Partida Rol por web

Zombis 2: Reliquia [DM01/20]

01 Monasterio de Camanzo

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31/12/2019, 10:52
Narrador

El Monasterio de Camanzo es un asentamiento algo peculiar. Se dice que es uno de los últimos bastiones reconquistados por los frateres en la Zona, siendo el que más se adentra en ella. Sin embargo todo parece muy viejo y ajado, incluso los muros postxacobeo y las edificaciones menos antiguas. La mayoría de frateres que lo regentan pertenecen a los Dacias (también conocidos como Giróvagos), unos frateres itinerantes que visten de negro en vez de blanco, muy poco comunes y difíciles de encontrar, más aún agrupados y asentados en un lugar como este. En Camanzo apenas hay civiles, al menos fuera de las concurridas celdas que se arremolinan sin orden en torno al antiguo cementerio, anexo a la iglesia. Las historias cuentan que el Monasterio es una especie de prisión para Pecadores, pero poco más se sabe...

Al llegar al Monasterio un frater ataviado de negro, un dacia, te recibe, y al comunicarle tu interés por la Misión te acompaña, casi en silencio, a través de las puertas y las callejuelas tortuosas hasta el interior del Claustro. Allí la actividad es frenética a la par que silenciosa, al menos ves a siete dacias (esto llama tu atención, pues apenas has visto a un par de ellos en toda tu vida) y a una docena de frateres blancos cargando cajas, armas, armaduras, y un sinfín de objetos útiles y valiosos. Cruzan el claustro, atareados, entrando y saliendo por puertas desvencijadas, cargando remolques, carros, sin prestarte demasiada atención. Es un lugar muy concurrido.

Poco después llega uno de tus compañeros, y luego el otro. Esperáis bastante rato en mitad del ajetreo del claustro hasta que el mismo dacia que os trajo hasta aquí os acompaña al interior de la Sala Capitular, donde os espera el Abad, también de negro. Es una sala austera, poco amueblada, aunque los elementos que en ella se encuentran son de fina manufactura. El Abad está sentado en su esbelto sillón, tras el escritorio de madera oscura. A su espalda una alta ventana proporciona luz y os deslumbra un poco. A un lado hay una chimenea con algunos sillones en torno a ella, al otro una librería repleta de libros de todas las épocas llena la pared.

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31/12/2019, 13:29
Abad Hutor

- Hola. Soy el Abad de este Monasterio. El hermano Abico me ha informado de que pretendéis recuperar los restos del Apóstol de la Catedral de Compostela. ¿Es eso cierto? -a pesar de su joven edad se muestra muy serio e incluso severo. Os mira de arriba a abajo, y no parece impresionado, sino más bien molesto o decepcionado- Espero que seáis conscientes de que es una misión muy arriesgada, y de que probablemente moriréis, como ya lo han hecho otros antes que vosotros. Me pregunto qué os ha traído hasta aquí y qué esperáis recibir a cambio. -os mira fijamente, tanto que os incomoda, especialmente a Xena y a Xose, como intentando descubrir algún secreto- Se trata de algo muy preciado para mí, y como habéis podido comprobar ahí fuera, puedo recompensaros muy bien...

- Tiradas (3)

Notas de juego

¿Qué pedís a cambio de traerle la Reliquia?

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31/12/2019, 15:43
Xena

Antes de entrar en el monasterio contemplé desde cerca su torre, me gustaba mirar los templos cuando lucía el sol - sobre esa piedra edificaré mi iglesia - eran un símbolo del poder de Dios sobre la tierra. Me fijé en el trasiego que había de frateres con objetos materiales (armaduras, espadas, arcos, cofres, etc) recordé ese pasaje de la Biblia en el que Jesús se enfada con los comerciantes que habitan el templo, a veces había divergencias entre lo que se establecía en los textos sagrados y lo que ocurría en la realidad, incluso por aquellos que se auto-reconocían con el título de "cristianos", me sacaba de quicio encontrarme con gentes que daban más importancia al mundo material que al espiritual, aquellos que confiaban su corazón en las riquezas y no era la fe la que guiaba sus pasos, falsos y traidores, merecían arder en el fuego eterno. Aún con todo, tenía que transigir y tolerar su existencia como un mal menor, al fin y al cabo, eran necesarios para controlar y mermar las filas de los impíos, el verdadero mal de nuestros días.

Me encaminé hacia el interior del templo, siguiendo a aquel frater vestido de negro, así como a mis compañeros; iba cerrando el paso y bendiciendo cada paso que daba en otrora bendito lugar, hoy convertido en bastión frente a la iniquidad. Por fin parece que el frater nos ha conducido a nuestro destino, un salón con diferentes sillas en los laterales y una mesa tras la que hay una figura sentada, el abad. Observo la sala, así como al hombre allí sentado - El Señor es mi Pastor... - recito el salmo que me tranquiliza y sosiega, pues hablar con los regentes de mi fe a veces es algo que desborda mi paciencia... reparas una mesa ante mí, enfrente de mis enemigos... tu bondad y tu misericordia me acompañan...

Buenos días nos dé Dios - saludo con respeto al abad - Hemos venido para confirmar que emprenderemos viaje hacia Compostela para recuperar los santos restos óseos del santo - dejo que hablen mis compañeros, pues las motivaciones son distintas, aunque la mía esté por encima del resto.

Escucho en silencio, a la vez que sigo rezando por las almas de los pecadores y hombres de poca fe que me acompañan.

Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú vas conmigo: tu vara y tu cayado me sosiegan... - Agarro con fuerza la najinata, ahora mismo podría rebanarle la cabeza al impío, pero estoy calmada, siento la fuerza de Dios conmigo.

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31/12/2019, 16:53
Xervasio

Dedicó una reverencia al Abad, por respeto y porque... bueno, por si acaso: en presencia de poderosos, debes ser adulador y humilde... una de las cosas que aprendes para ir saliendo adelante en este mundo tan competitivo... pese a su edad, es veterano en su forma de vida, y es una mala forma de vida, rondando siempre la muerte.

-Si, señor Abad; sabemos que es una temeridad, que desde aquí hacia Santiago, solo la muerte campa a sus anchas, pero... tiempos desesperados obligan a medidas desesperadas; al menos hablo ahora por mí... soy pobre, solo tengo ya mis habilidades, que sin ser muchas, pocas no son tampoco... Y visto el mundo cruel en el que nos hallamos... con terras malditas allá por donde sale el Sol, gentes indómitas y temibles al norte, vasto mar a poniente, y tierras ya habitadas y trabajadas por gentes celosas de lo suyo al sur... es un mundo duro, señor, y... cualquier ventaja que se obtenga supone la diferencia entre la vida y la muerte, o entre vivir en el fango, o en una cómoda casa sin tener que preocuparse por el mañana..

Carraspeó... demonios... eran unos saqueadores, ni más ni menos, un oficio venerable...

-Desearía uno de esos objetos que se rumorea que posee la Orden... una de las antigüas armas de fuego, funcional y con munición.

Calla lo que desea hacer con ella, o para qué la necesita, pero bien es cierto que en estos duros días, poseer un arma fiable es vital, más entre los vivos que ante los muertos, pues de estos últimos sabes perfectamente qué esperar, más, de los primeros... no te puedes fiar... él lo sabe, él lo ha sufrido...

...Y sabe que lo que pide no es poco pero... esos mismos restos, entregados a otra gente en lugar de a los fráteres... puede ser didido hasta el infinito en multitud de reliquias, pues la gente afirma que los huesos de los Santos tienen propiedades,... de modo que los del Apóstol, deben ser los más valorados y deseados por los creyentes que pueblan este mundo...

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31/12/2019, 18:00
Xose Toxo

Xose no habia estado tan adentro de tierra en toda su vida. Ni en ningún lugar tan dentro de "La Zona".

Cargaba mi red en un hombro, y el tridente en el mismo lado. Observaba toda la parafernalia del monasterio de Camanzo, y comenzaba a lamentar la idea de haber ido. No me apetecía tener que hablar con gente, y menos con desconocidos. Sin embargo, tenía mis motivos. 

 

Cuando el silencioso fraile me acompañó, casi en silencio a donde estaban los otros dos compañeros, agradecí su mutismo, más allá del saludo, para poder observar aquel lugar, y lo diferente que era de donde me había criado... Observé a mis compañeros. El hombre, era un buhonero, y había tenido tratos con varios. Gente curiosa. La mujer, embozada hasta tapar la cara, no sabía que pensar de ella.

 

Nos dirigieron entonces a hablar con el abad del monasterio. Sólo en dos ocasiones en su vida había visto a personas de ese rango, y esta era la primera de ellas en las que iba a hablar con uno de ellos. Ya en la sala, llena de lugares donde sentarse,  me quedo algo atrás, de mis compañeros, mientras el abad se dirigía a todos ... De hecho, me miró fijamente, y vi que no se fiaba de mi, y de hecho, no pude soportar la mirada, no tanto por ocultar algo, si no porque no le conocía y me disgustaba estar mirándole tan fijamente...

 

Tras los comentarios de mis compañeros, hablé. Poco, conciso, breve, esforzándome en no hablar la jerga del pueblo, y cuidando las palabras. 

-Soy Xose, señor abad, y vengo de la costa. Mi madre está enferma y sé que con sus oraciones y medicinas podrían llegar a ayudarla. -Dije, pues bien sabía de los conocimientos de los monjes, y sabiendo que no tenía modo de conseguir una cura por mis recursos (un pobre pescador), no quedaba otra que hacerlo ofreciendo mis habilidades. Esa era casi toda la recompensa que quería. 

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31/12/2019, 19:55
Abad Hutor

...nada me falta. -respondo a la joven que entra por la puerta a modo de saludo.

[...]

Me sorprende su arrojo, su valor, y su determinación. Su lenguaje no es usual y la hubiera confundo con una frater de no haber sido por su característica indumentaria y ese arma tan extravagante. "Creo que he oído hablar de ella...".

Los sujetos que la acompañan se dirigen a mí con respeto pero sin gracia, sin devoción. Me piden favores, objetos, cosas mundanas todas ellas, a cambio de tan Sagrada Reliquia. "Necios".

El encapuchado parece conocer los confines del mundo, por su forma de hablar y moverse deduzco que es un viajero, un truhán, un superviviente de baja calaña, y como tal me pide un arma de fuego.

El que va descubierto, Xose dice llamarse, me parece el más necio. No sabe dónde apoya sus pies, ni tan siquiera es capaz de sostenerme la mirada. Es como un niño, le mueve algo hermoso pero inútil: el amor a su madre enferma. Me pide oración, favores y cuidados para ella.

La joven continúa recitando pasajes de la Biblia, y no pide nada. Parece que su fe es fuerte y eso la hace inquebrantable, poderosa. "¿Quién es? Me resulta tan familiar... como una lejana fábula que escuhase de pequeño..."

- Tendréis lo que deseáis. Y más. Bienaventurados los valientes, porque ellos serán recompensados. -digo mirando a ambos hombres. Y mirándola a ella:- Te confío a ti esta cápsula. -entrego la cápsula- En ella debes depositar los Sagrados Restos del Apóstol para traerlos a mí. Usa esto para manipularlos -entrego los guantes-. Confío a ti la Sagrada Misión de proteger la Reliquia. Y a vosotros dos la de protegerla a ella.

Luego abro una caja y de ella saco algunas fotografías y postales viejísimas, de la ciudad, la catedral, la cripta... y varios planos de la Catedral:

 

Ayudándome de esta información os detallo la Misión. La Reliquia se encuentra en una caja de madera oscura forrada de terciopelo rojo en su interior. La caja está desde hace más de un siglo dentro de un baúl de plata decorado con motivos bíblicos. El baúl yace en una cámara mortuoria dentro de la cripta, bajo el Altar Mayor de la Catedral, bajo la misma figura del Apóstol... También os entrego un vestigio recuperado de otro tiempo: un viejo plano de la ciudad de Santiago, con anotaciones que alguien debió hacer hace muchos años.

Cuando termino la explicación os miro fijamente a los tres: - ¿Alguna pregunta?

Notas de juego

Xena, coloco en tu mochila ambos objetos:

 

¿Quién guarda las Fotos, los Planos y el Plano de Santiago? Os serán muy útiles.

  

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01/01/2020, 10:04
Xose Toxo

La parafernalia religiosa me gustaba, por supuesto. Saludar a la imagen de la pequeña capilla, sacar en procesión a la Virgen del Carmen en el pueblo, y me había ofrecido siempre voluntario con mi barca. Pero aquel hombre me intimidaba. Parecía acostumbrado a ver dentro de la gente, y eso no me gustaba. Además, consideraba su misión una locura, y su encargo algo absolutamente innecesario. 

Recuerdo todos los avisos que mis abuelos y mi madre siempre me habían dado aviso de no acercarme a "La Zona", como la llamaban los cráteres, y contaban historias terribles de lo que allí pasó. Y ahora madre había caído enferma, y tenía que cumplir lo que ella me había mandando y así pedí esa ayuda. Me incliné, con respeto, y agradecí que cumpliría lo que le había pedido:

-Señor abad, gracias. -Pensé en como decir algo que sonase profundamente agradecido, y decidí terminar con: -Que Dios se lo pague.

Callé nuevamente. Observé cómo daba a la mujer la mayor de las responsabilidades, nos explicaba todo el lugar y nos daba referencias del mismo. Nos dio además un mapa. Solté una pequeña sonrisa, e hice amago de coger el plano y las fotografías, pero me quedé parado, mirando a los otros compañeros. -¿Puedo verlos?- indiqué, con suavidad. Deseaba ver aquel sitio del que tanto me habían hablado, y tan poco se sabía, y ahora era mi destino... -​​​​​--Si os parece, puedo llevarlos, aquí -dice señalando el chaleco- estarán a mano siempre...

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01/01/2020, 11:57
Xervasio

Entendía perfectamente el objetivo que les estaba planteando... recoger las reliquias de la caja que las protegía... No necesitaba saber más; lo que el Abad había dicho en cuanto a la recompensa, satisfacía sus espectativas.

-Por mí no hay problema, Xose; cuando hagamos un alto en el camino, de todos modos, sácalas de nuevo, tendemos que memorizar lo que podamos sobre todo... -señaló al documento más andrajoso, manchado y sobreescrito- ...del mapa. Cuanto más grande es una ciudad, más complicadas son las calles que llevan al centro; puede ser un laberinto y tendremos que buscar referencias....

Se volvió también a Xena; parecía extremadamente reservada... y si iba a estar de rezos todo el rato.. sería como llevar a un fráter con ellos... había tratado poco con ellos, pero sí oido sobre su forma de ser....

-Si tampoco tienes objeciones... podríamos estar listos para partir lo antes posible

Dado que parecía que el Abad les estaba encomendando tareas concretas a cada uno de ellos: ella, tomar y portar la Reliquia; ellos, protegerla en todo momento... no parecía que fuese necesario nada más que hablar... Cualquier tema que surgiese, tendrían que superarlo, los tres, en cuanto estuviesen ya en las tierras malditas. Lo demás poco importaba... no iba a pensar nada sobre lo que habían dejado de pedir o no como recompensa el resto, no era asunto suyo; ahora tenía un encargo, y "solo" tenían que cumplirlo...

... y después, ya con la recompensa, seguir cada uno su propio camino.

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01/01/2020, 18:33
Xena

Durante el tiempo en que los ojos del Abad me escrutan no hago otra cosa que leer pasajes en voz baja de la Biblia

Me fijé en las imágenes y planos que nos desplegó, de la ciudad, de la catedral y de la cripta. Me importaba sobretodo el acceso a la cripta, si estaba debajo del altar mayor eso implicaba la zona central del altar, habría que controlar el interior del templo antes de acceder a su interior - ¿la cripta es de libre acceso o tiene algún mecanismo? - tanto para su defensa por si constituyera un refugio en sí misma como si hubiera que forzar una cerradura me pareció interesante, incluso si no estaba a la vista y hubiera que desplazar algo para que se abriera un pasadizo; de todos modos sospeché que de existir algo, dudo que el abad y los demás tuvieran conocimiento, seguramente habría que estar sobre el terreno para reconocer las circunstancias. 

Bien, a tu cuidado están los planos y las imágenes... salvo ésta - selecciono una imagen de Santiago, saco la Biblia, la abro y la introduzco cual marcapáginas entre sus hojas, antes leo el texto de relevancia escogido al azar - "Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea. Sus ojos eran como llama de fuego, y había en su cabeza muchas diademas; y tenía un nombre escrito que ninguno conocía sino él mismo. Estaba vestido de una ropa teñida en sangre..." - Había resultado un pasaje del libro del Apocalipsis, últimamente mis dedos me llevaban a escoger sus páginas, ¿sería algo profético? ¿una señal del cielo?

Cumpliremos la misión - fue mi escueta sentencia a las palabras de mis compañeros. 

Del mismo modo, agradecí el recipiente que me otorgaba el abad, así como los guantes para manipular con respeto y cuidado los restos del santo. Los guardé en la mochila con cuidado, cerciorándome previamente que abría y cerraba bien, así como calculando el peso y su dureza.

Me fijo que, la línea del tren parece ser el camino a seguir para llegar a Compostela, aunque me entran dudas de por qué no se ha utilizado con anterioridad semejante plano para limpiar el camino, en fin, frateres...

Estoy lista, ¿vosotros?

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01/01/2020, 19:17
Abad Hutor

Sonrío complacido cuando el grupo acepta la misión sin reservas. Decido obviar la blasfemia de Xose, muy a mi pesar, apretando los puños y los dientes, mordiéndome la lengua, en pos de acelerar la partida de estos rudos saqueadores. Sin embargo no puedo evitar lanzarle una dura mirada de advertencia.

¿la cripta es de libre acceso o tiene algún mecanismo?

La pregunta de la chica disipa momentáneamente la tensión: - A la cripta puede accederse desde diversos puntos a lo largo y ancho de la catedral. Pero según los planos los más apropiado sería acceder por cualquiera de las dos pequeñas puertas de hierro situadas a ambos lados del altar, a la altura de la girola. Las puertas dan acceso a dos estrechas y empinadas escaleras que concurren en un pequeño espacio devocionario, justo debajo de la imagen del Apóstol y comunicado a través de una resistente reja con la cripta donde descansa la Sagrada Reliquia.

[...]

Al oír a la joven recitar algunos de mis pasajes favoritos de la Biblia no puedo evitar decir:- Apocalipsis diecinueve. -sonrío- El penúltimo versículo es delicioso. -la miro intensamente, sin acertar aún a adivinar su identidad. El pañuelo con el que oculta su rostro la hace aún más enigmática.

Me despido de ellos: - Os doy mi bendición. -y levantando una mano:- ¡In hoc signo vinces!

Notas de juego

Pongo las Fotos, los Planos y el Plano de Santiago en la mochila de Xose.

Dejamos a efectos narrativos esa postal que Xena se ha agenciado.

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01/01/2020, 19:44
Narrador

Al salir de la Sala Capitular el hermano Abico os espera. Le seguís a través del monasterio y salís por una puerta lateral. Abico es muy callado y apenas os hace algún comentario estrictamente cordial. Os hace montar en un carro tirado por un caballo negro. En la parte de atrás hay varios bultos cubiertos con una manta.

Así salís del asentamiento, y os alejáis descendiendo la colina. Atravesáis algunos campos cultivados por frateres y más allá unos bosquecillos, siguiendo un camino de tierra que serpentea evitando una vieja aldea abandonada, bajo unos oscuros nubarrones amenazantes.

Pasa un buen rato cuando llegáis a un lugar algo extraño. Parece que alguna vez esto fue una pequeña capilla en mitad del bosque, "Capela do Couto" reza un despintado letrero sobre una pared. Dos frateres de negro salen a vuestro encuentro y entregan una nota a Abico, que la lee y asiente sin pronunciar palabra. Tras el edificio de la capilla podéis ver lo que en un principio os parece una granja. Pero al instante descubrís que se trata de otra cosa. Los lamentos y llantos llegan a vuestros oídos, tras las alambradas intuis a docenas de personas hacinadas, sucias, desprovistas de ropa y de cualquier atisbo de humanidad.

Abico siguen en silencio, y azuza al negro corcel que emprende de nuevo la marcha. De nuevo el carro atraviesa algunos bosquecillos siguiendo el tortuoso camino. Al rato llegáis a un apeadero frente a unas vías. Esto es insólito, ya que de todo el sistema de comunicaciones y transportes pre-Xacobeo, sólo algunas carreteras siguen siendo transitables. El lugar está desierto. Ante vuestro asombro, Abico sonríe. Baja del carro y destapa el par de bultos que descansan en la parte de atrás del carro.

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01/01/2020, 20:02
Frater Abico

- Coged lo que queráis. Luego subid al camión. Rápido. -tras destapar las cajas me dirijo directamente al camión modificado que descansa sobre los antiguos raíles de ferrocarril.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Si queréis algo de lo que hay en el carro (tantos objetos como queráis), elegid por orden de Iniciativa (ya he hecho las tiradas):

1ºXose 2ºXena 3ºXervasio

  

Abico os espera ya subido en el camión.

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01/01/2020, 21:01
Xervasio

-"Fráteres" -pensó tras ver a esas gentes presas, reducidas al estado de bestias... como cerdos en una pocilga- ... "siempre con sus tejemanejes... a saber esos pobres desgraciados, como acabaron así... tal vez pecadores, tal vez convictos... quien sabe"

Evitó hacer comentarios al respecto... no era asunto suyo, y meterse en los asuntos de los fráteres, era en sí una mala, muy mala idea... eran poderosos, aun siendo relativamente pocos; la clave de su poder era el ascendiente que tenían sobre mucha gente, que les reverenciaba y seguía a pies puntillas...

Su atención se volvió hacia el artilugio que había montado sobre las vías del tren... era sorprendente encontrarse un vestivio de tal calibre, y más en funcionamiento, pues sabía de buena tinta, que encontrar combustible no demasiado "cortado" para estas máquinas, era complicado... lo de "cortado" era un viejo término, que quería decir que se había mezclado con más cosas, para aumentar el volumen, y vender más cantidad al mismo precio... Y lo sabía porque era su trabajo saber de esas cosas...

Cuando el Fáter Abico les obreció aprovisionarse, se sorprendió de la magnificiencia de la organización, pues no tenían por qué hacerlo... se notaba que era algo de suma importancia para ellos, el que la misión llegase a buen puerto...

-Adelante pues... veamos hay aquí... tened en cuenta una cosa: si nos sobrecargarnos, iremos más lentos: medid bien lo que podéis llevar.... La avaricia, dicen, rompe el saco...

La advertencia a sus compañeros no era en vano: había visto a otros "rebuscadores" ir tan cargados tras una incursión exitosa, que no pudieron huir de los zombis, y se vieron rodeados y... bueno, pasaron a la historia...

Notas de juego

Casco de obra

brazales neumático

Lata de atúin consumible

Galletas

Café

Ampolla de Med-x

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01/01/2020, 21:30
Xose Toxo

Tras la última mirada, quizás algo furibunda, del abad, retiro la mirada. ¿En qué habría contrariado al gran hombre? Razoné: Seguro que no me cree digno, un pescador, poca cosa... Una pequeña luz se me abrió en la mente, y pese a la poca educación religiosa recibida, saque de los recuerdos de mi mente un pequeño detalle, que quizás le haga mirarme mejor al abad. -Recuperaremos los restos, señor. De un pescador, le digo que protegeré los restos del apóstol que fue pescador con mi vida. -Y me dispongo a salir, mientras oigo los últimos comentarios. Llevo el precioso mapa, que me dispongo a examinar atentamente cuando pueda. 

 

El fráter tan callado, Abico, nos acompaña. Montamos en una carro, y este recorre parte de los caminos que yo había caminado para alcanzar el monasterio. Voy atento a todo, fijándome hacia donde vamos, hasta que nos desviamos por unos campos, y en unos bosques, pasamos por una extraña capilla. Con miedo ante lo que oigo, llantos, gemidos... Agacho la cabeza e ignoro lo que pasa. Cierro los ojos hasta que el carro marcha de nuevo, por lugares que no conozco... Hasta llegar a un lugar donde un extraño camión espera sobre unas vías. Abro mis ojos con sorpresa, y miró alrededor. Camiones había visto de los traficantes de droga, pero... ¿sobre vías? ¿Qué era aquello? 

 

Cuando el frater Abico nos indica que cojamos algo de las cosas del carro, y veo que hay comida, algunas protecciones, y ampollas de líquidos de colores. Estas me dan cierto repelús, podrían llevar drogas adictivas, y odiaba a aquellos traficantes de cerca de mi pueblo.

  Como estoy cerca, me dispongo a coger algunas cosas. Acostumbrado a ir solo en general, mi vista estaba puesta en las cosas, y en ese momento no recordaba a los compañeros. 

Veo que una de las latas parece de atún, pregunto, y me lo confirman.  Eso es algo que me gusta, y la recojo. Me digo que le pega el pan para comerlo con el atún, así que lo introduzco a su vez en la mochila. Las manzanas tienen un aspecto saludable, y me apetece llevar algo verde. Con aquello, tengo comida para unos días... 

 

De pronto, algo llama a mis ojos... Un casco de obra y unos guantes de obra que están en el interior del casco. Me di cuenta de que mi cabeza no tenía protección, y si íbamos a entrar en edificios antiguos, algo se podía caer en la cabeza, así que decidí cogerlo. Quizás me sirvieran de algo. 

 

Sólo en ese momento, cuando abría mi mochila, vi a Xervasio y Xena acercarse... Me dio cierta angustia haber cogido todo tan rápido, y les pregunto: ¿No os parece mal que coja todo esto? ¿Alguno lo necesita más? O... Podemos repartirlo y ver que necesitamos entre todos...

 

Notas de juego

Lata atún, manzanas y pan. 

Luego, casco y guantes de obra. 

A menos que digamos de hacer un reparto

 

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01/01/2020, 22:04
Xena

Siempre he preferido no juzgar a mis semejantes, aunque por mi misión he de hacerlo, así que, mientras el abad habla a mis compañeros veo el lujo de aquella sala con tanta silla, no olvido tampoco el trasiego de objetos que estaban llevando a cabo en la antesala, aún así, mantengo la paciencia y la paz en mi corazón. Ya habrá tiempo de juzgarlos, a su debido tiempo.

Cuando salgo de aquella sala vuelvo a poder respirar aire puro, dentro estaba un tanto turbio, quizás no ventilaban bien, quizás la madera estuviera carcomida o quizás era otra cosa. Seguimos al hermano Abico hasta un carro tirado por un caballo negro - prefería un caballo blanco - aún así monto como los demás, me fijo que transporta unos cuántos sacos, ¿qué serán? los muevo con la lanza, por si fueran seres humanos o animales, pero no se mueven, mejor.

Atravesamos lo que es la finca y unos matojos hasta llegar a lo que es una granja, veo gentes hacinadas ¿pecadores, supervivientes, contaminados? me disgusta aquel trato, pero ¿y si fuera su penitencia? podía ser como la parábola del hijo pródigo, gente que abandonó la casa del padre y dilapidó toda su fortuna para acabar comiendo y viviendo como los cerdos. Pero también podía ser como la parábola del buen pastor - "En verdad, en verdad os digo: yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que han venido delante de mí son ladrones y salteadores; pero las ovejas no les escucharon. Yo soy la puerta; si uno entra por mí, estará a salvo; entrará y saldrá y encontrará pasto. El ladrón no viene más que a robar, matar y destruir. Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia. Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas. Pero el asalariado, que no es pastor, a quien no pertenecen las ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye, y el lobo hace presa en ellas y las dispersa, porque es asalariado y no le importan nada las ovejas. Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas y las mías me conocen a mí," - recito en voz baja y después medito, ¿éstos fráteres son asalariados o pastores? 

Se interrumpen mis cabilaciones cuando vuelvo a escuchar la voz del hermano Abico, al parecer nos ofrecen una serie de víveres y objetos para el desempeño de nuestra misión, observo como mis compañeros se apropian de diversos enseres, como parece que nos los hemos de llevar, recojo las migajas que han dejado - Para mí el escudo (stop), esas 2 ampollas y dame las latas, se me ocurren muchos usos a parte del primario - me pienso llevar la mermelada, quizá sea ir demasiado cargada pero... para cazar es un buen cebo - y un bote de mermelada también. ¿Te puedo coger uno de esos sacos(*)? - voy a dividir lo que nos dan, para el saco se va una lata y la mermelada, mientras que las ampollas y otro bote los meto en mi mochila.

Acto seguido, cojo la mochila junto con el saco y subo al camión.
 

Notas de juego

escudo

2 ampollas restantes (furia y calmex),

lata misteriosa

lata de conserva vilán

mermelada consumible.

(*) M: no hay sacos. Son cajas tapadas con una manta.

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01/01/2020, 23:08
Narrador

Tras coger buena parte de los objetos que había en el carro, os dirigís al camión. Al acercaros veis que es un vehículo muy viejo, reparado cientos de veces, recompuesto con trozos de varios vehículos y otras cosas. También veis que está lleno de sangre por todas partes, sobretodo por delante, al parecer por embestir y arrollar a caminantes a su paso. En la cabina sólo hay sitio para dos, así que uno de vosotros sube encima de ésta, ayudándose de una escalerilla y sentándose entre unas cajas que hay sobre una especie de rejilla a modo de espacio de carga.

Abico arranca el motor y el ruido es desastroso. Parece que en cualquier momento algo va a romperse. A pesar de todo el ruido no es muy alto, y no parece preocupar a Abico, que os apremia a que subáis y cerréis la puerta. Tras esto mete primera, y sin mediar palabra empieza el viaje. Al principio las "ruedas" parecen patinar un poco, y chirrían, pero poco a poco el camión va cogiendo velocidad. El viaje transcurre sin problemas durante un buen rato. Las vías parecen estar libres de obstáculos, protegidas a ambos lados por vallas metálicas o muros de chapa. Sólo veis manchas y charcos de sangre aquí y allá.

Atravesáis valles y colinas a gran velocidad, siguiendo un trazado muy recto, que se sirve de numerosos puentes y túneles (contáis hasta diez) para evitar el escarpado terreno. Muchos puentes no tienen suelo bajo las traviesas, y esto explica por qué los zombis, y seguramente también los vivos, no toman el trazado de las vías para salir de la Zona. Poco antes de llegar  al último túnel el camión embiste a varios podridos que se tambalean desorientados ante vuestra repentina aparición. La sangre salpica la luna frontal y Abico acciona el limpiaparabrisas sin inmutarse. Tras el túnel el camión empieza a desacelerar hasta detenerse por completo junto a una especie de andén improvisado, lleno de cajas rotas, basura y mucha sangre. Abico no para el motor, y teméis que el ruido pueda atraer a zombis. Tras el andén podéis ver algunas casas que se apiñan formando una calle. El lugar está desierto y devastado.

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01/01/2020, 23:28
Frater Abico

El ruido del motor me obliga a gritar:

- ¡Hemos llegado! ¡Tenéis un mapa! ¡Pero para llegar hasta la catedral sólo tenéis que seguir las flechas amarillas! ¡Volveré dentro de tres días! ¡Suerte!

En cuanto los tres infelices bajan cierro las puertas y emprendo el regreso lo más rápidamente que me permite la marcha atrás de esta cascarria.

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01/01/2020, 23:46
Narrador

Abico se larga y el lugar queda en silencio. A vuestro alrededor todo es caos y sangre. Tras cercioraros de que no hay ningún zombi cerca, analizáis el entorno y estudiáis el mapa con detenimiento. Deducís que estáis en el Sector 6, al final de una calle llamada Rúa de Angrois. Efectivamente, en el mapa hay unas flechas amarillas que llegan hasta la catedral.

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- Tiradas (3)
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02/01/2020, 08:54
Xose Toxo

¿Hay que montar en eso? Están locos... 

Me dirigí con recelo al interior del vehículo, acomodando en el ínterin todos los objetos, bien a la mochila, bien a mis manos o cabeza. Creo que había hecho bien en recoger esas cosas, al final, los compañeros se hicieron con otro buen conjunto de cosas. 

El viaje, además del ruido, fue infernal. Tanto los puentes como los túneles me generaban rechazo, así que me encogía de hombros y miraba al conductor. Estez impasible, conducía con tranquilidad aquel vehículo destartalado. Desde luego, para entrar en la Zona, era buena idea. El tipo de vehículo destrozaba a los podridos, y podía llegar hasta el interior de la ciudad.

Me apee rápidamente y me puse a observar si el ruido había atraído algo, aunque parece que toda la zona está tranquila. Entonces observo el lugar. Tenía cierto parecido a un peirao, un muelle, un lugar de carga y descarga, cajas, suciedad, sangre ... Hay que tener en cuenta que no se cargaban pescados, pero quizás si se mataban podridos... 

Miré a los compañeros, saque el plano, y con un gesto de cabeza y un murmullo ininteligible, les indique que se acercarán, para ver el mapa. Bien. Revisé la línea del tren, y ayudado de las palabras sobre las líneas amarillas, señalé en el mapa alguna de las posibles localizaciones. Luego, me puse a mirar el posible camino, y sus alrededores, con cierta atención. 

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02/01/2020, 13:08
Xervasio

Sinceramente, le encantó... eso de ir en ese artilugio fué una experiencia memorable... y la sensación al pasar por unos puentes en los que no había traviesas... Disfrutó sumamente el viaje, y más cuando arrollaron a algunos zombis que se habían metido en el camino férreo...

... Pero tampoco duró tanto como le hubiese gustado, y tomó buena nota del camino como posible ruta de vuelta, aunque... era una ratonera; si entrabas, era probable que quedases atrapado si encontrabas un grupo ante tí, y otro cerrándote la marcha... mal rollo en ese caso...

Cuando el Fráter se largó... fué consciente de nuevo de la realidad: estaban en medio de territorio hostil... ahora tocaba moverse, y con inteligencia... Echó un vistazo al mapa; lo primero,... sabe donde estaba el objetivo...

-Vale... la Catedral está siguiendo por esta calle, y en el cruce con Crucero de Sar, a la izquierda; recto en esa dirección está nuestro destino... pero eso nos hará entrar en la zona donde pone "aquí hay muchos", y luego tendremos un embudo, al encontrarnos con la vía del tren: habrá que buscar un paso si está encajonada como la que hemos usado para llegar... Me preocupa eso que pone de "gente rara", pero aparentemente no está en nuestro camino directo...

Miró a los otros dos a la cara; tocaba decidir como actuar....

-A ver, como véis, yo llevo una ballesta; lo mío es no dejar que esos zombis se acerquen demasiado, pero si surge uno de la nada, estoy jodido; si vamos en fila, no debería ir el primero... Y tampoco podemos estar demasiado tiempo parados: tarde o temprano aparecerá alguno con ganas de fiesta