Partida Rol por web

Habían colocado y habían descansado. Todos y cada uno había encontrado entre las mantas el libro del perfecto guardia imperial, en él habia de todo; desde como desmontar una tienda de campaña, hasta como desfilar en sincronización con otras tropas y las obligadas oraciones que todos deberían saber. Era un manual que todos conocían de una manera u otra, había miles desperdigados por todo el basto imperio e incluso algunos comisarios obligaban a la tropa a llevarlo encima.

En un momento dado en lo que decidían que hacer, y las varitas de lho pululaban por las habitaciones, hablaban y pensaban que hacer, alguien toco en la puerta, al abrirla apareció un hombre disfrazado con un bastón alto y con pendones colgando, parecía un autentico payaso pero sus símbolos imperiales y su convincente voz les hablo:

-Hola hermanos, estoy recorriendo las cubiertas y santiguando a la tropa, doy paz espiritual y tranquilidad. Soy el ayatani Udol y siempre me podréis encontrar por la cubierta 8 cerca de una pequeña capilla que allí hay montada – no paraba de hacer una mueca extraña quizás una sonrisa pero dejaría mucho que desear, se veía que tenia una edad bastante considerable quizás mas de 70 años, pero era difícil de calcular – queréis abrazar la fe del emperador conmigo serán solo unos minutos y nos fortalecerá a todos , ya sabéis el emperador ...- y dejo la frase a medias esperando las respuesta de todos. Casi como un juego infantil, bastante fuera de lugar sabiendo que era una nave militar.

Cuando llega el Sacerdote y habla, le contesto casi por instinto:

 - "...Protege!".

Luego, miro a Atreus, quien es, por razones obvias, nuestro representante de la Eclesiarquia. Le miro pues quizás él quiera decirle algo a su colega antes de que nosotros aceptemos recibir la palabra del Dios-Emperador. ¿Que sé yo? Cosa de Clérigos.

Telion mira al sacerdote y mira a sus compañeros, parece que algunos de ellos ven con buenos ojos el ofrecimiento del sacerdote, pero... ¿estan locos? somos del Adeptus Mechanicus!!!

- Se agradece sin ninguna duda su ofrecimiento padre - dice con voz metálica - En algunos de nosotros queda poca humanidad ya como podéis ver - dice señalando al grupo - la mayoría hemos abrazado con fuerza el vínculo con Omnissiah a través del metal. Nuestra fe es clara y evidente. Te agradecemos el gesto, pero ya contamos con la protección del emperador y de Omnissiah.

     Sin levantarse de la cama, Cadyk mira al estrambótico sacerdote que está en el umbral de la habitación. No necesito que un clérigo me diga como tengo que venerar al Emperador... yo lo hago a mi manera. Piensa. Sin decir una sola palabra, continúa ojeando el manual del buen soldado imperial con ligera curiosidad. 

Glask observa el libro y aún sin saber leer reconoce el libro y con ello el único recuerdo que tiene de él.-Cadyk,capítulo 6, párrafo 3 sigue hasta el 5...montado cuidado y uso del rifle laser,capitulo ocho,primer párrafo...como combatir en c.a.c con el cuchillo reglamentario...-Calló durante unos segundos y lanzó su libro a un lado en su cama.-Es lo que mejor recuerdo de mi paso por la Guardia imperial...-miró al tipo de arriba hacia abajo y apoyó las palabras de Telion.-Disculpad señor pero mi carne,corazón y voluntad han sido consagradas al gran Omnissiah y me sentiría realmente ofendido si usted no demuestra comprensión en mis creencias y en las de mi superior..-Dice haciendo un gesto con la mano sobre telion¨O tendré que meterte el puto bastón  por el puto culo¨sonríe cordialmente al sacerdote,cada día odiaba mas esa nave...

Atreus había sido lento al responder porque había estado ordenando sus cosas. Pero lo cierto es que así pudo escuchar a Telion que tenía muy presente la coartada que todos seguían y mantuvo la calma.

Agradecemos mucho su gesto, estimado sacerdote, pero hemos de atender a nuestras obligaciones con el Omnisiah. Quizá en otro momento.

Siempre puedo vestirme con mis ropas habituales y visitar la capilla...

    El intocable escucha el comentario de Glask, lo mira fugazmente y responde con un escueto. - Gracias. Tras ello e ignorando totalmente al sacerdote, comienza a pasar las páginas del libro hasta la pagina indicada por el soldado. Nunca venía mal aprender algo útil y mas si se trataba de armas y formas de matar. Además, era una forma como cualquier otra de venerar al Emperador...

El sacerdote ni se inmuto con el gesto.

-Queridos hermanos que así sea, que el emperador siga vuestros pasos y os conduzca por el mejor camino, ya sabéis – dice señalando a Jericus - ¡El emperador protege siempre! - sin ganas de seguir molestando, se fue recitando algún salmo a los bloques contiguos siguió tocando  puertas e invitando al rezo, por lo que siguió por la zona un rato mas. Los futuros inquisidores, no sabian hasta que punto habian estado cerca de su total aniquilación, pero quien estaba fuera de peligro en una galaxia como esta. Donde la seguridad era una fantasia que desaparece de forma violenta.

Después de que se marcha el sacerdote, me giro nuevamente hacia Atreus y le hablo:

 - "Bueno Atreus, creo que es hora de hablar con Glask."

Me acerco a Glask, esperando que Borden me respalde y luego le hablo:

 - "Glask, ven para acá un momento. Oye, estabamos hablando con el Clérigo y queremos decirte unas pocas cosas. Resulta que desde que formamos el grupo, no has tenido una actuación optima en las situaciones en las que nos hemos visto envueltos. La verdad es que no eres un tipo muy diplomático y eres considerablemente rudo y tosco. Tememos que eso pueda traernos problemas en momentos cruciales, pero estamos convencidos de que tu falta de empatia es algo debido a tu pasado y no es intencional. Entenderás que nosotros estamos más acostumbrados a tratar con la gente y podrías llamarnos, sin mucho margen de error, mejores lamebotas. Queremos que intentes evitar un poco esas hostilidades mientras estamos en contacto con la gente que no es el enemigo. Deja que nos encarguemos de esas situaciones. Estoy seguro de que nos deslumbrarás cuando haya que matar algo, pues estoy seguro de que es tu especialidad, pero hay momentos en los que es mejor bajar la cabeza y guardar silencio. Habrás notado que lo hago a menudo y es porque he visto gente morir por decir la palabra equivocada y no quisiera que te sucediese. Tanto porque he aprendido a apreciarte y considero que eres un miembro valioso del grupo, como porque probablemente no te maten solo a ti sino que a todos nosotros. Espero que nos entiendas y no olvides que somos un equipo y que ninguno de nosotros está solo en esto."

Me mantengo parado frente a él, pues de seguro tiene algo que decir y estaré encantado de oirlo.

La cara de Glask es impasible durante la charla,y simplemente lo mira desde la cama esperando que termine,cuando este finaliza su rostro se sigue manteniendo serio.-Si,soy un hombre directo y sincero,y al parecer mi ultima actuación de protegeros de una hostilidad no fue de vuestro agrado,las razones o motivos no me incumben si no deseáis que actúe antes,no lo haré...-Toma aire y saca la pistola de la funda,apunta con ella al suelo calibrandola.-así que esperaré que vuelen las balas y actuaré,creo que eso os agradará mas.-accionó el gatillo y el percutor hizo lo debido demostrando que el arma estaba en funcionamiento,tras lo cual introdujo el cargador y devolvió el arma a su sitio.-El por que de mi ser,mi pasado o por que no tengo familia...Es cosa mia que no os contaré hasta que sangréis por mi.-Sonrie ante la mención de lamer botas.-En mi tribu las personas que eran sabias y tenían el don de la paz en su habla eran venerados y nos representaban...se lo que es un portavoz y un líder.-Recoge del otro lado de la cama su rifle de asalto y repite la misma operación anterior,pero esta vez desmonta,revisa y monta el rifle mientras prosigue.-No es mi especialidad matar...-alza una ceja y señala a borden mientras lo mira con un dedo.-matar para mi es algo tan natural como rezar para ese hombre,mi especialidad  y el por que estoy aquí es por que era un cazador al servicio del Ordo Xenos.-Hace un gesto con la mano de aspaviento*-cazé un tira-nosequé antes de llegar aquí...presupongo que el resto de los aquí presentes sabremos matar...-hace un gesto para quitarle hierro a sus palabras paseándola por la sala dando a entender que hablaba del resto del grupo.-Soy un buen perro y se cuando he de callar y cuando he de ladrar...suelo...-alzó la mano para mandar a callar por que iba a seguir.-Pero tengo diecisiete días,para conseguir  y entregar esa maldita cosa si quiero seguir vivo...-tiró del percutor y miró,limpia y engrasada la depositó a un lado.-serán diecisiete días en un terreno Hostil,salvaje y repleto de monstruos...aquí sois los señores...allá abajo..-Señala el suelo haciendo referencia al mundo al que se dirigían.-deberéis de confiar en mi,allí abajo se manejarme mejor que nadie y espero cooperación..-cruzó las manos.-y trabajo en equipo...y antes de lo que pensáis estaremos de nuevo aquí con una nueva anécdota que contar para tener compañía femenina en la cama esa noche.

Escucho la respuesta de Glask tranquilo, reacciona mejor de lo esperado, lo que me gusta pues demuestra que es un tipo racional y con buenos dones para la Inquisición. Contesto a sus comentarios de forma sincera:

 - "Jamás he visto a un Xenos. Lo mio era matar herejes y mutantes, aunque tampoco matar era mi especialidad, sino encontrarlos en medio de la colmena. Viví toda mi vida en la colmena baja de Sibellus en Scintilla y ahí hay tanta gente que esa zona por la que pasamos antes me pareció un poco vacia. Allí lo dificil no es matar, sino que encontrar a la presa. Sea como sea, en menos de diecisiete días estaremos en la cama con unas mujeres, recordando esta misión y riendonos de los detalles. Ese día recordarás al viejo Jericus y podrás decirles a todos que es un tipo con el que puedes contar para que cubra tu trasero y que sabe trabajar en equipo cuando se necesita."

Le levanto el dedo pulgar de la derecha y cierro el ojo izquierdo en signo de que todo está bien, para finalmente decir:

 - "Ahora descansa amigo, tenemos una mierda de viaje por delante antes de que empiece el baile."

Me giro a Borden y le digo al oído:

 - "Solucionado"

Luego de eso me retiro a mi cubículo.

"¿Diecisiete días? Necesitará un milagro o está condenado. Bueno, me esforzaré para salvarle el trasero y cumplir esta misión antes de eso. Además, cumplir con el tiempo le da más diversión al asunto."

Me acuesto y me relajo, pues pronto vendrán esas supuestas lecciones de sobrevivencia y quien sabe que otra basura que nos obligarán a hacer. Debo dormir mientras pueda y eso siempre lo hago con un ojo abierto.

Había sido una noche movidita, las luces de seguridad parpadeaban de vez en cuando, en aquella celda recluidos del mundo, no sabían muy bien si ya estaban en el espacio profundo, en órbita, o directos contra un sol. La primera noche para algunos en unas naves de estas dimensiones y cargados hasta arriba de tropa, un objetivo militar muy jugoso.

Paso la noche.

A la mañana siguiente un cierto cosquilleo buscaba las barrigas de todos y cada uno, apenas habían comido y ya tenían que dirigirse a las pruebas de supervivencia, las preguntas habituales ¿que se encontrarían? ¿que ocurriría? Fuera lo que fuera no podía ser peor que enfrentarse con el archi-enemigo como harían en las próximas semanas.

Por un altavoz sono una musiquilla tipo* y un hombre recito unas palabras en una oración, sono la misma musiquilla y todo volvio al silencio habitual. Eran las 8:00 horas.

La estúpida musiquita resuena por la sala, probablemente por toda la nave, indicando que es hora de ponerse en pie. De un salto me incorporo y tomo todos mis pertrechos, poniendolos donde mismo los traía durante el viaje, las armas al cinto y la escopeta al hombro. Son los lugares donde siempre llevo mis armas y estoy acostumbrado a llevarlas ahí, por lo que se me hace muy fácil desenvainarlas.

Miro a mis compañeros, algunos aun están dormidos, por lo que les hablo:

 - "Grupo, no creo que tengan ganas fervientes de ayuno, que en lo personal me duele más que los azotes. Hay que ir a aprender sobrevivencia extrema de la Guardia Imperial. No me gusta la naturaleza, así que pondré atención. ¿Quien va conmigo?"

Espero a que se incorporen para así ir en grupo, todos juntos como buenos seguidores de Omnisiah o como mierda se diga.

     El intocable se levanta justo al toque de diana, ni antes, ni después. Se despereza estirándose cuan largo es para calentar los músculos y comienza a vestirse sin ninguna ceremonia. Ante las palabras de Veritus contesta con un poco expresivo - Yo también voy. Aunque la perspectiva del ayuno no es muy alagüeña, algo en su fuero interno le dice que el tener el estómago vacío será una ayuda por el entrenamiento que se avecina. Mas de uno echará la papilla hoy... seguro. - Seguro que nos divertiremos. Culmina con una sonrisa en los labios.

Cualquier súbdito del Emperador sirve mejor a su destino si tiene el estómago lleno. Cuando las baterías descargan sus proyectiles en el espacio en la Orgullo nunca se dejaba de servir el rancho. Incluso una vez un buen hombre dio de comer a unos pobres artilleros que quedaron aislados del resto de la nave.

El clérigo se incorporó sonriente al recordar aquel maravilloso momento.

La comida es el camino más sencillo y puro hacia la salvación del alma humana.

Afortunadamente las voces que daba el arbite impidio quedarme dormido. Dando un salto hacia el lavabo me lavé la cara para comenzar a despertarme, tras ello comencé a vestirme mientras le daba unos pequeños golpes en la pierna a Glask.

Vamos compañero, hay que levantarse para acudir al entrenamiento. Ya salimos Veritus...

Glask abrió un ojo y sacó la mano de debajo de la almohada,enfundó la pistola en su lugar y se comenzó a calzar la armadura y las ropas del Adeptus.-Mejor que vayamos a comer algo con...sabor directamente.-Glask estaba royendo una barrita de Féculas de cadáver y por lo que se adivinaba en su cara no era algo demasiado agradable.

Tras vestirse se calzó el resto de armas y municiones en sus compartimentos del chaleco.-Vamos a un curso de supervivencia extrema no?...entonces cogeré la granada...-Glask metió la mano en su maltrecha bolsa y recogió una granada bastante vieja al parecer y la metió en un bolsillo cerca del corazón,sonrió satisfecho y siguió al resto por los corredores.

Se movieron por la nave buscando un panel en concreto, una esquina mas y  pasaron por un puesto de seguridad donde se informaron, volvieron a tomar otro elevador y prosiguieron su marcha. Parece que llegaban a la misma panza de la nave y bastante tropa se movían por allí muchos iban cargados con mochilas realmente grandes algunas con mas del doble de ellos mismo ¿que seria aquello? Entraron por un pasillo, decir que era largo resultaría insultante para aquel pasillo.

Algunos camilleros y tropas medicas atendían a hombres de sus propios regimientos, muchos tenían sangre por la nariz o vómitos por encima. Una estampa desagradable, a que demonios se dedicaban ahí dentro. Dieron el aviso a un oficial que se encontraba en una puerta, entregaron una de las credenciales y les dijeron que esperasen. Vieron a un grupo de soldados terriblemente bien equipados, armaduras completas, rifles láser con baterías en las mochilas para sobrecargar el arma y que esta produjera una descarga mas fuerte, pistolas, cuchillos uno llevaba una mochila que parecían explosivos, iban a la guerra era un resumen poco apropiado. Dos de ellos llevaban unas feas heridas y un tercero estaba blanco y sudando. Allí pasaba algo, algo que pasaba factura.

Andaban por la zona mirando aquella estampa realmente desoladora y sucia, mientras esperaban, el oficial volvió a salir y dijo que esperaran un poco mas. Que enseguida serian atendidos.

Me equipo con todos mis pertrechos y me pongo encima la capa con los signos del Adeptus Mechanicus, para así mantener la tapadera de nuestra verdadera identidad. Uno nunca sabe cuanto le importaría a los soldados ver a un grupo de acólitos de la Inquisición en la nave, pero a la institución a la que servimos le gusta más mantener un velo de secretos sobre sus actividades, costumbre a la que quizás le deba más de un éxito.

El camino es tan desagradable como todas las marchas por estas enormes, interminables y laberínticas naves espaciales, que parecen más pequeñas colmenas que transportes. Elevadores para acá, para allá, largos pasillos. Todo lo que uno puede necesitar para perderse durante cinco vidas no extendidas esta al alcance de nuestras manos. Afortunadamente contamos con la presencia de dos expertos en vivir en naves y benditos por el Dios-Emperador sean los letreros y los puestos de seguridad donde se puede preguntar lo que no se sabe. Finalmente llegamos a nuestro destino.

La imagen que me llevo desde hace un rato no habla muy bien. Heridos y tullidos, junto con enfermos es todo lo que veo en esta zona. Tanto es su numero por esta parte de la nave que a veces pienso que la nave viene de una batalla en vez de dirigirse a una. El peor pensamiento que puedo traer es que es el fruto del famoso y valorado curso de supervivencia extrema al que vamos. Me preocupa un poco, pero le da diversión al asunto y eso siempre es apreciado.

Espero junto con mis compañeros a que se dignen a hacernos pasar.