Partida Rol por web

Tras finalizar todos los preparativos te dispusiste a cruzar el portal arcano junto a un gran número de miembros de la alianza y la horda. Thrall fue el héroe que decidió acompañaros en la misión, siempre se mostró deseoso por restablecer el equilibrio y poner fin a esta guerra.

- Me complace estar de tu lado, los elementos nos protegerán y nos guiarán en el camino.  Ahora tan solo tenemos que llegar hasta el Rocal, parece ser que el vuelo negro se está reorganizando por aquellas tierras, cerca del Portal Oscuro... por suerte contamos con buenos aliados de nuestra parte, ¡adelante héroes! - comentó mientras cogía aire y atravesaba el portal con el resto de hombres.

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En tan solo unos instantes os habíais teletransportado justo a unos 10 metros de la entrada al campamento de la Horda en el Rocal, allí podíais contemplar a más de una veintena de dragones de todos los vuelos descansando y alimentándose ¿se estarán preparando para la guerra?. El cielo seguía verde como la esmeralda mientras el fuego caía, los soldados de la alianza y la horda se armaban con espadas y hachas formando filas y batallones para viajar hasta las tierras devastadas, dicho portal había sido tomado de nuevo por la Legión y la infantería sería la encargada de contener al enemigo y a su avance, pero parecía que los cielos serían cosa vuestra.

- Rápido, no podemos perder tiempo, dentro del campamento os explicaré como actuaremos, tenemos un papel muy importante aquí y no debemos fallar -

Era bueno volver a combatir junto a Thrall, en los viejos tiempos habian combatido en muchas ocasiones y sinepre habian salido victoriosos. Asintio en cuanto el Guardian de Tirisfal hablo con el y se dispuso a atravesar el portal arcano que les llevaria a su momento final, la ultima batalla contra el mal.
Asintió y con su cayado en mano atraveso el portal.

El portal les codujo al Rocal, la base que la Horda tenia en las Tierras devastadas. La Legion habia conquistado el Portal Oscuro y no podia ser. Una vez allí encontramos la base de la Horda llena de dragones d elos diferentes vuelos y un gran numero de querreros de la Horda y la Alianza preparandose para la guerra.

Thrall indicó que dentro hariamos el briefing y lo que tendriamos que hacer para derrotar a la Legion.

Emprendisteis rumbo hacia el campamento de la Horda, ya una vez dentro Thrall no tardó en ir a presentarse ante la autoridad local para presentaros. Se notaba que había ambiente de guerra, los soldados (prácticamente en su totalidad miembros de la horda) estaban en formación, preparaban sus armas y sus armaduras y daban de comer a los dragones. El que estaba a cargo del campamento era un Orco que podría tener perfectamente la misma edad que Thrall.

- Tal y como encomienda la reina de dragones aquí os traigo los refuerzos que habíais solicitado, espero que sea más que suficiente para llevar a cabo la misión - comentó dejando su martillo a un lado y presentándose de la manera más diplomática posible, algo que el orco no parecía compartir.

El orco os miró de arriba a abajo.

- ¡Que alegría verte camarada! - comentó mientras golpeaba su enorme escudo contra su propia espada.

- Me honra que estéis aquí, yo soy quien está al cargo del campamento pero escucharé cualquier cosa que tengáis que decirme -

- A ver, ¿qué experiencia tenéis con dragones?¿habéis matado a alguno?¿habéis cabalgado sobre sus lomos? aquí solo quiero gente capacitada, para carne de cañón ya tengo a dos docenas de peones en la garganta grito de guerra - 

La impresión que dio el comandante del Rocal era la de un viejo orco tosco, por sus comentarios sobre nuestras aptitudes a lo que Garroom respondió:-He visto de primera mano de lo que es capaz un dragón con una convicción inquebrantable, casi no salimos vivos de Silithus por ello. He montado sobre los lomos de varios dragones que nos llevaban de vuelta a Reposo del Dragón en Rasganorte. Sé que los métodos para vencer a los dragones son diversos pero el combate prolongado suele ser el más efectivo dado que los desgasta en sobremanera y luego se les puede dar el golpe mortal.-expuso Garroom sin lujo de detalles y exagerando un poco la parte de Silithus, dado que fue Lyareth quién venció a Anacronos y con convicción. 

Esperaba que aquello convenciera al comandante orco y le dejara participar en la misión. 

El orco rió, escupió al suelo y comenzó a andar rumbo a unas pequeñas instalaciones de madera que albergaba a varios dracos.

- Por mucho que digáis, un verdadero mata dragones necesita un dragón amaestrado por él mismo para ser el cazador definitivo, al igual que los Faucedraco, ellos si que sabían cazar a esas bestias - se quedó pensativo unos instantes.

- Os comentaré como funciona esto, los dragones negros no bajan a tierra, son listos, saben que allí perderían su ventaja táctica, tan solo descienden para barrernos con sus llamas, de modo que la solución más óptima es... - hizo una pausa y señaló la instalación que tenía a muchos dragones.

- Surcar los cielos y cazarlos como si fueran mariposas ¿suena divertido... eh? y como no tengo tiempo de que demostréis vuestra valía cazando a vuestro propio draco para domarlo, podréis cabalgar sobre cualquiera de los que están aquí... son muy mansos, demasiado y podrán seguir órdenes de desconocidos como vosotros si los tratáis con mimo. ¿Os veis capaces?¿o tengo que mandaros de vuelta a casa de una patada? -

Allí había dracos de distintos vuelos, esmeralda, bronce, rubí y azules.

- Si no tenéis ninguna capacidad combativa con la que podáis desenvolveros en los aires encima de vuestro draco, cada uno de ellos podrá hacer uso de sus capacidades para echaros una mano, no las subestiméis porque pueden seros de ayuda - se acercó más a los dracos.

- Muchos ya sabréis esto, pero os lo recuerdo para los más desconcentrados... los dracos bronce tienen la capacidad de manipular el tiempo, con lo cual puede haceros ganar unos instantes vitales en la batalla - después se acercó a otro.

- Los esmeralda son el apoyo perfecto, con su hálito pueden curar las heridas de uno de sus hermanos dracónidos o de su jinete, basta con que le deis la orden y eso hará - acto seguido fue a por el tercero.

- En cambio los rubí desatarán toda su furia contra un enemigo arrojándoles fuego directamente desde sus fauces, no me gustaría estar en su trayectoria, la verdad... -

- Por último, y no menos importante, los dragones azules pueden lanzar ráfagas arcanas a varios objetivos, muy útil para tener ventaja táctica si os veis rodeados, aunque no tienen la fuerza del fuego de los rubí -dicho aquello se llevó las manos a la espalda.

- ¿Y bien?¿Cual escogeréis? Hay de todo y para todos, así que no os cortéis -

El viejo orco tenía razón en varias cosas, los dragones no bajan a tierra a menos que sea por necesidad. La única manera era surcar los cielos por encima de ellos para atacarles, no era una tarea fácil, de por si. Cuando comentó que dragones podíamos escoger, estuvo explicando para aquellos que no lo supieran algunas de las características de los distintos vuelos, Garroom se acercó a los dragones, que en ese momento estaban medio durmiendo y descansando. 

Posó la mano sobre un dragón de bronce y este se revolvió. No sería adecuado para él, pensó para sí el chaman. Pasó la mano por el lomo de un dragón rubí y el calor que desprendía el propio dragón apaciguó el espíritu de Garroom, aquello le indicó que en combate sería un aliado estupendo. A continuación se acercó a un dragón azul, cuyos ojos le indicaron a Garroom que desistiera en su intención por conocerle:-Arcanos y sus remilgos.-pensó Garroom mientras se acercaba al último vuelo. Un dragón esmeralda dormitaba apaciblemente sobre sí mismo y cuando Garroom posó su mano en el cuello de la criatura, le vino a la mente una sensación, en ese momento no sabía qué significaba. El dragón abrió los ojos, levantó la cabeza y miró fijamente a Garroom. Éste respondió con una reverencia y el dragón lo imitó:-Soy Garroom, Chamán del Clan Lobo Gélido. Será un honor combatir a tu lado.-

El orco se quedó pensativo mientras te observaba.

- Mmmpph, esto va a ser complicado, ¡pero no imposible! sois unos auténticos negados para los dragones, pero oye... ¿sabíais que me encantan los desafíos? si consigo que unos paletos como vosotros sobrevivan y sean convertidos en héroes me ascenderán a general cuando acabe esta estúpida guerra, oh si... ya estoy oliendo el banquete de la celebración -

Comenzaste a montarte sobre el draco elegido, la sensación era extraña pero al menos parecía que se dejaban cabalgar. Apenas se movía y podíais notar su respiración, era una sensación bastante atractiva.

- Escuchad atentamente, ahora iréis con el resto de jinetes a atacar un nido donde se están reagrupando los dragones negros, la clave de todo buen jinete es pensar rápido, guiarse por el instinto y matar sin pensar en las consecuencias, no os quiero ver de regreso si no es con un buen trofeo entre manos ¿entendido? ahora quiero que me digáis si tenéis alguna pregunta, de lo contrario podéis comenzar ya a ordenarle a vuestro draco que emprenda el vuelo o el enemigo acabará con nosotros antes de que podamos reaccionar -

.-Es un honor Gwengilax.-responde en voz baja Garroom mientras el viejo orco sigue con su habladuría. 

Era el momento de ver qué sabíamos hacer y el objetivo era claro: un grupo de dracos negros cerca del Rocal:-Bien Gwengilax, derrotemso al vuelo negro y salvemos Azeroth.-dijo al tiempo que le indicaba al dragón para que alzara el vuelo. 

Tras el grito del orco, todos los jinetes de dracos que había por el lugar comenzaron a emprender el vuelo rápidamente. Sabíais que había llegado la hora de demostrarlo todo, quizás no a través del medio que más os hubiera gustado pero ya anteriormente le habíais plantado cara a otros desafíos obteniendo la victoria ¿por qué iba a ser ahora distinto?.

Vuestras monturas comenzaron a alzarse en los cielos aunque se notaba que necesitaban algo de ayuda de sus jinetes para controlar bien la altura y no dirigirse al lugar equivocado, quizás iba siendo hora de poner en práctica cualquier conocimiento relacionado con la monta...

Como si vinieran de la nada, en el momento que os adentrasteis en las tierras devastadas un gran grupo de dragones negros comenzaron un descenso vertiginoso contra las fuerzas del bien. Aquella mancha había casi tapado el sol en su totalidad provocando un anochecer prematuro, una oscuridad que profetizaba muerte y destrucción.

Apenas pasaron 10 segundos cuando se produjo el primer choque. Los primeros jinetes de dracos que salieron del campamento comenzaron su batalla contra los dragones negros que defendían su territorio. La lucha se volvió cruel en cuanto supisteis que muchos de vuestros aliados estaban cayendo en el combate, al igual que algunos de vuestros enemigos.

Ustedes erais más, pero vuestros enemigos respondían por su propia voluntad, no tenían que cabalgar a lomos de un desconocido.

Nada más alzar el vuelo, una bandada de dragones negros ataca el Rocal, por lo que la batalla por el destino de Azeroth había comenzado. Mediante hechizos, Garroom abatió a cuatro dragones de un solo golpe, alcanzando su dentro de poder y destruyéndolo. 

Por los movimientos de Gwengilax, Garroom recibió dos impactos directos de llamaradas de dragón negro, pero gracias a las habilidades sanadoras de Gwengilax, Garroom pudo continuar el combate. 

La batalla ya había comenzado y la adrenalina corría por vuestras venas a gran velocidad. ¿Qué es lo que pasaría ahora que la primera oleada había sido aniquilada y la victoria parecía un poco más cerca?

Antes de que pudierais alcanzar a los otros dragones negros una gran sombra se abalanzó desde las nubes, aquello os sobrecogió durante unos instantes porque no sabíais qué era exactamente.

No os bastó mucho tiempo, tan solo mirar hacia arriba unos instantes para comprobar como un dragón negro adulto había decidido sumarse al campo de batalla.

Le costó poco trabajo irrumpir en mitad del escenario y comenzar a exhalar fuego por sus fauces aniquilando tanto a amigos como enemigos.

Vosotros, por suerte, estabais alejados del grupo principal y eso os libró de una muerte casi segura, sin embargo aquel "alivio" duró poco, el dragón negro se fijo en vuestro grupo y no dudó en prestar toda su atención hacia vosotros. ¡Había que salir de allí y encontrar un refugio!

La batalla parecía que se decantaba a favor de Azeroth hasta que apareció un dragón negro adulto y desbarató todo el plan de ataque que se había organizado. Con sus llamas abatió fácilmente a varios dragones y sus jinetes, hasta que se centro en el pequeño grupo en el que estaba Garroom.

Al percatarse de ello Garroom, instó a Gwengilax a escapar de allí y encontrar un lugar donde idear un nuevo plan. El dragón esmeralda reaccionó tarde a las órdenes del orco y el dragón negro les ganó distancia para cuando emprendieron el vuelo hacia una zona rocosa cerca de allí. Garroom utilizaba todo lo que tenía para defender a Gwengilax de los ataques del dragón adulto mientras huían. 

Cada vez que Garroom giraba la cabez apara ver la posicion del dragon adulto, éste se enco traba mas cerca. Apremióa Gwengilax a que acelerara su ritmo y descendiera sobre lasmontañas para encontrar alguna cyeva donde refugiarse y perder al dragon.