Partida Rol por web

La mujer pestañea, sin decir palabra por unos momentos, entrecerrando los ojos mientras piensa. No deja de hamacar al niño, pero si de beber. Finalmente asiente levemente para si y vuelve a abrir los parpados.

-Tendras que ganarla. Para eso sus padres te deben encontrar... respetable. Construye una casa para tres, +al decir esto, mira a los niños en la calle. Es obvio a que se refiere.+ luego vuelve y te presentare algunas. Mientras, tendras tiempo de pensar como debe ser la que quieres...

Lo que decia la chaman le parecio que tenia sentido y solto un agradecimiento gratuito.-Gracias-. Asintio conforme, aunque no podia decir que lo adecuado le resultase sencillo .- ¿Alguien podria ayudarme?. No se construir casas, pero se hacer otras cosas-. Estaba intentando aludir a su faceta de guerrero y protector.

Suspira, entornando los ojos. Hace un gesto con la mano, invitandote a mirar el barrio. Las chabolas miserables, de carton, madera y plastico que conforman la mayoria del lugar...

-¿Parece que muchos de ellos sepan construir? ¿Parece que a ellas les importe? +pregunta suavemente. Hasta se atreve a esbozar la sombra de una sonrisa+ Tu casa eres tu y tu eres tu casa. Lo que estés dispuesto a hacer y dar. El hombre provee, la mujer nutre, y la simiente florece de esa union.

Acaricia la cuna con su mano arrugada. Luego encoje los hombros, añadiendo.

-Si insistes, puedes pedir el consejo o la ayuda, de los que te parezca que construyeron mejor... pero entonces no sera del todo tu casa. No puedo opinar sobre eso.

.-Entiendo-. Tanto retorcimiento le resultaba incomodo, pero era otra cultura después de todo .-Donde vengo no habia tanta  riqueza, y sin embargo aqui siempre pareceis necesitar cosas-. Dando por imposible convencerles de todo lo que tenian cambio de tema .-¿Que piensas de la mujer que siempre habla de "ese Señor"?. Promete muchas cosas-. Busca la forma de explicarse .-No me fio-.

Asiente vagamente con la cabeza a lo primero, como dandote la razon sin comprometerse. Luego se queda serena, pensativa, hasta que rapidamente cae a cual puedes referirte.

-La evangelista?... mmm... hay que concederles que son menos molestos o prepotentes que otros blancos. Y no temen ensuciarse las manos al dartela. A los que van con ellos, les ha ido bien, consiguen mejores trabajos y sus niños estan bien alimentados. Pero tambien piden que abandonemos mucho de lo que somos, para ser mas como ellos, seguir su fe y sus leyes. No es un precio pequeño, aunque es justo a lo que ofrecen.

Se ceba otro mate, mirando al espacio vacio frente a ella con cierta nostalgia.

-Estoy vieja para cambiar asi. Muchos de los mios no, y cada vez son más los que dejan las antiguas costumbres, yendo a su templo... Yo digo que por rezar a su dios, no se te hara la piel mas blanca, y para ser bueno no hace falta ser cristiano, pero...

Encoje los hombros con filosofia, y una gran resignacion que se materializa en un profundo suspiro. Luego alza un dedo, admonitoria, como si recordara algo importante.

-Ah si... ten cuidado con el hombre que la acompaña, su sacerdote. Hay fuerza en las palabras, y las de el se destacan sobre las del resto.

.-Mi dios no se abandona-. Dijo el hombre negro .-Vuestro dios no es fuerte. Un dios fuerte no se puede dejar-. Le parecio ridiculo el comentario de la chaman sobre que su gente que abandonaba sus creencias por comida y trabajo.-Sabes muchas cosas de tu mundo. Yo las se del mio. Puedo entender que sentís pero nunca porque lo sentís. Mi casa siempre sera distinta...-.

-Sin duda... +asiente+ pero ya no estas en tu casa. ¿Estas seguro que tu dios escucha tus plegarias aqui?

Es un recordatorio muy simple de tu situacion. No lo dice en ningun tono malo o insidioso, sino el vacio de quien afirma algo sabido, aunque tal vez hay en sus palabras alguna tristeza que dificilmente nazca de la piedad, sino mas bien de vuestras semejanzas. Enseguida lo aclara.

-Yo se que el mio si, aunque otros ya no lo sientan o su voz les llegue distante. Pero tambien es cierto que esta ya no es nuestra tierra, ni lo ha sido desde hace mucho tiempo. Mi gente se muere. ¿Y que es un dios sin nadie que crea en el? En cambio, el dios de los blancos... ese si parece que habla fuerte y claro. ¿Sino, porque estamos viviendo "de prestado", por debajo de ellos?

Suspira, mirando el suelo...

.-Porque necesitais muchas cosas-. Dijo con seguridad .-No hay montaña tan grande que pare el viento del mundo. Un hombre solo necesita una lanza para caminar y luchar. Mi dios me escucha, pero no me escucharia si le pidiese algo que no necesito para estar arriba o abajo. El viento esta en todas partes-. Mirando maravillado hacia la inmensidad del cielo trazo un dibujo con su mano en el aire que representaba el paso del viento agil y sutil en el mundo

-Entonces no necesitas libertad... interesante.

Bebe un mate.

-Los hombres no somos el viento. Nacimos de los 4, y a ellos estamos atados. El aire que respiras, el agua que fluye en las venas, la tierra que comes, el fuego que te impulsa... Si crees que no necesitas, estas equivocado. Private de uno de ellos y moriras. Cree que solo necesitas uno y tambien moriras. Lo mismo pasa con las plantas y los animales, pero con el hombre es peor, porque el es consciente de si mismo, y como tal, trata de negar su debilidad. 

Te mira. Entrecierra los ojitos, como calculando...

-Sinceramente crees que solo necesitas tu lanza para caminar y luchar? Si es asi, hazlo. Hagamos una apuesta, tu y yo.

.-¿Que apuesta?-. Dijo el hombre con cierta desconfianza. En su cultura no existian las apuestas como tal, pero habia aprendido que eran como una especie de desafio. Un trato basado en la derrota o exito de alguien. No obstante estaba al tanto de que muchas veces ocultaban un engaño, y no sabia que podía ofrecerle la chamana.

Apunta con su brazo flaco hacia el suroeste.

-Sigue la avenida, solo tu y tu lanza, hasta que veas la circunvalacion. A un lado, en el descampado, encontraras un auto quemado. Pasa la noche ahi... solo eso. Si tu lanza y tu voluntad son fuertes, volveras sin daño. Sino...

Bebe un sorbo de su mate hasta acabarlo.

-Si ganas, te dare mi casa. Y si pierdes, tambien ganaras, porque sabrás más de la crueldad del mundo y de lo que realmente eres...

.-Ya no tengo lanza porque alguien me la rompio, pero aqui la comida sale de las bolsas. No necesito lanza. Ire con mi cuchillo-. Movio la cabeza asintiendo .-¿Hay alguna bestia allí?-. Queria saber a que se enfrentaría para prepararse. Se le veia inquieto como anticipando una gran batalla y deseaba marcharse inmediatamente a hacer sus rituales previos.

-La peor de las bestias, si... +asiente. Da otra calada a su mate.+el hombre

Esto parece dar por finalizado cuanto tiene que decir. Si pasas una noche en esa zona y vuelves sano, tendras casa. Y si no... Pero bien, no sera la primer vez que apuestas tu vida en un todo o nada. Aunque quizas seria buena idea prepararse... para que la vieja tenga esa confianza en apostar algo valioso...

Magocto que se habia enfrentado a muchos hombres en su vida quedo extrañado por la respuesta de la anciana, y sabia que habia algo sospechoso en aquella apuesta, pero aun así no iba a echarse atrás cuando podía conseguir lo que iba a necesitar su futura esposa. Su mirada desconcertada se lleno de ciega determinación, y volviendo la espalda a la chaman volvio al caserio que abandonara esa misma mañana a realizar los rituales previos a una batalla.

En su hogar ya completamente desnudo se coloco en posición de meditación y estuvo orando durante horas. En sus oraciones pidio la muerte de sus enemigos, un viento tan poderoso que derribase las montañas y capaz de cambiar la misma faz del mundo. También prometio dedicar las muertes que causara a su dios.

Las horas pasaban y había estado tan centrado en el proceso que la comida del vertedero aun le esperaba, pero el hambre no parecía haberle hecho mella aun.

El sol llega a su cenit y comienza a descender afuera. La barriada resuena durante la siesta, con la musica de los locales, un ritmo extraño, rasgueante, propio de latas golpeadas...

No obstante la concentracion de Magocto, el hambre empieza a sentirse en su vientre. El estomago le recuerda que por mucho el cazador bestial ayune, el es humano, y tiene funciones que cumplir. Ademas, los restos que ha conseguido se descompondran mas rapido en la humilde choza, bajo el calor acentuado. Faltan un par de horas para el oscurecer.

Entonces consideró que ya estaba preparado. El hambre le estaba asediando por lo que se dispuso a llenar el estomago. Usando su machete cortó en trozos pequeños su comida sobre una tabla y empezó por degustar los trozos de hamburguesa que acompañaría con el pan pues probablemente tuvieran gran aporte calorico. De vez en cuando los mezclaba con el sabor de la naranja haciendo una peculiar mezcla entre lo dulce y lo salado. La lechuga decidío dejarla por si no quedaba satisfecho.

La comida llena dandole despacio a la masticada... el sabor es aspero, acido, pero sustancioso. El pan resulta flojo no obstante, hay que complementarlo con la lechuga al final. Es casi aire con forma de algo...

Con eso y un trago de agua tenes para tirar. Quien te dice, puede que caces alguna rata o algo en la noche, es el descampado. Animales salvajes al parecer no hay nada mayor a una vivora. Es casi lo unico que hay que temer por ese lado. Y del otro... los hombres. En que estaria pensando la vieja. 

Para pasar la noche decidío abrigarse con la chaqueta del chandal que era lo más adecuado que tenia. Se acercó a una caja de cartón donde guardaba sus exiguas pertenencias y lo extrajo para completar su vestuario. También llevó una camiseta bajo la chaqueta que luego se quitaría para poderla usar de almohada en caso de que tuviese que apoyar la cabeza sobre una superficie sucia o húmeda. Después de estar correctamente vestido recogió su machete que descansaba clavado sobre la cabeza de un tronco lleno de hendiduras y salio al exterior cerrando tras de si la puerta. Ya una vez en el exterior comenzó a moverse como cuando cazaba animales aunque esta vez lo único a lo que acechaba era a su destino.

El camino de asfalto te lleva hacia él. No es muy transitado. Los blancos prefieren otras rutas a esta, pero igualmente se ven grandes camiones y otros vehiculos de vez en vez. Los costados estan satinados de verde, arboles, hierba... Es bastante limpio y pacifico, en contraposicion a la villa. Tambien esta absolutamente expuesto a la vista de todos los que pasen, y no hay un cobijo decente para la lluvia o para nada. 

A pesar de todo, no esta totalmente deshabitado. Ves algunas chozas dispersas, en torno a las cuales se encuentran sabrosas vacas y caballos. Pero no es ahi. La vieja dijo... Te cuesta no mucho encontrar lo que ella decia.

Es un auto quemado, rodeado por la huella de no pocas fogatas. Todo lo que habia en el ha sido quemado o sacado. Esta a unos 200 metros de la ruta, pero es obvio que ni vale la pena llevarselo. Hay una profunda zanja llena de agua entre los dos lugares, y el campo esta lleno de pozos, molestos para un caminante, directamente problematicos para un vehiculo como un camion grua... Del lado que no da al camino, solo ves campo, dos o tres ranchitos distantes a 600 o mas metros, y poco mas que nada. 

El hombre negro busco desde su posición tratando de vislumbrar amenazas. Cruzaria la zanja por algún lugar en caso de no percibir peligro, y luego buscaria el lugar adecuado donde pudiera pasar la noche estando a refugio.

Mascullo algunas palabras en su lengua materna desconfiado: Vieja ¿Que tramas?. Mientras aferraba su arma con tanta fuerza que le causaría incomodidad mas adelante en la mano.