Partida Rol por web

Amoris Litterae ad Librum Duendam

Las Brujas de Aralar

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06/06/2012, 14:49
Director

Aquel día era propicio para caminar pues, pese al frio de la sierra, mientras calentaba el sol se caminaba con frescura y pese al extraño acontecimiento de las bolas blancas y negras el día invitaba a la tranquilidad y el paseo. Mas aún cuando veis el monasterio arriba y poco antes, a un lado del camino, un caserío. Seguro, pensáis, tiene su jarleku en San Miguel de Aralar.

Os acercáis, siguiendo el camino, hacia la casa. La estampa es hogareña. Una anciana calienta sus viejos huesos al sol de la mañana. Una mujer da de comer a las gallinas y una niña juega y brinca alrededor de la casa. No parecen tener ningún arma a la vista, a excepción de un bastón que usa la anciana para incorporarse.

Ya las conocéis. Quizás solo en historias y leyendas. Os saludan como al viajero que pasa pero también como a aquel que ha estado aquí hace unas horas. Pese a que no las conocéis, es como si os reencontrarais con después de muchos años con ellas.

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07/06/2012, 22:08
Alvar el Sordo

Alvar caminaba, como era habitual, cerrando el grupo, sin dejar de pensar en el extraño incidente con el padre portero y las bolas. ¿A todos los peregrinos que van a San Miguel les hará lo mismo? Aquello no tenía ni pies ni cabeza para él. Pero su preocupación por lo que le pudiera suceder al Señor Godesteo se le olvidó al divisar ya el monasterio. Parece ser que nuestro camino llega a su fin.

Pero antes del monasterio se toparon con un caserío, y hacia allí dirigieron sus pasos. La imagen que apareció a sus ojos era de lo más cotidiana, tres mujeres... cada una en los quehaceres propios de su generación.

- A la paz de dios, señoras. Buen día parece que tenemos hoy para caminar y hablar.

 

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07/06/2012, 22:52
Indarr

La anciana le devuelve el saludo con la mano mientras se apoya en el bastón parece muy mayor aunque sus ojos son profundos y vivaces. Su voz es tranquila aunque habla como si ya le conociera pese a no haberse visto. No parece tener miedo de unos hombres armados aunque eso sería motivo de alerta para una casa en la que solo viven mujeres.

-Buen día parece en verdad Alvar, pero si no te importa preferiré no caminar-dicen dando un golpecito en su bastón con la otra mano.

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08/06/2012, 08:45
Artal Cornel

El aragonés está alerta, tiene una sensación de intranquilidad fuera de lo normal y eso no le hace sentir cómodo. Se queda a la espectativa y saluda a las mujeres con un movimiento de cabeza. Instintivamente palpa con la mano el lugar donde lleva oculto el grimorio.

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08/06/2012, 20:32
Fadrique

Desde que había visto el caserón caminaba con la mano como atada con cuerda a la empuñadura de mis espada, y, al ver a las "mujeres" y no rastro alguno de peligro (a no ser que esta afirmación fuera de lo más inocente), solté el mismo y me coloqué el escudo.

Sabe su nombre, Santo Dios... -pensaba yo mirando a Artal y su zurrón con nuestro objeto privilegiado-. Si lo conoce, ¿qué no sabrá de nuestras esposas, hijas, amigos y de nosotros mismos? Lo que más me sorprende es su faceta de cuantas mujeres pudieran hallarse en cualquier pueblo y de cada edad... Qué barbaridad, qué aberración..., pero no hay más remedio, así lo quiso el Alquimista...

Quizá sabéis a qué hemos venido, si es que conoce el hombre de este hombre -dije girando la cabeza hacia Álvar-. Como ves llevamos armas, pero sólo por protección en los caminos. Venimos amistosamente.

Mientras decía esto, una reticencia interna me advertía de los peligros de hablar directamente con una bruja. Puede que no pasara nada, pero las malas lenguas y las leyendas populares las cuentan mucho peor: que con sólo verlas caes a los pies del maligno ipso facto... Sin embargo, me contuve con cierto esfuerzo, y continué con el pequeño discurso.

Antes de nada, ¿conocen ustedes al monje que hay en lo alto del camino?, el que espera en lo alto de este camino -señalé la vereda por la que llegamos-.

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08/06/2012, 23:37
Godesteo

Caminaba de nuevo junto a sus amigos, terminando ya la corta gesta encomendada por el viejo alquimista.Para cuando creía que aún les quedaba algo de camino, resulta que se encuentran con tres señores, a la cual una más entrada en edad que la anterior.Sin duda parecía un hogar tranquilo, pero le extrañaba la ausencia de hombres con estas a la par de la tranquilidad que guardaban a pesar de ver a un puñado de hombres armados acercárseles a su puerta.

-Buen día- se presentó junto a sus amigos a las tres muejeres que allí permanecían con sus cosas.

-¿Acaso bueno es vivir en ausencia de un hombre que guarde vuestro hogar, vuestras vidas y os alimente con su caza?- preguntó no sólo a la anciana, sino en general a las tres mujeres.

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08/06/2012, 23:47
Alvar el Sordo

El aplomo que intentaba mantener delante de aquellas mujeres se vino abajo al oír como la más vieja pronunciaba su nombre. Notó como un sudor frío recorría su espalda mientras su mano temblaba ligeramente apoyada en el hacha. En verdad son brujas y si conocen mi nombre seguro que conocen mi destino y el mismísimo diablo debe ser quien les susurra al oído. ¿Acaso mi alma ya está condenada al tormento del fuego eterno?

A pesar de la imagen de familiaridad y tranquilidad que transmitían las mujeres Alvar no podía dejar de pensar en que la hora del juicio había llegado, por lo menos para él. Posó fugazmente la mirada en la bolsa de Artal, desde el momento en que aceptaron aquella misión habían firmado su propia condena. Y Alvar sólo quería terminar de una vez, buscar un confesor, y si la muerte decidía que ya era el momento de llevárselo por lo menos se iría en la paz de nuestro señor.

La voz de Fadrique le sacó de sus lúgubres pensamientos y esperó a ver qué respondían aquellas endemoniadas brujas.

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09/06/2012, 12:13
Indarr

La mujer se rió cuando escuchó la explicación de Fadrique.

-Claro, muchacho, es de sabios ir con hierro cuando se es caminante. Muchos son los peligros que aguardan en los caminos-le dio la razón con aquella voz tranquila y pausada, se giró hacia Godesteos que había preguntado y al fijarse en el noble bajó la cabeza a modo de reverencia- ¿Os referís al padre Atarrabi? Lo conocemos, si. Es el padre portero de San Miguel e imagino que vosotros ya habéis hablado con él, oh claro que si. Perdonadme, imagino que sabéis quienes somos pero no lo sabéis. Yo soy Indarr, que hacía que todos los hombres girasen la cabeza al pasar, ella-dice señalando a la mujer de mediana edad- es Sorgiñak, joven y sabia y la pequeña es Birutia-al ver la cara de los guerreros al imaginarse a tres viejas brujas esta soltó otra cálida risa- digamos que nació. Pero por favor entrad a nuestra humilde morada y comed algo, debéis estar hambrientos después de la caminata.

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09/06/2012, 17:49
Artal Cornel

Tuvo que armarse de valor antes de hablar. Pero avanzó dos pasos y tras carraspear un momento dijo:

- Parecéis saber cosas que los comunes mortales no deberían saber... ¿sabéis también cuál es nuestro propósito aquí?

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09/06/2012, 20:32
Sorgiñak

La mujer de mediana edad había dejado de dar de comer a las gallinas y se había acercado hasta donde estabais. Parecía haber sido una mujer atractiva y os sonreía abiertamente.

-Oh, hemos oído algunas historias sobre vuestras hazañas. Hace tiempo que estáis a las ordenes del alquimista, ¿no es así?-era de las pocas, quizás la primera, que escuchabais que conocía al viejo alquimista y no usaba tal adjetivo con él- Pero por favor haced caso a Indarr y entrad a la cabaña para charlar de lo que os ha traído aquí. Hace frío para estar hablando aquí de pie.

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10/06/2012, 10:46
Artal Cornel

Mira a sus compañeros Artal algo intranquilo, como buscando en sus compañeros la fuerza necesaria para convencerse de que deben confiar en las brujas y entrar en su morada.

A pesar de su fortaleza y envergadura, a pesar de su verteranía en hechos de armas, a pesar de las muchas vidas arrebatadas al enemigo, Artal sentía una extraña aprensión hacia lo relacionado con la magia y el hecho de entrar en la morada de las brujas era para él como adentrarse en los dominios de la magia y la brujería.

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10/06/2012, 11:18
Alvar el Sordo

Al mirar a Artal, el portador del libro, vio la indecisión en su rostro. Parecía que ninguno de ellos se atrevía a dar el primer paso, pero alguno tendría que hacerlo. Así que Alvar, respirando hondo, se acercó hacia la mujer dispuesto a entrar en la casa y terminar de una vez por todas con aquella misión. Al fin y al cabo a eso hemos venido.

- Muchas gracias señora. -Inclinó la cabeza al pasar a la altura de Sorgiñak y entró en la cabaña.

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12/06/2012, 13:07
Fadrique

Pareció que Álvar, que estaba en la retaguardia, había decidido complacer la invitación de las "mujeres", y no era menestar decir que no.

Claro -le dije a Indarr con gesto neutro ante el ofrecimiento-.

Procuré no pensar nada, no llenar mi mente con imágenes de nada y pensamientos negativos acerca de las muejeres, pues ¿quién nos decía que no podían ver nuestra conciencia por dentro? No obstante, no era fácil, y la duda me abrumaba cada vez más. Noté como Artal nos miraba intranquilo y me contagió un poco tal nerviosismo. Sin embargo, estábamos aquí para esto, sabíamos a lo que veníamos. Sin mirar mucho a los ojos a las brujas me interesé por su casa, la contemplé mientras caminaba hacia el interior.

Lo de comer algo sería otra historia, ya veríamos.

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12/06/2012, 13:32
Artal Cornel

No sin reticencia, y tras persignarse de manera rápida y disimulada, Artal siguió a sus compañeros y echó una rápida mirada al señor Godosteo, para ver si les seguía y para comprobar que nada le acechara. La bola negra sacada por el señor Godosteo pesaba en el recuerdo del aragonés como un mal presagio a pesar de que intentara no darle importancia.

Aferrado a su hacha y al zurrón donde portaba el libro, Artal entró en la morada de las tres brujas y esperó a que los ojos se acostumbraran a la oscuridad para observar los detalles del entorno.

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12/06/2012, 14:00
Godesteo

Muchas cosas se le pasaban por la cabeza en aquel momento.Allí estaban las tres brujas, al fin, y no parecían ser peligrosas, pero las apariencias muchas veces engañaban.Quizás si la cosa salía mal, pudieran rebanarles el gaznate rápidamente sin darles tiempo a reaccionar.No se fiaba ni lo más mínimo de sus buenas palabras e intenciones, pero no tenía otra que seguir la corriente y esperar que pudieran hacer algo bueno por aquel libro.

-Muy amables señoras- dijo avanzando hacia el interior de aquel hogar con una falsa sonrisa pero que realmente si no le conocieran parecía inspirar amabilidad y sinceridad.El interior de los hogares decía mucho de las personas, y ahora verían que clase de "personas" serían.

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12/06/2012, 14:06
Director

Las dos brujas entraron delante de vosotros. LA casucha no tenía nada de especial, cualquiera que escuchase las leyendas y mas de unas brujas tan poderosas como estas pensaría que su casa sería una imagen del infierno pero en cambio la cabaña era completamente normal. Varios jergones, una hogera (junto a la que se sienta Indarr), un baúl y ajos y chorizos colgando de las vigas. El olor era algo fuerte pero nada hacía ver que esta fuera la cabaña de unas brujas en lugar que la de un campesino.

Por último la niña entro sonriendo y dando saltitos detrás vuestra. Sorguiñak, la mujer de mediana edad se apresuro a sacar unos vasos y serviros sidra.

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12/06/2012, 14:08
Godesteo

Entró dudoso a la casa esperándose la imagen del mismísmo infierno bañando todo esapacio entre esas paredes, pero una vez dentro s efijó que no había nada en especial, nada que delatara a esas malnacidas.Desconfiado, miraba por su rabillo del ojo pendiente de la niña pequeña, no debían fiarse del tamaño, quizás fuera la más poderosa de las tres.

Se acercaba a las orejas de sus amigos susurrando cuidadósamente...

-Cuidado debeis tener amigos mios, pues bajo una ilusión podemos estar- advirtió sin dejar de mirar a hora a las tres brujas colocadas frente a ellos.

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12/06/2012, 14:16
Artal Cornel

Hacia el rostro de Artal asomó un gesto de sorpresa al encontrar una gentil cabaña de labriegos o pastores en lugar de una guarida de seres infernales como esperaba.

Tomó Artal el vaso que la bruja le ofrecía y lo mantuvo asido, mas no bebió, receloso como estaba de las brujas. Trató de disimular lo mejor que pudo, llevándoselo a los labios e inclinándolo como si bebiera y tragara, pero sin hacerlo realmente. ¿Quién sabe qué bebedizo sería en realidad la supuesta sidra?, pensaba el aragonés.

Se mantuvo serio y observador, callado como solía ser su naturaleza.

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12/06/2012, 14:36
Sorgiñak

Una ilusión, si. Pudiera ser-dijo terminando de servir la bebida- quizás yo tenga el aspecto de Indarr. Puede que esto que os ofrecemos de beber no sea sidra si no una poción para convertiros en ranas...o en nuestros amantes-dijo soltado una carcajada- perdonad. No me puedo resistir a tomar el pelo a la gente. Es mi forma de ser, pero no me rio de vosotros pues comprendo vuestra desconfianza. Sin embargo, ya que sois amigos del Alquimista debe ser entonces que no somos enemigos por lo que no debéis temer ni ilusión ni veneno de nosotras.

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12/06/2012, 15:14
Godesteo

Godesteo quedose asombrado ante la agudeza auditiva de Sorgiñal y seguramente de las otras dos las cuales prefirieron callar.Instintivamente la mano se Godesteo se posa en la empuñadura de su espada, no sabía si las brujas al descubrirlos atacarían por sorpresa.Escuchó de manera tensa las palabras de Sorgiñak, maldiciendo sus bromas y deseando que Dios les juzgara adecuadamente y las quemara vivas en el mismísimo infierno.

-Basta de tonterías.Sabeis a lo que hemos venido, con bastante certeza diría que estabais esperando nuestra presencia en vuestro hogar.Y ahora desembuchad, ¿conoceis alguna cura para la terrible maldición que ha sufrido el libro?- sin andarse con rodeos, directamente al grano, no estaban para perder tiempo con bebidas o comidas supuestamente o no envenenadas.