Partida Rol por web

WoW: Los Peldaños del Destino

Nakuz Zul´kron

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16/05/2011, 12:59
Director

 

Han sido unos largos días de viaje; pero por fin has llegado a tu destino. Desde tu pequeña aldea en el sur de Durotar, has ido recorriendo el sendero que cruza completamente la península con el objetivo de visitar Orgrimmar, la gran capital de los orcos y trolls y uno de los mayores orgullos de la Horda. El camino no ha sido fácil, la verdad. Para alguien que no está acostumbrado a viajar como tú, las interminables horas de andar sin pausa pasan factura, por lo que te sientes bastante cansado. Durotar tampoco es conocida por su agradable tiempo atmosférico, por lo que más de una vez has llegado a sentir que empezabas a derretirte bajo el implacable sol, o que no podías respirar entre el polvillo que se levantaba a tu paso. Así es vuestra región... ardiente, austera y dura. Exactamente como el espíritu de la Horda.

Pese a las penurias físicas, te sientes satisfecho de haber llegado y no puedes despegar los ojos de las impresionantes murallas de Orgrimmar. La ciudad se extiende ante ti, aunque no puedes verla debido a que los gruesos muros que la protegen miden al menos 7 u 8 metros. Los estandartes de la Horda cuelgan de ellos, completamente inmóviles debido a la ausencia de viento. Frente a los inmensos pórticos de la entrada, resguardados día y noche por patrullas de guerreros, hay multitud de gente entrando y saliendo. De hecho, mientras te detienes a observar con un cosquilleo de emoción las altas torres te van adelantando muchas personas montadas en kodos o a pie que se dirigen al interior de la ciudad. Los gritos de los orcos resuenan por todo el llano, creando una algarabía que suena bastante agradable a tus oídos... ¡La capital es algo digno de ver, sin duda! Hasta el más valiente miembro de la Alianza saldría por patas si viese el hervidero de actividad que es Orgrimmar, en la que nadie se está quieto.

Tus pasos te llevan bajo las puertas, que dan una refrescante sombra, y continúas caminando hasta salir de las murallas y toparte de frente con los edificios que componen Orgrimmar, en lo que parece una gran plazoleta con casitas y comercios situados de forma circular, a excepción de una gran construcción central de donde entran y salen bastantes orcos. El camino continúa más allá, conduciendo a otras zonas. Te fijas en un tosco cartel que indica que estás en el Valle de la Fuerza, y en él hay apoyado un tauren vestido con una humilde toga marrón. Su pelaje es pardo, y tiene ambos cuernos medio astillados. También hay varios guardias con armaduras charlando cerca de ti, y todas las tiendas, con sus correspondientes carteles, están abiertas para recibir a los viajeros.

Piensas que no estaría mal encontrar un sitio donde pasar la noche, para la que solo quedan un par de horas. Y en una ciudad laberíntica como esta, es mejor no relajarse...

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26/05/2011, 11:57
Nakuz Zul´kron

Por fin había llegado, Orgrimmar era mi destino y había cumplido la primera parte de mi misión. Estaba seguro de que aquí encontraría lo que necesitaba para curar a su hermana, su amnesia debía ser producto de aquél veneno que no consiguió extraer completamente. No te preocupes, hermana. Te traeré la cura. Al igual que la mayoría del los trolls, Nakuz pensaba y hablabla de forma simple, llana y concisa. Muy directo de pensamientos y palabras, no como esos palurdos humanos que se tiraban horas hablando y hablando para comprobar quién había leído más en la última semana... ¡imbéciles!

Crucé las murallas observando todo lo que acontecía a mi alrededor y llegué hasta el Valle de la fuerza. 

-Guau... Nakuz no pudo evitar que sus palabras escapasen debido al asombro que le produjo la capital de la horda. No sé por qué he tardado tanto en venir aquí... creo que porque estaba lejos. Nakuz miró al Tauren de reojo, él era alto, sí, pero nunca caminaba erguido. Además de que era bastante canijo, comparado con aquél tauren era un gnomo frente a un poderosos orco. Hey... levantó la mano estirando sus tres dedos y sonrío levemente mostrando sus amarillentos dientes. Soy Nakuz Zul'kron, de la aldea de trolls. El troll se presentó como si todos los que hubiesen allí estuviesen dispuestos a ser amables con él, ¿qué sabía él sobre los demás? Pensaba: Si eres horda... ¿somos amigos, no? He venido por un remedio para mi hermana, ha perdido sus recuerdos. Pero estoy cansado de andar, ¿se puede pasar la noche aquí? Quizá el portón de Orgrimmar se cierre por la noche... y no querrán... ¡Eh! ¡Que soy un troll de la horda! Seguro que me dejan quedarme... a decir verdad... todos los que estamos aquí somos de la horda. Qué cosas más raras pienso, jejeje...

Mientras esperaba la respuesta de la figura del abrumante Tauren, Nakuz miró a los lados buscando cosas interesantes. Y se fijó en unos grifos que cruzaban el cielo saliendo en varias direcciones. ¿Me dejarán montarme en uno de esos? Soy de la horda...

 

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26/05/2011, 13:12
Director

El tauren se queda callado durante unos segundos mientras te observa. Parece realmente sorprendido de que te dirijas a él, y más que le cuentes tu vida en un segundo. Después te da una palmada en el hombro que casi te hace perder el equilibrio y te sonríe, o al menos, tú supones que está sonriendo (las expresiones de los tauren son bastante difíciles de descifrar, se parecen demasiado a toros salvajes).

- Bienvenido a Orgrimmar, Nakuz Zul´kron - te das cuenta de que ha dado por supuesto que es la primera vez que vas allí. Ha notado por tus palabras que no has salido mucho de donde sea que vengas - Yo soy Maek el Caminante.

La presentación que hace de sí mismo no podía ser más breve. Vuelve a quedarse callado durante unos instantes, y cuando empiezas a pensar que has topado con un chiflado o un tonto, abre de nuevo sus fauces y continúa hablando con su tono grave y pausado.

- Si quieres pasar la noche aquí, será mejor que vayas a la Posada de Gryshka - levanta uno de sus gruesos brazos y te señala una casa que se encuentra en el lado opuesto de donde os encontráis del Valle, en la que hay un gran letrero con una cabeza de puercoespín grabada - Es una moneda de plata la noche. Gryshka hace una comida muy buena.

Maek se rasca un poco la cabeza, como si estuviera pensando en algo.

- En la Calle Mayor hay muchas tiendas. Y alquimistas, sanadores... A lo mejor puedes probar suerte allí para lo de tu hermana.

 

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27/05/2011, 10:52
Nakuz Zul´kron

Asiento rápidamente cuando el tauren pronuncia su nombre. Maek, Maek, Maek, El caminante. Me doy un par de golpecitos en la sien para recordar el nombre del tauren.

- Sí, claro que sí. Pasar una buena noche en Orgrimmar, rodeados de aliados de la horda. Sonrío y saco un pequeño libro de mi mochila y un carboncillo para anotar cosas. Maek el caminante - tauren. Posada Gryshka - buena noche en Orgrimmar. Fui apuntándolo mientras me lo repetía mentalmente.

- Creo que tengo una moneda de plata. Y me gusta la comida buena, ¿cuánto vale la comida? ¿Una pieza de plata también? El tener una conversación tan larga con alguien estaba poniendo nervioso al recién viajero Nakuz, que comenzó a reirse con un tono estúpido. Jeje-jeje-jeje-jeje. Me llevé la mano a la barriga y paré de reirme al fijarme de nuevo en la expresión del tauren, que volvió a hacerme sentir más pequeño de nuevo. Voy a buscar por aquí. Luego en la posada comemos y hablamos.

Comienzo a caminar, y por un momento, sin saber por qué. Quizá maravillado por el aire de Orgrimmar, por los fuertes orcos o por los grandes tauren, por toda esa sensación de comunidad que nacía en Orgrimmar, me sentí libre y cómodo. No me estaba arrepintiendo de haber venido hasta Orgrimmar. Levanté la mano mientras me alejaba camino a la posada a descansar mis pies con una frase típica de mi pueblo. ¡Aléjate del vudú!

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28/05/2011, 18:55
Director

Maek te observa con manifiesta curiosidad mientras te dedicas a hacer tus anotaciones en el cuaderno. Sin embargo, no dice nada y lo único que hace es quedarse mirándote fijamente, incluso cuando comienzas a hablar tú solo (lo cual sirve para que te pongas más nervioso). Cuando te despides de él para emprender el camino hacia la posada, levanta la mano para decirte adiós.

- Buena suerte - te dice escuetamente. Tú lo ignoras un poco y comienzas a andar sintiéndote maravillado por el ambiente de la ciudad. No es que no te guste tu pueblo, pero esto es algo nuevo para ti... y lo nuevo resulta emocionante.

Como has ido todo el rato mirando hacia arriba embobado, hasta que no te encuentras en la puerta de la posada no te das cuenta de que está llena de gente. Un montón de trolls, tauren y orcos beben cerveza mientras se ríen y hablan a voz en grito. Muchos de ellos están cubiertos de suciedad y tienen grandes vendajes, parece que acaban de llegar de la guerra. A tu lado resultan bastante imponentes, y más con esas pedazo de hachas y lanzas que llevan colgando de las espaldas.

La puerta de la posada está abierta, y de ella sale un olor exquisito a carne asada.

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29/05/2011, 11:51
Nakuz Zul´kron

Al llegar a la posada observo sonriente a todos los que están allí girando la cabeza de un lado a otro y asintiendo. Me fijo en los vendajes de algunos y me acerco a alguno de los heridos, un orco con dos hachas a las espaldas y una musculatura imponente, pelo negro largo y un rostro bastante intimidante.

- ¿Señó, quie'e que le ayu'e con esa heri'a? Parece que 'ta mu fea... Comentó Nakuz con cierto aire tímido mientras intentaba que su estómago y su lengua no se derritiese por aquél olor tan agradable como era el de la buena carne asada.

Se rascó la cabeza brevemente y esperó la respuesta del orco, sin mirarle a los ojos. Aún no había tratado con ellos. ¿Había que tratarles con respeto o como a un igual? Puede que para descubrirlo tenga que llevarse algún guantazo...

Notas de juego

He intentado poner el acento xDDD si crees que no está bien conseguido modifico el post, a ver si lo consigo hacer T_T

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29/05/2011, 15:57
Director

El orco al que te diriges, que en ese momento estaba bebiendo de una jarra mientras la cerveza le chorreaba por la barbilla, deja en seco de reírse y te dedica una mirada penetrante. Tiene un inmenso corte que le coge todo el hombro y la venda está manchada de sangre. Piensas que en mitad del combate encontrarte con alguien así tiene que dar bastante miedo.

- ¡LOK'TARRR, AMIGO! - te grita de repente, haciendo que des un respingo. El resto de soldados que están alrededor se ríen o simplemente ignoran la escena y continúan con su celebración. El orco te pone una mano en el hombro sonriendo - ¡No es momento para curarse las heridas, sino para celebrar la victoria! Anda chaval, ve dentro y come algo que tienes pinta de hambriento.

Un troll que es mucho más alto que tú y tiene un aspecto mucho más salvaje, suelta una carcajada mientras se apoya en su lanza.

- Parece que no sabe' mu bien cómo funciona e'to - te dice - Nosotro' vamo' y capturamo' a un montón de enano' repugnante'. Luego venimo' aquí pa que Gryshka no' dé un montón de cerveza de la buena, y ya mañana vendrá arguien a curarno'... jojojo.

- Cuando termines de cenar te puedes pasar por nuestra fiesta si quieres, estaremos en el lago del Valle del Honor. Vamos a beber más, comer más, matar a los enanos que intentaban atacar el Campamento Taurajo... nos divertiremos un poco, vamos - interviene de nuevo el orco, viéndote un poco perdido. Te señala con la cabeza la puerta de la posada - No quedan muchas habitaciones, yo que tú me daría prisa.

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30/05/2011, 15:24
Nakuz Zul´kron

Miro atentamente y con algo de admiración al troll. Joe... no vea'... e'te troll sí que sabe... Me sentí identificado con eso de capturar enanos repugnantes y no pude evitar una risilla. 

- Jejeje... po entonce' voy a entra' a po' una de esa' habitacione'. A ve si que'an... Asiento rápidamente y vuelvo a sonréir con mis dientes amarillos. Lok'tar ami'o! Me despido del orco y del troll y entro con prisa dentro de la posada para buscar al posadero y pedirle hospedaje para esta noche. Voy hacia la barra con los aires un poco más subidos al enterarme de que habíamos ganado una batalla.

- ¡Una d'esa' habitacione'! ¡Ne'cito una pa' e'ta noche! Alcé un poco la voz buscando al posadero con la mirada mientras metía la mano en mi mochila que iba haciendo ruido a cada paso debido a las monedas sueltas que llevaba dentro. A ve', era una de plata...

 

Notas de juego

Joder... tengo que cogerle el truco al acento, a ti te sale de loco ¬¬...

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30/05/2011, 16:21
Gryshka

Al entrar ves lo que a ti te parece una posada inmensa. De las paredes de roca cuelgan antorchas, hay una gran chimenea que está apagada, un montón de toscas mesas de madera y una larga barra. En ese momento hay poca gente en la taberna, tan solo un pequeño grupo formado por dos orcos y una renegada que se sientan en una de las esquinas. Los orcos llevan unos arcos de caza no demasiado lujosos atados a la espalda, y la no-muerta está envuelta en una túnica malva que no deja ver su rostro. Sin embargo no puedes evitar fijarte en sus manos descarnadas y casi en los huesos.

De repente se acerca a ti una orca que te resulta casi igual de imponente que los guerreros de la puerta, a pesar de que no lleva armas. Como lleva un inmaculado delantal blanco, supones que es la dueña del local. Es alta, su piel tiene un tono amarillento y una larga melena negra le cae en cascada por la espalda. Sus ojos rojizos se posan en ti y te dedica una sonrisa que hace que muestre sus afilados colmillos. Para ser una orca te resulta bastante atractiva.

- ¡Lok'Tar, amigo! - te indica con la cabeza una mesa para que te sientes en ella - ¿Vienes a pasar la noche, viajero? Una habitación más la cena es una pieza de plata. ¡Y te aseguro que nadie cocina mejor que Gryshka en todo Orgrimmar! - se ríe un poco - ¿Qué vas a tomar? Hoy tengo jabalí asado y cerveza, mucha cerveza. Aunque quizás quieras reservarte un poco para la fiesta, jeje...

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31/05/2011, 14:27
Nakuz Zul´kron

Entré en la posada y me quedé mirando a los orcos con sus arcos. Nakuz siempre había admirado a la gente que tenía puntería, en su pueblo había muchos que cazaban usando arcos, pero a él no se le daba bien. Nunca supo por qué, aunque no achacaba a que estaba destinado a ser sacerdote.

Después, posó la vista sobre la no-muerta. Curioso por la naturaleza, se quedó mirandola con descaro mientras la analizaba. Sus manos le daban un poco de repelús pero a la vez atraían su mirada hacia ella, nunca había visto a alguien como ella aunque sabía que existía y que estaba con la horda. Pero no sabe qué intereses pueden llevar a esa gente a estar con la horda, los muertos pueden ser tanto de la alianza como de la horda, no deberían tener predilección por una facción. Mientras pensaba todo esto, Nakuz solo podía observarla hasta que una voz le llamó la atención.

Al girarse puedo ver a Gryshka. ¿E' una muje'? Pensó al verla, pues Nakuz creía que Gryshka era un hombre. ¿Una muje' lleva e'to? Pencé que era un hombre... El sacerdote era alguien tímido con las mujeres y al ver a tan hermosa orca delante de sí hablando con tanta soltura no supo qué decir exactamente.

-Lo-lok'tar! Jejeje... Los nervios le pasaron factura, no sabía qué decirle así que habló el instinto que antes le había servido con El caminante. Yo zoy Na-Nakuz Zu-Zul'kron... del zur de Durotar... Miró a los lados y volvió a mirar a la no-muerta. ¡Estaba entre la espada y a pared! ¡No sabía dónde poner su vista! Así que cerró los ojos y volvió a hablar.

- Yo... zi, una noshe y... cerdo asao' ta' bien... ce'veza zi pue' zer... mejo' que no... no me gu'ta musho... pero vamo', vamo' que zi a u'te le mole'ta yo me la bebo y ya'ta... Nakuz siguió con los ojos cerrados y sacó una moneda de su mochila, no caía en que podía ser de oro o de cobre, estaba demasiado nervioso, así que la puso sobre la barra. ¿Te lo deho ahí?

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31/05/2011, 23:44
Gryshka

La posadera te mira con una expresión atónita durante unos segundos. Es obvio que la orca está tan acostumbrada a tratar con tantísima cantidad de gente, que esa timidez y el nerviosismo que te hace tartamudear la sorprenden. Sin embargo, en seguida su rostro se dulcifica un poco, y en él se refleja algo parecido al cariño maternal.

- Bienvenido a mi posada, Nakuz - se acerca a la barra y coge la moneda, dando la casualidad de que has cogido una de plata. Se la guarda en el delantal y luego vuelve a acercarse a ti de dos grandes zancadas - Tu habitación es la número 3, recuérdalo bien... ¡no vayas a meterte en el jergón un tauren furioso! - se ríe ella sola con su chiste - No tenemos horarios, así que puedes entrar y salir cuando quieras. ¡Y por todos los dioses, si tú pagas eres tú el que elige! Si no quieres cerveza te serviré hidromiel suave, que está muy bueno. Viene importado desde la Vega de Tuercespina, ¿sabes, amigo mío?

Sin dejarte ni siquiera respirar para empezar a hablar, la orca se mete por una puertecilla que hay detrás de la barra, en busca de tu cena. Su charla veloz y su desparpajo te dejan un poco embobado. Supones que para dirigir una posada como esta, en la capital de la Horda, se necesita ser casi hiperactivo.

A los pocos minutos aparece con una fuente con jabalí asado y una salsa de especias que huele que alimenta. Te la pone en la mesa junto con una jarra de hidromiel, y tu estómago gruñe ligeramente. Gryshka se fija si los de la mesa de la esquina quieren algo, y como están a su aire, se sienta en una silla a tu lado con total tranquilidad.

- Bueno, bueno... Cuéntame, pequeño, ¿qué has venido a hacer a Orgrimmar? - a pesar de su belleza, tiene aspecto de tener por lo menos unos 15 años más que tú. Seguro que ha visto miles de cosas interesantes a lo largo de su vida.

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01/06/2011, 22:34
Nakuz Zul´kron

Asentí rápidamente. Número tre', e'pero aco'dame. Mientras Gryshka se dirigía a por la cena me senté en una de las mesas de la posada. Volví a mirar a la no-muerto pero me senté esperando la comida que apareció junto a un olor totalmente embriagador que me hizo la boca agua.

La posadera puso el plato sobre la mesa y también una jarra de hidromiel, una bebida de sabor agradable que el troll prefería antes que la cerveza. E'to huele que no vea'. Pensó el azulado personaje mientras se lamía los labios, pero antes de probar bocado dio un gran buche a su jarra de hidromiel dejándola casi vacía. Se limpió con las muñecas por debajo de la nariz que había quedado húmedo y miro a Gryshka sonriente cuando le preguntó por él, poco a poco se iba sintiendo más cómodo, pero el hecho de que se sentase con él le hizo pensar en si él le había parecido guapo a ella y volvió a avergonzarse un poco.

 - ¡E'ta buenízimo! E' la mejo' hidromie' que' probao' en mi vida. Eh... Miró el cerdo por un segundo pero se paró antes a contestarle a la bella orca. He venio' porque nececito una cura pa' mi hermana. Uno de ezo' guarro' de la alianza Apretó los dientes y arrugó el rostro, con furia. cazi mat'a mi'rmana, le puzieron un veneno y cazi muere... ¡Pero yo la zalvé! Dijo orgulloso. Aún azí... no to ha zali'o bien... ha perdio lo recuerdo' y he venio' a la capital de la horda, la gran Orgrimmar, a encontrar una zolución... quizá un antí'oto funcione... o un remedio máhico... tengo que inve'tiga' to'avía...

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02/06/2011, 00:10
Gryshka

La posadera escucha lo que le cuentas con vivo interés. Por un instante se te pasa por la cabeza que tiene que haber oído un montón de historias parecidas a la tuya, de gente que intenta salvar a alguien. Pero ese pensamiento se evapora en cuanto Gryshka comienza a hablar.

- Así que un antídoto, ¿eh? - repite con aire pensativo - Bueno, como verás yo no tengo ni pajolera idea de magia o esas cosas extrañas. Soy una orca muy práctica, tengo los pies en el suelo. Todo eso me queda demasiado grande - dice sencillamente - Pero si hay un lugar que puedo recomendarte, ese es la Calle Mayor. Se encuentra saliendo de este Valle por la salida norte, llegarás en cinco minutos. Allí hay muchísimas tiendas, boticas y todo tipo de gente que vende cosas... O su conocimiento. Hay una troll, Khee'lak, que es una experta en venenos. Dicen que con su daga ha matado a más gente que muchos poderosos guerreros con sus hachas. La pobre está un poco ida, pero a lo mejor puede decirte algo de interés. Y si no siempre puedes buscar a algún alquimista de estos que hacen pociones. Conozco a una que se llama Myrna. Puedes preguntar por ellas mañana.

La orca asiente, al parecer satisfecha de haber sido de ayuda. En efecto, al menos te ha dado algunos datos por los que empezar a buscar. Mañana podrás comenzar tus pesquisas en Orgrimmar. La capital es tan grande que estás convencido de que por fuerza tiene que haber alguien que pueda ayudarte, así que tu misión es encontrarle.

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03/06/2011, 14:07
Nakuz Zul´kron

Atiendo a las palabras de Gryshka mientras voy devorando la comida con bastante hambre. Algunos churretes de grasa se caen por mi boca, y los limpio rápidamente con las manos. Como y bebo alternando y repito un par de veces las jarras de hidromiel que tenían un sabor espléndido.

- Oh, mucha' gracia' Gryshka, mañana podé buhca' a la gente que me dice'. Lo vi apunta' pa' que no ze me olvi'e. Nakuz se limpia las manos frotandolas entre sí y saca su pequeño libro y el carboncillo para apuntar nombres. Apunta: "Khee'lak experta veneno - troll" "Myrna alquimista - ¿?" A Nakuz le surge la duda y pregunta mientras escribe. ¿Y eza Myrna e' orca, o troll tam'ién? Tras la respuesta de Gryshka Nakuz apunta la raza si se la dice, sino lo deja escrito tal cual, con su interrogación.

Tras acabar la comida, Nakuz descansa su espalda sobre la silla y se deja caer más de la cuenta en ella, sus piernas llegan hasta el otro extremo de la mesa ahora que está estirado. Mueve los dedos de los pies, estirándolos también y se cruje los dedos de las manos y suspira, con tranquilidad. Sonríe levemente y mira a Gryshka. ¿La fie'ta a que hora e'? Quiero ve' como revientan a ezo' enano'... Nakuz suelta una carcajada al recordar lo que dijo el troll de la entrada: Jejeje, enano' repugnante' jejeje. ¿Y qué ze va a hace'? E' que no ze zi dehcanzá o i' pa'llá...

 

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03/06/2011, 16:38
Gryshka

- Es una renegada - te dice la posadera mientras se levanta de la silla para dejarte comer tranquilo. Se va a la barra y se pone a fregar cacharros mientras terminas tu cena. Al rato, cuando ve que estás listo y repantigado en la silla, se acerca para recoger la jarra y el plato, momento que aprovechas para preguntarle por lo de los enanos.

- Yo que tú iría a la fiesta, seguro que te lo pasas bien. Estarán los prisioneros enanos, y el gran Thrall, y muchos guerreros. A lo mejor los queman y todo - la orca asiente con satisfacción - Eso empieza en media hora más o menos, así que te aconsejo que te vayas ya. Las calles de Orgrimmar pueden ser liosas para los novatos. Será en el Valle del Honor, se llega tras pasar la Calle Mayor que te he dicho antes, ya sabes, por la salida norte. Y si decides ir a descansar, por esas escaleras se llega a las habitaciones - te señala con un cucharón una puerta que está en la parte izquierda de la posada. Después Gryshka comienza a tararear una canción mientras recoge la barra.

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04/06/2011, 17:21
Nakuz Zul´kron

Sin pensármelo dos veces, me levanto cuando Gryshka me dice que las calles de Orgrimmar pueden ser liosas. Guardo mi libreta y mi carboncillo con entusiasmo pensando en que podré ver a Thrall. ¿E' gran Thrall? E'to no me lo pue'o pe'de...

Me levanto de la mesa y saludo a Gryshka con las manos mientras doy grandes zancadas hacia la salida. ¡Gracia' por la comida! ¡Taba mu' buena! Salgo disparado sin decirle nada más a la preciosa posadera que se había ganado un huequecito especial en el corazón de Nakuz, sobretodo por su comprensión y compasión. Loh orco zon güena gente... zon loh mejorez amigoz de loh troll. Pensaba el sacerdote, afianzándose aún más a sus ideas. La horda esa su lugar y la alianza debía ser aniquilada, esa gente no tenía lugar en este mundo, y debían ser ejecutados.

Me acerco a alguno de los orcos que veo para preguntarle dónde se encuentra la calle mayor, tocando levemente su hombro para llamar su atención.

- Pe'done uhté... ¿zabe dónde ehta la calle mayó'? El orco contestó con rudeza dándole una fuerte palmada a Nakuz en la espalda que casi lo estampa contra una pared. Cogió su cuello y lo enfocó hacia una esquina del valle de la fuerza. ¡POR ALLÍ, CHICO! ¡ESPERO VERTE EN LA FIESTA! ¡CORRE Y NO LLEGUES TARDE! Le dio un pequeño tortazo en la cara a Nakuz que  a él le dolió bastante. A pesar de eso sonrió pensando que eran costumbres de orcos, realmente estaba en lo cierto.

Me voy adelantando a la gente que veo caminar en esa dirección con mis largas piernas y llego hasta la calle mayor. Una calle bastante oscura con una tonalidad violeta que a Nakuz le gustaba bastante. Ehta calle mola... Dijo en voz alta, alucinado por el lugar. Aún así, mañana tendría tiempo de admirarlo todo lo que quisiese. Sin prestar atención a los carteles de comercios del lugar, Nakuz siguió caminando y vio un desvió con un cartel que decía: Valle del honor. Asintió convencido de lo que había conseguido por sí mismo, aunque no fuese así, y se adentró en el Valle del honor. Justo antes de entrar se percató de una cosa.

Ehpera... zi e' valle del honor... 'engo que i' con el pecho bien fi'me... ¡Zi, como loh orco!

Nakuz se lo propuso y sacó pecho con la espalda erguida, tanta distancia del suelo era rara para él y se sentía demasiado elevado. Aún así, mantuvo la postura pasando frente a dos guardias a los que miró sonriente y se dio un leve golpe en el pecho, sin saber por qué, estaba manteniendo la respiración. ¡Po' el honó... de la horda...! Dijo casi ahogándose, pasó rápido y respiró. Uff... prime' reto conzeguio... Pensó, antes de salir corriendo para adentrarse en el valle del honor.

Notas de juego

Te voy cambiando el tiempo verbal porque sí xDDDDDDDDDDD

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05/06/2011, 14:06
Director

Gracias a las indicaciones del campechano orco, consigues no perderte en la laberíntica Orgrimmar y llegas a buen puerto. A pesar de eso tardas casi media hora en llegar, ya que el Valle del Honor queda en el punto más alejado de la entrada a la ciudad, y aparte te entretienes un poco en ir mirándolo todo. Mañana tendrás tiempo de explorar la Calle Mayor y sus misteriosas tiendas. En el cruce de caminos que te lleva hasta el Valle del Honor, te ha llamado la atención el camino opuesto: una calle que emana una rara luz violeta y en la que simplemente pone "Circo de las Sombras".

Cuando finalmente llegas, te encuentras con un valle parecido al de la Fuerza pero mucho más tranquilo, con palmeras, un pequeño lago... Incluso en la otra orilla del charco ves unas construcciones trolls que te llenan de alegría porque te hacen sentir como en casa. Justo pasando la entrada, hay montado un escenario de madera donde se encuentran cinco enanos atados a unos postes. El lugar está casi desierto, porque has sido de los primeros en llegar, así que te apresuras a acercarte para coger sitio en primera fila, sintiéndote muy orgulloso de ti mismo. ¡Podrás ver al gran líder de la Horda en primera línea!

Te dedicas a esperar pacientemente hasta que pierdes por completo la noción del tiempo. Eso sí, el sol comienza a ponerse ya, y conforme la oscuridad va cayendo, más guerreros van llegando y arremolinándose en torno al escenario. Muchos de ellos abuchean a los enanos, a los cuales has podido observar durante un largo rato. Te han sorprendido, ya que no son tan... "enanos" como esperabas. De hecho, solo son un poco más bajitos que los humanos. Inmediatamente los clasificas en tu mente: el jovenzuelo asustado que no deja de llorar, el líder tranquilo que no teme la muerte, el guerrero poderoso, los dos jóvenes enanos de relleno.

Los orcos comienzan a encender antorchas y candelas para iluminar el Valle durante la fiesta; te quedas embobado mirando las llamas cuando de repente una sarta de aplausos y rugidos te sobresalta y te hace mirar el escenario emocionado. Subiendo las escaleras se encuentra Thrall, y su simple presencia sirve para enardecer a la multitud.

Es, sin duda, la persona más imponente que has visto en toda tu corta vida. Su armadura parece digna de un dios, y sus músculos parecen palpitar de pura fuerza. Su aspecto salvaje aumenta cuando, al llegar arriba, alza su martillo y suelta un profundo rugido que la muchedumbre corea con entusiasmo, tú incluido.

- ¡LOK'TAAAAAAAAAAARRRRR! - grita el líder de la Horda, vuestro jefe - ¡LOK'TAR, HERMANOS! ¡MIRAD LO QUE TENEMOS AQUÍ, LO QUE HEMOS ENCONTRADO MERODEANDO POR NUESTRAS TIERRAS! ¡ENANOS!

Los orcos y trolls que están a tu alrededor se ríen y vuelven a abuchear.

- ¡Hay que matarlos! ¡Quemémoslos vivos! - se escucha entre el público. Thrall levanta una mano enguantada para pedir silencio, y automáticamente los guerreros enmudecen en señal de respeto.

- MIS HERMANOS... HOY ESTAMOS REUNIDOS PARA AVERIGUAR QUÉ HACÍA ESTA ESCORIA EN LOS BALDÍOS. ¡QUÉ ES LO QUE HACÍAN INTENTANDO ATACAR EL CAMPAMENTO TAURAJO, HOGAR DE NOBLES TAUREN QUE SE DEDICAN A GANARSE LA VIDA EN EL DESIERTO! ¡¡¡ESE LUGAR NO ESTÁ EN GUERRA!!! ¡ES UN SITIO DONDE VIVEN NIÑOS Y MUJERES! - al mirar hacia el lado, ves un extraño brillo en los ojos de los presentes, parecen hipnotizados por las palabras de Thrall - ¿¡VAMOS A PERMITIR ESTO?! ¡CLARO QUE NO! ¡SABREMOS QUIÉN LES MANDÓ ALLÍ Y POR QUÉ! NO DEJAREMOS QUE SE PONGA EN PELIGRO A NUESTRAS FAMILIAS... PERO CLARO, ASÍ ES COMO FUNCIONA LA ALIANZA. MANDANDO SUS TROPAS SIN LA MENOR PROVOCACIÓN. ¡DEBERÍAMOS... DEBERÍAMOS QUEMARLES! ¡TORTURARLES! ¡CAUSARLES EL DAÑO QUE ELLOS QUERÍAN PARA NUESTRA GENTE!

 

Notas de juego

Para que te quejes de que tu parte no es interesante¬¬

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05/06/2011, 23:44
Nakuz Zul´kron

Tras esperar pacientemente a que empezase el espectáculo, el tiempo que había desperdiciado esperando mereció la pena al ver cómo todo aquello se llenaba de gente de la horda. Me sentía totalmente cómodo allí y en mi mente pensaba continuamente en vivir durante un tiempo en Orgrimmar, disfrutando del espíritu de la horda en todos sus sentidos. Aunque la espera fue algo larga, lo que vino después fue mucho mejor.

Thrall, líder de la horda. Subió al escenario, mucho mas imponente y carismático de lo que me habría podido imaginar. Aquél orco hacía vibrar mi corazón mucho más fuerte que Gryshka o cualquier muchacha troll con los colmillos bien puestos. La forma de gritar, de rugir, de alzar el martillo. Su manera de caminar, su armadura, sus ojos y sus palabras eran capaces de calar en lo más hondo de los corazones de la horda. Si un pueblo necesitaba un líder, ese debía ser Thrall. En el futuro, difícilmente sería reemplazado por alguien superior, pues todo él era pura horda.

Aplaudió Nakuz cuando él subió al escenario y abucheó a los enanos como a los demás. Se sentía uno más, estaba disfrutando con todo aquello y se reía sin parar de aquél enano llorón hasta que Thrall comenzó a hablar del campamento Taurajo. Qu'hijo de putah zon... Pero da iguá, ¡van a morí aquí y ahora!

- ¡QUE LOH MATEN! ¡QUE LE GRABEN EN EL PESHO EL ZÍMBOLO DE LA HORDA CON METÁ ARDIENDO! ¡NO PODEMOH PERMITÍ' QU'EHTA GENTE VENGA Y HAGA LO QUE LE DE LA GANA! Dijo el troll gritando y poniéndose en pie con las manos al lado de los colmillos para que su voz llegase hacia Thrall. ¡TODOH QUEREMOH VERLOH ZUFRÍ!

Notas de juego

Diooooooos, Thrall... me corro!! xD

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06/06/2011, 16:24
Thrall

Thrall se olvida de los enanos por un segundo y comienza con una arenga durante varios minutos, hablando de las nuevas victorias en el frente y de cómo la Alianza no conseguirá derribar el estandarte de la Horda con sus sucios trucos. Un montón de combates y lejanos lugares, de muchos de los cuales ni siquiera habías oído hablar. Te sorprende pensar que el mundo es tan grande, y que la Horda llega hasta sitios tan remotos.

Cuando hace una pausa en el repaso de las novedades en el campo de batalla para coger aire, parece que vuelve a acordarse de los enanos, girándose hacia ellos con aspecto furibundo.

- ¡BUENO! ¡Y AHORA ES CUANDO LLEGA EL MOMENTO DE QUE CONFESÉIS LO QUE HACÍAIS ESCONDIDO EN LAS MONTAÑAS JUNTO AL CAMPAMENTO TAURAJO! ¿QUÉ HABRÍAIS HECHO DE NO SER POR EL DRUIDA QUE OS AVISTÓ MIENTRAS SOBREVOLABA LA ZONA? ¡QUEMAR LA ALDEA, SEGURAMENTE! ¡SUCIOS ENANOS! - y de repente, vuestro líder comienza a hablar en común, la lengua de los humanos e idioma oficial de vuestros enemigos - ¡Decidme, enanos! ¿Qué veníais a hacer aquí, a nuestra tierra?

Todo el mundo se queda expectante a que los enanos den alguna respuesta, pero permanecen en un obstinado silencio. Thrall repite la pregunta varias veces y de diversas maneras, cada vez con un tono de voz más amenazador, pero la respuesta es la misma: ninguna. El público parece disfrutar de la escena, ya que si se enfurece al jefe, el asunto terminará en carnicería. Vuestro líder suelta un potente rugido de furia.

¡SI NO QUERÉIS DECIR LA VERDAD, SUCIOS ENANOS, LO QUE OS ESPERA ES LA TORTURA! - muchos gritos de apoyo se escuchan a tus espaldas.

De repente, el joven enano que no deja de llorar, alza la cabeza con furia y grita algo en su idioma con toda la fuerza de sus pulmones. Uno de los enanos más mayores le mira y le responde, aunque algo más tranquilo, y asiente. Las masas de guerreros orcos y trolls se quedan en silencio durante unos segundos con curiosidad. Esto es totalmente inesperado.

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07/06/2011, 12:30
Nakuz Zul´kron

Miro atentamente hacia la escena sin pestañear una vez Thrall ha terminado de hablar sobre la guerra, lo que realmente me interesaba eran los enanos. Estaba disfrutando de aquél momento y no entendía de batallas ni estrategias bélicas.

Escucho a Thrall hablar en común dirigiéndose a los enanos, y miro con expectación. No van a sé capace de decí nah. Ehtan acojonao... Cada vez que Thrall volvía a preguntarles a los enanos apretaba más los dientes y los puños, todo mi cuerpo se iba poniendo en más y más tensión dibujándose en mi cara el rostro del odio. Zon como loh que le hicieron ezo a mi 'ehmana... ¡¡to' lo de la alianza zon iguale'!!

El líder de la horda pregunta por última vez y los enanos vuelven a responder con el silencio hasta que Thrall soltó un enorme rugido que me hizo sonreír, sabiendo que ahora venía lo mejor. ¡¡TORTURA'LE!! ¡¡TORTURA' A EZO ENANO REPUGNANTE!! Aquello de enanos repugnantes se habría grabado a fuego en la mente de Nakuz y a partir de ahora siempre se referiría a ellos de esa forma. En medio de sus gritos y abucheos hacia los asquerosos miembros de la alianza, el llorón habló.

Me quedé totalmente en silencio. ¿Qu'ha dicho? ¿QU'HA DICHO EZE ENANO REPUGNANTE? No me atreví a hablar, pues esperaba la acción de mi idolatrado Thrall. Esperaba que le arrancase la cabeza a ese enano hablador y le sirviese a los otros de escarmiento. Así su muerte podrá ser menos dolorosa.

- ¡¡EHTÚPIDOH ENANOH REPUGNANTEH!! Grité, atreviéndome y rompiendo la mudez que había en el ambiente. ¡¡HABLAH PA' CONFEZÁH, NO PA' VUEHTRAH MIERDAH!! Miré con furia al llorón, sacando todos mis dientes de pura rabia y con el rostro arrugado, reflejando el sentimiento de mi interior. Mis cejas estaban tan distintas de mi cara normal que apenas se me podía ver los ojos, Nakuz imaginaba que fuesen ellos los que le hicieran eso a su hermana, poniéndose en el lugar de los Tauren, Nakuz nunca había estado tan furioso como en este momento.

Zi Thrall no loh tortura y loh matah... lo haré yo mihmo...