Partida Rol por web

Despertais al dia siguiente, para cuando os dais cuenta ya ha amanecido... habeis dormido bastante más de "un par de horas". Quizá lo necesitarais.

Abel se desperto miro a todas partes y por un segundo penso que estaba en un cuarto de hotel pero no era asi..... estaba en una casa y con las ropas que le habia dado aquel sujeto.

- No fue un sueño, todo esto es una maldita realidad - abrio la puerta de la habitacion y bajo a la cocina por un vaso de agua.... - que dia - se dijo para si en voz alta.

Una puerta que se abre y unos pasos que se dirigen a la planta inferior me sacan de mi sueño. ¿Papá?, me pregunro ...pero no puede ser. No llegaría hasta dentro de apenas una semana, estaba en viaje de negocios, como siempre. Entonces, ¿quién?

Como si la experienmcia vivida en los últimos días no fuera más que un sueño absurdo, me levanto y salgo del cuarto con sigilo, encaminándome escaleras abajo. Cuando llego al salón, veo el palo que usé cuando Al se coló en casa. Un escalofrío me recorre el cuerpo, quizás es sólo algo de miedo.

Cuando veo a Abel, la realidad me golpea como un mazazo. Siento el pecho oprimido. Todo aquello, era real después de todo.

- Ho... Hola - saludo mientras, superado por la sorpresa, mi improvisada arma cae a mis pies.

Miro lo que cayo al piso - Ibas a golpearme con eso? - Pregunto Abel con cierto desconcierto - Buen dia -

La sangre sube a mi rostro, debo parecer un adorno navideño en estos momentos.

- Discúlpame, Abel. Me he despertado al escuchar la puerta y, amodorrado, he creído que estos últimos días habían sido un sueño. Creí que alguien se había colado en casa - respondo. - Necesito un poco de agua, ¿eres tan amable...?

Me siento. Dicen que la realidad supera siempre a la ficción, supongo que hay realidades más intensas y difíciles de digerir que otras.

Si - dijo mientras servia un vaso de agua - asi es no fue un sueño..... ahora hay que esperar al otro y ponernos en marcha, donde estan los papeles que nos dieron? - pregunto Santos - quiero leerlos bien a ver de qeu se trata.

Me palpo los bolsillos, pero no encuentro los papeles.

- Debí dejarlos en el cuarto. Subo a por ellos, no estaría de más una lectura detenida ahora que estamos descansados - me giro y añado.- Hay café en la terdera puerta a la derecha, en la parte de arriba de la alacena, un poco de cafeína nos terminará de despertar, ¿quieres un poco?.

Y vuelvo a dirigirme escaleras arriba, a mi habitación.

Gugnir seguiria durmiendo si no hubiera sido por Christian. Se levanto para ir al baño y justo se lo cruzo en el pasillo. Aun con la cara de dormido y los pelos aun mas enmarañados saludo en una voz ronca y mañanera a su anfitrion...

- Hola. - Fue todo lo que dijo para dara el siguiente paso al baño.

Estaba seguro que todo era realidad... despues de todo sus sueños eran algo... diferentes.

 - Hola - respondo al somnoliento Gugnir - Estamos abajo. Voy a poner café, ¿quieres una taza?

Me meto en mi habitación en busca de la carta de Duncan y, posteriormente me dirijo al piso inferior, entrego el documento a Abel y me pongo a mover cacharros en la cocina.

Abel tomo los papeles y los coloco en la mesa para verlos a todos... - Bien dame unos minutos para sacar la mayor informacion posible -

Se me ocurre una idea. Visto el estado en que termina la ropa cuando cambiamos, no estaría de más llevar alguna extra por si acaso. Antes de subir a mi habitación en busca de una mochila en la que meter algunas camisetas y pantalones extra, digo:

- Chicos, voy a coger lgo más de ropa ...por si la reventamos con eso de cambiar, ya sabeis, por no ir en pelotas por la calle. Dadme un par de minutos.

Gugnir bajo de las escaleras, rascandose la cabeza con una mano y tapandoze el bostezo con la otra. Se dirigio directamente al comedor, donde estaban los otros dos desayunando.

Se sirvio cafe y solo asintio a la oferta de Christian.

Una vez que este se retiro aparecio por detras de Abel, dando un fuerte sorbo al cafe.

- Y bien. A donde hay que ir? -

- Bien tenemos una direccion y dos numeros de telefono; tambien esta empresa se dedica a la construccion - Explico Abel - Pues construiran algo donde no deben o que rayos no tengo idea..... vamos a ver que pasa alli -

Christian baja con una bolsa cargada de ropa. Tiene 40 dólares en el bolsillo y una tarjeta de crédito para emergencias de la que podría sacar algunos más.

- Bien... Esa dirección no queda demasiado lejos de aquí. No tardaremos demasiado en llegar. Lástima que los papeles de Duncan no digan gran cosa respecto a esta empresa, ¿verdad?

La evidencia de sus habilidades para cambiar de forma constituían una prueba bastante fiable de lo que Duncan y los otros les habían dicho ...al menos en parte. Sin embargo, Christian aún mantenía cierta sensación de ser manipulado.

Súbitamente, el rostro de Christian se ilumina. En su expresión, se intuye que algo se le ha ocurrido.

- ¡El coche! Tenemos un coche en el garage. No es gran cosa, un auto pequeño que usamos, por lo general, para ir a la compra. Es el que suelo usar yo, así que sé cómo conducirlo. Quizás no sea un as del volante pero nos ahorrrá los viajes en bus ¿qué decís? - pregunta a sus compañeros.- Podemos dejarlo más o menos cerca y usarlo para salir por pies si es necesario...

Sin dar tiempo a Abel y Gungnir para responder, inspecciona un cajón del que saca unas llaves, sonriente.

- Bien vamos a ver de que se trata este * Rito * - Pronuncio mientras seguia a Tennant - Esto me suena raro, que estupido soy esta cosa es mas rara que un perro de tres cabezas suelto - se subio en el asiento trasero y espero por partir

Gungnir se retrasa, a pesar de que todos los preparativos están hechos. Christian desanda sus pasos hasta la cocina.

- Eh, tío! De acuerdo, no hay ningún fuego, pero estaría bien acabar con esto cuanto antes - le dice. - Tenemos el coche preparado para salir, pero no vamos a dejarte átrás...

Confiando en que el otro joven le sigue, Christian vuelve a salir de la casa, se dirige al automóvil, abre las puertas para que abel pueda sentarse y enciende el motor. Conecta la radio. Un poco de música le vendrá bien a sus ánimos...