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WoW: Los Peldaños del Destino

Braun Stormhammer

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16/05/2011, 12:58
Director

 

La noche acaba de caer sobre Ventormenta, la señorial capital de los humanos y motivo de orgullo para cualquier miembro de la Alianza que se precie. Desde tu pequeño pueblo has viajado abriéndote paso entre la gruesa nieve hasta llegar a la cercana Forjaz, ciudad de gnomos. No te gustan los gnomos, la verdad, te parecen unas criaturas chillonas y molestas; pero lo cierto es que su tren hasta Ventormenta es una maravilla tecnológica que merecía la pena ser usada. Así que ahí estás, recién salido de ese armatoste de metal que te ha conducido durante un par de días hasta tu destino: la capital.

Lo primero que has visto al salir de la pequeña estación son casas y comercios amontonados sin ton ni son, y multitud de talleres repletos de extrañas máquinas echando humo. Sabes por lo que te han contado que estás en el Distrito de los Enanos, donde se pueden encontrar a los mejores ingenieros y mineros de todo Azeroth. Las callejuelas son un hervidero de enanos y gnomos que parecen viajar con prisa de un lado a otro, mientras los guardias no dejan de patrullar. Ventormenta siempre está fuertemente vigilada, ya que la maldita Horda no deja de intentar asediarla. Como si pudieran entrar...

A tus espaldas se encuentra el imponente Castillo de Ventormenta, donde los grandes dirigentes y pensadores de la Alianza se reúnen día y noche. Mañana deberás visitarlo sin falta, puesto que ahí es donde reclutan a los guerreros para las filas. Frente a ti, tras las casas del Distrito, se alza la blanca cúpula de la Catedral. Nunca habías visto un edificio tan inmenso, y el estar iluminado por la luna le da un aura de misterio. Sin embargo, tu objetivo ahora es encontrar un sitio donde pasar la noche. Un cartel de madera indica que por la calle de la izquierda se va al Casco Antiguo, donde se encuentran las tiendas más antiguas de la ciudad y numerosas posadas, así que tomas ese camino. Todo está lleno de farolillos con velas que no dejan de arder gracias a la magia.

Tus pasos te llevan hasta un río de aguas tranquilas que es el que cruza Ventormenta, y tras sobrepasar el puente, te encuentras en la plaza de esa zona. En el centro hay un edificio de ladrillos blanquecinos y tejado rojo en el que un gran letrero pone "Posada El Cerdo Borracho". En las demás casas ves tiendas, pero están todas cerradas ya. Lo que más te llama la atención es el olor a cerveza y algo asado que flota en el ambiente...

 

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29/05/2011, 22:13
Braun Stormhammer

Mmm cerveza... Me pregunto si en esta ciudad de humanos tendran algo de Cebatruenos...

Con paso decidido, el enano entro en la posada llamada "El cerdo borracho".
Una vez dentro se sento en una de las mesas mas alejadas de la chimenea. Hacia demasiado calor para el en estas tierras tan al sur.
Mientras esperaba a que le atendieran se dedico a observar a los que le rodeaban.

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30/05/2011, 13:27
Director

En la posada ahora mismo no hay demasiada gente. Hay un grupo de tres humanos con armaduras bastante desgastadas sentados en una esquina, bebiendo cerveza y charlando con aspecto relajado. Tienen pinta de haber estado destinados como guardias de algún asentamiento y estar en sus días libres. En la mesa más cercana a ti hay dos elfas nocturnas bastante atractivas. Una tiene la piel violeta y una larga cabellera azul marino, mientras que la otra lleva su pelo negro recogido en una trenza y su rostro pálido parece preocupado. Ambas susurran algo a toda velocidad, inclinadas sobre sus platos.

En ese momento llega el posadero, un hombre corpulento y calvo con una larga barba pelirroja. Sus pequeños ojos te analizan durante un segundo y después te sonríe.

- ¡Buenas noches, amigo mío! Bienvenido a mi posada. Soy Ream - te da un par de palmadas en la espalda con desparpajo. Tiene pinta de estar muy acostumbrado a tratar con la gente - ¿Qué es lo que vas comer? ¿Quieres pasar aquí la noche? ¡Solo una moneda de plata!

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31/05/2011, 17:17
Braun Stormhammer

-Un buen plato de carne, regado con una jarra de cerveza Cebatruenos.

En cuanto el posadero se fue a atender el pedido, el enano se inclino sobre la mesa, taciturnos, mientras intentaba captar alguna palabra de la conversación que mantenían los humanos sentados en la mesa de la esquina. 

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31/05/2011, 23:25
Director

Durante unos minutos observas a los humanos, que lo único que hacen es hablar de cacerías y de la construcción de una máquina de artillería que estaban siguiendo en el Distrito de los Enanos; pero poco más puedes escuchar que te parezca de interés. Estás cansado, por lo que te acomodas en la silla de madera ansiando el momento de descansar. Ya mañana tendrás ocasión de visitar las maravillas de Ventormenta, pero de momento tu cuerpo te pide algo de reposo.

Tras un rato, Ream el posadero vuelve cargado con la comida y la deposita en la mesa. Trae una inmensa jarra de cerveza y un plato de asado que huele que alimenta.

- ¡Que aproveche, amigo! Si tienes intención de pasar aquí la noche, avísame para que mande a mi mujer a que arregle la habitación. Hoy tenemos pocos huéspedes, así que está esto tranquilo - el hombre lleva la camisa remangada y vez que sus brazos fornidos están llenos de cicatrices. En tiempos de guerra todo el mundo debe implicarse en la batalla, incluso los simples taberneros - ¿Qué es lo que te trae por aquí?

No te lo pregunta con algún interés especial, simplemente parece estar intentando ser amable con un posible cliente.

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01/06/2011, 17:11
Braun Stormhammer

-Pasare la noche aqui si tanto insistis. Y sin intencion de ofenderos, Maese Ream, pero no me fio de desconocidos. Prefiero guardar mis motivos para mi mismo. -Contesto tranquilamente el enano mientras se acercaba la jarra a la boca. 

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02/06/2011, 00:48
Director

El posadero acepta discretamente tu poca disposición a charlar, y tras comprobar que estás bien servido, comienza a alejarse en dirección a la barra cuando de repente se abre la puerta del local. En ese momento entra un elfo muy alto, con la piel violácea y una larga mata de pelo azul oscuro que le cuelga por la espalda. Viste unas ropas de cuero verde, portando una daga al cinto y una inmensa bolsa en su espalda. Tiene toda la pinta de ser un comerciante o un viajero.

- ¡Ream, Ream, me alegro de verte, viejo amigo! - saluda el elfo acercándose al posadero y dándole unas palmaditas en la espalda - ¡Cuánto tiempo sin pasar por Ventormenta! ¡Comenzaba a pensar que jamás retomaría esta ruta comercial!

Tal y como te había parecido, tiene relación con el mundo del comercio. Aparte, no habla con el tono sosegado y misterioso de los elfos nocturnos, sino que se nota que ha visto muchos lugares, ya que se expresa con desparpajo. El elfo se sienta en una mesa muy cercana a la tuya, reclinándose en el respaldo con aspecto perezoso.

- Kromen... yo también me alegro, muchacho - el tabernero le saluda con amabilidad - La última vez que supe de ti, estabas en Darnassus. ¿Qué tal por vuestra gran ciudad?

- No puedes ni imaginarte la de cosas que he visto - el elfo se ríe y su voz suena mucho más profunda que antes - ¡Han pasado cosas increíbles al otro lado del mar, Ream! La destrucción se está adueñando de todo... ¡Incluso alguien se está encargando de eliminar a los Hordas por nosotros! - dice esto último con un tono ilusionado - Aunque esto no debería haberlo dicho, los mercaderes somos neutrales... O deberíamos.

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02/06/2011, 23:08
Braun Stormhammer

 El enano observo por encima de su jarra de cerveza como el elfo hablaba calurosamente con el tabernero. Escucho como hablaban como viejos colegas mientras engullía calmadamente el plato de asado. En un punto dado, carraspeo levemente para poder hablar mejor.

-Elfo, pareces estar muy al tanto de todo lo que ocurre en el mundo. Cuéntame, que es eso de que la destrucción se esta adueñando de todo y porque pareces tan contento de que ocurra...

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02/06/2011, 23:27
Director

El tal Kromen parece sorprendido por tu interrupción, pero te dedica una sonrisa igualmente.

- No me ilusiona la destrucción, amigo mío, me ilusiona que haya alguien que se dedique a masacrar hordas - lo dice con un tono de indiferencia absoluta - Aunque también es cierto que cuanto más necesitada está la gente, más nos beneficiamos los mercaderes como yo... ¡Hay que conservar siempre la visión comercial!

Tras soltar semejante opinión, el elfo responde a tu pregunta.

- ¿Que qué es lo que ha pasado? Pues realmente no lo sabría explicártelo. Sé que hace poco algo ha caído del cielo y ha destruido medio Cráter de Ungoro, dicen que ha quedado como si un dragón furioso hubiese pisoteado la tierra. Y también sé que varios poblados de trolls han salido ardiendo, y que hay gente que desaparece entre luces rojas sin dejar rastro - el comerciante se encoge de hombros - Pero no me pidas una respuesta, porque no sé qué es lo que ocurre en realidad. Yo me dedico a recorrer los caminos, no a salvar a los desamparados... Si no van a comprarme nada, no me interesan las historias de la gente.

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09/06/2011, 15:20
Braun Stormhammer

 Asiente ante las palabras del mercader, algo extrañado por la información mencionada. 

Algo caido del cielo...- desde luego, no podía verificar si eso había sido cierto o no. En cualquier caso, eran buenas noticias que algo estaba acabando con la Horda, aunque esperaba que ese algo (si existía) no fuese tampoco contra ellos.

Gracias por la información- responde mientras sigue comiendo su comida.

Quizás cuando mañana me acerque al castillo pueda averiguar algo más sobre estas noticias que me ha dicho el elfo. Hasta entonces poco puedo hacer.

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09/06/2011, 15:49
Braun Stormhammer

Notas de juego

 La idea es una vez terminada la cena, quedarme a dormir allí.

(iba a poner esto en el anterior mensaje, pero no puedo XD)

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09/06/2011, 16:25
Director

El elfo te observa comer y luego se gira hacia el posadero, con quien inicia una larga conversación sobre el transporte de provisiones desde Kalimdor. Los detalles técnicos sobre la economía de Ventormenta resultan bastante aburridos para quien no esté en el mundillo.

Cuando terminas de comer en silencio, reflexionando sobre las extrañas noticias que acabas de oír, ves cómo los humanos de las armaduras que estaban en una esquina se han levantado y salen de la posada tras despedirse de Ream. Ya solo quedan las dos elfas, sobre las que posas tu vista. Una de ellas lleva una espada al cinto y tiene pinta de estar en forma. No dejan de susurrar algo en darnassiano, el idioma de los elfos nocturnos, mientras gesticulan sin cesar.

En ese instante el posadero parece darse cuenta de que has acabado la deliciosa comida, por lo que se acerca para recoger la mesa.

- Tu habitación es la número dos, amigo mío. Se te ve cansado - se gira y de repente da un par de voces - ¡Vilma! ¡Vilma! ¡Acompaña a este cliente a la número dos!

Una humana, su mujer seguramente, sale de la puerta de la cocina. Es regordeta y tiene un aspecto muy agradable, con dos largas trenzas rubias y unas mejillas sonrosadas. Te hace un gesto con la mano para que lo sigas.

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09/06/2011, 16:47
Braun Stormhammer

 Ha estado buena la cena- comenta Braun mientras se levanta de su asiento. A decir verdad, estaba algo cansado de tanto viaje. Mañana iba a tener que levantarse temprano para ir lo antes posible al castillo- nos vemos mañana- se despide del posadero y se encamina hacia la mujer para que le enseñe su habitación.

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09/06/2011, 16:53
Director

Vilma te dedica una sonrisa algo tímida mientras comienza a andar cruzando una puerta. Al seguirla, la mujer te guía por unas escaleras subiendo a la segunda planta, donde un largo pasillo repleto de puertas te espera. Se dirige a una en la que hay un tosco número dos grabado en la madera, abriéndola con rapidez y dejándote pasar a ti primero.

Dentro ves la típica habitación de posada, con una cama con mantas de colores y una desvencijada mesilla de noche. Es pequeña, pero se ve limpia y además tiene una ventana por la que entra la suave brisa de la noche. También hay una lámpara de aceite encendida, que ilumina ligeramente la estancia.

- Si necesitas algo, avísanos. Estaremos abajo por la noche - escuchas por primera vez la voz de la posadera, que habla en un tono suave y tranquilo - Buenas noches.

La puerta se cierra dejándote solo en el cuarto.

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09/06/2011, 17:00
Braun Stormhammer

 Braun deja su bolsa al lado de la mesa mientras que su hacha la coloca al lado de su cama. A continuación la daga la guarda debajo de la almohada- enano previsor, vale por dos- para acabar quedándose en ropa interior. Había sido un viaje duro y necesitaba un descanso.

Se deja caer en la cama, la cual era cómoda, muy cómoda. No podía quejarse por el lugar en el que se encontraba. Una habitación pequeña pero acogedora. 

Mañana será otro día- pensó. A pesar de su cansancio, aún estaba dándole vueltas a las palabras del mercader. ¿Quien estaba aniquilando a la Horda? ¿Sería amigo o enemigo? estaba con esas cavilaciones cuando el sueño le sobrevino de repente.

Notas de juego

 Pues descanso hasta mañana!

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09/06/2011, 17:06
Director

Poco a poco, el cansancio cae sobre ti y te sume en un sueño profundo en el que aparece la catedral de Ventormenta, guerreros, cerdos asados... Hasta que de repente te despiertas sintiendo que tu cara arde. Al abrir los ojos te quedas medio cegado, ya que la pequeña ventana está estratégicamente colocada de modo que los primeros rayos de sol despierten a los durmientes.

Al asomarte al exterior por el ventanuco, ves cómo la actividad comienza a bullir en las calles colindantes a la posada. Mucha gente va de un lado a otro, la mayoría con aspecto de simples ciudadanos o mercaderes. Los pájaros no dejan de piar, creando una escena muy idílica. Es un nuevo día, y te encuentras lo suficientemente descansado como para recorrer las maravillas de Ventormenta y plantear tu futuro.

Tras asearte un poco y vestirte, bajas de nuevo a la zona de la taberna. Allí está Ream completamente solo, tarareando una canción. Parece que los otros clientes se han quedado pegados a las sábanas. Al verte, te dedica una sonrisa.

- ¡Vaya vaya, qué madrugador! ¡Buenos días, amigo mío!

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09/06/2011, 17:11
Braun Stormhammer

 Buenos días, Ream- contesta mientras se acerca hacia el posadero. Se había levantado con buen humor. Y no era para menos: el descanso le había sentado muy bien- espero que por el hecho de haberme levantado tan temprano, no tenga que esperar para desayunar. Verás, me muero de hambre- al decir esto, sus tripas resuenan con estruendo- yo pensaba que la gente por la ciudad era más madrugadora. Me temo que me equivoqué de lleno.

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10/06/2011, 00:26
Director

El posadero te da los buenos días, tras lo cual procede a servirte un jugoso desayuno: leche de cabra y unos dulces bañados en miel que seguramente habrán salido de mano de Vilma, su esposa. Al ponértelo en la mesa se ríe de tu comentario.

- ¡Ay, amigo! En esta ciudad puedes encontrarte de todo... Desde gente trabajadora hasta jóvenes dormilones y perezosos. Aunque en este caso debes perdonar a nuestras compañeras las elfas, puesto que se quedaron hasta altas horas de la madrugada hablando sobre sus cosas aquí.

El hombre se dirige a la puerta y le da la vuelta al cartel de "Cerrado" para abrir ya a la clientela que no haya pasado allí la noche.

- Hoy pareces de mejor humor, viajero. Dime, ¿tienes planeado hacer algo de turismo por nuestra querida Ventormenta? ¡Te aseguro que hay mucho que ver!

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10/06/2011, 12:29
Braun Stormhammer

 Bebe un sorbo de la leche- tenía intención de acercarme al castillo, la verdad- contesta- mi intención es enrolarme entre sus filas. Un guerrero siempre viene bien para sus tropas. Poco mas tenía pensado hacer. ¿Que me recomendarías?

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10/06/2011, 13:28
Director

- El alistamiento se hace después de la hora de comer en las puertas del castillo - te informa el posadero amablemente - Allí los futuros soldados esperan a que salga algún capitán del ejército, que les hace unas pruebas físicas y toma sus datos. Y ya son informados en un par de días.

Ream hace una pausa y se queda pensativo.

- Si tuviera que recomendarte un sitio para visitar... Mmm, te diría la Torre de los Magos, pero se ve que no te interesan mucho esos asuntos. ¡Así que sin duda te digo que vayas a visitar la Catedral! Es uno de los grandes monumentos de la Alianza, y allí dentro parece que te hablan los grandes jefes del pasado... Es un santuario. En Ventormenta estamos particularmente orgullosos de ella. Aunque también puedes pasarte por las tiendas enanas del distrito, tienen unas maquinarias impresionantes. O el puerto, uno de los mayores puntos comerciales del mundo. Es interesante ver la cantidad de gente que embarca y desembarca por allí.