Partida Rol por web

Tras dar tu contraseña, el cuadro de tu casa te daba el paso con una sentida sonrisa, siendo libre de entrar en un lugar que ya conocías bien.

Los sofas de cuero negro solo eran eclipsados por todos los muebles de calidad excepcional que Snape os tenía en el lugar, algo oscuro y sombrío, pero iluminado por algunas lámparas de fuego verde y una gran chimenea que estaba todo el día encendida mediante magia. No había mucha gente en el lugar, solo un par de chicas cotillas que al verte te saludaron bastante felices. Tras dar unos pasos y ver en profundidad, veías a lo lejos a uno de los chicos mas famosos de la casa, Draco Malfoy, quien estaba siendo intentando cortejar por dos chicas en una esquina. Salvó unas cuantas presencias, algunas de las cuales fumaban y bebían vino de alce, el lugar estaba tranquilo y sereno...perfecto para un descansito.

Esther entro y saludo a las dos chicas muy contenta y muy amable, siempre era amable y buena chica de corazón con todos los de Sly, quizás pro que se entendía con ellos.

Lo primero que hizo al llegar fue mirar a los presentes, saludándoles uno a uno, ¿qué le habrá pasado? Siempre era de esas que saludan con una sonrisa radiante en los labios pero esa vez, tenía un aura distinta, como de logro, de haber superado algo imposible.

Cuando vio a Draco antes de subir a su habitación se le quedo mirando y alzo la mano levemente – Buenas Malfoy, tu siempre tan bien acompañado – le dijo antes de subir.

Una vez en la habitación guardo sus libros y sus cosas, para ir a su armario para ponerse unes braguitas blancas, no quería volver a pasar lo de hace un rato. En cuanto termino, agarro el paquete de tabaco pero pensó que sería buena idea dejarlo escondido y luego iría a por un cigarrillo, en su lugar agarro un poco de chocolate que tenía en su caja de chucherías y un libro de hechizos, con todo esto bajo abajo.

En cuanto llegó a la sala común sonrió a todos y se fue al sofá “uff un poco de paz... “ esta se sentó y se cruzó de piernas mientras reposaba el libro en el muslo. Esther miro el chocolate y le dio un muerdo, cuando noto el dulce sabor de este emitió un gemido de placer gustativo – humnnn riquísimo se nota que es de la mejor calidad y del mejor cacao – sonríe y luego abre el libro, empieza a ojearlo cuando se fija en Draco “la verdad es que es guapísimo, y tiene un aire tan…” se sonrojo y negó con la cabeza cuando se quedó mirando a las chicas que intentaban ligar con él.

“veamos si es un don… Snape”

Pensó con una sonrisa maliciosa “si logro ligarme a Malfoy… puede que las chicas de mi propia casa me odien… o quizás provoque que me respeten…”

Pensó mientras daba otro muerdo al chocolate sin dejar de mirar a las chicas y a Malfoy. Esther trago el chocolate y sonríe tentadora – Malfoy, tengo chocolate de primera calidad importado desde Ecuador… - dijo entre risitas con un tono normal para añadir - ¿te apetece algo dulce?  - con voz un poco timida al intentar lo que queria hacer. ¿qué pensarían de ella? Quizás que es una más que ha caído en la telaraña seductora de Draco al ser tan, tan popular. Se le acercaban tantas chicas que una mas no sería una diferencia. O quizás quiera convertirse en una chica más abierta y probar cosas nuevas. O quizás desde que perdió la virginidad solo busca chicos de estatus ya que ella en realidad está bien posicionada y tiene que mantenerse en ese escalón de la sociedad.

Draco: Malfoy te veía volver con una mas que complacida sonrisa.-¿Mas dulce que tu mi querida Esther?, lo dudo.-Apartaba sutilmente a las chicas para acercarse a ti. Esa acción provocó que tus compañeras se cruzaran de brazos mirando con mala cara. El chico le daba un bocado, mirándote con una expresión de "galán" mientras degustaba el cacao de aquel apetitoso dulce.-Delicioso...realmente es de buena calidad...espero que no lo hiciera un muggle...-Decía como una "broma hiriente" a los humanos no mágicos, aquella broma hizo que las chicas no pudieran evitar reír.-Justamente, antes estabamos hablando de ti, me extraño no verte durante el descanso...quería decirte que, a pesar de pedir perdón a esa sucia Gryffindor...algunos vimos que mostrabas talante y mucha mas clase que esa arpía...eres demasiado buena...pero tranquila, lo comprendemos, quizás solo debas aprender algunas cosas...-Te miraba con un gesto coqueto.-No te juntes con la gente adecuada...en eso puedo ayudarte.-Malfoy estiró su mano, para acariciarte la mejilla y los mechones de pelo que caían sobre tu oreja, provocando de nuevo las miradas de celos.

Esther se sonrojo sonriendo tontamente – tu sí que eres bueno Malfoy, siempre dispuesto a ayudar a los tuyos… con razón eres el más querido de Slytherin… - la pelirroja se fijó en las chicas y sonrió poniéndose en pie y se acero a ellas tomando a las dos chicas de la mano - < tranquilas, os voy a ayudar, confiad en mi >- les susurro para guiñarles, en realidad, odiaba esas miradas y sabia la de tiempo que llevaban esas dos chicas detrás del rubio. Así que con sus buenas intenciones acerco a las chicas a Draco y les indico que se sentasen cada una a un lado de él, estando Draco en el medio.

Esther mientras se centró frente de ellos en el suelo, pero de un poco de lado y sosteniendo el cuerpo hacia un lado con la mano – Malfoy, chicas, se me acaba de ocurrir un juego, lo vi jugar a mi hermano en casa con unas amigas en una de las fiestas que organiza cuando mis padres no están... yo ese día me quede y gracias eso vi como era ese juego. – menciono poniendo el cabello detrás de la oreja con la mano libre

El juego se llama, la memoria de los 4 sentidos… os explico cómo va y luego me decís que os parece... – ella se enderezo y levanto un dedo – primero de todo, la víctima, en nuestro caso será Malfoy, tiene que memorizar los 4 sentidos de las anfitrionas, estos son… - se señaló la nariz – el olfato, la victima tiene que olfatear el perfume de las anfitrionas y memorizar que perfume tiene cada una – después se señaló la mejilla – segundo sentido, el tacto, la víctima, tiene que memorizar el tacto de las manos de las anfitrionas, ¿Cómo? Con una caricia en la mejilla o en el cuello, todo es negociable pero, todas tenemos que acariciar en el mismo lugar – luego de eso se acarició el oído – luego viene el sentido del oído, todas tienen que susurrar un sonidito con la boca al oído de la víctima, tiene que ser suave y un sonido, ya que una palabra es más sencillo de adivinar, pero, como en el tacto todas el mismo hee – rio y por ultimo señalo los labios – el ultimo es el sentido del gusto, la víctima, tiene que memorizar el sabor de las anfitrionas… - ella se sonrojo y rio un poco nerviosa- en este apartado, mi hermano beso a las anfitrionas, pero nosotros podemos cambiar eso por otra cosa.. Si queréis claro…

Menciono explicando como mejor pudo para que sea más claro

Luego de eso, de memorizar todo eso una por una, se le venda los ojos a la víctima, y empieza el examen, primero, una por una, ira por ejemplo, dando a oler el perfume, y entre todas tienes que adivinar quién es quien por eso, luego viene la siguiente ronda que puede ser las caricias y lo mismo adivinar y luego así con los sentidos que queda…

Añadió cuando rio un poco mirando a los tres

¿Qué os parece? ¿Jugamos?

La idea había tomado por sorpresa a los presentes, haciendo que estos se miraran entre ellos algo confusos. Pero, sin embargo, Draco había sonreído de manera sombría desde el principio, la sola idea de poner en práctica este juego parecía haberle vuelto simplemente loco de emoción.

Draco: Me parece...muy...muy genial idea, mi querida compañera Esther...-Decía complacido, colocando sus manos en las cinturas de las chicas.-¿Queréis jugar?...

Sofía: Si...queremos jugar...-Una de las chicas hablaba con las mejillas algo ruborizadas.-pero...primero...queremos saber bien como hacerlo...¿nos puedes mostrar tu como hacerlo?...serías nuestra profesora particular...Esther...-Eta vez su sonrisa era sincera, y su mirada mostraba agradecimiento, mas veías perfectamente que ella no era tan experta como tu.

La otra chica se mantenía callada de momento, roja como un tomate, y también queriendo aceptar el juego, pero a la vez verte hacer un ejemplo para jugar de manera conveniente.

Draco: El chico dejaba escapar una pequeña carcajada.-Bueno, Esther...¿les enseñamos como hacerlo?...-Te tendía la mano todavía sentado en el sofa, mientras que con la otra mano comenzaba a aflojarse la corbata, y quitarse algunos botones de la camisa...para estar sin duda mas cómodo y provocador.

Esther sonrió a las chicas y tomo la mano del joven mago con delicadeza, con la otra mano se ayudó a ponerse en pie lentamente, una vez en pie se soltó y puso las manos en las rodillas del chico para juntar las piernas – con permiso… - menciono susurrando. Fue entonces que con lentitud puso una rodilla a cada lado del chico apoyadas en el sofá – espero no pesar demasiado... – continuado diciendo mientras empezaba a sentarse en las piernas del rubio.

La pelirroja no dudo en acomodarse juntándose más al joven mago – veamos qué tan buena memoria tienes Malfoy… - sonrió de manera divertida mientras miraba al chico a los ojos, en su mirada se podía reflejar algo distinto a lo que la gente estaba acostumbrada, era picardía, juego, una pizca de maldad, no era la mirada común de dulce, inocente y tierna.

Esther alzo la mano izquierda para llevarla a la nuca y desde atrás apartarse el cabello de la parte derecha tirándolo hacia atrás, ahora se le veía la oreja, el cuello y el hombro – creo que estaremos todas de acuerdo en que el sentido del gusto sea con un beso y el sentido del oído con un pequeño sonidito de placer... – sonrió de manera sombría.

La chica llevo su mano derecha a la mejilla de Draco, se la acaricio muy suavemente, con algo de ternura, pero, lentamente llevo sus dedos al cuello acariciando todo el recorrido – chicas hay que ser tierna pero seguras de nosotras mismas… a los chicos no les gusta las chicas inseguras, una mujer de verdad tiene que tener claro lo que quiere – menciono dando una pequeña clase de comportamiento a las chicas.

Lentamente Esther llevo sus labios al cuello del chico y se lo beso lentamente mientras con la otra mano recorría desde el cuello hasta el tórax acariciando donde ella podía pro las limitaciones de la camisa – dejad que el chico os sienta completamente… vuestro calor, vuestra suavidad, vuestro olor – en aquella pose Draco podía acceder fácilmente al cuello de la chica para olerlo o besarlo, realmente lo que él quisiese.

La anfitriona sonrió y emitió una suave risita al oído de Draco, era una muy juguetona – ahahh...- emitió un suave jadeo disfrazado de gemido, una perfecta unificación de sonido en su oído, susurrante, tentador… Antes de separarse ella dio una suave mordida al lóbulo de la oreja – ahora viene el postre… un buen beso… tiene que ser decidió, suave y muy relajado… - menciono cuando entrecerró los ojos y se acercó lentamente, ambos rostros se estaban acercando sin vacilar, sin miedo.

Finalmente ambos labios se toparon, Esther le dio un beso suave, pero profundo, pero no contenta con eso antes de separarse le dio otro atrapando el labio inferior con los propios y estirar un poco, ese era juguetón y travieso. La pelirroja rio y se separó del aun estando sentada sobre el regazo del joven mago.

Ahora os toca a vosotras chicas...

Dijo divertida mientras le acariciaba el pecho bajando la mano hasta el estómago, pero se levantó justo en el momento en que la mano bajaba más dejándole con las ganas. Esther rio un poco y se sentó en el lugar de la que va ser la próxima anfitriona.

Draco se mostraba gratamente sorprendido...muy muy gratamente sorprendido...

Las chicas miraban con atención y casi admiración, sus mejillas se ruborizaban al tiempo que rozaban y apretaban sus piernas, dando claros indicios de que lo que estaban viendo parecía estar excitando sus jovenes corazones. El rubio se dejaba hacer, experimentaba con suaves tembleques de excitación tus estimulaciones, palpando lentamente con sus manos tu cabello, no pudiendo contenerse por mucho tiempo y teniendo que recorrer tu espalda, apretando esta y acariciando con suavidad y creciente fuerza cuando tus labios tocaros los suyos.

El rubiales emitía suaves gemidos y jadeos, quien diría que alguien tan galán pudiera verse así, le estabas extasiando, y el lo mostraba sin ningún tapujo. Mientras lo minutos pasaban, y tus dedicadas y calientes atenciones parecían afectar a la "Serpiente" de Draco, la cual estaba haciendo presión en tus bajos...como una sugerencia agripicante que el Slytherin te hacía.

 Draco: El joven se mostraba claramente bastante..."contento"...se quedaba jadeante cuando te quitaste encima, y sus manos que antes se aferraban a tus nalgas te buscaban en la penumbra que le proporcionaban sus ojos cerrados.-Eso ha sido...increíble...-Draco seguía con los ojos cerrados.-Yo...

 Sofia: Sin poder esperar mas, Sofia literalmente saltó encima de Draco, haciendo que ambos dieran un pequeño grito/gemido de placer/dolor, debido al miembro erecto de Malfoy el cual golpeó con fuerza por el salto.-Aaah...Draco...he deseado mucho...mucho que llegará este momento...-Reconocía mientras colocaba las manos de Draco en su nalgas, abriendo bien sus piernas para que los bajos de ambos rozarán, claramente excitada y muy ansiosa.

Parecía que tus lecciones habían infundido valor a las chicas, y bastante al parecer lujuria. La chica recorría el cuello de Draco a besos húmedos, lametones grandes dejando que este también pudiera besar el suyo. Comenzaba a contonearse de arriba a abajo, emitiendo gemidos y jadeos mientras comenzaba a quitarle la camisa a Draco, y besarle los pectorales. 

La situación comenzaba a cardearse, la otra chica se ponía la mano en el corazón, mientras que rozaba mas fuerte sus piernas.

Esther miro la escena y no pudo evitar reír suavemente de la diversión “esto se pone emocionante... “pensó cuando se percató de la otra chica “pobrecita, necesita un pequeño empujoncito...” pensó dibujándose una sonrisa muy picará y algo sombría.

La pelirroja se puso en pie y camino hasta la otra chica el cual se sentó a su lado – ¿qué ocurre? ¿No te lo pasas bien? – le pregunto cuando le agarro de la muñeca y la movió con mucha delicadeza a que se sentase semi mirando a la pareja, Esther la abrazo con una de sus manos por la cintura mientras con la otra apartaba el Cabello del cuello y del oído tirándolo hacia atrás. La chica era adorable y a ella le encantaba las mujeres así. La pelirroja acerco los labios al oído de la chica y le mordió la oreja suavemente – ¿no vas a unirte...? Creo que Malfoy podrá con las dos perfectamente... – menciono cuando llevo la mano lentamente a las piernas de la chica y empezó a acariciar por la parte de dentro de los muslos – eres preciosa, tienes muy buen cuerpo, eres una pura, tu puedes enamorar a cualquiera – le susurró al oído mientras la mano que le acariciaba iba subiendo colándose por debajo de la falda.

 Eres una encantadora – susurro cuando la chica puso notar como Esther le empezaba a acariciar la intimidad con las yemas de los dedos, recorriendo la hilera de sus labios por encima la ropa interior, con mucho mimo y suavidad

Vamos yo te guiaré... – Esther la empujo con su cuerpo y la guio hasta Draco. Ella desde atrás de la chica agarro del mentón a Draco e hizo que este mirase a la otra chica – Draco, nos esas malo... deja que la siguiente anfitriona también pruebe de ti... – menciono algo alto para que los tres los escuchase.

Esther llevo el dedo índice a acariciar los labios de rubio para que medio abriese los labios, en cuanto él lo hace, con la otra mano puesta en la nuca de la chica se la guía hasta la del Chico para que se besen.

La pelirroja al ver que su Trabajo ya está hecho se separó de la chica dejando que las dos disfruten del joven mago en un trio... se separó para ponerse en pie y agarrar el libro de hechizos, - pasadlo bien... – les dijo con un tono entre divertida y sensual mirándolos más que divertida la escena.

Esther les dedico una sonrisa sombría y picará agarrando el chocolate, “mi parte del trabajo ya está hecho... ahora os toca a vosotras mis queridas alumnas” pensó dirigiéndose a las escaleras y subió al cuarto de las chicas de su curso.

Esther al entrar rio un poco alucinando de lo que acaba de pasar, dejo sus libros en su cama y se miró las manos con una sonrisa oscura y una mirada de triunfo “ mi don, es increíble... no volveré a  llamarlo maldición nunca jamás” pensó mientras en su mente sonaba una risa algo tenebrosa, no era malvada pero, saber que puede influir tanto a la gente, le hacía quedar extasiada, so era un don que le diese poder mágico, ni habilidades increíbles, pero, se sentía muy poderosa, tanto que sintió por un momento que podría dominar a cualquiera que se lo proponga.

La chica aguantándose las ganes de reír se quitó la corbata, se  desabrocho unos botones de la camisa dejando un precioso escote, fue a buscar sus cigarrillos y sentada en la ventana, la abrió un poco para fumarse ese cigarrillo, el cigarrillo de la historia “Severus.. Querido mío, juntos, nos aremos dueños de todo... tú te encargaras de las chicas... yo de los chicos...  juntos dominaremos sus débiles mentes...” pensó mientras fumaba.

Al acabarse el cigarro fue a su cama y se tumbó de lado, dando la espalda a la puerta, en aquella pose se le podía ver perfectamente la silueta de su trasero bajo la falda, que al tumbarse se subió algo, solo le faltaba dos dedos para que se le viese la ropa interior.

Esther en esa pose, con la mano apoyando el rostro y el codo al colchón empezó a comer chocolate mientras empezaba a leer el libro de Hechizos tranquilamente.

Nerea: ¿Q-que?...yo...yo solo...aahh...-Tus estimulaciones comenzaban a hacer que la chica no detuviera mas su timidez. Era una chica orgullosa, se le veía, mas dejaba su orgullo aun lado para dejarte...dejarte hacerle cosas. Por su expresión, ella misma no comprendía el poder de seducción que eras capaz de conseguir, haciendo que en poco tiempo ella te abordará con un beso en los labios que no pudiste evitar. Notabas humedad y calidez en su feminidad.-Es...Esther...Aaah...-Se agarraba a tu pelo, tirando de este suavemente mientras seguías provocando su lujuria.

Se mostraba claramente excitada, y ansiosa cuando parecía que de repente te ibas a ir. Su mirada denotaba cierta pena por no poder seguir degustando esas cosas que le hacías que tanta calentura le brindaban, mas tus órdenes parecían música y deber para el oído de las chicas, y Draco de pronto se vio en vuelto en las caricias, besos, y sensaciones que ambas chicas le ofrecían...con una muy creciente pasión e intensidad tales que comenzaban casi a arrancarse la ropa los unos a los otros.

Absolutamente todos te miraron con lastima, querían que te quedaran, pero al decirles que ellos se siguieran no pudieron hacer mas que hacerlo, y disfrutar y dejarse llevar de los placeres de la carne.

 Draco: Te debo una...-Decía en el poco tiempo que le dieron las chicas de respiración entre los besos, antes de arrancar su ropa interior y dejando al aire un interesante y bastante apetecible miembro, el cual no duro apenas un segundo en el aire antes de ser consumido a la mitad por las bocas de las chicas.

Habías hecho algo grande, un trío se estaba llevando a cabo en la sala común, y ni siquiera tenían reparo en si alguien les veía...¿verdaderamente tenías un poder tan poderoso?...estaba claro que podías tener en tus manos a cualquier sexo...y junto a Snape, tal y como tus pensamientos te lo decían...dominaríais este colegio.

Estabas tranquilamente leyendo, hundida en la lectura y tus pensamientos, cuando de repente algo tocaba tu ventana, era un picoteo procedente de una lechuza mensajera la cual portaba un mensaje en su pico.

Querida Señorita Esther, solo quería expresar mis deseos de que esta noche llegue...tengo cosas interesantes que contarle sobre la poción que usted posee, y por supuesto...arreglar la cuenta pendiente que tenemos...

Esta lechuza nos comunicará en todo momento, esta entrenada para tener en buen cuidado la conversación entre dos únicas partes...así que, con cierto atrevimiento le voy a decir...

Esta noche voy hacerle ver la estrellas, y tranquila...que yo llevaré mi telescopio bien duro y grande preparado para la acción...acabará teniendo que pedir un descanso de la noche llena de "estrella fugaces" que le van a caer sobre la cara...y su bello y sensual cuerpo...

Su profesor, y compañero sexual, Severus Snape

Esther miro la lechuza y la dejo entrar, leyó detenidamente el contenido del mensaje a lo que sonrió de manera tontina como una adolescente delante el chico que le gusta, aunque en ese caso no era amor si no un filtreo que a muchas ya les gustaría vivirlo como lo está viviendo ella.

La chica acaricio la lechuza con un dedo entre la cabeza y el pico, fue entonces que agarro un papel de cartas y su pluma ya que había decidido contestarle. Tras eso metió la nota en un sobre, cuando, se la entregó a la lechuza para que la entregue.

Querido Snape.

Me alaga tener tan buen profesor que me ayude con mis deberes de astronomía...

Quiero decirle que no está equivocado, esta noche le contare mi gran secreto, por qué en un verano pase de recatada a lo que soy ahora…

Mi querido Severus, estoy tan deseosa de que llegue esta noche que tengo que aguantar las ganas de ir ahora mismo. Querido esta noche marcara un antes y un después para nosotros y para todo el colegio.

Completamente suya, Esther Von Aur.

Su letra era impecable, sin faltas, leíble y muy elegante.

Tras enviar la lechuza ella emocionada fue a su baúl y a su armario para empezar a escoger conjunto. Quizás una ropa interior blanca… no, no, mejor negra, queda más elegante.

También escogió entre sus vestidos uno elegante pero provocativo, pero, tras ver unos cuantos se quedó en la cama se piernas cruzadas mientras observaba su armario abierto – mejor voy en uniforme... me gusta el juego de amantes… pero, esta noche el ara de mí una mujer… entrare como alumna y saldré como una adulta… - menciono pensando en voz alta.

Tras eso agarro un uniforma nuevo, lo preparo y preparo también su conjunto de ropa interior mas provocativo, un sostén de encaje negro u unas braguitas de esas que se muestra un poco las nalgas, negras con encaje. También preparo unos calcetines estilo medias hasta las rodillas y un perfume muy dulce nada empalagoso con su toque agresivo nada fuerte.

Tras escoger la ropa, miro su bolso mochila y la agarro para sacar su libro especial de pociones “El va querer el libro, pero, tampoco quiero perder estas pociones…” pensó para si misma cuando frunció el ceño y asintió.

Fue entonces que Esther se dedicó toda la tarde en copiar las pociones e incluso las notas que el antiguo dueño puso en el libro a un cuaderno en blanco tipo diario. No sabía si estaba a tiempo de copiar todas las recetas, pero, empezó por las que ella seguro quería: Amor, pasión, amistad, odio y celos. Mientras tuviese esas las demás poco le importaría.

Empezó a calcular el tiempo, quería la copia pero también tiene que hacer vida social, cenar en el gran salón, ducharse prepararse e ir a la cita de estudios.

Había pasado ya toda la tarde sin darte cuenta, entre una cosa y otra...la hora había llegado. La Sala común se había quedado vacía, lo sabías, a estas horas todos estaban en el gran comedor disfrutando de la comida caliente, pero no tenías nada que envidiar...te iban e ibas a comer otras cosas...

Las estrellas ya se veían en el firmamento, podías como la luna llena iluminaba el lago alrededor del castillo, y las montañas adyacentes a este último citado. Las luces de fogatas comenzaban a llenar las murallas, las voces de los chicos se alejaban mas y mas, y veías desde la torre las luces del gran comedor, el cual a pesar de no ver nada por el techo podías ya ver lleno, los recuerdos de este lugar te bastaban para imaginarlo.

Mirabas el reloj, no sabías porque pero lo sentías, Snape estaba el camino. Era la oportunidad perfecta, nadie podría molestaros, y vuestra "relación" sería decidida hoy...¿como se comportaría el profesor de pociones mas sexy de toda la historia de esta escuela?...

Esther sonrió y fue a asearse antes de nada, una ducha rápida, después de lavarse, fue a su cuarto y se puso unes cremas en el cuerpo para que la piel sea más suave, las frotaba con mimo y suavidad empezando por los brazos, pasando luego por el cuerpo, pechos, espalda, muslos trasero y para pasar a las piernas.

Sonrió mirando desnuda por la ventana al ver ll gran salón iluminado, pero, no podía perder el tiempo, fue a la ropa que tenía preparada y la observo por última vez – perfecto... – menciono cuando se puso el sostén negro con sus braguitas a juego.

Con el uniforme, fue algo distinto a como se lo pone siempre, acorto la falda hasta ponérsela muy corta, tanto que el más mínimo movimiento podría verse la ropa interior, la camisa, estaba por fuera sin meterla por dentro de la falda y a diferencia de siempre, que se ata hasta los botones de arriba, esta dejo la mitad sin abrochar, quedándole un escote sugerente y apretado por sus grandes senos. Se miró al espejo y dio una vuelta para verse por todos lados – más que perfecto... – menciono mordiéndose un dedo mientras se miraba de espaldas su trasero.

Esther guardo el diario con las pociones en el cajón de su mesa de noche y el auténtico lo dejo encima de la mesa por ahora.

La pelirroja estaba tan impaciente que empezó a peinarse y a maquillarse levemente, un poco de colorete en las mejillas, un pintalabios que solo va brillo con un leve toque rosado y mascara de pestañas, quería estar presentable.

Esther se sentó en la cama y se puso las medias/calcetines hasta las rodillas para agarrar su perfume de siempre de la mesa de noche y ponerse un poco.

Habías aprovechado los que parecían los últimos minutos de preparación, ya que en pocos minutos alguien estaba llamando a la puerta, dando tres suaves pero firmes golpes con los nudillos de los dedos. Tras unos segundos después de la llamada, la puerta se abrio, viendo como tu querido profesor, Severus Snape, al fin había llegado.-¿Puedo pasar Señorita Esther?, tenía entendido que tenía dudas con la última lección de hoy...

Vestía su uniforme de siempre, pero notabas esta vez como la tela era algo mas oscura, parecía nada mas verla que la cálidad del tejido era superior. El profesor traía el pelo planchado, el olor de su perfume masculino llenaba el ambiente como una brisa sugerente de provocación. Snape no traía mas que lo puesto, su sonrisa llena de seducción y provocación, y una botella de vino de cálida, junto a dos copas de cristal relucientes.-He pensado que...quizás un poco de vino no vendría mal en una noche tan especial como esta...-Decía mirando atrás, comprobando por última vez que no había nadie mas, antes de pasar y cerrar la puerta con una pierna, para luego echar la llave con una clara sonrisa de perversión en su rostro.

-Esta usted...increíble...la forma que lleva la falda es claramente...tentadora...¿es que desea provocar a su profesor?...que chica mas mala...debere enseñarle modales...-Se acercaba a ti, a paso lento pero sinuoso, acompañado de esa sonrisa que delataban sus intenciones y sus deseos...los deseos carnales que sentía por ti. Llego hasta a ti, dando un profundo pero a la vez bastante lento y sentido beso en los labios, como si fuera el saludo de dos amantes. Tomaba las copas, llenando ambas del vino, y tendiendo la copa en tu mano.-Lo mejor...para lo mejor...un brindis por esta noche que nunca...nunca vamos a olvidar...

Esther recibió aquel beso con mucho gusto, se dejó llevar besándole de igual modo, lento pero profundo, un beso cómplice... La chica se puso en pie y tomo la copa mirándole de reojo con una sonrisa muy picara – ¿Acaso vos deseáis embriagar con alcohol a una jovencita?... que mal profesor... tendré que enseñarle modales a usted también ... – menciono con un tono claramente en juego llevando la copa a sus labios y tomar un poco, Esther no dejaba de mirar a Severus a los ojos mientras bebía, era una mirada profunda y muy muy tentadora.

Tras el primer trago Esther camino hacia su profesor y puso sus dedos en el tórax – la verdad... tengo un problema con cierta poción que aunque me encanta... se me ha ido de las manos... – menciono como avergonzada pero se notaba que estaba fingiéndolo.

Esther movió los dedos como si este caminase por su tórax subiendo hasta su barbilla lentamente – a últimos del año pasado por accidente tome una poción... esta al parecer no estaba bien fabricada... se me paso la mano con un ingrediente y ahora... – menciono mirándole a los ojos y acaricia los labios de Severus con el dedo índice – necesito de una buena dosis de amor para saciar los efectos... – susurro acercando los labios a los del profesor, amenazando con darle un beso, pero, justo cuando apenas estaban por tocarse sonrió traviesa y se separó a la vez que se giraba, movió sus caderas de forma que estas se rozando con el bulto del hombre con mucho mimo.

Severus Snape... creo que usted ya sabe de cual poción me refiero... pero... se la mostrare para que este seguro de lo que he tomado... – menciono acercándose a la mesa, con cada paso la falda se movía un poco y pero, también era porque ella movía las caderas contoneándolas levemente – no sea tímido, no muerdo... acérquese a mi... – menciono dejando la copa a un lado y tomando el libro en sus manos para abrirlo en la página que pone la poción de la lujuria o poción de pasión, como desees llamarla.

Se trata de esta... – menciono para mostrar levemente el libro solo girando el rostro manteniendo la vista a su espalda y su trasero. Esther se le quedo mirando ya con pasión en sus ojos, era una ardiente pero no intensa, era más bien... sumisa. A su vez sonreía de manera muy divertida.

-Mi querida alumna...quedan muchas lecciones que darle...usted también podra enseñarme cosas a mi...ya sabe lo que dicen...el alumno acaba superando al maestro...-Snape escuchaba tus palabras con una sonrisa provocativa que ya parecía haberse fijado para un buen rato en su rostro. Su mirada mostraba aprobación por el contoneo seductor de tus caderas, y como parecías estar jugando al juego de seducción que él mismo te enseño, haciendo ese amago de beso tan provocador y ansioso que hizo que el profesor tuviera que dar un gran trago de vino.-Me gusta la forma en la que hablas...pero me temo que no podremos evitar que nuestra forma de hablar cambie a una mas..."caliente"....dentro de un rato...-Clamaba con sumo gusto.

El profesor te seguía, tomando por el camino el vino que tan rico estaba y degustaba, mirando tu culo durante el viaje. Al llegar a la mesa, y presentarle el libro, Snape lo observo con suma atención...sus ojos decían que lo conocía bien.-Así que era eso...lo suponía...- Snape se abrazo a ti por detrás, haciendo que su miembro rozara con tus nalgas de forma provocativa.-Este libro es muy antiguo señorita Esther...y resulta que lo conozco bien...conocía a alguien que...bueno...solía usarlo para beneficiarse de sus...efectos positivos...-Dejaba la copa en la mesa, mientras una mano tenía el libro cerca de su cara para que pudiera leer, la otra estaba en tu tripa, apretando tu cuerpo contra él, haciendote notar como una sugerencia indecente que su miembro ya se estaba poniendo bastante fuerte...-Como le dije, y usted me ha confirmado...es "víctima" de esa poción...yo diría que es una maldición y un don a la vez...pero en su caso querida mia...es toda una virtud...

Dejaba el libro, y con sus dos manos, comenzaba a tocar tus pechos, tomandolos en las palmas y levantando y bajando su peso, como si estuviera estudiando su suavidad, su volumen, el control que podría tener sobre ellos.-Cualquier persona que pueda compartir con usted algo sexual...puede que se quede colgado...incluso a los mas "débiles"...solo con verla pueden querer...tomarla...en mi caso...yo ya la deseaba antes de que tuviera los efectos de la poción...se lo aseguro...-De repente, notabas como sus labios llegaban a tu cuello. Su lengua se movía como una serpiente en tu piel, apartando el pelo para poder degustarte y calentarte, al tiempo que sus manos comenzaban a quitar los botones, sacando poco a poco tus pechos al aire.-Creo que...esto que me dice que tiene es beneficioso para ambos...usted me tendrá para cumplir sus carencias...y yo a usted para cumplir mis necesidades...-Te daba un pequeño bocado en el cuello, para luego dejarte un apasionado y profundo chupeton.

Masajeaba tus pechos al aire, todavía con el sujetador puesto, apretando y comenzando a masajearlos con cada vez mas intensidad. Sus besos se dirigieron a la oreja, donde mordía tu lóbulo con sensualidad.-Quedese conmigo...y esta escuela será nuestra...-Notabas como su miembro chocaba violentamente contra tus nalgas.-Usted y yo...seremos los amos y señores de esta escuela...y el futuro de la casa Slytherin.-Esa voz...nunca había dejado de hablar con esa voz tan  seductora y profunda...que hacía que tus sentidos se llenasen de placer...-¿Sería tan amable de usar esas eróticas tetas que posee con mi pene?...lo desea con demasiada impaciencia...-Decía susurrando en tu oído.

Esther se sonrojaba más y más al sentir el cuerpo del hombre en el propio, se sentía más que bien aquella sensación, era deseo, era pasión, era admiración, era un cumulo de sentimientos que sentía por aquel hombre.

La pelirroja puso sus manos sobre la pesa apretando las yemas de los dedos con fuerza queriendo arañar la madera, su rostro se volvía mas sumiso, entrecerrando los ojos y medio abriendo los labios para emitir suaves jadeos, Esther le escuchaba atentamente, mirando hacia el frente y su única contestación era aquellos jadeos que sentía.

Esther apretó más su trasero al bulto del profesor, rozándolo levemente, sintiendo que en su intimidad un ardor empezaba a nacer, unos pálpitos que era el llamamiento al miembro que llevaba todo el día esperando y guardando las ganes de auto complacerse para desearlo aún más si cabe.

La chica no pudo aguantar más, llevo sus manos a la camisa y la apretó fuerte estirando mientras la abría, llegando a arrancar los botones, Esther, se quitó la camisa tirándola a un lado en el suelo mientras se giraba para estar frente a frente con Severus – Me quedare a tu lado siempre, solo me iré si me lo pides.. Cuando ya no te sirva para complacer tus necesidades… Cuando mi cuerpo ya no sea suficiente para ti… - menciono ya tuteándole, en ese momento ya poco le importaba los modales – no puedo aguantar más... llevo todo día esperándote sin saciar mi sed y mis ganas … - dijo con un hilo de ansias mientras se arrodillaba ante Severus y llevaba sus manos al pantalón, le desabrocho la hebilla con claras ansias de obtener su miembro, le quito el botón del pantalón, y le bajo la cremallera mientras se relamía los labios como si un manjar estuviese a punto de degustar mientras no quitaba la vista deseosa a su bulto – es hora de cenar … -  menciono divertida bajándole los pantalones y después la ropa interior liberando el miembro.

Es más hermoso que la última vez… es tan apetecible… - menciono admirándole el miembro cuando sin dudarlo dos veces se lo llevo a la boca sin vacilar, la metió hasta lo más profundo sintiendo como llena toda su boca, Esther gemía ahogada del placer que le daba alimentarse de esa forma cerraba los ojos para recrear mejor el momento – ghhmmm … - de mientras. Esther llevo sus manos al cierre del sostén en su espalda y se lo desabrocho sacándose el miembro de la boca mientras le miraba a los ojos.

El miembro quedo embadurnado de saliva que conectaban con finas hileras a los labios de la chica – delicioso… - al ver que estaba lubricada con la saliva la pelirroja se agarró los pechos y puso el miembro entre ellos, emitió una risa un poco traviesa y comenzó a masturbarle con los senor, mientras sacaba la lengua para ir lamiéndole la punta cada vez que salía en cada embestida con los pechos sin dejar de mirarle muy profundamente al rostro, pero, sobre todo a los ojos.

Snape no pudo emitir un suave quejido de placer, al notar como tu deliciosa boca comenzaba a alimentarse de su miembro. Miraba durante un segundo el techo, sumido en los primeros estertores y esos "calambres" de gozo que se siente al inicio de la mamada, justo cuando el pene se llena de caliente saliva. Observo con atención como obedecías la ordén, y comenzabas a masturbar con tus pechos su gran miembro, lo que provoco que Snape sonriera de forma lujuriosa.-Así es...Aah...sigue así mi joven y cachonda estudiante...disfruta de la "poción" de tu profesor...-Decía refiriendose al líquido preseminal, siendo este solo un anticipo de lo que llegaría dentro de un rato...

El profesor tuvo el detalle de hacerte parar para ir a la cama, a la cual te llevo en brazos, brazos que para tu sorpresa notabas fuertes y grandes. Te tendía en la cama, con sumo cariño y firmeza, al tiempo que muerto de la pasión, se arrancaba como hiciste antes tu la ropa, dejando  ver las quitar su túnica a la fuerza su cuerpo desnudo, tan pálido pero al mismo tiempo fuerte y con una gran porte. No era un cachas de esos exagerados, pero tenía un cuerpo esbelto y marcados músculos, sobre todos en los brazos y pectorales, ¿como lo conseguía?, estaba claro que este hombre no iba a dejar de sorprenderte nunca...

Tras esos apenas segundos de quitarse la ropa, se acercaba a ti, dando grandes y apasionados besos en tus labios, que no eran mas que un simple interludio mientras se postraba sobre la cama, agarrando la base inicial de su pene con varios dedos, y acomodando su cabeza con la otra mano, mirándote con provocación y una sonrisa maliciosa.-Nunca me voy a cansar de ti...aunque el destino quisiera que nos acostemos con otros...tu siempre serás mi primera opción...que no te quepa duda...-Comenzaba a ladear su pene de manera lenta, de un lado a otro, como si fuera un baile en el cual te llamaba a seguir tu labor oral.-Nunca me cansaré de tu ardiente cuerpo y esa boquita...nunca mientras viva, señorita Esther...por favor...siga chupando la que es por supuesto su verga de uso y disfrute durante las 24 horas...-Cada vez su lenguaje era mas soez y pasional, debido a la excitación que sentía. Lo notabas, lo veías en sus ojos, en su sonrisa, en su pene que se mantenía grande y fuerte...de un lado a otro esperando ser de nuevo comido por tus labios y tus grandes pechos...

Esther se dejó llevar cuando vio que el profesor se acomodaba, la chica no pudo evitar sonreír saliendo de la cama y empezando a quitarse la falda dejándola caer por el peso de la gravedad al suelo quedando solo con las medias y las braguitas – Severus... te deseo tanto, y no es por la poción, desde hace mucho tiempo que me atraes... – la chica se puso a sus pies a cuatro patas, acariciándole el pectoral, con ambas manos, deslizando sus suaves manso por la piel del profesor yendo al miembro, el cual lo agarro con ambas manos masajeándolo lentamente.

Esta vez no voy a poder contenerme... – susurro cuando llevo la boca al miembro.

De una sola sentada metió todo lo que pudo y más dentro de su boca, tanto que se auto obligaba a llegar más allá del fondo, para sentirla bien profundamente. Esther cerró los ojos y comenzó a mover la cabeza intensamente, degustándole el miembro, catándolo como nunca, se podría decir empezando a devorárselo de buenas a primeras...

Esther, empujaba fuertemente el miembro hacia dentro solo para sacarla suavemente intercalando la velocidad y la intensidad, le gustaba jugar con eso. Cuando Severus se acostumbrada a eso, aumentaba la intensidad lamiendo y mamando de manera rápida, algo fuerte y con ansias, parecía querer grabar la forma dentro de ella, el sabor de su preseminal.

La pelirroja miro a los ojos de Severus muy juguetona mientras sacaba el miembro de la boca y comenzaba a lamerlo solo con la lengua, pasándola por el glande, haciendo circulitos lubricando la punta, pero ella no se iba a quedar ahí, empezó a reseguir su miembro, pasando la lengua de arriba a bajo, de la punta a la base, pero eso era solo una estrategia para calmarle, pues lo que veía a continuación era completamente distinto.

Sonrió de manera picara y relamió los labios viéndolo la punta cuando puso los labios sobre esta, cerró los ojos e introdujo de un solo golpe todo el miembro que podía, haciendo una garganta profunda, la dejo así un buen rato, apretando con pequeños toquecitos hacia abajo, como tentando la capacidad de la chica.

Esther, al ver que no aguantaba más la respiración el saco de golpe y Severus pudo ver como decenas de hileras de saliva embadurnaba el miembro y conectaban a toca la boca abierta y jadeante de la pelirroja.

La expresión y los gemidos de Snape hablaban por si solos...no necesitaba decirte nada, entendías que el placer que le estabas dando era único. La mano que antes usaba para contonear su miembro ahora estaba sobre tu cabeza, usando esta para ayudar y aumentar la intensidad y la fuerza de la mamada, la que parecía estar llevando al profesor a juzgar por su rostro a otra dimensión de placer.-Lo esta usted haciendo mejor que esta mañana...Aaah...¿como es posible?...simplemente me fascina señorita Esther...no me equívocaba con usted...su boca y su cuerpo simplemente no son de este mundo...-Clamaba mientras seguías experimentando, probando, extasiando aquel pene que no paraba de palpitar, y parecía hacerse incluso mas grande por momentos.

Snape se veía claramente sorprendido, y mas aún complacido cuando llego aquella garganta profunda, de la cual Severus salía con una respiración mayor, mas entrecortada. Su cuerpo parecía estar ardiendo, simplemente no podia contener la excitación y la lujuría que su cuerpo estaba experimentando. Lo de esta mañana había sido increíble...pero lo de ahora estaba siendo espectacular.-Solo maldigo nuestros destinos por no juntarnos antes...ojála las nuevas reglas hubieran llegado hace años...me hubiera hartado de darle placer cada día de mi vida...justo como pienso hacer ahora...-Decía en el descanso que tomabas para respirar, acariciando tu cabello con un gesto casi paternal, mientras te miraba lleno de provocación pero a la vez y sobre todo aceptación.-Ven aquí...trae ese delicioso jugo...quiero que nos corramos juntos...

Snape te hizo ponerte encima de manera invertida, todo un 69 de manual. La respiración de ambos era entre cortada, la excitación os hacía ser algo mas brusco y apasionados, cosa que a ninguno parecía desagradarle. Cumplías sus indicaciones con obediencia, y él parecía corresponderte, comenzando a hacer ese maravilloso sexo oral que se jactaba de poseer. Tres de sus dedos fueron introducidos en tu interior, haciendo que estos entraran y salieran de manera intensa, provocando que los fluidos salieran chapoteados y emanando una gran cantidad de ruido propia del fluido. No lo veías, pero lo sabías, mientras ibas a continuar tu labor el se chupetaba los dedos, y agarrando tus nalgas de manera poderosa, separando ambas de un lado a otra, comenzaba a hacerte las mismas técnicas de esta mañana, buscando tu placer y tu primer clímax.

Su lengua se movía rápida y letal, sus labios parecían besar a los tuyos, a tus labios vaginales quienes eran estimulados con una succión, como si fuera una almeja llena de increíble sabor. Pronto, y de manera algo maliciosa, mordió suavamente uno de tus labios exteriores, estirando este sin demasiada fuerza para no buscarte daños, pero hacerte sentir esas diferentes sensaciones de placer que otorgaba su lengua. Esta vez no tardo tanto como la anterior en meter su lengua hasta lo que mas podía, haciendo que esta se moviera como un huracan en tu interior, pero teniendo ahora la estimulación de tres de sus dedos que se arqueaban y buscaban los puntos claves de placer, cada dez de forma mas y mas intensa.-Esther...si sigue haciendo esa técnica tan maravillosa no voy a poder contenerme...-Su pene palpitaba con mucha fuerza, se hacía mas grande.-Voy a venirme...quiero acabar en su cara y en sus senos...Aaah...!Esther!...