Partida Rol por web

Me pongo de pie mientras asiento con la cabeza al Padre Borden y luego miro a Cadyk para decirle con la mirada que iré a buscar un transporte y que me acompañe. Me pongo rápidamente en la puerta por la que se fue el grupo de la Guardia Imperial y miro hacía fuera, asegurándome de que sea seguro, para luego cruzarla sin más demora y siguiendo el camino hasta salir a la calle. Mientras avanzo, mi cabeza se mantiene fría, a pesar de estar en una situación que jamás había siquiera imaginado:

"Esto es la guerra, mierda. Estoy acostumbrado a que me disparen, pero jamás me habían apuntado con algo más que una pistola láser o un revolver. Esos bombardeos, siquiera imagino el tamaño de esa munición, y las armas automáticas, eso no es sano. No sé si estoy preparado pasa este tipo de caos y violencia sin control. Yo soy un Arbitrador, la fuerza de la ley y el orden del Dios-Emperador, pero no hay ley ni orden alguno en la destrucción de una guerra como esta. No importa, no cederé, no me paralizaré y actuaré como mejor pueda en todo lo que deba hacer para cumplir mi misión, pues en realidad no soy un Arbitrador, ya no, soy un acólito de la Sagrada Inquisición y debo actuar como tal."

Una vez fuera, parapetado en algún muro, miro a todos lados, buscando gente o algún vehículo desatendido que esté en condiciones de ser usado.

Ya preparado con todo mi equipo, tomo mi arma en mis manos y le doy una palmada amistosa en la hombrera de la armadura a Glask mientras señalo con la cabeza la puerta. Vamos compañero. Al pasar junto a Atreus asiento firmemente satisfecho con que tome la iniciativa y ya fragüe un plan de acción ante semejante situación. Salgo del refugio con el rifle alzado al estilo cazador, caminando en cuclillas y me situó en un lado de la puerta apuntando mientras hago barridos de izquierda a derecha con la mira.

El sujeto te mira como si le hablaras de alteraciones moleculares en la fase cuántica, arquea una ceja y queda claro al instante tanto que no tiene ni idea de que quiere decir aquella palabra como que es dudoso que haya alguna clase de defensa especial ante casi nada. Esto último es lógico, pues es una guerra que lleva estancada tanto tiempo que la mera línea de defensa imperial ya parecía suficiente defensa. Ante la segunda pregunta el sujeto niega con la cabeza rápidamente y aclara con voz angustiada y entrecortada por la sorpresa: No hay na` de na`, pu`o desierto. Da`gual po`onde hayan entrao, pare`e que ya tan dentro`. Mira hacia la parte norte de la ciudad mientras dice: Deberiamo ir pa`lla. Cruza`lo puente`.

Si algo está claro es que parte de su mundo se ha desmoronado al darse cuenta que la línea del frente puede haberse roto si no es en un punto, en varios. Probablemente es el mayor avance que el frente ha experimentado en décadas, y trágicamente es en contra del imperio. Cuando Jericus y Hamido salen fuera del complejo el panorama es desolador. Multitud de edificios se encuentran en llamas, y la corriente de la ciudad ha caído, por lo que la única luz que ilumina la escena en mitad de la noche es el resplandor de las llamas que rugen devorando estructuras entre los gritos de sus habitantes. Escuadras enteras de guardias imperiales corren por todas partes con sus equipos a cuestas mientras multitud de civiles se cruzan en su camino cargando escasas pertenencias que han logrado sacar de sus viviendas.

El cielo se encuentra cubierto por una espesa capa de polución, más densa y que oscurece más el panorama que cuando el equipo llegó a la ciudad. En parte debido a la polución ya presente entonces, y en gran medida incrementada por el hollín de los incendios y las partículas de pólvora, tierra y humo levantado durante el bombardeo. Sobre los dos miembros que han salido fuera del refugio comienza a llover lentamente una capa de ceniza, que se deposita con suavidad sobre sus ropas y sobre la acera agujereada. Al igual que durante una importante nevada, el cielo comienza a descargar su peso, pero esta vez, parece quejarse por lo que se le está haciendo.

Al ver el caos reinante en las calles y la agitada atmósfera de un sitio de guerra, saco el comunicador y le hablo al Padre Borden:

 - "Atreus, acá fuera está la gran fiesta. Pregúntale al Guardia que está contigo donde puedo conseguir un vehículo decente, pues podría tomar uno cualquiera, pero no resistiríamos nada si nos llega a pillar un combate. Si seré el blanco de práctica de los herejes, me gustaría estar en un blindado."

Aun así, me acerco a algún soldado que esté más o menos quieto y le hablo:

 - "¡Hey, soldado! Necesitamos un buen transporte. ¿Donde mierda puedo conseguir uno en condiciones?

Pongo la mejor cara de importante, para que le nazca atenderme y no se atreva a ignorarme.

     Bueno, tal parecía que Cadyk no sería mas que otro lacayo de la Inquisición en ésta misión. Se pedía de él que se olvidase de su forma de actuar habitual para supeditarse a las exigencias del grupo. Así son las cosas, no vale la pena quejarse... pensó. Siguió a Jericus hasta el exterior y procuró quedarse a cubierto mientras inspeccionaba los alrededores. No tenía mucho sentido empezar a moverse sin tener claro a donde ir, ni de donde venían las balas, así que procuró orientarse antes de ponerse al descubierto. Recordó las palabras de Atreus y maldijo para si mismo. Donde iban a encontrar un vehículo que funcionase en un lugar así... y mas uno que pudiese transitar por la zona de guerra. No creía que le sobrase ninguno a nadie, por supuesto, y temía que tuviesen que utilizar métodos expeditivos para "adquirirlo"...

Las botas claveteadas de los soldados de infantería sacaban chispas mientras martilleaban el suelo en sus apresuradas carreras. Por muy poco Jericus Veritus logró detener a uno de aquellos soldados que corría apresurado a reunirse con su unidad mientras terminaba de abrocharse la armadura anti-fragmentación. Con un movimiento brusco se detuvo y patinó sobre sus clavos en medio del asfalto hasta detenerse. En el movimiento perdió el casco y al intentar recogerlo se le descolgó el fusil y tambien cayó al suelo. Con cada estallido de proyectiles pesados se agachaba instintivamente y miraba hacia arriba. Oh mierda mierda... Mientras contestaba a la pregunta recogió el fusil y el casco y comenzó a abrochárselo para no volver a perderlo. ¿Vehículos? Olvidesé de ello señor, !Seria un suicidio! Hay algunos vehículos blindados armados en el depósito imperial, pero está al sur junto a la vía Cardus, y según los informes esa zona está siendo tomada rápidamente por el enemigo. Solo un loco iría al sur. Señala con gestos frenéticos hacia el norte mientras intenta hacerse oír entre las explosiones, pero parte de sus palabras sepierden debido a un par de detonaciones aisladas que impactan en un bloque de habitaculos provocando que este se venga abajo entre un estruendo de cascotes ...norte señor. !He dicho que debemos consolidar posiciones al norte, tras cruzar el rio! He de irme señor. Añade antes de disponerse a salir corriendo semi agachado.

Mientras mantengo la posición frente a las puertas del bunquer, por llamarlo de alguna manera, extraigo los prismáticos de mi equipo y me dedico a observar con ellos las calles adyacentes y la línea del horizonte de edificios en llamas que se ven como panorama. Las motas de ceniza son realmente molestas, y se bien que pueden estropear el arma. Maldita sea... Venga venga venga, necesitamos transporte ya mismo. Murmuro con nerviosismo para mi mismo mientras oteo. Yo mismo hubiera ido con ellos a por algo con que movernos, pero Atreus tenía razón, había que montar guardia, y cada uno teníamos nuestro cometido. Yo pensaba cumplir el mío con la mayor eficacia, esperaba que los demás también consiguieran cumplir el suyo. ¿Cadyk, Jericus, que tal va lo del transporte? Les pregunto por el comunicador.

Telion levanta la vista de la placa de datos que le acaba de pasar Atreus y dice:

- Este trasto no consigue conexión con los satélites, o esta frito el aparato o los satélites.

¨Oh,miralo que bonito...quiero acción y los putos herejes vienen a traerme acción¨

Glask sin mediar mas palabras dejó a su cuerpo hacer y realizar los movimientos que después de tantos años conocía¨saca rifle,pon cargador,asegura recámara,calibra mira,agacha,corre y apunta,aguanta el aire...barre el area¨.-Todo despejado.-Dijo por el comunicador a su compañero Hamido tras barrer su lado de la calle,se giró y barrió con la mirada el otro en busca de enemigos o aliados.-Que tal esa búsqueda Jericus?.-Glask gruñió por el comunicador,le molestaba la maldita ceniza en los ojos y se la quitó como pudo de la cara,se ajustó el pañuelo y se puso las gafas.-espero que encuentres algo gordo...parece que esos hijos de puta se nos echarán encima con ganas de mamoneo.-La risa de Glask resonó entre los gritos de las gentes ¨Soy un cabrón enfermo y eso me GUSTA¨

Escucho la voz de mis compañeros a través del comunicador y respondo, un poco exasperado por no encontrar ningún vehículo:

 - "No encuentro ningún puto vehículo, parece que los han barrido todos. Pregúntenle al guardia donde queda la Via Cardus, quizás podamos llegar a pie. Cadyk, sigue buscando algo que nos sirva."

Sigo mirando los alrededores, quizás las calles aledañas, en busca de algún vehículo en primer lugar, en busca de enemigos en segundo.

     Bajo el tono apremiante de sus compañeros, Cadyk peina con la vista los alrededores, teniendo mucho cuidado de otear cada puerta de almacén abierta y posible escondrijo a cubierto, ya que duda que nadie dejase un vehículo operativo a la vista en zona de bombardeos. Sigue el patrón de búsqueda que se le antoja más lógico para una cosa tan grande. Pero que demónios... piensa cuando sus ojos finalmente se posan sobre algo prometedor.

Jericus Y Cadyk se habían puesto manos a la obra para encontrar un vehículo en condiciones en el que cupieran todos los miembros del grupo, y no fue fácil. En las aceras yacían varios cascarones vacios y en llamas de lo que antes habían sido vehículos ciudadanos. Algunos de ellos estaban volcados con el capó abierto, otros eran irreconocibles y mostraban a todas luces los signos de haber sido alcanzados directamente o de refilón por algunos proyectiles. Ya aprecia que tendrían que hacer el camino a pie cuando Cadyk vio entre el humo a una manzana de distancia lo que podría ser una oportunidad prometedora. Se trataba de una camioneta 4x4, y estaba detenida en extrañas circunstancias, pues las puertas estaban cerradas y tanto el motor como las luces estaban encendidas.

Cuando Cadyk se acercó más pudo ver lo que había sucedido. Probablemente las explosiones habían comenzado a azotar el lugar llenándolo todo de humo, y el conductor del vehículo no había visto contra que se precipitó en su afán por huir. Una farola retorcida e inclinada como una lanza atravesaba el parabrisas delantero y salía por el cristal trasero de aquel vehículo, y en el medio, el conductor se encontraba muerto, aun sentado en el puesto del conductor y atravesado completamente en pleno torso por aquella lanza improvisada en que se había convertido esa farola dañada. Era prometedor, solo había que hacerlo retroceder con la marcha atrás, y aquel objeto quedaría atrás.

Puro desierto. No hay nada. Puro desierto. El enemigo avanza. No hay nada.

Aquellas palabras resonaban en la mente de Atreus, intentaba averiguar algo con la escasa, muy escasa, información de la que disponían

¿Al sur? -incógnita- ¿Eso que es? ¿Proa o popa?

¿Para qué queremos un vehículo blindado? La guerra es para la Guardia Imperial, no es nuestra guerra. Dios- Emperador, protege a tu rebaño y expulsa al Caos de este mundo.

Aquello era lo que se suponía que un inquisidor debía pensar. ¿Inquisidor? Un simple acólito es todo lo que era. Ni siquiera estaba contento con eso, su labor era la de ofrecer ayuda a quienes la necesitaban, no luchar contra el Caos. Su lucha era espiritual, moral, invisible. Todas aquellas luces, explosiones, sonidos, gritos, sensaciones. Aquella no era su guerra. ni siquiera era su mundo. Su mundo era la Orgullo del Sacerdote.

Ese vehículo servirá, sacad a ese pobre hombre del interior.

Si no hay nada...el lugar tiene que ser en la colmena. Por eso el Enemigo avanza...

Al ver la camioneta y las condiciones en las que está, le hablo al Padre Borden:

 - "Atreus, encontramos un vehículo. Tiene un poco de daño, pero nada que no le permita andar. Estamos fuera del edificio, a unos pocos metros por la calle principal. Vengan todos para movernos de inmediato. ¿Quien sabe manejar?"

Pregunto y miro a Cadyk encogiéndome de hombros. La verdad es que nunca aprendí pues en la colmena siempre hay alguien que te lleva: Un compañero Arbitrador con vehículo, taxis, cualquier transeúnte al que detenga mostrándole mi ID. Además, siempre he preferido andar a pie para tener las manos desocupadas para desenfundar cuando menos te lo esperas.

     - Yo mismo. Es la lacónica respuesta a la pregunta del arbite. A paso ligero, Cadyk se acerca al vehículo y comienza a sacar al anterior dueño. Tras la operación, limpia como puede el estropicio para no tener que sentarse sobre las entrañas del individuo. - No es el mejor transporte del mundo, pero servirá. Sentencia.

Al ver que Cadyk maneja, lo ayudo a retirar la camioneta para sacarle la improvisada lanza que acabó con su dueño anterior y también a sacar a este mismo, dejandole en el suelo, a un lado para que no estorbe. Sonrío ante las palabras escuetas de mi compañero, subiendo un poco el ánimo de la situación:

 - "Es más que suficiente para ir por algo mejor o para movernos. Bastará por ahora."

Luego tomo el comunicador y, un poco exasperado ya, hablo a través de él a mis compañeros:

 - "¿Donde se supone que están? Los estamos esperando para irnos. ¿O acaso quieren despedirse de los enemigos cuando lleguen antes de marcharnos? ¡Muévanse pronto!"

Sin esperar más, me subo a la parte trasera de la camioneta. Imagino que el espacio de copiloto lo usará nuestro líder, por lo que me corresponde una posición posterior, encargándome de estar preparado para disparar en caso de ser necesario.