Partida Rol por web

A medida que se iban acercando el perfume y hedor a pudredumbre se hacían más y más patentes, era como cuando la llevaban al Instituto Médico legal a ver las autopsias, era el mismo olor, lo que la preparaba para lo que iba a ver... Era peor de lo que esperaba, aunque tampoco esperaba mucho, ver ese cuerpo ajado, podrido, pensar que estaba hablándole era insólito, si era como los cuerpos que encontraban a las semanas de haber muerto. De haber estado viva, se le hubiera revuelto el estómago, pero estaba muerta, en ese sentido.

La mujer ya la conocía, su nombre ya debía estar en las bocas de todos los presentes, que la analizaban, y estaba esta vampiresa, mirándola de pies cabeza con la indolencia de quien tiene poder suficiente como para aplastarla. Javiera  le sonrió, recordando su autocontrol.

- un placer señora, y no repare en ello,  no sería problema para mí- le señala a la mujer, había sido siempre cordial, incluso en esa vida.

Entrecierra levemente los ojos, un momento. 

-Quizas... otro dia. En mi casa, si deseas visitarme. Una antigua abogada puede encontrar muy instructivo, a la vez que familiar, ese recorrido.

Habla con voz pausada. Sus ojos azules estan muy fijos en los tuyos, mientras cruza una pierna sobre la otra, sujetandose la rodilla con las garras delicadamente... Si, debio ser hermosa y sensual. La tunica deforma su figura, pero los gestos estan ahi. Era alguien que vivia muy a gusto con un bonito cuerpo. 

En eso oyes las puertas del teatro abrirse con fuerza. El principe entra nuevamente, seguido por un hombre con todas las trazas de un gaucho. Tambien les acompaña una bella mujer, con un vestido floreado a la antigua, y gesto disgustado. Lo mas notorio, no obstante, son los 4 guardias de seguridad con armas de fuego automaticas que vienen detras...

La invitación pudo helarle la nuca, aún no olvidaba el trauma de donde había sido abrazada, no estaba demasiado lejos de esa sensación de humedad y soledad absoluta, pero le respondió con una sonrisa cordial, pero  se notaba tensa, aunque no era solo por la vampiresa de sensual cuerpo, que debió serlo en su vida, además con esos ojos asombrosos que no dejaban de verla directamente.. Iba a agregar algo, o esperaba que Alfredo lo hiciera, pero en cambio, las puertas se abrirían de nuevo, y volvería a entrar el príncipe en compañía de una tropa de hombres, uno de ellos como gaucho, una mujer con ropas floridas, y luego un grupo de hombres armados...¿por que´tenían armas? ¿acaso eran humanos?...

Se giro y puso su mano en el antebrazo de Alfredo, sentía que a cada momento pasaba algo distinto, algo peligroso... y que la amenazaba.

El principe camina al estrado, apoyandose en el como un politico que va a disertar...

-Estimados, permitanme presentarles a don Orlando Guzman,... de los Gangrel. Ha decidido honrarnos hoy con su presencia, asi como tambien la de su chiquilla. +señalandoles a la mujer y el gaucho con la mano+ No obstante, me temo que no vienen solo a compartir la noche, sino que desean tratar algunos asuntos de la mayor importancia. Mercedes, Alfredo, señora Zalzberg, Victor... reunanse con nosotros en el salon de la primogenitura. Ahora.

Sin mas se baja. El tono perentorio en la ultima palabra no se le escapa a nadie de los presentes. Igual que los hombres armados, resulta inquietante... Los hombres armados y la chiquilla permanecen, unos asegurando las salidas, la otra sentada en una butaca, errufuñada.

Mientras Mercedes vuelve a ajustar su capucha, Alfredo te palmea el brazo, soltandolo levemente. 

-Temo que debo acudir... hoy soy el representante de nuestro clan. Quedate con la chiquilla. Si es una Gangrel, debe sentirse bastante perdida. Y es mas seguro que probar compania con los demas...

Aunque el tono de sus palabras es severo, puedes notar un minimo tinte de humor que trata de darle, al hacer ver peor alos que restan. Ciertamente, los unicos dos que te han presentado son Belen y Ulises, una de las cuales sigue en su estado de absentismo, mientras que el otro se ve alterado, mirando a los guardias armados. 

La noticia de que Alfredo debería irse la alarmó, de hecho lo quedó mirando con ojitos de que no quería que la dejaran sola, no quería... pero debía ir el jefe había hablado, y Javiera no podría compañarlo, pero si se transformaría en su sombra si fuera necesario, pero ni eso serviría, Los gangrel quería hablar, tratar sobre asuntos, ¿el sabbat estaba cerca y operando? La mandíbula de la chica se tensó y asintió a las palabras de su padre, y seguirlo en parte de movimiento hasta poder acercarse estratégicamente a la chiquilla del guacho. La miró y asintió ligeramente con la cabeza, en un gesto como "estoy igual que  tú", pero quería ver como reaccionaba, si era dada a la conversación, después de  todo era una gangrel.

Ves que devuelve tu gesto de asentimiento, aunque no hace movimiento alguno para subir al escenario, quedandose en la butaca. En realidad, es como que se acurruca en si misma, errufuñada o temerosa, mirando a todos lados fijamente. Tiene los brazos cruzados bajo los pechos y las piernas tambien. La figura bajo el vestido resalta, es generosa y bonita, aunque el atuendo la hace ver muy fuera de lugar aqui, pasada de moda....

Se sienta, el vestido era.. muy veraniego, por decirlo de una manera, tenía lindo corte pero... pobre, se notaba demasiado incómoda, así que se fue a sentar a su lado.- ¿nerviosa o no? - le pregunto, inclinándose hacia delante para verla, y sonreir - también lo estoy, ¿es la primera vez que estas aquí? - le pregunta, mirando al frente ya  todos esos vampiros que acechaban.

La fallida conversacion termina con tu regreso al escenario. Ulises se aproxima, aportandote un vaso de sangre...

-¿De que va la mano? +pregunta en voz baja+ Primero todo bien, todo el circo del principe... ahora estamos vigilados como si fuera una toma de rehenes... ¿Te dijo algo la chica?

Notas que esta serio y preocupado, en especial por los hombres armados. Da para pensar. Son mas guardias de los que viste al llegar, y ninguno tenia esas ametralladoras. Lentes negros, hombros anchos, pinta de 0 amigos...

Se cruzó de piernas, su precioso vestido azul bajó por su pierna, y las plumas que lo adornaban elegantemente acariciaron su helada piel, se miró las uñas pitadas de rojo, y las repasó sobre la tela del vestido, sólo quería que terminara todo, que Alfredo llegara, o que esos sujetos con armas las bajaran, cualquier cosa que pasara primero sería lo ideal. Y cuando pensó que estaría sola, apareció de nuevo el anarquista, con una copa de sangre en la mano... sangre, se le antojó...

- ¿la del chillon vestido de tomates? - le preguntó - pues habla inglés, y no entiende español o entiende poco, y no dijo nada interesante, esta muy tensa, como todos... umm ¿es normal  que hayan sujetos con armas? ¿no que es neutral este lugar? - se atreve preguntar,a demás, se notaba incómodo, como todos, como ella, y ella pensaba que si ese lugar es neutral, ¿eran necesarias las armas?.

Escucha sobre la gringa y frunce el ceño, al no ser nada util. Baja un poco los hombros. Luego toma un trago de su vaso, y asiente vagamente a tus palabras.

-Neutral... si, en el sentido de que no se puede usar disciplinas ni atacar a nadie abiertamente, por tradicion. Pero los guardias de seguridad estan justamente para los que se les olvida eso...  al menos,"en teoria". Ha pasado en algunas cortes, que alguien lo provocan verbalmente tanto que se zafa y entra en frenesi. Entonces los guardias lo reducen y el principito le hace matar por incumplir las reglas de neutralidad. Al menos, es lo que dicen los testigos... Basicamente, son los matones del principe. Los demas, lacayos. ¿Quien sabe si sera verdad o no?

Menea la cabeza, increedulo. Entonces añade, como al pasar.

-Tambien, si aparece algun Sabbat o algo asi, tener unos tipos armados no viene mal. Mortales o vampiros, una ametralladora sigue siendo algo doloroso contra lo que medirse. Pero que yo sepa aca hace años no hay esos problemas...

Ahora comprendía el porqué de aquellos hombres ahí, con sus armas,era por la seguridad de todos, un vampiro en frenesí era una fuerza incontenible, mas allá de toda posibilidad de razón, en donde unas balas ayudarían a cualquier ser a mantenerse quieto, Suspiró y sus dedos acariciaron su rodilla desnuda, observando disimuladamente en la dirección de que Alfredo se había ido, mordió su labio inferior, sintiendo de nuevo el sabor de su lápiz labial.

- igual no me parece tan descabellado, Alfredo me ha relatado como es ese estado, - se queda pensando y mira de nuevo al hombre, se parecía mucho a un amigo, a un antiguo amigo,- ¿que podemos hacer mientras... estamos acá?- le pregunta con desembarazo, ya no veía a la chica con el vestido de los tomates, solo estaba el anarquista y el único que se le acercó a hacerle compañía a la chiquilla.                                                                                                                                   

-Ojala nunca te pase... pero lo dudo. +sonrie, y mira hacia donde esta la gringa un segundo, antes de volver a tus ojos+ Mira... por ahora no hay nada que podamos hacer. Estamos encerraditos hasta que el principe y sus secuaces hablen de lo que sea trajo el viejo a la mesa...

En eso parece notar algo de lado, que te hace seña mires hacia el costado.

La gringa va hacia una de las puertas. El guardia frente a ella, obviamente, ni se mueve, salvo para negarse con un gesto a su pedido... Cuando insiste, le apunta con su ametralladora, justo al pecho. 

Echa una furia se regresa a su asiento entre las butacas. Notas que no solo Ulises, sino varios mas de los que quedan estan mirandola. Entonces les grita a todos en el escenario:

- What are you lookig at! - y se errufuña, mascullando para si.

- encerrado como ratones...¿los vampiros pueden sentirse como ratones? - bromeo sin levantar mucho la vos y mirando a los ojos marrones del vampiro, era agradable, un libre pensador como todos los anarquistas que conocía, porque derecho estaba lleno de ellos, aunque pareciera extraño, pero eran anarquistas instruidos,  no meros anarquistas que se hacían llamar así porque no les gustaba el estado.

- ¿y por qué lo dudas? sabes que tengo... tenemos predisposición a ese estado - era curioso que los más grandes pensadores de la mascarada tuvieran sus emociones a nivel tan visceral, aunque ella en la vida también había sido así, se encogió de hombros y vio que le indicaba a un costado, y lo hizo, viendo a la chica de los tomates cruzar el salón hacia la salida y luego ser apuntada por uno de los guardias, mientras todos la miraban. Su expresión le hizo sacar una carcajada.

- ¿sabes hablar en inglés?.. podríamos ir donde ella antes de que la maten por insolente - debía reconocer que la chica tenia una mala actitud, en general, pero seguramente aun no estaba acostumbrada a su nueva condición.

-Nah, esa era optativa donde yo estudiaba y siempre la deje para despues...+apunta, observando la situacion+ Pero parece que la gringa zafo... Igual viste, le apuntaron sin mucho vacilar.

Frunce el labio, mirando a la chica y a los guardias atras.

-Ya la marcaron, no la pierden de vista. Fijate como hablan con los radios esos... Yo no soy muy vivo, pero esa chica se esta buscando problemas a conciencia parece...+murmura+ No se si la podemos ayudar. Tampoco estoy seguro si vale la pena... Hay gente que no se adapta a esto. Alfredo te lo comento, no? Eso de las elecciones de cada dia...

Por lo menos eso había sido muy bueno para ella, ya no la observaban como un bicho raro al que quemaran con una lupa, lo que se agradecía, pero igual le daba pena la chica, que se metiera en problemas gratuitamente, rodó un poco los ojos y volvió a fijar la mirada en Ulises, sin poder dejar de preguntarse cuantos años tendría.

- sé hablarlo, leer y escribir, pero mi acento es horrible, nunca tuve habilidad para los idiomas - iba a decir las lenguas, pero se rió para sí, ninguno se había quejado antes de sus pericias lingüísticas,  veía hora a los hombres hablarse por los radios, y como los demás vampiros parecían disfrutar de la situación..

- si.. fue una de las primeras conversaciones que tuvimos cuando desperté convertida, me dijo lo de las decisiones día a día...  mientras bailaba en la coniza del edificio de la universidad, me pareció lógico lo que me dijo como muchas otras cosas, por eso heme aquí... y sí... creo que no vale la pena, la chica tampoco quiso ser amable, - decir  amable, le pareció una tontería  dentro de los vampiros, pero Alfredo le había demostrado que habían cosas que no se perdían si se escogía - también creo que las actitudes pueden escogerse... y ella no ha escogido la mejor, sólo la que más le acomoda - suspiró - si me preguntas, aun tengo.. líos que resolver, pero me va bien la inmortalidad -le sonríe al hombre dejándolo de ver y observando a la chica y sus movimientos.

La chica se levanta y va a la escalera del lateral, que da acceso al escenario. Alli se le arrima un chico del otro grupo. Es un metalero a juzgar por las apariencias, rapado, vestido de jeans, tachas... El no baja del escenario ni ella sube del piso, pero empiezan a conversar ahi.

-Je... que loco... +comenta simplemente, observando+ ... pero bueh, como vos decis, uno elige sus actitudes y relaciones. Yo tambien tuve esos dilemas. Familia, novia, amigos.. todo se complica muchisimo o tenes que dejarlo. 

Encoje un hombro, resignadamente.

-Pero lo poco que podes salvar suele ser lo que vale la pena. Morir te ayuda a ver que era lo que realmente te importaba, o al menos asi ha sido en la mayoria de los casos que conozco. La diferencia es que en nuestro estado, sí podemos hacer algo despues de muertos.

La chica parecía calmarse, encontrarse con otro sujeto, y ahora su atención se fue hacia Ulises de nuevo, sonriéndole, y mirando la argolla que llevaba- en mi caso.. me di cuenta de lo importante ya muerta...- tocó el anillo con una nostalgia triste- pero debo dejarlo... no puede estar a mi lado, sólo le causaría problemas... yo lo haría infeliz, pero creo que es lo mejor, antes no era lo que él necesitaba, ni ahora -  miraba hacia abajo, y cierra el puño- sí, muertos podemos hacer algo, o simplemente dejar pasar el tiempo... oh bendito tiempo, nuestro unico tesoro en este estado - recita con dramatismo y suelta una risita divertida.

- ¿cuando más demoraran?...- miró hacia a puerta donde se encerraron - Ulises ¿cuanto tiempo llevas de vampiro? - se atrevió a preguntar, pero sin titubear.