Partida Rol por web

Es a la vez afortunado y desafortunado el parecido que tiene Carvalo con cierta estrella de la politica nacional. Pero el no hace mucha alharaca sobre el asunto, sabedor de como son las mareas en ese sentido, y que quien hoy es heroe mañana puede ser un villano... Trajeado y con carita cansada, aunque sonriente, espera abajo tomando el aire, recostado contra la pared. Te saluda con un fuerte apreton de manos.

-Lo que es la providencia, justo cuando pienso en vos, me llamas. Estamos conectados probablemente... ¿Como te trata la vida?

- Ayer parecía una fuerte tormenta, hoy un tornado y ahora el cielo está despejado y la vida parece sonreirme. ¿Debo agradecerlo a que usted pensó en mi? - Digo mientras apreto afectuosamente la mano del ahora mi salvador. - Pero pase por favor, subamos al departamento que es más cómodo y lo invito a tomar algo. ¿Una cervecita, agua con naranja o limón? No se que toca hoy porque lo prepara la señora que viene a limpiar. - Y le hago un claro y muy amable gesto en dirección al ascensor. Se me nota feliz y para que ocultarlo, estoy más feliz que perro con dos colas.

-En otro momento, encantado, pero hoy paso. Estoy en reunión desde las 8 y no veo las horas de llegar a casa, aunque ahí este la patrona jaja. +ríe con gesto cansado+ Y me alegro que tus cosas repunten. Esos momentos de la vida tenes que aprovecharlos al máximo y afianzar lo bueno, para que cuando la tormenta vuelva te lleve menos cosas. Consejo de viejo y de diablo jaja.

Sonríe, acomodándose el saco. Saca un papelito doblado del bolsillo.

-Bueno, si te parece, vamos al asunto. Me perdonaras que comience con lo mio, pero es un tema muy nimio en el cual necesito tu pericia. Esta es una listita de negocios. ¿Podes confirmarme la solvencia fiscal que tienen?

Esto no puede ser verdad, tiene que ser una broma, una muy fea. Trago saliva con esfuerzo. Le tengo una gran estima a Domingo pero esto... Que ironía, trago saliva con esfuerzo pero los labios los tengo secos. - Tuve una situación similar ayer por eso y eso es lo que me llevó a la actual situación. - Son demasiadas casualidades, este tipo como no pudo conseguir nada de mi fue por otro lado y quiere lo mismo, la única diferencia es que ahora me lo pide un buena persona y encima mi única referente para salvarme el cuello. - Señor. ¿Cómo decirlo sin sonar descortés? Usted me conoce, sabe que no soy de hacer ese tipo de cosas y eso fue lo que pasó ayer, un señor vino a pedir lo mismo y tampoco acepté, sepa entenderme que no puedo, no se como explicar el porque no puedo, pero no puedo hacerlo. - Parece una gigante lija mi lengua mientras pronuncio cada palabra, raspando todo el interior de mi boca. Y ahora viene la parte donde me recueda que había que afirmarce en las cosas buenas para cuando venga la tormenta y esta se va a desatar muy pronto.

Se acaricia la barbilla, asintiendo y haciendose cargo de tus palabras

-Puedo entender tus reticencias. A mi tampoco me gusta, y sabes que no es algo que normalmente te pediria, pero a veces hay que sacrificar algunos principios, en pos de beneficios mayores, o para evitar perder cosas. La triste realidad es que hoy dia hay que jugar así. Por otro lado, tambien me recuerda cierta anecdota... Dice que un hombre murio y se le dio un tour por el otro mundo antes de su juicio. En el infierno, vio a todo el mundo sentado en torno a grandes mesas, llenas de los mejores platos. Todos tenian atada una cuchara que era el doble de sus brazos. Asi que podian servirse de donde quisieran, pero nunca llevarselo a la boca, por lo que pasaban hambre eterno... De ahi fue al cielo. Era lo mismo. Las mesas, las cucharas... Pero nadie tenia hambre. Todos se daban de comer los unos a los otros. Habian dejado el orgullo y el egoismo afuera. 

Sonrie levemente, poniendote el papel en el bolsillo. 

-La politica es exactamente igual. Vos me haces este favorcito, y yo puedo ver que esas ultimas nubecitas de las que querias hablar, se vayan...

Conozco la anécdota y creo que era algo diferente, algo bastante, pero ya no puedo seguir con esto. El camino de lo correcto tiene un límite y me lo está imponiendo alguien en quien confío. Pero él supo decirme siempre que es lo mejor y por eso voy a hacerle caso. Cambio mi rostro preocupado a algo más distendido y sonrío. - Solo porque usted lo pide y dígale al solicitante que deposite la suma acordada en ambas cuentas. - Haciendo un gesto a Carvalo y a mi pensnado que seguro es el señor Cabal y asociados los interesados en esta información, que hasta retiraron a alguien de su cargo sin esfuerzo para obtener lo que necesitan.

Sonrie, aprobador. 

-Bien, me alegro que al menos tengas idea de como funciona. Mañana a las 22, pasate por el restoran España, en la peatonal. ¿Te ubicas?. Comemos ahi, charlamos y arreglamos el asuntito este de paso.

Te palmea el hombro. Entonces parece recordar algo.

-Ah, si, claro... jaja. Me olvidaba. Tenes que decirme que necesitabas para emparejarte. Favor por favor, como recien te comentaba...

- Como ya le dije, ahora el día es soleado. - Mirando con tono irónico el cielo ahora nocturno pero reflejando que las cosas están mejor, mucho mejor que lo estaba hasta salir del trabajo, pero a que costo. - Quedará para la próxima, aunque espero no haya una próxima. - Si pasa, pasa.

Frota tu brazo, sonriendo a la par que asiente con mucha conviccion 

-Tranquilo, espero lo mismo. En todo caso, es un poroto que anoto a tu favor, ya sabes que no olvido a mis amigos... Nos vemos mañana, ¿estamos?. Cuidate. 

Te palmea con codialidad y se aleja, con la luz del alumbrado reflejada sobre la coronilla como una aureola. En tu bolsillo queda el papelito con lo que te pidio investigar.

Con una sonrisa lo despido viendo como se aleja feliz como lo estoy yo, pensando como voy a hacer para que Ceci no me mate por dejarla sola mañana por la noche. Cierro la puerta con llave y subo por el ascensor, ahora el ladrido del perro me martilla un poco los pensamientos de lo que tengo que hacer, porque justamente ya tengo a los muchachos de fútbol al que no puedo ir por Ceci y menos todavía por esta reunión. No me lo van a creer si les digo que no puedo, justo mañana tenía que ser, ahora llamo y ya se, le digo a Ceci que les diga por qué no puedo ir, eso si no me mata, algo tengo que pensar. Cuando llego al departamento lo primero que digo con una gran sonrisa es. - ¿Donde está el tesoro de papi? Al fin no nos van a molestar y vamos a poder comer que tengo un hambre terrible. - Y voy tras mi pequeña princesa, quizás la vida sea mejor así, aceptando las cosas como vienen.

Cuando sacan las pizzas del horno, mueven todo a la terraza. De ahi apuntan las sillas al Este, hacia el centro, donde la ciudad se vuelve un mar dorado que opaca las estrellas, dejando a la luna solitaria en el cielo. Tu nena te cuenta de la escuela, las nuevas amigas que hizo, y sonrie ampliamente, mientras ambos recuperan el tiempo perdido sin verse, pizza y coca de por medio. No es de extrañarse que ambos se vayan a dormir tarde, con la pancita llena, y grandes sonrisas en la cara. Incluso el maremagnum de cosas que te pasaron hoy son algo menor a lo que significa una noche en paz con tu hija, a solas, charlando... Que mañana sea lo que sea

miercoles 18 de marzo, 7am

"Mañana" llega temprano, no obstante. Te pesa algo el vientre cuando el despertador te reclama. El transporte estara en 20 minutos abajo, y no son de los que esperan.  Como es de esperarse, Ceci duerme a pierna suelta luego de la noche larga, ni siente su reloj, pero vos si... No solo esta ella, caes entonces. Hoy es tu primer dia como subdirector!

Oh mierda... mañana pongo antes el despertador. Y pego el primer grito de amor a mi dulce princesa. - ¡Ceci, la escuela, se nos hace tarde! - Y voy con el pantalón puesto a la pieza de ella para asegurarme que se levante. - Vamos que se nos pasó la hora. - Que comienzo, llegar tarde el primer día y encima esta noche también se va a acostar tarde. Con un poco de pan lactal y dulce más un vaso con yogurt le hago el desayuno y vuelvo a mi cuarto a terminar de cambiarme. - Que día, si señor, que día. - Y pongo en el portafolios el papelito que me dio Domingo, no vaya a ser que meta la pata. Pero rápido voy a chequear como está Ceci con su desayuno y si no es así, llevarla a que desayune.