Galería Umbriana

Subida por potty

HABÍA UNA VEZ... TRUZ!

Reparto

Príncipe Encantador: El_Sombrio

Mi sexy Chambelán: Potty

Doncella en apuros Descalza : Venifer

Se abre el telón. En un living abarrotado de muebles, la Doncella se encuentra sentada en un sofá mirando tv cuando golpean la puerta.

Doncella Descalza (un tanto intrigada): ¿Quién es?

Chambelán (con voz ahogada por la puerta): su majestad el Príncipe Encantador. Abra la puerta por favor!

DD (incrédula, en voz baja): ¿El Príncipe Encantador? ¿Y este qué quiere?

Se levanta de su asiento y va hasta la puerta donde ve por la mirilla. Acto seguido se da vuelta y se apoya contra la hoja con cara de desesperación.

DD (en voz baja): ¿Otro más? es el tercero que viene este mes!

DD (en voz alta): Ehhhh, ¿tiene una credencial para demostrar que es un príncipe? verá, con la inseguridad que hay en el reino no puedo abrirle la puerta a cualquiera... (voz baja) tal vez se vaya...

Ch (sigue con voz ahogada): Abra por favor, señorita. Nadie más que un príncipe se atrevería a utilizar estas calzas apretadas y esas botas puntiagudas tan graciosas!

Príncipe Encantador: no son graciosas! son la última moda en las cortes europeas, insensato!

Ch: como sea... nadie más que la realeza las usa! Abra por favor, que hace frío.

La Doncella revolea los ojos y viendo que no puede zafar de la situación abre la puerta. Se ve a un tipo con peluca a lo Luis XV y ropa muy graciosa con actitud petulante y a otro, vestido casi tan chistosamente como él, llevando un zapato transparente sobre un almohadón rojo con ribetes dorados.

DD (con amabilidad fingida): que desea vuesa majestad?

Ch: Señorita, necesitamos...

PE (interrumpiendo bruscamente): Me dijeron que aquí vive una Doncella Descalza... Sos vos?

El Príncipe mira con atención los pies y comprueba que la Doncella no va calzada.

DD: Ehhhh, sí... ¿por qué?

PE (más petulante aún): Pues hoy es tu día de suerte! he venido a devolverte la zapatilla de cristal que has perdido y hacerte mi esposa! Te has ganado la lotería. Chambelán!!!

Encantador da unas palmadas y pone tono autoritario.

PE: Vamos! sentá a esa señorita para terminar con el protocolo y dejar asentado que hoy, en el día de la fecha del señor... bah, nunca me acuerdo como es la fórmula protocolar. Cumplamos con la burocracia de probar que el zapato le anda y llevémosla al castillo para terminar con los trámites.

Ch (amable): Por favor, tome asiento, esto no llevará más de unos minutos...

DD (mientras se deja conducir por el Chambelán hasta el sofá): Ehhh, creo que hay un error... yo no he perdido ninguna zapatilla... Ni zapato... (susurros) ni nada... otra vez sopa! y no de Orégano...

PE: Nena, no seas modesta. Todos sabemos que te morís por estar casada conmigo. Vamos, probemos la zapatilla, el castillo nos espera!

DD: Insisto, este zapato no es mío...

PE (haciendo oídos sordos): Chambelán! en posición por favor!

Ch (un poco avergonzado por la actitud del príncipe): Sólo serán unos segundos... no dolerá...

PE (autoritario): Vamos!!! no tenemos todo el día!!! Pónganse en pose que tengo que retratar este momento para la posteridad... Sonrían!

Ch (visiblemente contrariado mientras intenta poner el zapato): Su Majestad... El zapato no le anda...

PE (despreocupado): Boberías hombre! Poné un poco de voluntad! Sonrían!!!

El Príncipe saca una foto.

PE: no, no, están con cara de to-or!!! Vamos de nuevo!

El Chambelán sigue contrariado mientras la Doncella suspira con cara de “hombres!”

Ch: Es que... no entra...

PE: Sonrían!!!! Ya! Esta toma sí me gusta... ¿Qué decías?

DD (exasperada): Que no me entra el zapato! es como seis tallas más chico, zoquete!

PE: ¡¿¡¿¡¿Cómo que no entra?!?!?! Me aseguraron que eras la Doncella Descalza, la que perdió el zapato la noche pasada en el baile real!

DD: Soy la Doncella Descalza, pero no he perdido ningún zapato en ningún baile real.

PE: ¿Cómo que no? ¿Acaso no querés ser mi esposa? ¿Qué haré ahora? Necesito una esposa!

DD: ¿Por qué? aún es joven, puede esperar un poco más para casarse...

PE: Es que además de príncipe, soy hombre! (en un susurro casi inaudible) y tengo mis necesidades.

DD: ¿Disculpe? No logré oirlo, podría repetir?

El Chambelán comienza a ponerse incómodo...

Ch: Señorita, mejor lo dejamos aquí...

PE (un poco más audible pero no tanto): Tengo mis necesidades

DD: Hable más fuerte Su Majestad! no se le entiende!

Ch (rojo de vergüenza): No insista, por favor!

PE (exaltado): es que tengo MIS NECESIDADES!!!

El Chambelán y la Doncella se quedan de piedra mientras el Príncipe se gira hacia el público con mirada soñadora.

PE: soy hombre, en edad de... ejem, estar casado y, ejem... satisfacer mis necesidades... ¿Acaso no saben que...? ##Necesito alguien que me emparche un poco y que limpie mi cabeza. Que cocine guisos de madre, postres de abuela y torres de caramelo##¹

[Venifer (en un aparte a Potty): Potts no me dijiste que esto era un musical

Potty (en el mismo tono susurrante): No lo es Jules... es que Gus a veces se mete demasiado en el papel e improvisa...

Venifer(sigue susurrando): Ok, volvamos al ruedo.]

El Chambelán y la Doncella suspiran aliviados al escuchar las palabras de Su Majestad.

Ch: Perdón por la impertinencia Majestad... pero ¿para qué necesita una esposa? El palacio está lleno de sirvientes que pueden hacer todo eso por usted.

PE (melancólico): Es que no es lo mismo. ¿Has visto que cuando las costureras me zurcen los calcetines, éstos vuelven a agujerearse? ¿O que si la cocinera me prepara helado siempre se olvida de ponerle una Ópera² para completar la copa? ¡O los pisos de la habitación! Por más que las mucamas insistan en que barren todos los días, siempre queda polvillo detrás de la chimenea, o los estantes sin repasar... Para eso necesito una esposa, quiero alguien que cuide de los detalles, que tenga la sopa caliente cuando vuelvo de cazar o las camisas planchadas y las botas lustradas cuando me toca sesión aburrida en la corte. ¿Acaso no pueden entenderlo? Soy hombre, ¡¡¡tengo mis necesidades!!!

El Chambelán y la Doncella se miran sarcásticamente.

DD: Lo que usted quiere es una esclava, no una esposa. Ahhhhh, cuanto mal han hecho los estudios Disney al mundo de la fantasía! Deberían demandarlos por publicidad engañosa. En fin, creo que ya han terminado conmigo, verdad?

PE: No, por favor! Estás segura de que no te anda?

Toma la zapatilla e intenta ponérsela por la fuerza. El Chambelán intenta sujetarlo y apartarlo de ahí mientras la Doncella se resiste a ser calzada de prepo.

DD: Qué no me anda, hombre!!! Acaso has visto el tamaño de esta zapatilla? es de una niña!!!

PE (intentando capturar su pie aun): De una niña no. Estoy seguro que quién perdió la zapatilla era bien mujer! Si hasta nos besamos!

DD: Sea razonable! Vea el tamaño, por favor!

El Príncipe se serena y la Doncella aprovecha para mostrarle más de cerca la zapatilla. El príncipe comienza a preocuparse.

DD: Dígame... como era esta... mujer?

PE: Rubia, un poco plana de arriba, cintura estrecha, con la piel muy tersa... Algo así.

El Príncipe busca en un bolsillo -sí, la calza tiene bolsillo, no pregunten donde! u.U'- y saca una ilustración hecha a partir de sus recuerdos.

DD: Ahhhhh, ya veo... Vos, perdón, Usted también ha sido víctima de los engaños de la pequeña Isabel Barret.

PE: Y esa quién es?

La Doncella saca un smartphone y busca en google imágenes de la niña para mostrarle al príncipe.

DD (enseñando una foto): es esta verdad?

El Príncipe queda mudo y comienza a ponerse pálido.

DD: Lo que imaginaba.

PE(totalmente trastornado): Es... es... es una niña!!!

DD: No se ponga mal, hombre. Es el tercero que cae este mes.

PE: pe... pero... Nos besamos!!!

DD:Esa niña es una verdadera sociópata.

PE: ...y con lengua!!!

El príncipe comienza a escupir hacia todos lados, mientras el Chambelán se tapa la cara haciendo un facepalm y la Doncella niega con su cabeza, resignada ante el espectáculo que ha visto repetidas veces el último tiempo.

DD: lo siento... pero debería haber notado que era muy bajita.

Ch (en un aparte con la Doncella): verá, desde lo de Blancanieves y los siete enanitos, la realeza tuvo que volverse “políticamente correcta”, si me entiende... ya no podemos preguntar a la gente que mide menos de 1,30, cuantos años tiene, sobre todo cuando llevan barba o van vestidos como adultos. Es de mala educación.

DD: Ah, comprendo.

La Doncella mira al Príncipe con pena, mientras éste continúa intentando sacarse alguna extraña sensación de la boca mientras va de aquí allá por todo el lugar.

DD: ¿Creés que se recuperará?

Ch: Seguramente, pero necesitará tiempo. Tal vez sea hora de embarcarlo en la búsqueda de la mítica princesa que hace un siglo que duerme plácidamente; eso le devolverá la confianza. Después de todo, no habrá manera de que confunda a una niña con una centenaria.

DD: Muy bien, me alegro por él. Ahora, si fueran tan amables...

Con un gesto, indica la puerta de salida y lo que se espera de parte de sus visitantes sorpresivos.

DD: ...Es que ya va a empezar la novela...

Ch: Oh, sí, lo siento, lo siento. Ya nos vamos, que yo tampoco quiero perderme el capítulo de hoy.

El Chambelán toma al príncipe por los brazos y comienza a conducirlo hacia la salida, mientras éste continúa babeando y murmurando cosas ininteligibles.

Ch: Gracias por todo y disculpá las molestias!

DD: No hay por qué! hasta pronto!

Los hombres salen de la habitación y la doncella se deja caer en el sofá, visiblemente agotada.

DD: Buf, que mes! qué mes!!! debí haber tomado la dote de Doncella en Apuros. En lo alto de una torre, custodiada por un dragón, no hubiera tenido esta clase de visitas. En fin. En qué estaba?

Toma el control remoto mientras cae el telón.

FIN

Y colorín, colorado, comieron perdices en estofado!

1: Necesito - Sui Generis
2: Galletitas Ópera