Partida Rol por web

Parece que si eran Freddie y su hermana, ella trabajaba en esta cafetería. El uniforme era el mismo, no pude evitar fijarme.. hasta que irrumpió ese monstruo.

Si antes pude compadecerlos porque sentí su miedo, ahora los comprendí.. ¡Joder, hubiera matado yo mismo a ese cabrón!

Seguía confuso viendo la escena, porque parecía tan nebulosa.. como quien ve una película. Pero la veíamos por algo, aunque apreté la mano de mi navaja más aún al escuchar las últimas palabras del padre.

¡Cerdo asqueroso..! ¡No la toques! -pensaba yo. Si fuese el pequeño Freddie y tuviera la oportunidad creo que intentaría matar a esa mala bestia. Pero el miedo es el peor de los paralizantes.

-Chihiro, Tristan.. Creo que sí es Freddie. Y alguien o algo nos está enseñando esto por algún motivo. No podemos cambiarlo, es una visión del pasado.. por muy terrible que sea. ¡Me está costando no hacer nada!

          - Maldito desgraciado!! Dejalos en paz!! -    Gritó molesta Chihiro antes de tratar de golpear a Jameson Frueger con el palo de escoba

En cuanto Chihiro golpeo al padrastro de Fredd, la imagen se desvaneció como si fuera polvo en suspensión.

La escoba paso a través de la imagen como si fuera un holograma y todo desapareció. Seguíais estando en el mismo sitio, pero ya no estaba Amanda ni Fred ni el cabrón de su padre. Parecía que todo esto estaba siendo producto de una alucinación o algo así.

Por unos segundos nada paso. Incluso os mirábais con cara de no tener ni idea de lo que habia pasado, hasta que mas allá, cerca a unas calderas oísteis algo. El ruido provenía de una plataforma inferior a la vuestra, pero lo pudisteis ver todo con claridad.

Un grupo de gente estaba quemando a alguien en la hogera!! Al mas puro estilo Brujas de Salem. Y uno de ellos, como no , era el padrastro de Fredd.

-Hice todo lo que pude, hija mía. Pero eres igual que tu madre. Impuras a ojos de Dios.- Su cara no deja lugar a dudas que es un hombre que odia con toda su alma a Lisa- Y tu hermano bastardo... que verguenza!

-Es inútil, no son reales -volví a repetirle a Chihiro-. No podemos hacer nada, todo esto ya ocurrió.

La "película" seguía mostrándonos cosas que atormentarían mi mente durante años. ¡La madre y la hermana de Fred, quemadas vivas por ese sádico cabrón y más secuaces! 

Y a su hijo lo llama bastardo. Y las cicatrices del Freddy que conocemos... podrían ser de quemaduras. 

"Alguien quiere que sepamos todo ésto, pero... ¿por qué? Puede afectar al Freddy actual? ¿Nos ayudará a acabar con él?", pensé.

Seguí viendo muy atento todo lo que nos era mostrado de forma tan peculiar.

       - Al parecer tienes razón Jake!  Tal vez debamos revisar en este lugar, sobre todo cerca de la caldera para ver si encontramos algo de utilidad, no creen? -     Dijo la chica antes d ecomenzar a revisar con macor cuidado y atención el lugar

Musica Ambiente radio FM

 

Una chica, un poco resultona, se acerca a ti con una sonrisa de oreja a oreja según entras en la cafetería.

- Hola guapo!!- Dice a medio camino entre la tontería de una niña pija y la alegría de alguien muy corto de cerebro.- ¿Que te pongo?

Poco a poco Maxim, la pechugona, saca una libreta para apuntar lo que le quieras pedir. Mientras lo hace canturrea una canción como si no prestase mucha atención a lo que hace.

Opté por ir al café, no me apetecía ir a otro hospital más cuando acababa de huir de uno. Aún disfrutaba de esa sensación tan cálida y excitante que me había dado la muerte de Michelle... y más aún cuando había sido yo la mano ejecutora de ello. Pero de alguna manera me quedé con ganas de más... quería sangre y gritos...

Procuraba no pensar en ello mientras caminaba hacia el café donde trabajó la hermana de mi nuevo amigo. Tenía un pacto con él, pero nunca hablamos nada de no averiguar quien fue. Además, quería conocer su pasado. Era un auténtico Serial Killer y nadie, nadie... sabía o recordaba nada sobre él. Antes de entrar en el local, comprobé el dinero que llevaba encima, puesto que no quería que llamasen a la policía por no poder pagarme un miserable café... No era momento de llamar la atención y menos cuando me había escapado de su protección.

Claro que... ¿Qué clase de protección era esa? Un loco suelto que ha rajado al Rastras y ahora fijo que me busca a mí... eso sí, que se divierta en el hospital. Entré con una sonrisa en el hospital imaginándome al viejo Tyler buscándome por las habitaciones mientras yo estaba aquí... La puerta se cerró tras de mí y la camarera me abordó enseguida. Yo no era habitual del local, pero si había estado alguna vez y la chica ni me sonaba. No fui capaz de mirarla a la cara y tras hacerlo durante un instate y ver lo poco agraciada que era, volví a mirar lo más destacable de su cuerpo.

- Hola preciosa^_s... - Conseguí ocultar la ese al final de la palabra y no añadir nada más. - Palote... como me gustaría morderte esas tetas y oirte gritar de dolor mientras mis labios se manchan con tu sangre... - Un café y unas buenas do... mingas... donas... un par de ellas... de chocolate si te quedan. - Dije con una sonrisa y procuré sentarme donde pudiese hablar con ella: en la barra.

- ¿Llevas mucho tiempo aquí? Me refiero trabajando... - Por dios, que no conteste desde las 6 de la mañana o algo así... - Verás, recientemente he descubierto que tengo familia en este pueblo y... la estoy buscando... - Traté poner cara de cachorrito abandonado, buscando así hacerla hablar con más facilidad.

Max ríe como un tonta cuando cree que intentas ligar con ella.

-Claro! Enseguida te traigo el café y los donuts de chocolate.- Dice mientras apunta el pedido en la libreta. - Dos años llevo, pero en ese tiempo una ve y oye de todo, creeme.

Te mira un poco sorprendida- Que casualidad, aquellos chicos de allí también buscaban a alguien. No estaréis haciendo una jenkana, ¿no?- rie escandalosa mientras se tapa la boca.

Según señala, donde miras, en una mesa al fondo, están Jake, Chihiro y Tristan que parecen medio dormidos en la mesa, aunque alguno hace de vez en cuando algún movimiento espasmódico.

¿Y que familiar buscas? Si suele venir por aquí seguro que lo conozco.

- Vaya... dos años... si que llevas tiempo, creí que dirías unos meses. Ya sabes... pensé que yo era mayor que tú. - Sonreí, recordando los ridículos trucos de ligoteo de las películas de terror que tanto me gustaban, donde las tontas siempre picaban en lo mismo. Y Maxim parecía sacada de una de esas películas. - Te creo, no tienes que jurarme nada. - Añadí tratando de darla más seguridad y confianza a la camarera.

Me di la vuelta cuando me dijo que unos chicos estaban preguntando también por alguien. No me lo podía creer. La zorra de Chihiro estaba allí junto a Jake y Tristan. De no estar ella me hubiese acercado a saludarles y a... ¿despertarles? - Maldita puta... - Susurré mirándola con rabia.

- Perdón por mi lenguaje... es mi ex y ellos son Jake y Tristan... eran mis mejores amigos hasta que la Yoko Ono esta nos jodió... solo que en lugar de quedarse conmigo... se quedó con ellos. - Expliqué a Maxin haciendo referencia al caso de los Beatles. - La muy puta sabía lo de mi familia y seguro que están intentando adelantarme para joderme más aún la vida... - Puse mi mejor cara de pena a Maxim. - ¿Podrías ayudarme con ellos? No es nada malo, no te preocupes...

- Es darles café descafeinado a partir de ahora... si se duermen tendré ventaja sobre ellos para encontrar a mi familiar y... no les digas que estuve aquí...  Por cierto, mi familiar trabajó aquí... o eso me dijeron... Se llama Lisa, Lisa Krueger. Quizás sepas algo de ella... o tu jefe... o aún se guarden los datos de cuando estuvo trabajando aquí. - Guardé silencio unos instantes y miré al suelo, con cara de pena. - Ser adoptado es muy duro y, quiero saber quienes fueron mis padres... esa mujer es la única pista que tengo... Creo que era tía de mi madre o prima... No estoy seguro...

LA chica te escucha, al principio con ese mirada de ojos entrecerrados como pensando que estás ligando con ella.

Pero claro, Max no es rubia, aunque lo parece. Así que a medida que hablas con ella captas su atención con tu historia llegando incluso a dejar la libreta a un lado y prestarte toda su atención.

-¿Lisa Krueger?- Dijo interrumpiéndote - Ellos buscaban a un tal Silverman. No se si tendrán relación.- Max se encogió de hombros. - El nombre de Krueger me suena... si quieres puedes mirar en el tablón. Creo que he visto ese nombre en alguna de las fotos de allí. Alguna está un poco quemada... - con una mano te señala al otro extremo de la barra, opuesto a donde están tus amigos. - Mi abuela dice que quemaron a una bruja aquí dentro, pero claro, quién sabe. Luego se construyo encima de sus cenizas- Dice de forma enigmática. - Como en una peli de terror, ¿Te lo imagináis? No se lo que habrá de verdad en lo de la bruja, pero ¡¡¡que cague!!! -

Se acerca hasta ti y te guiña el ojo. - Vale... descafeinado. Entendido-

Max se direije hasta los chicos que parece que están dormidos con la cafetera del descafeinado.

- ¿Silverman dices? - Miré hacia los chicos que parecían dormir. El descafeinado les vendrá de lujo para volver a visitar a Fred... - Quizás fuese el novio de Lisa... - Sabía que era su jefe, pero no podía soltar esa pista tan pronto y necesitaba una excusa para preguntar por él. - De él tampoco sabes nada, ¿verdad?

Miré el tablón que me señalaba la camarera y escuché su historia perplejo. ¿Quemada por bruja? - No podía ser, no lo parecía... Al menos no la Lisa con la que soñamos todos aquella noche. - Siniestro, muy siniestro. - Dije tras su explicación. - Gracias preciosa. - Sonreí nuevamente y entonces se me acercó. - Eso es, encanto. - No borré la sonrisa de mi rostro y la guiñé un ojo.

Miré como se acercaba a la mesa con la jarra cargada de café descafeinado y cogí mis cosas para desayunar frente al tablón de las fotográfias, buscando alguna donde se leyese Krueger y que estuviese quemada. Saqué unas cuantas fotografías del tablón para observarlas con más calma más adelante y busqué a Lisa y a Fred en ellas mientras me comía uno de los donuts.

La escena era cuanto menos macabra.

La sensación de que esto ya había sido vivido antes era mas patente aún. El fuego de la hoguera en la que se quemaba viva a la hermana de Fred no daba calor. Las figuras que estaban frente a vosotros, a cada momento eran mas etéreas. La sensación de "película" vieja era cada vez mas real.

Tristan cerró los puños y, literalmente, atravesó las imágenes como si fueran humo hasta que se desvanecieron. Como si nunca hubieran estado allí. Miró a todos los lados, buscando las calderas, como sugería Chihiro, y las encontró justo detrás vuestra. Estas refulgían con una luz anaranjada mortecina, que caldeaba el ambiente.

Ese calor que nunca habíais dejado de sentir, en el fondo.

Tristan se acercó a la caldera y alargó la mano para tocarla. Lentamente, paso a paso, como si temiera que fuera a quemarse. Pero cuando lo hizo, se giró hacia vosotros, sorprendido.

- Está frio. - Dijo mirándoos sorprendido.

Eso solo podía significar una cosa. Tristán abrió mucho los ojos al darse cuenta de que...- Estamos dormidos!!- Dijo aterrado sabiendo que eso, en cualquier modo, significaba que Fred podía andar cerca.

Justo cuando lo dijo, una sombra se irguió tras de Tristán, tomándolo por sorpresa. Unas garras aparecieron por delante de la camisa de Tristan desgarrando carne y tela, haciendo aparecer las cuchillas al frente y un escorzo de dolor en la cara de vuestro compañero.

- ¿Frio? ¿Tienes frio chico?- Dijo la voz de Fred saliendo de las tinieblas, dejándose ver - ¿Por qué no pasas y coges un poco de calor? jajajajajaj- rio Fred mientras empujaba a Tristan al interior de la caldera ardiente y cerraba la portilla.

Mientras Fred reía, se dio la vuelta lentamente hasta vosotros y sonrió maliciosamente.

- ¿Porque no tomáis un poco de café, chicos? ¡Café caliente!-

- ¿Porque no tomáis un poco de café, chicos? ¡Café caliente!- Decía Max, la camarera, mientras estaba frente a vosotros señalando unos cafés humeantes y calentitos que os había traido y dejado frente a vosotros. - Cuidado, que aún está hirviendo- Max os sonrió y guiño un ojo y después se marchó para seguir con sus cosas.

Ahora estábais despiertos, menos Tristán que seguía con los ojos cerrados frente a su café. Pronto u4 marcas rojas aparecieron en su camisa, como pequeños pinchazos en el centro de ella. Un pequeño hilillo de sangre brotó de entre sus labios que discurrió hasta su barbilla. Al abrir la boca, salió un humillo de entre ellos, como si su interior estuviera ardiendo, hasta que se desplomó frente a vosotros sobre la mesa, expulsando aún ese vapor caliente.

      - Pero que demonios!    Tristán!!  -    Grito Chihiro visiblemente asustada y afectada por lo que pasa frente a sus propios ojos ... deteniéndose a mitad de camino de sujetarlo ... para comenzar a llorar ... entonces reaccionó de inmediato parea decir:

      - ¿Que tiene ese café ... no lo tomes Jake!! -     Justo antes de derribar de la mesa el de ambos chicos .... como si hubiese sido el café lo que le provocó la muerte inmediata al chico

Desayunaba tranquilo, mirando aquel tablón de fotos y de vez en cuando a las tetas de la camarera, a la cual sonreía cuando me pillaba mirándola. Debía reconocer que el café estaba casi tan bueno como ella... si no la incluíamos la cara, claro... sino, ganaba el café. El golpe sobre la mesa me hizo mirar hacia el rincón donde había sonado.

Tristán se había desplomado sobre la misma y daba la impresión de que salía vapor o humo de su cuerpo. Jake y la china... ¿Cómo se llamaba? Qué más me dá. - Estaban despiertos y compartiendo mesa con él. La primera reacción, - muy inteligente por su parte,- fue la de culpar al café de lo que le había pasado a Tristan. Parecía que no se habían dado cuenta de que se habían quedado dormidos y de que posiblemente, Tristan ya no despertase.

Con disimulo, me acerqué a la camarera, aprovechando que ambos chicos estaban pendientes de Tristán y del café derramado. - Toma preciosa, el cambio para tí. - la susurré muy cerca dándola 20$- Y recuerda, no me has visto. - La sonreí y la robé un beso de sus labios carmesí saliendo disparado por la puerta. Si realmente se habían dormido y Tristan estaba muerto, no tardarían en llamar a la policía... y se suponía que yo estaba en el hospital ingresado, no corriendo por las calles de Springwood.

Todo había sido tan rápido que me pareció más que un sueño. Y lo era.

De nuevo Freddy había atacado, y Tristán se llevó la peor parte.

Mordiéndose el labio para contener las lágrimas y la rabia, le puso una mano en el hombro al muchacho, susurrándole

Joder.. lo siento. ¡Lo cazaremos, Tristán!

Y me aparté de mi fallecido amigo.

Qué injusto era el cabrón de Freddy. Y su masacre parecía no tener fin. Nosotros teníamos que rematarlo antes de que siguiese matando así.

Si en algún momento sentí compasión por el pequeño niño Freddy, esto me recordó por qué yo mismo quería matarlo de mayor.

-Vámonos a buscar a los otros, Chihiro. Aquí no podemos hacer más. Pregúntales dónde están por mensaje.

          - Vámonos de aquí Jake, les comunicamos a las chicas en el camino ... creo que debemos ir hacia la jefatura o el hospital por Cliff o Ed, no crees?     Tengo mucho miedo! -     Dijo Chihiro mientras que miraba con tristeza y enojo por ultima vez a Tristán justo cuando mira de refilón a Ed salir hacia la puerta del café y entonces se lo señala a Jake:

         - Mira!  Allí esta Ed ... pensé que estaba en el hospital .. alcancemos lo -   Jaló Chihiro entonces a Jake hacia la puerta para alcanzar a Ed en el exterior mientras que le grita al extraño chico:

        - Ed!   Espeeera!!  

Tras los gritos de Chihiro, la camarera vuelve sobre sus pasos y se acerca a vuestra mesa.

No es una chica muy inteligente, pero al menos, se da cuenta de que algo malo ha ocurrido. Ver como Tristan, cabizabajo echa sangre por la boca, aún humeante, la hace entrar en pánico, por lo que empieza a gritar.

- Oh! Dios mios!!! Socorro!! Socorro!!!- Empieza a gritar.

La gente sentadas en las mesas de los alrededores se alzan o levantan para mirar a vuestra mesa, montando un barullo y haciendo que la gente se alarme también.

- Que alguien llame a un médico!!-Grita Max sollozando entre lágrimas hata que una compañera del trabajo se la lleva a dentro para que no vea la escena.

Por vuestra parte, apenas podéis salir de allí, debido al gentío que se arremolina a vuestro alrededor. Chihiro ve, fugazmente, a Ed.. o alguien parecido a él... salir por la puerta. Incluso cuando le llama, debido al jaleo reinante del interior del café, Ed no oye nada, pudiendo irse sin que nadie se lo impida.