Partida Rol por web

Menea la cabeza, conteniendo la risa.

-Ojo eh, que es hombre casado... No seas picara. Aunque realmente nunca se sabe. Los argentinos honran mucho la fama de mujeriegos, algo que seguramente pronto vas a comprobar...

La comida llega pronto, y la cena discurre tranquila. Exequiel parece interesado en tus prospectos de trabajo. El no tiene mucho que decir a eso, ya esta asentado y con un contrato decente en la metalurgica, mientras no se mande una macana su futuro esta encaminado. Ya al finalizar la comida, sabrosa y revitalizante, mira el reloj.

-Mmm todavia falta un buen rato para mi turno. ¿Quieres jugar un poco o prefieres salir a caminar? Soy tuyo una hora mas... figurativamente, claro. +añade, guiñando el ojo.

-¿Jugar? Me decanto más por ese paseo. El juego me llama, pero hay una noche preciosa, podríamos pasear tranquilamente ¿Te parece?.- Respondí a sus palabras, con una pequeña sonrisa dibujada en mis labios.

La verdad era que la cena había sido todo un éxito. En todo momento había estado cómoda, a ver cómo se desarrollaba lo siguiente. Aunque pintaba bien, o eso creía. Miré hacia uno de los lados, quedándome en silencio,  pero finalmente lo miré a él unos instantes.- ¿Tú qué prefieres? No es justo que sea yo la que lo elija todo ¿No crees?.- Comenté divertida.

Deja un par de billetes en la mesa para cubrir los gastos, levantandose y pensando.

-Bueno, la mas simple, vamos un ratito a la plaza y de alli podemos caminar hasta la Peatonal. Aunque esta todo cerrado, sigue siendo un paseo lindo. 

Su mano se adelanta, buscando la tuya con galanteria para invitarte a ir con el. No es algo muy de su personalidad, pero es seguro que el tiempo pasado fuera de Colombia lo ha cambiado un poco, de la misma manera que su forma de hablar tiene muchos tonos argentinos ahora. ¿Te iras contagiando tambien?

La noche afuera aguarda, junto al fresco rio, cuya brisa despeja sobremanera del calor diurno. El cielo nocturno en Santa Fe adolece de ese mal usual en las urbes demasiado iluminadas, pero de todos modos sigue siendo atrayente. Un catamaran aparcado frente al Casino invita a subirse y pasear por el agua... si fuera vuestro, claro.

-Me parece buen plan el que propones.-Aseguró ella. Con suavidad agarró la mano de él y salió del lugar tranquilamente. Una vez fuera ella se soltó con delicadeza, escondiendo las manos dentro de los bolsillos. Aquello era muy distinto a Colombia, eso estaba segura. Se giró un poco hacia su acompañante y sonrió con delicadeza, haciéndole un gesto con la cabeza para que la siguiese. Mientras caminaba mirada sus alrededores con curiosidad o más bien asombro. Todo era precioso y se veía tan tranquilo- ¿Cómo se prevee la noche? ¿Mejor que otras?.-Preguntó ella sonriendo, casi riendo.

-Desde mi perspectiva, la noche pinta es-pec-ta-cu-lar... +comenta, sonriendo con picardia y mirando tu figura de manera sugerente. Su descaro solo dura lo que tardas en voltearte a verlo nuevamente, luego se rie quitando la seriedad al asunto.+ JAJAJA.... perdon, no podia evitarlo.

Cruzan la avenida y pronto estan en una plaza bien iluminada, donde se halla una gran alberca y un llamativo palomar, rodeado por canteros floridos. Los arboles aqui son altos y antiguos, pero las sombras que usualmente brindarian estan mermadas con la buena iluminacion de las dos avenidas que enmarcan la plaza.

Hay juegos infantiles, mesas, y demas a un lado, pero nada llamativo. Los negocios que bordean el lugar ya estan cerrados, aunque algunas personas circulan todavia, negando la soledad del lugar. Sientes su mano de nuevo en la tuya pronto, encaminando vuestros pasos hacia la esquina, para continuar mas al norte. 

En eso, escuchas un alarido, acompañado del ruido de motores. Unos cuantos muchachos, realmente poco mas que niños con sus vehiculos de media o baja cilindrada, estan llegando por la avenida haciendo el maximo ruido posible. Unos cuantos incluso parecen ir bebiendo. Sentis el brazo de Exequiel cerrarse en torno al tuyo, sujetandote con fuerza. Se le ve disgustado... a la par que preocupado.

-Villeros... +murmura por lo bajo, con la mirada fija en el grupito.

Uno de los muchachos del grupo les mira, cuando paran en el semaforo.  Sus ojos te recorren de arriba abajo, en especial la zona media de tu cuerpo. Es robusto, atletico, viste bastante acorde con short y remera, dentro de todo una apariencia rescatable. Al menos hasta que habla, en tono algo forzado

-Uh guachina, tu mama debio ser pastelera para hacer semejante bombon... Estas mas partible que una torta de chocolate. ¿Te venis a dar una vueltita?

Se frenó casi en seco, sintiendo la presión que su compañero hacía sobre su brazo. Al principio quiso liberarse, pero después se quedó quieta, manteniéndose cerca del cuerpo de él, mientras sus ojos se clavaban en aquel que le hablaba. Al instante sintió lástima por ellos, pero después sintió asco.- ¿Desde cuando dejan que los payasos anden por las calles, lejos de la carpa del circo? O quizás es que vuestra niñera se despistó y os habéis escapado de la guardería...-Respondió ella con cierto enfado en la voz. Miró a su amigo, haciéndole un gesto de que quería irse, no se sentía cómoda. No es que le diesen miedo, pero sí cierto respeto, nunca se sabía por donde podían salir aquellos chiquillos.

-Ooooooo!!!+corean los otros vagos, pero el moterito rie. Alza la mano, como pidiendo la palabra.

-Jaja sos graciosa guachina... ¿Queres probar si soy nenito? Dandome la teta a lo mejor, que tenes un buen par... Y yo mi mamadera... +dice seguidamente, mirandote con lascivia.

Ezequiel pone cara mas seria, inclinando el cuerpo hacia adelante, protector. Pero te mira de medio lado a vos, y con los ojos hace un gesto negativo. Notas que la esquina ha quedado bastante desierta que no sea otra gente que ustedes y los chiquillos de las motos...

-Crece un poco... Después hablamos, ahora dejaros de palabrería y iros por ahí, empezáis a caer pesados.-Protestó mientras se sujetaba a Ezequiel. Estaba claro que ella no se mordería la lengua, odiaba que la tratasen de puta.- Porque no te vas tú y tus amiguitos a jugar a los cochecitos, no son horas para corretear solo.-Comentó burlona mientras se acomodaba el cabello detrás de la oreja.

El moterito para, deteniendo el vehiculo. 

-Ni ahi que me piro, guachina... Te estas yendo de boca si te mete con la vagancia... ¿Capa que queres que te la cierre de un pico?

Mientras habla baja la traba de un golpecito, descendiendo lentamente en mitad de la calle. Se hace crujir los nudillos con firmeza, relamiendose el labio superior.

Se le cruza en medio, antes que avance hacia vos.

-Calmate pendejo. Estamos a dos cuadras de la Primera. Pensalo. Armas quilombo y en un ratito estan en las celdas. Asi que hacete un favor y segui tu ruta. +interviente, intimidantemente firme. 

Escucha y parece considerarlo unos segundos, apretando los labios... Pero algo se impone en su interiior... la ira

-Que te hace, cheto! + exclama, tirandole un puñetazo a Exequiel. Al costado, los amigos aullan riendose, y aceleran para tapar cualquier grito con el ruido de los motorcitos tuneados de sus motos. La unica chica del grupo (ahora ves que hay una, bajita y de tez blanca, como acompañante de otro de los muchachos) es tambien la unica persona que se ha bajado ademas del moterito, y bate palmas felizmente al ver la pelea.

Aguanta el golpe inicial en las costillas, con firmeza... Exequiel puede estar elegante, pero recuerdas que es un empleado metalurgico, tiene buenos musculos debajo de la ropa, y manos curtidas del trabajo. 

-CORRE A LA IZQUIERDA JULI, A DOS CALLES ESTA LA COMISARIA!!! +te grita, mientras devuelve el golpe con otro que impacta al moterito en la nariz, haciendole sangrar y retroceder un paso...

-¡No, no te pegues!-Pidió ella al ver la pelea entre ambos. Dio unos pasos atrás separándose para no acabar golpeada por accidente. Si mirada pasó hacia la joven que aplaudía ¿Cómo podía haber gente así? Por un momento se sintió asqueada y molesta. Quiso meterse por medio, pero Exequiel le dio una orden clara “Corrre”, esta le miró preocupada.- Aguanta, vendré con ayuda, te lo prometo…-Si n pensárselo dos veces sacó de sus pies los tacones, dejándolos allí y salió corriendo lo más rápido que sus piernas le permitían. Bajo las plantas de sus pies desnudos notaba el cemento, cosa que ahora era un segundo plano, su objetivo era encontrar ayuda para su amigo. En su mente aparecía una y otra vez la imagen de la pelea.

Su respiración se agitó por el esfuerzo, pero pese a sentirse cansada no dejó de correr. Miró hacia atrás para ver si la seguían, pero después siguió corriendo quizás algo más rápido. Su melena oscura golpeaba como látigos su espalda ante el trote acelerado de ella. Mientras corría descalza notó como algo se clavaba en su planta, haciéndola quejarse, pero no parar. No podía estar lejos del lugar, llevaba unos minutos corriendo sin parar lo más mínimo.

Desgraciadamente, los tipos no tienen intencion de dejarte ir a la policia. Tu carrera es lenta y dolorosa, descalza sobre el cemento de la vereda, lleno de hojas de los arboles.... Quizas deberias haberle dado mas atencion a las clases de educacion fisica. Dos de ellos te adelanta con las motos, cortandote el paso uno en la avenida y otro subiendo a la acera directamente, antes de que puedas hacer ni media cuadra. 

-Nana... adonde vas mami? Quedate a mirah, too piola viteh... o no vamo a pone violento...+dice este ultimo en tono groseramente chirriante, bajandose de la moto y abriendo los brazos. A tu derecha esta la placita, entre la picina y la esquina, con sus juegos infantiles... Y, desde luego, tu espalda el escenario de la pelea, donde Exequiel sigue dandose con todo con el moreno, intercambiando duros golpes para defenderte. 

-¿Nadie se preocupó en enseñarte a hablar? Deberías preocuparte en aprender en vez de andar tras las muchachas que te encuentras en la calle.-La joven dió un paso hacia atrás, de forma lenta que no se hiciese daño.Sus ojos viajaron hasta sus tacones, no estaban demasiado lejos, podría intentar cogerlo para defenderse en caso de que fuera necesario. Dio otro par de pasos alejándose de ese que la buscaba, mirándole fijamente.- ¿Por cuanto más piensas mantener ese carácter de gallito? Empiezas a aburrirme. Detesto la gente cómo vosotros, con sus aires de gallos.. Y carecéis de personalidad ¿Qué pasa? Que tu "jefe" te mandó ser malote... ¿Donde vas con esa conducta? Solo acabarás preso.

-Jaja,... ¿Cual e? ¿Te pensa que la pasamo mal en cana? Mi tio ta preso, y se vive re bien. Te va mucho de boca vo guachina , y no so de aca, te vende el tono... Bardia que no hablo bien, pero vo tampoco... Veni paca...

Contesta, moviendose con lentitud, como si anticipara que podes intentar correr nuevamente. Pero al finalizar sus palabras se abalanza sobre vos, agarrandote entre sus brazos!!! Su compañero de la moto que esta sobre la avenida rie divertido. Escuchas un grito atras, donde esta la pelea, pero no tenes tiempo de mirar para ver a que se debe, mientras el muchachito insolente te aprieta con fuerza contra el...

Se quedó completamente quieta, mirándole de forma retadora al muchacho. La presión que hacía en los brazos de ella eran suficientes como para que se quejase, pero no dijo nada, lo miró durante un largo rato en silencio.-Vamos, no eres tan valiente ¿Qué harás ahora? ¿Me violarás o quizás me golpearás?- Espetó ella con molestia, retándolo a seguir si es que era capaz. Miró por encima, buscando a su amigo, pero no podía.-Eres más hombre o gallito por hacer esto, verdad...

Sientes como sube la mano, acariciandote el seno izquierdo y apretandote contra el.

-Mmm... So picante eh...¿Queres que te muestre lo hombre que soy, mami? +murmura, mientras sus labios rondan tu cuello+ Vamo a las plantita entonces...

Sin muchas dificultades te arrastra unos metros mas alla, hasta los arbustos que rodean al palomar que es centro de la plaza. En ningun momento deja de apretarte el pecho, causando un incomodo dolor. Su compañero los sigue, riendose, mientras mira de vez en vez a la esquina, donde al parecer continua la pelea.

Finalmente cruza una pierna en torno a la tuya y te derrumba sobre la tierra, un golpe seco que por suerte no te lastima. El queda encima tuyo. Lo feo vendra ahora... Lo sabes. A pesar de los cabellos que se te desordenan sobre la cara, puedes atisbar la mirada vidriosa, y la sonrisa lasciva. 

Estaba metida en un buen lío, eso estaba claro y no podía evitarlo por el camino que iba. Lo miró, dejó que le acariciase por encima de la ropa con aquella osadía, pero en ningún momento lo retó a más, ni tampoco le respondió de malas maneras, tan solo sonrió con picardía, siguiéndole el juego al muchacho. Debía pensar y tenía que ser lo más rápido posible si quería salir “entera” de aquel embrollo.

Sin oponerse lo siguió, mirando todo a su alrededor, buscando algo que le sirviera para defenderse, pero parecía que la suerte no estaba del todo de su parte. En un cerrar y abrir de ojos se vió tirada en el suelo, lo que la hizo soltar una suave exclamación de protesta por el golpe, sin pedir permiso se llevó una mano a los cabellos, apartándolos de su rostro. Fue entonces cuando lo vio frente a ella, con esos ojos llenos de deseo, pero no un deseo bueno, más bien ese tipo de deseo que podría asustar a cualquier otra persona.- Hey…-Ella se mordió el labio seductoramente, mirando hacia el lateral.- Por qué no vamos a un lugar más “privado”, creo que con tanta expectación… No podremos disfrutar planamente los dos.-Agregó ella, en realidad intentaba ganar tiempo o buscar una vía de escape, pero estaba haciendo su “actuación”. Lo miró fijamente a los ojos, mostrando una sonrisa coqueta, acompañada de ese mordisco sensual en el labio.