Partida Rol por web

Observé a Alexia con atención, anotando mentalmente todo lo que me estaba diciendo. Estaba bien, parecía que sabía lo que hacía, evidentemente ¿cómo no iba a saber lo que hacía? la experiencia que tenía ella no la tenía yo, así que presté mucha atención a cada gesto, cada cambio y a cada cosa que hacía. Ahora se abrió el brazo a sí misma. Interesante, Eli no aprobaría esto, al menos no aún, aunque inconscientemente ella también prestaba atención a lo que hacía Alexia. Eli cambiaba, lo notaba, aunque tuviese sentimientos muy humanos aún, aunque si tuviese que torturar a un pequeño no lo haría, algo de frialdad empezaba a tomar de la mano de Alexia. Reí para mis adentros. Seguirá siendo una nenita, pero al menos no será tan llorica.

Observé cómo se apuñalaba el brazo con una sonrisa en los labios. El chico habló ¿qué demonios? ¿Te voy a violar la cara con cuervos? ¿Qué cojones acababa de decir? No sabía si eso tenía mucha coherencia, pero ¿Cómo se violaba la cara de alguien con cuervos? En fin... el brazo de Alexia ya se posaba encima de la boca del chico... una lástima. Si le hubiese escogido habría muerto, si no... me habría encantado hacerle mío.

- ¿Y ahora? Faltan dos tomas ¿cierto? - esperé la respuesta de Alexia mientras observaba la reacción del chico.

-Correcto. La primer toma solo produce sueños y el deseo de encontrar al amo. La segunda permite ya manejarle mas facilmente, pero sigue sin ser... devoto. La tercera completa el lazo. Entre nosotros los vampiros tambien puede hacerse, pero realmente solo hay dos motivos. Uno, cuando se forma una pareja a veces suelen sellar su compromiso con el vinculo, haciendoselo mutuamente. O, la mas comun, como una forma de castigo o desconfianza entre un superior y sus chiquillos, al privarles de su voluntad. En la Camarilla casi todos los chiquillos estan vinculados a sus amos. Nosotros rara vez caemos en tal cosa. Ademas, en el sabbat se realiza el rito de la Vaudelaire, con el cual puedes romper el vinculo...

Saca la muñeca y cierra. Del sujeto escapan gorgoteos ahogados, rapidamente cerrados con una devolucion de su mordaza de piel... Lastima. Es la primer persona que oyes hablar ingles como lengua normal desde que viniste a este pais.

-La vaudelaire es un rito hermoso... Ya la experimentaras por ti misma. Ahora, no obstante, debes continuar entrenando. Dale el primer trago al pequeño, y luego comienza a desarrollar las modificaciones que crees le haran mas util a tu servicio.

Asentí ante las palabras de Alexia. Me acerqué con una sonrisa al pequeño, rozando los dedos pegados a su pecho y viendo como las lágrimas brotaban de sus ojos. Pasé el dedo por encima de cada bulto de sonrisa que le había hecho y dejé sus labios tal y como estaban antes. Cogí su barbilla, haciendo que abriese la boca. Me abrí la muñeca e hice que bebiese, tal y como había hecho Alexia, cerrando en seguida la herida que me había hecho. Así estaba bien.

Estuve un buen rato intentando moldearlo para que me sirviese de algo más que como humano pero pasó un buen rato y no encontraba modo alguno que no me resultase demasiado compulsivo. Me reía cada vez que hacía algo que le deformaba de algún modo que me resultaba gracioso pero finalmente decidí dejarlo estar. Me sería de mayor utilidad así, pareciendo un niño indefenso.

- Sinceramente, creo de momento lo dejaré cual niño normal. ¿Le despego las manos? ¿Que me recomendarías? - dije seriamente, mirando a mi sire.

Te mira friamente. Sus manos estan acariciando el brazo izquierdo del hombreton haciendo algo, puesto que los dedos se le hunden en la carne del pobre infeliz...

-En otro momento quizas. Este entrenamiento es una prueba de tu creatividad como asi tambien un proyecto constructivo. Es evidente que con las manos pegadas no servira a nada que no sea decorativo. Pero la idea en esta ocasion es darles un proposito agresivo y util, en tu caso como un pequeño perro guardian... Ya tendras oportunidad de conseguir otros ghouls para que pasen por humanos, aunque no hay muchas razones para querer tal cosa... Para todo eso estan los Bratovich.

Sus ojos azules bajan un momento a los del prisionero, cuando encuentra algo. Sonrie apenas. Vuelve a alzar aquella mirada cristalina y encantadora hacia ti, casi dibujando las palabras con su boca.

-Espero algo bueno de ti, o sabes lo que sucedera... +desliza susurrante. Entonces sus manos hacen salir una afilada pua de hueso del antebrazo del hombre atado, que se debate en agonia. La sangre corre por el hueso ahora expuesto. Una buena arma natural.

Volví a acercarme al niño, le despegué las manos con delicadeza, volviendo a darle su verdadera forma. Una vez el pequeño tuvo las manos libres le miré, al menos ahora parecía más dócil después de tomar mi sangre. Sonreí. Pensé en cómo demonios podía mejorarle. No podía hacer como Alexia y sacar huesos, demasiado difícil, no tenía siquiera la experiencia suficiente. Pensé, estuve un rato moviendo carne y piel, pero nada, no logré nada, estaba perdiendo el tiempo. Finalmente se me ocurrió una idea, podría endurecer los músculos y la carne del pecho y abdomen generalmente, para mejorar su resistencia. ¿Cómo no se me había pasado antes por la cabeza? En cuanto terminé miré a Alexia. 

- ¿Qué te parece? - encogí los hombros, no sabía si lo había hecho bien, pero al menos parecía que esta vez lo había logrado de verdad.

Deja su trabajo y viene a examinar el tuyo. Su dedo recorre las modificaciones, sintiendo la carne endurecida. 

-Burdo, pero funcional... Esta bien para empezar. Debes ser creativa con esto y no te cohibas a la hora de deformarlos. Nuestros ghouls se hacen de esta forma, para que nunca puedan volver a integrarse con la sociedad mortal. Asi, si incluso por algun milagro rompen su vinculo, estaran condenados a la soledad, o a volver con nosotros, los unicos que les aceptamos tal cual son... bestias utiles. 

Acaricia son sus dedos el torso del niño, desde el cuello hasta el miembro, arañandolo levemente. Su cuerpo endurecido se estremece por el tacto, pero parece aguantar bien el dolor.

-Se que puede sonar cruel, pero al fin y al cabo les damos un proposito mayor de lo que hubieran podido lograr de seguir sus vidas normales. ¿Crees que este pequeño seria un Einstein o algo asi?  Solo tienes que mirarlo para comprender cual hubiera sido su camino. En cambio ahora puede ser un fiel y esforzado cachorro, que cuide de su señora mientras duerme... +dice con dulzura+ Puedes dejarlo asi por hoy. Ve a descansar. Ahora que termine con unos detalles del muchachote, repasaremos algunos albumes de fotos que tengo, hasta que encontremos tu inspiracion. 

Asentí ante las palabras de Alexia, me iría a descansar un rato hasta que ella decidiese venir a mi lado y enseñarme lo que quería mostrarme, esos álbumes para encontrar mi "inspiración". No sabía muy bien qué esperaba descubrir de mí, pero tampoco estaba en posición ni tenía la capacidad de negarme ni rechistar de ningún modo. Me senté en el suelo y apoyé mi espalda en la pared, suspiré y traté de relajarme mientras esperaba a que Alexia terminase con el muchacho. Aun así me mantuve un buen rato mirando qué hacía mientras descansaba, quería saber lo que le haría, los cambios, desgarros de piel, huesos rotos y sangre que cubría a estos.

No sabía qué haría yo con el niño tras observar lo que hacía Alexia, pero no podría hacer otra cosa que lo que ya había hecho, endurecer sus músculos.

Alexia es cuidadosa. Desarrolla tres puas mas, antes de dejar descansar a su juguete. Hay un limite al dolor que pueden aguantar los mortales sin "estropearse", e incluso los ghouls necesitan tiempo para sanar, aun con ayuda de la vitae vampirica. Entonces se dedica a ti y a sus albumes fotograficos.

Realmente son una coleccion impresionante. Resulta obvio que muchas de las victimas no estaban vinculadas ni menos anestesiadas. Zonas con implantes metalicos, miembros añadidos, corazas oseas, musculos sobrecargados... hay de todo. Te señala que es posible crear incluso fusiones, por ejemplo tomando dos cuerpos y uniendoles cual siameses. O implantar miembros de otros cuerpos. Pero esta clase de uniones no duran sin un suministro de vitae vampirica constante. Cuando se interrumpe suelen morir y provocar graves infecciones en el huesped. Asi que en general solo se reservan para ghouls "consentidos" que beban seguido de su sire, o para aquellos que seran usados pronto en combate. 

La leccion final del dia es una visita de un par de ghouls que seran usados pronto se supone...

La primera fue a toda luces una mujer. Ahora camina a 4 patas, incapaz de hacerlo de otra forma, con su cuerpo brutalmente deformado a semejanza de una araña humana. Es impresionante el nivel de alteracion que ha  recibido, y sin embargo todavia se vislumbran visos de enloquecida inteligencia bajo la cabellera oscura. Un detalle importante es que la boca ha sido deformada y carece de maxilar inferior... La lengua roja cuelga al aire, dejando hilos de baba al andar. Con toda probabilidad, no es capaz de hablar aunque sepa como hacerlo.

-Bien, que te hace pensar?

Observé con atención a Alexia, mientras procuraba no poner caras de asco ni nada similar. Mientras me relajaba mi mente dejó paso a Eli, la cual, una vez habiendo tomado el control decidió aguantar las lágrimas. No le gustaba ver a nadie sufrir y Alexia lo hacía constantemente. Ahora, siendo totalmente Elizabeth, abrí los ojos. Esta era mi nueva vida y no podía huir de ello, quería aprender todo lo que tuviese algo que ver con el gran Drácula, ya tuviese que sufrir y desgarrarme por dentro. Tragué saliva cuando Alexia se acercó. Me levanté y la seguí, pero cuando me mostró aquel ser tan... horrible no pude evitar llevarme las manos a la boca. 

- ¿Qué dem...? ¿Cómo es posible? - realmente aquella cosa... que parecía una araña... aquel ghoul... me daba miedo.

No comprendía muy bien cómo habían conseguido hacer esas cosas, aunque me hacía una leve idea. Sin embargo, mis ojos seguían abiertos como platos... ese ser... era tan... horripilante que me ponía la piel de gallina. Solo esperaba no tener que encontrarme nunca con uno de esos. Sería algo verdaderamente difícil de asimilar.

-Con esfuerzo, por supuesto... Mirala. Una simple prostituta, por supuesto, nadie que llame la atencion demasiado por su desaparicion. Al principio pensamos guardarla por su belleza, pero era una mala chica, a la primera lloraba, gritaba, pedia por sus hijos... En fin. Justo por esas fechas habia visto una pelicula de terror sobre arañas y se me ocurrio la idea. Resulta gracioso... Nosotros somos los monstruos, pero los humanos pueden superarnos en sus mentes retorcidas. Ahora tiene su fuerza y resistencia aumentadas, una mejor capacidad de trepar y permanecer oculta, e incluso le enseñamos otro truco. Observa.... Velocidad!

La araña humana se alza en dos patas. De pronto sus zarpas delanteras agitan el aire a velocidad sorprendente, en multiples golpes... 

-Es un poder que no es nato de nuestra sangre, pero resulta muy util y mas facil de enseñar a los ghouls que los complejos. Se llama Celeridad... Es casi como relentizar el tiempo un instante, permitiendote actuar sin las restricciones fisicas. Asi ella puede  golpear un par de veces simultaneamente. Interesante, ¿no?

La miré con total seriedad ¿Interesante? Eso era horrible, totalmente horrible... pero claro, no iba a decirle eso... capaz era de castigarme y no quería, bajo ninguna circunstancia, volver a sufrir aquello. Volver a ver su rostro totalmente tranquilo, casi pareciendo disfrutar, mientras me quemaba la piel. Realmente no, no quería. Así que decidí asentir, como si realmente para mí fuese muy interesante. Mis pensamientos seguían siendo firmes, luchar contra esa cosa sería realmente jodido y perturbador. Una prostituta... alguien que no llame la atención por haber desaparecido... Pero tenía hijos ¿Qué habrían hecho con ellos? ¿Les habrían dejado morir? Realmente no tenía ni idea de qué habría pasado y en ese momento pensé en mis padres, pero no le di importancia y decidí borrar ese pensamiento en seguida. Quería ganarme a mi sire, esa era mi meta ahora.

- Bastante, sí ¿tienes otros con habilidades especiales? Realmente este ghoul parece ser muy útil con todo lo que me has contado. Algún día podré hacer esas cosas, supongo. Realmente me gustaría - no, realmente me gustaría darles a mis ghouls una forma menos agresiva y, evidentemente, menos temible para mí - ¿quieres mostrarme alguno más?

Esperé su respuesta mientras intentaba mantener la mirada en el ghoul, aunque me era difícil y mi mente trataba de pensar que era solo imaginaciones mías. Tragué saliva, con normalidad, y mantuve en todo momento el rostro serio, aunque en mi interior me sentía algo incómoda.

-Por supuesto. Hay otro que deseo veas. +dice. Chasquea los dedos y señala la puerta a la araña humana, quien va y la abre con cierta torpeza, dejando entrar una nueva figura. Esta entra con pasos pesados, metalicos.

La unica bondad en esta criatura es que al menos en general, tiene apariencia humana. La cuestion mas contraria en ese aspecto es su cabeza, crudamente deformada. Sin un rastro de pelo, su craneo esta curiosamente alargado. Lo mismo las orejas agrandadas recuerdan a un murcielago. Todos los dientes de su boca estan amarillentos y afilados como colmillos.

A diferencia de su colega, porta un vago atuendo totalmente de otro siglo. Una especie de coraza de metal, pantalones rotos, y borcegos con refuerzos de acero. Ademas lleva dos machetes, armas de hoja larga y aspecto de estar bien afiladas. Su mas terrible rasgo esta en los ojos, no obstante. No tiene la mirada brillante y enloquecida de la infortunada mujer. Al contrario, las observa a ambas alternativamente casi con lascivia, pero tambien con temor. Su torpe ensayo de una reverencia para saludar te convence de que hay una inteligencia en el, algo humano, que no lo hace mejor en lo absoluto.

-Bonito, ¿no?... El es  Gustav Bratovich.  Quizas te preguntes porque tiene nombre mientras que ella no... Veras, los Bratovich son una familia que ha servido a nuestro clan por siglos. Todos los originales eran ghouls. Y siglos de ghouls apareandose entre ellos, en un sentido muy literal... producen esto. Hijos del incesto, la endogamia, y embarazos que duran años, la mitad mueren en el vientre. Pero los que viven, son niños mortales nacidos con gotas de la sangre de Cain en sus venas, muy diluida. Aparecidos. 

Miré sorprendida al ghoul que me acababa de mostrar, ciertamente no tenía apenas ningún parecido con la otra... al menos este no me daba miedo, siendo realistas, no tanto miedo. Observé y escuché con atención a todo lo que me decía Alexia, el asunto de los embarazos de ghouls me revolvió ligeramente el estómago ¿en serio hacían eso? Realmente me parecía algo horrible y asqueroso. Sobretodo teniendo en cuenta que eran seres... extraños. Pero bueno, llevando años y años bajo el mandato de los Tzmisce habían acabado siendo totalmente sus esclavos sin capacidad de negarse y acatando todas las órdenes, como ghouls que eran. Algunas dudas surgieron entonces.

- ¿Y siendo así son más fuertes? Es decir, que sean hijos de otros ghouls... ¿significa que son mucho más fuertes? - quedé mirando al ghoul - interesante...

Realmente sí, era interesante, pero aún no me veía capaz de deformar a nadie con tal frialdad que no sintiese nada. Liz seguro que sí, pero yo no, ni en broma. No era capaz, acabaría destrozada y perdiendo la cordura totalmente.

Asiente, mordiéndose el labio con expresión divertida. Acaricia con suavidad el áspero rostro del aparecido, como deleitándose.

-En efecto… Ellos pueden generar algo de sangre para alimentar sus disciplinas por sí mismos. Además las aprenden mejor que un ghoul común, incluso algunas complejas como la Vicisitud. Y viven más que un mortal ordinario… Son fascinantes. A veces los veo mientras copulan, y desearía haber sido una de ellos. Tienen la lujuria a flor de piel, tal vez por la dificultad que tienen para procrear, lo que hace que tengan que intentarlo más que los humanos comunes. Ponen mucho entusiasmo en esa tarea. En todas las que les asignes, realmente. Quizás algún día se te de algunos de sus niños, para que los críes a tu gusto. Al menos hasta que tengas tu propio chiquillo…

Sonríe al decir esto, mirándote. Es cierto. Caes entonces en que algún día te enseñaran como transmitir este don o maldición, a una persona. Tendrás lo más cercano que se puede a un “hijo” para un vampiro. Alexia evidentemente te ve como tal. Pero ella se aleja inmensamente del ideal que podría ser cualquier madre, abusando de ti a placer. O quizás… quizás estas sean las formas de hacer las cosas ahora. Lo que sí es seguro, es que deberás meditar muy bien, antes de dar ese paso.

El aparecido te mira. Notas que esta excitado, no sabrías decir si por el roce de Alexia, por ti, o por ambas. Pero desde que nombraron el sexo se le ha parado. El monstruo, pues no es posible llamarlo persona, parece muy feliz con la idea y con todo lo dicho, pero no articula palabra alguna en frente de ustedes…

-... e inclusive puedes convertir a uno de estos en vampiro. ¿Lo imaginas? +añade tu sire, arrobada.

Atendí a la explicación de Alexia con atención y algo extrañada. ¿Esos seres teniendo relaciones sexuales? Me parecía algo muy perturbador de imaginar por lo que cerré los ojos un leve instante y los volví a abrir. Vamos ¿Y ahora qué me vas a decir? La idea de convertir a esos seres en vampiros me pareció demasiado fría, quizás porque aún conservaba gran parte de mi humanidad y creía en el amor, los sentimientos y las sensaciones. No creía que fuese una buena idea, quizás no sufrirían, vale, pero no creía que fuesen a ser felices de este modo... Tampoco quería saberlo, prefería dejar de lado aquello y pasar a otra cosa.

Puse mi mano sobre la herida que me había hecho Alexia, aún dolía. La miré y traté de responder algo neutral, aunque apenas logré ese efecto.

- Bueno, creo que es mejor si los utilizamos así como arma, no les afecta la luz del sol ¿no es así? Creo que nos beneficia más de este modo. Podemos sacar más provecho así, aprendiendo nuevos modos de mejorarlos y obtener mejores resultados.

Esperé la respuesta de mi sire, rezando en mi interior para que pasase a otra cosa cuanto antes.

-Desde luego querida. Como guardianes diurnos no podriamos pedir nada mejor. Pero la lealtad debe ser recompensada. Por eso los abrazamos cuando han sido buenos niños... ¿No es verdad?

Acaricia la calva del monstruo, quien soprendentemente gruñe un "si, mi señora" intelegible, aunque con un tono grave y profundo, apagado, como si no estuviera acostumbrado a hablar. Alexia luego le da una palmadita, indicando la puerta. El adefesio sale con una profunda reverencia, pero a pesar de su postura servil, todavia puedes sentir su mirada lujuriosa puesta en ti. Tu sire se vuelve a mirarte, ignorandolo.

-Ahora tienen otra mision. Quizas lo veas mas tarde y puedan jugar un poco juntos. Por ahora, espero que hallas tenido suficientes inspiraciones querida... Seguiremos trabajando luego en tu pequeño. Descansa un poco. Puedes jugar con ellos si lo deseas, aunque cuidado con mi guapete, esta todavia algo debil. Yo debo hablar con el Conde, y quizas preparar otra remesa de especimenes.

Se detiene un momento al decir esto, repasando sus labios con la roja lengua.

-Cuando... este trabajo, este terminado, te presentare con el formalmente. Pasaras a ser un miembro formal de la familia. Espero que no nos decepciones, mi pequeña. No es algo que toleremos. Los errores pueden costarnos mucho a todos, asi que somos poco tolerantes... ¿Entiendes a lo que me puedo estar refiriendo?

Sin decir nada, acaricia tu seno, alli donde la brasa se hiciera una con tu carne...

Asentí ante las palabras de Alexia. Aún debía acostumbrarme a esas conversaciones, a esos seres y sobretodo a hablar tan... fluidamente de hacer cosas que mi parte humana no toleraba muy bien. Más que no tolerarlo eran cosas que mi cerebro, todavía con rasgos de humanidad, no podría superar con mucho éxito. Miré a Alexia de nuevo cuando terminó de hablar.

- Comprendo y sí, sé a qué te refieres. No temas, lo haré lo mejor posible. Tienes asuntos más importantes que atender... yo me quedaré aquí hasta que regreses.

Cuando tocó la herida me mantuve con el rostro firme, esperando a que se fuera. Una vez sola cerré las puertas y me senté, sola, cerrando los ojos... intentando de este modo analizar todo lo ocurrido y qué era lo que debía hacer. Realmente no tenía muchas opciones. ¿Vengarme por el dolor causado a las personas que más quería? No podía hacer eso, ella era más fuerte que yo... Lo único que podía hacer era aprender, mejorar e ir meditando sobre mi venganza.

Alexia te deja sola, probablemente por bastante rato. Las 3 habitaciones que forman su cuarto quedan en silencio, salvo los sollozos, gemidos y gorgoteos muy apagados que vienen del "area de trabajo", donde reposan los dos ghouls, la chica muerta y los innombrables restos de sus predecesores... La vida vampirica dista mucho de ser idilica. Esta llena de tormentos y horror. La unica salida es ser quien los inflige, no la que los recibe. 

Los espejos del cuarto te devuelven tu imagen. Fisicamente eres la misma. Quizas, algo mas palida que antes, pero no una cosa muy notable en tu tez blanca. Los cristales azogados no pueden reflejar el cambio dentro, tras tus ojos y tu corazon. ¿Que hacer? ¿Que hacer?

Me quedé en el cuarto sentada en el suelo. Solo quería que estas horas que me había dejado sola sirviesen para desconectar un breve tiempo. No quería pensar en nada, no quería sentir ni recordar nada. Solo quería estar sola un momento. ¿Qué estaba haciendo? Ni yo lo sabía ¿Y ahora? ¿Ahora qué? Volvería a tener que intentar alimentarme sin matar a alguien, o eso suponía. Ahora no había apenas nada más que silencio. Rodeé mis rodillas con mis brazos y apoyé mi cabeza entre mis piernas. Esto no me completaba, ni siquiera me sentía bien. ¿Y se suponía que ser vampiro suponía tener una vida llena de diversión? Mentiras. Lo único que había logrado hasta ahora era dolor y tortura interior. Ni siquiera verme a mí misma en el espejo me ayudaba en absoluto, solo hacía que odiase más recordar el pasado.

Las tormentosas reflexiones no te ayudan. Cuando llega el momento volves a dormir a tu cama. Esta noche los frios brazos de Alexia no se ciñen en torno a tu cuerpo, algo de agradecer quizas. Debe ser por su reunion con el Conde.

Pero a la siguiente noche vuelve, y continuan trabajando en los ghouls. Las lecciones son duras, e imponen una pesada carga a tu corazon cada vez que gritan agonicos, carga que solo cerrar tu corazon y dejar a "la otra" a cargo ayuda a sobrellevar. El guapete es llevado fuera dos noches mas tarde, y no vuelves a verlo. Ahora sus brazos eran simplemente espadas de afilado hueso, y su cara un reflejo del mas puro dolor. Solo queda el pequeñin de tu propiedad. 

La noche siguiente, llega "el momento". Debes presentar tu creacion, y a ti misma, al Conde. Alexia te deja a solas con el para que lo prepares, y lo mismo hagas contigo. Es tu iniciacion formal. Hoy se decidira si realmente te aceptaran como una vampira en pleno derecho, o no. La pregunta es... ¿quieres serlo? Las dudas, los dolores, el horror presenciado, son solo una sombra quizas de las que debas afrontar a futuro. Pero tambien esta el poder. La inmortalidad. Las infinitas posibilidades que eso aporta. La balanza es oscura y tiene buenos pesos en ambos lados.