si vas a venir con tu amigo tendré que cobrarte el doble, cariño. Me gustaría encargarme de ti a solas, pero si eres de los tímidos...

La mujer siguió con la palma extendida en busca de su premio, algo dubitativa con las últimas palabras del Caballero pues no sabía si estaba ganando un dinero muy fácil o si el Caballero y su amigo le iban a dar una noche movidita entre los dos.

- Una cosa importante: no tardes. No está permitido subir sin acompañante.

Tenías una posibilidad importante de hallar al hombre quien te arrebató parte de tu alma, de la misma manera que podrías perder la vida sin conseguir saciar la sed de justicia más que justificable. La segunda planta del local no era mejor que la primera, con partes que obviamente debían ser renovadas y varias habitaciones en un total de tres a cada lado. Había otra puerta extra que por la disposición de la escalera llevaría a una buhardilla o segundo piso. Un par de candelabros daban algo de luz al pasillo, y los sonidos procedentes de algunas habitaciones al pasar te dejaban claro lo que ahí sucedía.

Las opciones podían llevarte tan cerca de la meta como una patada fuera del establecimiento si te pillaban. En tres de seis habitaciones la actividad sexual era audible, ¿pero cómo irrumpir en las otras?¿Qué hacer tan cerca como estabas?¿Qué hallarías y cómo lo afrontarías?

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11/04/2016, 00:29
Ser Jolan Allenbrooke

Maldita sea. Parece ser que detrás de una puerta siempre hay más puertas. Echo un vistazo al lúgubre vestíbulo de la planta superior del burdel, que da a seis habitaciones cuyas puertas están cerradas. Los sonidos propios de la coyunda me llegan desde varias de ellas. Pero no es eso lo que me interesa. No me conviene tentar a la suerte, así que será mejor que tome una decisión acertada y rápida.

Si Corlin solo ha venido a follarse a una puta, no tengo nada de qué preocuparme; puedo esperar a que regrese a la posada en la que lo he encontrado, con el refuerzo de supondría la compañía de Caron y Arryn. En cambio, si está aquí para reunirse y hablar con alguien que pueda estar involucrado en la muerte de mi sobrino o que sepa dónde puedo encontrar a Hollister, debo escuchar su conversación. En este último caso, Corlin se encontrará en una de las habitaciones silenciosas.

Lentamente, me muevo por el vestíbulo, tratando de no hacer ruido. Me sorprende la ligereza que me permite el hecho de haber prescindido de mi armadura de placas. Una a una, voy escuchando detrás de cada una de las puertas, esperando capturar el sonido de la voz de Corlin.

En caso de que no lo oiga en ninguna de ellas, tal vez lo mejor sea marcharme y volver junto a mis compañeros.

Notas de juego

La idea es esa: escuchar a hurtadillas detrás de cada puerta. Si oigo a Corlin hablando con alguien, presto atención a lo que puedan estar diciendo. Si no, me largo discretamente, esperando a que regrese con su compañero.

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17/04/2016, 22:11
Galbraigh Hollister

En otra ocasión actuar de esa manera sería impensable, pero estabas dispuesto a infringir normas y algún que otro ideal por conseguir tu objetivo. Así que vas de puerta en puerta, desde la escalera hasta el fondo del pasillo en busca de algo, de alguien. Algunas no te llevan a nada y las mantienes pendientes para la vuelta, y de otras al fin recibes jadeos en respuesta.

Cuando estas a punto de desistir, a tres o cuatro metros de la escalera, la puerta que debería llevar a la buhardilla se abre con un Corlin sonriente al cual se le cae la alegría al suelo en cuanto te reconoce. Desenvaina su espada apresuradamente, al igual que tú pero con mayor maestría.

- ¡¡Jolan Allenbrooke!! -grita al quien se encuentre arriba, pero por los movimientos que escuchas se trata de más de uno- ¡¡Es Jolan Allenbrooke!!

El nerviosismo del hombre es patente, pero antes de que puedas aprovecharlo otro hombre, desconocido, se posiciona a su lado tras una apresurada bajada. Un dos contra uno te sería posible ya que el pasillo no es lo suficientemente ancho, pero la espera en el ataque te hace creer que saben que no eres un rival fácil.

- ¡Jolan! -Podrías reconocer esa voz ronca hasta dormido. Sabes a quien pertenece. Sabes que a menos de cinco metros está el hombre que os ha arrebatado una parte de vuestra alma-. ¡Se te ve bien, ser Jolan! -Dice con desprecio al verte Galbraigh Hollister, quien fuera lugarteniente de la Casa Flaghan y ahora enemigo acérrimo. Parece que la maldad y codicia le sientan bien, mucho mejor que a ti la pena. Con un rápido movimiento pone otro obstáculo entre ambos, otro hombre tras el dúo que se interpone en tu camino-. Demasiado pronto, caballero -Escupe las palabras-. ¡Matadlo!

Si necesitabas una prueba de su valía, de su honorabilidad, no te decepciona el no verla. El qué hará aquí es más importante que enfrentarse a ti, por lo que no se hace esperar la huida escaleras arriba cerrando la puerta tras de si. Ya sea para seguirlo o bajar por las escaleras tienes un problema que resolver, con o sin sangre.

Tres hombres guardan su retirada. Tres hombres se interponen en tu camino.