Galería Umbriana

Umbrionada 2015: El inesperado pero previsto número 5

94. Dentro de una caseta de campaña (+1 si la caseta está montada en una playa, un pinar o una plaza pública).

94. Dentro de una caseta de campaña (+1 si la caseta está montada en una playa, un pinar o una plaza pública).

Subida por Delawim

Foto por: Sordas del Mal

Anécdota por: Sordas del Mal.

Nunca pensé que pudiera hacer esta prueba. La menda tiene una tienda de campaña para 6 personas, gigantesca, con miles de palos e imposible de montar en menos de día y medio. Así que ni me lo planteé. Hasta que llegué al pueblo. En cuanto bajé del autobús comencé a preguntar a todo el mundo que si tenían bolsas de Pryca, o un casete de Teresa Rabal, que si creían que podía meterme en alguna locomotora... A mí ya me consideran la rarita de la familia, pero, aun así, les sorprendió el interrogatorio. Entonces les expliqué lo de la Umbrionada. Mi hermana de Albacete, que casualmente tenía pensado marcharse de camping a los 10 días, me dijo: "¡Pero si esta la podemos hacer! Cuando venga mi novio, va a traer una tienda de campaña, de esas que se abren solas. Vamos a la plaza, la abrimos, hacemos la foto y en cinco minutos está hecha".

Hay que explicar algo antes. En mi pueblo vive poca gente. Eso sí, se esmeran en que haya al menos una plaza por habitante. Y un bar por habitante también, pero eso ya es otra cosa. Es increíble la cantidad de lugares que teníamos para elegir. "Hija, no solo tienes la del Ayuntamiento. Tienes la antigua plaza de toros, que aunque se llame "de toros", es ahora normal. La de San Vitores, la otra donde vive la Sra. X, esa por donde pasas para ir a tal sitio..." Vamos, miles. Lo guay era hacerla en la del Ayuntamiento, claro.

Íbamos a hacerla bien prontito por la mañana, porque mi otra hermana, que vive en el pueblo los 365 días del año, estaba preocupada por la reputación que podía dejarle la friki de la familia. De hecho, casi nos rogó que no fueramos a la del Ayuntamiento, que escogiéramos cualquier otra por donde hay menos gente. ¡Sí, claro! A las 8:30 ya estaba yo de pie. Pero el destino no estaba de mi lado. Cuán grande fue nuestra decepción cuando bajamos y vimos que el único día que podíamos hacer la foto regaban la susodicha plaza. Bueno, los árboles, pero el tío aprovecha y empapa hasta los bancos. Ahí estaba el trabajador, manguera en mano, hablando con el alcalde y encharcándolo todo. Así que mi hermana, la del pueblo, consiguió su deseo: Fuimos a otra plaza, donde sí pude hacerme la foto. No quedó tan espectacular como quería, pero, al menos, conseguí la prueba.

15/09/2015, 00:51

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23/09/2015, 23:00