Galería Umbriana

Umbrionada 2014: Motosierras en Llamas F.P.S.L.

81. En un pub bebiendo un vaso de leche, con bigotes de leche incluidos.

81. En un pub bebiendo un vaso de leche, con bigotes de leche incluidos.

Subida por Mooneyes

Prueba por Mooneyes (yo, coño :P).

 

 

—¿Y ahora qué pasa, eh?

   Estábamos yo, Mooneyes, y mis dos drugos1, Isthar y Diluvi el Corb, sentados en el pub lácteo L’acústic, exprimiéndonos los rasudoques2 y decidiendo qué podríamos hacer esa noche, en un otoño oscuro, sombrío y bastardo aunque seco. El lácteo L’acústic era un mesto3 donde servían leche-plus, y quizás ustedes, oh hermanos míos, han olvidado cómo eran esos mestos3, pues las cosas cambian tan scorro4 en estos días, y todos olvidan tan rápido, aparte de que tampoco se leen mucho los diarios. Bueno, allí vendían leche con algo más. No tenían permiso para vender alcohol, pero en ese tiempo no había ninguna ley que prohibiese las nuevas vesches5 que acostumbraban meter en el viejo moloco6, de modo que se podía pitearlo7 con velocet8 o synthemesco8 o drencrom8 o una o dos vesches5 más que te daban unos buenos, tranquilos y joroschós9 quince minutos admirando a Bogo10 y el Coro Celestial de Ángeles y Santos en el zapato izquierdo, mientras las luces te estallaban en el mosco11. O podías pitear7 leche con cuchillos como decíamos, que te avivaba y preparaba para una piojosa una-menos-veinte, y eso era lo que estábamos piteando7 la noche que empieza mi anécdota.

   Teníamos los bolsillos llenos de dengo12, de modo que no había verdadera necesidad de crastar13 un poco más, de tolchocar14 a algún anciano cheloveco15 en un callejón, y videarlo16 en sangre mientras contábamos el botín y lo dividíamos por tres, ni de hacernos los ultraviolentos con alguna ptitsa17 tembleque, starria18 y canosa en una tienda, y salir smecando19 con las tripas de la caja. Pero como se dice, el dinero no es todo en la vida.

   Los tres estábamos vestidos a la última moda, que en esos tiempos era un par de pantalones de malla negra muy ajustada, y el viejo molde de la jalea, como le decíamos entonces, bien apretado al trasero, bajo la nalga, cosa de protegerlo, y además con una especie de dibujo que se podía videar16 bastante bien si le daba cierta luz; el mío era un búho. Isthar tenía una ruca20 (es decir, una mano), Diluvi un cuervo muy vistoso. Además, llevábamos camisas cortas y blancas y ajustadas a la cintura, sin solapas, con esos hombros muy abultados (les decíamos plechos21) que eran una especie de parodia de los verdaderos hombros anchos. Además, hermanos míos, usábamos esos bombines de un negro sucio que parecían de puré o cartófilos aplastados, como si les hubieran hecho una especie de dibujo con el tenedor. Llevábamos el pelo no demasiado largo, y calzábamos botas joroschós9 para patear.

   —¿Y ahora qué pasa, eh?

Había tres débochcos22 juntos frente al mostrador, pero nosotros éramos dos málchicas17, y en general, aplicábamos lo de uno para todos y todos para uno. Los pollitos también estaban vestidos a la última moda, con gorras de visera recta y pantalones caídos, y calculo que cada uno les habría costado por lo menos tres o cuatro semanas de paga, y una gomina exagerada haciendo un juego (arcoíris alrededor de los glasos23 y la rota24 pintada muy ancha). Llevaban sudaderas largas y negras muy derechas, y en la parte del grudo25 pequeñas insignias plateadas con los nombres de distintas málchicas17, la Vane, la Jeni y otros por el estilo. Seguramente los nombres de las diferentes málchicas17 con las que se habían toqueteado antes de los catorce. Miraban para nuestro lado, y estuve a punto de decir (por supuesto, torciendo la rota24) que saliéramos a polear26 un poco.

—¿Y ahora qué pasa, eh?

El cheloveco15 que estaba sentado a mi lado —porque había esas mesas donde se compartía el espacio— tenía una expresión perdida, con los glasos23 vidriosos y mascullando slovos27, como “De las insípidas obras de Aristóteles, que producen ciclámenes, brotan elegantes formaniníferos”. Por supuesto, estaba en otro mundo, en órbita, y yo sabía cómo era eso, porque lo había probado como todos los demás, pero en ese momento me puse a pensar, o hermanos, que era una vesche5 bastante cobarde. Te estabas ahí después de beber el moloco6, y se te ocurría el meselo28 de que las cosas de alrededor pertenecían al pasado. Todo lo videaba16 clarísimo —las mesas, el estéreo, las luces, los niños, y las  málchicas17— pero era como una vesche5 que solía estar allí y ya no estaba. Y te quedabas hipnotizado por la bota, o el zapato o la uña de un dedo, según el caso, y al mismo tiempo era como si te agarraran del pescuezo y te sacudieran igual que a un gato. Te sacudían sin parar hasta vaciarte. Perdías el nombre y el cuerpo, y te perdías a ti mismo, y esperabas hasta que la bota o la uña del dedo se te ponían amarillas, cada vez más amarillas. Después, las luces comenzaban a restallar como átomos, y la bota o la uña del dedo, o quizás una mota de polvo en los fundillos de los pantalones se convertían en un mesto3 enorme, grandísimo, más grande que el mundo, y ya te iban a presentar al viejo Bogo10 o Dios, y entonces todo concluía. Gimoteando volvías al presente, con la ropa preparada para llorar a grito pelado. Todo muy lindo, pero muy cobarde. No hemos venido a esta tierra para estar en contacto con Dios. Esas cosas pueden liquidar toda la fuerza y la bondad de un cheloveco15.

—¿Y ahora qué pasa, eh?

El estéreo funcionaba, y uno se hacía la idea de que la golosa cantante volaba de una punta a la otra del pub, remontaba hasta el techo y volvía a caer y zumbaba de pared en pared. Era Miley Cyrus aullando una antigualla realmente starria18 que se llamaba U.S. Billboard 200. Uno de los tres málchicos22 del mostrador, la de la gorra verde, entraba y sacaba la barriga al compás de lo que llamaban música. Sentí que los cuchillos del viejo moloco6 empezaban a punzar, y que ya estaba preparado para un poco de la una-menos-veinte. Entonces grité: —¡Fuera fuera fuera!— y al veco15 que estaba sentado junto a mí, en su propio mundo, le largué un alarido joroschó9 en el uco29 o la oreja, pero él no me oyó y siguió con su “Quincalla telefónica y la faralipa se pone rataplanplanplan”. Se sentiría perfecto cuando volviera, bajando de las alturas.

—¿Adónde vamos?— dijo Isthar.

A caminar un poco— le contesté— y a videar16 qué pasa, oh hermanitos míos.

El resto, es historia.

 

1 Amigos.

2 Cerebros.

3 Lugar.

4 Rápido.

5 Cosas.

6 Leche.

7 Beber.

8 Droga.

9 Bueno, bien.

10 Dios.

11 Cerebro.

12 Dinero.

13 Robar.

14 Golpear.

15 Individuo.

16 Ver.

17 Muchacha.

18 Vieja, anciana.

19 Riendo.

20 Mano, brazo.

21 Hombros.

22 Muchachos.

23 Ojos.

24 Boca.

25 Pecho.

26 Copular.

27 Palabras.

28 Pensamiento, fantasía.

29 Oreja.

Prueba por Potty.  

La verdad es que no hay mucho jugo que sacarle a esta prueba. O tal vez sí pero la musa no ronda por mi morada el día de hoy XD

En fin, voy al lío. Como cada año, ya iba tocando poner en vergüenza a mis hermanas -que me he demorado bastante esta temporada- así que, en una salida "de chicas", aproveché para sacarme la foto.

Curiosidades de esa noche:

-La iluminación era pobrísima y la leche, oscura, así que los bigotes se notan poco.

-Después de ordenar nuestras cervezas (qué? creyeron que sólo iba a tomar leche?), le pedí un vaso extra al mozo. La cara de WTF que puso no tuvo nombre.

-Hicimos muchísimas tomas (estas son las más decentes), con lo que la gente de las otras mesas empezó a mirarnos raro.

-Usé leche chocolatada porque la leche blanca me da "cosita" XD

  

10/10/2014, 15:26

¡oUPs! :D

10/10/2014, 15:31

Uy, viendo que Potty bebe leche con chocolate... ¿Así vale? Porque yo siempre que salgo a un bar pido eso, así que no debería hacer ningún esfuerzo extra por leche blanca (no me gusta D:)

10/10/2014, 16:09

Bueno, la prueba pide un vaso de leche... La leche con chocolate lleva leche, ¿no? :P

XDXDXDXDXDXXD

10/10/2014, 16:12

 

  

 

¡oUPs! XDDDD

12/10/2014, 14:15

Kagu
 
24/11/2014, 22:51