Solo queda un partido para llegar a la final. La final que os puede catapultar a la fama, la gloria y a cantidades inusitadas de deslumbrantes premios. Solo queda un partido y las apuestas os declaran claros vencedores ante un rival sin demasiadas posibilidades... si no fuera porque, de ser verdad, algo totalmente inesperado puede suponer vuestra derrota.