Partida Rol por web

WH40k: La Cruzada de Fuego

Trasfondo

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07/08/2018, 02:16
Lord General Arthos Kalevala

Órbita de Alfrost, a bordo del Implacable

El despliegue en el Sub-Sector se había dado con éxito, no se había encontrado oposición en Alfrost, por lo que el traslado de tropas y suministros no había tenido contratiempos. Aquello satisfacía a Arthos Kalevala que permanecía aun en la órbita del planeta a bordo del Implacable, la nave insignia de la Flota Imperial.

¿Qué tenemos en el auspex, comodoro? —preguntó el lord general inclinado sobre el tablero holográfico que mostraba el sistema. Deacon Sapha, el impetuoso comodoro al mando de la Flota de Batalla Iridia que apoyaba al Astra Militarum.

Tenemos informes de escoria xeno en los mundos de Ishraq, Unctious e Illias —citó leyendo un informe que le pasaba un servidor —. Pieles verdes y piratas aeldari.

Arthos chasqueó la lengua con mueca de asco según escuchaba, no dijo nada haciendo un gesto con la cabeza para que prosiguiera.

También nos han reportado presencia de herejes en los mundos de Junkatta y Sovven —aquello endureció al veterano general recordando Cadia, siguió sin decir nada —. También tenemos noticias de la llegada del Capítulo del Adeptus Astartes de los Vigilantes del Abismo en Savrap.

El silencio, Deacon se había acostumbrado a ese silencio como una señal de los pensamientos del lord general. No tuvo que esperar mucho, alzó la mirada hacia el oficial de comunicaciones.

Este sistema está lleno de porquería, comodoro. Es hora de barrer. Ordene al coronel Kincaid que movilice el 117, es la hora.

Notas de juego

No sé si me cuelo, pero bueno, ahí va la introducción para el Astra Militarum xD

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07/08/2018, 22:31
Qetsëg Veéses

Salón de la tragedia, Ishraq.

Sentada en su trono azabache, la señora del "Abrazo traicionero" se hallaba sumida en los recuerdos de un pasado reciente. En sus pupilas, dos pozos de insondable negrura que guardaban quién sabe cuantos secretos, aún podían verse reflejadas las danzas de los arlequines.

Había sido la visita de los hijos del Dios que ríe la que había decidido por completo a Veéses. El augurio, la señal que finalmente necesitaba para lanzarse en esa campaña de saqueo y conquista, se la proporcionaron los seguidores de Cegorach. Estos, siempre aparecían en momentos clave para su raza. Todas las ramas de los Eldar, y no sólo los súbditos de Commorragh temían y aguardaban al mismo tiempo las apariciones de estos vagabundos de la telaraña.

La pálida figura acariciaba sus labios distraidamente cuando llegó el mensajero -.  Arconte, los acontecimientos se suceden según sus designios - La atención de la mujer de alabastro se vió arrastrada hacia el presente. A penas un leve parpadeo dió muestras de su descontento. Su mirada se posó sobre el mensajero mientras los componentes de la guardia personal perdían su inmobilidad junto a las lejanas y sombrías paredes de la sala. El sujeto que actuaba de mensajero debía ser nuevo en su hueste y había cometido un error, error del que súbitamente fue consciente -. Mi... mi señora - dijo intentando no mostrar temor pero con un nudo en su garganta- Hemos ocupado gran parte del planeta, tan sólo un sector en el norte aguanta, pero es inevitable que caiga en nuestras manos en poco tiempo. También hemos tomado el puerto del mundo que llaman Unctious. Nadie nos tomará por sorpresa. Los campos están listos para la recolección -. 

Todo marchaba según lo previsto. Habían actuado rápida y despiadadamente y se habían asegurado la iniciativa en ese conflicto. Sin embargo, no había hecho más que comenzar. Otros muchos jugadores se desplegaban por el tablero y todos aspiraban a la victoria final.

Un ligero asentimiento de su cabeza fue la señal que el mensajero estaba esperando para dejar la sala con una prisa mal disimulada. Una mirada de la mujer, fué cuánto se necesitó para que una de las figuras que formaban su escolta se despegase de las sombras y abandonase igualmente la sala. El resto retornó a su estado de espera, como sombrías estatuas.

La señora de la kábala volvió a sumirse en sus pensamientos y un observador poco acostumbrado hubiera jurado que una leve sonrisa había asomado a su rostro. 

 

Notas de juego

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09/08/2018, 01:13
Yersinia Pestis

 

Órbita de Sovven, puente de Mando, Acorazado líder Mia Donna Mori

En los interiores palpitantes del antiguo acorazado de batalla, lugar donde el metal, la carne y la putrefacción se hacen uno, degenerándose infinitamente en una orgía llena de purulencia y secreciones infecciosas que dan un genesís a millares de nuevas enfermedades y pestes en honor al gran padre de la putrefacción. En ese lugar se encuentra una deforme fuerza de invasión toxica con un solo objetivo… recuperar este sistema para el caldero de Nurgle.

En el palpitante puente de mando, se puede contemplar como una grotesca silueta, dueña de un equilibrio perfecto, donde la belleza intrigante de sus curvas y la degeneración fisiológica constante en cada poro de su ser, crean un sublime y encantador resplandor de agonía, horror y degeneración. Dicha criatura, estaba sentada en un grotesco trono que secretaba constantemente líquidos diarreicos por sus orificios excretores a la vez que emitía sonidos desgarradores de placer y sufrimiento, por cada movimiento o sonido que hacia la putrefacta silueta, el trono se adaptaba a ella como si se tratase de un tumor inteligente deseoso por servir a su señora.

-. Mis niños, Informen la situación-. Es lo que la misteriosa figura exclama con una dulce, pero imponente voz mientras juega, coquetamente, con los pegajosos tentáculos que anidaban su inexistente mano izquierda.

-. Nuestros infecciosos hermanos han comenzado la infestación en Sovven-. Centenares de susurros enfermizos, proveniente de una masa esférica fétida y deforme, llena de caras desfiguradas y cientos de ojos dorados que, extrañamente, expresan una naturaleza amigable que, usando sus amorfas y desproporcionadas extremidades humanoides, se acerca lentamente a su jefa-. Los rastros de resistencia ya han sido convertidos y ya son parte de nuestra familia. En las próximas horas nuestra legión conquistara por completo el resto del planeta ama Yersinia…-.  Sentencia al momento que lenguas azuladas comienzan a catar el pus negro que salen de sus propios ojos-. Sin embargo, nuestros sensores han detectado un masivo movimiento de biomasa enemiga, entre ellos, la escoria de Tzeentch y los especímenes del Imperio-. Una carcajada maniaca, seguida de convulsiones bruscas y horrendas acompañan las anteriores palabras de la horrenda criaturas-. ¡Excelente! -. los ojos de Yersinia brillan de alegría al mismo tiempo que sus tentáculos comienzan a acariciar a un pequeño Nurglete que pasaba por ahí-.  Tenemos nuevos candidatos para probar los regalos de nuestro benevolente padre-. Los ojos de la putrefacta mujer brillan aún más para posteriormente parase de golpe y mirar hacia el horizonte, en especial a Sovven-. Envía a toda la Guardia y prepara los transportes, yo los comandare personalmente en el frente mi querido niño-. Ordena a la vez que una larga y puntiaguda lengua verde nace de su desgarrada boca para lamer y acariciar a la asquerosidad viviente que le había reportado la información, un acción de cariño que era normal en aquella partida de guerra. Después de aquello, un marine de la plaga aparece en escena para informar a su ama que todo estaba preparado para comenzar la segunda fase de la invasión…

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09/08/2018, 04:18
Urian Dan Materz

Órbita baja de  Savrap, Puente de mando de la Fortaleza Monasterio Móvil “Él Vigilante”

Silencio, era lo que recorría el puente de mando de Él Vigilante. Una de las tres Barcaza de Batalla que no solo era la Nave Insignia del Capítulo y la Flota, sino también la Fortaleza Monasterio provisional de estos Astartes.

—Hermano Roynerr, Señor de la Flota... ¿Informe de situación?— Pregunto el Señor del Capitulo Urian Dan Materz, con una mirada pensativa sobre el pequeño planeta. No podía ver más que blancas y espesas nubes sobre Savrap, con algún que otro destello provocado por pequeños relámpagos que provocaban pequeños puntos parpadeantes en la distancia.

—Oh hermano mío, los exploradores de la decima compañía han recorrido el planeta entero, y una pequeña parte de Sovven.  En cuanto al sistema, enemigos del Emperador lo inundan completamente—. Respondió Roynerr con una voz tranquila pero envejecida —No será fácil recuperarlo. Pero como las palabras del santo Codex dicen “La guerra no es un pasatiempo…

—Es la razón de tu existencia, así que prepárate bien para ella"—. Continúo Urian junto a Roynerr —El Emperador nos ayudara… ¿A que nos enfrentamos exactamente Hermano?

—Herejes en Sovven y Junkata, Orkoides en Illias y Eldars en Unctious pero principalmente en Ishraq. Hay un regimiento del Astra Militarum en los bordes del sistema, en Alfrost para ser específicos.

Urian se llevo las manos a la espalda y camino por el puente. Su rostro se notaba totalmente serio, devolvió su mirada a Roynerr y finalmente agrego: —Es hora de establecernos, quiero a la decima movilizándose por el sistema completo con la efectividad  que lo está haciendo. Preparemos lo necesario para establecer nuestra fortaleza monasterio y defensas… No defraudemos el Emperador, devolvámosle la vida este Sistema.

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11/08/2018, 01:07
Skargrim Matanoblez

Nux tenía la garganta seca por la persecución, y el viento humedo le azotaba la frente conforme los vehiculos acrecentaban su velocidad. Sabía que su pandilla, los Sangradores, era una de temerarios. Pero esto era ridículo. Se habían metido con quienes no debían y ahora estaban dándole una vuelta a todo el planeta en una persecución que parecía no tener fin. Los motores rugían iracundos mientras que todos los demás se liaban a tiros. Apretó el volante con fuerza mientras que su compañero Graxx le disparaba a uno de sus perseguidores hasta que su coche voló por los aires. Un grito se escuchó en la lejanía, y ahí vieron que estaban completamente rodeados.

La banda de los Aullantes también estaba ahí y esperándoles, los Mataplagas también e incluso esos malditos carroñeros de los Huargos... ¡Y ya ellos estaban combatiendo entre ellos también! Vehículos chocaron entre sí y se convirtieron en chatarra en cuestión de segundos mientras que las balas salían disparadas en todas las direcciones posibles. Repentinamente algo chocó un costado de su vehículo lo que hizo que se volcara y Nux no pudo evitar soltar un poco de la comida de ese día. Se arrastró fuera y vio el cadáver de Graxx adornando el suelo, el pobre bastardo había sido asesinado por al menos una docena de disparos antes de que siquiera recibieran el choque. Pegó la espalda a la puerta invertida y cerró los ojos levantando la pistola, el sudor impregnaba su frente y los gritos a su alrededor le hacían saber que esto se había convertido en un "sálvese quien pueda". Si este iba a ser su último día, se aseguraría de llevarse a todo el mundo consigo...

...

Escuchó una detonación. Le quitó el seguro al arma.

...

Ahora una explosión seguida de un poderoso estruendo. Hizo una plegaria, pero no estaba seguro de a quien exactamente. ¿Qué estaba ocurriendo ahí fuera?

...

De repente, la tierra empezó a sacudirse en una horrible convulsión. Nux hizo todo lo posible para mantenerse de pie y observó a su alrededor, todo lo que se escuchaba se convirtió en un zumbido terrible, las nauseas volvieron a él y ya ni un solo disparo se escuchó. Solo las exclamaciones ahogadas de sus enemigos quienes miraban al cielo con horror. Nux deseaba no hacerlo, con todas sus fuerzas no quería hacerlo. Pero no pudo evitarlo. Cuando vio lo que se avecinaba desde la lejanía, su pistola cayó al suelo, pues de nada le serviría contra lo que venía.

Sus ojos no creían lo que veían no obstante. No se trataba de un asteroide, no conocía ninguno hecho de metal. De remaches de metal, superpuestos uno sobre el otro. Aunque se hallaba tan lejos la magnificencia de aquel navío era tal que podía detallar a leguas que se trataba de un gigantesco navío orko. Un horrible sonido grave inundó todo a su alrededor e iba acrecentándose a cada segundo que el colosal pecio espacial acortaba distancias con el suelo.

Una estela de fuego y chatarra descendía detrás de él como la cola de un cometa de muerte, y destellos rojos rodeaban a la enorme nave, siendo el resto de suicidas que conformaban la flota de los pieles verdes. El alma de Nux se le cayó a los pies mientras que el pánico empezaba a hacerse presente en el campo de batalla, los más enterados se dejaban caer en el suelo o cometían suicidio mientras que los que todavía tenían algo de esperanza preparaban sus vehículos para escapar, dejando así al pandillero rodeado solo por cadáveres y chatarra. Se acercó al capó de uno de los vehículos y se sentó sobre él, desde ahí podía ver como el gigantesco pecio terminaba su descenso hasta que tocó el suelo. El cual soltó un último lamento y una gran sacudida se llevó a cabo. La tierra al instante se resquebrajo, el agua se secó y las plantas se convirtieron en trizas. Un enorme desierto ardiente se produció tras la impresionante colisión de la nave espacial orka. Arrasó con todo lo que se hallaba a muchos cientos de millas de el sitio de impacto, Nux sabía que el planeta estaba condenado, había perdido de vista el pecio pero sabía que solo era cuestión de tiempo para que su muerte también le alcanzase, sabía que si uno solo de esos bastardos pieles verdes sobrevivía el planeta sería suyo.

Cerró los ojos, dándose también por vencido. Cada centímetro de su cuerpo temblaba y empezó a llorar. No había forma de deshacerse de los orkos. Ellos ya habían ganado apenas llegar.

Ellos querían el sistema para sus únicos desquiciados fines, y eventualmente lo iban a conseguir.

Traerían guerra y solo guerra a todo planeta en el que cayesen.

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15/08/2018, 02:42
Skargrim Matanoblez

Durante los escaneos de la fortaleza monasterio en los dominios de los Marines Espaciales, una transmisión perdida llegó desde el planeta Illias y el mensaje recibido por los astartes fue más que curioso; preocupante.

—¿Ezta zeguro de lo ke va a hacer, jefe? —preguntó un orko con la voz tan rasposa que podría confundirse con el pedernal y la roca

...

Un grupo de estruendos se escucharon por todas partes, y una detonación en la distancia, el sonido del martillear y de máquinas operando a toda potencia estaba siempre presente durante la conversación.

Repentinamente, la voz o bien el grito de otro orkoide de mucho mayor rango se escuchó a lo largo del lugar en el que se encontrarían.

¡Dame ezo! ¡Muy bien, chikoz, es hora de enseñarle a loz kanijoz kien es el jefe akí! ¡Kuando los mekánikoz hayan terminao' noz pondremoz en marcha al "planeta maloliente" y le enzeñaremoz a ezoz chikos del kaos lo ke es una buena pelea! ¡Luego de ezo, zeguiremos con el gran plan ke ideé!

La voz de un orco entre una muchedumbre de gritos se apareció:

¡¿Ke plan, jefe?!

El silencio se hizo presente durante varios segundos, y el sonido de un tremendo golpe se escuchó, junto con el de unos cuantos huesos rompiéndose.

¡¿Puez que más va a zer ke llenar ezte maldito ziztema de dakka y kadáverez?! ¡Skargrim le enzeñará a todoz loz kanijoz ke nadie puede meterze con él! ¡Empezaremoz con los chikoz del kaos y luego iremoz a por todas konta todoz loz demás! ¡Zangre y fuego! ¡WAAAAAAAAAAAAAAAAGH!

Tras esto, solo se podían escuchar gritos de júbilo y el sonido creciente de las máquinas y los martilleos en los alrededores, hasta que finalmente la transmisión se corta de improvisto. Quizás porque algún eufórico pielverde decidió moler la antena de tranmiciones a golpes.

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16/08/2018, 01:17
Sanakht Uthizzar

Habíamos llegado sin hacer ruído.

Cuando la compañía de uno son principalmente Marines Rúbrica, uno termina por acostumbrarse al silencio. De hecho, termina por apreciarlo, porque comunicarse usando la voz resulta tedioso y da pie a equivocaciones. Hasta cierto punto, incluso antes de la Herejía, los Athanaeans y los Corvidae ya habíamos pensado así. Aquel entonces era una preferencia, ahora era una necesidad.

En cualquier caso, el desembarco había sido en Junkata. Pese a su tamaño, era quizá el planeta peor comúnicado del sector, con un solo espaciopuerto, pero tenía otro valor muy diferente: Sabía que en su día había sido un centro industrial de importancia... Y todavía lo era, aunque sus afiliaciones y metodos hubieran cambiado. En cualquier caso, para nosotros no era más que una representación de el fin justificando los medios. No era la industria lo que nos interesaba, ni la guerra a gran escala, pero se necesita la primera para la segunda, y en ocasiones se necesita la segunda para alcanzar según qué fuentes de conocimiento.

Aterrazamos en una explanada o, más bien, hicimos una explanada de nuestro lugar de aterrizaje. Y empezó la construcción.


(Tizca, Prospero, Pre-Herejía)

La diseñamos a la imagen de las grandes píramides-arcología de Tizca: Un único edificio enorme y dominante que se alzara sobre el resto. Pero no tardamos en darnos cuenta de nuestro error. Del estancamiento de nuestra obra. El progreso exigía cambio. Y la píramide se convirtió en un poliedro que desafiaba la imaginación coronado por una torre retorcida que bien podría haber recordado a aquella desde la que el Rey Carmesí maquinaba Sortiarius.

Y entonces nuestros ojos se dirigieron al resto del planeta, y después al resto del sistema, y nos preguntamos qué nos esperaba en el camino tejido por El Que Cambia Las Cosas.

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16/08/2018, 18:16
Lord General Arthos Kalevala

Cuartel de mando del Astra Militarum, Alfrost

Los servidores seguían tejiendo su retorcida procesión mientras seguían transmitiendo los datos recibidos por los astrópatas, las correrías por los pasillos del búnquer fortificado que había sido edificado en pocas horas para ser el centro de operaciones de las fuerzas al mando del Lord General Kalevala.

Encontramos oposición hereje en el subsuelo de Veth, nada que no pudiéramos manejar —informó el coronel Kincaid en una imagen holográfica, mando del 117 de Truskan —. Bolsas aisladas de cultos dementes. Han sido erradicados, el planeta está bajo control imperial.

¿Bajas? —preguntó Kalevala, ya las sabía, pero quería escucharlo de labios de Kincaid.

Dos mil hombres, la tercera y cuarta compañía del 117 recibieron la peor parte —informó con sobriedad. Kalevala era consciente del aprecio que el coronel tenía por sus hombres, pero también que como coronel sabía asumir esas pérdidas como inevitables en la guerra —. Seguimos funcionales.

Sin decir nada, volvió la mirada hacia el teniente coronel Angus Hulkko, mando de la 3a blindada de Truskan, la mirada del general bastó a Angus para saber que esperaba el informe.

Nuestros blindados han recorrido la mayor parte de Alfrost sin apenas oposición, las Fuerzas de Defensa Planetaria se mantuvieron leales al Imperio durante las Tormentas de Disformidad que aislaron el sub-sector —explicó satisfecho por los éxitos obtenidos por su regimiento —. Aunque hemos detectado presencia de algunos mutantes, el Officio Prefectus se encuentra cribando a los guardias imperiales para alistarlos a nuestros regimientos y sacerdotes del Ministorum están comprobando que no se infiltren traidores en las filas.

Con un asentimiento de aprobación, el Lord General volvió la mirada hacia la mesa de mando donde flotaba un mapa holográfico del sistema, acercó con un gesto de la mano el planeta Alfrost que aparecía iluminado en su práctica totalidad en verde.

Prosigan con la pacificación de Alfrost. Nuestra posición aun es frágil en el sistema —ordenó Kalevala mientras prendía comunicación con otra figura, la del comodoro Deacon Sapha —. Prepare la flota, comodoro. Las cosas se van a poner intensas en breve.

Con una sonrisa arrogante, el oficial de la Flota Imperial asintió. Conocía de sobras a Sapha, un tipo pendenciero y bravucón, orgulloso y leal. Pudo ser comerciante independiente por méritos, pero decidió seguir dirigiendo la Flota de Batalla Iridia de la que aseguraba que estaría perdida sin él. Muchas eran las campañas que habían compartido, esa iba a ser una más, la siguiente hasta la próxima.

Esperaba que lo dijera, lord general —fue la lacónica respuesta del comodoro, presto a movilizar la flota en órbita de los planetas que controlaba el Astra Militarum.

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21/08/2018, 18:48
Urian Dan Materz
Sólo para el director

Fortaleza Monasterio “Ojo del Vigilante”, Savrap.

 

Observando el panorama de las peligrosas y salvajes junglas de Savrap se encontraba Urian Dan Matterz pensativo por sus acciones y decisiones como Señor del Capitulo. Aunque ya establecidos en su fortaleza este no era el mejor momento para los Astartes. Luego de perder el contacto con las fuerzas expedicionarias que fueron enviadas a Sovven para examinar el terreno y la pérdida del único puesto ocupado por los Marines fuera del planeta los Marines se enfretaban una inminente guerra contra los enemigos del Emperador.

Había muchas cosas sobre las cuales pensar como  el inminente crecimiento del Waghhhh! Orko que se estaba formando y el avance de los herejes alrededor de todo el sistema, la movida de Urian fue el primer disparo, la gota que derramo el vaso iniciando el primer conflicto en todo el Subsistema Corvus y una cosa era segura: La Guardia de la Muerte no iba a detenerse hasta borrarlos de la faz de la existencia; Pero los Astartes no se rendirían hasta que el último de ellos pereciera
 

Horas más tarde…

Urian se encontraba rodeado por sus hermanos Astartes, los cuales planeaban su siguiente movida sobre sus enemigos. Con una holo pantalla mostrando el Subsistema.

Con la voz en alto y de manera seria Dan Matterz rascaba su mentón y planteo lo siguiente:

—Continuaremos nuestra Campaña en Sovven y nos expandiremos hacia Majoris, no podemos dejar que los Eldars se hagan con el control de este. En cuanto a nuestro plan principal es en Sovven, estancar a la Guardia de la Muerte. Sovven solo tiene dos espacio-puertos uno da hacia aquí Savrap y otro hacia Illias—. Menciono este mientras los señalaba en el holograma  —Si les negamos el paso no tendrás más opciones  que luchar contra nosotros o contra los Orkos…

—Hermanos hay un problema, la transmisión que se coló de los orkos que hace unos días solo implica una cosa: Se dirigen hacia Sovven—. Respondió uno de los Marines presentes.

—¿Asustado Ayion?— Agrego el señor  de la Flota Roynerr —Los Orkos jamás han presentado un gran problema.

—No, sin embargo no creo que nos convenga. No tenemos los recursos necesarios para pelear a los dos—. Respondió Ayion preocupado —Apenas y tenemos para mantener nuestra siguiente operación, lo mejor sería dejar que se maten entre ellos—. Recomendó con el seño fruncido.

Urian se acerco a este y le dio una palmada en la espalda y continúo  mientras caminaba junto a estos: —Equivocado estas; hermano. Nuestros exploradores en Sovven tuvieron lo que se llama mala suerte—. Acepto este con una mirada serena pintada en su rostro —Las condiciones del planeta no eran las mejores ni las adecuadas, sin embargo eso no nos sirve para justificar  nuestra fallida batalla. Las fuerzas de la Guardia de la Muerte estaban dispersas para cuando llegamos así se encargarían de cubrir mas el terreno pero así también serian mas débiles y ahí está su error. Al  atacarlos los Orkos podemos usar esa ventana, esa oportunidad para conquistar el espacio puerto que se nos arrebato hace unos días—. Urian trago saliva y  dio la espalda estos mientras observaba el panorama por uno de los inmensos ventanales de la fortaleza —Les negaremos el paso a Majoris y estarán estancados si los Orkos deciden atacar. Una vez así podremos avanzar sin problemas y tomar el control del planeta y asegurarnos de liberarlo no solo de los herejes si no de los Orkoides… El Capitán Zakarias  de la cuarta compañía dirigirá personalmente el contraataque en los próximos días. Sin embargo eso no quita nuestra preocupación sobre los recursos, sin embargo si conquistamos Sovven nadie podrá hacernos cara, y podremos usar su demacrado terreno para colocar nuestros Manofractums.

 

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21/08/2018, 19:26
Skargrim Matanoblez

El estallido de una avioneta que se estrellaba contra uno de los abandonados templos de la ciudad colmena de Karavvar sirvió como heraldo de que solo era cuestión de instantes antes de que el último asentamiento de humanos supervivientes en Illias cayera a manos de los orkos. Lo que en la disformidad podrían haberse considerado décadas de conflictos y anarquía había curtido a los habitantes del planeta y los había convertido en enemigos aguerridos, agresivos y los favoritos del Waaagh por el momento.

Skargrim no tardó en visualizar más allá durante sus incursiones al planeta en ruinas, sabía que más allá era donde se encontraban los verdaderos enemigos, las peleas de verdad. Hacerse con el control de Illias solo sería el primer empujón a una cruzada de masacres, fuego y pólvora. Por eso necesitaba aplastar la resistencia que quedaba en su nuevo hogar antes de seguir expandiéndose como zarzas sobre ese lado del sistema.

Un centenar de vehículos kustomizados destruían el suelo al pasar sobre él a toda velocidad, con docenas de orkos arrojando desafíos y disparos a todo lo que se cruzaba en su camino al último bastión enemigo en su planeta. Bebedores de gasolina la regurgitaban directo a los motores de las bestias mecanizadas que convertían el campo de batalla en un reguero de entrañas quemadas, chatarra y gritos.

Maquinas de asedio torturaban los ruinosos templos, las envejecidas murallas y las torres polvorientas sin freno alguno. Las bolas de fuego realizaban arcos en el aire antes de estallar en explosiones que incendiaban las calles, a las personas y a otros orkos. Avionetas y zapadores se estrellaban contra edificios y grupos de la resistencia humana haciéndolos volar en pedazos con su sacrificio.

Y como es de esperar, una marea verde de despiadados asesinos sedientos de matanza se abría camino por las calles, corredores y cualquier otro rincón de la ciudad, convirtiendo cada pequeño tramo en un descarnado y salvaje campo de batalla. Los humanos luchaban como un animal acorralado, con todas las fuerzas que les quedaba para defender un lugar condenado a ser destruido y pisoteado. Esto emocionaba más a los orkos, quienes luchaban con un frenético éxtasis al saber que era cuestión de tiempo para que el planeta estuviese bajo la gracia de Gorko y Morko.

Skargrim observaba en lo lejano, tan deseoso de participar en la masacre junto con el resto de sus seguidores, pero el espectáculo en si mismo era suficiente para él. Cada explosión le causaba un escalofrío y la visión de las murallas cediendo, las torres cayendo y los edificios derrumbándose le llenaban de una curiosa satisfacción que le provocó al kaudillo el júbilo suficiente como para no querer interferir en su obra de muerte. Y así duró el asedio, semanas tras semanas, y el saqueo más de lo mismo. Cuando el último esclavo fue capturado, el último rebelde masacrado, el último templo destruido y la última reliquia arrebatada la toma de Illias había llegado a su fin.

El cielo nocturno estaba saturado por una colosal nube de humo anaranjado, la infernal batalla había terminado de contaminar el planeta y solo quedaban los restos agonizantes de un mundo devastado por la guerra. Skargrim lo contemplaba con ambición behemente en su mirada. Si este planeta ya era suyo... ¿Qué le impedía hacerse con los demás?

La respuesta llegó tan rápida como la patada que recibió un molesto gretchin que le atosigaba en su ensimismamiento. El Waaagh no se detenía aquí.

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22/08/2018, 02:56
Yersinia Pestis

El sonido de las balas impactando en la carne putrefacta hace eco en la devastada y purulenta tierra, antiguos hermanos de guerra se baten hacia un suicidio masivo de complicidad caníbal que honra la violación perpetuada por la infecciosa traición.

La hueste desfigurada avanza sin miedo al dolor, sus poros, imbuidos en el más bello liquido compuesto por ácido láctico y pus, solo secretan una impulsividad enfermiza, una que solo evoca la necesidad demente de violar todo símbolo y seguidor del perro que se hace llamar el “Emperador de la humanidad”.

Las balas siguen impactando en el metal, los gritos de dolor y risas maníacas hacen parte de la hereje opera asesina que con placer los hijos de la plaga participan. Estos, carentes de todo dolor por la sublime bendición de su mórbido padre, avanzan sin demora hacia una muerte segura. Beben la sangre, invocando degeneradas y guturales gárgaras de placer, comen carne fresca mientras que las sierras del enemigo penetran lo más profundo de su putrefacto y mal oliente cuerpo. No hay demora, la masacre hay que disfrutarla. No hay retirada, la plaga hay que propagar. No hay piedad a los que aún siguen las cadenas de la mortalidad.

La piel es desgarrada a mordiscos, es su nueva armadura, un símbolo hacia al gran padre. Lentamente los perros caen por la fiebre, una antítesis de algo peor. Llagas sifilísticas emergen entre convulsiones para eyacular el más nauseabundo liquido verdoso oscuro que intensifica aún más la agonizante enfermedad hacia los perros del Emperador.

Los hijos de la plaga saben que su vida a terminado y saben que los superan en numero, pero ríen con un deleite masoquista ¿A su alrededor? Sus enemigos se retuercen de dolor y locura, la excreción diarreica ha germinado y madurado, devorando desde el más fino cabello hasta la última gota de su líquido cefalorraquídeo.  

El silencio es lo que adorna el más bello resplandor de cuerpos dispersados como si fueran la misma manga creación de un dios sadomasoquista, ambos bandos han sido eliminados, sin embargo, la enfermedad se perpetua aún más en la tierra, una génesis abortiva maravillosa de algo mucho mejor. Un espectáculo que estímulo a la comandante, que contemplaba desde lejos la batalla, a tal punto que sus tentáculos penetraron una y otra vez cada agujero de su cuerpo, invocando heces, sangre y liquido vaginal inficionado de hongos y necrosis que fue bebido por cada uno de sus subordinados que la acompañaban, una orgía de deleite coprofilico que honra a su gran padre Nurgle y a los caídos del día de hoy… la plaga avanza y nos se detiene… la plaga ha de consumir todo.

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01/09/2018, 03:25
Lord General Arthos Kalevala

Espaciopuerto de Alfrost

Corría entre los callejones en ruinas de lo que fuera una gran ciudad imperial, ahora inundada por el hielo eterno de Alfrost. Una mezcla de instinto y experiencia arrastró al desgraciado a sortear varias patrullas de la Guardia para seguir su avance, la ciudad era un hervidero de actividad tanto de tropas como de naves. Todo el planeta lo era, el material bélico movilizado por el Astra Militarum era ingente y desproporcionado, como todas sus empresas. Pero nada de aquello impresionaba al retorcido espía de la Fraternidad del Amanecer, tenía una misión que cumplir para sus amos, nada lo detendría para alcanzar su objetivo: enviar los datos y posiciones de todas las tropas imperiales a sus amos.

Una risa nerviosa, histérica, como si ya hubiera triunfado, manó de la garganta del cultista fantaseando por las recompensas que iba a recibir de sus señores. ¿Sería bendecido por el mismísimo Que Cambia Las Cosas? Con una sonrisa lobuna avanzó penoso entre los cascotes de un edificio derrumbado, cubierto por la cacofonía de una columna de tanques Leman Russ que avanzaba diligente por una calle cercana. No, no lo encontrarían, sería el más astuto de todos los agentes del Cambio y sería recompensado. Y esas aspiraciones parecía que iban a verse premiadas, el espía había alcanzado una zona despejada de presencia imperial.

Cerca de los ocho mil metros de altura justo encima de esa posición, a bordo del valquiria Tormenta Negra, la escuadra Garra del Militarum Tempestus del 101º Panteras Gamma, esperaba órdenes.

Objetivo localizado. Zona despejada. Escuadra Garra, procedan —la voz casi metálica del Tempestor Prime Alexandros brotó de los comunicadores —. Misión: Capturar al objetivo.

Apenas acababa de hablar, la luz de salto del Tormenta Negra cambió del rojo al verde. Con un movimiento mecánico, mil veces practicado, los cinco miembros de la escuadra Garra se pusieron en pie. La compuerta anterior de la aeronave se abrió dando paso al frío helado de Alfrost, momento en que el oficial tempestor de la unidad dio la orden de salto. Los cinco tempestus descendieron de oficio hacia la posición designada, ayudados por las pantallas de datos de sus cascos para no desviarse, protegidos de las temperaturas implacables que los golpeaban en el descenso.

En la superficie el cultista seguía avanzando ignorante de lo que venía del cielo, pero el instinto le alertaba, la falta de soldados le escamaba. Algo no iba bien, eso le hizo volverse más cauto, vigilante, mirando a todos los rincones para anticiparse a cualquier emboscada que los taimados guardias imperiales le hubieran preparado más adelante. Pero el cultista ignoraba que la emboscada venía del cielo.

Treinta segundos para contacto —anunció el tempestor por las comunicadores.

Continuará..

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02/09/2018, 19:10
Magos Explorator Galarr

Antiguas ruinas en el centro de Corvus Majoris

A pesar de que debían de actuar con extremo cuidado con aquella antigua reliquia, la premura los obligaba a dejar la paciencia para otro momento. Habían llegados indetectados al sistema, pero demasiado tarde. Otras fuerzas se les habían adelantado, aunque por suerte, ninguna de ellas sabía realmente los secretos que el Sub-Sector Corvus escondía. Para ellos solo exisitían aquellas interminables guerras que nunca llevaban a ningún lado, y aquello había permitido a la expedición del Magos Explorator Galarr adentrarse en el sistema, hasta el mismísimo centro de Corvus Majoris, donde los escritos hablaban que se encontraba un mecanismo perdido de la Era Oscura de la Tecnología: una potente baliza de teletransportación, muy superior a las que podían fabricarse hoy en día. Si conseguían desentrañar sus secretos, seguramente fueran capaces de reproducir sus efectos.

De modo que el Magos Galarr y su equipo trabajaban en silencio, pero deprisa, reactivando fuentes de alimentación y toqueteando sistemas que llevaban miles de años apagados, mientras los Skitarii vigilaban la zona y reforzaban las antiguas ruinas, solo por si acaso.

Entonces, sucedió algo. La instalación empezó a reactivarse por completo. Primero luces, luego chispas y finalmente auténticos relámpagos eléctricos empezaron a salir disparados del dispositivo, a medida que la Baliza Teleportarium y el complejo que la rodeaba volvían a la vida, después de una eternidad inertes.

Habían tocado lo que no debían, fruto de la prisa que les exigía su situación. Aquél pico de energía habría sido captado en todo el sistema. El Magos Explorator Galarr emitió un leve canto al aire, lo que en un humano no aumentado podría haberse traducido como un suspiro de resignación.

Notas de juego

La Baliza Teleportarium () es un artefacto arcanotecnológico que funciona como Ciudad Colmena, Manufactorum, Puesto Avanzado y Generador de Escudos, y además da 3 puntos de Dominio.

Está ocupada por una expedición del Adeptus Mechanicus que no atenderá a razones sobre el uso de la misma, y la defenderá contra todo aquél que intente tomarla.

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03/09/2018, 11:15
Qetsëg Veéses

El sonido y la calidad de imagen crepitaban. El mensaje, había sido enviado utililzando las viejas instalaciones que permanecían utilizables en el planeta:

- Saludos Mon-keighs - la imagen de un pálido Eldar se mostraba en la holopantalla - mi señora, la dama Veéses, les da la bienvenida al sistema. Lamentablemente, mi señora se encuentra muy ocupada para realizar las presentaciones personalmente, la fiesta está muy concurrida:

Los pielesverdes son unos desagradables invitados, y es bien sabido que los demonios no son bienvenidos en ningún lugar.

Quizás, y en beneficio de todos, sería recomendable un respeto mutuo mientras se despacha a los asistentes indeseados.-  El aeldari, hizo una fluida reverencia y con una amplia sonrisa, terminó - Propicios días. 

 

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03/09/2018, 22:20
Lord General Arthos Kalevala

La irrupción del holograma xeno en las comunicaciones imperiales generó una mueca de profundo desagrado por parte de Kalevala, dado que el aeldari no dio pié a ninguna respuesta, no se molestó en rebajarse a conversar con aquella criatura depravada. No era ninguna sorpresa que para los imperiales tratar con xeno fuera un trámite que oscilaba entre las amenazas y las treguas temporales por un mal mayor, pero en el diccionario de Kalevala se habían añadido muchos más términos y flexibilidades que le habían permitido vencer en campos tan complejos con el que era ahora el Sub-Sector Corvis.

¿Enviamos respuesta, señora? —preguntó el asistente del Lord General, este lo miró con severidad sin disimular la mueca de repugnancia que se había alojado desde el mismo momento en que había recibido la comunicación.

No hará falta. Limitad las comunicaciones con los xenos al mínimo —ordenó el líder del Grupo de Batalla mientras se encaraba a una consola de mando holográfica que mostraba un mapa del sistema con las zonas de control de cada facción —. Sigan con el plan establecido.

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03/09/2018, 22:28
Lord General Arthos Kalevala

Espaciopuerto de Alfrost

El cultista siguió avanzando con cautela a través de las ruinas de la zona que rodeaba el espaciopuerto de Alfrost, apenas medio kilómetro para llegar al lugar acordado que le esperaba una vieja estación de comunicaciones para enviar los datos a sus amos. Los pensamientos triunfantes y sueños de poder habían quedado anulados por una calma tensa, era cuestión de tiempo que aquella cautela se viera correspondida desde el cielo a manos de la escuadra Garra del Ordo Tempestus.

Eran cinco, su caída libre desde ocho mil metros cesó apenas a cien del suelo que activaron los paracaídas gravíticos que detuvo con brusquedad inicial el descenso y luego los posó en completo silencio. El tempestor al mando de la escuadra ordenó un acercamiento silencioso para sorprender a su objetivo, no tuvieron que esmerarse mucho gracias al coro general de gritos, disparos y maquinaria en movimiento que aun llegaba a esa abandonada parcela de la ciudad. Para cuando el cultista fue consciente de la trampa, los cinco vástagos lo rodearon apuntándolo con sus rifles láser sobrecargados y de fusión.

Manos en alto, escoria herética —ordenó el tempestor con una voz inhumana, filtrada por su casco —. Alto en nombre del Divino Emperador.

El espía gruñó frustrado viéndose rodeado, pero no sintió temor por saberse atrapado, sino por haber fracasado a sus amos cayendo en una emboscada tan patética. Pero llegado a este punto, sabía lo que debía hacer.

Ningún hombre puede detener al Tejedor del Destino, patéticos mortales. Todo esto forma parte del Gran Plan.. sí.. —siseó sin levantar las manos, desafiante a la orden de los tempestus que no bajaban por un segundo sus armas, prestos a reaccionar —. ¡Y los fieles serán recompensados!

Todo sucedió en apenas unos segundos, el cultista llevó mano a su pistola láser dispuesto a volarse la cabeza, pero aquella acción ya había sido contemplada por los disciplinados vástagos. Uno de ellos descargó un disparo de su láser sobrecargado de inmediato, el cultista no pudo tan siquiera alzar su pistola, el rayo concentrado de energía supercaliente le desintegró el antebrazo dejando caer mano y pistola al suelo mientras el cultista convulsionaba por el dolor. Entonces dos vástagos se acercaron sin dejar de apuntar al objetivo para prenderlo. No había peligro de morir por hemorragia, el propio láser había cauterizado la herida.

Coged a este gusano —ordenó el tempestor mientras se dirigía a su operador de radio —. Que nos manden el Taurox, da nuestra posición.

Pero antes de que el operador mandara la orden, el cultista que convulsionaba empezó a forcejear con los dos vástagos que lo habían apresado. Su boca desencajada por el dolor empezó a esbozar una risa histérica, maligna, y una voz profunda que venía de la más demencial pesadilla brotó por ella.

¡Necios! ¡Necios! ¡Nada detiene el Cambio! —de repente el sectario de Tzeentch reaccionó con una velocidad sobrehumana, de su brazo amputado surgió un trío de tentáculos dentados que atravesaron el abdomen de uno de sus captores —. ¡NADA!

Con el vástago empalado que gritaba de dolor, el sectario mutante giró sobre si mismo para golpear al compañero de este para lanzarlos contra un montón de cascotes a diez metros de distancia. El resto de la escuadra Garra reaccionó enseguida, años de condicionamiento mental les habían preparado para enfrentarse al horror con la frialdad de una máquina, lo mejor que podía dar la humanidad sin las mejoras Astartes.

Autorizado Protocolo de eliminación —fue la gélida orden del tempestor consciente de que la captura del espía ya no era una opción, los tempestus actuaron en consecuencia y empezaron a acribillar al mutante. Este se lanzó en carga contra el tempestor que activó su espada sierra para recibirlo, a medida que pasan los segundos más protuberancias abominables brotaban del cuerpo del cultista que rugía en una demente cacofonía de agonía y furia.

La respuesta tempestus fue fulminante, los dos vástagos en pié dispararon sus armas contra el mutante, uno de ellos armado con un rifle de fusión que fue determinante para parar en seco al sectario. La ráfaga del arma atravesó su torso desintegrando la práctica totalidad de su caja torácica, pero como una pesadilla inacabable la obra de los Poderes Ruinosos seguía animando a su títere. La amenaza de que nuevos apéndices demoníacos surgieran de la masa de carne informe que ya era el espía de la Fraternidad del Amanecer provocó que el tempestor tomara rienda en el asunto, avanzó decidido y cercenó la cabeza del hereje con su espada sierra. La sangre y la bilis salpicaron la escena, pero el cultista dejó de moverse finalmente.

Objetivo eliminado —anunció el tempestor, se alejó del cuerpo mutado hacia sus hombres caídos. Uno de ellos muerto a todas luces, el segundo herido por el golpe, pero vivo. Un gruñido de frustración brotó de los labios del tempestor, la misión había sido un fracaso a ojos del oficial, volvió la mirada hacia su oficial de radio —. Que venga ese Taurox ya. Informa: Objetivo eliminado. No hubo opción de captura.

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06/09/2018, 23:30
Lord General Arthos Kalevala

Turno 6

Era una acción que no le gustó a la práctica totalidad del cuadro de mando del general Kalevala, pero con el permiso de la inquisidora Ekaterina Irem del Ordo Hereticus se realizó la transmisión. Sabiéndose en línea con los xeno, el Lord General esgrimió su mayor porte.

Xenos aeldari. Soy el Lord General Kalevala del Grupo de Batalla Tuonela del Imperium. Hemos recibido vuestro mensaje, y aunque no esconderé que nuestros caminos llevan a expulsaros de territorio imperial, concuerdo con nuestras metas para con los pieles verdes —respondió al anterior mensaje recibido por la bruja xeno, pero enseguida activó un panel holográfico.

Pero hay una amenaza mayor de la que debéis preocuparos. Los herejes de la Fraternidad del Amanecer se fortalecen en Junkatta y avanzan hacia Veth con todas sus fuerzas —un servidor se acercó para entregar un informe al general —. Aunque nuestras fuerzas se han retirado del espaciopuerto de Veth, hemos asestado un golpe muy duro al Caos. Sabemos que ahora mismo su espaciopuerto se encuentra desguarnecido y su cuartel de mando se encuentra cerca del mismo. Os enviaré las coordenadas de enclaves importantes de Junkatta, como muestra de colaboración —miró a uno de los servidores y asintió transmitiendo los datos telemétricos del planeta controlado por la Fraternidad del Amanecer.

No os equivoquéis, xenos. La Luz del Emperador os llegará también a vosotros. Pero concordamos que tenemos enemigos más acuciantes ahora mismo —respiró profundamente —. Cambio y corto.

Notas de juego

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06/09/2018, 23:42
Lord General Arthos Kalevala

Turno 6

La perspectiva de contactar con los Astartes de los Vigilantes del Abismo era algo que no agradaba en exceso al comodoro Deacon Sapha, que estaba al mando de la Flota Imperial del Sub-Sector, pero las órdenes del Lord General eran claras. Pronto abrió una comunicación con los enlaces del Capítulo de Marines, Kalevala se cuadró, de acuerdo con el respeto que merecieran los ángeles de la muerte del Emperador.

Marines de los Vigilantes del Abismo. Soy el Lord General Kalevala, del Grupo de Batalla Tuonela, os saludó cordialmente como guerreros del Imperium —habló firme, pero respetuoso —. Nos encontramos rechazando un ataque herético en Veth, les estamos haciendo pagar caro su avance.

Un silencio breve, el general miró hacia un servidor que se acercó a entregarle un informe.

Con el permiso de la inquisidora Ekaterina Irem del Ordo Hereticus, he transmitido coordenadas de posición clave en Junkatta a los xenos aeldari del sistema —explicó sin titubear, anteponiendo la mentalidad militar a cualquier otra —. Aunque sabemos que ahora mismo su principal problema con los orkos, puede ser que desvíen esfuerzos para acosar a los heréticos de la Fraternidad del Amanecer en Junkatta, por lo que es posible que desvíen esfuerzos hacia ese planeta aliviando presión en vuestro flanco.

Respiró profundamente, miró fijamente al panel que tenía delante.

No es un secreto. El Martillo del Emperador va a golpear fuerte al Caos en Veth. Que el Emperador nos proteja en esta Cruzada. Lord General Kalevala, cambio y corto.

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07/09/2018, 18:29
Urian Dan Materz

Habían pasado varios días desde la última transmisión recibida por los Vigilantes del Abismo la cual ni se molestaron en responder. Para su sorpresa después de un largo tiempo estando en el sistema recibieron una transmisión de los únicos que podían considerar como “Aliados” en todo el sistema: El Astra Militarum.

Luego de ser avisado por sus hermanos el Señor del Capitulo Urian Dan Materz decidió responder personalmente a esta. Firme observo al Lord General Kalevala luego de que este apareciera en la pantalla holográfica y escucho lo que tuvo que decir y luego se presento:

—Aquí el Señor del Capitulo Urian Dan Materz, es un gusto estar en contacto con usted Lord General Kalevala. Aprecio su observación; Sin embargo le recomiendo personalmente que minimice su comunicación con los Eldars—. Recomendó —Sabemos muy bien de lo que son capaces estas manipuladoras criaturas, sobre todo los del tipo de la Cabala. En cuanto a nuestros movimientos y preocupaciones al igual que ustedes nuestro principal enemigo por ahora son los herejes, los Orkos nos servirán como una herramienta en nuestra  inva…

Antes de poder terminar de hablar con el Lord General Urian se quedo callado y en la distancia la voz de otro Astartes se escucho —Hermanos, la Guardia de la Muerte ha invadido el planeta. ¡Debemos actuar pero ya!

Urian suspiro y se dirigió por última vez  a Kalevala: —Discúlpeme Lord General, que el Emperador este con vosotros en su campaña, tenemos cosas que arreglar de este lado del sistema… Vigilantes del Abismo fuera—.  El Marine dio la espalda a la transmisión mostrando cómo se reunía con un pequeño grupo de Astartes armados y luego la imagen se corto de manera casi inmediata.

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10/09/2018, 12:19
Qetsëg Veéses

Un mensaje con interferencias llegó en respuesta de la propuesta imperial. Las imágenes eran borrosas, pero el sonido llegaba relativamente claro. Ecos lejanos de dolor acompañaban las palabras del mensajero que ya anteriormente conocían  - Lord humano, los mandrágoras han hecho un trabajo admirable y gracias a ello, disponemos de... voluntariosos informantes. - Un grito gutural interrumpió al Drukhari - Actualmente esperamos un poderoso ataque orko y no estamos en disposición de desprendernos de tropas en un segundo frente. Cuando los pielesverdes hayan sido errádicados, dispensaremos nuestras atenciones a la escoria de la disformidad.-

Notas de juego