Las damas primero, señorita -digo con una sonrisa, sujetando la puerta, e indicando a Mink con un gesto que suba.
Muchas gracias, caballero.. Digo haciendo una especie de reverencia antes de rodar tan perfectamente como siempre hasta el asiento del coche.
Una vez Mink dentro, cierro la puerta, y me meto por la otra. Después, también la cierro. No creo que sea buena idea ir por ahí con las puertas abiertas...
Guisancho, osea, creo que has quedado divino de la muerte! Estás genial!! No has pensado nunca en cambiar tu look de médico y quedarte con este aspecto tan divino? Se te llenaría la consulta!
Ambrosio, al concesionario - dice escuetamente el General mientras os deja charlar.
Lo cierto es que no, no lo había pensado. Lo cierto es que el marqueting no es lo mio. Solo tengo el anuncio de la radio, y poco más. Aunque no veo como mi imagen ayudaría a que se me llenase la consulta... Si cuando opero no se me ve la cara.
Aunque, todo hay que decirlo, a tí te han dejado mucho mejor que a mi. Donde va a parar -digo echando un vistazo de arriba a abajo a Mink.
Oh, muchas gracias! Digo parpadeando varias veces de forma coqueta. De todas formas, las mujeres que van a tu consulta son una panda de pijas, sino para que necesitarían cirugía estética? Así que si el guisante que les atiende está arreglado y es guapo, pues como que te van a hacer más caso..
Uhm... Interesante. Pensaré en ello. Bueno, de momento debo centrarme en ir metiendome en el papel de Guisancho Bond. No quiero meter la pata esta noche.
Ala, pues empieza - digo colocándome delante de él y esperando a que empiece a interpretar algo.
Bien muñeca... -digo poniendo una voz profunda- Dime, ¿te gustaría dar una vuelta en mi guisanaudi antes de la fiesta? Se de un sitio tranquilo, con unas bonitas vistas, desde los que nadie te molesta. ¿Qué me dices, preciosa?
Que no llames a las mujeres muñeca.. suena duro pero está así como que pasado de moda.. me entiendes? Aish a mí por mi parte no me gusta nada que me llamen muñeca.. Digo haciendo un gesto negativo con la cabeza.
Guisancho Bond es un guisante chapado a la antigua, nena. ¿Cómo prefieres que te llame, preciosa? -digo con una media sonrisa en el rostro
Preciosa suena bastante mejor sí, aunque por ser tú me puedes llamar Mink. Digo riéndome mientras le tiendo mi mano.
El General os ve ensallar y asiente - Disculpe que les interrumpa para añadir un par de detalles que deben tener en cuenta.
El señor Bond es un caballero guisante británico, elegante, con mucho estilo y cortés. Le encantan los coches, sobre todo los Guisaston Martin y las mujeres, de ahí que lleve a la más hermosa y despampanante de todas, Mink, no podría haber una mejor cogida de su brazo. Su bebida favorita es el "Vodka Martini, agitado, no revuelto"... si le preguntan consta de "Tres medidas de Gordon's, una de vodka, media de Kina Lillet. Agítese muy bien hasta que esté helado, y añádase una fina corteza de limón".
¿Que tal se le da el Poker señor Bond? - pregunta el General.
Vamos, que Guisancho y yo tenemos que parecer una pareja y él un tío rico y despampanante no? Pregunto a ver si capto la idea.
Exacto.. ambos deben dar aspecto de ser ricos y despampanantes, en su caso le será fácil señorita Mink, ya lo es. Usted será por decirlo de alguna manera "su pareja", sin planes de boda pero lo justo para que crean que van bastante en serio - dice el General acomodado en su asiento de la limusina.
Por mi no hay problema.. - digo sonriendo a Guisancho. A ti te parece bien?
Asiento ante todas las indicaciones del General, hasta que pregunta lo del póker, que le contesto- Bueno, he jugado alguna partida con los amigos, pero nada serio. No obstante si que se jugar.
Despué, el general hace la puntualización de que debemos parecer realmente una pareja, y Mink está de acuerdo, por lo que lo único que puedo decir es- A mi me parece estupendo, y si Mink está de acuerdo, mejor todavía...
Sonrío a Guisancho y luego vuelvo mi vista al general:
Bueno, ya sabemos cómo tenemos que actuar, pero aún no sabemos para qué vamos a esa fiesta.. porque a emborracharme no será verdad? Osea, si con dos copas de champagne me tienen que ayudar a andar ya.
Cierto, ¿para que vamos allí? ¿Nos darán de cenar? ¿Habrá té?