Partida Rol por web

- Shhh - responde llevándose el dedo índice a la boca, y señalando hacia el sendero que asciende adelante, justo a dónde giraba - allí hay una casa en ruinas, sólo quedan dos muros de la casa pero puede ser un refugio dónde pasar la noche. Silencio a partir de ahora.

 El joven sacerdote avanzaba a buen ritmo. El viaje que había hecho los últimos días le había terminado de acostumbrar a los viajes. Pero a diferencia del último desplazamiento, este mostaba un paisaje más esplendoroso, más viejo, más primario... estaba en plena naturaleza.

 Al cabo de largo trecho el joven se aclara la voz y pregunta.

 - Enghir, por lo que tengo entendido vos conoceís bastante bien este... lugar. Yo sinembargo soy un recién llegado y no tengo muy claro que puedo esperarme encontrar en este sitio. ¿Hay alguna fiera o algún grupo de humanoides de los que tengamos que estar sobreaviso?

Lezort se acerca hacia el machote y Derek sigilosamente.

Derek, ¿que ocurre? ¿ves algo que yo no logro discernir?-mientras intenta otear a ver si ve algo que se le escapa en su vista humana

Yenian aguantaba el ritmo del viaje mientras seguía preguntándose el origen de la magia del lugar.

-¿Enghir estamos lejos del punto de reunión con el paladín? Al terminar de decir estas palabras bebió un poco de agua.

Yenian Seguía observando el paisaje para ver si encontraba algo que no encajase en el conjunto

A la pregunta de Lorenzo Yenian respondió
-No sé muy bien lo que habrá en este bosque, el experto es Enghir pero no está de más estar alerta ya que he podido detectar magia en el entorno, algo sencillo pero es magia.

- ¡Menudo refugio! ¡Una casa con dos paredes! No es muy acogedor que digamos. Pero para dormir cualquier cosa vale - dije poniéndome detrás de los dos guerreros.

Escuchas levemente un movimiento en lo alto, justo en la parte donde la vista del paladín de Tempus está fija. Parece como movimientos de un grupo indeterminado de individuos y percibes levemente algunos ruidos. Pero todo de forma muy vaga. Apenas hay viento, pero tu imaginación puede engañarte.

Observáis como el paladín se queda mirando lo alto, justo donde el sendero gira a unos escasos metros por encima de vuestras cabezas. Luego agita la cabeza y se vuelve hacia vosotros.

- Me había parecido oir algo, de todas maneras abrir bien los ojos - dice y comienza a subir lentamente el sendero.

Klaus le sigue.

Enghir os guía a través de grandes árboles. Gigantescos sombraltos se elevan sobre vuestras cabezas ocultando los cada vez más débiles rayos de sol, creando una penumbra inquietante. El paisaje es algo siniestro, apenas puede verse algo en la frondosidad de la copa de los árboles. De vez en cuando algún débil rayo de sol se filtra entre las ramas. La brisa húmeda golpea suavemente vuestras mejillas y el olor al frescor alivia vuestros pulmones.

Después de caminar unos 100 metros el pasaje de sombraltos es sustituido por robles y abedules y podéis oir el chapoteo del agua. Os dáis cuenta que la tarde está tocando su fin. Debéis buscar un lugar para descansar.

- Si la cerveza no me ha jugado una mala pasada, yo creo que he visto algo moverse por las alturas - comenté a mis compañeros.

Derak se detiene de momento. Os mira con ojos de interrogante. De repente se escucha un golpe fuerte y unos gritos inhumanos, parecen humanoides discutiendo entre sí en un lenguaje parecido a gruñidos.

Reconoceis la odiosa jerga de gruñidos de los trasgos. Lo habéis escuchado cientos de veces cuando vivíais en la ciudades de vuestro clan. Parecen que 2 discuten por algún tesoromientras otros lo jalean.

 Siendo consciente de que el silenciosos explorador trabaja parsimoniosamente en su misión, el sacerdote decide no perturbarle ni distraerle con más comentarios durante la jornada.

 Tras varias horas de marcha, pues cuando se pusieron en marcha era temprano, mediamañana como muy tarde y, que a juzgar por la escasa luz que se filtraba por la cúpula boscosa, estaba aterdeciendo, sería bueno aprovechar las pocas horas de claridad que quedaban para encontrar un lugar adecuado para pasar la noche. Si bien no era un experto en el tema, se puso a mirar por los alrededores con la esperanza de localizar un lugar adecuado para el descanso. ¿Tal vez cerca de esa corriente de agua? Por lo menos no tendrían que buscar una fuente de agua podrían tomar vaciar el agua de los odrres y llenarlos de nuevo, aparte de poder cocinar algo de sopa, siempre mejor algo caliente que las frías raciones de viaje...

- ¡Malditos trasgos! ¡Porque no puedo subir hasta allí que si no los descuartizaría con mi hacha! - dije al resto del grupo.

Miro hacia arriba mientras voy cojiendo mi martillo.

-Son tragos se les huele desde aqui y si ellos no bajan tendremos que encontrar la forma de subir

La oscuridad comenzaba a predominar, -quizás deberíamos parar, pensó el mago

-Enghir , tú conoces este bosque como muy pocos. Deberíamos parar la marcha, descansar  y reponer fuerzas hasta que los primeros rayos de luz comiencen a surgir. Ya que tú conoces el lugar indícanos el lugar idóneo para realizar la parada.

-  Un poco más adelante, cerca de la ribera del río hay un sendero que asciende a las colinas dónde están las ruinas del castillo - contesta sin disminuir el ritmo - Conozco un lugar dónde podemos acampar, es una casa ruinosa. No es gran cosa pero al menos no sirve de parapetos para merodeadores nocturnos.

 El sacerdote asiente. A pesar de las caminatas de las últimas jornadas el joven Helmita no está acostumbrado a largas jornadas por bosques. Ante la promesa de un descanso pronto aprieta un poco el paso.

Yenian tenía ganas de llegar, descansar, alimentarse y poder  escribir en su libro la etapa  de ese día.

Al pensar en el conjunto de lo que esperaba saco fuerzas para continuar el ritmo de los otros 2 camaradas de viaje.