Partida Rol por web

     Encogiéndose de hombros, Cadyk volvió a subir al vehículo y, tras comprobar varios controles básicos, intentó arrancarlo. Aunque al principio el motor tosió como un viejo Grox enfermo, a los pocos segundos de intentarlo consiguió ponerlo en marcha. Con cuidado se incorporó de nuevo a la calzada, no sin un cierto traqueteo provocado seguramente por un desalineado de la dirección. No era de extrañar sino todo lo contrario, debido al castigo recibido en tan poco tiempo. El espíritu máquina de éste vehículo debe estar complacido con nosotros si es que aun quiere ayudarnos... pensó. Había que retomar el camino para continuar la misión.  

Los rápidos disparos que suceden desde nuestro vehículo impactan en las ruedas izquierdas del blindado enemigo, haciéndolo perder el control, ser chocado por nuestra camioneta y destruir un edificio completo que cae sobre ellos en una nube de polvo y destrucción.

A pesar de la velocidad de la escena, quedo perplejo por la enorme cantidad de daño que se produce en la zona y en como podríamos haber muerto como ellos, sin ni siquiera saber realmente lo que nos pasa. Me estremezco un segundo que me brindo para ello, luego continúo. Guardo el rifle en mi espalda y me pongo de pie para ver el estado de nuestro tranporte: La verdad es que es deplorable, pues toda la estructura está llena de agujeros y el motor expele humo en señal de su cercanía a la muerte.

Me vuelvo a sentar al oír el esperanzador ruido del motor poniéndose en marcha, lo que dice que podremos salir de ese lugar, por lo menos hasta que lleguemos al almacén de los blindados. Ya más tranquilo y en tono de broma (Aunque no por eso menos cierto) le digo a mis compañeros:

 - "Por favor, que nuestro blindado venga con ruedas metálicas de oruga."

Sonrío un momento, pero pronto acaba, pues dejo ir al humor para dar paso a la concentración. Abro bien mis ojos y comienzo a mirar a mi alrededor para saber bien donde estamos y cuanto falta para llegar a aquel almacén. A la vez, mantengo mi vista atenta a si nuevos enemigos se acercan, pues ya dos veces nos han tomado por sorpresa.

El vehículo del grupo llegó en pocos minutos de camino por fin a una zona limpia de edificios en el centro de la ciudad. Era un recinto rodeado por una resistente baya de metal y unos bloques de hormigón armado que hacía de perímetro cercado. Unos "dientes de dragón" que hacían zig zag impedían cualquier aproximación e intento de alunizaje con vehículos. Los bloques de hormigón, de varios metros de altura, impedían ver qué era lo que había en el interior, pero tras sus muros se alzaban algunas columnas de humo.

Cuando el vehículo se aproximó a la entrada descubrió que en el suelo yacían los cadáveres de al menos una decena de guardias imperiales, caídos sobre sus armas y semi cubiertos de ceniza. La barrera de la entrada estaba rota y tirada en medio del acceso a la base, y un par de fortificaciones de sacos terreros se encontraban reventadas y semi quemadas, con los sacos esparcidos por el suelo. Sin duda alguna, los enemigos que habían penetrado en la ciudad habían asaltado aquel lugar a conciencia.

En el suelo también se podían diferenciar otros uniformes mezclados con los de los guardias imperiales muertos. Uniformes oscuros con lentes rojas en los ojos. Apoyados en un muro, aun permanecían ensartados en sus propias bayonetas un sargento de la guardia imperial y un oficial enemigo. Algunos cuerpos se encontraban calcinados y de otros aun salían pequeñas nubes de humo donde la ropa había prendido tras los impactos de disparos laser. El interior de la base era un caos. Muchos vehículos habían ardido.

Un Leman Rus, se encontraba ardiendo desde el interior y fuertes llamas emergían de la escotilla superior de la torreta donde medio cuerpo de un oficial colgaba mientras se quemaba, el tanque presentaba un perfecto y limpio orificio en su lateral. La mayoría, si no la totalidad, de los blindados o habían reventando o se encontraban en llamas. Parte de las oficinas que ocupaban un pequeño puesto en un piso bajo también ardían con virulencia. En el interior se encontraban aun más cadáveres de guardias imperiales, y en mucho menor número, cadáveres enemigos.

La destrucción en el interior era anormalmente espectacular. Algunos vehículos, aun aparcados en fila, habían sido atravesados por algo, del primero al último, que les había provocado un agujero de un metro de diámetro. Se podía ver a través de los 20 transportes aparcados y en llamas, a través de aquel agujero perfecto. En otros puntos, había masas de sangre, huesos y músculos esparcidos por el suelo y mezclados con piezas de equipo y jirones de uniforme, como si un huracán furioso los hubiera hecho pulpa.

     Bajando de la furgoneta, Cadyk tomó su equipo y con cautela comenzó a explorar los aledaños del depósito de vehículos. Pudo ver la devastación causada por la guerra en los cuerpos que descansaban en el suelo, algunos en extrañas posturas y con heridas atroces. "Solo los muertos verán el final de ésta guerra..." las palabras escuchadas en un sermón hace mucho vinieron a su mente ante lo que tenía ante sus ojos. Los vehículos también daban fe de lo inflexible del ataque del archienemigo.

     Cuando sus ojos captaron la hilera de blindados destruidos, no pudo evitar que un escalofrío le recorriese la espalda. - Un arma así no puede ser imperial. Nunca había visto nada así. Es algo mas propio de un arma xeno o al menos sobrenatural de una u otra forma... casi todas las armas del Imperio usadas en las guerras terrestres utilizaban proyectiles balísticos o armas energéticas que lanzaban rayos concentrados, pero éste tipo de destrucción era descabellada incluso para tales armas láser. Un disparo de un arma de fusión concentrado quizás podría atravesar de esa forma un vehículo, pero al alejarse de la fuente habría perdido coherencia. Atravesar 20 de aquella manera era imposible... aunque sus ojos le decían lo contrario.

     Aun turbado por el nuevo descubrimiento, oteó los alrededores en busca de un nuevo vehículo. Casi cualquier cosa nos serviría...

Caminando entre la destrucción. Entonando una plegaria por los caídos y...Atreus no podía soportarlo. No podía. Demasiado muerte y desolación. ¿Cómo podía dar consuelo a toda aquella ciuda, a aquel planeta, cuando los que habían jurado protegerles habían muerto o no podían hacer nada? ¿Cómo dar fe cuando todo parecía perdido? ¿Acaso no era su labor? ¿Inspirar en los momentos de necesidad? ¿Por qué le resultaba tan difícil en esos momentos? La confianza...Sí, sin duda era aquello.

En la Orgullo del Sacerdote todo el mundo le conocía, y el que no le conocía personalmente pronto oía hablar de él. Atreus Borden, el fogón en la oscuridad. Miró a su alrededor. Un fogón entre ascuas, qué deecpcionante. Aquel mundo no necesitaba un fogón, una débil luz que sólo proyectaba una tenue sombra sobre el mundo. Sino una gran llama, que iluminara el mundo e inundara los corazones.

Caminando entre muertos buscó, no sabía qué, pero buscó.

La destrucción del cuartel general de la guardia imperial era peor de lo que esperaba Telion. Había naves destruidas e inservibles con menos agujeros que los vehículos de ese lugar, quizás podrían encontrar algo útil o montar un vehículo con restos de otros pero les costaría encontrar algo bueno y decente en ese caos.

Por lo menos no creo que vuelvan a pasar por aquí, lo han dejado todo destrozado.

Luego se puso a recorrer el campamento como el resto de sus compañeros intentando encontrar algo útil.

El camino se hace más corto de lo esperado, pero no por eso menos tenso. La destrucción es latente mientras nos acercamos al deposito Imperial. Los rastros de la batalla aun no cesan, pues el fuego arde con fuerza calcinando los cadáveres de devotos e impíos por igual.

Bajo de lo que queda de nuestra camioneta y, apuntando siempre con mi escopeta, me acerco a los cadáveres a revisarlos. Quedo un poco pasmado por la destrucción de la zona, especialmente aquella extraña cosa que perforó los tanques.

Intento despejar mi mente de las dudas y comienzo a buscar munición y armas apropiadas. Luego de un rato, me centro en la búsqueda de algún vehículo decente para seguir con nuestro camino.

Glask respiró aliviado cuando el vehículo se fue a tomar por culo contra la planta baja de un edificio al que le quedaba el pelo de un calvo para irse a la mierda.-Joder¡...-Agachó la cabeza de nuevo bajo la furgoneta para cubrirse ante la nube de polvo y escombros que volaba hacia ellos para luego palmear el techo de la maltrecha furgoneta.-larguémonos de esta mierda de sitio...-Glask no era muy dado a rezar,pero visto lo visto...era un buen momento para ello¨estoy sentado en una chatarra grouyer con ruedas....¨

La llegada al arsenal era mas de lo mismo y misteriosamente lo esperado por glask,muerte y mas muerte y mas muerte por toooodos lados.-Oie Pater,es mejor que metamos el vehículo en el arsenal...o seremos una pista PRECIOSA para el fuego enemigo.-dicho lo dicho glask y su insana sonrisa escrutaron ametralladora en mano el arsenal desde la privilegiada posición de la furgoneta.

El grupo empezó ha tomar posiciones mientras inspeccionaban el lugar, era grande, aquí podían caber una treintena de vehículos, y otros tantos vehículos pesados. Asaltar esta posición no debía de ser fácil, sobre todo estando tan cerca del frente.

Un viento del suroeste, les castigaba los ojos y en aquella penumbra gris no encontraron nada, el pobre “pater” se emociono varias veces a creer encontrar vida, pero que esperanza tenían los hombres en aquella desolación. Seguían avanzando y allí no parecía haber nada, algunos vehículos quemados podían quizás arrancar, pero habría que comprobarlos uno a uno, otros partidos por la mitad, o volteados no eran una opción.

En el horizonte podía verse el humo, humo que presagiaba destrucción.

     Cadyk caminó entre la bruma creada por el humo de los incendios. Aunque su intención inicial fue buscar los medios para continuar la misión, no pudo evitar que su vista se detuviese en cada cadáver, cada ruina, cada objeto y cuerpo rotos. ¿Ésto es lo que le hacía la guerra a los planetas del Emperador? Él había visto la barbarie en muchas ocasiones, pero nunca a ésta escala. ¿Podrían imponerse al enemigo en un escenario como éste donde la guardia imperial se había mostrado impotente? Por primera vez en su vida no tuvo clara la respuesta...  

Telion seguía buscando entre los restos cada vez con menos ganas, allí donde miraba había muerte y destrucción y eso comenzaba a pasarle factura en su estado de ánimo.

Glask se mantuvo alerta,revisaba su arma y se acomodaba las gafas y el palestino para evitar lo peor de la tormenta.-Esto es una masacre...bueno...en mi contrato no decía que tuviera que limpiar...-Glask se mantuvo en silencio,un escalofrío lo recorrió desde la base de la columna y sus dedos se crisparon un instante alrededor del arma¨Oh mierda...esa sensación...¨

La zona era una carniceria, sea lo que fuera no era buena idea estar por aqui solo paseando, y menos en mi estado. Se escuchaba algo extraño, algo que no me gustaba. Las heridas no parecian dejar que me puediera mover con demasiada libertad, asi que me apoyo contra un leman russ destrozado, a poca distancia del grupo quede pensativo, era muy buena gente, duros como el desierto y frios como la noche, pero igual uno llegaria a soportarlos a todos.

¿Que era eso? ¡Maldición!

El paisaje es desolador, pero lo importante es hacerse con un vehículo. Sin prestar demasiada atención a nada, comienzo a revisar los vehículos que aun parecen en condiciones, uno a uno, pues no veo otra forma de dar con alguno:

"Mientras antes empiezo, antes termino."

Me subo a cada uno de los blindados y comienzo a ver si funcionan o no, mientras me rezo mentalmente al Dios-Emperador para que encontremos alguno bueno que nos ayude en nuestra misión.

Desde tú posición ves como el grupo se mueve lentamente, intentando aprovechar lo poco que queda, después de que los perros carroñeros hayan pasado a chupar los huesos.
Un detalle te llama la atención, y es una luz intermitente dentro de uno de los vehículos. La luz debe de ser pequeña porque apenas se nota, aun así te has dado cuenta después de echar un largo vistazo. También ves como Hamido se sienta en el suelo en una pose forzada y cansada, las heridas no sientan bien a nadie y ver cosas como esta menos aun, pero aun queda esperanza.

Un pato dentro de una oficina imperial, podría ser una buena comparativa para lo que estáis haciendo ahora. Cristales rotos, vehículos calcinados, muerte, destrucción. ¡La guerra! Y aquí están uno de los mejores grupos de Inquisidores del sector, buscando un vehículo al que apearse antes de que un francotirador los haga miga contra el sucio suelo. Maldición si hoy era un mal día. El desayuno en este planeta, estaba bien aderezado con una buena rociada de morteros. Mañana sera mejor no salir de la cama, de momento estáis en un punto muerto.

La sonrisa había volado a los labios del hombre y miraba con algo similar al cariño a sus compañeros,sentía lastima por algunos y su posición de patos de feria y algo similar a la camaradería por Hámido.-Jé...si al final el cabrón es de fiar...-Glask sonreía como cuando era niño y multitud de buenos recuerdos entre sus hermanos afloraron en su corazón¨Serán estos pequeños cabrones mi nueva familia?...me gustaría beber algo con estos cuando me pinche el antídoto y volvamos con dinero para putas como para otro mes mas...¨.

Glask se había apoyado en la camioneta creyendo que la sensación de peligro había pasado,la ametralladora descansaba a un lado y miraba con tranquilidad el paisaje,la luz la pasó por alto durante medio segundo y luego se fijó en ella,la sonrisa se congeló y el recuerdo del francotirador se le grabó a fuego en la retina,desenfundó la pistola y saltó del vehículo para correr hacia Hamido.-Hamido al suelo¡.-Intentó gritar con el miedo al francotirador en el fondo del pecho y apuntó hacia el punto...abrió fuego.

Esas voces, ya llegan son angeles ... angeles de muerte ... angeles que me necesitan...

El viento parecía no traer nada bueno, y había un extraño olor en la zona, como almendra amargas pero en la nariz, como gatos en una tienda de lamparas el grupo actuaba eficazmente, pero esa tranquilidad cambio.
El disparo hacia un vehículo de Glask sorprendió a todo el grupo que se movía con cautela. El disparo impacto en el vehículo sin mas daños graves, y volvió el silencio que interrumpía el ligero viento que arrastraba polvo y otras sustancias.
Hasta el momento nadie había visto ningún vehículo funcional, pero al mirar el vehículo al que había disparado Glask todos pudieron ver como una luz en su interior parpadeaba, con un rojizo muy leve. Sea como sea algo pasaba allí dentro o al menos era lo mas destacable en aquel cementerio.
En ese represivo momento, Hamido comenzó a vomitar con fuertes arcadas. Y solo Glask, podo escuchar con claridad como sacaba desde lo mas profundo de su estomago, todo lo que tenia.

Hamido se incorporo, y miro al rededor como si nada fuera con él. Miro hacia un lado, hacia un punto en concreto y asi se quedo.