Partida Rol por web

Von der Dunkelheit und Reißzähne

Acto 2: El Teatro de la Noche

Cargando editor
13/09/2013, 21:23
Sra. Zalzberg

Como ya dijera, el lugar solo esta "casi" desierto. Diego esta rezando frente al altar mayor, en uno de los primeros bancos. A su lado yace erguida y firme como un soldado su rubia chiquilla. La tercer persona es la primera en aproximarse. La reconocen como esa dama de ropajes elegantes aunque antiguos que vieran ayer en el Eliseo, aunque ninguna tuvo oportunidad de charlar con ella. Mira con absoluta frialdad la carga de las muchachas.

-Buenas noches... Traen alli algo repugnante... Podrian haberlo vestido al menos antes de traerlo, Alfredo. 

Cargando editor
13/09/2013, 21:28
Alfredo Villarin

Hace una leve reverencia a la dama, inclinandose.

-Buenas noches, señora Zalzberg... Comprendo su desagrado, pero durante el interrogatorio sus prendas resultaron demasiado dañadas... y don Hector se negó a proporcionarle otras. Sobran los detalles al respecto. Esperaba envolverlo con una sabana o algo mientras estemos aqui, si le parece.

Cargando editor
13/09/2013, 21:31
Sra. Zalzberg

Asiente con un gesto seco.

-Hare que traigan algo, aunque sea algun uniforme viejo de monaguillo. Si bien este animal no tiene futuro, lo minimo digno es proteger sus verguenzas dentro de la casa de Dios...

Luego alza la vista, estudiando a las portadoras de tan deleznable carga. De hecho, no las mira mucho mejor que al mismo reo, como si fueran dos "cosas", objetos que estuviera evaluando. La mujer tiene un aire de superioridad evidente, que no proviene tanto de su condicion vampirica como de algo innato... como una profesora o tutora veterana. En realidad parece vieja. Haciendo memoria, en efecto, parece la mas vieja de edad entre todos los que estaban reunidos ayer en el Eliseo, incluso mayor que Alfredo y Orlando.

-Asi que estas son las chiquillas de anoche... Sobrevivieron a su primer encuentro con una de las crueles realidades de esta no vida. Bravo. +comenta secamente.

Cargando editor
13/09/2013, 21:36
Alfredo Villarin

Esboza una levisima sonrisa.

-Mis disculpas, anoche no hubo tiempo. Señoritas, ella es la señora Zalzberg de los Tremere, una poderosa taumaturga y la representante del clan en la ciudad. Ademas es la benefactora de esta iglesia, y muchas instituciones historicas o educativas, como ser la misma Universidad del Litoral... 

Al decir esto ultimo,intercambia una ligera mirada complice con Javiera, como si fuera de algo hablado entre ellos. Seguidamente extiende la mano hacia ella con calidez.

-Esta es mi chiquilla, Javiera Diaz de Valdez, mi señora. +luego mira a Sarah. Se enseria, desapareciendo esa alegria que mostrara con su hija. Pero no duda un segundo en introducirla tambien en tono correcto.+ La otra joven... su nombre es Sarah Dalmasi. Es la chiquilla de don Orlando de los Gangrel.

Cargando editor
13/09/2013, 23:26
Sarah Dalmasi

Mucho gusto en conocerla, Sra Zalzberg . Es impresionante el estado tan perfecto de esta catedral, cada parte de ella irradia historia. - dice con una ligera reverencia , hacia la Taumaturga.

Estaba segurísima, que el saludo tan educado y respetuoso hacia la Tremere, sorprendería tanto al Sr Villarin y su chiquilla encantadora.

Disculpe mi falta de etiqueta. No tenían nada mejor que darme para vestir, siento incomodarle con mi atuendo.- dice aun en un tono respetuoso y educado.

Cargando editor
14/09/2013, 05:32
Javiera Díaz de Valdés Alemparte

debieron cargar aquel hombre al que ella ayudó a torturar, aunque en verdad  no alcanzó ni a hacerle cosquillas antes de salir de ese cuartillo apretando los dientes por la rabia. Ahora sentía su piel helada contra sus manos, su cuerpo musculoso  y lacerado por las heridas de tanto el combate con Don Orlando como las quemaduras. Sonrió de  medio lado mientras lo sostenía por los hombros, puesto que Sarah debía llevar sus pies velludos, no dejaba de ser impactante esa transformación casi lupina que gozaba, e imaginaba Sarah asi, toda peluda, al puro estilo europeo.

Entraron en la iglesia, nada en particular había en esta que la distinguiera de otras iglesias de la misma época, ese barroco en su decoración, las figuras en los arcos de la construcción y las estaciones de Cristo. Javiera hacia años que no entraba en una iglesia católica,  su crianza socialista y protestante la había llevado a una creencia más racional, casi mazónica de   era Dios, de ahí que la idea de "condenados"no se le aplicaba del todo, pero la lógica seguida por Alfredo era compartida por ella, era muy cercana a los preceptos de Aquino.

El príncipe estaba orando mas adelante, y la rubía que se tiraba estaba más allá, presta a presentarse ante su amo para complacerlo, pero sería otra mujer la que les saldría al encuentro, la recordaba perfectamente, sus ojos de reproche, su estampa de institutriz alemana, su nariz aguileña y ojos saltones. Toda una caricatura de lo que intentaba representar, más cuando Alfredo indicó a que se dedicaba,  Javiera sin embargo no hizo gesto alguno con su rostro para celebrar su pequeño " acierto", simplemente  inclinó su cabeza en una cortés y parsimoniosa  reverencia, dejando a la desenvuelta Sarah hablar, que mostraba clase por primera vez desde que la vio, y hablando en perfecto español. Demente... pensó Javiera, escuchando los lambiscones comentarios de la chica.

- lo mismo dijo, señora Zalzberg, es un placer conocerla y ser presentadas,lástima que no hubo tiempo antes... - mira el cuerpo de aquel hombre atravesado por el pecho por la estaca - si se me permite preguntar, pero ¿dónde podemes ponerte al detenido?- "detenido", esa palabra tomaba extraños significados en la boca de Javiera de ahí el tono sombrío con el cual lo dijo.

 

Cargando editor
15/09/2013, 05:05
Sra. Zalzberg

Cruza las manos sobre su sexo, asintiendo levemente a ambas. Sus ojos azulados son muy duros. No hay ninguna simpatia en ella para ninguna de las dos, huelga decirlo, pero tampoco animosidad... Alla se vera con la vieja. Ante la pregunta de Javiera, arruga la nariz con desagrado.

-Si por mi fuera, ese adefesio iria a la hoguera... +murmura, cuando es interrumpida.

Cargando editor
15/09/2013, 05:08
Don Diego Posadas

-Contra el altar...+ordena con tono claro y calido. Se esta levantando con esa agil gracia de bailarín que le es propia, y les mira con leve simpatia.+ Que sea juzgado a la luz de Dios. Luego lo haremos lavar y desinfectar, señora, descuide.

Camina un par de pasos, mirando ahora si bien al reo, y tambien a sus porteadoras. Lleva las manos a su espalda. 

-Lamentable. Tiene todo el aspecto de un luchador, e incluso de haberlo sido antes del abrazo... ¿Ustedes lo vieron en combate, jovencitas? ¿Que les parecio?

Cargando editor
16/09/2013, 05:14
Javiera Díaz de Valdés Alemparte

La mujer con porte de institutriz no intenta disimular su desagrado por aquella persona que estaba aun sostenida por las dos chiquillas, pero el príncipe sale en su rescate, tampoco quería seguir sosteniéndolo, y debía evitar ver sus partes intimas, aunque el sujeto parecía tener parentesco con los burros. Obedece  al príncipe y lleva a Sarah hasta el altar en donde lo dejan caer, pronto llegarían con la sábana para cubrirlo. Una vez más, que ignorantes son los humanos al no darse cuenta que su mundo estaba bajo el dominio de los vampiros, y ahora que sabía los alcances de esa mujer, daba para meditarlo.

- pues sí señor, Don Orlando le costó mucho derribarlo, dio gran lucha - miró a su maestro - pero lo más asombroso fue las cosas que lo acompañaban - se encoge de hombros - casi matan a Sarah y a mí me dejaron un lindo recuerdo - sonríe  tocándose el vientre.

Cargando editor
16/09/2013, 05:33
Sarah Dalmasi

Mejor no recordar mi primer encuentro con esas cosas, de poco no lo cuento. - dice al terminar de ayudar a Javiera a dejar al reo encima del altar -

No sabia que podían crear semejantes criaturas a raíz de una persona cualquiera, voy aprendiendo. - ultima de decir Sarah -

Al dejarlo, da unos pasos atrás, no quería perderse detalle de lo que haría aquel hombre con el Reo.

Espero llegar a ser tan buena luchadora como mi maestro Don Orlando.... - dice en un tono tranquilo.

Cargando editor
16/09/2013, 08:20
Don Diego Posadas

Entrecierra los ojos levemente, mientras esboza una ligera sonrisa felina.

-Seguramente estos dias estan siendo la mar de educativos e inspiradores, aunque disten mucho de ser la forma en que normalmente se dan las cosas. A mi mente vienen las palabras de una amiga, "Ojala vivas tiempos interesantes". Una vieja maldicion china... Ja.

Se toca la frente y despeja con la mano ese pensamiento de su cabeza, a la vez que se atusa el pelo hacia atras. 

-Bien, ahora eso no tiene importancia. Buen trabajo. Las dos pueden descansar afuera, mientras Alfredo hace el informe. Pronto les asignaremos a nuevas tareas.

Diciendo esto les vuelve la espalda, haciendo un gesto a su chiquilla de que traiga algo para tapar al reo, mientras Alfredo se coloca a su diestra, para hablarle en tono bajo. Antes de esto intercambia una señal de aprobacion con Javiera, pero enseguida toda su atencion esta para con el principe y lo que le dira...

La mujer mayor, entre tanto, se a arrodillado o sentado (dificil decirlo por el vestido) junto al reo. Por su cuenta, rasca las heridas mal curadas en el pecho, haciendo que sangre nuevamente. Luego, se lleva los dedos manchados a la boca, con los ojos cerrados, como si estuviera degustando concentradamente la vitae del prisionero...

Cargando editor
19/09/2013, 03:00
Director

Notas de juego

niñas...

Cargando editor
19/09/2013, 03:06
Javiera Díaz de Valdés Alemparte

Ahora los volvían a excluir, recordándoles su condición bastante insignificante en la estrategia de logia, lo que le hacia recordar las palabras del joven anarquista que le contó sobre como funcionaba el lugar. Tragó saliva y miró de reojo lo que hacia aquella mujer,extraño, curioso, quizás una simple afición  o estaba usando sus habilidades, no las conocía del todo, asi que le tocaría investigar.

- esta bien - les dijo, y se giró sobre sus talones para retirarse como le dijeron, a descansar afuera. Mira a Alfredo y luego se retira de la estancia, sus pasos resonaba sobre la baldosa de la iglesia.

Cargando editor
19/09/2013, 10:16
Sarah Dalmasi

Sarah permanecía un rato viendo lo que hacia la mujer Tremere, quería aprender tantas cosas.

Pero la voz de Don Diego mandaba, si decía que tenían que salir a descansar, así lo haría.

Sin mediar mas palabras, hace caso del Sr Posadas, aunque habría preferido que era lo que hacía aquella extraña mujer.La verdad que aunque el sitio le relajaba y traía paz, se sentía sola.Sola en el sentido que todos parecían conocerse, hasta Javiera tenía a su maestro, pero ¿ ella a quien tenía ?. A Nadie. Era una desconocida para todos.

Cargando editor
19/09/2013, 17:38
Director

Afuera de la iglesia, el frescor nocturno acaricia vuestros rostros. Guadalupe es un barrio elegante, tranquilo. La gran plaza adjunta a la basilica se encuentra desierta, a pesar de ser un lugar ideal donde sentarse a tomar aire. Fuera de vosotras, parece que solo la silenciosa y formal figura de los ghouls guardaespaldas es toda la vida (si es que puede llamarse asi) que hay en la zona. Incluso aunque entre las casas en torno, muchas tienen sus luces prendidas, no hay quien se asome. La noche es vuestra.

Tampoco es que el dia os deje otra opcion. Ya no mas, salvo en peliculas quizas... en fin. Y la vida en si de la Camarilla no es rosas, tal como os advirtieron. Sois otra vez niñas comenzando a ganarse su lugar. Hoy tuvieron una palmadita del principe. Mañana quien sabe. Todo para hacer meritos, ser reconocidas. Puede resultar muy pesado para mujeres que ya eran adultas y se creian desarrolladas, pero ahora deben lidiar con gente de incluso siglos de edad y experiencias a sus espaldas, en un mundo muy distinto al que habian formado en sus mentes. Eso, sin contar las cargas personales que cada una esta arrastrando consigo, los recuerdos de su humanidad... 

Os podeis contemplar una media hora*, hasta que finalmente sale otra vez esta mujer Zalzberg, buscandolas con la mirada digna y luego caminando firmemente a vuestro encuentro.

Notas de juego

*excepto que quieran decirse algo o hablar con los ghouls, dejo lugar hasta la noche, sino prosigo.

Cargando editor
19/09/2013, 18:14
Javiera Díaz de Valdés Alemparte
Sólo para el director

Notas de juego

yo paso de conversar, a menos que mi compañera quiera cruzar palabras XD

Cargando editor
20/09/2013, 05:33
Sra. Zalzberg

-Señoritas. +dice secamente al aproximarse. Las observa a ambas, sin hacer comentarios sobre sus diferentes looks. Cruza los brazos sobre el vientre...+ El principe ordena que ambas se dirijan al Teatro. Allí seran asignadas a uno de los grupos de proteccion de los Eliseos. Si no tienen armas, solicitenlas al encargado que les toque. Durante esta noche y las proximas estaran afectadas a este servicio común, en pos de la defensa del status quo. Tan pronto como resolvamos la situacion, podran volver a sus actividades normales, lo cual se intentara suceda a la mayor brevedad. ¿Alguna pregunta?

Sus duros ojillos les recorren. Parece la imagen de la dignidad pura, casi, si no fuera por ese detallito en el altar.

Cargando editor
20/09/2013, 10:55
Sarah Dalmasi

Sin decir nada mas, Sarah hace un gesto con la cabeza , aceptando el nuevo comunicado de la Tremere.

Se adentra para encontrarse de nuevo al príncipe, para que este le de a un encargado y pueda pedir armas.Ya era hora, podrá tener las armas que tan bien usaba cuando trabajaba en el FBI.Aunque visto lo visto, la pistolas, subfusiles, al parecer no mataban a un vampiro sino lo relentizaban, buena cuenta de ello les indico, las extrañas criaturas con las que se enfrentaron.

Cargando editor
22/09/2013, 01:17
Javiera Díaz de Valdés Alemparte

Quedaron esperando nuevas instrucciones cuando la institutriz salió de nuevo a dárselas, era como si se le leyera la mente, aunque quizás lo hacía, lo cual daría miedo, puesto que ella deseaba saber que había sido aquel gesto con la sangre. En fin, no recuerda haber leído sobre lecturas de mente, así que mejor era atenerse a las nuevas órdenes, que nuevamente les reafirmaba el hecho que eran unas pequeñas carne de cañón, que de momento no tenían derecho a voz ni a voto, de momento por lo menos, de momento...

Asintió y aseguró que no tenía más preguntas sólo  por su sire, al cual seguramente vería después, así que luego de despedirse de la mujer y pedirle indicaciones para llegar, dado que no sabía como hacerlo, emprendería el camino hacia el teatro.

Cargando editor
22/09/2013, 17:25
Director

Ya no vuelven dentro de la Iglesia. La mujer corrige rapidamente a Sarah, es en el Teatro de la noche pasada donde les asignaran a sus grupos. Tampoco deben preocuparse mucho por como llegar. El profesor Barros esta allí con el auto y conoce perfectamente el camino. Alfredo no viene con vosotras ahora, tal como Javiera sospechaba. De momento esta con Diego y el prisionero Gangrel, pero con algo de suerte se reuniran antes de terminar la noche.

Con los detalles atados, el regreso al elegante Teatro es rapido. Solo otra media hora y mas que nada por el trafico, que como siempre que uno tiene prisa, se acumula frente vuestro. Mas al fin y al cabo llegan al lugar... Desde el primer momento lo notan algo distinto. Como ayer, hay guardias en el hall, pero solo dos. Y ahora no visten de traje, sino con ropas marrones de Prosegur y chalecos antibala.

Adentro tambien ha cambiado un poco. Esta vez los presentes estan en su mayoria sentados en las butacas delanteras, esperando algo, si bien otros se encuentran de pie hablando en los pasillos o laterales. El escenario ha sido despejado de sillas, y en su lugar se encuentran un par de pizarras. En una se encuentran dos mapas, uno de la Ciudad de Santa Fe, el otro del territorio general del principado similar al que tenia Hector. En la segunda pizarra hay 10 papeles, como listas. De lejos no se ve lo que dicen. Pero lo mas chocante es que sobre el borde del tablado se encuentran gran numero de armas dispuestas, asi como protecciones...

Javiera no ve a Ulises entre los presentes, pero si reconoce a Mercedes en un costado, hablando con alguien. Sarah encuentra tambien a su unico conocido amistoso, Bruno, examinando las armas.