Partida Rol por web

Mientras Ethan hacia de guardia a los alrededores de la caravana, durante esa noche no vio nada raro, ni siquiera vio muchos animales silvestres y mucho menos personas. Howard comia algo al lado de la fogata con los demas pasajeros mientras miraba de reojo a La Orden Del Cielo revisando el equipaje, mientras Nyphel revisaba las cosas que sacaban de la caravana. Una por una las miraba meticulosamente pero no encontraba sospechoso, nada.
Era extraño, ¿acaso ese misterioso hombre se las alla llevado con el? ¿Serian solo excusas de Fenix para su cuartada o hay algo podrido detrás de todo? Cosas como estas y muchas mas se murmuraban alrededor del fuego, pero todos sabian que no habia tiempo para detenerse para mirar todo, habia que seguir el viaje lo mas rapido posible.

La caravana vuelve a iniciar su curso y asi durante 2 dias y 2 noches mas hasta llegar a la ciudad de Malakar, en las famosas tierras de Lucrecio. En el camino hacia la ciudad se pueden apreciar grandes mansiones, todas de distintos estilos y formas, desde pequeñas y elegantes hasta inmensas con aspecto a fortalezas, desde aspectos barrocos hasta orientales.
Luego de cruzas unas murallas no muy impresionantes, entran a la dichosa ciudad de Malakar, la arquitectura es parecida a la romantica y se vuelve cada vez mas gloriosa a medida que se van acercando al centro de esta.

Cuando la caravana arriba al centro estacionan las carrozas a un costado de la ruta principal, justo al lado de un parque bastante grande. Los conductores se bajan y abren las puertas dejando bajar a los pasajeros en esta nueva tierra

Howard se encontraba con animos renovados. Por fin habia llegado a su destino y sentia que ya se hallaba más cerca del hogar, si es que todavia le quedaba alguno. Además habia conocido gente muy interesante en el viaje y aunque aun no se sentia agusto al lado de Ethan sabiendo de lo que era capaz no creia que se tratase de nada malo.

Bueno. - Dijó bajando junto a Nyphel e Ethan. - Malakar ¿no es así? ¿Alguno sabe si esto esta muy lejos de Kushistan? La verdad es que me vendría bien hacerme con un mapa. Ah y un par de cosas. ¿Se va a encargar la orden de Fenix? Y.... ¿que planeais hacer ahora?

Al llegar a la ciudad de Malkar Ethan no para de asomarse para poder verla. Aunque sabe que se ha alejado un poco de su destino, está contento porque conocerá más mundo y más personas interesantes.

En cuanto peude baja a estirar las piernas y respirar el aroma a ciudad.

Bueno, bueno, bueno. No parece un mal sitio esta ciudad. Pero todavía no hemos llegado a Lucrecio ¿no?

De kushitan no tengo ni idea la verdad. Creo que está al este de Argos, y Argos está al sur de Lucrecio. Pero hasta ahí llegan mis conocimientos.

En cuanto a lo que hacer ahora. Depende de cuanto tiempo tengamos antes de que continue el viaje.

 -Creo que lo entregarán a las autoridades, yo... yo seguire un poco mas con la caravana, siempre he querido visitar Kushitan, pero... -Dejo caer pesadamente mis cosas la suelo- ... las cosas no han salido como esperaba... ahora tengo otros asuntos, yo... creo que ahora me odia... y mi padre... -sacudo mi cabeza violentamente- Quiero viajar mas con ustedes, ella ahora creo que me odia, y considerando lo torpe y debíl que soy no creo tener oportunidad.

Cierro mis ojos y respiro profundamente, fundo mi cuerpo, mente y alma. Y por solo un segundo, atisbo la iluminación

Ethan -saludo marcialmente- Maestro Ethan, Sifu Ran. ¿Podría ser mi maestro?, como ha podido ver soy una persona muy débil y que necesita entrenamiento. Deje el templo por la muerte de mi madre, así que que no he terminado mi instrucción. Sin embargo, estoy seguro que con su ayuda, y con la instrucción del maestro Hebel podre pasar sin dificultad las pruebas que me esperen de regreso a Arkangel.

Maestros, si me aceptan como su alumno prometo dejar muy en altos sus nombres, y hacer buen uso de sus enseñanzas. Esta.. esta repentina acción no es producto de uno de los tantos momentos en los que las emociones y turbaciones de mi alma me dominan, son... son producto de haber observado mi tercer ojo hacia el interior, de  contemplar y reflexionar sobre mi vida para determinar lo que verdaderamente quiero en esta vida, y por lo que estoy dispuesto a luchar. Se que lo que deseo puede parecer algo hasta cierto punto imposible, pero por mi deseo y por mis sueños quiero construir mi propio camino y renacer como el fénix.

Ethan escuchaba a Nyphel, pero a medida que la conversación se ponía más trascendental no podía creerse lo que escuchaba. Primero sonrió, pero luego se dio cuenta de que Nyphel hablaba en serio. Miró a Howard un tanto preocupado.

Estooo. Nyphel, por favor. No te pongas así.

Lo primero no me llames maestro, ya que yo soy un simple alumno. Y en segundo lugar creo que deberíamos irnos a algún lugar más tranquilo a hablar del tema.
¿No crees Howard?

Ethan estaba más turbado que si se enfrentase a una serpiente gigante.

¿Eh? ¿eh? ¡Eh! para el carro Nyphel. - Contesto Howard al tiempo que hablaba también Ethan, pero al percatarse de que este ultimo se dirigia a él se calmo un poco para contestar.

Eeh.. si claro, vayamos a hablar de ello a otro lugar, una taberna, un parque... De todas formas Nyphel ya te aviso, no hay nada que yo pueda enseñar a un universitario como tu, yo vivia en una granja al oeste de Kushistan hasta hace muy poco, y ni si quiera se me daba bien tratar con los animales, tan solo corria tras ellos y los atrapaba si se escapaban.

Y respecto a la lucha... no hace mucho tiempo que aprendí a pelear y fue tan solo por necesidad. Las armas ni si quiera son mias... bueno ahora si. Pero ese es otro tema.

Lo que quiero decir es que yo no tengo capacidad de enseñarte nada que no sepas ya, a mi me enseñaron como agarrar un arma para que no se te caiga, como apartarte cuando intenten golpearte y lo demas es puro instinto de supervivencia.

Sin duda Ethan podría enseñarte muchas mas cosas que yo. Pero de eso seria mejor hablar en un lugar mas tranquilo.

Me reincorporo nuevamente y respondo seriamente.

 Hay muchas cosas que podrían enseñarme, pero tienen razón, he pecado de imprudente. Vallamos a otro sitio.

Cojo mis cosas y marco las mercancías que van a mi nombre.

Cada vez entendia menos a los universitarios asi que cogió su mochila se aseguro el cinto y pregunto.

¿Bueno y a donde vamos?

Ethan agradeció que Nyphel se calmara un poco. Y al ver como Howard opinaba lo mismo que él se tranquilizó también.

Lo de la taberna me parece un buen lugar. Allí podremos comer algo decente que no sean raciones de viaje y beber algo bueno. Y podremos hablar de esto con calma.

Me parece que nuestro amigo Nyphel ha sufrido un golpe en su autoestima. Mujeres. Nunca dejaré que me afecten de esa manera.
Que sepas que a mi me pareces un artista marcial de categoria. Sin ir más lejos quería que me enseñaras ese estilo que conoces, el Tae kwon do

Al ver como los tres estaban deacuerdo buscaron una taberna para poder comer algo y charlar tranquilamente.

 -No es que mi autoestima halla decaído, es que me al fin me he dado cuenta que con mi torpeza y mis acicones no hago mas que lastimarme y lastimar a otros -sonrío tremulamente- las buenas intenciones no bastan, se necesita preparación. Por ello quiero ser mas fuerte, para poder ser una persona útil y poder ingresar a la orden del cielo.

Para mi sería un honor el enseñarles lo poco que se, es un estilo que apenas y manejo, pero tengo algunos pergaminos que tal vez sean de utilidad.

Eso sí que puedo entenderlo. El querer hacerse más fuerte, el afán de superación. Peleas contra gente increible, con habilidades asombrosas y no las tonterías que yo hago. Eso son retos.

Me amrché del templo de Dos Riso porque quería ver el lugar donde nací y averiguar si tenía algún pariente vivo. Pero también por la oportunidad de enfrentarme al mundo exterior. Creo que esa fue la verdadera mrazón por la que el maestro Li me dejó irme al final. Sabía que si me mantenía encerrado en aquelos muros no desarrollaría todo mi potencial.

Por no decir que no encajaba del todo allí.

Esta vez era Ethan el que hablaba con pasión. Se notaba que vivia para la emoción y la aventura. Para que la siguiente lucha fuera mejor que la anterior.

No me importará enseñarte mis humildes habilidades marciales. Controlo el Kung fu, shotokan, sambo y lama. Aunque todavía me falta mucho para poder dominarlos. Y siempre estoy interesado en apreder nuevos estilos.

Ya verás, tú y yo nos llevaremos bien.

Luego se dirigió a Howard.

Y tú no te subestimes tampoco amigo. Te he visto pelear y eres un buen luchador con esas espadas, sin tí no habríamos podido derrotar a Rojo.

Me alegra que digas eso porque de lo contrario estaria en problemas. Necesito hacerme más fuerte cuanto antes no importa como.

Aun asi insisto, no veo en que podria yo ayudaros a ninguno. Sin embargo Ethan... esa cosa que tu haces me seria de gran ayuda. ¿Cuanto crees que tardaria en aprenderlo?

Howard estaba impactado ante la cantidad de cosas que decia saber hacer Ethan. Habia nombrado cuatro o cinco cosas que no habia oido nunca y que sin duda eran nombres extrangeros. ¿Serian más tecnicas como la que mostro ante la caravana? De ser asi seria un hombre formidable.

A Ethan le gustó la pregunta de Howard. En un principio le había parecido que el hombre estaba asustado de su Rugido del Dragón. Pero al parecer estaba más intrigado que asustado. Eso era bueno.

Vaya. Me pides que te explique la única cosa que realmente no puedo.

Suspiró.

Es una técnica de Ki.

El ki, en el caso de que no lo sepas, es una forma de controlar la energia interior. Normalmente lleva mucho tiempo lograr dominarla y darle forma. Aunque hay gente extraordinaria que puede hacerlo sin mucho esfuerzo.

Puedo tratar de ayudarte a encontrar tú ki interior. Pero el cómo darle forma depende de ti. Lo que yo hago es una manifestación menor de una tecnica que me enseñó uno de mis maestros. Deberáis verla en todo su explendor. Es fascinante.

¿Ki aja? Suena como si cualquiera pudiera lograrlo. Quiza no sea algo tan raro despues de todo... De todas formas te aviso, ya que tu lo ves tan normal. Mejor no hagas esas cosas en público. De hecho yo no termino de sentirme comodo con ello.

Quiza me fuese util aprender. Pero si dices que no puedes enseñarme y que lleva tiempo... Y no es que este me sobre.

Tiene que haber alguna manera de hacerse fuerte rapidamente...

Durante su discurso Howard fue desconcentrandose y termino hablandose a si mismo y sumido en sus pensamientos. Se le veia ansioso y preocupado.

En teoría cualquiera pueda, el Ki es la energía interna que todos los serés vivos poseemos, solo que no todo el mundo aprende a manejar esa energía interna.

Pero enserío, me gustaría aprender de ustedes, el uso de armas, y los artesmarciales que aún desconosco.

Ethan asintió a Nyphel. Estaba claro que él también había oido hablar del ki.

Yo no he dicho que no pueda enseñarte. Puedo ayudarte a abrir tú energia interior, pero no creo estar preparado para poder enseñarte a canalizarlo. Eso dependerá más de tí.

Y para hacerse más fuerte, la única forma qué sé de hacerlo es entrenando mucho y practicando más.

Luego de caminar por las calles de la ciudad encuentran una taberna y deciden entrar para buscar algo de tomar y poder hablar tranquilamente.

La taberna es bastante simple. La puerta de entrada esta junto a la pared de la izquierda de la taberna, y justo debajo de esta hay un pequeño trapo para limpiarse los pies antes de entrar. Hay una escalera a la izquierda que lleva al pequeño balcon cerrado del primer piso, donde solo hay tres mesas con sus respectivas sillas y su barandal. A la derecha de la puerta de entrada esta la barra, donde un joven cantinero de tez oscura esta hablando animadamente con otro joven mientras toman vino en una jarra de cerveza. Luego esta la sala delante de la barra, donde hay en total ocho mesas con sus respectivas cuatro sillas en cada una.

El lugar esta bastante concurrido por tanto hombres y mujeres, pero pocos de ellos estan consumiendo algo, la mayoria solo habla entre ellos y no hay una pizca de agresividad en el lugar

Pasas de Nivel ^^
Congratulations