Partida Rol por web

-No, es un hombre grande, alto, de ojos azules.+explica tranquila y concisa, mientras saca las cosas de las bolsas para meterlas en la heladera o ponerlas sobre la mesada, segun lo que vaya a estar frio o se deba usar pronto.+ ¿Por?

- Por nada tesoro, ya vengo. - Y con los nervios de punta, ya con las manos tanspirando por los nervios y la mente atestada de pensamientos de todo tipo, tantos que ninguno sobresale por sobre los demás. Bajo y el sonido del perro parece distante, casi como si alguien le hubiera puesto silencio con el control remoto.

Cuando salgo del ascensor lo veo ahí esperando por que lo reciba, avanzo hacia la puerta sin desición pero con la certeza de que no puedo evitar esto. - Buenas tardes señor. - Digo apenas abro la puerta y le hago señas para que entre al edificio si así lo desea, pero es algo más por educación que por las ganas de que ingrese conmigo al departamento.

Parece no escucharte. Mira la calle, con expresion distante. El subdirector esta fumando un habano,y va vestido todavia con traje y portafolios al lado, como lo vieras al salir del trabajo hace unas horas. A la luz desigual del ocaso se le ve mas oscura la cara, especialmente bajo las ojeras...

-Linda nena, tu hija. No salió mucho al padre. Pero a veces eso es lo mejor...

Da una profunda calada, y la traga. pasan unos segundos. 

-Tendria que cagarte a tiros, ¿sabes?... 

Se gira a mirarte, abriendose el costado del saco. En verdad se ve distinto a contraluz, siniestro, pero lo mas llamativo es que tiene una pistola bastante seria en la cintura, similar a la que portan Tomas o Rodrigo. Dificilmente sea un juguete... Suelta el ala del saco, no obstante, dejando que la tape nuevamente. Luego tira el portafolios a tus pies. Hace un ruido sordo al golpear cuero contra las lajas del piso.

-...pero a la larga, esto es mejor. La contraseña es 1984. Disfrute el puesto, subdirector Galantti.  

Atónito es poco para describir lo que siente, no se si sentirme más amenazado por el arma, por el contenido del portafolio o el asunto de que me diga subdirector antes de mi apellido. ¿Me dio un puesto o peor aun, me dio "su" puesto. Ya sin saber que decir para no terminar clavado contra la pared lleno de balas intento con algo simple. - Gracias señor Wertz. - Tomo el portafolios y ahí estático por no decir extremádamente firme espero la reacción de WErtz a mis palabras y que las suyas sean "Hasta nunca", pero con un "Hasta luego" me conformo y doy gracias.

-La contraseña es 1984.+gruñe finalmente, para luego dar media vuelta. Se aleja hacia la esquina con paso marcial, para dar vuelta alli rapidamente, perdiendose de vista...

Te quedas de pie en la calle que oscurece, a pesar de las luces del alumbrado publico que ya estan haciendo su trabajo. El portafolios en tu mano es indicio que todo fue real. Ahora, la cuestion de que carajo paso es totalmente otro tema... Arriba Ceci espera, y Carvallo debe llegar en un rato. Todo se te va acumulando encima como paladas de tierra... 

No pasaron tantas cosas en el 84

-A nivel politico, Uruguay sale de la dictadura, y empieza todo el tema de los desaparecidos en Argentina. Tambien vuelve "Estelita" Peron de su exilio.

-En lo necrologico, esta la muerte de Cortazar, el gran escritor, y de Lino Palacio el caricaturista y cineasta.

-Cine, salen pelis clasicas como Cazafantasmas, Karate Kid, Terminator, Pesadilla en Elm Street, Indiana jones 2, o la Historia Interminable. Tambien 1984, la peli basada en el libro del mismo titulo. 

-Para un friki, vale notar que se inventa el Tetris ese año, y se publica Dragon Ball por primera vez XD

¿Por qué esa combinación? No creo que sea por Goku, mejor será abrir el portafolios acá y no delante de Ceci por si las dudas, pero solo para ver si son papeles o algo que no sea agradable. Con nervios todavía voy poniendo la combinación en el portafolios mientras entre en el ascensor. Si es una bomba, que vuele todo el primer piso así ese perro se calla el hocico. Y abro el maletín.

Ninguna explosion, inicialmente al menos... Al abrirlo, ves que esta lleno hasta la mitad con papeles de oficina, sera cuestion de revisarlos pero casi seguro son cosas del trabajo, solicitudes de plazos, pagos, estadisticas,etc. Media docena de sobres igual merecen examen aparte, y lo mismo una cajita negra del tamaño de tu mano, y casi igual de gruesa.

Lo demas es poco, y todo esta mas o menos ordenado. Algunas lapiceras, abrochadora, utiles menores de libreria, un sello, una identificacion, un par de tarjetas magneticas con su nombre, dos llaves de tipo caja fuerte, y algunos folletos de lugares para comer, con anotaciones en lapicera. Todo normal.

¿Me quedé con su trabajo? Soy el subdirector de mi laburo. ¡Soy mi propio Jefe! Oh si, quiero ver la cara de las dos yeguas cuando se enteren. Afuera el maldito perro ladra de nuevo pero lo tomo como si fuera una celebración, una felicitación. Con una sonrisa inmejorable y un humor que no puede poner fin, este es el principio de algo mucho mejor, algo más grande. Ahora si quizás podría torcer todas las cosas más a mi favor.

La cajita negra me está llamando poderosamente la atención, pero la dejo por ahora al igual que todo el contenido del portafolio para un examen posterior, quizás hasta pase la noche de largo como alguna que otra noche de vicio enfermizo pero no me matará. Subo al piso y abro la puerta del depto. - ¿Donde está mi cielo? Ya es hora de cocinar una rica cocina. - Y voy hacia ella dejando el maletín en la mesa y abrazo a mi pequeño tesoro.

Luego enciendo el horno y me pongo a preparar la salsa para la pizza. - ¿Me ayudás con la cebolla? - Y se las abro al medio para que las pele conmigo. - Ponete un poco de agua en la boca para que no te haga llorar. - Le digo mientras hago lo que le aconcejo.

Ceci ya ha sacado las prepizas, preparado las bandejas y corta el queso en fetas, aunque no ha aceitado las primeras ni puesto en agua las segundas. Al verte venir sonrie.

-Dale, a ver...+su boquita queda cerrada con agua, lo que la hace reir y atorarse unos segundos. Luego pueden preparar las cebollas, y la salsa, mientras se van arreglando los detalles, a la par que rien un poco con algunas torpezas propias de cocinar de a dos, mas cuando uno es un niño. Ceci no tiene mucha experiencia culinaria, pero algo sabe, y desde luego lo que falla lo compensa con encanto.

Apenas estan sacando la primera del horno cuando suena el timbre. Ya son algo pasaditas las 20.

Con el corta-pizzas en la mano a punto de cortar la primera escucho el timbre. - Hoy parece que estoy ocupado. - Tratando de disimular, pero ya se quien es y el porque está aquí, no se si darle un abrazo o invitarle a comer incluso, si, invitarle a comer será lo mejor. - ¿Quién es? - Pregunto cautamente por el portero como siempre lo hago.

-Martín? Soy Carvallo che, te aviso la secretaria que venia? +contesta una voz familiar por el portero.

- Por supuesto, ahora bajo. - Y bajo sin inconvenientes tomando la precaución de guardar el portafolios en la pieza cerrado por si Ceci quiere curiosear y encontrar algo que no se agradable. El perro ladra a todas horas, es algo que siempre he comprobado y hoy no me molesta, hasta podría darle un beso de como me siento.