Partida Rol por web

Al recuperar la consciencia notaste tus gafas sobre tu cara, las buenas, las que el profesor habia ideado para ti. Te encontrabas en una habitacion preciosa, sobre una cama de matrimonio muy elegante y a medio deshacer. Estabas solo pero daba la sensacion de que habia dormido alguien a tu lado... alguien que habia dejado un cabello rojo y largo sobre la almohada.

Te sentiste algo mareado, como si los efectos de una resaca te hubieran golpeado con fuerza. Sobre la mesilla una botella de champan vacia parecia querer explicarlo pero ¿Que habia pasado? Recordabas aquel centro, a Lember, la explosion del edificio... Logan y kurt no habia salido...y ¿El profesor?

Recordaste dolorosamente el anuncio de su muerte...entonces ¿Que era ese lugar y que hacias en el?

Miraste a tu alrededor. Era una habitacion muy elegante, si no era una mansion era un hotel con mas estrellas que el cielo. Miraste por la ventana, al fondo del paisaje la mitica torre de hierro, simbolo nacional de francia, se ergia bajo las primeras luces del alba.

Scott no podia pensar con claridad, todacía le dolía la cabeza. Pero desde luego que aquello parecia la torre Eiffel de Paris. ¿Estaría realmente allí? No podía asegurarlo.
Se volvió de nuevo a la cama y la examinó una vez más. Esperaba realmente que el pelo rojo fuera de Jean. Eso significaría que estaba viva.

Como no había nadie más en la habitación se vistió y decidió salir fuera. Llevaba su visor por lo que imaginaba que podría lidiar con lo que fuera.

El cabello, si no era de Jean, era de alguien que se le parecia mucho. Al abrir el armario encontraste ropa que no reconociste como propia, pero era tu talla.

Al abrir la puerta encontraste un pasillo, similar al de un hotel de lujo, con media docena de puertas a cada lado, el suelo cubierto por una alfombra tupida y el olor a flores recien cortadas que llegaban de los jarrones, adornando las esquinas. Al final del pasillo viste el principio de una escalera que descendia.

No escuchaste pasos ni voces, como si estuvieras solo.

Una mujer salio del ascensor y te miro con una sonrisa.- Hola cariño ¿Que tal has dormido?.- pregunto con mucha confianza. No era Jean, se le parecia en algunas cosas pero no era ella.

Puso su mano en tu cara con un gesto de cariño. - ¿Que pasa mi amor? ¿Te encuentras bien?

Scott no pudo evitar sorprenderse ante la aparición de la mujer. El parecido con Jean era asombroso, pero estaba claro que no era ella.
En un principio pensó en fingir, pero estaba un poco cansado de ir dando tumbos y despertarse en sitios que no conocia. Se decidió por la acción directa. Quería encontrar de una vez a Mark Lember y hacerle pagar lo del profesor. Además tenía que encontrar a Jean.

No obstante decidió ser educado. Dio un paso atrás separandose de la mujer.

Mira. Supongo que esto será una sorpresa para tí como lo ha sido para mi despertar aquí. Pero...
¿Quién eres y donde estamos?

- ¿Otra vez Scott?.- pregunto con ternura.- No pasa nada, esto te sucede amenudo pero tu no lo recuerdas. Escucha cariño, hace un par de años luchaste contra un mutante que tenia un gran poder telepatico y tu cerebro quedo afectado. Aveces tienes lagunas, olvidas años pero luego, con el paso de los dias vuelves a recordar. Dejame que te ayude.- dijo tomante el brazo para llevarte de nuevo a la habitacion.- ¿Que es lo ultimo que recuerdas?

Scott no se dejó impresionar. Cuando la mujer fue a cogerle del brazo dio un paso para atrás. Aunque cabía la posibilidad de que la mujer tuviera razón no quiso creerla.

Atrás.

Fue un poco más brusco de lo que quería, pero tampoco podía perder el tiempo.

No lo volveré a repetir. ¿Quién eres y donde estamos?

Podía nombrar a Mark lember, pero no quería soltarlo todo tan rápido. Esperaba que no estuvieran de verdad en Paris y que sólo estuvieran en una sala parecida a la Sala de Peligro. Volver de Francia a Nueva York sin el Pajaro Negro sería complicado.

La mujer dio un paso atras.- Scott, soy Sharia... Soy tu mujer. Nos casamos el año pasado y estamos aqui para celebrar la boda de Remy, eres su padrino. Tienes el traje en el armario, la invitacion de la boda esta en tu chaqueta...Tienes que relajarte y tomarte la medicacion.- Te pidio con calma despues hizo una pausa.- No podemos armar escandalo en el pasillo, vamos a la habitacion ¿De acuerdo? Hablaremos alli, no tienes nada que temer.- dijo con una sonrisa, aunque se la veia preocupada por ti y mucho.

Estaba claro que no sacaría nada en claro de la situación. La historia era lo suficientemente descabellada para que incluso pudiera ser cierta. Pero no era la primera vez que le engañaban.

Decidió seguir su instinto.

Lo siento.

Y echó a correr por el pasillo en dirección a las escaleras para salir a la calle.

Bajaste y te encontraste en el hall de un hotel. Algunos huespedes te miraron con extrañeza al verte correr a la calle.

Te encontraste en un calle de paris, extrecha y antigua que daba a una plaza desde la cual podias ver la torre con una vista muy similar a la que ofrecia la ventana de la habitacion. Todo era muy real, el suelo, el aire... pero tenias esa intuicion extraña. Una sensacion similar a encontrate en la sala del peligro.

La mujer corrio detras de ti.-¡Scott!.- te llamo preocupada.- Por favor, para.

Scott escuchó la voz de la mujer que venía detrás de él. Casi pudo notar su angustia. Pero seguía confiando en su instinto. Miró hacia arriba para asegurarse de que había nada ni nadie, y disparó un rayo optico a toda potencia contra el cielo.

Si estaban en una especie de sala de peligro debería de haber algún resultado. Si no, no estaba seguro de qué hacer despues.

El rayo paso las nubes y se perdio en el firmamento.

Hubo una explosion....

El suelo temblo mientras la realidad a tu alrededor se desdibujaba y caia por poligonos. La gente caia convirtiendose en un liquido viscoso, llenando el suelo de un mugre pegajoso.

Tus ojos se abriron. Despertaste. Estabas en una habitacion de hospital y tu cabeza se encontraba dentro de un casco conectado a una maquina, pero estabas desatado.

Aparte de una jaqueca horrible no te pasaba nada. Tenias tu visor puesto y una bata cubriendote. Viste el pasillo, la puerta estaba abierta.

Ciclope no perdió el tiempo. Se levantó de la cama y buscó algo más decente para llevar puesto que una bata de hospital. Aunque no parecia haber nada. Odiaba los hospitales.

Echó un vistazo al pasillo para comprobar que no había nadie, y despues se acercó a examinar la maquina a la que le habían conectado.

Bueno. ¿Ahora qué? ¿Estoy en la realidad o en otro sueño-sala de peligro?
De momento será mejor pensar que estamos en la realidad. Ya habrá tiempo de ser paranico.

Es una tecnologia muy puntera, te recuerda al casco de cerebro pero mas simple y pequeño. Esta conectado a un ordenador que muestra graficas cerebrales de forma constante... o lo hacia hasta que te lo has quitado.

- Bonito ¿Verdad?.- pregunto una voz a tu espalda. Tenia las marcas de las garras de logan aun en la chapa.- Queria ver a su amigo Gambito, esta en el gimnasio, probando la mejora de sus poderes. ¿Quiere acompañarme a verlo?

El aparato era extraño. Parecia el casco que usaba el profesor con "Cerebro". Pero por qué lo tendría él conectado. Cerebro servía para localizar a mutantes y amplificar poderes telepaticos. Y él no era un telepata.

Las palabras de Mark Lember sacaron a Ciclope de su ensimismamiento. Se encaró con su enemigo y sin decir nada le lanzó un rayo optico. No demasiado fuerte, lo suficiente para tumbarlo y moverlo de la puerta.

La armadura absorvio parte del impacto pero le hiciste dar un par de pasos atras.- Muy bien, señor Ciclope. ¿Quiere esto decir que no tiene interes en ver a su amigo?.- pregunto cinico.

- Deberia calmarse, acaba de curar un traumatismo craneal muy serio. No le conviene forzarse.

Ciclope sonrió al ver que su rayo hacia retroceder a Mark. Eso quería decir que podía hacer algo contra él en caso de necesidad.

Lo único que quiero es verte encerrado maldito asesino. Si insistes en meterte conmigo y mis amigos vas a acabar muy mal parado.

Ciclope sabía que seguramente el tipo sabría donde estaban los demás. Pero aunque quería averiguar donde estaba Jea y si se encontraba bien, no podía dejar que lo supiera. Además, todavía lo odiaba por haber matado a Xavier, el cual era como un padre para Scott. Le costaba mucho trabajo contenerse y no dispararle con todo lo que tenía.

- Estas ciego de ira.- gruño Mark.- Conocco el sentimiento mejor que nadie... ¿Quieres saber que paso? Hable con Xavier, quise que entendiera pero el se metio en mi cabeza, el ataco primero. Creia que el gas le habia anulado pero no lo logro completamente...Fue una reaccion, un instinto de protegerme. No fue intencionado pero no me arrepiento porque mutantes como el son la razon de que no estemos preparados para defendernos.- Gruñio.- Tu amigo Gambito lo ha entendido, nos apoya. Puedes preguntarselo tu mismo, esta abajo, en el gimnasio.

La explicación de Mark, lejos de calmar a Scott lo enfureció todavía más. No obstante trató de averguar algo más antes de hacerle pedazos.

Me has hablado de Gambito, pero ¿donde están los demás?

Los demas estan bien. Te cogi a ti porque en la explosion un cascote te golpeo la cabeza, estabas muy mal, capullo. No espero que me des las gracias por ello pero estas en mi casa y vas a tener que comportarte o te saco de aqui de una patada y la proxima vez que te vea te pego un tiro en el visor de nena que llevas.- gruño Lember

En ese momento una alarma sono y Mark tecleo algo en un ordenador.-¡Mierda! una explosion en el gimnasio.- gruño y corrio hacia el lugar a toda prisa.