Partida Rol por web

Vigilancia, victoria, sacrificio

2. La Tumba de la Novia Roja

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10/11/2015, 14:59
Elietta

Nunca antes había visto la magia en acción y acababa de tener suficiente ración de ella para toda una vida. Supuso que no le quedaba otra opción que acostumbrarse a ello. A fin de cuentas, todos ellos eran ahora sus hermanos. Pasaría con ellos el resto de sus vidas.

Está bien... al menos esta magia no ha sido mortal. Ni demoníaca...

Jarlath se acercó entonando un cántico y de repente Elietta empezó a sentirse mucho más aliviada. Eso no podía ser natural... tenía que haber sido... ¿Magia?

Espera... ¿¿¿Jarlath es un MAGO???

Quiso reaccionar y abrir los ojos como platos por la sorpresa. Pero estaba tan acostumbrada a no dejar ver su asombro que consiguió contenerlo y guardárselo para sí misma. 

Luego habló el enano. Por una vez parecían estar de acuerdo y eso era muy sorprendente para la elfa.

-Puedo ayudarte-Digo-Estos ojos también están acostumbrados a la baja iluminación.

Cogí mi arco y no esperé a que me contestara. No había sido una sugerencia o una petición. Pensaba hacerlo de todos modos. Necesitaba apartarme un poco de tanto mago para digerir la noticia. No es que tuviera una opinión extrema en cuanto a la magia. Siempre había pensado que los magos no deberían estar encerrados en el círculo como animales rabiosos. Pero tener tantos cerca, después de todo lo que había oído que podían hacer... le resultaba muy incómodo. 

Esperaba acabar acostumbrándose.

-¿Vamos?

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10/11/2015, 19:58
Selene

Entre sorprendida e intimidada por la repentina aparición de Enansal, o mejor dicho, transformación, Selene detiene el gesto que iba a hacer de echar mano a sus ungüentos para permitir que la dalishana lleve a cabo su curación. Ver usar la magia con un fin tan benéfico le provoca una punzada de dolor al compararlo con todo lo que vio en su tierra natal. Realmente, los humanos podrían aprender mucho del Pueblo si dejaran a un lado los prejuicios y la enemistad, pero sabía que eso era como pedir que los ríos corrieran montaña arriba: había pocas cosas a las que la gente se aferrara tanto como al odio.

Por su lado, el bardo comenzó a tocar una canción que la tevinterana no había oído nunca, más dulce y suave que ninguna otra, y una sensación de alivio la invadió. Era como un oasis de calma en la amenazante oscuridad de la caverna. Cuando quiso darse cuenta, su respiración y sus latidos habían vuelto a la normalidad, y las heridas de su carne se cerraban como si nunca hubieran estado allí. Con el espíritu algo más calmado por los cálidos acordes, casi más que por la desaparición del dolor en sí, logró esbozar una débil sonrisa a Jarlath mientras trataba de recuperar la compostura.

Se irguió nuevamente, tratando de estabilizar su mochila demasiado pesada para sus escasas fuerzas, y se resignó a continuar con la túnica húmeda hasta que hicieran un alto. No era ni el momento ni el lugar para quejarse. -Gracias- susurró tanto a la elfa como al orlesiano, y añadió en un tono de voz algo más firme. -Deberíamos continuar...

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12/11/2015, 13:40
Narrador

Cuando terminasteis de sanaros las heridas, pudisteis de nuevo dedicar vuestra atención a la caverna en la que os encontrábais: Había dos túneles más aparte de por el que habíais venido.

Uno de ellos, hacia la izquierda, estaba curiosamente libre de telarañas y al fondo se apreciaba un tenue resplandor verduzco. Por el otro, a la derecha, continuaban las telarañas pero en algunas partes más arcillosas del suelo se podía apreciar algo parecido a unas pisadas.

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12/11/2015, 13:55
Elietta

Elietta miró los dos caminos, arco en mano, desde la distancia. Aquel brillo verduzco le llamaba la atención, pero la falta de telarañas y de pisadas le decían que ese no era el camino que habían seguido los guardas tras los que iban. El otro camino tenía peor pinta, pero parecía ser el que habían tomado sus perseguidos (como era costumbre entre perseguidores y presas). No obstante, Elietta no podía ignorar el hecho de que había dos caminos, y aunque uno de ellos tenía pisadas y el otro no, bien podrían los Guardas haber creado un rastro falso para despistarles. Separarse no le parecía una opción, pero sin embargo, en ese momento, sí que parecía lo más lógico que hacer.

-Hay huellas en el camino de la derecha... pero podrían ser un rastro falso para despistar-Dijo la elfa mirando el suelo cercano al camino iluminado de verde. Se agachó para ver si la tierra había sido removida, si es que había alguna que cubriera la roca.-Alguien debería mirar por el otro lado. Si ese rastro es falso, debería haber alguna pista...

Tenía que reconocer que desde que Jarlath y los otros hicieron su "magia" sobre ella, se sentía más liviana, totalmente fresca, como si se acabara de levantar aquella mañana. Lo único que le despertaba a una realidad diferente a esa era la tensión de sus músculos después de la batalla. 

- Tiradas (1)
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12/11/2015, 14:10
Paexter RockHead

Agachado en la bifurcación, el enano meneaba la cabeza, ora a un lado, ora a otro. Ya había señalado hacia las posibles huellas del tunel de la derecha, para despues señalar las omnipresentes telarañas de esa galería.

Por otro lado estaba ese resplandor verdoso del tunel de la izquierda, misteriosamente libre de telarañas...

Tras escuchar hablar a Elietta, y sopesar las opciones durante un rato, para que su dura mollera dirigiriera todo, consciente de aquel que pudiese estar acechandolos, pues no dudaba que, con el ruido del combate, sus opciones de sigilo se habían volatilizado, se dirigió a todos sus compañeros, abarcándolos con la mirada:

- Ya hemos visto de qué es capaz esta caverna, dijo, rememorando en un momento la pelea recien acabada, así que, aunque a priori pudiese parecer una buena opción, creo que no es buena idea separarnos... No, decididamente, no es buena idea.

Despues, soltando el aire poco a poco, continuó:

- Bueno, pues hemos de decidir si preferimos enfrentarnos a aquel que mantiene a las arañas fuera de sus dominios, o seguir por la guarida de las asquerosas criaturas... Eso sí, si vamos por el tunel de la derecha, por La Roca Inmortal que prendería fuego a toda esa maraña de telarañas!!, aunque en el fondo no sabía que consecuencias podría tener aquello para sus aspiraciones en La Tumba de la Novia Roja.

De pronto, recordando algo, dirigió su mirada al techo, por donde había desaparecido una de las arañas de gran tamaño, y continuo: - Ahh, y hariamos bien en no perder de vista a la zorra de ocho patas que ha huido del combate, no se vaya a aprovechar de un momento de debilidad...

Después, volviendo su atención de nuevo a la bifurcación, acabó su intervención diciendo, mientras se tironeaba ligeramente de las rastas de la barba: - Si me pedís mi opinión, me gustaría ver qué hay tras esa luz, y saber así por qué temen ese tunel las arañas..., señalando con la cabeza al tunel de la izquierda...

Notas de juego

Que tipo de luz es esa verdosa que hay, Masters?? Fija, u oscilante?? Se escucha algun ruido por alguno de los tuneles?? Ya tiré Percepción, así que asumo que no escuché ni vi nada raro, verdad??

Edito: Para corregir el desliz "metarroleico" que cometí con Elietta, pues, hasta donde yo se, Paexter no puede leer la mente de un PJ, ni mucho menos la del jugador que lo lleva!! xDD

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12/11/2015, 16:21
Jarlath

Una vez que todos los guardas se sintieron mejor, se dispusieron a proseguir con la exploración de la Tumba de la Novia Roja. El problema era que desde ese punto, el camino se bifurcaba, y por un motivo o por otro, ninguna de las dos opciones se les antojaba especialmente apetecible. El camino de la derecha mostraba huellas evidentes, lo que indicaba que había sido transitado con anterioridad, pero las telarañas que colgaban por el túnel atestiguaban que seguía siendo territorio de las arañas, lo que no era una buena noticia. Por su parte, el túnel izquierdo se mostraba extrañamente tranquilo, y lo que es más, totalmente limpio de telarañas; pero eso solo significaba que algo las había mantenido alejadas de allí, y eso podía ser incluso peor. Jarlath encogió los ojos, escudriñando en la penumbra, tratando de distinguir el origen del extraño fulgor verde que alumbraba las paredes de la oquedad. Algo en aquella luz, misteriosa y cautivadora, lo llamaba. ¿Qué poder podía mantener a aquellos enormes arácnidos apartados de esa galería?

Decididamente, separarnos no es una opción —dijo con serenidad—. Esos seres nos han dado muchos problemas antes, y no quiero ni pensar qué podría suceder si un grupo como el que nos ha atacado cayese sobre la mitad de nosotros. Unidos somos más fuertes, así que sea cual sea la decisión que tomemos, hemos de tomarla juntos. —Jarlath hizo una pausa, tratando de decidirse él mismo—. Y creo que la que tenemos ante nosotros es una decisión entre la curiosidad y el sentido común. Estamos siguiendo a personas. —Señaló hacia las huellas del camino de la derecha—. Esas huellas parecen de personas. Sin embargo, tomar la senda evidente podría obligarnos a luchar contra las arañas a cada paso. Por no hablar de que podría ser un señuelo. —Se frotó el puente de la nariz con sus dedos índice y pulgar—. El túnel de la luz verde podría ser un atajo… despejado de arañas por algún motivo desconocido. Ese motivo puede ser peligroso, o tal vez beneficioso para nosotros. No lo sabremos si no lo tomamos.

Los ojos del orlesiano contemplaron la galería con anhelo. No hacía falta que expresara cuál era el camino que él deseaba explorar. No obstante, decidió apelar al juicio y a la experiencia.

Hroldar, ¿qué opinas? Estás más familiarizado con la zona que nosotros. ¿Cuál crees que es la mejor alternativa? —le preguntó al imponente avvarita.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Tiro Percepción oculta, por si acá.

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13/11/2015, 15:38
Selene

Selene se mantuvo en su habitual silencio mientras escuchaba las opiniones de sus compañeros. Ciertamente, si algo había mantenido a raya a las arañas fuera de su territorio, había más probabilidades de que fuera un depredador todavía mayor que ellas, a que se tratara de un ente beneficioso; igualmente, todos los rumores que habían compartido antes de entrar se repetían en su mente de una forma ominosa, desaconsejándole tomar aquel camino. Y sin embargo, no podía negar que a ella también le picaba la curiosidad.

Aun así, la misión era la misión, y no habían sido enviados allí a perseguir fantasmas o jirones de humo. -Realmente, no tenemos ninguna prueba de que vaya a ser un atajo.- respondió suavemente al comentario de Jarlath ​-Podría simplemente llevar en otra dirección totalmente opuesta. Recordad que cuanto más nos demoremos, menos posibilidades tenemos de encontrar a los fugitivos con vida.

A pesar de sus palabras, la pelirroja volvió a mirar al túnel y se concentró para notar cualquier alteración mágica en la zona. Toda información podía ser beneficiosa a la hora de tomar una decisión.

Notas de juego

Lanzo Detectar magia hacia la zona con luz verde. Por si sirve de algo...

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13/11/2015, 16:47
Lynariel

El filo descendió, atravesando carne y putrefacta sangre. Un golpe preciso, fuerte y letal, bastó para ver caer al arácnido gigante. De su dañada cabeza borboteaba el líquido rojo, mientras la vida desaparecía de sus ojos. El rostro de una seria elfa, que blandía con frenética furia la afilada herramienta fue lo último que vislumbró. El cazador había sido masacrado por su presa. Su otrora aliada, la oscuridad, se cernió sobre su espíritu, ofreciéndole un lugar en el que cobijarse de las heridas sufridas.

La figura de dos patas observaba impasible la caída de la que había sido su hermana de caza. Su filo se mantenía casi rozando el frío suelo y su rostro giró amenazadoramente en dirección suya. Ella era la próxima. Pero no hizo falta que se produjera movimiento por parte de alguno de los dos. La pequeña cazadora sin entender qué había pasado se quedó mirando la figura de Lynariel al mismo tiempo que la oscuridad se la llevaba.

La elfa dalishana contempló cómo el enano había cargado con su hacha sobre la araña que todavía permanecía en pie. Cuando su arma se despegó del cuerpo de ésta, un chorro de sangre salpicó suelo y armaduras. La pequeña emboscada estaba a punto de finalizar con una victoria.

En un abrir y cerrar de ojos, los pequeños enjambres fueron chamuscados por la criatura invocada por Enansal. La luz de la criatura desapareció al desvanecerse. Las sombras volvieron a reclamar lo que era suyo y el silencio se apoderó una vez más de la caverna.

La dalishana escuchó unas voces, la de sus compañeros, pero no prestó atención a las palabras. Su mirada quedó fija en los ojos negros de la última araña que había abatido Paexter. No supo qué era, pero su mano se aferró a su Dar'misaan. La profunda oscuridad de los ojos del arácnido hizo que un largo escalofrío recorriera toda su espalda.

"Thane…".

Lyna clavó su espada en el ojo de la criatura y con un rápido movimiento la envainó en su cinto. Después, regresó juntos a sus compañeros, quienes estaban hablando sobre curaciones. Ella apenas había tenido heridas graves, salvo las molestas marcas de mordiscos de los tres arácnidos que la habían acosado. Aunque no le importaba ser curada, agradeció que el aura de Enansal cerrase las pequeñas heridas. Las molestias desaparecieron.

Finalizadas las curaciones, el siguiente paso fue elegir el camino de la bifurcación. Las opciones proponían escenarios diferentes: un camino sin telarañas con un resplandor de color verde y el otro con telarañas y huellas. Separarse era una idea tan válida como permanecer unidos, pero coincidía con Paexter y Jarlath, la unión hacía la fuerza. La elfa desconocía cuál era el origen de aquel pequeño halo, pero la idea de no encontrarse con más arañas le gustaba más.

- Si se atreve a aparecer, le cortaremos sus piernas.- respondió al comentario de Paexter sobre el arácnido que había huido.- Todo camino es peligroso. No podemos saber dónde llevará esa gruta, pero también ignoramos si ambas pueden conducir a un mismo lugar. Si seguimos las huellas por la otra gruta, puede que nos encontremos una vez más rodeados de los arácnidos y esa vez en espacios más estrechos.- Echó la cabeza atrás, mirando los cuerpos de las arañas y los enjambres chamuscados.- Aquí hemos tenido la suerte de estar en un espacio muy abierto y aún así, nos han ofrecido mucha resistencia. En un lugar más pequeño la batalla puede ser más complicada.- Se paró unos segundos, pensativa.- Yo iría por el camino que no tiene telarañas. En cualquier caso, si es una u otra senda, mi Dar'misaan estará preparada.

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13/11/2015, 18:45
Hroldar Torvaksen

Hroldar se sacó una araña de debajo de la capa de pieles y la mató de un pisotón antes de responder a Jarlath.

—Nunca antes había estado en esta cueva —admitió, encogiéndose de hombros.

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14/11/2015, 02:26
Enansal

La canción de Jarlath la sorprendió. Música capaz de tocar el Velo. El trovador no parecía uno de esos magos humanos, e incluso elfos de las ciudades, criados y educados en cautividad, vigilados por los templarios. Los había visto por primera vez aquel funesto día, pero su forma de tocar el Velo le había dicho mucho sobre ellos; magia trazada con líneas rectas, controlada y fría. Nada veía en los conjuros de ese hombre que cantaba con la voz de un niño, que le hiciera recordar a la mujer que le había arrebatado la vida de Mawen.

Al terminar, abrió la boca y dejó que el aire entrara y saliera en grandes bocanadas hasta que su respiración se relajó. El veneno que circulaba por sus venas no había hecho que tejer todos aquellos sortilegios curativos resultara más agotador que en otras ocasiones.

Los demás ya estaban reunidos en el lugar donde la galería se abría en dos túneles, deliberando sobre el camino a seguir. Para Enansal, estaba bastante claro. No habían entrado a las cuevas para explorarlas, ni liberarlas de la presencia de la que habían hablado antes de acceder, sino para encontrar a los reclutas desertores.

Estamos buscando a un grupo de humanos. Sigamos por el camino que ha sido usado.

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15/11/2015, 15:17
Yadda

¡Eh!, esa rima podría haberla hecho yo—saltó Yadda señalando a Enansal con una pezuña. Luego volvió a ponerla en el suelo y sacó pecho orgullosamente—. Me alegra que se pegue algo de mi inspiraicón.

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15/11/2015, 16:00
Elietta

-Ughhh... ¿Es necesario que la cabra HABLE?-Dijo algo disgustada, aún mirando los dos caminos. Nadie parecía preocupado en que el rastro pudiera ser falso. Y era bastante evidente que aquellos desertores sabrían que los iban a perseguir. Porque ESO es lo que se hace con los desertores. Podrían haber tenido prisa si se habían encontrado con las amigas arañas con las que acababa de tener una pequeña "charla amistosa", pero teniendo la ventaja que nos tenían (que no íbamos precisamente pisándoles los talones..), la elfa supuso que habrían querido tener cuidado para no delatarse con facilidad-Separarnos me parece una idea terrible, dejémoslo para cuando sea estrictamente necesario. Si vamos a seguir el camino con rastro, adelante. Sólo esperemos que no sea falso y nos dirija de cabeza a una trampa bien preparada...

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15/11/2015, 16:41
Selene

-Es inútil, estoy demasiado lejos...- Pensó la tevinterana, mientras dejaba que las hebras de magia se deshicieran. -Me cuesta creer que alguien cercado por arañas gigantes se moleste en dejar una trampa a sus espaldas.- Indicó con voz tenue, notando que Elietta parecía estar en desacuerdo. -Recordad que nuestros objetivos también lucharon contra las criaturas... aunque es curioso que no dejaran manchas de sangre. Nosotros hemos acabado en muy malas condiciones.- Añadió, como si acabara de ser consciente de ello.

Se detuvo un momento, dejando la pesada mochila en el suelo mientras decidían. Sus hombros le dolían terriblemente a causa de la carga. -En cualquier caso, creo que podría descubrir que es esa luz, pero tendría que acercarme más.- Informó al resto. Dudaba de que ese fuera el camino que habían tomado los desertores, pero no le parecía bien ocultar sus opciones a sus compañeros.

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16/11/2015, 11:35
Jarlath

El bardo suspiró.

Tenéis razón —concedió, aunque algo en su voz denotó que lo hacía de mala gana—. Lo más probable es que el camino que hayan tomado nuestros objetivos sea el de las huellas. Vamos, pues, si nadie tiene objeción. Cada paso dado es un segundo ganado.

De un tirón, Jarlath acomodó el laúd en su hombro y se dispuso a seguir a sus camaradas. Una parte de él se preguntaba cómo era posible que algunos de sus compañeros no hubiesen manifestado ninguna curiosidad por lo que pudiera haber en el túnel del trémulo fulgor verdoso, pero guardó silencio. A fin de cuentas, si al final era algo importante, tendrían que volver sobre sus pasos para averiguarlo. Y si no lo era, no merecía la pena arriesgarse por ello.

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17/11/2015, 17:06
Paexter RockHead

Escongiéndose de hombros, el rudo enano desechó su curiosidad por la luz verde como si de una de las pequeñas arañas se tratara: - Hagamos lo que hay que hacer, y si en la maldita luz verde hay otro enemigo, lo abatiremos después..., pensó, echándose el enorme hacha al hombro.

- Todo el mundo preparado??, preguntó, mirando a sus compañeros, para, seguidamente, dirigirse hacia el túnel, con los sentidos dirigidos a detectar a los posibles enemigos que les salieran al paso.

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17/11/2015, 17:25
Elietta

-Sí. Adelante.-Dijo la elfa con determinación, mirando hacia el camino de telarañas.

Ugh... más arañas... esto debe ser, con diferencia, la cosa más asquerosa que he hecho en la vida...

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17/11/2015, 17:31
Lynariel

Lynariel observaba a sus compañero, mientras acariciaba el pomo de su espada. De vez en cuando, miraba las dos entradas, bien parecidas y al mismo tiempo igual de diferentes. La idea de deambular por una camino estrecho lleno de telarañas no le parecía muy placentera.

Ante una situación en la que no todos estaban de acuerdo sobre qué camino tomar, la opción de separarse se hacía más palpable. Sin embargo, esa idea la descartó casi de inmediato. De la misma forma que pensaban sus compañeros,la dalishana consideraba que ir por caminos diferentes resultaba peligroso y más en una cueva infestada de arañas sedientas de sangre.

También resultaba complicado tratar de convencer a los demás para investigar ese halo misterioso. Ellos simplemente se ceñían a los objetivos de la misión. ¿Por qué razón deberían investigar algo que no tenía nada que ver con la huida de los reclutas?

"Aún así, ¿realmente esas huellas…?" La voz del enano la despertó de su ensimismamiento.

- Yo misma podría acompañaros para que pudieseis detectar el origen de esa luz.- le dijo a la maga Selene, pero al ver el enano marchar decididamente a la entrada de las telarañas hizo que soltara un pequeño suspiro.- No obstante, veo que no queréis perder más tiempo. Está bien, vayamos por ese camino. Cubriré la retaguardia.

"Sólo espero que no estéis equivocados…"

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17/11/2015, 18:42
Selene

-Sí, probablemente sea lo mejor- Pensó para sus adentros la joven pelirroja, mientras se disponía a seguir a sus compañeros al interior del túnel. La idea de volver a enfrentarse con más arañas la hacía estremecerse solo de pensarlo, pero era prioritario encontrar a los reclutas. Volviéndose a poner la mochila en los hombros (lo cual estuvo a punto de hacerle soltar un gemido de dolor a causa del peso), se dispuso a continuar, pero la voz de Lynariel la interrumpió.

El correcto trato con el que se dirigió a ella provocó que una sombra de pesar bien visible cubriera su mirada. Le traía demasiados recuerdos de los años qué paso en Tevinter, así como de las personas que conoció allí. Y especialmente, le recordaba a Deva. -Gracias por el ofrecimiento, pero parece que ya se ha decidido tomar el otro camino, y separarse no parece una buena idea, dadas las circunstancias.- Se dispuso a avanzar, pero se detuvo unos instantes para añadir suavemente -Y, por favor, no es necesario que seas tan formal. Como Guardas Grises, todos somos hermanos ahora.

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17/11/2015, 19:28
Yadda

—Pues a avanzar sin dilación—se entusiasmó Yadda que parecía no haber oído los reniegos de Elietta cuando por fin decidísteis qué camino tomar—. Continuemos la misión.

Y os siguió dando saltitos como si estuviese recorriendo las praderas del Bannorn en lugar de una tenebrosa cueva infestada de arañas gigantes.

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17/11/2015, 19:39
Narrador

Os adentrasteis más aún en las entrañas de la cueva por el pasaje cubierto de telarañas, dejando a vuestras espaldas el misterio de la titilante luz verdosa... fuera lo que fuese.

De nuevo, los únicos sonidos existentes en aquella sobrecogedora quietud eran el crepitar del fuego de las antorchas y el eco constante, lento, pero lejano del goteo del agua en algún lugar. La visión en la penumbra de las cortinas de telarañas era espeluznante, pero más espeluznante fueron los capullos perturbadoramente grandes que éstas formaban en algunos recovecos. ¿Qué desdichadas criaturas habrían sido atrapadas en su interior desde a saber el Hacedor cuánto? ¿Habría más arácnidos como los que os habían atacado ocultos entre las sombras y dispuestos a emboscaros de nuevo para envolveros a vosotros también en alguna de aquellas tumbas de seda?

Con todas estas tenebrosas preguntas flotando en el aire, avanzasteis pro el túnel durante unos largos quince minutos tras los cuales escuchasteis algo totalmente inusual en lo que al interior de una cuevase refería.

El sonido de un jarron al romperse.

Lejano y difuso, un eco que podría haber llegado de cualquier parte, y tan rápido como llegó, se esfumó para sumiros de nuevo en el silencio.

Por si aquello fuera poco extraño de por si, a los pocos minutos escuchasteis algo que os puso los pelos de punta: un grito. El eco de una voz sin cuerpo que parecía muy lejana y a la vez perfectamente audible. De nuevo, tal y como había llegado resolando entre la oscuridad, se disipó.

No hubo nada que siguiera a aquellos sonidos, sólo silencio. Otra vez silencio.

Fue entonces cuando repentinamente el túnel desembocó en una amplia sala circular iluminada por la luz diurna que se filtraba a traves de una grieta en el techo. A despecho de esto, también había hacheros apagados ya mucho tiempo atras distribuidos por las paredes; en el centro de la estancia y justo debajo de la grieta, localizasteis lo que en su día debió de ser un estanque dedicado a recoger el escaso agua de lluvia que se dejaba ver por las Anderfells... pero que ahora estaba totalmente seco, lleno de polvo y de una maloliente sustancia pastosa de origen indefinido.

Había numerosos bancos rectangulares de madera carcomida desperdigados por el suelo, como si un huracán hubiese entrado allí y hubiese lanzado todo en todas direcciones; algunos estaban partidos incluso y las marcas de cortes hechas por filos de acero eran omnipresentes. En una de las paredes colgaban los restos de lo que en su día debio ser un precioso tapiz pero que ahora era poco más que un jirón de tela ajado en el que había representada la silueta de lo que parecía un dragón.

Presidiendo la sala, se hallaba un atril de piedra deslustrado y mellado en múltiples lugares. Y detrás de este distinguíais a lo largo de la amplia pared un mural descolorido por el paso del tiempo con lo que parecían dibujos en representación de grandes bestias y personas por igual y en cuyo centro se abría otro tunel. Había un tunel mucho más amplio a un lado de la sala pero que había sido colapsado por un derrumbamiento... o cegado a propósito.

No obstante, lo que más os llamó la atención fue el hecho de que el suelo estuviera sembrado de restos momificados y envueltos en túnicas raídas, tirados de cualquier manera. Y de poco más que huesos restantes de otros tantos que vestían armaduras herrumbrosas por el paso del tiempo.