Partida Rol por web

Hyde se perdió entre las habitaciones buscando algo útil para poder hurgar en el collar, con suerte alguno de los cajones de aquella extraña cocina tendrían algo de utilidad. Claor que la idea de morir envenenado estaba muy patente en su intento de quitarse el collar... pero lo primero era encontrar algo y luego decidir si arriesgarse o no.

Herith se acerca sigilosamente a la cocina y observa a uno de los demás "jugadores" revisar con ligero frenesí cada rincón en busca de algo.
"Si no se calma estará perdido" piensa, dando la vuelta para irse, pero antes de hacerlo reflexiona "Quizás le sea útil; y si no, lo será para mi". Antes de salir saca un objeto de su abrigo, dejándolo a la vista y saliendo antes de que note su presencia.

Dejo de rebuscar los cajones para mirar al tipo que entro y salio como si fuera un puto fantasma.

-¿Y este de que va?-Reparo en lo que el desconocido había dejado allí.

Entra en la cocina justo cuando el de la capucha salía. - Vaya, con este no me va a dar tiempo a socializar.- Compruebo que el chico de la camiseta colorida y el corte de cabello ochentero está por allí todavía y a él me dirijo.

- Perdona que me meta, pero no creo que sea buena idea intentar quitarse esta cosa. Lo ideal sería poder examinar el de otro compañero, porque eso elimina la dificultad de verlo en uno mismo, pero no creo que podamos confiar entre nosotros a ese nivel, así que mejor dejarlo quieto por ahora, el riesgo es muy alto y no creo que valga la pena.- Digo tratando de sonar convincente para evitar que el otro cometa una locura. - Además, supón que logras quitártelo, seguirías tan atrapado como el resto y no dudo que nuestros anfitriones tengan otros medios dispuestos para acabar con nosotros dado el caso.- Solo entonces reparo en lo que el tío estaba mirando. - ¿Y eso?- Pregunto con curiosidad.

Entro siguiendo a Vanessa

- Es más...- Continuo hablando mientras busco abro todos los cajones y el frigorífico buscando lo que necesito. Iba a hacer tortitas y nada me iba a impedir comer algo sólido hoy.-... Daniel, era el "psicópata" podía matar a todo aquel que estuviera fuera de su cuarto al llegar la noche. Sin embargo, aunque Robert ha despertado en su cama, cuando oscureció aún se encontraba aquí. Si no es uno de los asesinos, ¿Porqué dejarlo con vida, pudiendo eliminarlo?

No me gusta Robert. Ni un pelo. Pero no tengo nada sólido contra nadie.

Quiso hacer su aportación a las teorías de la mujer, pero no tenía nada más. Ella estaba tomando las riendas y en parte a él le gustaba.

Suspira.

Tú eres la experta en tramas. Así que tú sabrás mejor que yo. Además, pareces poseer mucha información más de la que yo he podido averiguar, que es nada. Sé que anoche nadie intentó entrar en mi cuarto, aunque no sea de mucha ayuda. Estoy seguro de que si alguien lo intenta me enteraré. Pero lo que más me sigue haciendo desconfiar no es lo que sé, sino lo que percibo. Y no me ha gustado el modo en que Robert participó en el chat. Tampoco me gusta que a Guy no se le vea el pelo, pero supongo que desviar los tiros hacia él sería lo más fácil. ¿Has podido hablar con Ian? Ese chico parece ser clave

- Hola Ms. Meyers, Mr. Dilliger. Estoy intentando disuadir a Mr. Hyde de intentar manipular su collar.- Digo al verlos entrar.

- Tenían ustedes razón, el chaval era un asesino y nada más y nada menos que uno serial. No lo hubiera adivinado en la vida. Eso me hace pensar que tal vez pueda fiarme de ustedes dos, pues de ser asesinos no habrían mandado a uno de los suyos a la palestra... ¿o sí?- Me quedo un segundo pensativo mirándolos y luego a Steven Hyde. Me dirijo hacia la puerta pero antes de salir me agacho para atarme los cordones.

- En una hora he invitado a Mr. Herith a mi habitación, si desean, pueden venir ustedes también.- Digo en un susurro a los recién llegados. - No tenéis razón alguna para confiar en mí, pero piensen que aunque fuera asesino, no los mataría en pleno día, además no irán solos, creo que es vital intercambiar información antes de la próxima votación y el maldito chat es demasiado público.- Me levanto y me dirijo hacia la puerta.

Tras enviar el mensaje de texto, comienzo a cocinar.

-Está claro que no hay que mentar al Diablo, sin embargo, ha tomado las mismas medidas de precaución que tú. ¿tal vez este equivocada respecto a él?

Creo que no te equivocas, pero quizás nos convenga averiguar qué se habla allí. ¿crees que deba sea nuestros oídos ahi dentro?

Steven estaba mirando la mesa y aquello que dejo Ian cuando mas peña entro en la cocina.

-¿Que tíos tiempo para comer? -Había obviado totalmente las palabras de Robert, después de todo había abandonado esa idea por otra, cuando Ian entro tiempo atrás en la estancia.

Ah, hola, ¿Steven?

Preguntó confirmando al chico

Sí. No nos podemos alimentar del aire... ni de Ginebra - Añadió levantando una botella que llevaba consigo.

¿Quieres un trago?

Estaba un poco incómodo con su presencia allí, pero se rehizo tan pronto como pudo.

-Estoy haciendo tortitas.- Comento mientras pongo la sarten al fuego y echo algo de mantequilla.- Has sobrevivido una noche sin quitarte el collar ¿Vas a seguir intentándolo?

A priori lo tomaba como inocente pero era uno de los sospechosos sobre los que no tenía ninguna información. 

-No es que quiera animarte a ello, y creo que morirías, pero si fuera posible siempre es una interesante baza a jugar.

Miro a la pareja y respondo a la mujer. -¿Tas de broma? Despues de ver que realmente funciona eso del veneno, prefiero tener una joya cutre pero estar vivo, que morir estúpidamente. -Hablaba apoyado en el fregadero. -Es una situación un tanto jodida, pero me sorprende lo tranquilos que parecéis todos. -Que no se hablara mucho entre perfectos desconocidos no le parecía tan raro.