Subida por Kamikaze
Y aquí tenemos a Patrix, en uno de sus paseos por Nueva York, que tuvo que andar peléandose con el tío del taxi para que le dejara hacerse una foto. Le costó lo suyo convencerle, pero llegado el momento, recurrió a sus armas de mujer, que no diré cuáles son, aunque si pinchais aquí las conprenderéis, y finalmente ¡consguida!