Partida Rol por web

Vientos de invierno

Jolan

Cargando editor
07/08/2016, 18:26
Hombre sin rostro

Todos abandonáis a Corlin en la mazmorra y este se queda en la misma posición sin moverse, está agotado y sin fuerzas, sin duda habéis parado a tiempo, aquel tipo no era tan resistente como parecía en un principio.
Con él a buen recaudo son otras preocupaciones las que ocupan la mente de Ser Jolan. Piensa en las cosas que percibía desde el Norte donde Desembarco del Rey es tan solo un lugar lejano y ajeno a todos, aunque sus vidas dependan en parte de el. Con Robert Baratheon los reinos están tranquilos y el Norte en manos de Ned Stark que gobierna con buen criterio, pero siempre llegan rumores, hasta cierto punto es normal y comprensible pues a la gente le gusta hablar de más, rumores sobre que el Rey no se toma en serio sus obligaciones y el reino está en manos de otros o a merced de sus caprichos. Pero hay paz. No es hasta que uno llega a Desembarco cuando se da realmente cuenta hasta que punto son ciertas esas habladurías. El Rey Robert Baratheon solo piensa en cacerías y banquetes y de vez en cuando en mujeres, aunque no precisamente en la reina por lo que dicen.
Un asunto como ese, en el que ya intervino dando algunos soldados para causa, quizás sea más conveniente hablarlo con la Mano, un hombre más dedicado y razonable. Por fortuna, Ser Jolan hizo buena amistad con su sobrino y eso puede allanar mucho el camino para una audiencia rápida. Además Marton Arryn está en estos momentos acompañando a Alessa mientras Navid ayudaba en el interrogatorio. Tu hombre de confianza debe saber exactamente donde están.

Cargando editor
08/08/2016, 00:51
Ser Jolan Allenbrooke

Tras la emocionalmente intensa sesión de interrogatorio, me reúno con Marton Arryn y con mis otros allegados y les comunico lo que sabemos hasta el momento. El presunto complot contra el rey arroja nuevas cartas a la situación, y hay que actuar con inteligencia si no queremos perder una oportunidad única de derrotar a nuestros enemigos. Después de deliberar largamente, llegamos a la conclusión de que lo más prudente será tratar en primer lugar con Jon Arryn, la Mano del Rey, a fin de hallar la solución más conveniente y que todos podamos obtener retribución por las afrentas sufridas.

Lord Marton —le digo a mi aliado en un momento de privacidad—, necesito que habléis con vuestro tío Jon. Sin duda él os escuchará antes que a nadie. Os pido que le ofrezcáis un adelanto de la cuestión que deseo tratar con él, para que tenga tiempo de pensar en posibles soluciones antes de que me reúna con él. —Sonrío—. Marton, agradezco de veras vuestra ayuda en este asunto. Sois sin lugar a dudas uno de mis mayores aliados en estos momentos, y una de las pocas personas en las que puedo confiar. Mandadle mis respetos a vuestro tío, y sabed que la casa Flaghan no olvidará lo que estáis haciendo por ella.

Después de hablar con Marton Arryn, me dirijo a los aposentos de mi hija para estar un rato a solas con ella. Sé que lo necesita tanto como yo. Estos últimos días han sido muy duros, y estoy verdaderamente orgulloso de cómo mi pequeña ha conseguido sobrellevarlo. Cuando llego frente a su puerta, llamo antes de entreabrirla.

Hola. ¿Puedo pasar? —pregunto, antes de deslizarme lentamente al interior de la habitación—. ¿Cómo estás?

Cargando editor
08/08/2016, 19:07
Alessa Allenbrooke

Aunque apenas os conocéis desde hace poco tiempo notas como Lord Marton siempre hace lo posible por ayudaros. Quizás el joven admira vuestro carácter y decisión a la hora de defender a los vuestros, o sabe apreciar la compañía de un buen caballero, quizás tan solo busca algo que hacer para huir de la monotonía en las que se convierten las jornadas en la Fortaleza Roja, donde solo los entrenamientos o la participación en alguna cacería sirven para desentumecer los músculos de un guerrero, o quizás se haya fijado en Alessa, está claro que la dama norteña llama un poco la atención en la corte, no solo por su cabellera pelirroja, también por sus costumbres, algo menos refinadas que las del resto de las damas.
Como sea Marton va al encuentro con su tío dispuesto a conseguir una audiencia lo antes posible, sabe de la gravedad de la situación y sobre todo de la urgencia que puede suponer que vuestro enemigo se esfume en las calles de Desembarco.
Mientras tanto decides ir a ver a tu hija, la última vez que lo hiciste la dejaste preocupado por tu estado y durante ese día apenas has tenido tiempo entre unas cosas y otras. Conociéndola debe de estar deseando verte. Tu único consuelo es saber que estuvo acompañada por la noble Lady Odessa Caron, la hermana de Bryce, y aunque ambas parecen muy distintas, tanto físicamente como de carácter, han hecho muy buenas migas. Dirías que es la primera amiga que tiene tu hija en mucho tiempo, si no contamos con sus primos del norte.

La joven se levantó nada más ver a su padre y se acercó hacia él.

-¡Padre! ¿Estás bien? ¿No deberías estar descansando? Aunque ya se que has estado ocupado con algo, si no no hubieras mandado llamar a Navid. Aunque no me quejo, Lord Marton nos suele contar algunas historias de caballeros. Pero bueno, ¿Se puede saber que era tan importante para que no te mantuvieras en cama padre?

Cargando editor
10/08/2016, 01:00
Ser Jolan Allenbrooke

Mis cejas se arquean al ver la preocupación de mi hija. En efecto, podría estar descansando, y quizá sería lo más sensato, pero temo que si no actúo lo bastante rápido, Hollister pueda escapar de la ciudad.

No te preocupes, Alessa. Estoy bien —la tranquilizo con una sonrisa—. Además, todo lo que debía hacerse por el momento se hay hecho ya, así que creo que puedo permitirme descansar un poco. Hemos descubierto que Hollister planea un ataque al rey. Eso puede hacer que Robert tome un papel más activo en su detención. Pronto sabremos dónde está. —Hago una pausa, sacudiendo la cabeza—. Pero no pensemos en eso ahora. He oído que has hecho muy buenas migas con la joven lady Caron… Yo también he forjado una estrecha alianza con su hermano. Es una familia digna de confianza.

Me quedo unos segundos en silencio, sin saber muy bien cómo continuar hablando. Me paso el día deseando tener un momento que pasar con mi hija, y cuando al fin lo tengo, no sé qué decirle. Solo espero que la muerte de Ionar y los últimos acontecimientos no estén siendo demasiado para ella, que no estén creando una grieta entre nosotros.

Escúchame, Alessa: falta muy poco para que todo esto acabe. Solo te pido que confíes en mí, y que tengas un poco más de paciencia. Solo un poco. —Meneo la cabeza de un lado a otro, con incertidumbre—. Ya sabes que para mí tú eres lo más importante, ¿verdad? Si necesitas hablar de cualquier cosa, o contarme cómo te sientes, puedes hacerlo. —Camino unos pasos y me siento en su cama—. Te quiero, hija, y no me gustaría que nada de lo que está pasando cambiase nuestra confianza mutua. Lo entiendes, ¿verdad?

Cargando editor
10/08/2016, 08:03
Alessa Allenbrooke

Alessa escuchó a su padre con impaciencia, aunque sin interrumpirle, estaba claro por su rostro que no parecía del todo de acuerdo, era una mujer de carácter y no solía esconder lo que pensaba y sentía, menos aún con su padre al que tenía confianza y afecto.

-Como no me voy a preocupar padre... Podían haberte matado y lo que no hicieron nuestros enemigos puedes hacerlo tu si te sigues empeñando en esforzarte tanto pese a tu estado. ¿Hollister planea atacar al rey? ¡Maldito bastardo malnacido! ¿Es que su maldad no tiene límites? Pero me alegro padre, me alegro porque eso obligará a Robert a hacer algo, no se quedará con los brazos cruzados, quizás algunas muertes en el Norte le sean indiferentes, pero no dejará que atenten contra su vida y menos aquí en Desembarco. Así podrás quedarte al margen y descansar. Prométeme que dejarás que el rey Robert se haga cargo, al menos hasta que estés totalmente recuperado padre.

Sabía que era difícil que su padre cediera ante algo así, pero no perdía nada por intentarlo. Como él, odiaba a Hollister con toda su alma y si pudiera ella misma lo mataría, aunque era consciente que su pericia con los aceros todavía no estaba demasiado refinada y además su padre nunca le permitiría algo así. En el fondo aquello la frustraba, en Desembarco había visto como era la vida de las damas de la corte, mucho peor que en el norte y ella no estaba dispuesta a pasar su vida así. Quizás Lady Odessa pudiera hacerlo y disfrutara de algunas facetas de la vida palaciega, pero no ella.

-Sí, creo que ella tampoco tiene muchas amigas por aquí. Si no estuvieras tan ocupado intentando que te maten podría presentártela un día, creo que te agradará, parece una chica frágil y de aspecto delicado, de hecho su salud es bastante endeble, pero cuando hablas con ella descubres que posee una gran fuerza interior y mucha pasión en su mirada. ¿Sabes que el mismo rey Robert hizo que viniera a Desembarco? Al parecer la escuchó cantar y desde entonces siempre la quiere cerca, tiene un gran talento para la música. Pero no haga caso de las habladurías que corren sobre ella, yo no me las creo. -Alessa se ruborizó un tanto, aquellos temas siempre le habían dado cierto reparo.- Lady Odessa nunca haría algo así. Aunque parece que muchos lo creen, incluso la reina...

Cargando editor
11/08/2016, 00:54
Ser Jolan Allenbrooke

Mi rostro se congestiona en señal de protesta por las acusaciones de mi hija.

Te aseguro que nadie tiene más interés que yo en seguir vivo, Alessa. Pero lo que estamos intentando conseguir no está exactamente exento de riesgos… —Como si ella no lo supiera; hace poco, la tragedia ha golpeado nuestra familia. Dejo que mi hija me hable acerca de su nueva amiga, lady Odessa Caron. Parece que en estos días ha conseguido encontrar una parcela de solaz junto a ella, lo que me alegra. Las jóvenes inocentes como ella no tendrían que verse obligadas a preocuparse por los sinsabores de la vida. Cuando me comenta de pasada los rumores acerca de la muchacha, tuerzo el gesto, pudiendo imaginar perfectamente a qué se refieren—. Oh, no hagas caso de esas cosas. Verás… Quizá hayas oído que nuestro buen rey Robert tiene cierta… reputación, pero eso son solo habladurías de quienes envidian su posición, sin comprender la enorme responsabilidad que carga sobre sus hombros.

Lanzo un suspiro por la nariz. Realmente no sé si mis palabras están ayudando a disipar la sombra del rumor o si la están fortaleciendo.

Dentro de poco tendré una cita con lord Jon Arryn. Él sabrá el método más conveniente para dar caza a nuestro enemigo. —Me levanto de la cama, dirigiéndome hacia la puerta—. Como te he dicho, estamos a un paso de resolver esto. Mientras tanto, intenta dormir. Los Siete saben que yo también lo intentaré. —Me llevo una mano a mi zona herida, que aún duele—. Buenas noches, hija. Pronto despertarás en un mundo nuevo y mejor.

Abandono la habitación, cerrando la puerta con cuidado, y me encamino hacia mis aposentos con la intención de rendirme al fin al merecido sueño. Veremos cómo se desarrollan los acontecimientos a partir de ahora.

Notas de juego

Pues poco más. Cuando lo creáis conveniente, podemos pasar a la escena con Jon Arryn ;).

Cargando editor
11/08/2016, 09:03
Alessa Allenbrooke

Sí, Alessa sabía que la vida era dura y peligrosa, se había criado en el Norte y allí todo lo era, pero también creía que tanto ella como su padre ya habían sufrido suficiente y se rebelaba contra un futuro peor. Pero era joven y no sabía la de vueltas que daba la vida y todo lo que le quedaba por vivir, solo Los Siete conocían su destino.

-En cualquier caso tened más cuidado padre, no volváis a quedaros solo, tenéis hombres que morían por vos, dejad que os acompañen. -El grupo que había venido del norte eran casi como una pequeña familia, sobre todo Navid, Alessa sentiría la muerte de cualquiera de ellos, pero sobre manera le costaría reponerse a la de su padre. En cuanto a los rumores sobre el Rey... Alessa era inocente, pero no era tonta y sabía de las debilidades de los hombres. No sabía si los rumores sobre Robert eran ciertos o no, pero estaba segura que los de Lady Odessa Caron no lo eran.- Tenéis razón padre, aquí en Desembarco del Rey todo es muy distinto... Añoro el norte, ojalá podáis econtrar lo antes posible a ese malnacido y darle su merecido para así poder volver, nuestra familia también nos necesita.

La situación en la que se habían marchado no era la mejor, pero había sido necesario para intentar poner fin a toda la situación negativa que se había cernido sobre ellos. Si Ser Jolan lograba solucionarlo quizás pudiera ser el principio de una nueva etapa, una más feliz para todos.

-Buenas noches padre, que descanse. Y no se confíe, se acerca el invierno.

Con la advertencia de las palabras de su hija, Ser Jolan se dirigió a sus aposentos. La noche fue mejor que la anterior aunque seguía teniendo dolores en las zonas heridas, ya no era tan joven como antes y se notaba que su cuerpo ya no se recuperaba tan deprisa, pero era un hombre fuerte y de voluntad inquebrantable, eso siempre ayudaba en ocasiones como aquella.
Aquella mañana temprano recibió una nota del joven Marton Arryn, su tío le recibiría en sus aposentos privados de la Torre de la Mano unas horas después, parecía que el asunto le parecía importante.

Cargando editor
11/08/2016, 09:04
Lord Jon Arryn

Cuando Ser Jolan se acercó a la torre los centinelas lo dejaron pasar sin problemas, uno de ellos lo acompañó por las escaleras hasta llegar a unas grandes puertas, antesala del recibidor privado del la Mano del Rey. Entró solo y sin casi hacer esperar a Ser Jolan le indicó que podía entrar.
Jon Arryn le esperaba sentado tras un escritorio mientras ojeaba un libro que cerró cuando el caballero norteño se acercó. Entonces la Mano del Rey se levantó y se acercó al recién llegado.

-Bienvenido Ser Jolan. ¿Como os encontráis de vuestras heridas? Pensé que aún seguiríais en reposo, pero mi sobrino ya me ha dicho que os habéis mantenido ocupado. Admiro vuestra dedicación, espero que de los frutos esperados. Contadme, por favor, Marton tan solo me ha dado algún detalle, pero parecía importante.

Cargando editor
12/08/2016, 00:52
Ser Jolan Allenbrooke

Me sorprende la rapidez con la que recibo la invitación para reunirme con la Mano del Rey. A pesar de que nos hallamos en una situación preocupante, es agradable ver que aquellos que están en posiciones de poder y autoridad no sucumben a la autoindulgencia y recuerdan en todo momento sus deberes. Un guardia me acompaña por la torre de los centinelas hasta llegar a las puertas tras las que me espera lord Jon Arryn, sentado tras un imponente escritorio. Tras despedirme del vigilante, me aproximo a la Mano con diligencia, tratando de disimular lo mejor que puedo la leve cojera que me aflige desde la guerra, hace ya tantos años.

Jon Arryn me saluda con amabilidad y cortesía, preguntándome por mi estado de salud después de las heridas recientemente sufridas, para a continuación pasar a lo verdaderamente importante. Asiento, con la mirada algo extraviada. ¿Por dónde empiezo?

Gracias por vuestra preocupación, lord Arryn, pero el viento del Norte es más frío que el acero. Si el primero no me ha matado en todos estos años, es poco probable que el segundo lo haga.«Más matan la traición y las mentiras que el acero que se blande de frente y sin subterfugio», pienso para mis adentros. Miro a la Mano con gravedad, dando a entender que estoy a punto de dar comienzo a mi relato—. Como bien sabéis, mi sobrino Ionar Flaghan perdió la vida recientemente a manos del denostable Galbraigh Hollister y sus lacayos. Acudí a Desembarco del Rey con motivo de solicitar justicia por el espantoso crimen contra mi sangre. En el tiempo que he estado en esta ciudad, he aprendido a moverme por ambientes que pocos caballeros imaginarían. Junto a vuestro sobrino, Marton, y con la ayuda de Bryce Caron, investigué Desembarco del Rey de cabo a rabo. Nos llevó tiempo, pero acabamos por descubrir que en un tugurio del Lecho de Pulgas se hospedaban unos secuaces de Hollister, así que hace dos noches fuimos a su encuentro. —Hago una pausa, recordando con viveza los acontecimientos de aquella noche—. Cuando llegamos, descubrimos que uno de ellos era nada menos que Corlin, un antiguo siervo de mi casa, los Flaghan. Lo seguí hasta un burdel cercano y allí lo abordé. Cuál no sería mi sorpresa al hallar allí mismo a Galbraigh y a más de sus secuaces… —Aprieto los dientes, tratando de reprimir el odio al recordar al perro de Hollister—. Galbraigh huyó, pero logré tomar prisionero a Corlin. Ahora está en las mazmorras. Lo interrogué anoche.

Hago una larga pausa, pensando en la mejor manera de decir lo que tengo que decir para conseguir que lord Arryn recomiende el indulto de Corlin. Es el único modo de saber dónde está Hollister y cuáles son sus planes para mi familia.

Corlin admitió su culpabilidad y haber estado trabajando con Galbraigh. Eso, siendo honesto, sugeriría la pena capital… No obstante, fue lo que me dijo a continuación lo que me hizo dudar… Conoce los planes futuros de Galbraigh Hollister para atentar no solo contra mi familia, sino contra el propio rey, Robert Baratheon. —Sacudo la cabeza—. Sé que suena muy disparatado, pero hemos de recordar que no hace tanto tiempo, durante la Rebelión de Robert, se levantó en armas contra nosotros y contra el propio Norte, desafiando incluso a los Stark. —Me acaricio la barba, pensativo—. Corlin quiere el indulto y el exilio a cambio de la información que posee. Al final, todo se reduce a eso. Su vida por lo que sabe.

Lanzo un suspiro. Sinceramente, no creo haber podido expresar la situación con mayor claridad y honestidad.

Notas de juego

Chicos, me voy cinco días de minivacaciones, así que tampoco es urgente que respondáis enseguida :). ¡Abrazos!

Cargando editor
19/08/2016, 18:53
Lord Jon Arryn

-No os confiéis Ser Jolan, hay cosas peores que el viento, incluso el del norte y los aceros pueden traicionarnos en cualquier momento si no somos cuidadosos. -Ninguno era joven ya y ambos tenían la experiencia suficiente para entenderse, aunque Lord Arryn sabía que las palabras de Ser Jolan eran más una muestra de determinación que bravuconadas de juventud como podía expresar su sobrino. Siguió escuchando el relato con atención sin interrumpir a Ser Jolan.- Sentimos la pérdida de vuestro sobrino y os aseguro que el Rey tiene la intención de colaborar lo máximo posible para atrapar a ese mal nacido de Hollister. -Parecía sincero y era cierto que el Rey había colaborado hasta el momento, las buenas relaciones que tenía con Ned Stark ayudaban probablemente. La mano no dijo nada sobre los métodos de Ser Jolan, había aprendido a no preguntar demasiado sobre ciertas cosas. Se quedó pensativo cuando el caballero norteño terminó su relato.- ¿Atentar contra el Rey? ¿Es que ese hombre no tiene límite? Parece que no... ¿Pensáis que ese tal Corlin dice la verdad? Sea como sea ha hecho bien en venir a advertirnos, mantener la paz de los Siete Reinos siempre es un asunto delicado y sin el Rey Robert... -Jon no dijo nada más, pero se le notaba preocupado. Las responsabilidades de una mano siempre eran numerosas, pero además en este caso parecía que sus funciones se multiplicaban por la desidia de Robert Baratheon. Cruzó las manos por detrás de la espalda y comenzó a caminar hacia una ventana, la torre de la Mano tenía unas vistas excelentes de Desembarco del Rey. Miró durante un tiempo hacia los muelles, los mismos por los que que se marcharía Corlin si conseguía su ansiado indulto. La mano dio media vuelta y se dirigió de nuevo a Ser Jolan.- Supongo que ese tarado es capaz de cualquier cosa y estoy seguro que vos estáis de acuerdo o no hubierais venido a advertirnos. Avisaré a la guardia real para que redoblen la vigilancia. ¿Que vais a hacer con ese tal Corlin? Os prometo que no me entrometeré, aunque si va a ser algo poco prudente prefiero no saberlo.

Ya había visto y escuchado demasiadas cosas y parecía que últimamente los problemas se acumulaban. ¿Para que sumar una preocupación más? Aquel hombre estaba en su derecho de obtener justicia y él prefería poder responder que no sabía nada si algún día alguien preguntaba.

Cargando editor
21/08/2016, 00:40
Ser Jolan Allenbrooke

Si el rey y vos lo permitís —comienzo, no sin cierto matiz de duda en mi voz—, desearía ser fiel a mi palabra. Si me preguntáis qué es lo que yo haría… Exigiría la colaboración de Corlin y comprobaría cuánto sabe. Siempre y cuando realmente conozca detalles sustanciales del plan de acción de Hollister… —hago una pausa, mordiéndome ligeramente el labio—… el exilio debería serle concedido. Y no os preocupéis. No pondré a prueba vuestra conciencia, ni tampoco la mía. Por mucho que lo merezca, no es mi intención ejecutar a Corlin, en caso de que colabore.

Me quedo en silencio unos segundos, pensando cómo formular mi petición. Al final, opto por la manera más honesta:

Por favor, lord Arryn, os ruego que accedáis a la propuesta de Corlin. Podría ser la única forma de salvar a mi familia de un ataque fatal. Sé que la seguridad del rey debería ser mi motivo prioritario, pero el corazón de un caballero se ve dividido por múltiples votos. Y quizá de ese modo lográsemos matar dos pájaros de un tiro: desenmascarar el complot contra Robert… y conseguir la seguridad de mi casa…

No digo más. Aguardo pacientemente la respuesta de Jon Arryn.

Cargando editor
21/08/2016, 09:42
Lord Jon Arryn

El veterano Jon Arryn acogió con alivio las palabras de Ser Jolan, prefería que las cosas se resolvieran de una manera lo más prudente posible y aquella solución, si bien podía no ser justa, parecía la mejor de todas en aquellas circunstancias.

-Está bien, concederé ese indulto de inmediato, estoy seguro que el Rey Robert estará de acuerdo. Pero ese tal Corlin permanecerá como "invitado" en la Fortaleza Roja hasta que se compruebe que su información resulta ser correcta, esa es la única condición. Le ubicaremos en una celda algo más cómoda para que no escape. Y no se preocupe Ser Jolan, está sirviendo bien al Rey, si detiene al traidor de Hollister todos ganamos.

Jon Arryn se acercó a su escritorio y comenzó a redactar un documento donde le concedía el indulto a Corlin y le permitía tomar un barco fuera de los Siete Reinos sin ser importunado, a cambio nunca más debería regresar o sería juzgado por sus crímenes. Lo selló con su propia firma y se lo entregó a Ser Jolan.

-Espero que ese hombre os de la información correcta, pero tened cuidado y tomar más precauciones que la vez anterior, podría dirigiros a una trampa.

Cargando editor
22/08/2016, 16:03
Ser Jolan Allenbrooke

Muchísimas gracias, mi señor —agradezco a lord Arryn cuando este me entrega el documento que concedería el indulto a Corlin. Con un asentimiento severo, escucho el consejo que me da respecto a mi seguridad. Alessa anoche, lord Arryn esta mañana… Está claro que ambos comprenden lo peligroso de la situación. Con una leve inclinación, me despido de la Mano—. Regresaré a vos cuando tenga la información. Hasta la vista.

Me retiro diligentemente, abandonando el estudio y la torre para encaminarme nuevamente a las mazmorras. Esta vez voy solo, pues no deseo arriesgarme a que la impulsividad de Navid eche por tierra mis posibilidades. La anticipación se aferra a mi estómago cuando me pregunto cuál será la historia de Corlin. Cuando llego a las lóbregas entrañas de Desembarco del Rey, pido al carcelero que me acompañe hasta la celda de Corlin, mostrándole el documento e indicándole que la Mano del rey ha autorizado un cambio de dependencias para el prisionero. Sin embargo, mientras ambos caminamos por la mazmorra, mantengo un estado de alerta constante. No me sorprendería que Galbraigh Hollister hubiese logrado infiltrar espías en la Fortaleza Roja. Incluso el carcelero podría ser uno de sus hombres, por lo que no lo pierdo de vista en ningún momento.

Cuando finalmente llegamos a la celda de Corlin y el carcelero la abre para mí, lo despido con un gesto de mi cabeza. Después, cuando ya se ha marchado, camino pausadamente hacia el interior de la celda, mostrando el documento de la libertad de Corlin.

Esto es tu libertad —indico, levantando el documento enrollado frente a mí—. Espero que hayas reflexionado sobre tus pecados, y que no desaproveches esta oportunidad. Ahora, habla.

Notas de juego

En este momento, Jolan está MUY paranoico. Mantiene ojos en la espalda en todo momento, just in case.

Cargando editor
22/08/2016, 18:51
Hombre sin rostro

El aspecto de Corlin seguía siendo horrible. Ser Jolan se lo encontró tirado en el suelo de piedra, la sangre salpicaba algunos adoquines a su alrededor, pero seguía vivo y por lo que parecía algo más entero que antes. Corlin se incorporó con cierta dificultad y estiró el brazo indicando a Ser Jolan que le acercara el documento.

-¿Crees que soy tan idiota como para decirte nada sin leer lo que pone ahí?

Ser Jolan le acercó el pergamino, al fin y al cabo si Corlin no colaboraba no le resultaría difícil volver a quitárselo. El traidor lo desenrolló con cierta impaciencia y comenzó a leer muy despacio, su capacidad de lectura era menor que sus ganas por saber que ponía. Tras unos minutos de minuciosa lectura se volvió hacia él.

-Parece que has cumplido Jolan. Sabía que harías cualquier cosa por echarle las manos a Hollister y cuando eso suceda yo ya estaré lejos.

Tocaba tratar el delicado tema de que su libertad no sería inmediata, debería esperar en otra celda, algo más cómoda eso sí, a que todo se resolviera. Como Ser Jolan se imaginaba el rufián no estaba dispuesto a aceptar aquello, lo que quería era poner tierra o mejor dicho un mar entero de por medio.

-¿Crees que estoy loco? ¡Ese no era el trato! Si dependiera solo de ti... Quizás podría fiarme de que cumples tu palabra y me dejas ir. ¿Pero crees que Hollister no sabe ya donde estoy? ¿Crees que va a dejarme aquí para que te lo cuente todo?

Corlin parecía nervioso, ahora la presencia de Ser Jolan no parecía intimidarle tanto, sabía que era su mejor aliado en estos momentos, pero también sabía que no podía tentar a la suerte durante demasiado tiempo, si hacía aquello debía desaparecer, rápido y para siempre.

-¿Nunca te has parado a pensar como va siempre un paso por delante de ti? ¿O porqué iba a atentar contra el Rey? No, claro que no, estás demasiado cegado por la venganza.

¿Había hecho bien en jugársela a Hollister? Cada vez tenía menos dudas, aunque tampoco estaba seguro que a esas alturas le creyeran que no le había dicho nada si conseguían llegar a él y eso era malo. Por otro lado confiar en Ser Jolan podía no ser suficiente.

-Tienes que sacarme de aquí, lo prometiste.

Cargando editor
22/08/2016, 19:33
Ser Jolan Allenbrooke

Escucho pacientemente a Corlin. Este tema y su reticencia a hablar me están cansando. No es tanto furia o frustración como simple agotamiento. Lo miro a los ojos.

Te entiendo. Comprendo que estés deseando largarte de aquí —comienzo—, y que tu situación es muy complicada en caso de que Galbraigh decida atacar la Fortaleza Roja. En caso de que lo haga —recalco, dejando claro que no tengo forma de saber que lo que está diciendo sea cierto—. Por eso, y para zanjar de una vez por todas este asunto, voy a ofrecerte una solución intermedia. No puedes abandonar Desembarco del Rey, no hasta que hayamos comprobado la veracidad de tu relato. De modo que te diré lo que haremos. —Hago una pausa, meditabundo, antes de continuar—. Te quedarás en la Fortaleza Roja, pero no irás a otra celda. Serás mi prisionero personal. Eso significa que te custodiaré en todo momento. Te protegeré las veinticuatro horas del día, y mataré a quienquiera que intente asesinarte, hasta que hayamos descubierto y atrapado a Hollister. Eso es lo máximo que puedo darte, y tampoco estás en condiciones de exigir más, pues si te niegas, las consecuencias serán las mismas que si Galbraigh te pone las manos encima. Y no es una amenaza; es un hecho. —Lo traspaso con la mirada, severo, intentando que comprenda que esa es la máxima extensión de mi capacidad de ayudarlo—. Tú mismo te has puesto en una situación terrible, y no me has dado muchas opciones. De todos modos, no estaría mal que empezases a mostrar algo de contrición y fueses leal por una vez a la casa a la que traicionaste.

Tomo de su mano la vitela que contiene su libertad en el exilio, y la guardo en una de mis mangas. Lo miro a los ojos.

Ahora, por favor, no empeores las cosas y habla. Los dos tenemos mucho que perder si no lo haces.

Cargando editor
22/08/2016, 20:38
Hombre sin rostro

Corlin se quedó pensativo y entregó el pergamino, quizás por miedo a que si forcejeaba para conservarlo pudiera romperse y volverse inservible, además en su estado no tenía nada que hacer contra el norteño. Las palabras de Ser Jolan retumbaban en su cabeza, aunque era cierto que tampoco tenía muchas otras opciones y lo que le ofrecía el caballero era una especie de seguro de vida, con él vigilándolo nadie se atrevería a hacerle daño y los hombres del norte apreciaban demasiado a su jefe como para contravenir sus órdenes.

-Está bien, acepto, maldita sea, colaboraré. -Respiró profundamente y cogió fuerzas. En cuanto abriera la boca no habría vuelta atrás y su futuro estaría comprometido a la palabra de Ser Jolan.- El burdel donde nos encontraste era el escondite favorito, en medio de la ciudad, con chicas a su disposición y con varias salidas posibles, pero no creo que vuelva a aparecer por allí. Tiene otros dos, pero no por mucho tiempo, si sabe que estás tras él y que me tienes a mi buscará otros así que te conviene moverte rápido o volverás a perderlo. Uno está cerca del Lecho de Pulgas, el sótano de una taberna, Las Siete Dagas. Tiene algún tipo de arreglo con el dueño para quedarse allí si lo necesita, eso sí, te advierto que el sótano tiene otra salida, no se donde lleva porque nunca llegué a usarla, si Galbraigh está allí tendrás que ser rápido o volverá a escaparse. Su otro refugio está fuera de la ciudad, en un bosque cercano, allí es donde están la mayoría de sus hombres, no quería que anduvieran por la ciudad y que a alguno se le soltara la lengua demasiado. Me temo que si está allí tendrás que derramar mucha sangre para llegar a él y no descartaría que hubiera alguna entrada posterior conociendo a Hollister, pero nunca vi ninguna. Eso es todo lo que se.

Se quedó mirando a Ser Jolan. Había hablado, pero en sus palabras no se encontraba ningún intento de recuperar un pasado algo más noble, tan solo quería salvar el pellejo y ahora que Ser Jolan encontrara a Hollister y lo matara parecía una buena forma de comenzar, Corlin sabía que sus problemas no terminarían con la muerte del traidor, pero esperaba que con su indulto y marchándose lejos nunca lo encontraran si alguien quería ajustar cuentas por lo que estaba haciendo.

Cargando editor
24/08/2016, 15:30
Ser Jolan Allenbrooke

Escucho atentamente las indicaciones de Corlin. Vaya. Al parecer, Galbraigh Hollister dispone de un par lugares en los que esconderse en Desembarco del Rey y sus alrededores. Sin embargo, deberé ser rápido en actuar si deseo encontrarlo y ponerlo al fin en manos de la justicia. De lo contrario, todo lo que atraparé será viento. No obstante, a medida que pasan los segundos, un plan empieza a formarse en mi mente.

De acuerdo. Gracias, y espero que lo que has dicho sea cierto. ¡Carcelero! —llamo al encargado de vigilar las celdas de la mazmorra—. Quítale las cadenas. Desde este día, este hombre está bajo mi custodia. —Luego, vuelvo a mirar a Corlin—. Ahora vamos a ir a ver al rey y le vas a contar lo mismo que me has contado a mí. Yo compartiré con él mis ideas, y deseablemente podremos poner fin a todo esto de una vez por todas. Tan pronto como la cabeza de Hollister sea rebanada de su cuerpo, te acompañaré al puerto, te subiré a un barco y no volveré a verte nunca.

Tan pronto como el carcelero libera a Corlin, echo a caminar por el pasillo de la mazmorra. Espero no tener que pedirle que me siga.

Notas de juego

Vale. Para ahorrar posts y demás: mi idea es poner a Corlin un poco más presentable y pedir una audiencia urgente con Robert, contarle toda la pesca y proponerle lo siguiente: el mismo día, dos grupos llevarán a cabo dos operaciones simultáneamente. El primero de ellos, dirigido por Bryce Caron, y empleando tácticas de sigilo, rodeará la posada de las Siete Dagas y entrará por ambos accesos, peinando el interior y buscando a Galbraigh Hollister para arrestarlo. El segundo, un contingente militar entre el que nos contaríamos yo mismo, Navid, mis hombres y a ser posible alguna tropa real, irá al otro escondite, el del bosque, a «disolver» las fuerzas de Hollister, esté él presente o no.

A Alessa volveré a dejarla con Marton Arryn, que se lo ve muy responsable a él. Espero que no haya ningún espía oportunista en el castillo que se los cargue mientras yo no estoy >.<

Cargando editor
24/08/2016, 19:19
Hombre sin rostro

En cuanto se ve liberado de sus cadenas Corlin parece recuperar parte de sus fuerzas y te sigue a poca distancia. Observas como mira desconfiado hacia cualquier rincón oscuro, quizás piense que se la estás jugando o tema que alguien pueda salir a matarlo en cualquier momento, pero te sigue sin protestar.
Tras lavarlo y ponerle ropas limpias su aspecto mejora algo, pero las múltiples heridas y moratones siguen dándole un aspecto lamentable, tampoco se puede hacer mucho más así que decides llevarlo tal cual, al fin y al cabo sigue siendo un prisionero y un traidor.
Intentas concetar una audiencia con el Rey Robert, pero tan solo eres capaz de llegar a la Mano. Jon Arryn se disculpa diciendo que el Rey está algo indispuesto y necesita descanso. Todos los que habéis asistido a la cena de la noche anterior en el Gran Salón de la Fortaleza Roja sabéis que había bebido demasiado alcohol y seguía haciéndolo cuando la mayoría abandonásteis el banquete. Los más retrasados dicen incluso que el Rey continuó la fiesta fuera de la fortaleza, aunque nadie se atreve a confirmarlo con rotundidad.
La mano escucha a Corlin y finalmente a Ser Jolan, no se opone a su plan, aunque es reticente con que su sobrino acepte quedarse en la Fortaleza Roja, es demasiado impulsivo y ávido de combates. Pero como no parece querer arriesgarse a que Marton pierda la vida en algún mal lance de esta extraña misión te da una carta donde le manda quedarse en la Fortaleza escoltando a Alessa.
Marton Arryn se niega a no participar en la operación, está claro que entre acompañar a una dama o cruzar espadas contra unos enemigos del reino tiene claras sus preferencias. No es hasta que Ser Jolan le enseña la misiva de su tío cuando acepta a regañadientes. Es probable que esa decisión marque un antes y un después.
Con Alessa bien protegida dentro de la Fortaleza Roja puedes centrarte en el plan. Al final decides hacer dos grupos para alcanzar los dos objetivos a la vez, todos parecen de acuerdo que es lo más sensato dadas las circunstancias.
Te despides de Bryce Caron y ambos os deseáis suerte, no sabéis lo que el destino os deparará a cada uno, ni siquiera si os volveréis a ver.
Sales de Desembarco con un nutrido grupo de hombres esperando encontrar a tu némesis y darle muerte de una vez por todas. Pronto os encontráis en las cercanías del lugar donde os indicó Corlin.

Notas de juego

Vamos a plantear ciertas cuestiones antes de continuar, por saber o medir las posibles consecuencias de cara al futuro:

-¿Como le explicas a Marton Arryn que no irá a la misión? ¿Te escudas en la carta de su tío? ¿Le dices que has sido tu el que propuso que se quedara? ¿Cualquier otra cosa?

-¿Qué haces con Corlin? ¿Lo llevas contigo? ¿Lo dejas en la Fortaleza Roja? ¿Otra cosa?

-¿Te despides de Alessa? ¿Le dices donde vas? De ser así ¿Como lo haces? ¿Tienes preparado algún documento para su futuro si por alguna desgracia del destino fallecieras? (Posibles matrimonios, donde debe vivir, si tiene que meterse a septa, etc.)

Cargando editor
24/08/2016, 20:02
Ser Jolan Allenbrooke

Notas de juego

OK. Responderé a tus preguntas una a una:

1. Utilizo la carta de Jon Arryn solo como apoyo. Para convencerlo, uso el pretexto de que necesito a un hombre de armas experto para que proteja a mi hija; que había pensado en Navid, pero no puedo negarle la venganza contra Hollister. Confío en él por los votos de caballería que nos unen y por su fuerte brazo con la espada.

2. Corlin será MI SOMBRA. Irá a dondequiera que yo vaya, aunque no lo obligaré a entrar en combate. Sin embargo, dada la naturaleza de la misión, es posible que se vea obligado de todos modos. Es su problema. No obstante, no faltaré a mi promesa de protegerlo, y trataré de evitar a toda costa que se le acerque ningún enemigo si la cosa se pone fea.

3. Por supuesto que me despido de mi hija, y lo hago cara a cara. Le explico la importancia que tiene que haga lo que voy a hacer, y que no puedo rehuir mi deber. De temas de matrimonios y demás no he pensado nada, pero sí que tengo claro que, si algo me pasa, mi hija abandonará Desembarco del Rey, dependiendo su destino del de Galbraigh Hollister. Si resulta capturado/muerto, Alessa regresará a Garra del Grifo con mi hermana. Si Galbraigh logra escapar, será enviada al hogar de mi familia de sangre, la casa Allenbrooke, para que se mantenga alejada de posibles nuevos ataques por parte de Hollister a Garra del Grifo.

Poco más. So be it. Esta va a ser la última escena, me temo, para bien o para mal… >.<

Cargando editor
29/08/2016, 18:53
Hombre sin rostro

El grupo cabalga velozmente por el camino y se dirige al bosque. Por fortuna y gracias a las indicaciones de Corlin parecéis ir con un rumbo fijo y directo, quizás si no te hubiera acompañado no habría sido tan sencillo encontrar el lugar. En un momento dado hace gestos con uno de sus brazos con intención de que os detengáis y se acerca a tu caballo.

-Estamos cerca, si seguimos a galope los sorprenderéis, aunque deberéis desmontar para entrar en la cueva. Normalmente suele haber un par de guardias en la entrada, quizás Hollister haya decidido poner más o esconder alguno por el bosque.

Al menos Corlin era lo que recordaba de la anterior vez que había estado allí, aunque normalmente solía quedarse con los hombres de Desembarco para dirigirlos en ausencia de Hollister. Todo el grupo mira a Ser Jolan esperando su decisión. El norteño sabe que todos acatarán sus órdenes, unos por lealtad adquirida durante años a su servicio, otros acostumbrados a seguir las órdenes de sus superiores y en esa misión Ser Jolan es el que manda.