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[XI KDD Nacional] Dreamraiders: Reencuentro

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22/03/2016, 15:00
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¿Dónde estabas cuando comenzó la Gran Vigilia?

Detroit, Estados Unidos - 19:40

Está por acabar tu turno y has decidido que has tenido suficiente por hoy. Hay cierto revuelo en las calles, tras haber encontrado a un par de personas en estado vegetativo, han sido más que un par. Por comisaría se ha corrido la voz de que por las calles debe correr alguna mierda nueva, que causa sobredosis en muchos casos. Ha habido múltiples llamadas a comisaría a causa de ello y ambulancias han sonado de forma escandalosa por las calles de la ciudad, anunciándolo.

Más tarde, te encaminas hacia el bar de policías de Bull. Al entrar ves que hay policías de toda la ciudad aposentados, en sus horas de servicio algunos. Puede que puedas sacar algo más al respecto sobre esa nueva droga, a los policías les gusta hablar. Una condecoración por ello podría reflotar tu carrera y puede que hacerte ganar un ascensor. Bull nada más verte entrar te tiende una cerveza y luego vuelve su mirada a la televisión, tiene puesto el canal de noticias internacionales. No paran de pasar imágenes de disturbios en varias ciudade: Omsk, Bangladesh, Bangkok, Yakarta...

"Menuda locura, eso han sido los putos aliens. Ya veréis". Oyes exclamar al fondo de la barra a Giorgio, un oficial de tu sección. Era del tipo que se creían toda esa mierda de aliens y fantasmas que pasaban por el canal discovery. 

Es justo entonces cuando Bull llama tu atención y te deja un sobre sobre la barra, al lado de la cerveza que te sirvió hace no tanto. "Llegó esto para ti". Un escalofrío te recorre al ver quién envía la carta...

... ¿Podrían estar los disturbios de todo el mundo relacionados con él?

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22/03/2016, 15:01
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¿Dónde estabas cuando comenzó la Gran Vigilia?

Los Angeles, Estados Unidos - 16:48 horas

Cuelgas el teléfono y tachas un nombre más de tu lista. Un nuevo callejón sin salida en tu búsqueda de respuestas. Te echas hacia atrás, cierras los ojos y te dejas llevar por el rumor de teléfonos y voces que resuenan de un lado a otro de la redacción. Pensabas que podrías volver a la rutina tras lo que pasó. Imposible. Tienes esa sensación de que algo se te escapa... de que te ocultan la verdad.

Alguien deja un café caliente en tu mesa. Es Tim, redactor jefe de tu sección. Es amable pero firme a la hora de recomendarte que dejes eso a un lado. Junto al café te deja un expediente. Lo miras con la duda en tus ojos. Su única respuesta es "la rueda de prensa comienza en media hora: si fuera tú, me daría prisa".

Veintinueve minutos después, el estrés ayuda a dejar de lado tus preocupaciones. El cámara apenas puede seguir tu ritmo mientras te abres paso entre la multitud, con tu acreditación entre los dientes. Finalmente, consigues uno de los últimos huecos libres. El auditorio del hospital nunca ha tenido tanto público. Los flashes destellan cuando un hombre de pelo cano y bata blanca entra en escena. Lo acompañan dos tipos más, trajeados y que te parece reconocer como peces gordos de la Casa Blanca. No has tenido tiempo de leer el informe completo pero parece que tiene que ver con esa especie de histeria colectiva que azota a Europa y Asia...

Entonces, suena tu móvil Algunas miradas de desaprobación te rodean mientras te alejas y dejas que Joel, el cámara, se encargue de captar las declaraciones. Al otro lado de la línea, Betty, de redacción: acaba de llegar una carta a tu nombre. Cuando te dice quién la remite casi se te para el corazón.

Quizá tu suerte haya cambiado, piensas.

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22/03/2016, 15:02
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¿Dónde estabas cuando comenzó la Gran Vigilia?

Nueva York, Estados Unidos - 19:40

La fiesta está en lo mejor, suena buen jazz, la gente se divierte y los negocios se hacen prácticamente solos. A todos les alegra verte de vuelta y, salvo algún que otro aguafiestas, nadie comenta nada sobre tu última mala racha. Mejor. Es tu reincorporación al trabajo y lo último que quieres es que nadie te deprima.

Es lo mejor de la noche, te presentan a la nueva joven promesa del bufete, un recién licenciado llamad Norton. La nueva generación parece haber sido gestada en una X-BOX: su tecnocháchara te aburre y estas a punto de desconectar cuando hace mención a "lo que están cociendo en la SENOKRAD".

Y, de repente, Norton se hace el amo de la fiesta. No para de hablar de los rumores que circulan. Por supuesto, el hijo de puta apenas si da detalles concretos. Se limita a enumerar un rumor tras otro: que si han reunido a los mejores científicos que el dinero puede comprar, que si llevan casi un año trabajando en una isla cuya localización es alto secreto... Casi te da envidia que ese pequeño hijo de puta te robe tu momento de protagonismo. Pero la verdad... sientes curiosidad por esa mierda. "No sé lo que ese cabrón de Dávalos tiene entre manos... pero si te da la décima parte de lo que ha invertido, ¡yo quiero un pedazo!". Todos ríen el chiste de Norton.

Entonces escuchas la voz del anfitrión. Te llaman por teléfono. Dejas la conversación con un oído pegado al monólogo de Norton. Puede que sea sólo un globo sonda. O peor, algo como lo de Lehman Brothers. Y aunque SENOKRAD es sólida, sabes que no hay que guiarse por las apariencias. O al menos ya deberías haberlo aprendido. andas tan metido en tus pensamientos que apenas prestas atención a lo que te dicen al otro lado del teléfono. Al menos hasta que tu secretaria menciona un nombre. Un nombre que suena como un uno seguido de muchos ceros.

Y de repente la fiesta, Norton y sus rumores de inversión dejan de importar un pimiento.

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22/03/2016, 15:04
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¿Dónde estabas cuando comenzó la Gran Vigilia?

Bagdag, Irak - 3:41 horas

Recostada sobre la litera, jugueteas con las chapas que llevas al cuello mientras escuchas como el resto del pelotón rebufa y trata de encontrar una postura que les permite dormir. La verdad es que ha sido una jornada chunga: habéis estado de patrulla por el distrito de Durei y eso siempre significa apretar los dientes de puta tensión. Tú y el resto de la Unidad 19 habéis llegado lo bastante hechos polvo como para dormir una semana seguida.

Y ese es el problema. Ninguno puede pegar ojo. Que le pase a Nicky "Nervioso" sería normal: desde que estuvieron a punto de secuestrarlo en su primera semana de servicio, el pobre italoamericano sufre de pesadillas tan jodidas que rara es la noche que no se despierta gritando. Pero esa noche, todos sois Nicky "Nervioso".

Notas como el colchón de la litera de arriba se mueve y no tardas en ver a tu colega Mitch sonreír con su diente de oro y los ojos rojos por el sueño. "Colega, ¿qué coño pasa? ¿Tú tampoco puedes dormir?". Niegas con la cabeza al tiempo que escuchas la música que viene del pabellón de al lado. Parece que no sois los únicos. Algunos de vosotros os levantáis para aseguraros: el campamento está iluminado como si fuese la noche del cuatro de julio. Es cuestión de tiempo que algunos empiecen a decir que lo que os impide dormir es algo que los iraquíes os han metido en el agua.

El rumor corre lo bastante deprisa como para que, en menos de una hora, el sargento irrumpa en el barracón, obligándoos a marchar camino de la enfermería para una inspección médica. Todo ello con los clásicos insultos y gritos. Estás dispuesta a salir cuando notas la mano del sargento frenar tu paso. "Tú no, soldado". Mitch te mira con incredulidad. La misma con la que escuchas al sargento decir que el capitán Moore quiere verte. Eso te acojona bastante más que la posibilidad de ser víctimas de un ataque biológico iraquí.

Para cuando te presentas en la oficina del capitán Moore, él ignora tu marcial saludo: está demasiado ocupado gritándole a dos teléfonos a la vez. No tienes qu pegar mucho la oreja para enterarte de que está pasando lo mismo en todas las bases de la región. En un momento dado, el capitán se despega de los teléfonos y te arroja una carpeta color añil con un sello que pone "Confidencial". Al abrirla encuentras una orden directa con instrucciones de volar hasta unas coordenadas, en algún punto del Canal de la Mancha. Y, una vez allí, tendrás que presentarte ante una "figura de autoridad civil". No sabes qué te impresiona más si el hecho de ver que la orden está firmada por el propio Secretario de Defensa...

... o reconocer el nombre y apellido del civil en cuestión.

El capitán te mira. "¿A qué coño esperas, soldado? Tienes un Blackhawk preparado en la pista. Aprovéchalo... será el último que salga con autorización de la base hasta que averigüemos qué demonios está pasando".

Tras un fugaz saludo, sales de su oficina. A tu alrededor parece que esté a punto de estallar una guerra. Y es curioso: no sientes que te estés alejando del campo de batalla... Más bien todo lo contrario. Sientes que estás a punto de meterte en la boca del lobo.

 

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22/03/2016, 15:04
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¿Dónde estabas cuando comenzó la Gran Vigilia?

Provincia de Edo, Japón - 9:43 horas

Es primera hora y pasas lista a los alumnos mientras el murmullo flota en el ambiente. Llegas al nombre de Kamiko y te sorprende no escuchar su voz. Es la primera vez en todo el curso que falta a clase. Entre los matones se escuchan risitas y algunos insultos a media voz. "¡Le habrá explotado el cerebro, profe!".

Más tarde, caminas hacia la sala de profesores. La directora os ha convocado a todos y uno de tus compañeros te comenta el rumor: en su clase también han faltado dos chicos. Y no son los únicos como confidencia a media voz, te susurra que parece cosa de drogas.

La sala de profesores está muy concurrida. Los rumores van de un lado a otro: esa mañana se han disparados las ausencias entre el alumnado. Tú, por tu lado, apenas si prestas atención. Estás más interesado en saber si Kamiko estará o no enferma. No sólo es la alumna más prometedora de tu grupo, sino que además es la presidenta del club de astronomía. De hecho estuvisteis chateando hasta tarde comentando esas extrañas luces que parecían una aurora boreal, por la zona de Tunguska. 

Tu atención vuelve al presente. La directora apenas si ha comenzado a dar las primeras explicaciones cuando uno de los profesores llega apresuradamente. "¡Lo están diciendo por la tele!".

Apenas han conectado el televisor, tu móvil comienza a sonar. Sales de la estancia contestando al teléfono. Es de tu casa: al parecer has recibido una carta urgente. Desde el umbral, divides tu atención entre la llamada y las imágenes que emite el televisor. Parece que alguna clase de crisis está movilizando a las fuerzas estadounidenses de Irak. Lees en titulares menciones a "Ataque biológico", mezcladas con otras imágenes de disturbios en varias ciudade: Omsk, Bangladesh, Bangkok, Yakarta...

De alguna forma, tienes una sensación parecida al "déjà-vu". 

Como si, de algún modo, esa carta y aquellas imágenes estuviese conectadas.

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22/03/2016, 15:05
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¿Dónde estabas cuando comenzó la Gran Vigilia?

Omks, Rusia - 5:42

La primera llamada de emergencia llega a los cinco minutos de empezar el segundo turno de noche. Dos jóvenes, no más de veinticinco años cada uno. Aparentemente, sobredosis de alguna mierda que se han metido. Compruebas las constantes y las pupilar. Estado vegetativo. Preguntas a los responsables de la UVI móvil: ellos se encogen de hombros. El conductor, sin embargo, deja que su voz resuene por encima de las de los demás. "Es la misma mierda que en los otros casos".

Subís los dos cuerpos a la planta de cuidados intensivos. Antes de que podáis atravesar las puertas de la planta, el jefe de sección se interpone en vuestro camino. Por un segundo deja de vociferar al otro lado del móvil y se centra en vosotros: Joder, ¿es que no lo he dicho lo bastante claro? ¡Estamos al completo! ¡Tenemos que dejar heco para los casos urgentes!". Dejando de lado los comentarios más soeces, os indica que los pacientes vegetativos tienen que ser trasladados al Kisinov. Y así lo hacéis. En ese caso... y en los otros diez que se dan a lo largo de vuestro turno.

Pasan las horas y llegáis a la sala de descanso. Allí, uno de tus compañeros te arroja tu móvil. "No ha parado de sonar", te comenta. Tiene razón: seis llamadas perdidas, todas de un mismo número. No lo reconoces pero, a juzgar por la gran cantidad de dígitos, debe ser una conferencia internacional. Entones te das cuenta de que hay algo en tu casillero: algo que no estaba antes de salir. Es un sobre. Una carta.

La abres mientras el resto de tus compañeros posan su mirada en el pequeño televisor de la sala. En pantalla, una rueda de prensa en el Kremlin. Piensas que quizás sea algo sobre la crisis en Siria o un nuevo escándalo de pucherazo en las elecciones. Pero enseguida te das cuenta de tu error...