Partida Rol por web

El día "G" ha llegado...

Esperad cada uno vuestro post, no empezáis juntos.

Mas o menos llegáis con una diferencia de unos cinco minutos unos de otros y os vais encontrando.

Ante vosotros, cuando cruzáis las puertas se extiende lo que parece un teatro o una opera, con su escenario, el telón, focos, patio de butacas y los palcos. Estáis en la zona baja. Os han acompañado un par de agentes que os han indicado que os sentéis en las butacas con vuestro nombre, que casualmente están todas cerca unas de otras. Un foco ilumina un atril que hay en el escenario, pero aún no ha salido nadie. Tampoco veis a nadie más por aquí, pero al menos hay 200 butacas más con nombre en la sala, solo que aún no han llegado.

La primera en llegar es Ruperta, una joven guisante de no muy buen aspecto y que ya estaba allí, en su asiento y acaba de despertar con cierto dolor de cabeza y la saliva cayéndole por la comisura de los labios. Aún le da ligeros cosquilleos la zona donde le aplicaron el tasser. Parece nerviosa, se diría que paranoica y sus ojos no dejan de moverse mirando a todos lados... no deja de murmurar - Pastillas de colores, pastillas de colores - hasta que se le despeja la mente un poco y se da cuenta de donde está.

El segundo en entrar en la sala es Guison Rambo, un fornido y musculoso guisante, con una cinta roja en el pelo, una tirita en la cara y una mueca permanente en los labios. Mira hacia todos lados como si buscase enemigos escondidos. Parece fuerte y decidido, es todo un hombre.. se diría que lleva la guerra en la sangre y que generalmente por donde pasa brota la sangre.

La tercera en entrar es la señorita Mink, la guisanta más exuberante y sexy que hayáis visto en vuestra vida. Famosa por acaparar las portadas de revistas y los doce meses de los calendarios eróticos. Todo un icono que levanta la moral a las tropas cuando los muchachos necesitan animarse. Lleva puesto un vestido de noche con un escotazo descomunal y casi podríais decir que el foco se ha movido el solito para iluminarla cuando ha entrado. Por donde ella pasa, la presión en los pantalones aumenta.

El cuarto en entrar es el Doctor Guisancho, un tipo extraño ciertamente, pero no hay nadie que no haya escuchado o visto un anuncio suyo en la radio, el periódico, en Internet o a las tantas de la madrugada en la tele. ¿Quien no ha escuchado alguna vez esta sintonía? - ¡Doctor Guisancho, le operamos por los mejores precios, ni siquiera le preguntamos que le pasa!

Me acerco a donde están los demás, y oigo a la guisanta llamada Ruperta pedir pastillas. Lo único que puedo hacer es acercarme a ella, y decirla- ¡Que ricas, que ricas, que ricas las pastillas, rojas verdes o amarillas! -Acto seguido, le doy una pastilla de procedencia desconocida, mientras meneo la cabeza siguiendo el ritmo de una melodía que solo está en mi cabeza.

Tras este sucedo sin precedentes, ocupo mi asiento, diciendo- ¡Buenas dias por la noche damas, caballeros y Guisanta despanpanante que te iba a comer hasta la gomilla de las bragas... Si es que las llevas claro... Mi nombre es Bender Doblador Rodríguez... A no, me llamo Doctor Guisancho. Me dedico al mundo de la medicina, pero en mis ratos libres me dedico a resolver casos de misterio junto a un perro guisante en una furgoneta que pone "Mistery-Guisante-Machine". ¿Vosotros también estáis aquí por los malvados tacos de jamón?

Dedico una mirada fugaz a mis compañeros de celda...bueno, a la pelirroja no tan fugaz...pero imagino que en manos de los charlies su belleza no tardara en marchitarse de la noche a la mañana.

Escucho la verborrea del individuo de aspecto de comadreja...Seguro que el es el soplón de nuestra jaula de bambú...lo vigilare día y noche.

Interesante...parece que le ha pasado alguna nota a la loca que esta sentada mirando el aire...es posible que las torturas hayan logrado que reniegue ya de su país...

Me llevo la mano a donde descansa mi fiel "Troceadora"...pero recuerdo entonces que antes de encerrarme, me despojaron de todas mis armas.

Canallas. Aprieto con furia los puños y los levanto hacia el agujero desde el que observan nuestro sufrimiento.

Entro a la sala como si de una pasarela se tratase.. rodando de la forma más sexy que se puede ycon un movimiento de " porque yo lo valgo " observo a los demás presentes..

Mi nombre es Mink, pero bueno, qué tonta soy.. eso ya lo sabíais.. Digo sonriendo de forma vanidosa. Luego miro al doctor " extraño ". Perdona qué decías de trocitos de jamón? Yo simplemente vine porque el rey necesitaba un poco de glamour en esta reunión.. no sé de qué me estás hablando..

Me quedo mirando a la guisanta como si fuera la primera vez que la veo...cosa que es verdad.

Eres tu la prostituta del campamento?...Supongo que te acostaras con los guardias por comida...o tal vez con el comandante del campo, para que te favorezca con respecto a otros presos a cambio de tus favores sexuales, no?...

Maldita guisanta traidora...ya lo decía mama, son todas unas zorras...

Osea, no me lo puedo ni creer.. pero tu siempre eres así de ordinario? Soy la modelo más importante de toda la lata.. pero en qué mundo vives? Con lo divina que salgo siempre en las portadas de las revistas.. que hasta el rey quería mi autógrafo.. Dicho esto me paso la mano colocándome el pelo.

Tu autógrafo?...no se de lo que me hablas pequeña...pero fijo que antes de lo que crees, estas suplicando que te tiren un mendrugo de pan para comer... no siempre te servirá estar buena en un infierno como este...

Miro a mi alrededor, a las alambradas...a los alambres de espino y los puestos de guardia.

Este sitio mata a un hombre...ni que decir tiene lo que hará con una mujer...

Me acerco a la prostituta a saltos...Así que mientras aun estés buena...que tal si me sacas brillo a la bayoneta guapa?.

No sé de qué siquiátrico has salido, pero deberías ir a hacértelo mirar eh? Me aparto de él no me vaya a pegar algo.. que hasta tiene pintas de indigente. Me siento en la otra esquina de donde se haya sentado él.

Me acerco mas a la guisanta y saco unos billetes sudados y sobados del pantalón. Vamos, vamos preciosa... no me digas ahora que no la chupas por cinco pavos?...es que acaso el mundo se ha vuelto loco desde que comenzó esta guerra....

Te miro un instante antes de añadir cinco dolares mas.

Vale...como pareces limpia, el doble de la tarifa habitual...pero no quiero ver que desperdicias ni una gota. Me bajo la cremallera del pantalón.

Interesante, interesante... ¡Un indigente intentando seducir a una supermodelo por 10 pavos!. Si fuese psicólogo, haría un par de tesis doctorales, pero como no lo soy, solo me queda ver como se desarrollan los acontecimientos... Continuad.

Por cierto... ¿Sabes que puedo conseguir viagras? Que no lo digo por nada, pero una ayuda siempre es buena...

Me quedo un momento observando al guisante y su dinero para luego empezar a reirme de forma escandalosa.. hasta que lloror y todo de reir.

Esto es lo más.. jajaja Con cara de " esto te queda demasiado grande " le respondo:

Con lo que tengas por ahí no pagarías ni una sesión de manicura.. así que sal ya de mi vista que tengocosas más importantes que hacer que explicarte la diferencia entre ser divina y ser una fulana.

Un nuevo guisante entra en la sala, va vestido de militar, con un casco de soldado y pose de firmes cuando entra acompañado por dos escoltas que cierran la puerta tras de si. Es bastante atractivo para la media guisante. Desprende cierto sex appeal.

Ante ti, cuando cruzas las puertas y los escoltas las cierran, se extiende lo que parece un teatro o una opera, con su escenario, el telón, focos, patio de butacas y los palcos. Estas en la zona baja. Te han acompañado un par de agentes que te han indicado que te sientes en la butaca con tu nombre. Un foco ilumina un atril que hay en el escenario, pero aún no ha salido nadie. Tampoco ve a nadie más por aquí, pero al menos hay 200 butacas más con nombre en la sala, solo que aún no han llegado. Sin embargo si que escuchas voces y ves que hay algunas butacas ocupadas. Concretamente 4 y todas están cerca de la tuya.

La primera ocupada por Ruperta, una joven guisante de no muy buen aspecto y que ya estaba allí, en su asiento y acaba de despertar con cierto dolor de cabeza y la saliva cayéndole por la comisura de los labios. Aún le da ligeros cosquilleos la zona donde le aplicaron el tasser. Parece nerviosa, se diría que paranoica y sus ojos no dejan de moverse mirando a todos lados... no deja de murmurar - Pastillas de colores, pastillas de colores - hasta que se le despeja la mente un poco y se da cuenta de donde está.

El segundo es Guison Rambo, un fornido y musculoso guisante, con una cinta roja en el pelo, una tirita en la cara y una mueca permanente en los labios. Mira hacia todos lados como si buscase enemigos escondidos. Parece fuerte y decidido, es todo un hombre.. se diría que lleva la guerra en la sangre y que generalmente por donde pasa brota la sangre. Está ofreciéndole un billete de 10$ a una exuberante guisanta para que le haga una limpieza de sable y ella se ríe con aire de superioridad de él.

La tercera es la señorita Mink, la guisanta más exuberante y sexy que hayas visto en tu vida. Famosa por acaparar las portadas de revistas y los doce meses de los calendarios eróticos. Todo un icono que levanta la moral a las tropas cuando los muchachos necesitan animarse. Lleva puesto un vestido de noche con un escotazo descomunal y casi podríais decir que el foco se ha movido el solito para iluminarla a ella. Por donde ella pasa, la presión en los pantalones aumenta. Es la guisanta a la que Guison le ofrece el billete.

El cuarto es el Doctor Guisancho, un tipo extraño ciertamente, pero no hay nadie que no haya escuchado o visto un anuncio suyo en la radio, el periódico, en Internet o a las tantas de la madrugada en la tele. ¿Quien no ha escuchado alguna vez esta sintonía? - ¡Doctor Guisancho, le operamos por los mejores precios, ni siquiera le preguntamos que le pasa!. Le está dando unas pastillas a Ruperta mientras mira la escena entre Guison Rambo y Mink.

- Ejem.... ¿hola? - dice Verdejo cuando los dos agentes ya se han marchado. Los demás parecen no oirle así que decide acercarse buscando la silla que tiene su nombre pasando por delante de otros cuatro guisantes.

Reconoce a primera vista al Dr Guisancho dándole unas pastillas a otra guisanta. En el cuartel ha visto carteles suyos y le ha oído por la radio en muchas ocasiones. ¡Toda una celebridad! - piensa sin atreverse a dirigirse directamente a él. Sigue rodando hacia su asiento cuando se da cuenta de la escena entre el guisante grandullón y la belleza rubia. ¿Una limpieza de sable? ¿Dónde queda la caballerosidad?

- ¿Le está molestando este caballero señorita? - dice Verdejo señalando abiertamente a Guison Rambo.

Maldito Mortontocon o como se llamara, le tengo fichado cuando vea a Mildred iremos por el... pienso al despertarme con dolor de cabeza y con un dolor en el costado, acompañada de....

Perro del sistema, un loco que solo sirve a los miembros del gobierno. Un peligroso que .... tiro la pastilla al suelo mientras la vena de mi cabeza se comienza a hinchar poco a poco en un palpitar y la....zorron es poco....otra mas que solo piensa en servir a los perros gubernamentales, todo es mentira, una mentira....hasta su, si tu el que esta ahi escondido se que me lees la mente asi que...miaw, mmiaw, miaw....

Un tic recorre mi rostro verde haciendo que se cierre en un espasmo mi ojo derecho....

Supongo que esto es lo que consigo por ser generoso...que ahora intentes pedir mas dinero del que vales... Me guardo enfadado el dinero en el bolsillo.

Pues tu te lo pierdes...a ver si crees que te sera tan fácil encontrar clientes en esta prisión... Paso del figurin de desfile y comienzo a examinar el recinto en el que nos encierran, buscando como escapar, o algo que sirva como arma.

Casi seguido del soldado Verdejo las puertas se abren y entra otro nuevo Guisante, casi se podría decir que son dos de lo grande y pesado que es. Casi el doble de un guisante normal. Mira al frente por un momento quedándose algo pensativo hasta que comienza a moverse con tranquilidad.

Ante ti, cuando cruzas las puertas y los escoltas las cierran, se extiende lo que parece un teatro o una opera, con su escenario, el telón, focos, patio de butacas y los palcos. Estas en la zona baja. Te han acompañado un par de agentes que te han indicado que te sientes en la butaca con tu nombre. Un foco ilumina un atril que hay en el escenario, pero aún no ha salido nadie. Tampoco ve a nadie más por aquí, pero al menos hay 200 butacas más con nombre en la sala, solo que aún no han llegado. Sin embargo si que escuchas voces y ves que hay algunas butacas ocupadas. Concretamente 5 y todas están cerca de la tuya.

La primera ocupada por Ruperta, una joven guisante de no muy buen aspecto, parece nerviosa y mira hacia todos lados con tics nerviosos y la vena de la frente hinchada, junto a ella, en el suelo hay pastillas de colores.

El segundo es Guison Rambo, un fornido y musculoso guisante, con una cinta roja en el pelo, una tirita en la cara y una mueca permanente en los labios. Mira hacia todos lados como si buscase enemigos escondidos. Parece fuerte y decidido, es todo un hombre.. se diría que lleva la guerra en la sangre y que generalmente por donde pasa brota la sangre. Está ofreciéndole un billete de 10$ a una exuberante guisanta para que le haga una limpieza de sable y ella se ríe con aire de superioridad de él. El rechazado guisante se aleja buscando una forma de salir del recinto.

La tercera es la señorita Mink, la guisanta más exuberante y sexy que hayas visto en tu vida. Famosa por acaparar las portadas de revistas y los doce meses de los calendarios eróticos. Todo un icono que levanta la moral a las tropas cuando los muchachos necesitan animarse. Lleva puesto un vestido de noche con un escotazo descomunal y casi podríais decir que el foco se ha movido el solito para iluminarla a ella. Por donde ella pasa, la presión en los pantalones aumenta. Es la guisanta a la que Guison le ofrece el billete y que ella le rechaza

El cuarto es el Doctor Guisancho, un tipo extraño ciertamente, pero no hay nadie que no haya escuchado o visto un anuncio suyo en la radio, el periódico, en Internet o a las tantas de la madrugada en la tele. ¿Quien no ha escuchado alguna vez esta sintonía? - ¡Doctor Guisancho, le operamos por los mejores precios, ni siquiera le preguntamos que le pasa!. Le está dando unas pastillas a Ruperta mientras mira la escena entre Guison Rambo y Mink.

El quinto es el guisante Verdejo, claramente es militar, un tipo atractivo y con carisma que al parecer está intentando proteger a la señorita del molesto guerrero del billete.

Ignoro al guisante ordinario con total cara de superioridad.. ¿ es qué aquí dejan entrar a cualquiera? Luego observo al que acaba de entrar y que tan amablemente me ofrece su ayuda.

Muchas gracias soldado, pero parece que es imposible que una mente tan estrecha comprenda que una mujer como yo no es una fulana, osea, que no voy a malgastar mi valioso tiempo con él..