Partida Rol por web

claro que no lo culparía, era lo que había y Javiera levantó la ceja derecha, mirando a aquel hombre que no dudó en hacer los reparos del momento, aunque no dijera nada, su cara lo decia todo, pudo quedarse estoico como el otro, pero no. Javiera hizo un mohio, y rodó los ojos.

- sí, soy la que me quedaré, es lo que hay, y tampoco me agrada la idea - le dice respondiendo a sus gestos, cruzándose de brazos - pero bueno... no conozco el lugar - era obvio, su acento la delataba - y necesito saber a grandes rasgos como es este lugar y como lo defenderemos - no se creía superior a esos humanos, aunque ella fuese vampiro, pero ellos tenían entrenamiento y eran nacionales, ella realmente no era más que una niña jugando entre grandes.

Suspira lentamente, parpadeando y mirando un poco el lugar.

-Bueno, es muy grande si... Seguro ya vio el frente. El recibidor tiene todo un frente de vidrios comunes, no aguantan nada. Esta esa puerta que da a las dos grandes de esta sala, y en el costado esta otra de vidrio que va por detras, por donde entran los actores, tramoyistas y eso. Del lado que da a Garay +dice indicando+ ve todos esos palcos... Cada uno tiene una ventana que da a la calle. Ademas hay un pasillo que corre por ese lado, donde esta la exposicion, y las escaleras para subir, ademas de una puerta a calle para los vips. Como ve, son docenas de ventanas y un monton de puertas muy lindas pero nada resistentes.

Frunce la boca, con un gesto de "es lo que hay"...

era una mierda, eso ya lo sabía, el lugar podría ser tomado sin mas, y ella no sabía nada de estrategias militares, con suerte sabia usar un arma, Javiera llevó su mano a su frente, y echó los cabellos hacia atrás, además, eran bastante pocos, solo cuatro humanos y ella, y todos deberían defender aquel lugar de una ataque similar al del cementerio. Estaba frita, más que frita...

- mejor búsquemos el mejor lugar para resguarlos y esperarlos ahí, tener un sitio en donde protegerse de las balas - sabía que habían balar - ¿o tienen otro plan?

Menea la cabeza.

-... no. La verdad no. Lo que pensabamos era mas o menos asi. Ir a los palcos del segundo piso, para tirarles desde ahi cuando entren. No hay manera de evitar eso. Si la cosa se pone complicada, podemos salir por las ventanas que dan atras o al costado, a los edificios vecinos. Un porrazo no es tan grave como que te arranquen la garganta, ¿no?

Trata de ponerle humor al asunto. Mal. Cambia el peso del pie con un suspiro. 

-... claro, eso luchandola, sino no va a servir de nada cuando le rindamos cuentas a don Diego.

Pues medida lo que le ha dicho, mirando el palco, también había pensando en eso, desde arriba aguardar la entrada de quién los ataque, matar a algunos, intentar contenerlos, defender y atricherarse, porque si escapaban así como así, seguramente el mismo Don Diego les arrancaría la gargantas.

- sí, me parece lo mejor, pero ¿no hay un cuarto de cámaras o algo similar? o radios para comunicarnos con los de afuera? aunque creo que ellos deberían entrar y poner a  uno en la azotea, con las radio nos podría avisar si alguien viene  -  pone su mano en su  cadera - pero bueno, veamos que armas quedaron y llevémosla todas arriba, en donde nos quedaremos - pone su mano en su mandíbula, necesitarían tener muy buena puntería, para poder acabar con lo que se vendría.

- debemos tener cuidado, trataremos con criaturas un tanto diferentes a los mismos vampiros, si nos ataca algo similar a lo que me atacó junto a otros en el cementerio de Diamante, espero que disparen bien - porque ella no era tan buena, se dijo mentalmente, pero no quiso decírselos,  no quería asustarlos.- a todo esto ¿cómo se llaman? yo me llamo Javiera - sonrie, no había necesidad de ser altanero ni levantado de culo como los demás vampiros.

Los hombres se llaman Nando (el dudoso) pero le dicen Ninja porque es maestro en artes marciales. El otro es Sergio, ex-soldado. Los de adelante son Hernan y Facundo. Ambos son realmente guardias de seguridad, no es que lleven los uniformes, y solian ser policias. Por lo menos son todos hombres entrenados. No podria esperarse menos, ya que son guardias personales de don Diego. 

En cuanto a tu propuesta, te explican porque no tiene mucho sentido. Estan en el centro. Un lugar publico. No hay muchas chances de distinguir a un paseante comun de un vampiro... Distinto puede ser eso que decis que enfrentaste en el cementerio, algo de lo que al parecer no les comentaron nada. No tienen idea de a que podes referirte, pero no pinta nada bueno. Te piden mas datos al respecto.

Los 4 tienen walkie talkies de corto alcance, y te dan uno mas, un equipo algo grande pero funcional. Los de adelante aceptan venirse dentro si vos lo pedis, pero se quedaran en la planta baja, para vigilar tanto las entradas a la platea como la de tramoyistas. Eso los deja a Ninja, Segio y vos, para vigilar el lateral y las escaleras. 

Les contó a grandes rasgos lo que había pasado en el cementerio, a lo que se habían enfrentado como grupo y como habían salido del paso, aunque le costó la vida a algunos soldados, así que debían extremar los cuidados en lo que fueran a enfrentar, sobre todo en cuanto al calibre de las armas que usarían, porque esas criaturas se habían mostrado demasiado resistentes a las balas.

Ahora tocaba organizar al grupo, y la joven reconoció que no sabía nada de estrategia ni mucho menos defender un lugar, así que les dijo a los hombres que trazaran el mejor plan, dado que ella no estaba preparada para esas situaciones.

Los muchachos no lucen felices. Todos tienen experiencia peleando con humanos, ghouls e incluso vampiros, pero ninguno ha luchado con esas cosas que describis, aunque Sergio recuerda haber oido algo de eso, de un amigo que trabaja con don Hector. Que son como ghouls tambien pero... distintos. Todavia mas fuertes y monstruosos. 

Con las caras mas sombrias se reparten, aceptando tu inexperiencia con estoicismo. Te dejan la escalera posterior izquierda. Desde ahi podras mirar tanto el teatro como la puerta lateral. Ninja toma la escalera frontal derecha, y Sergio la trasera, dejando a Hernan y Facundo las del ala izquierda respectivamente. Para no cansarse, proponen ir rotando cada hora. A vos la fatiga no te resulta problema, pero ellos son mortales todavia. 

Fue hasta la posición que habían acordado, aunque había más decidido por los hombres, pero ella no estaba en posición como para ponerse a reclamar, de hecho, había ella misma sugerido que ellos escogieran que hacer. Armada y con los seguros fuera, la mujer subió hasta el punto y se puso a vigilar, pensando claro en que se había metido y que seguramente iba a acabar demasiado mal.

La noche trascurre, y los puestos van rotando a medida que pasan las horas. Quiere el destino que estes de nuevo en el lugar donde empezaste, luego de 5 aburridas horas, cuando todo empieza...

Era una puerta de madera noble, de diseño elegante, con rejas sobre los vidrios. Sus pedazos salpican el pasillo del museo cuando es rota desde fuera, con un unico impacto que resuena por todo el lugar. Quizas un cañon, granada u otro explosivo, aunque no hay fuego ni humo... No, lo que entra es un tipo enorme, calvo, de ropas negras, con un hacha de leñador en la mano. Mira para ambos lados y te ve asomando por la escalera, lo mismo que al Ninja en la otra. Pero no es a este ultimo a quien escoje... sus ojos te lo dicen. Y la sonrisa con colmillos al ver una chica...

Y cuando pensaron que verían el amanecer son problemas, y que todo el miedo iniciar iba a desaparecer ante la real situación de que nada  pasaría, la puerta fue destruida de un solo golpe que obligaría a todos a encogerse y cubrir sus cabezas como acto reflejo, pero ahí verían a aquel sujeto entrar, con una gran hacha, - lo que hizo esfumar la posibilidad de que hubiera sido una arma pesada la que destruyó la puerta. Javiera abrió los ojos, ahora al ver mejor al tipo que entraba de manera tan... dramática. 

Mierda... comenzó esto... pensó en una fracción de segundos, sacando su arma y apuntándole al hombre para disparar.

Ninja ha desaparecido, pero escuchas tiros proviniendo del frente y reverberando por todo el edificio... Seguramente los muchachos tienen sus propios problemas ahora. Es imposible que este sea el unico atacante. Pero por ahora es el unico que debe preocuparte.

Comienza a correr hacia vos, cambiando el peso del hacha a dos manos. Pero el maldito no lo hace en linea recta, sino que empieza a zigzaguear, esquivando el bulto y dificultandote todavia mas la punteria!

El enfrentamiento se hizo más intenso, y aunque esperaba ayuda del resto de los humanos, no tardó en darse cuenta que cada uno de los que defendían ese lugar, estaban teniendo su fiesta personal, cortesía de los desgraciados que estaban atacando el teatro. ¿Doña Mercedes estaría igual? ¿Alfredo?. Imaginaba que al final de la noche no quedaría nada de ella, así que,  ante la real y más segura posibilidad de morir - de nuevo - era mejor arrojarse y no recular.

- ay por favor, no seas fanfarrón - exclamó con rabia, apuntando su arma y estudiando sus movimientos 

El disparo de Javiera revienta contra el muro cuando el gordito gira, esquivandolo por los pelos... Ahora ya lo tiene encima y puede ver el brillo de la luz en su calva, cuando el frenetico sujeto le ataca, hundiendo su hacha brutalmente en el pecho de la chica... Ropa, carne, huesos, son atravesados brutalmente. Una humana ahora estaria muerta, destrozada por tremendo ataque. Sus entrañas se desparramarian en el suelo, al igual que su vida.

Pero ella es una vampiresa, y aunque el golpe es terriblemente doloroso, todavia sigue en pie. Apenas hay sangre en su terrible herida. Ya sus organos internos estan oscurecidos, no tienen ese fluido vital, y por ende no se desparraman. La muerte la hizo suya hace un tiempo. Puede que hoy la reclame definitivamente. Pero no facilmente.

El golpe le dio de lleno, el calvo había logrado escapara su ataque y ahora le destrozaba el pecho,y dolía, dolía demasiado. maldito desgraciado, pensó, y en vez de estar asustada, estaba molesta y frenética, quería desparramar sus entrañas secas en aquel piso, quería... pero antes debía lograrlo. Su mano soltó el arma y sacó el machete que tenía blandiéndolo con una mano, y ahora, con sus ojos negros por los deseos de sangre, desencadenó su ataque sobre él.

Tu machete abre tiras en el torso del hombreton, pero solo eso... Apenas si rasguña el grueso cuero que tiene por piel aquel sujeto, o asi parece... Este rie con voz ronca, mientras los tiros resuenan en el gran edificio, desde todas direcciones.

-Jaja... todos son unos brutos a los tiros... agradece que te doy atencion personal, chiquita! +ruge, mientras encaja otro hachazo, este horizontal, en tu vientre. No logras retroceder la pancita a tiempo, y sientes la hoja metalica llegar hasta tus entrañas nuevamente. El maldito bestia sabe lo que hace.

Ninja 6 y Hector 10 vs jj 3 y tzi 2

round 1, ninja falla y 1 letal, hector da pero 0, tzi absorbe y evade, jj ataca a ninja.

round 2, ninja da, 3 letal a jj, lesionado. hector da pero 0,  tzi absorbe y ataca pero 0, jj ataca y hae 2 a ninja, lesionado

Sergio 10 vs lasombra 2

da y absorbe, falla, el otro no logra concentrarse para traer los tentaculos.

Facu 1 vs gangrel 8

El gangrel avanza con torpeza, pero a Facu la sprpresa le engarrota y se le traba el arma

El gangrel llega y le da un garrazo, hace 2 heridas, lastimado. el otro trata de devolver con machete, pero se le escapa de las manos agarrotadas...

Frente Norte.

El Ninja y Hernan enfrentan a un tipo que corresponde a la idea que les habia dado Javiera, un sujeto musculoso, bastante atractivo, salvo por las espinas de hueso, casi espadas, que ahora surgen de sus brazos... Le acompaña una sensual y blanca mujer, enfundada en cuero negro a lo dominatrix... Ella le envia a por el primero de los Ghouls, mientras va por el segundo.

Ninja dispara una vez pero falla, y no logra evitar del todo el tajo que le llega, pero es menor. Empieza a retroceder, ganando espacio. Vuelve a disparar y esta vez, acierta de lleno, aunque no es suficiente daño para contener al enfurecido ser, quien se abalanza sobre el para volverlo a herir, emparejando la situacion...

Hernan por su parte, apunta a la cabeza, el unico lugar donde las balas son realmente efectivas. Pero la chica esquiva la primer ronda, y recibe la segunda sin pestañear casi, sacudiendo la cabeza con una sonrisa, para luego pegarse a el y dispararle a boca de jarro, una bala que por fortuna el chaleco resiste. 

Frente Sur.

Sergio divisa a su rival ni bien irrumpe por la puerta trasera, un hombre de aspecto sereno, quien camina prepotente. Con su rifle de alto poder le dispara... y nada. Vuelve a hacerlo y falla. El otro sigue avanzando, aunque ahora mas rapido, sin hacer ninguna jugada ofensiva pero casi alcanzando ya al Ghoul, que ha retrocedido al segundo piso. 

Frente Este

La suerte no sonrie a Facu. Cuando la criatura que entra rompiendo las puertas de vidrio del area de empleados corre hacia el, su ak-47 decide sublevarse y trabarse. Antes de poder arreglarla, ya esta encima suyo, abriendole una fea herida en el brazo. Trata de desenfundar el machete para defenderse, pero en el apuro, la hoja se le resbala, quedando asi desarmado... 

Recibe de lleno el segundo hachazo, el bastardo realmente sabe lo que hace, y busca partirla por la mitad. Javiera lanza un grito de furia más que de dolor, y echa hacia atrás su cuerpo, con su mano en el vientre. Muestra sus dientes, sintiendo por primera vez la ira de la que hablaba su sire.

- métete tu atención por el orto, bastardo pelón!- exclama  furiosa, y vuelve a atacar con el machete al hombre, acelerando un poco las cosas para  poder cortar su cuello, o partirle la cabeza al desgraciado pelón

Tus ataques empiezan a hacer mella, se nota en la gruesa carne del pecho del bastardo, pero no la suficiente... Simplemente, es demasiado duro para tus delgados brazos. Quizas lo mejor seria correr, pero a donde? Y ayuda...no hay ayuda que valga. Lo sabias, Mercedes te lo habia dicho. Este era sin dudas el mas peligroso de los escondites. ¿Pero debias intentarlo, no? Una heroina te habria servido... Quizas lo seas, pero postuma si las cosas no mejoran. 

Mientras esos pensamientos cruzan por tu cabeza, el acero del tipo encuentra de nuevo tu carne. No es muy presiso, pero no necesita serlo con su fuerza bestial. Te esta "talando", por asi decirlo, causandote poco a poco suficiente trauma para dejarte inconciente, pero no para matarte del todo. No, comprendes. Te esta atormentando con el dolor. Y despues, cuando estes indefensa... quien sabe. Pero el brillo maligno y sadico de su mirada no augura nada bueno.