Partida Rol por web

Como os prometieron Lugh y Luz, El Lirio Verde es una posada de calidad. Os llama la atención que no tiene ostentosas decoraciones, son simples y de colores agradables, lo que invita a que echéis un vistazo a las salas del piso inferior.

Realmente es un lugar grande y agradable, con un comedor para los clientes y una gran sala que funciona como salón de baile habilitado con mesas para ofrecer cafés e infusiones.

Como os habían comentado, una fuente refresca el ambiente de la zona y el sonido del agua produce una sensación de tranquilidad.

El guardia que os ha acompañado, hasta allí se despide de vosotros amablemente y tras eso, entregáis la carta al dueño del local, que os atiende con diligencia y premura y os ofrece buenas habitaciones.

Todas son individuales, aunque están conectadas de dos en dos. La habitación está limpia y ha sido preparada en el lapso de tiempo que empleasteis para visitar la planta baja ya que huele ligeramente a incienso y tiene una palangana y una jarra con agua para asearos.

Una vez instalados, os indican que las comidas también están incluidas en la oferta del capitán (tenéis una semana pagada) y os informan que la cena está ya disponible para cuando os plazca.

Disimuladamente pides al propietario que te indique la habitación donde se aloja Gerard y Aigentarinji. Dadas las credenciales con las que habéis llegado al local, te la dice sin reparos, así que en un momento que os tomáis para asearos aprovechas para ir a buscarlos.

Cuando llegas a la habitación, decides llamar por cortesía en primer lugar a Gerard. Este se alegra mucho de verte y te informa que la chica estaba terriblemente cansada y ya se ha acostado así que considera que lo mejor por ahora será dejarla descansar.

Cena caliente...

A Lugh se le hizo la boca agua. No solía comer demasiados platos calientes, principalmente debido a su extraña aprensión al fuego y a la moderación con la cazaba, prefiriendo siempre tomar alimentos vegetales. Sintiendo como su estómago rugía, fue de los primeros en presentarse en el comedor, con una sonrisa traviesa y mirada hambrienta

Sus improvisados compañeros no tardarían en comprobar que, pese a su tamaño y edad, Lugh podía llegar a engullir tres veces su peso en comida

Ethan se había desecho disimuladamente de los otros para poder ir a ver a Gerard y Aigen. No sabía muy bien por qué iba a escondidas, pero su instinto así se lo decia. Y el maestro  Li siempre le había dicho que se fiara de su instinto en las situaciones más importantes.
No creía que Lugh les estuviera engañando, pero más valia prevenir que curar como le decía siempre la maestra Lince Veloz.

Por desgracia, Gerard le informó que Aig estaba durmiendo. No obstante era importante lo que tenía que decirle.

Lo entiendo Gerar. Y normalmente no la molestaría, pero lo que tengo que decirle es importante. Será mejor que vayamos a despertarla.

-No creo que sea lo mejor, pero si insistes- te señala la puerta desde la que podéis acceder a la de Aigentarinji- se ha pasado toda la tarde llorando sin parar. Cuando he vuelto de visitaros, el propietario me ha preguntado si iba todo bien y cuando se lo he explicado, me ha dicho que no habría ningún problema, que no alquilaría la habitación contigua para no crear problemas.

Abre con sumo cuidado la puerta y llega un olor agradable desde el otro lado. La habitación está en penumbra, apenas quedan dos dedos de la única vela que da algo de luz. Gerard camina con sumo cuidado y enciende otra vela. Luego te mira y te indica con gestos que la chica está dormida.

-no quería dormir a oscuras-sonríe lévemetne- deberíamos dejarla dormir un poco más y luego despertarla, perdona porque insista, pero realmente ha pasado un día terrible.

Ethan asintió a Gerard. En verdad no querría hacerlo, pero no veía otra opción.

Lo sé. Y no la molestaría si no fuera realmente importante.
Pero lo que tengo que decirle es importante. Además, si es cierto lo que pasa serám buenas noticias para ella y la alegrarán un poco.

Alan cierra un segundo los ojos, deleitándose con el sonido del agua al caer. El chico que tenía a su lado había dicho algo pero no le estaba prestando atención. Le encantaba ese sonido, era tan relajante…

Volviendo otra vez a la realidad, se gira hacia el grupo y se rasca la oreja con pereza.

-La escenita de las celdas me ha dado hambre. ¿Queréis algo de cenar?

Sin esperar la contestación de nadie, se dirige hacia la barra dispuesto a pedir, haciendo una breve pausa para pasar las manos por la fuente de agua.

Buscáis una mesa para cenar. Cuando os sentáis os dais cuenta de que Ethan no está.

Un miembro del comedor se acerca a vuestra mesa y os informa que tenéis para la cena un puré de verduras caliente podéis elegir entre conejo o perdiz acompañada de una pequeña guarnición de patatas asadas.

Hay mucha gente en la sala y podéis observar que los platos que se sirven tienen una buena cantidad de comida, apropiada para la cena. 

El sirviente también os pregunta que tomaréis para beber y si necesitáis algo más.

Luz lo piensa un instante antes de responder.

-Me gustaría probar las perdices si es tan amable, y una copita de vino dulce para acompañar sería estupendo sonríe al pedir la cena, sin duda alguna está animada por la emoción.

-Hay que celebrar que vamos a encontrar a nuestra hermana, por cierto ¿donde se ha ido vuestro compañero?

Gerar al fin asiente con la cabeza y te cede el paso mientras él se retira con pasos silenciosos.

Te encuentras junto a la joven y la observas profundamente dormida, respira tranquilamente y permanece acurrucada bajo una manta que sin duda alguna le habrá puesto Gerard mientras lloraba hasta quedarse dormida.

Posas tu mano en su hombro con delicadeza para despertarla. Parece que está muy dormida, así que insistes un poco más y luego un poco más hasta que te extrañas de que no despierte con tus zarandéos.

Alan parpadea un par de veces, preguntándose en silencio cuando demonios había desaparecido Ethan. Cuando el camarero se acerca hacia ellos Alan se gira hacia él.

-Oh, eh…yo tomaré perdiz, gracias. Para beber algo de vino, si no es mucho pedir.

Sonríe al hombre sin mucho entusiasmo y se rasca la barbilla. Aquel lugar era bonito, sin señor. Seguro que las habitaciones eran de lo más cómodas. Por fin tendría una cama donde dormir y no el frío y duro suelo. Todavía le dolían las costillas de acostarse sobre piedras…

-La cosa es cuando se ha ido. Yo no he visto nada-Dice a la chica a modo de respuesta mientras juguetea con el mantel y pasea la vista por la sala.

Entonces ella es vuestra hermana, ¿No? La niña a la que han secuestrado. ¿Tenéis alguna idea de por que la querrían? Parecían buscarlas a ellas específicamente.

O al menos a alguien con su descripción.

En un principio Ethan creía que la chica estaba dormida, pero en cuanto la sacude un poco y esta no se despierta empieza a preocuparse.

Aij. Aij, despierta. Vamos por favor despierta.

El joven no es que tenga mucha idea de medicina, pero le acerca los dedos al cuello para ver si tiene pulso. Asustado mira a Gerard.

¿Cuanto hace que la has dejado sola?

Al ver que Ethan ha desaparecido sin decir nada, me excuso rápidamente y salgo a la calle a buscarlo.

Lugh había cazado muchos conejos a lo largo de su vida, así que no era un plato demasiado nuevo para él. Sin embargo, aquello de la codorniz sonaba genial. Pidió agua para acompañar; ya había probado el vino una vez, y no acababa de gustarle del todo. Quizás su paladar, aún joven, no acababa de digerir del todo el sabor del alcohol, aún estando en tan poco cantidad como en el vino

Una vez le trajeron los platos comenzó a devorarlos sin demasiada ceremonia, tan hambriento estaba. No prestaba demasiada atención a la conversación

¡Esto está delicioso!

La chica observa como Nyphel abandona el lugar en busca de Ethan -qué estará ocurriendo?-pero sin darle más importancia al asunto responde a la pregunta con amabilidad.

-La verdad es que no sabemos cual será el motivo, de hecho apenas sabíamos que teníamos una hermana hasta hace poco tiempo, así que no se en qué líos puede estar metida.

Hace una señal hacia los dos asientos vacíos -¿ocurre algo?

Sales rápidamente de la posada y echas un vistazo rápido para ver si encuentras a tu compañero pero no hay señal de él.

Caminas un poco por la calle, pro si ha encontrado a alguien o ha visto algo, pero no aparece, incluso te diriges hacia el parque que hay enfrente ya que los arboles tal vez no te dejen ver a tu compañero pero nada.

No hay ni rastro de Ethan.

Se les va a quedar frío

Lugh hablaba con la boca llena

Cuando compruebas si tiene pulso, respiras aliviado al observar que sí, sus latidos están escondidos y son lentos, pero ahí están, ademas observas como su pecho se eleva con cada respiración, lo cual te tranquiliza, aún así, la situación es preocupante.

Cuando te giras para preguntarle a Gerard sobre lo que ha podido pasar, tu pulso se acelera repentinamente. En tu cuello, sientes el frío filo de un sable y siguiendo por su hoja, encuentras la mano de Gerard y más allá una dura mirada que se clava en ti.

 -Tendrías que haberla dejado descansar tranquilamente chico- su voz suena sincera y algo pesarosa-podrías haber cenado caliente y haber dormido en paz, pero tuviste que insistir.

Alan negó con la cabeza mientras engullía su cena.

-No tengo ni idea de donde han ido. Habrán visto algo interesante.

Sin darle mayor importancia al asunto bebió un trago de vino para pasar la perdiz y se dirigió de nuevo a los dos.

-Pues mira que es raro eso, ¿Eh? No saber que tienes un hermano…

Agitó la mano quitándole importancia al asunto y volvió a comer, planteándose cual podría ser su siguiente paso.

-Por lo pronto lo mejor que podemos hacer es pasar la noche aquí. Mañana empezaremos con las investigaciones. Quizás alguien viera algo o supiera de la banda, no se.

Se terminó su plato en silencio y miró con gula el de sus compañeros. Lugh tenía razón, se les iba a quedar frío, y no se podía desaprovechar la comida así. Su estómago todavía rugía indignado ante esa idea.

Discretamente, estiró el brazo hasta uno de los platos y lo arrastró hasta sí, empezando a comer de nuevo.

Howard comía en silencio mientras dejaba su mente vagar. La conversación vagamente era capaz de atraer su atención. Parece que desconocían la existencia de esas hermanas.

Familia... Me pregunto donde estarán mis padres ahora mismo. ¿Seguirán juntos? Lo más probable es que no. Podrían incluso haber muerto en medio del desierto. No creo que les gusten los esclavos debiles... 

De repente había perdido el apetito.

Apartó un poco el plato y algo le vino a la memoria.

-Lugh. ¿Que ocurrió con lo de aquella mujer del bosque?