Partida Rol por web

Finalmente la hora llega, las miradas de odio se centran en Jofiel, pero antes de que os mováis para lanzaros cual lobos hambrientos hacia vuestra presa, una flecha sale volando a toda velocidad hacia Gisiel, la cual impacta en su antebrazo, entonces, todo comienza, un caos completo, Andariel con su espada y Saramiel con su báculo se lanzan a toda velocidad contra una Herida Gisiel, atacándole con todo lo que tienen, mientras esta intenta esquivar y bloquear los ataques como buenamente puede, por suerte, su armadura recibe la mayoría de los golpes, permitiendo que la ángel todavía aguante, pero entonces, Ylahiah y Jeliel aparecen tras Gisiel, asestándole una estocada ambos al mismo punto, atravesando su vientre, Gisiel se aparta dolorida, sangrando, mientras la sangre surge de su herida y de su boca, goteando al suelo, mientras alza el vuelo.

Mebael, desde el suelo, extiende sus brazos hacia Gisiel, y los ojos de esta comienzan a cerrarse, lentamente, inducida por el sueño, y cae al suelo, momento en el cual Uriel, se acerca, y con sus espada, atraviesa la cabeza del ángel, acabando con su vida

Finalmente, cuando todo termina, igual que sucedió la noche anterior, Raciel comienza a brillar, y alza el vuelo, ya sabéis lo que significa, su alma... deja de existir, explotando en el firmamento y cayendo sobre vosotros y esta vez, a quien no atraviesan, en quien parecen permanecer, es a Ylahiah

Entre brumas, menos amenazadora que nunca, la Muerte hace su aparición.

Extiende su mano, el alma de Gisiel se torna bruma.

Vuestra Libertad ha decidido. A ella será a quien acompañe al otro lado.

Dicho esto, observa la esfera que ahora es su alma. Una mueca que indica que algo es... distinto.

Pero sólo es su rostro, el resto de sí misma se muestra imperturbable.

Recordad... Al Alba nos veremos... Y sabréis si restan traidores... _{o no...}

El arcangel estaba totalmente confundido así como sorprendido.

-¿Que ha sucedido?-Es lo único que acertó a mascullar.

_¿¿¿NUESTRA LIBERTAD???

La voz de Mebael sonó atronadora. Aún así sabía que la muerte no le respondería, posiblemente ni siquiera diera importancia a la pregunta. Se giró entonces para responder a Sitael.

_Que alguien está jugando con nosotros, eso ha sucedido. Yo no quería que se llevara a Gisiel y supongo que el resto tampoco, o al menos la mayoría. Alguien ha podido influir en nuestra conducta, pero no sé quién ni cómo.

Miró al resto buscando respuestas.

Me tapé el rostro con las manos para no ver semejante acto atroz ¿no se suponía que la que iba a morir era Jofiel? no entendía nada. Yo no había querido participar en la muerte de Lilith y por ello me había votado a mi misma pero jamás esperé ver tal confusión. Dando la espalda al cuerpo de Gisiel las lágrimas comenzaron a brotar de mis ojos de manera descontrolada ¿Había hecho mal al votar por mí? Las palabras no me salían, solo pude sollozar.

Miro a todos...no entiendo lo que ha pasado pero hay que actuar rapido.

Hermano Jeliel, no des marcha atrás al tiempo,Andariel,¿puedes resucitarla?algún otro resurrector?Hermano Astharode, ¿por qué no usaste tu poder con jofiel? uriel, dime en qué he mejorado tu poder...y si puedes ayudar en algo ahora hazlo porfavor, yo baje la corrupción de la hermana gisiel...deberíais haberla dejado con vida....aun que creo que no ha sido cosa de mis hermanos esta decisión...hermana somiel....no llores,aún hay esperanza....hemos traido a la vida aotros hermanos, incluso me habéis traído a mi...-me giro a Azrael y le digo.-hermano...¿sabes que ha pasado?eres de los mas sabios aquí.

El sonido de la estocada predijo la salpicadura de sangre que manchó el rostro limpio hasta ahora de Uriel. El sonido pesado y mojado de la cabeza al chocar contra el suelo fue como una señal que le devolvió la percepción perdida. Horrorizado soltó la espada pesada y observó sus guanteletes ensangrentados sin comprender qué locura acababa de acontecer mientras la luz de las estrellas, sin aviso, volvía a iluminar todo sobre ellos. 

-Cómo es posible....- Su mirada se centró en Azrael entonces, confuso.

Estaba preparado para atacar a Jofiel, pero entonces lo inesperado sucedio. Gisiel caía ahora por la indecisión del resto.

- Tontos... Podrían haber acabado con esto... Pero el error que los ángeles han cometido, yo lo solucionare.- Murmura para si mismo, antes de invocar el Libro de la Creación en sus manos, y una pluma para escribir.

Alzó su voz para comandar las huestes celestiales, no sabía si le harían caso, pero él tenía el poder de lograrlo.

- Esta noche daré muerte a Jofiel.- Observa a Azrael. - Azrael, por favor, usa tu don con Gisiel y comprueba su alma. Puedo traerla a la vida.-

- Todo aquel que pueda proteger a un hermano esta noche, que lo haga, excepto a Jofiel. Si alguien la protege, no duden de que ese ángel es un traidor. Imamiah, mi poder solo puede ser usado por las noches, y durante esta noche... matare a Jofiel.-

No entiendo lo que ha pasado, estaba mirando a Jofiel cuando mi cuerpo dejo de acerme caso y fui la primera en atacar a Gisiel, que ahora estaba muerta.

-Lo siento hermana, yo no quería atacarte. No se lo que ha pasado, pero yo no quería que ocurriera esto.

Estoy totalmente asombrado por lo sucedido, "¿quizá no le quité la suficiente corrupción a Astharode y nos está engañando?" es el primer pensamiento que me viene a la cabeza.

"Otra posibilidad es que Jofiel tenga el poder de engañar a mis hermanos y hacer que cambien el voto... si es así será difícil matarle...

O lo mismo hay otro demonio que ha decidido serlo actualmente... todo podría ser y su nuevo poder sea el citado anteriormente...

Todo son nuevas posibilidades y no tengo clara cual sería la correcta, será mejor que medite sobre ello."

Me siento en una roca a pensar sobre todo lo ocurrido.

Justo cuando alzaba mi mano para echar el tiempo atrás, Imamiah me detuvo. Parecía que tenía un plan. Me contuve y comencé a pensar con frialdad, a ver si podía obtener otra salida. Aquellas luces... ¿serían una señal de nuestro Señor?

-Entre nosotros hay un traidor, alguien que puede modificar la voluntad de la Muerte.... - callé un segundo al caer en la cuenta de una cosa - O es la propia Muerte la que no está siendo sincera...

Todo habia vuelto a ocurrir con demasiada rapidez... no queriamos matar a nadie, sin ebargo, lejos de acabar con Jofiel o Lilith, quien habia admitido que era un demonio, le quitan la vida a Gisiel... por que a ella?
A pesar de que me tiemblan las piernas me mantengo erguida mirando a mis hermanos, intentando atisbar en sus rostros alguna muestra que delate a quien habia planeado todo esto, si es que estaba planeado.
Miro a Jeliel y niego con la cabeza
-La muerte puede sesgar vidas, pero no es un demonio, no hace trampas... sigue sus propias reglas. Y teniendo en cuenta que ha sido la misma Muerte la que nos ha proporcionado lo que debiamos hacer, dudo mucho de que se las haya saltado por propia voluntad...- me quedo pensativa durante un rato y miro a Imamiah
-Al igual que Astharode, Lilith se arrepiente de sus pecados... acaso no merece tambien ser salvada? Que le diferencia de Astharode? No se muy bien lo que ha pasado esta noche, pero no me gusta acusar por acusar sin prueba alguna ni razon. Lo siento, pero yo no creo que matar a Lilith sea la solucion...- lo suelto todo seguidamente sin apartar la mirada de sus ojos. Cuando termino suelto un pequeño suspiro y me giro para ver las contestaciones d elos demas.

Todo esto es muy extraño, parece como si estubieran jugando con nosotros- digo extrañada por todos los sucesos, se supone que ellos no querian esa muerte, pero no podia estar del todo segura

Miré mi báculo con terror. ¿Qué había hecho? ¿Quién había cambiado mi voluntad? Mi voto, al igual que le de la mayoría había sido para Jofiel, deseando que de una vez por todas la corrupción acabase.

- ¿Parece? Está claro que están jugando con nosotros. Alguien me obligó a atacarla, al igual que parece haberle ocurrido a Yuriel.

Mi cuerpo había sido usado de nuevo. Estaba dispuesto a permitirlo esta vez, esta vez que iba a cargar contra un verdadero demonio confeso, esta vez que iban a terminar con este juego, esta vez... Y al contrario de lo esperado fui más engañado que nunca. Controlaron más que mi cuerpo. Aquella cosecha me había dejado acongojado, frustrado, afligido, desolado...

- Era conocedor de que alguno entre nosotros era capaz de variar los votos dados a la Muerte pero... ¿tantos? ¿ha conseguido manipular a tantos de nosotros?...- intentaba rememorar mis pensamientos antes de que la Muerte apareciera, antes de que mi cuerpo saltara a por Gisiel. Era incapaz de explicármelo, no recordaba abarcar dudas contra ella. - ¿Y si no puede caer a manos de la Muerte? ¿dices, Astharode, que vas a solucionar esto? - Seguía sin gustarme volcar nuestra confianza en él. Eso hacía más fácil que pudiera engañarnos pero... no sabemos si podemos acabar con Lilith... ¿y si la atacásemos ahora? Las dudas y preguntas podían conmigo. Ya estábamos vislumbrando la salida y de golpe descubrimos que era un mero espejismo... 

-Está bien.

Concedo.

-Veré su Juicio de Alma.

Entonces observo a Hariel.

-Así que al final decidiste limpiarme a mí... gracias, supongo, pero creo que hubiese sido mejor arriesgarse. Ahora deberemos de esperar al amanecer.

Para concluir, mi rostro enfoca a Imamiah, y aguardo unos segundos antes de hablar, mientras me posiciono del lado de Somiel, quien parece claramente afectada con todo esto.

-En cuanto tenga el resultado del Juicio lo sabré, pero se me ocurren dos planteamientos: el primero un titiritero maestro ha alterado una gran parte de la voluntad de nosotros; el segundo ella estaba designada de algún modo de modo que atrajo la atención sin saberlo, quizá algún don de un hermano. Aunque son sólo conjeturas...

Miro a Azrael extrañado -decidí no curar a nadie ya que supuestamente acabaríamos con el mal. Ahora creo que debí reducir la corrupción a uno de los dos demonios... Si alguien te disminuyó la corrupción, no fui yo

yo disminui la de todos.

Tras esto miro a Astharode y le digo.-hermano, no culpes a tus hermanos de lo que no han hecho...estoy seguro de que ninguno querría atacar a gisiel, o almenos no todos los que lo han hecho.

-¿No crees que es un poco ilógico que después de jugarme el cuello para hacer que el tiempo regresara para salvarla, ahora la asesine? - Negué con la cabeza - Esto ha sido de alguien que ha controlado a la Muerte... o ha sido decisión propia de la Muerte... ¿No os parece raro, hermanos? Cuando entramos en este "juego macabro", apareció esta "Muerte" con él... ¿No pensáis que tal vez también sea parte de este juego?

Todo esto me confunde, no ha sido buena idea volverme a meter en el letargo. 

Miro a mis hermanos en especial a Hariel.

- Si combinamos nuestros poderes tal vez podamos ayudar más y mejor, yo no sé si alguien nos está engañando... o si varios nos están engañando, es nuestra palabra contra la evidencia, debemos tener fe, pero recordemos que la fe ciega solo podemos tenerla con Padre, al resto, la fe debe tener ciertos indicios.. - les miro.

- Azrael, sirvió de algo lo que hice?