Partida Rol por web

¿Y si las Magical Girl fueran reales?

El dia en el que todo cambio

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05/09/2019, 23:25
-Master-

Tokyo 25 de Agosto de 2019 Frente a la Estatua de Hachiko junto a la Estacion de Shibuya 12.00 horas

La sensación era extraña, la concurrida plaza estaba vacía, ya lo habías notado antes, por algún motivo habías llegado allí, quizás habías quedado con alguien, o tal vez solo pasabas por allí, pero decidiste adentrarte en la pequeña plaza en donde el fiel Hachiko observaba el pasar de los años y como cientos de miles de personas pasaban por delante de él, en una plaza siempre llena de gente, sin embargo, en la cálida noche del 25 de agosto no era así.

La plaza estaba prácticamente vacía, salvo por unas 9 personas, quizás conocías a alguna, quizás no, sin embargo, era extraño, solo había 9 personas allí, lo cual era algo inaudito. Junto a la estatua del perro había una chica, joven, no debía tener más de 20 años o rondar esa edad, de cabellos negros y mirada intensa, en cierta forma parecía como si estuviera enfadada, con una forma de vestir algo llamativa ya que llevaba ropas blancas con letras llamativas en su chaqueta y una cinta en el pelo tan clásicas de los animes, de hecho su aspecto recordaba a una chica de anime

La chica estaba agachada con una mano apoyada en el suelo, sin embargo, con tranquilidad se levanta y observa la plaza, al ver a todas las personas que estaban allí parece sorprenderse quedándose mirando unos segundos a todos, después dice algo:

Bueno Myao*… yo hago lo que me ha dicho Mayuyu

La chica suspira y algo que parece increíble sucede sus manos se iluminan con un fulgor dorado muy intenso, sin embargo, nadie fuera de la plaza lo ve, es como si la zona estuviera totalmente aislada del exterior, la chica se inclina y toca sus manos fuertemente con el suelo haciendo que aquel resplandor dorado se haga mucho más intenso cegando a todos los presentes por unos segundos.

Al recuperar la vista la chica no está y la plaza esta con mucha gente como siempre, es raro, esta como si no hubiera pasado nada, sin embargo, desde ese fogonazo tienes una sensación, una sensación de picazón en la cabeza y en las manos.

Notas de juego

Bueno, como os dige os voy a dejar el primer turno, si, es largo y pasan muchas cosas, pero asi teneis margen para interacturar entre vosotros si quereis. Lo que si narrar un poco de vuestro dia y porque vais a la plaza, evidentemente todos teneis que ir y las personas que os encontrais cuando "esta vacia" sois vosotros


* Por si no lo sabeis, la mayoria de las veces cuando en japones te quieres referir a ti mismo (lo que nosotros diriamos yo o simplemente lo omitimos) ellos dicen su propio nombre para referirse a ellos mismos

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05/09/2019, 23:38
Natsumí Kato

Tan sólo nueve personas... Que extraño ¿No? Al fin y al cabo, es uno de los lugares más transitados de todo Japón ¡Y da la casualidad que no llevamos ni a una docenade personas!

Claro que, estando yo, la grandiosa Natsumí, es como si hubiera mil personas. Mi grandeza llena la sala. Seguramente nadie estará mirando a esa cosplayer de blanco, estando anonadados por mi hermoso modelito -y por el sonido de mis enormes tacones en el suelo-

 

Entonces, la cosplayer exhibiscionista dice una frase rara, usa un... ¿Gadget? ¡Y luego desaparece?

 

Así pues, con una extrañeza como poca, me acerco a donde estaba la moza, a ver donde ha tocado, y a tratar de investigar que matrioskas ha sucedido.

Quizá me parezca ver que los otros siete de la sala (Seis grandiosas mujeres y dos machos humanos) se han dado cuenta

"¿Vosotros tambien lo habeis visto?" pregunto, intentando romper el hielo

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06/09/2019, 02:53
Makoto Inio

Makoto estaba un poco dolida aún por lo que había tenido que dejar atrás cuando había tenido que mudarse a Tokyo. Luego de lo que había sucedido con aquellas chicas que le habían complicado la vida en su anterior colegio, sus tíos habían decidido que lo mejor sería que Makoto cambiara de colegio, por lo que buscaron uno en el área de Tokyo donde la joven pudiera evitar nuevamente esa clase de experiencia tan desagradable. Basta decir que a la guitarrista... había sido un gran golpe en su moral, y ciertamente algo que al principio había rechazado en demasía. Después de todo, el cambio de colegio implicaría el dejar atrás a las pocas amistades que había forjado en Kagoshima. Entre ellas a su querida amiga, Aori. Sin embargo, tras hablarlo lo suficiente con sus tíos, al final, Makoto desistió de oponerse a la idea, considerando que ellos tenían razón, que tal vez allí podría estar más tranquila luego de lo mucho que la habían hecho sufrir esas jóvenes detestables. Por lo menos, había optado por reunirse con Aori para explicarle la situación, asegurándole que, a pesar de todo, permanecería en contacto con ella para volver a tocar junto a ella, acompañando su voz con su guitarra.

Aún así, tras esa dolorosa despedida, esperando encontrar una mejor vida escolar en Tokyo, pronto descubrió que aquello no sería tan sencillo. En su nuevo colegio, no había hecho otra cosa más que notar el distanciamiento de la mayoría de sus compañeros de clase, y lo peor de todo era que ella estaba sola en la residencia de estudiantes en la que ahora vivía, lejos de sus pocos amigos, así como de sus tíos, a los cuales no vería hasta que no llegaran las vacaciones. Estaba sola, lejos de su hogar, lejos de todo lo que medianamente la había alegrado, y su personalidad no había sido la más ideal para atraer la atención de nuevas amistades de momento. Tal idea no había hecho otra cosa más que deprimir a la pobre Makoto, la cual estaba segura que, lo que había sucedido en su antiguo colegio, no tardaría mucho en repetirse allí también. Su sacrificio no habría sido más que una pérdida de tiempo de su parte, algo que ciertamente le dolería en demasía. ¿Qué haría ahora? No estaba segura. En cierto momento del día, había considerado la idea de llorar, lamentando el estar tan lejos de su hogar, si bien no quería darle esa satisfacción a esas chicas. Darles la razón. Odiaba todo eso. Esa mancha de oscuridad en muchos. Era repugnante al punto de causarle náuseas.

Al final, luego de salir de su colegio, sin ser acompañada por nadie más que la propia soledad, la joven guitarrista había optado por regresar a su residencia, pasando gran parte de la tarde estudiando un poco o incluso tocando su instrumento, mientras intentaba, en cierta manera, superar su pesar. La guitarra había sido de mucha utilidad para expresar su emoción actual, mientras reprimía la necesidad de liberar algunas lágrimas por aquella sensación de "exilio" que sentía en ese instante tan desesperante. Suspirando, no tardó en notar cómo la oscuridad se había apoderado del cielo. Tras pensarlo un momento, consideró que no sería una mala idea salir a comprar algo al "conbini" más cercano a su residencia. Por esa razón, tras dejar la guitarra sobre su cama, no se demoró en abandonar su nuevo hogar, esperando que un poco de aire fresco fuera suficiente para despejar su mente mientras se dirigía a comprar algo para comer. En el camino, optó por cruzar la plaza donde se encontraba la Estatua de Hachiko, una estatua que reflejaba la pureza de una hermosa criatura que había amado a su amo. Aquella visión, despertó una cálida sonrisa en la joven, antes de notar que había un par de personas más en aquel sitio.

No obstante, lo que más llamó la atención de la guitarrista, fue la presencia de una extraña chica vestida de una forma que era verdaderamente llamativa. Parecía sacada de algún anime extraño. Si bien, la chica en cuestión se expresó en cierto momento, mencionando algo sobre que hacía algo que alguien le había pedido que hiciera, antes de que un extraño brillo comenzara a revelarse en sus manos, algo que provocó que Makoto abriera los ojos en sorpresa antes de cerrarlos por el intenso brillar de las manos de la extraña en cuestión. - ¡Oh no! ¡¿Qué es eso?! - Exclamó un poco aterrada, principalmente porque no tenía idea de lo que estaba sucediendo, antes de qué todo volviera a estar como antes, y ningún rastro de la extraña chica. Todo aquello había sido bastante raro, si bien, en ese instante, se sentía un poco... rara. ¿Se había contagiado de algo? ¿Tenía gripe? Las manos le picaban, al igual que su cabeza, no pudo evitar rascar en ambas partes, levemente y de manera disimulada, al mismo tiempo que intentaba calmarse luego de lo que había ocurrido. Sin embargo, tras oír la voz de una... ¿gaijin?, Makoto notó que ahora había más personas en la plaza, y que ninguna parecía haber notado lo que había sucedido, a excepción de la extraña mujer de cabello dorado. - N-no, no sé de qué hablas... - Le dijo a la mujer, intentando no hacer contacto visual con la misma, ciertamente no queriendo hablar mucho con una gaijin. Usualmente podían ser bastante inestables, y muchos no se acostumbraban a la cultura japonesa. El hecho de que le hablara a un par de extraños de esa manera lo demostraba. - Yo sólo i-iba a comprar a-algo al conbini... - Se explicó mientras intentaba dar unos pasos hacia atrás para alejarse de la mujer que parecía ser bastante mayor que ella.

Notas de juego

Los textos largos no me parecen malos, dire. Me dan muchos recursos con los cuales poder trabajar, así que por mí, perfecto :3

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06/09/2019, 15:28
Miaka yuhi

Me hallaba en la plaza buscando inspiración, y el rumbo que estaba tomando mi vida. Un blog y una columna en una revista no cambiaría a la gente, ni el mundo, ni traería igualdad. Aunque pagaba el apartamento.

Que la pasa a esa chica, Pensaba mientras me acercaba a ella, suponiendo que quizá, podría ayudarla, Al primer paso apareció la luz, la gente, busqué a esa chica en cada rincón, ¿Dónde estaba?. Caminé en círculos por la plaza buscandola, había desaparecido, estaba claro. ¿Cómo había hecho todo eso?.

Al menos en mi camino en círculos descubrí algo, siempre lo observaba todo por lo que, de cerca, podría distinguir a las personas que estaban en la plaza con la estraña mujer, y quizá sabrían que ha pasado. Aunque tenía que ser discreta para no parecer una trastornada como en la universidad.

Dos de las chicas que estaban antes, se habían juntado. ¿Saben algo?, o hablan de lo que ha pasado, Me acerqué despacio, normalmente no me costaba tanto, aunque normalmente no tenía que preguntar acerca de chiquillas que desaparecen en plena calle, y cientos de personas que aparecen.

Esto, hola, ¿qué tal?, Que tonta eres Miaka, sacudí la cabeza un par de veces y volví a empezar. Mi nombre es Miaka, os he visto antes en la plaza, ¿Sabeis quien es la "Naruta" que ha hecho un "Jutsu"?, Comenté tranquila, a modo de chiste para que me hicieran caso. Por que estas tan nerviosa.Pensaba mientras me respondían.

 

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06/09/2019, 17:13
Kengo Kinomoto

Había resultado un día extenuante, no solo el calor y la humedad habían apretado durante la mayor parte del tiempo que el sol había estado en lo alto, tampoco porque el entrenamiento intensivo de esa mañana, que normalmente le traía paz y tranquilidad, le había dejado los músculos de la espalda sobre cargados y doloridos, sino porque al acabar y estar saliendo de las instalaciones allí estaba su hermana esperando entre lagrimas. Sus padres habían cancelado las vacaciones familiares por tercer año consecutivo y ahora le tocaría a él enmendar el daño ocasionado a su melliza, quien seguía sin hacerse a la cruda realidad. Una lección que se había marcado a fuego en él hacía ya años. Sus padres eran unos egoístas que solo miraban por ello y no les importaba nadie más.

Le habría gustado ser capaz de gritar a Hana, como había hecho cuando eran más pequeños y perdía los estribos más fácilmente, llamarla estúpida y remarcar su inocencia con desprecio haciéndole ver que sus padres siempre iban a decepcionarlos, que pasara página de una vez y viviera su vida. Pero no podía. No cuando sus ojos llenos de angustia se clavaban en él llenos de lagrimas, tan solo podía abrazarla fuerte, despedirse de sus amigos y atender todos sus caprichos para alegrarle el día en la medida que le fuera posible.

Y así fue como termino pasando aquel sofocante día de verano en el núcleo comercial más concurridos de la ciudad, Shibuya. Corrieron de un lado a otro, comprando maquillaje – al parecer nunca era suficiente – probándose modelitos de la recién llegada temporada de otoño y en busca de un bañador nuevo para la escapada a la playa que le había prometido harían el siguiente fin de semana.

Justo antes de entrar al cine, un merecido descanso de dos horas con aire acondicionado y en silencio, recibió un mensaje de sus padres preocupados por Hana. Estaba seguro que lo había enviado su agente y ni se molesto en contestar. Hana parecía por fin más relajada y habiendo olvidado la última decepción de sus padres.

El día parecía tocar a su fin, cuando su hermana lo arrastro hasta la estatua de Hachiko, habían pasado frente al chucho varias veces a lo largo de la tarde pero se le había metido en la cabeza dar las buenas noches al “animal” y en cierta manera lo enterneció. Y así llegaron hasta la plaza, mientras Kengo hablaba por el móvil con su chofer.

-Si, en memorial a Hachiko frente a la estación...si...ahá ¿en veinte minutos? - distraído caminaba adentrándose con la mano en el bolsillo y Hana colgada de su brazo, tironeando un poco para que acelerara el paso. Lo que había que el fuera más despació – perfecto Sin'ichi-sama – agradeció con gran respeto antes de colgar y volver a prestar atención a su entorno – bien ya estamos aquí, Sin'ichi-sama nos recogerá en cuando salga de un pequeño atasco, así que tienes tiempo más que de sobra para darle las buenas noches a la estatua

Su hermana no respondió, ni tan siquiera lo miraba a él sino que su mirada estaba fija en el centro de la plaza. Frente a la estatua había una chica, que en opinión de Kengo, debía pertenecer a alguna de esas tribus urbanas con pintas raras que poblaban esa zona. Al menos parecía una de las indefensas con ganas de llamar la atención. Fue entonces cuando se percato del silencio, estaba en una de las estaciones mas concurridas del centro y no parecía haber ni un alma alrededor. Pudo diferencia varias figuras femeninas y al menos a otro hombre allí cerca, su mirada se cruzo con alguno de ellos e incluso creyó reconocer algún rostro pero todos estaban mas centrados en la chica. Incluso Hana que se agarraba con más fuerza a su brazo.

-será mejor que nos largemos de...- sus palabras murieron al erizarse los cabellos de su nuca al ver como las manos de la chica se iluminaban con aquella dorada luz - ¡Hana! - instintivamente protegió a su hermana con su cuerpo que aquel brillo aumento hasta limites insoportables

Y todo volvió a la calma, o al contrario, parecía que lo sucedido hubiera sido una alucinación. De golpe toda la plaza estaba concurrida como era costumbre, risas, conversaciones y ajetreo los rodeaban mientras ellos miraban confusos en busca de aquella chica.

-Hana...¿te encuentras bien? - inquirió al inclinarse sobre su hermana colocando amabas manos a sobre sus brazos

Antes que pudiera contestar una gaijin se acerco a ellos, sus maneras directas le incomodaron ligeramente, irguiéndose cual alto era para observarla con más atención. Su vista se volvió hacía una chica menuda de cabellos oscuros que respondió con un ligero tartamudeo, ciertamente encantador. Para luego intervenir otra mujer, esta de más edad como la gaijin, pero aún con un rostro joven de mirada perdida, no pudiendo evitar alzar una ceja ante sus expresiones.

-¿vosotros también lo habéis visto? - se sumo a las preguntas, cogiendo a Hana de la mano y haciendo que permaneciera pegada a él – claro que lo habéis visto – afirmo entonces con tono desconfiado pero calmado, viendo como los otros se acercaban curiosos – solo estábamos nosotros ocho en la plaza y después de eso – hizo un gesto con la mano señalando la plaza – esto...¿tenéis idea de que ha sido eso?¿una performance de alguna cadena o grupo de teatro?

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08/09/2019, 20:13
Goro Aki

Sólo estaba por hacer las compras y ahora me encontraba rodeada de gente con la que sentía una extraña conexión que no logré explicarme.

Además, lo había visto. Había visto lo que los demás comentaban con la misma estupefacción que había sentido yo al ver la chica agacharse y la luz brotar de sus manos. Los demás, sí – porque aunque la muchedumbre no parecía haberse percatado de nada, en ella sí había algunos que ahora se agrupaban, reparando en el reflejo de los mismo sentimientos en la cara de los demás; la gente con la que sentía la conexión. 

Pero no sólo fue el hecho de haber visto algo que no debía haber ocurrido. Siempre, como el otro chico indicó, podría tratarse de un conjuro de artistas, de un efecto especial como en el cine o el teatro moderno, pero incluso si así fuera, no explicaba la sensación fuerte que había tenido, la de picazón en la cabeza y en las manos, y, más aún, la de una transformación en mi corazón mismo.

No creo que haya sido un truco”, di mi opinión al acercarme y escuchar el último comentario del chico, dando mi opinión sin que nadie hubiera preguntado por ella. “Fue …. real. Quién sabe lo que fue, pero fue real.”

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08/09/2019, 21:54
Makoto Inio

Al ver como otra joven mujer se acercaba a ella, Makoto retrocedió un paso más por mero instinto, sin gustarle mucho la situación en la que se encontraba. No había duda de que aquellas dos mujeres habían visto lo mismo que ella, si bien nada aseguraba que fuera una buena idea involucrarse en aquel asunto. ¿Qué sucedía si era alguna clase de engaño para hacerle algo a ella? Había escuchado sobre esas cosas, en especial en Tokyo, donde podrían encontrarse algunos individuos de moralidad cuestionable. La joven guitarrista tenía muy malos recuerdos de aquel sitio. Había una razón por la cual se había mudado con sus tíos a Kagoshima, donde se suponía que tendría una vida mejor con ellos. Sin embargo, ahora se había visto obligada a regresar con tal de escapar de otros problemas que había encontrado en aquel lugar. Era como una especie de ciclo sin fin. - ¿N-Naruta? - Preguntó, confundida, estando más que segura que aquella chica no había sido en nada parecida a tal personaje. De cualquier modo, la verdad era que no deseaba quedarse allí por mucho tiempo. No sabía si esas personas eran de confiar. Nadie lo era por lo general, no al principio, no hasta que no les conocía lo suficiente, y, aún así, seguían siendo muy pocos los que eran realmente "puros" como ella deseaba.

Todos tenían siempre algo de maldad en su corazones, y no dudaban en mostrar sus "colmillos" en cuanto olían un mínimo de debilidad en ella. Realmente deseaba regresar con Aori. Ella siempre la había comprendido, así como apoyado en sus momentos de gran pesar, en los que aquellas chicas la habían molestado en más de una ocasión. Por un instante, tuvo que combatir la necesidad de marcharse corriendo de la plaza. En verdad deseaba hacerlo, si bien tampoco quería insultar a esas personas y que pudieran enojarse con ella. Tal vez sólo estaban confundidas como ella. No podía juzgarlas desde el principio, ¿o sí? No estaba segura, ni tampoco quería arriesgarse demasiado. Aún podría ser un engaño. Un truco visual. Aunque... ¿por qué sentía aquella extraña sensación en su cabeza y sus manos? Todo era muy extraño. Sería mejor regresar a la residencia estudiantil y descansar un poco en su cama, tal vez tocar su guitarra para calmarse. - Ho-hola... Yo... yo no vi nada. - Dijo de manera simple, intentando juntar la voluntad necesaria para expresarse, a medida que daba otro paso hacia atrás, deseando alejarse lentamente sin causar el impacto que deseaba evitar sobre los presentes. Su expresión revelaba su claro nerviosismo, como si tuviera miedo de algo. Sin sus tíos y los miembros de la banda, o incluso la presencia de Aori, se sentía realmente indefensa, como si Tokyo fuera a "tragarla" en el momento en el que se descuidara lo suficiente.

La aparición de otro chico que habría sido visto como atractivo por otras chicas, acompañado de una joven aún más belleza, al menos para los ojos de la guitarrista, puso aún más nerviosa a la misma, la cual comenzó a mirar hacia todos lados. Por lo menos, parecía que no tendría que tratar con la gaijin por su cuenta, si bien eso no quería decir que el resto fueran de confianza, o que no fueran a hacerle algo si mostraba algún atisbo de debilidad. ¿Lo había hecho? Estaba segura que sí. Después de todo, su nerviosismo era palpable en su mirada y en su actuar, así como el hecho de que había dado un par de pasos hacia atrás que los presentes habrían notado. - No... Y-yo no vi nada. Sólo quiero comprar algo en el conbini de aquí cerca. Na-nada más. - Aseguró con cierto pánico en su voz, a medida que pensaba que había algo familiar en el rostro de los que se habían acercado a lo último. Estaba segura que los había visto de algo, si bien, en ese momento, los nervios no le permitían pensar con claridad sobre dónde los había visto. Sea lo que fuera, tampoco era realmente de importancia, no cuando había un asunto más importante con el cual debía de lidiar. - N-no sé de qué ha-hablas... - Aseguró con aquel característico tartamudeo, antes de respirar hondo para luego suspirar, intentando calmarse a sí misma. ¿Cómo deseaba combatir aquellos "demonios" si no podía calmarse ante una tontería como esa? Estaba sola en Tokyo, debía de ser fuerte. Cerró los ojos por un breve instante, haciendo uso de su fuerza de voluntad para superar aquella situación. La aparición de otro chico hizo que Makoto le mirara sorprendida en el instante en el que el mismo aseguró que, lo que sea que había sucedido, había sido real. - N-o... no lo sé. Yo... Y-yo voy a irme, ¿sí? - Preguntó a medida que retrocedía un poco más. Pensaba en retirarse e ir al conbini, para así regresar cuanto antes a su residencia. No confiaba en esas personas. No confiaba en nadie. Aori había sido una de las pocas en penetrar aquel duro caparazón, con aquella actitud radiante que revelaba a todos. Quería volver y tocar nuevamente con ella en aquel escenario. Al final, había sido una mala idea alejarse de Kagoshima. Había estado mejor allí.

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09/09/2019, 10:30
Natsumí Kato

"Bueno, tranquila chica" le digo a la muchacha con acento de interior (Makoto) "Nadie va a hacerte nada"
"Aunque se un poco de Efectos Especiales y esto no se parece a nada que haya visto. Si es una broma de Sakura TV1 entonces es que esta gente está tirando la casa por la ventana"

No menciono que eso que se de Efectos Especiales es haber visto a algun frikito hacer cosas con AfterEffects, o haber soportado ver un documental de "Como se hizo Terminator 1" con algun noviete del pasado ¡Los minutos mas aburridos de mi vida!

"Por cierto, creo que el nombre que buscas es Cosplayer Exhibiscionista, no Naruta. ¿Es así? Creía que Naruto es un condimento del Ramen" digo fingiendo que no conozco a ese estúpido personaje que lleva apareciendo en todas partes desde el siglo pasado. La única forma de no conocerlo es que te hayas ido a vivir al monte, cultivando rábanos para poder comer "Por cierto, por si no me habeis reconocido... si, soy yo" digo alzandome las gafas de sol con la que todos los famosos disimulan "soy la grandiosa y celebre doctora Natsumí Kato" y me contengo, dejando medio empezar una pose de la Ginyuu Tokusentai

Aunque... en verdad no soy famosa, pero me creo la gran diva.

Notas de juego

1 Sakura TV, si habeis visto Death Note ya sabreis que clase de cadena de telebasura es.

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09/09/2019, 11:02
Shimako Konno

Esto era increíblemente raro... ¿desde cuando la plaza estaba tan vacía a esta hora del día? Esto no me encajaba nada de nada. Además, de que había quedado con Eun Bi para comprarle ropa y aconsejarle cual le vendría mejor para una entrevista de trabajo que iba a tener... ¿y mi amiga donde estaba? Ella no suele retrasarse, o por lo menos la podría haber visto antes.

En su lugar, lo que veía era a unas cuantas personas tan confusas como yo y a otra más que parecía sacada de un anime, con un cosplay bastante bien hecho... ¿de que anime sería? Aunque es raro que yo no lo reconozca, y además no tengo información de ningún evento de cosplay por la zona; sino también hubiera venido disfrazada seguro... ¿Quizás sea una idol disfrazada para su videoclip y sin querer nos hemos metido en la grabación? Perfectamente podría ser eso... eso explicaría la cara de enfado que tenía la chica. Ya me iba a disculpar e irme cuando... -¡¿Ehhh?!- exclamé confusa al ver... ¡MANOS BRILLANTES! Y de repente nada más, todo normal.

La plaza tenía gente que caminaba con normalidad, no había rastro de la chica y ahora solo nosotros nos mirábamos confundidos -¿Esto ha pasado de verdad?- me pregunté a mi misma, mientras que miraba confundida al resto y toda la gente normal que había llegado... Desde luego esto corta un poco el rollo, por no decir que estoy un poco asustada de no entender lo que ha pasado en absoluto.

Ya los demás se estaban repitiendo la misma pregunta... "¿Lo habéis visto?". Yo simplemente me limité a asentir y negar cuando preguntaban si sabíamos que había pasado, pues tenía que procesar todo esto en la cabeza... además de que hablaban mucho (sobretodo una mujer rubia que me sacaría unos diez años más o menos), nombraban a Naruto y yo ya me estaba perdiendo un poco -¿Quien?- fue lo primero que pregunté cuando esa tal Natsumi se... no se si se presentó o nos hablo como si debíamos saber ya quien es; pero de todos modos no lo sabía... y esta situación me resultaba muy rara. Mejor seguiría el ejemplo de la chica que se estaba yendo -Perdón... pero yo he quedado con una amiga... lo siento, yo también me voy- les dije a esos desconocidos... ¿que más podría decir? "Tomad mi numero después de esta cosa tan extraña y rara para que estemos todos en contacto"... Quedaría raro hablando con gente que no he visto jamas. Además no quería hacer esperar a mi amiga, así que si nadie me detenía, me iría sin pensar demasiado en lo ocurrido.

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09/09/2019, 15:28
Miaka yuhi

Comencé a sonreír con cierta inocencia, solo era una manera de romper el hielo, perdón si Le ha molestado a alguien, dije mirando a la chica que tartamudeaba, normalmente se me dan mejor las presentaciones. 

Fueron apareciendo más y más personas, no tienes por qué irte sola, ¿por qué no vamos todos a comer y hablamos de lo sucedido?, comenté buscando tranquilizar a la pobre chica, no tenía muy claro si era tímida, tenía miedo o estaba sola, pero no permitiría que nadie se sintiera así sin intentar hablar con él.

Yo también creo que fue rea... Intentaba acabar una frase sobre que para hacer luz hacen falta focos, pantallas, alguna cámara, que la gente no sale de la nada que en los videoclips y otras escenas se valla la zona para evitar a gente como nosotros, cuando la chica rubia me cortó. Valla! Eres doctora, yo no quise hacer ese trámite, lo siento pero no te conozco, cuando descubramos este misterio podrías enseñarme lo que haces, nada ocurre solo y si solo nosotros lo hemos visto tiene que significar algo. Paré un segundo, no tenían por qué pensar como yo, ni tener las mismas inquietudes, alomejor me estaba adelantando. Bueno, si es que queréis saber que ha pasado, yo si voy a investigarlo. Dije sonriente.

Deberíamos quedar otro día que podamos todos, si algunos se tienen que ir. Un momento, no nos conocemos. En la universidad todo era más facil. Algunos habeis llegado más tarde, me llamo Miaka, Miaka Yuhi.

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09/09/2019, 16:04
Natsumí Kato

"Yo soy Natsumí-Sama. Natsumí Kato-Sama" le digo haciendo una reverencia muy Japa a Miaka, la chica de cabellos tipo Sádako que acaba de hablar "Es todo un placer"
(Soy demasiado estúpida para darme cuenta de que no he dicho lo que quería decir: "El Placer de conocerme es tan sólo vuestro, pilfrafillas")
 

En la pantalla de una tablet o algo, escribo los Kanji de mi nombre. Normalmente Natsumi significa "La Belleza del Verano", pero yo he usado los Kanji de "El Orgullo Imperial Inquebrantable". Igual que Light Yagami escribe su nombre con el Kanji de "Luna" en lugar de con el Kanji de "Hikari".

 

"No se, si esto es una brom... ¡UY!"
Por culpa del cosquillero se me resbala la Tablet
"Maldita sea... ¿Estais notando cosquilleos por todo el cuerpo? Por TODITO TODO el cuerpo. Desde que se fue la Cosplayer Exhibiscionista no dejo de sentirlos"
 

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10/09/2019, 12:09
Hana Kinomoto

Hacía unas cuantas noches que Hana había perdido el sueño angustiada por las vacaciones de verano, pues la joven temía, o mejor, intuía que no llegarían a celebrarse y probablemente por ese cansancio y desgaste acumulado el golpe fue más fuerte que otros años.

Se lo habían dicho por mensaje, en horario de clase, cuando sabían que ella no podía usar el móvil. Ni siquiera se habían molestado en confrontarla, no tenían tiempo para ello. Para ella. Para sus hijos.

Hana intentó resistirse pero acabó rompiendo a llorar justo cuando su hermano salía del entrenamiento. Hubiese preferido que no la hubiera pillado y así evitar preocuparlo pero en cuanto empezó a cuidar de ella se dejó consentir.

Kengo no se parecía en nada a sus padres, él sabía lo importante que era la familia, la sangre. Él era leal como Hachiko.

Le gusta ver el memorial con él, abrazar fuerte su brazo frente a la estatua y renovar con ese gesto su promesa muda de que siempre estaría a su lado.

Pero ese día había algo diferente en la plaza y para cuándo se quiso dar cuenta, Kengo la tenía entre los brazos con esa pregunta sobre su estado que le hizo plantearse si no se había desmayado e imaginado esa chica de blanco.

Estoy bien —susurro por debajo de la voz de su hermano que hablaba a otras mujeres—. Estoy bien —volvió a constatar un poco molesta porque otra tuviese la atención de su mellizo—.

Se adecentó el uniforme y su intento de poner morros quedó a medio camino al ver el joven príncipe que se acercaba. Sus mejillas se colorearon, sus palabras se trabaron en su garganta y Hana agachó la cabeza resguardandose detrás de su mellizo.

Miró a las chicas que decían irse y no pudo impedir torcer el gesto, desaprobado esa cobardía que en verdad reprochaba a sus padres y era tan hipócrita de no ver en sí misma cuando llevaba un buen rato escondida de la belleza.

Colocó ambas manos en su estómago y se concentró en el cosquilleo, ¿Y si la rubia tenía razón y eso que sentía no era...?

Mi nombre es Hana Kinomoto —saludó a Miaka—. Aceptamos la invitación a comer.

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10/09/2019, 16:36
Makoto Inio

La guitarrista dirigió una fugaz mirada a otra de las presentes, la cual parecía desear marcharse de allí al igual que ella. Parecía que no era la única que tenía ese pensamiento, y ciertamente no podía culparla por ello. ¿Quién se quedaría a hablar con un grupo de extraños luego de lo que había sucedido? Se sentía muy rara en las manos y en la cabeza, además de una sensación extraña en su ser, algo que no podía llegar a comprender ni detallar con exactitud. Tan sólo sabía que todo aquello la había dejado demasiado nerviosa como para pensar con claridad, o incluso considerar la idea de forjar amistades entre un grupo de extraños que se tomaban muchas libertades. Además... había una gaijin... Todo aquello no le inspiraba mucha confianza. Podía ser un engaño para llevar a otra parte y extorsionarla o algo parecido. Existían esa clase de cosas en las metrópolis, en especial en Tokyo. No podía confiarse mucho de los extraños. - S-sí... yo ta-también tengo que irme... una amiga me espera en el conbini. - Dijo aún con claro nerviosismo, sin dar otro paso atrás, aunque sin duda deseando marcharse cuanto antes. No quería faltarle el respeto a nadie pero... todo lo sucedido había sido demasiado extraño, y tal vez podría meterse en problemas si decía que había visto lo que había ocurrido. ¿Qué sucedía si otras personas pensaban que estaba loca? No quería eso. Suficiente con lo que tenía que lidiar actualmente.

Makoto simplemente miró de manera extraña a la gaijin llamada Natsumi. ¿Por qué demonios tenía un nombre japonés? ¡Era una gaijin a simple vista! ¿Había sido adoptada o era parte de un engaño? Sea lo que fuera, estaba más que segura que no la conocía de nada. - N-no te co-conozco. Lo si-siento. - Afirmó con total seguridad de que no la conocía de nada, a diferencia de los mellizos que le parecían ciertamente conocidos de alguna parte, a pesar de que no recordara muy bien de dónde. No obstante, no tardó en negar con la cabeza de manera apresurada ante el intento de apaciguamiento por parte de la rubia. No quería que pensara que estaba nerviosa por su propia presencia o la del resto de los extraños, incluso si era verdad. Se sentía sola en Tokyo, y pensaba que la metrópolis podría tragarla entera si se descuidaba y conversaba demasiado con extraños. - N-no, no, está b-bien. - Le aseguró a la mujer que se llamaba Miaka. - N-no estoy molesta. - Dijo mientras intentaba esbozar una sonrisa amable, a pesar de que se le hacía bastante difícil simular otra expresión más que los nervios que tenía en ese instante. La sonrisa no pareció otra cosa más que algo realmente forzado a medida que volvía a dar otro paso hacia atrás. No quería saber nada con todo lo sucedido. La mayoría de los japoneses sabían que lo mejor era ignorar las cosas extrañas y a los que sin duda tenían algún problema de locura. Aquella chica de blanco parecía haber estado loca por la forma en la que había actuado. Era mejor no involucrarse.

No obstante, al escuchar a Miaka proponer la idea de reunirse a comer para hablar sobre lo que había sucedido, la joven guitarrista no dudó demasiado en negar con la cabeza. - No, n-no. Estoy bi-bien, gracias. - Afirmó, estando cada vez más segura de que sería mejor marcharse de allí. ¿Comer con extraños? ¿Quién proponía algo así de la nada? Debía de ser alguna clase de estafa. Esas cosas eran normales en las metrópolis, ¿no? Estaba casi segura de que era así. La invitación de Miaka era demasiado extraña como para no ser otra cosa. Además, hablaba de investigar lo que había sucedido. ¿Quién se molestaría en investigar algo así? Tenía que ser un engaño. Alguna especie de estafa elaborada. - No... n-no me interesa. Yo no vi nada. No sé de qué hablas. - Volvió a afirmar, negando cualquier relación con lo sucedido. Le daba igual lo que le dijeran pero... ¿cómo podía confiar en un par de extraños? No era algo que Makoto acostumbrara a hacer por lo general. - Em... soy Ma-Makoto. - Se presentó por mera reacción ante la presentación del resto, si bien no dudó mucho en silenciar su apellido, sabiendo muy bien que no quería revelar toda su identidad, en el caso de que aquello fuera una estafa. Los pensamientos caóticos de la guitarrista fueron interrumpidos por la voz de la melliza que había tardado en hablar. Por un instante, Makoto le dedicó una sonrisa tímida antes de considerar que estaba perdiendo mucho tiempo en aquel sitio. Sería mejor que se marchara pronto. - Y-yo... creo que m-me iré. N-no puedo quedarme. - No quería quedarse. Rara vez abría su corazón a desconocidos, y aquella no sería la primera vez que lo haría. ¿Qué sucedía si querían hacerle daño? Sin pensárselo demasiado, comenzó a darse la vuelta con la intención de continuar su camino. No quería involucrarse en algo malo.

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10/09/2019, 16:52
Sayako Kazumi

Había salido tarde de la Biblioteca, me había entretenido ordenando libros, odiaba que estuviesen por ahí en cualquier sitio, cada uno tenía un lugar donde debía estar mientras esperaba a que alguien lo leyese y descubriese los secretos que en él se guardaban, y por supuesto, era la única de todos los que trabajábamos allí a la que parecía importarle. No me importaba quedarme más tiempo que los demás, aún sabiendo que nadie me lo iba a pagar porque estaba en mi salsa, adoraba leer y ese lugar era una maravilla, hasta que alguien entraba con sus tacones, o escribían en un portátil, o no dejaban de tontear o hablar haciendo ruiditos, eso si que lo odiaba, malditos críos, maldita gente... Sí, odiaba a mucha gente, sobre todo a los que entraban solo para molestar, esos podían ser alcanzados por un rayo al salir, sí definitivamente ojalá que eso les sucediese.

Y así había acabado llegando hasta la plaza de la estación para coger un tren, se suponía que debía ir a visitar a mis padres, aunque no me apetecía nada, peo no quería entristecer a mi madre haciendo que pensase que los había olvidado. Sin embargo algo provocó un estallido de luz haciendo que cerrase los ojos instintivamente ¿qué demonios? Para cuando pude abrirlos me fijé en que había un grupo de chicas y chicos no muy lejos de mí, quizás hubiesen visto que había ocurrido ya que yo no me había enterado de nada, siempre me pasaba lo mismo, iba inmersa en mis pensamientos y no veía nada de lo que sucedía a mi alrededor. Así que me encogí de hombros y me acerqué a ellos.

Hola, ¿sabéis que acaba de pasar? Iba a coger un tren pero una luz me ha cegado y bueno, os he visto aquí y he pensado que quizás os habíais dado cuenta de algo...

¿Y mis modales? 

Perdonad, soy Sayako Kazumi - añadí más educadamente.

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10/09/2019, 17:49
Miaka yuhi

Me agacho a coger la tablet de Natsumi, A mí también me pasa, aunque supongo que tiene que ver con el "shock", Yo solo quiero saber de donde ha salido esa luz, y por qué solo la hemos visto nosotros. Volví a mirar alrededor, todas las personas seguían allí, era normal.

No tienes por qué quedarte, Digo sonriendo, Aunque alomejor si conocieras a más desconocidos hablarías con más seguridad, Meto la mano en mi bolsillo, saco una tarjeta, Escribo un blog, si te lo piensas mejor solo tienes que mandar un e-mail aquí, me sigue poca gente así que yo leo y contesto todo. Y si de verdad no viste nada puedes tirar la tarjeta en la siguente papelera.

Pobre chica, ¿estará sola?, la gente no debería estar sola. Pensaba también en mí misma, apenas hablaba con gente desde la riada.

¡Sabía que había visto a alguien más!, empezaba a pensar que había contado mal, Hola Sayako, justo estamos hablando de eso, ¿Tú tampoco sabes que ha pasado? Alomejor en las noticias sale algo, deberíamos estar atentos estos días por si aparece algo en esta plaza. No había que descartar tan pronto la opción lógica, aunque la lógica diga que las personas no aparecen de la nada.

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10/09/2019, 18:13
Natsumí Kato

"Bueno, yo iba a comer a mi restaurante favorito, el Aita Neko, que está doblando la esquina. En serio, creo que sería mejor si fuesemos ahi"
"Que demonios, no se vosotras pero yo tengo algo de hambre"
Por algun motivo, las japas no podemos decir expresiones más campechanas, no podemos decir que nos morimos de hambre ni nada por el estilo. Debemos de ser comedidas y esas cosas.

No quiero reconocer que los calambres hacen que me preocupe y que no quiera pilotar mi Nissal Sil80. No es que desconfíe de mis genialísimas habilidades al volante, pero mejor descansar, descargarme de lo que sea que me pase, y si esto es una broma, tener cerca a estas otras mozas.
Y a los mozos también.

"¿Vamos? Hacen un buen cocido" le digo sobre todo a Miaka, a Hana y a Sayako, quienes parecen ser es las mas diligentes y dinámicas. Mientras hablo, voy forzando a que una sonrisa aparezca en mis perfectísimos labios.

Notas de juego

En el peorcísimo de los casos, hala. Ya sabeis que Natsumí suele comer en el Aita Neko todos los dias.

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10/09/2019, 18:43
Makoto Inio

Ante las palabras de Miaka, la guitarrista se detuvo en sus pasos, no tardando mucho en girarse para mirarla con claro nerviosismo. No era que quisiera realmente aceptar la tarjeta que la joven mujer le había ofrecido, si bien tampoco quería ser demasiado descortés con la misma, por lo que, asintiendo, extendió su mano para aceptar la tarjeta, mirando la misma en silencio por un instante. No había nada malo en aceptar algo así... ¿verdad? Si realmente le sucedía algo relacionado con lo que había ocurrido anteriormente... sería mejor tener algún contacto con quien poder contactar en el caso de que fuera necesario.

De momento, no confiaba demasiado en nadie pero... no perdía nada con aceptar la tarjeta para tener a alguien con quien hablar si notaba algo extraño. Aún así, no pensaba seguir a las mujeres a donde sea que pensaban ir a comer. Aún no sabía si eran realmente de confianza o si no era un engaño elaborado para que cayera en su trampa. Ya bastante había tenido con aquellas desagradables chicas que había conocido en Kagoshima. No quería tener más problemas. Tan sólo quería vivir su propia vida en paz, y ser famosa tocando su instrumento musical. - E-está bien. - Respondió de manera simple mientras guardaba la tarjeta en su bolsillo, dispuesta a continuar su camino.

- Ho-hola... - Le dijo a la que se había acercado a lo último, la cual se llamaba Sayako, tan sólo dedicándole una sonrisa gentil, aunque nerviosa, a medida que se giraba en sus pasos con la intención de marcharse de allí. Ya no tenía motivo alguno para quedarse, y había sido más que cortes al aceptar la tarjeta de Miaka. - E-espero que tengan su-suerte con eso... - Se expresó en un tono suave, no tardando mucho en comenzar a caminar. Primero iría al conbini a comprar algo para comer y luego se regresaría a su residencia. Tocar su guitarra la ayudaría a tranquilizarse un poco luego de lo que había ocurrido. Quería olvidarse de todo aquello. Demasiados problemas. ¿Y si había sido un atentado terrorista? Aunque esa clase de cosas sólo sucedían en Estados Unidos... ¿verdad? No estaba segura. Sería la primera vez que había visto uno, aunque aún estaba con vida.

Notas de juego

Hago este post para aceptar la tarjeta, principalmente, antes de irme =P

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10/09/2019, 18:45
Goro Aki

También me gustaría unirme a la comida, si no tenéis reparo”, dijo Aki en su voz serena y algo formal. Se dio cuenta, al mismo tiempo, de que no le parecía raro quedar para comer con estas chicas desconocidas. Aunque no compartiendo nada más con ellas que haber visto algo que la muchedumbre no había visto, para él parecía una conexión extrañamente fuerte.

Y sí… creo que habría que investigar lo que fue...”

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10/09/2019, 19:33
Shimako Konno

Dios... cuanto son capaces de hablar...- pensaba mientras me había quedado un poco en la inopia debido a la indecisión de irme o no al ver todo lo que hablaban (sobretodo la rubia y la morena), además de que la gente se presentaba -Eh... Konno Shimako...- me presenté un poco por obligación al ver que los demás decían sus nombres... joder, esto es muy incómodo. Además, de que lo que estaba escuchando era cierto... me estaba sintiendo rara en el cuerpo en general, como cosquilleos, y eso me incomodaba.

Desde luego yo no me iba a ir a comer a ninguna parte con ellos. No me caen mal, y no es por timidez... es que no los conozco de nada, y la situación ya ha sido lo bastante rara como para hacerla más todavía -Si vais a comer... yo me voy a ir ya, perdón... adiós- terminé diciendo, yéndome definitivamente... espero que Eun Bi no haya esperado demasiado por culpa de esta... esto... este... no se ni como definirlo sinceramente.

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10/09/2019, 21:23
Miaka yuhi

Espera Shimako! La dije sacando otra tarjeta, alomejor tu también decides que has visto algo, solo tienes que escribirme si quieres encontrarnos. 

Además, si no quieres también puedes tirarla. Acabé, no quería obligar a nadie, pero no podrían encontrarnos si decide cambiar de opinión. 

Claro únete! Vamos chicos? Nunca he comido allí y alomejor me pica por qué tengo hambre. Dije en tono de chiste.