Partida Rol por web

Me puse nerviosa cuando Korosensei llegó a nuestra mesa a probar el postre/comida que habíamos creado. Al ver que el sensei se lo comió todo de un sólo bocado me enfadé ligeramente pues me hubiera gustado probarlo y saber a que sabía, pero se me pasó en cuanto nos felicitó diciendo que sabía exquisito. Abracé inconscientemente a Nagisa y di pequeños saltitos.

-¡Qué bien! Al final nuestro experimento ha salido bien.- dije alegre.

Por otro lado parecía que a algunos compañeros el asesinato no les había salido bien, aunque se lo avisé. Además de que Karma había acabado peor, no pude evitar soltar una pequeña risa.

Recogí los cubiertos y los materiales utilizados y salí fuera del aula con una gran sonrisa despidiéndome de los que quedaba con la mano.

Por el camino llevé la mano a mi bolsillo y saqué el papelito leyendo la debilidad de takosensei, se lo contaría a mis compañeros mañana.

Estaba bastante expectante por saber que es lo que iba a pasar después de que Korosensei probase nuestro plato ultra picante, aunque para mi desgracia se lo zampo como si nada. Al principio me sorprendió cuando no hizo ningún tipo de reacción ante la comida, aunque la nota que nos puso hizo que me sorprendiese aun más.

-¿Un 5, tenemos la misma nota que un limón relleno de fideos? - La nota parecía algo injusta, pero no soy yo quien para cuestionarle a un profesor, o eso creo. Bueno, lo único que había sacado de todo esto era que el picante no era eficaz contra ese pulpo.

Tras recoger todo lo que habíamos usado y dejarlo ordenado se anunció el final de la clase, y como no tenía nada más que hacer me acerqué a los demás para proponerles algún plan. -Oye, si no tenéis nada que hacer podríamos ir a dar una vuelta por el pueblo. Así nos conocemos un poco mejor, que seguramente para acabar con el pulpo lo vayamos a necesitar.

Hikari escuchó las palabras de Kaiki y paró en seco, antes de llegar a salir del aula.

-Oye pues no es ninguna mala idea. ¿Hemos quedado alguna vez desde que empezó esto? Apenas sé ni quienes sois muchos de vosotros, sin ánimo de ofender. ¿Quizá es porque estamos más centrados en matarle que en conocernos?

Hikari se sentó en una mesa y esperó a ver que opinión daban los demás.

Nakamura parecía algo molesta de que el plato no tuviera efecto, pero de todos modos…su lado más feliz sobresalía al haber sacado tan buena nota.-Si…hemos sido engañados.-Declaró mientras soltaba un suspiro y jugueteaba con su cabello. Aunque cuando le mostraste la chapa y le hiciste esa pregunta…

Rápidamente asintió.-Por supuesto que debemos intentarlo de nuevo, ¡somos asesinos y nos haremos millonarios!, ¿recuerdas? –Nuevamente te volvió a sonreír de manera radiante mientras agarraba la chapa.

La compañera de Kaiku no pudo evitar mostrar una sonrisa cansada.- Gomen…creo que fue culpa mía por decidir una combinación tanta extraña, en el próximo trabajo miraremos de hacer algo acorde con el grupo, así no fallaremos.-La muchacha se inclino levemente ante ti mientras se acariciaba la nuca.-Perdona….

Tras decir eso empezó a recoger todo el material, a limpiarlo y a ordenarlo.

Karasuma se encontraba en la sala de profesores, revisando unas cuantas notas y libros de biología, seguramente para intentar descubrir que era exactamente Korosensei. Cuando te acercaste y le preguntaste si podías recibir clases extraescolares se quedó algo pensativo.

-Pero si apenas han comenzado los entrenamientos de asesinato en gimnasia…-Murmuró cerrándola libreta y prestándote toda la atención. -Hmm…supongo que podría hacer una excepción…a partir de ahora, cada mañana a las 6 en la escuela, dos horas antes que los demás. El entrenamiento será complicado, pero te servirá de provecho.  ¿Aceptas?

Los ojos de Ginzo brillan con entusiasmo. Clases particulares con Karasuma-sensei, ni más ni menos. El chico siente que si es capaz de alcanzar aunque sea una fracción de la experiencia y la habilidad de su profesor las posibilidades de asesinato aumentarán radicalmente. Por ello, aunque su rostro se mantiene serio el tono de su voz deja entreveer su alegría parcialmente cuando hace una profunda reverencia de cadera y dice:

- ¡Sí, sensei! ¡Muchas gracias por apartar tiempo para mi entrenamiento! Estaré aquí puntualmente. ¡Arigato gozaimasu!

Y levantándose el chico se da la vuelta y sale del lugar con dirección a su casa. Si va a tener que estar aquí a las seis más le vale volver ya, hacer las tareas del hogar y los deberes y dormir pronto. Con este pensamiento en mente Ginzo abandona la escuela.

La verdad es que no me esperaba recibir tanto respeto de Ginzo, no sabía realmente como reaccionar así que simplemente le devolví una ligera reverencia ya que tampoco es que pudiese hacer piruetas a la pata coja. En cualquier caso Nakamura parecía que ahora estaba de mejor humor -si que se alegra Nakamura rápidamente-, tomé mi muleta y me coloqué la mochila en el hombro , -pues entonces es hora de irse a casa y planear cosas- sonreí ligeramente tras decir aquello y me despedí en general para todos agitado la manos, comencé a andar despacio saliendo de la clase