Partida Rol por web

La somanta de palos continua... Las cosas no pueden fallar, no a un blanco en el suelo, estatico y limitado, a pesar que tenga un cuchillo. Poco a poco esos golpes huesudos van haciendo mella...

Lucas quiso escapar de nuevo sin encontrar el hueco para escabullirse, ataco entonces lanzandole un corte en diagonal a uno de los bichos sin no se podía salir de allí al menos intentaría matar a cuantos como pudiera.

El tajo alcanza a uno de tus agresores, pero es una herida nimia, solo un corte en el pellejo que ni siente...

La somanta de palos continua. En realidad, empiezan a tener problemas mas con ellos mismos... Es decir, son 3 y no les da bien el espacio para pegarte todos juntos. Uno se desequilibra y se va para atras, pero los otros dos castigan duro y parejo tu cuerpo...

Esta pequeña desgracia deja un espacio libre. si pudieras levantarte a luchar como es debido al menos...

Logro pararse entre los mamporros de las criaturas, ataco buscando acrecentar la brecha que se había abierto pero el ataque fue sin fuerzas nin puntería.

si pudiera abrirse paso para correr, escapar era la única forma de esperar sobrevivir a esta paliza.

Lucas no creía en dios, nunca lo había precisado y estaba seguro que en su nuevo estado tampoco este le vería con buenos ojos, así que se encomendo a la tal Lillith, aquella figura mística a la que Yasmila adoraba.

Ojala sirviera de algo.

Al pararte, ves algo asombroso... Los otros 3 que no estan con vos, estan con la que heriste con el cuchillo.

Muy por el contrario, la han despedazado, y con malignida tranquilidad devoran sus entrañas, mirando la pelea. Es casi comico, parecen unos amigos picando mientras miran la tele... solo falta la birra. Pero la "picada" ahora es una cosa destrozada en el suelo, cuya sangre y restos no devorados decoran el asfalto.

No hay amistad ni piedad entre estas criaturas. ¿Que podes esperar para vos?

El ultimo puñetazo es terrible, un mazazo al medio del pecho que te hace tambalearte y caer en la oscuridad... Estos malditos tienen una fuerza tremenda, no son para tomarselos a joda. Leccion aprendida tarde.

Las luces flashean poco despues, unos segundos quizas... Ya no estas ergido, sino que miras el asfalto desde muy cerquita. centimetros de hecho. Sentis una mano de piel correosa sujetandote la diestra. Es el dueño quien te arrastra por el pavimento. Seguro se vuelven a su mierda a disfrutar la comida... Sentis tu interior vacio. Te queda muy poco de lo que tomaste de esa mina. Hay que reponer, como sea.

Aunque estoy muerto no quiero morir.
¿Qué contradictorio verdad?, como vivo abrace con intensidad aquellas cosas que me importaban, pero eso se me fue arrebatado por completo y a cambio de todas esas cosas que hacía de mi una persona, se me otorgo una nueva existencia.
Ya no estaría atado a las cosas típicas del resto de la población humana.
Ni comer, ni beber, sin respirar y ajeno a los estragos del tiempo.
Obviamente este “regalo” no era solo un cumulo de buenas cosas, para mantenerme activo ahora me había convertido en un bebedor de sangre, un mosquito mutante, una garrapata, la gran sanguijuela nocturna.
Bien podría decir que mi estado actual pasa por la etapa de niñez, soy nuevo en esto y es quizás por eso la cantidad de problemas en lo que ahora estoy envuelto.
La sangre que robe se escabulle de mi cuerpo a través de las muchas heridas que me han causado estas cosas que ahora me arrastran como a una bolsa de papas por la calle.
Me muero.
De nuevo.
Y no quiero.
Pero algo me dice que me deje ir, un susurro en la periferia de mi cerebro que me empuja con insistencia a cerrar los ojos y abrir las puertas que guardan todas las frustraciones.
Lucas piensa en esto mientras es llevado en andas, sus opciones se han acabado y ya no tiene ninguna idea “ingeniosa”.
 

La concha de su puta madre culiaos, susurra con sus labios partidos, que se vaia todo a la reputisima madre que los pario.
Entonces cierra los ojos y se entrega a la bestia.

Lo que pasa en los siguientes segundos, no logras recordarlo ni entenderlo nunca con plenitud, en lo que te reste de no-vida.

La sensacion general, absoluta e imponente como mirar el cielo acostado en el suelo, es de hambre. Tambien hay lucha. El rostro de uno de esos engendros, y de pronto un repugnante rio negro corriendo dentro tuyo, como beber aguas estancadas, pero con el rastro, la chispa, el recuerdo de la vitae, la hermosa vitae... A pesar que se expande dentro tuyo como un cancer putrefacto, al mismo tiempo revigoriza tu cuerpo apaleado. 

Si hay gritos, si hay luces, si hay nada, no importa. Todo lo que cuenta es la nutricion de esa mierda, calmar el monstruo en tu interior, absorbiendo hasta la ultima gota...

Y de pronto, parpadeas. Ahi estas vos otra vez. Una de las cosas esta tirada en el suelo, inmovil. Tu cuerpo se siente bien, aunque la cabeza, el alma si aun te queda, siguen desconectadas o mas acertadamente en modo ausente, apenas supervisando lo que Lucas hace... Otras 2 de las cosas te flanquean, mientras el resto estan caminando hacia la alcantarilla por donde saliste hace unos momentos. Una carga el cadaver de la que mataste. La noche es silenciosa. ¿Que paso?

No sé qué mierda paso, de repente estoy parado un poco mejor que antes, y rodeado por dos de estas cosas.
En algún momento y lugar perdí mi cuchillo y la linterna – mierda -, quisiera correr pero las piernas no me van a dejar hacerlo.
Miro a mí alrededor, busco una piedra lo suficientemente grande para usar como arma.

Los bichos reaccionan con alguna lentitud por la sorpresa de que Lucas se recupere tan pronto...

Uno de los que va mas alejados empieza a volverse rapidamente, mientras este otea el lugar. Pero no ve nada mas que pastos y cascotitos insignificantes, proyectil adecuado de gomeras, no para esta lucha. Lo mas cercano a un arma, es la pesada tapa de la alcantarilla, distante a unos metros, pero entre ella y el se encuentran todas las criaturas...

Las cosas se vuelven con rapidez y Lucas sin poder correr, no hay piedras ni ramas ni nada de lo que pueda valerse para atacar.

Así que recurre a lo básico, lo aprendido en el barrio.

Moviendose un poco hacía el costado derecho para intentar salir del medio de los bichos, Lucas lanza un par de trompadas a una de las cosas intentando dañarlo lo suficiente para seguir no - vivo.

El bicho aguanta el impacto. Su piel correosa le ayuda... Es como pegarle a una bolsa del gimnasio, de las bien pesadas. El y sus dos amigos (el otro y el que viene de atras) vuelven a ensañarse con vos. Aunque se les nota mas lentos, fatigados, todavia tienen una terrible polenta...

La somanta sigue, pero ahora que te cerras las criaturas parecen tener mas problemas para encontrar una apertura donde meter guasca enserio...

Los segundos se hacen eternos... Aguantas o bloqueas la mayoria de los golpes, mientras intentas curarte. El vacio interior vuelve a crecer, toxico, repugnante.. Estas al borde de otro frenesi. Pero de alguna manera, alguien escucha tus plegarias, y logras sanar lo suficiente para volver a poder pensar en huir... Es ahora, o caer de nuevo en las garras del frenesi. Y esta vez no los vas a agarrar sorprendidos como antes.