Partida Rol por web

- Ni juu Machi speedo... - musita Ginzo apuntando en su libreta. La velocidad del sonido es... 300 metros por segundo... entonces la velocidad total de Sensei es... Tras un poco de calcular, dudar y repasar, Ginzo concluye - Seis mil metros por segundo... Es decir, seis kilómetros... en un segundo... - el chico da golpecitos con la parte sin punta del lápiz sobre la cifra, impresionado. Es una velocidad endiablada. ¿Cómo puede un organismo vivo alcanzar tal velocidad?

- Sensei... ¿qué es usted? - no puede evitar preguntar, como un pensamiento en voz alta, aún mirando sus cálculos. Quizás me he equivocado en algún punto... es una velocidad demasiado grande... Tan grande que Ginzo no es capaz de comprender, de plasmar en su cabeza como debe ser moverse tan extraordinariamente rápido.

Al parecer Korosensei decía que lo había hecho a posta pero tras que un alumno le refutó aquel super plan maestro que el tenía se vino abajo, puse el dedo en la hoja donde estaba para no perder la página, al fin y al cabo era yo quien le había preguntado primero sobre la bandana. En cualquier caso no parecía demasiado animado ya que descubrimos su pequeño error aunque cunado me quise dar cuenta tenía una agradable mensaje en la mesa, -¿que demonios?- -espera, ¿Korosensei?- entonces tras decir aquello mi cabeza bajó hasta golpear ligeramente la mesa como si me acabasen de robar el alma, eso sí no perdí en ningún momento la página donde estaba mi dedo pero se oyó salir de mí un ligero quejido ante el castigo

Vuestro profesor se giró al escuchar a Ginzo.- Bueno…se podría decir que soy un ser magnifico, atractivo, inteligente, fuerte y el mejor profesor del mundo.-Declaró agitando los tentáculos.

Pero al ver que la clase simplemente se quedaba en silencio y le miraban mientras se echaba flores, se detuvo un poco.-Jo…es la verdad…-Declaró con un hilillo de voz.

Antes de que pudiera seguir con su explicación, la puerta de la clase se abrió de par en par y entró Karasuma, el agente del gobierno que os entrena para matar a Korosensei.

-Buenos días clase E.-Dijo con tono seco como de costumbre.

Sabíais que era un militar bastante entrenado y con experiencia…un autentico profesional por así decirlo.-Traigo noticias.-Comentó mirando de reojo a Korosensei.-Un nuevo alumno se unirá a vosotros este curso…se llama Karma Akabane. Algunos le conoceréis de vuestro anterior curso. Fue expulsado por agredir a un alumno y…destrozar la sala de profesores. Os recomiendo hacer piña para trabajar en equipo y…-Antes de que pudiera continuar, un muchacho con pelo rojo y vestido sin el uniforme escolar, entró en la clase.

Algunos le reconocisteis, era Karma…un autentico matón, pero también un superdotado…ninguno sabíais muy bien porque era como era, pero…al menos no solía hacer daño a sus compañeros de clase.

-Buenos días.-Saludó con voz alegre mientras miraba a Korosensei.-Vaya…tu eres el profesor del que tanto hablan, el que han de matar…encantado, soy Karma.-Se presentó mientras le tendía la mano a Korosensei.

El pulpo alegremente miró a Karma con curiosidad.-Encantado Karma-Kun, me puedes llamar Koro…-Justo cuando le estrechaba la mano a Karma, por algún motivo, su tentáculo explotó en mil pedazos.

Una sonrisa maligna apreció en el rostro de Karma mientras la clase se quedaba estupefacta. Era Prácticamente la primera persona que dañaba de verdad a Korosensei. Una risa histérica Salió de la boca de Karma mientras señalaba al enorme pulpo amarillo que parecía realmente preocupado y estaba sudando.-Vaya, que fácil es dañarte…toda esa recompensa sería mía en un abrir y  cerrar de ojos…no eres más que un pulpo, un monstruo…un monstruo lento y bobo.-Declaró enseñándole la lengua mientras Karasuma parecía estar también en estado de shock.

Karma ladeo la cabeza mirando al profesor.-No me digas que estas asustado…-Ronroneo mientras entrecerraba los ojos y alzaba la mano para que toda la clase la viera. Se había pegado cachitos de cuchillo antisensei a la palma de la mano…el contacto con ellos provocó que el brazo de Korosensei reventara. Pero lentamente se volvía a regenerar, lo pudisteis ver todos con total precisión.

Korosensei estaba callado mirando fijamente a Karma con gotas de sudor en todo su rostro amarillo-T…tu asiento esta junto a Izumi-chan, espero que tengas un buen curso Karma-kun…-Murmuró con un hilillo de voz mientras bajaba la cabeza avergonzado.-Clase, es la hora del recreo.

Los alumnos seguían estupefactos ante lo que había ocurrido, y Karma parecía estar radiante de felicidad.-Gracias pulpo, en la próxima clase a tomaré asiento-Sonrió mientras se quitaba los cachitos de cuchillo de la mano y los tiraba al suelo.

Bueno parecía que como siempre el ego de Korosensei seguía bien era algo que podíamos usar en su contra pero quizás no ahora mismo, Karasuma entró por la puerta cuando Korosensei seguía con aquellos autoalagos. Karasuma trajo a un nuevo alumno a la clase, -Karma Akabane ¿eh?, siento que me suena ese nombre- al escuchar la explicación de Karasuma sin duda recordé un poco al chico, alguna vez me había encontrado con una victima suya en el hospital.

Poco después Karma hizo su propia presentación antes de que le hiciese explotar la mano a Korosensei de una forma extraña, sin duda aquello nos impresionó a todos así que no pude evitar mirar a aquel chico con un poco de recelo, acababa de llegar y había hecho más progresos que todos nosotros juntos en mucho más tiempo. Sin duda Karma tuvo la oportunidad de mofarse ante Korosensei por lo que acababa de hacer, se podía notar como Karma era sin duda una persona inteligente pero a la par una ¿bocazas? no estaba seguro si cabrear con aquellas palabras a Korosensei era bueno.

Pero de cualquier forma Korosensei nos dijo que era la hora del recreo, no era mala idea pero al mirar mi mesa pude ver que tenía aún el dibujo que decía que tenía el triple de deberes, suspiré un poco y saqué el libro de texto junto con una libreta iba a aprovechar el tiempo para hacer cuanto más deberes mejor. Tampoco es que fuese a salir a correr así que no era algo que me fuese a importar demasiado, me estiré un poco para desperezarme antes de ponerme a ello -supongo que hay que ponerse manos a la obra, no se sabe como vamos a andar de tiempo después- aunque seguí pendiente ligeramente de Karma, no me había gustado aquel chico, 

Hikari, que seguía disfrutando de sus trozos de chocolate mientras observaba las habilidades del profesor no paró de comer incluso cuando el nuevo chico entraba.

A primera vista a Hikari le pareció un chico mimado y cabrón; sus ojos lo decían todo. Cuando vio como reventaba el tentáculo de Korosensei la chica soltó el chocolate, mirando boquiabierta a Karma.

-¡Wow! ¡Qué pasada!

¡Por fin había alguien con quien poder medirse! ¡Alguien interesante!

Cuando dieron la hora del descanso, Hikari no dudó en mirar a su compañero de mesa.

-¿No sales?

Estuve buscando un poco en el libro antes de ponerme a quitarme deberes de encima, pero poco antes de que fuese a comenzar a escribir Hikari me preguntó si no iba a salir, me giré para responderle -creo que hoy no, voy a tener bastante que hacer si esta noche quiero leer un poco de mis libros, además salir para volver en no demasiado tiempo cansa bastante- le enseñé entonces la nota que tenía de Korosensei donde me felicitaba por mis triples deberes.

Sin duda iba a tener algo más de tarea que hacer peor como me gustaba leer solo sería un poco más de tiempo, sonreí a Hikari para después buscar un bolígrafo, sacar y meter la punta varías veces haciendo el típico sonido de bolígrafo para comenzar 

Las lecciones habían terminado, coloqué una mano en el moflete y fui observando la clase con pereza hasta que Karasuma interrumpió la clase, aunque no había mucho que interrumpir. Me molesté ligeramente cuando pronunció la E de nuestra clase. Sabíamos que clase éramos, no hacía falta que nos lo recordaran cada 15 minutos.

Un chico pelirrojo entró por la clase, supongo que otro más que le van mal las clases, como todos. No había nada importante hasta que los tentáculos del profesor reventó en cuanto éste le tendió la mano. No pude evitar abrí los ojos como platos, más de lo que solía abrirlos.

"Vaya... Con un chico así podremos matar a Korosensei aunque... su egocentrismo puede que le cueste caro". No me agradaba la gente engreída y encima se sentaba a mi lado, ¿nos llevaremos bien?

La clase ya había terminado, cogí mi almuerzo y salí hacia fuera, concretamente cerca del bosque, en alguna zona con sombra para poder recostarme sobre un árbol y comer.

Ginzo se levanta y hace una breve reverencia a Karasuma-sensei cuando este entra. El chico respeta mucho a Karasuma, tanto que desde que lo conoció lo tiene como su referente por su seriedad, profesionalidad y eficiencia. El profesor está a un nivel muy por encima del común de las personas respecto a entrenamiento y rigurosidad personal, Ginzo puede ver eso claro como la luz del día.

Cuando anuncia que Akabane Karma pasará a formar parte de la clase E, Ginzo se extraña un poco. Él recuerda al chico pelirrojo como uno de los más listos de las clases superiores... pero es entonces cuando se explica que se debe a su violencia. Un cerebro privilegiado y un caracter violento... peligrosa combinación. Ginzo decide que deberá tener especial cuidado con Karma. Decisión que se refuerza al ver su demostración contra Korosensei. No por haber sido capaz de dañar al maestro, si no por su terrible astucia y falta de escrúpulos al hacerlo. Es una táctica engañosa y malintencionada que Ginzo no se hubiera ni planteado nunca.

Finalmente Korosensei da pie al recreo. Ginzo se pone en pie tras recoger sus cosas, pero antes de salir se detiene frente a Karma y le mira directamente a los ojos en silencio durante un par de segundos.

- Admiro tu talento Akabane-san. Pero si tu actitud violenta vuelve a enfocarse hacia un alumno en esta clase... - El chico se refiere al motivo por el que ha sido destinado a la clase E, claro: agredir a otro alumno. Los ojos de Ginzo brillan en fría advertencia por un momento. - No lo toleraré. - Se gira para salir, haciendo una reverencia a Karasuma y Korosensei. Una vez en el patio se sienta en seiza bajo uno de los árboles a meditar.

Angela vió cómo la estratagema del recién llegado Akabane Karma. Había oido hablar de él y su primera acción pareció dar crédito a los rumores.  El chico era un poco arrogante, se notaba pero también demostraba tener recursos. Angela estaba tentada de admirarlo, podía ser un buen aliado en sus planes para la eliminación del sensei.

Entonces, llegó la hora del descanso y Angela se levantó. Había sido una mañana bastante didáctica y había aprendido mucho. Lamentablemente, la muerte del alienígena ( o lo que fuera) aún parecía lejana.

Hikari ladeó la cabeza tras la respuesta de su compañero de mesa y se encogió de hombros.

-Ser un tullido debe ser complicado...

Hikari no decia esa frase a mala intención, era su forma de decir las cosas, de verdad sentía el problema de su compañero. La muchacha le dio unas palmadas de ánimo en la espalda y salió al patio a tomar el aire.

Cuando vino el pelirojo a clase y nos demostró su conocimiento y astucia no pude evitar mostrar interés y asombrarme por su truco. -Uau- se me escapó.

Aunque nuestro profesor no le costó mucho recuperarse de su ataque sin duda era algo para tener en cuenta y como acababa de sonar la campana podría acercarme a Karma para felicitarle por su gran idea, que ahora estaba con otro chico de clase.

-Bonita actuación, espero poder trabajar contigo más adelante - le comenté.

Dejé de escuchar al profesor cuando su actuación había terminado. Solo tenía gracia si era divertido, aunque sí me llamó la atención que apareciese el agente de gobierno.-Así que alguien nuevo...-
Pensaba ignorarle considerando que no tenía nada interesante. O al menos así era hasta que vi con mis propios ojos cómo lograba con simpleza llevar a cabo una trampa contra el profesor.
Las clases dieron paso al recreo y yo había encontrado un nuevo objetivo. Mientras algunos alumnos se marchaban, yo me acerqué al nuevo chico con una ssonrisa de oreja a oreja.
-Vaya, vaya. Parece que eres muy listo. Incluso encontraste una forma de dañar al profesor.

Al parecer todo el mundo estaba impresionado por la actuación de Karma, aunque acababa de llegar estaba teniendo mucha popularidad, en cualquier caso tenía cosas por hacer pero antes de ello cuando Hikari se despidió sinceramente no me molestó nada el hecho de decirme tullido, al fin y al cabo lo era, pero aquellas palmaditas de ánimo si llegaron a molestarme más de lo que debería.

No me gustaba la sensación que se quedaba cuando alguien te animaba a continuar por culpa del problema de mi rodilla, podría continuar con o sin ella sin ningún problema, pero intenté relajarme volviendo de nuevo a centrarme en los deberes que tenía delante, posiblemente gastaría todo el tiempo de recreo en ellos pero era posible que los completase si me esforzaba, por suerte para mí leer y hacer cosas escritas se me daba bastante bíen.

Karma miró a Ginzo mientras se dirigía hacia la salida de la clase.-¿Vuelve a enfocarse?...parece que no me conoces muy bien, ¿verdad?.-Sonrió mientras ladeaba la cabeza.-Le golpee a alguien de la clase A, no de la clase E…no voy pegando por ahí a diestra y siniestra, pero está bien no tolerar algo que tal vez no ocurra nunca.-Explicó mientras le sacaba la lengua y volvía a intentar salir de la clase, pero esta vez, una muchacha de cabello morado se topó con él.

-Claro que soy listo…de verdad no me puedo creer que no lograrais dañar al profesor ni una sola vez en este tiempo…pero no te preocupes, compartiré la recompensa con todos.-Dicho eso apartó con suavidad a la muchacha y se fue andando hacia el patio, donde se sentaría a observar el cielo con una jugosa manzana roja en la mano. Una vez estirado sobre el césped, empezó a cortar la manzana con su cuchillo antisensei mientras parecía planear algo.

Korosensei seguía mirando todo algo estupefacto, con nerviosismo. Lentamente sin ir a gran velocidad, se dirigió hacia la sala de profesores, seguramente a pensar que puede hacer en estos casos.

A Ginzo no le importaba mucho si la agresión había sido contra un alumno de la clase A o cualquier otra, era un comportamiento contra las reglas que podía ser peligroso para sus compañeros de clase. Sin embargo, Karma no parecía estrictamente peligroso para los alumnos, así que Ginzo lo dejó pasar sin más ruido.

Sentado en el patio bajo el arbol mientras medita, Ginzo deja sus ojos vagar por el patio, observando a sus compañeros por si alguno necesitase algún tipo de ayuda.

-Eh?-Su prepotencia me abrumó un poco. No solo nos había menospreciado considerando que no habíamos hecho nada sino que además me había dejado allí y se había marchado.
-Quien se cree que es?!-
Algo menos alegre, fui directa hacia donde Karma se había dirigido.

Llevando una pequeña cajita con la comida que había preparado anteriormente, me dirigí hacia Karma y me situé frente a este.
-Vaya.. no sabía que eras ta~n bueno...-Comenté de forma irónica.
-No me interesa la recompensa, pro si eres tan increíble, podrías enseñarme qué sabes hacer.-Mi sonrísa pícara acompañaban al reto que quería proponerle.
Si era un chico al que le gustaba jugar, había encontrado otra jugadora con la que medirse.

Había ido a saludar a Karma, pero este había pasado "un poco" de mi presencia, lo cual me molestaba bastante. -¿Quien se cree este tío que es? Solo quería felicitarle por su buen truco, pero me ha ignorado por completo... Se va a enterar este, no me dejará atrás. 

Dicho esto cogí mi almuerzo y me fui a pensar en que hacer. Seguramente me buscaría algún lugar elevado en el que comerla y poder pensar en como vencer a ese pulpo.

Mientras te sentabas algo alejados de los demás, se te acercó Nagisa. Tu compañero de clase que siempre andaba con un cuaderno apuntando cosas.-No se lo tengas en cuenta a Akabane-san, por favor…no hace esas cosas con mala intención.-Se disculpó Nagisa por el.

Por lo visto, Nagisa iba a la misma clase que Karma antes de que los degradaran a la clase E